¿Qué se hace con los residuos radioactivos de hospitales o centrales nucleares?

Source: The Conversation – France – By Luis Montenegro Pérez, CICA. Profesor Titular Universidad – Docencia en Ingeniería de la Energía e Ingeniería Energética., Universidade da Coruña

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A mi abuelo Xoel le acaban de dar su primera sesión de radioterapia contra un cáncer de huesos. Le han irradiado con estroncio-89 (Sr-89), que es un isótopo radiactivo del estroncio que emite radiación beta, con gran capacidad de penetración en el cuerpo humano. Fantástico para aplicar en un tumor maligno, pero muy peligroso en cualquier otra parte del organismo de un ser vivo.

Después de unos dos meses de ser usado en el hospital, el Sr-89 tiene que ser sustituido y pasa a ser un desecho. Pero no es como los que nosotros generamos en nuestra casa: es radiactivo y necesita un tratamiento adecuado. ¿Cómo?

Primero, se almacena en el propio hospital hasta que es recogido por Enresa, que es la empresa que se encarga en España de la gestión de esta clase de residuos. Este isótopo, junto a otros desechos radiactivos generados en el hospital, se lleva por carretera en un transporte especial al centro de almacenamiento de El Cabril, en Córdoba.

Bajo toneladas de hormigón

En esta instalación, reciben un tratamiento y acondicionamiento específico. Luego, se guardan en bidones metálicos de 220 litros de capacidad, en los que un tercio son residuos y los dos tercios restantes hormigón. Estos bidones se meten en unos contenedores de hormigón, se les inyecta cemento para obtener un bloque compacto y se cubren con una tapa de hormigón.

Finalmente los contenedores –de unas 24 toneladas– se introducen en las celdas de almacenamiento, que una vez llenas con 320 contenedores se cubren también con una tapa de hormigón.

En este centro, que funciona desde 1992, no solo se almacenan restos radiactivos que provienen de hospitales, sino también de otros sectores: industria, investigación, eléctrico, alimentación, minería, hidrología, arte o medio ambiente. Todos tienen una emisión de radiación baja, no generan calor y su actividad radioactiva disminuirá a la mitad en menos de 30 años. Para entendernos mejor, son todos los residuos radiactivos que no provienen del combustible que se utiliza en las centrales nucleares. Tanto en España como en otros países del mundo, se utiliza esta solución para su gestión definitiva desde hace más de 40 años.

Vista aérea de las instalaciones de Enresa en El Cabril, 2020.
Enresa.

Los de las centrales nucleares, más peligrosos

En España tenemos cinco centrales nucleares con siete reactores. Y cada 18 a 24 meses es necesario cambiar parte del combustible, que son unas barras metálicas rellenas de pastillas de dióxido de uranio. Aquí, en estas pastillas, se producen cientos de isótopos radiactivos que emiten dosis de radiación muy elevadas, generan muchísimo calor y seguirán siendo radiactivos cientos de miles de años después. Y no, no se pueden llevar a El Cabril.

¿Qué se hace entonces? El combustible gastado en España se almacena de forma temporal en las piscinas que existen dentro de los reactores nucleares. El agua de estas piscinas sirve para refrigerar y proteger contra la radiación. El objetivo es que, después de unos 50 años, el combustible se pueda manejar con mayor seguridad.

El problema es que la capacidad de las piscinas en España se ha agotado, por lo que se ha recurrido también a un almacenamiento temporal en contenedores especiales colocados en el exterior de las centrales nucleares, como se hace también en muchos otros países.

Otra solución temporal es almacenar el combustible gastado de todas las centrales en una instalación centralizada. En España, se intentó en Villar de Cañas (Cuenca), pero por diferentes motivos está opción no salió adelante. En otros países, como en Holanda, una instalación de este tipo en superficie funciona desde hace años en un polígono industrial de Nieuwdorp.

Hacia una solución definitiva

Todas estas soluciones para el combustible gastado son temporales. Entonces, ¿qué se hace para su gestión definitiva? La solución adoptada a nivel internacional es el almacenamiento profundo en una formación geológica adecuada (granitos o arcillas). Esto ha requerido muchos años de investigación y de financiación en todo el mundo.

La idea es muy sencilla y está basada en la naturaleza. Se trata de interponer diferentes barreras entre los residuos y nosotros, como se hace en las matrioshkas, las muñecas rusas tradicionales.

Hoy en día, no funciona todavía ninguna de estas instalaciones, pero algunos países como Finlandia, Suecia o Francia ya han decidido dónde construirán estos almacenamientos en profundidad. Pero en España no: llevamos un poco de retraso.

En 2073, debería estar en funcionamiento en España una instalación de este tipo. ¿Por qué tan tarde? El problema es que se trata de un tema político muy delicado que no es nada rentable en términos electorales a corto plazo. Ya lo harán otros. Lo más complicado es encontrar un lugar que cumpla con todos los requisitos técnicos y de seguridad, que son muchos, para su construcción. Y, sobre todo, que exista la aceptación de la ciudadanía.

En ocasiones se nos olvida que, durante los últimos 20 años, la generación de electricidad de origen nuclear en España ha sido del 20-25 %. Con esta electricidad, además de la generada con otro tipo de energías renovables o no renovables, hemos cargado la batería de nuestros móviles, hemos encendido las luces o la lavadora en nuestra casa, y se ha fabricado el coche que conducimos. Y sea cual sea la decisión que se tome sobre la utilización de las centrales nucleares, sus residuos habrá que recogerlos y gestionarlos adecuadamente. ¿O le vamos a dejar este problema a nuestros hijos y nietos?

Por cierto, gracias al Sr-89, que ahora debe de estar en El Cabril, mi abuelo Xoel está curado y disfrutando de la vida.

The Conversation

Luis Montenegro Pérez, como parte de un grupo de investigación del Centro Interdisciplinar de Química y Biología de la Universidade da Coruña, ha recibido financiación para su trabajo en temas relacionados con la gestión de los residuos radioativos. Se trata de convocatorias de proyectos de investigación nacionales e internacionales, así como de contratos a través de la normativa de la UDC.

ref. ¿Qué se hace con los residuos radioactivos de hospitales o centrales nucleares? – https://theconversation.com/que-se-hace-con-los-residuos-radioactivos-de-hospitales-o-centrales-nucleares-257990