Suplemento cultural: lo de la Rosalía

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Claudia Lorenzo Rubiera, Editora de Cultura, The Conversation

Fotograma del videoclip ‘Berghain’ de Rosalía. Rosalía/YouTube

“Lo segundo es chingarte, lo primero es Dios” cantaba Rosalía en “Hentai” hace más de tres años, un tema erótico que levantó ampollas y provocó alabanzas. En esa y otras referencias anteriores ya quedaba claro que para la artista la religión es algo importante en su proceso creativo (y probablemente personal). Por eso, aunque ahora se haya sumado estéticamente a la santidad, la búsqueda espiritual de Rosalía no es frívola y viene de lejos.

Se acaba de publicar LUX, su nuevo álbum, uno de los lanzamientos que más expectación ha causado desde que hace poco más de dos semanas Rosalía lo presentase al mundo en Times Square, Nueva York, y la madrileña plaza de Callao. Después del rugido internacional que fue Motomami, la cantante se ha dedicado a leer, investigar, componer y mezclar idiomas para elaborar una obra majestuosa en la que en vez de mirar hacia fuera ha decidido mirar hacia dentro, inspirándose, entre otras, en místicas cristianas.

Además de la música, Rosalía siempre ha cuidado la precisión de las letras que incluye en sus canciones. Y lo ha hecho sonoramente (en “Chicken Teriyaki” la voz era un instrumento más de percusión) y lingüísticamente (adaptándose al lenguaje del género en el que canta). Pero también lo ha hecho literariamente. Como queda patente ya en su primer single, “Berghain”, todo lo que escribe, cada referencia, cada metáfora, tiene un porqué.

El movimiento MABA

En cambio, hay otras decisiones que se toman y que nadie sabe muy bien de dónde vienen. La afición del presidente estadounidense Donald Trump por reconstruir Washington es una de ellas. Uno de sus empeños en esta segunda legislatura es el de hacer que su país vuelva a ser “bello” (‘Make America Beautiful Again’) y por lo visto se ha encomendado a los romanos para lograrlo, aunque en Estados Unidos no haya ningún tipo de vínculo histórico con esa Antigüedad. Pero, como nunca nos cansamos de decir, cualquier cosa que queramos hacer ya fue barruntada y ejecutada por los romanos… y los poderosos lo saben.

Viajar y dejar huella

Esta semana hice un viaje: con mochila, asiento de avión apretado, horarios justos, tensión a la hora del embarque y todas esas pequeñas rutinas a las que nos hemos acostumbrado en el siglo XXI.

Sin embargo, en el XVII, el príncipe Cosimo III de Medici se movía de otra forma. Así se recorrió la península ibérica con un séquito de veintisiete personas, en el que se encontraban un diplomático, encargado de escribir la crónica de su viaje, y un pintor florentino, que plasmaba, en tinta negra sobre papel, las vistas de los lugares que iban visitando.

Ahora, un equipo de académicos españoles ha iniciado un proyecto de investigación en el que analizarán algunas de las imágenes de ese artista: Pier Maria Baldi. Lo hacen, entre otras cosas, porque esos dibujos, además de dar testimonio de un viaje, desvelan secretos de localizaciones que no han llegado a nuestros días.

La magia del cine

Volvemos al cine (y a la literatura) porque está estrenándose en varios países (con cuentagotas y gran expectación) la nueva adaptación de la novela del argentino Manuel Puig, El beso de la mujer araña. Esta vez el filme adopta el formato musical (porque bebe de la representación que se hizo en Broadway en los 90) y tiene en Jennifer Lopez a su mejor embajadora.

Como hay todavía muchos lugares en los que la fecha de estreno está pendiente, Laura Martínez Català, experta en la figura del autor, nos sumerge en los atractivos de la novela para animar a quien todavía no la haya leído a que no espere más. Y si alguien se pregunta, con cansancio, si estamos ante el enésimo remake hollywoodiense, Martínez Catalá tiene una reflexión: cómo podría dejar de ser revisitado un libro “que quiebra esquemas, desafía discursos intransigentes y nos sacude el alma tan suave como dolorosamente”.

De palabras y signos

Y acabamos como empezamos: hablando de lenguaje (no de Rosalía, aunque el álbum probablemente traiga cola), una facultad humana tan práctica como mágica.

Por ejemplo, leyendo los comentarios de este artículo sobre la diferencia que hay entre los subtítulos y el doblaje de un producto audiovisual aprendí de su autora que leer palabras agresivas o malsonantes nos resulta más violento que escucharlas. Por eso a veces en un idioma no sale escrito exactamente lo que el actor acaba de decir en otro. Esas y muchas otras razones son las que explica Marta González Quevedo a la hora de analizar las diferencias de traducción que existen en las películas y las series.

Otro ejemplo de la maleabilidad del lenguaje lo analiza Iván Ramírez Sánchez al explicar cómo el español comienza a beber de los términos utilizados en el mundo de los videojuegos, un “idioma” que provoca la creación de verbos tan desconocidos para mí como ‘farmear’, ‘kitear’ o ‘mainear’.

Y por último, uno de mis artículos favoritos de todos los tiempos: ¿por qué usamos metáforas espaciales cuando queremos hablar del paso del tiempo?

The Conversation

ref. Suplemento cultural: lo de la Rosalía – https://theconversation.com/suplemento-cultural-lo-de-la-rosalia-269021

Por qué perdimos el hábito dormir en dos turnos y cómo modificó nuestra percepción del tiempo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Darren Rhodes, Lecturer in Cognitive Psychology and Environmental Temporal Cognition Lab Director, Keele University, Keele University

Albert Joseph Moore/Shutterstock

El sueño continuo es un hábito moderno, no un fruto natural de nuestra evolución. Y eso ayuda a explicar por qué muchos de nosotros seguimos despertándonos a las 3 de la madrugada y nos preguntamos si algo va mal. Puede ser útil saber que se trata de una experiencia profundamente humana.

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, dormir ocho horas seguidas no era lo habitual. En cambio, la gente solía descansar en dos turnos cada noche, a menudo denominados “primer sueño” y “segundo sueño”. Cada uno de estos periodos duraba varias horas, separadas por un intervalo de vigilia de una hora o más en mitad de la noche. Los registros históricos de Europa, África, Asia y otros lugares describen cómo, al caer la noche, las familias se acostaban temprano y luego se despertaban alrededor de la medianoche durante un rato antes de volver a dormir hasta el amanecer.

Dividir la noche en dos partes probablemente cambió la percepción del tiempo. El intervalo de silencio daba a las noches un punto medio claro, lo que puede hacer que las largas tardes de invierno parezcan menos continuas y sean más fáciles de soportar.

El intervalo de medianoche no era tiempo muerto, sino tiempo consciente, que determinaba cómo se experimentan las largas noches. Algunas personas se levantaban para ocuparse de tareas como avivar el fuego o cuidar de los animales. Otras se quedaban en la cama para rezar o reflexionar sobre los sueños que acababan de tener. Las cartas y los diarios de la época preindustrial mencionan que la gente aprovechaba las horas de tranquilidad para leer, escribir o incluso socializar tranquilamente con la familia o los vecinos. Y muchas parejas aprovechaban este despertar de medianoche para tener relaciones íntimas.

La literatura de épocas tan lejanas como la de Homero y Virgilio contiene referencias a una “hora que pone fin al primer sueño”, lo cual indica lo habitual que era la noche de dos turnos.

Cómo perdimos el “segundo sueño”

La desaparición del segundo sueño se produjo a lo largo de los dos últimos siglos debido a profundos cambios sociales. La iluminación artificial es uno de ellos. En los siglos XVIII y XIX, las lámparas de aceite, la iluminación de gas y, finalmente, la luz eléctrica comenzaron a convertir la noche en un tiempo de vigilia más aprovechable. En lugar de acostarse poco después de la puesta del sol, la gente empezó a quedarse despierta hasta más tarde bajo la luz de las lámparas.

Desde el punto de vista biológico, la luz brillante por la noche también modificó nuestros relojes internos (nuestro ritmo circadiano) e hizo que nuestros cuerpos fueran menos propensos a despertarse después de unas pocas horas de sueño. El momento en que se expone a la luz es importante. La luz normal de una habitación antes de acostarse suprime y retrasa la melatonina, lo que a su vez retarda la llegada del sueño.

La Revolución Industrial transformó no solo la forma de trabajar de las personas, sino también la forma de dormir. Los horarios de las fábricas fomentaban un único bloque de descanso. A principios del siglo XX, la idea de ocho horas ininterrumpidas había sustituido al ritmo centenario de dos periodos de sueño.

En estudios del sueño de varias semanas de duración que simulan las largas noches de invierno en la oscuridad y prescinden de los relojes o la luz del atardecer, las personas que participan suelen acabar adoptando dos periodos de sueño con un intervalo de vigilia tranquilo. Un estudio de 2017 sobre una comunidad agrícola de Madagascar sin electricidad descubrió que la mayoría de las personas seguían durmiendo en dos segmentos, levantándose alrededor de la medianoche.

Mujer durmiendo en un sofá con un vestido de seda.
¿Soñando con un segundo sueño?
John Singer Sargent/Shutterstock

Inviernos largos y oscuros

La luz regula nuestro reloj interno e influye en la rapidez con la que percibimos el paso del tiempo. Cuando esas señales se desvanecen, como en invierno o bajo la luz artificial, nos desorientamos.

En invierno, la luz matutina más tardía y más débil dificulta la sincronización circadiana. Esa luz de la mañana es especialmente importante para regular los ritmos circadianos porque contiene una mayor cantidad de luz azul, que es la longitud de onda más eficaz para estimular la producción de cortisol por parte del cuerpo y suprimir la melatonina.

En laboratorios de aislamiento temporal e investigaciones en cuevas, las personas estudiadas han vivido durante semanas sin luz natural ni relojes, o incluso en oscuridad constante. Pues bien, muchos individuos contaron mal el paso de los días, lo que demuestra lo fácil que es perder la noción del tiempo sin señales luminosas.

Distorsiones similares se producen en el invierno polar, donde la ausencia de amaneceres y atardeceres puede hacer que el tiempo parezca suspendido. Las personas nativas de latitudes altas y los residentes de larga duración con rutinas estables suelen adaptarse mejor a los ciclos de luz polares que los visitantes de corta duración, pero esto varía según la población y el contexto. Los residentes se adaptan mejor cuando su comunidad comparte un horario diario regular, por ejemplo. Y un estudio de 1993 sobre la población islandesa y sus descendientes que emigraron a Canadá reveló que estas personas presentaban índices inusualmente bajos de trastorno afectivo estacional en invierno. El estudio sugirió que la genética podría ayudar a esta población a lidiar con el largo invierno ártico.

Las investigaciones del Laboratorio de Cognición Temporal Ambiental de la Universidad de Keele (Inglaterra), del que soy director, muestran lo fuerte que es este vínculo entre la luz, el estado de ánimo y la percepción del tiempo. En una realidad virtual de 360 grados, los participantes vieron seis clips con escenas del Reino Unido y Suecia de unos dos minutos de duración. Estos voluntarios consideraron que las grabaciones duraban más en las escenas nocturnas o con poca luz que en las escenas diurnas o con más luz. El efecto fue más pronunciado en los participantes que declararon tener un estado de ánimo bajo.

Una nueva perspectiva sobre el insomnio

Los médicos especialistas en sueño señalan que los despertares breves son normales y suelen producirse en las transiciones entre fases, incluida la fase cercana al sueño REM, que se asocia con sueños vívidos. Lo importante es cómo respondemos.

La percepción de la duración en el cerebro es elástica: la ansiedad, el aburrimiento o la escasez de luz tienden a alargar el tiempo, mientras que el compromiso y la calma pueden comprimirlo. Sin ese intermedio en el que antiguamente nos levantábamos y hacíamos algo o charlábamos con nuestra pareja, despertarse a las 3 de la madrugada a menudo hace que el tiempo discurra con lentitud. En este contexto, la atención se centra en el paso del tiempo y los minutos que pasan pueden parecer más largos.

La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) aconseja a las personas que se levanten de la cama después de unos 20 minutos tras despertarse, realicen una actividad tranquila con luz tenue, como leer, y luego vuelvan cuando tengan sueño.

Los expertos en sueño también sugieren tapar el reloj y dejar de medir el tiempo cuando se tiene dificultad para dormir. Aceptar con calma el estado de vigilia, junto con la comprensión de cómo nuestra mente percibe el tiempo, puede ser la forma más segura de volver a descansar.

The Conversation

Darren Rhodes no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Por qué perdimos el hábito dormir en dos turnos y cómo modificó nuestra percepción del tiempo – https://theconversation.com/por-que-perdimos-el-habito-dormir-en-dos-turnos-y-como-modifico-nuestra-percepcion-del-tiempo-269513

‘Ego Sum Lux Mundi’: la mística por Rosalía

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Raquel Baixauli Romero, Doctora en Historia del Arte, Universitat de València

Fotograma del videoclip de ‘Berghain’, de Rosalía. Rosalía/YouTube

El pasado 20 de octubre, el nuevo álbum de Rosalía, Lux, se presentó como un acto ritual colectivo. En directo desde sus redes sociales, la cantante convocó al público a participar en su anuncio: la portada, el título y la fecha de lanzamiento se revelaron en la madrileña plaza del Callao.

Luego vino “Berghain”, una canción cuya letra y videoclip prometían un imaginario del renacer, en el que la artista se transfigura. El fervor colectivo se ha extendido entre devotos y escépticos, pues todo el mundo parece tener algo que decir.

Ahora, tras tres años en silencio desde Motomami, los cuatro movimientos del nuevo disco nos transportan a un universo de destellos, palomas y santas. Pero ¿qué referencias construyen esta estética?

Ella misma, en recientes entrevistas, confiesa la inspiración: hagiografías de santas de alrededor del mundo y su producción mística. La necesidad de unión con lo sagrado se hace patente desde la portada de Lux. Los labios dorados, la cofia y el hábito blanco que la cubre simbolizan, además, su compromiso con la música.

Rosalía interpreta ‘Reliquia’, canción de su nuevo álbum LUX, en LOS40 Music Awards de 2025.

La mística como espacio para la libertad

Ya en su segundo álbum de estudio, El mal querer, Rosalía ofrecía un discurso visual cargado de referencias a la tradición mariana.

En Lux, la cantante explora un camino similar al interpretar libre y desacralizadamente la mística femenina. En sus propias palabras, el proyecto nace del deseo de conectarse con algo superior: “Si tú haces espacio, quizá alguien que está por encima de ti puede llegar y pasar a través de ti”. Y encuentra en el misticismo, en la unión con lo espiritual, un lugar de libertad. Un lugar que permite salir de la ortodoxia y generar otros discursos.

Sin embargo, la artista no inventa nada; la historia de la mística femenina está repleta de ejemplos de mujeres que subvirtieron y distorsionaron las normas eclesiásticas. Más allá de aquellas a las que alude el disco –santa Teresa de Jesús, Hildegarda de Bingen, santa Olga de Kiev, Rabia al Adawiyya o Simone Weil–, existen muchos más nombres, como santa Catalina de Siena o Margarita Porete, condenada a la hoguera en 1310 por la Inquisición. Son mujeres que generaron obras entre lo textual y visual al aproximarse a los preceptos de lo sagrado y subvertir parte de los mandatos.

Interior del vinilo de _LUX_, de Rosalía en el que se forma una cruz con fotografías.
Interior del vinilo de LUX, de Rosalía.
Rosalía

Superada la portada, el interior ofrece nuevas imágenes. Son tomas realizadas por el polifacético Noah Dillon. Algunas de ellas están en el libreto del CD y en el póster cruciforme que incluye el vinilo. Rosalía desnuda, tendida sobre una cama blanca, emula posiciones cristológicas, se desvela y asiste a una lluvia nívea, y termina bañada de luz, en un mundo donde parece no encajar. El momento de unión con lo divino –ese “Dios desciende y yo asciendo, nos encontramos en el medio”– se completa con la escucha.

La espiritualidad en Rosalía parece cumplir la definición de mística salvaje que acuñó el filósofo francés Michel Hulin. Aquella experiencia en la que el sujeto, al margen de cualquier creencia religiosa, “experimenta la impresión de despertarse a una realidad más elevada, de atravesar el velo de las apariencias, de vivir por anticipado algo semejante a una salvación”.

La mística, de esta forma, es propiedad de cualquier persona que ansíe apartarse de una realidad hostil. Y la cantante ofrece su música al mundo –al igual que hicieron las místicas que la precedieron– como gesto de gratitud.

Entre la nada y la luz del mundo

En su primera aparición pública en torno al disco, Rosalía vistió símbolos próximos al poder papal. Ropajes blancos, zapatos rojos y una aureola decolorada en su cabello referenciando la santidad y el poder. En los sucesivos eventos promocionales, ha seguido apostando por esta estela visual.

La puesta en escena en el MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya) para la presentación en Barcelona se ha convertido en una suerte de performance de purificación y éxtasis. Ella, en el centro de un escenario cubierto de sábanas blancas, se exhibió pasiva al público mientras sonaba su obra. No cantó, no actuó, solo esperó que se produjese la comunión.

En su sinfonía, la artista se presenta como un ser vulnerable, de porcelana. Y, por tanto, humana. Cargada de contradicciones, entre la luz y la ruina. Pero es esa condición la que le permite la experiencia mística. “No soy una santa, pero estoy blessed”, es decir, bendecida. Reivindica el amor como avalancha que alumbra e incluso llega a declararse la luz del mundo. ¿Hay algo más transgresor que colocarse en el papel de Dios?

Al final, Rosalía proyecta la imagen de un ser ambivalente, harta de los mandatos heteronormativos. A ello se suma la posición de volcelcélibe voluntaria– que ha adoptado últimamente. De nuevo, siguiendo la tendencia de muchas místicas, que se apartaban del mundanal ruido en un recogimiento interior.

En Al comienzo era el amor, la filósofa Julia Kristeva ofrece una clave importante. Las experiencias místicas –simplificando mucho– permiten reparar “nuestros malestares de Narcisos heridos”. Sustituyendo al Verbo como principio, el Amor deviene experiencia central en la constitución de la subjetividad humana.

La misma artista ha insistido en las cualidades inmersivas, innovadoras, transformadoras y espirituales del álbum, que responden a una búsqueda de conocimiento trascendente. ¿Qué es si no la luz?

La identificación de Rosalía con la mística, la fusión y la transmisión mediante la palabra cantada tratan de curar una herida: la suya y la nuestra. La de una sociedad cansada de desear, pero todavía esperanzada. Que lucha contra lo mundano y anhela creer que existen otros caminos.

The Conversation

Raquel Baixauli Romero ha recibido fondos de Universitat de València

Esther González Gea recibió fondos de de la Universitat de València a través de una ayuda Predoctoral

ref. ‘Ego Sum Lux Mundi’: la mística por Rosalía – https://theconversation.com/ego-sum-lux-mundi-la-mistica-por-rosalia-268157

Castigos, partes y otros errores frecuentes en la escolarización de los niños con autismo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Lidia Arroyo Navajas, Docente Facultad de Educación, Universidad Internacional de Valencia

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo definida por dificultades en la comunicación e interacción social, así como comportamientos e intereses restringidos y repetitivos. Se presenta en una amplia variedad de formas y suele afectar al procesamiento sensorial (hiper o hiporreactividad). En España, más del 1 % de escolares, entre infantil, primaria y secundaria, están diagnosticados.

Los niños y niñas con este trastorno tienen dificultades en la adaptación a la escuela. La falta de formación específica del profesorado y el personal escolar, y la falta de recursos adecuados y sensibilidad institucional impiden que se atienda de manera adecuada a las necesidades sensoriales, emocionales y de apoyo individualizado que requieren estos escolares.

A continuación explicamos algunos errores comunes en la atención a estos alumnos en el seno de los centros escolares ordinarios.

Firmeza mal entendida: más ansiedad y rechazo

Existe cierta confusión entre las “pataletas” (explosiones emocionales debidas a la sobrecarga sensorial o emocional) y las conductas maleducadas o desafiantes.

En el alumnado autista son frecuentes las crisis de desregulación (meltdown, pataleta, o shutdown, ensimismamiento), respuestas no voluntarias a la sobrecarga sensorial o emocional. Cuando el profesorado no está formado en autismo, tiende a leer la desregulación como desobediencia.

Esto conduce a recomendaciones hacia las familias de “ser más firmes” o “no ceder”, reforzando un enfoque conductista que resulta contraproducente. El trastorno del espectro autista suele coincidir con la ansiedad y la depresión: reaccionar con castigos o riñas puede agravar estos comportamientos, aumentando la angustia del menor y generando rechazo profundo hacia la escuela.




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Algunas madres con las que hablo en mi consulta relatan que tardan más de dos horas cada mañana en lograr que su hijo se vista y salga de casa. Esta resistencia no es fruto de desobediencia, sino de ansiedad provocada por entornos que los niños con esta neurodivergencia experimentan como inseguros y abrumadores.

Es fundamental entender que muchos niños con autismo no obedecen, se levantan de la silla o intentan salir del aula no para desafiar, sino porque no entienden lo que ocurre o existe una sobreestimulación sensorial que el adulto no percibe. Por ejemplo, tras un ruido intenso o un cambio imprevisto, el alumno puede taparse los oídos, gritar o esconderse; en lectura silenciosa, en cambio, puede bromear para llamar la atención aun sin señales de sobrecarga.

Para intervenir de forma ajustada, ante señales de sobrecarga conviene reducir estímulos, permitir una pausa breve en un lugar tranquilo (muchas escuelas ya cuentan con un “rincón de la calma”), ofrecer auriculares y usar instrucciones cortas y literales. Es útil anticipar los cambios con apoyos visuales, dar tiempo de transición, desglosar las tareas en pasos pequeños y permitir elegir entre dos opciones equivalentes. Resulta práctico pactar una señal sencilla para pedir pausa o ayuda y reforzar de forma específica las conductas adecuadas cuando aparecen.

No aceptar el uso de auriculares

Las aulas ordinarias están diseñadas para un perfil neurológico estándar, y a menudo, como ocurre en España en las aulas de secundaria, hay un número de alumnos muy elevado, hasta 30 por clase. Para el alumnado con hipersensibilidad sensorial, frecuente en los trastornos del espectro autista, estos espacios pueden resultar insoportables por los ruidos constantes, reverberaciones, luces fluorescentes, olores intensos, falta de espacios de calma. Esta sobreestimulación genera desregulación, fatiga y conductas de huida.

Los docentes deben permitir que estos estudiantes acudan al aula con auriculares provistos de cancelación activa de ruido, pues constituyen un ajuste sensorial básico para mitigar la sobrestimulación. Aunque el reglamento de régimen interno del centro prohíba el uso de auriculares durante el horario lectivo, hay que tener en cuenta que en el caso de los estudiantes con autismo debidamente diagnosticados no se trata de un uso recreativo, sino por motivos de salud o discapacidad reconocida.

Modelos actualmente disponibles en España, como los Sony WH-1000XM5 o los Bose QuietComfort 45, han demostrado reducir la activación fisiológica en niños autistas.

Castigar las ausencias o exigir justificación médica

Cuando el entorno escolar se vuelve intolerable, muchas familias optan por ausencias intermitentes, adaptaciones horarias o incluso desescolarización temporal. Estas decisiones, lejos de ser respetadas, comprendidas y acompañadas, desencadenan la apertura de protocolos de absentismo, con el consiguiente señalamiento institucional.

Para evitar sanciones, se exigen informes médicos. Sin embargo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha recordado que los pediatras y médicos no deben justificar faltas escolares: su función se limita a informar sobre el estado de salud. La justificación corresponde a los tutores legales, y el centro aplica su normativa educativa; el informe médico acredita la situación clínica, pero no “da o quita” la justificación.

No apoyar la atención domiciliaria en secundaria

La educación secundaria supone un punto de inflexión para una parte del alumnado con autismo. El aumento de las exigencias académicas, un entorno más anónimo y más agresivo sensorialmente que en los centros de primaria provocan un deterioro en el bienestar de los escolares autistas. En España, se estima que el 70 % de los estudiantes con TEA presenta algún trastorno mental como ansiedad o depresión.

Por este motivo, muchos adolescentes con autismo no pueden sostener una escolarización ordinaria: desarrollan síntomas de desregulación crónica, insomnio, ataques de pánico o conductas de evitación. En algunos casos, aparecen pensamientos suicidas, como sucedió en el caso de Lucía, una niña con TEA que se quitó la vida en Tenerife tras sufrir acoso escolar. Otros se ven involucrados en situaciones de ciberacoso, una forma de violencia que afecta especialmente al alumnado neurodivergente.




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La única opción viable para muchos es la solicitud de atención educativa domiciliaria. Pero algunos centros educativos no aceptan informes médicos privados. Esta negativa carece de amparo normativo. Tal rechazo fuerza a las familias a volver al sistema público, con tiempos de espera excesivos que impiden una intervención oportuna.

Los estudiantes que acceden a la escolarización domiciliaria también denuncian deficiencias: los contenidos no siempre se ajustan a los planes individualizados del centro, y el aprendizaje recae exclusivamente sobre ellos o sobre sus familias, lo que les obliga a jornadas interminables de tareas sin acompañamiento docente efectivo.

No priorizar la protección frente al acoso

Los casos de acoso escolar hacia menores autistas también están en aumento en todo el mundo. Las familias relatan (según testimonios recogidos en mi práctica profesional que se incluyen aquí a modo ilustrativo, no como muestra estadística) burlas, exclusión o agresiones físicas o verbales, sin una respuesta clara por parte de los centros.

Incluir de verdad supone más esfuerzo

La inclusión exige mucho más que ubicar físicamente a un alumno autista en un aula ordinaria. Es necesario que los docentes entiendan qué es el autismo, en sus muchas presentaciones, y tengan herramientas pedagógicas para adaptar su enseñanza a este perfil de estudiante; también, que los centros pongan de su parte aceptando el uso de auriculares de cancelación del ruido, apoyando y escuchando a las familias en sus decisiones, aceptando los informes médicos privados y activando un ambiente de comprensión y respeto entre todos los alumnos para reducir al máximo el acoso escolar.

Ubicar alumnos autistas en aulas ordinarias sin ajustes ni comprensión es una forma encubierta de exclusión. La escuela debe ser un entorno que proteja, comprenda y acompañe. Es urgente revisar el modelo educativo desde una mirada ética y estructural, porque están en juego los derechos, la salud y la dignidad de miles de niños y sus familias.

The Conversation

Lidia Arroyo Navajas no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Castigos, partes y otros errores frecuentes en la escolarización de los niños con autismo – https://theconversation.com/castigos-partes-y-otros-errores-frecuentes-en-la-escolarizacion-de-los-ninos-con-autismo-258744

La vitamina D podría ser una clave para acabar con los tumores de útero

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ana Corachán García, Investigadora Postdoctoral en Medicina Reproductiva, Instituto de Investigación Sanitaria La Fe

Una de cada tres mujeres en edad reproductiva presenta miomas uterinos, unos tumores que crecen en la capa muscular del útero. A pesar de ser benignos, causan síntomas que afectan notablemente a la calidad de vida. En concreto, las personas afectadas experimentan reglas abundantes y dolorosas, anemia, dolor en la parte baja del abdomen, incontinencia urinaria, infertilidad y aborto recurrente.

Aunque existen distintos tratamientos, como terapias hormonales y procedimientos quirúrgicos, no hay ninguno totalmente eficaz ni sin efectos secundarios. Pero ¿y si algo tan sencillo e inocuo como la vitamina D fuera la solución? Veamos primero cómo se aborda actualmente este extendido problema.

Los límites de los tratamientos

El tratamiento más habitual es la cirugía. Existen dos opciones: la eliminación solo de los miomas, conocida como miomectomía, o la extirpación del útero completo, lo que se conoce como histerectomía. Este último es el único método capaz de eliminarlos por completo, pero también impide que las pacientes puedan quedarse embarazadas en el futuro.

En cuanto a la miomectomía, más de la mitad de las mujeres vuelve a presentar miomas en los cinco años posteriores a la cirugía. Por tanto, a pesar de ser un tratamiento muy invasivo, no es efectivo. Además, estas intervenciones suponen un alto coste a los sistemas de sanidad: el gasto anual estimado es de 34 000 millones de dólares en Estados Unidos, 348 millones de euros en Alemania y 120 millones en Francia.

Como alternativa, existe la opción de los medicamentos. Para comprender cómo funcionan, debemos tener en cuenta que son las hormonas sexuales, los estrógenos y la progesterona, los que controlan el crecimiento de los miomas. Basándose en esto, los fármacos bloquean la acción de dichas hormonas.

Ahora bien, las hormonas sexuales tienen un papel clave en la reproducción femenina. Esto quiere decir que los medicamentos que las bloquean producen síntomas similares a la menopausia como sofocos, osteoporosis e infertilidad. Por este motivo, no pueden administrase durante periodos largos, lo cual conlleva que los miomas vuelvan a crecer cuando se deja el tratamiento. Además, al causar infertilidad, tampoco son una opción en mujeres que quieran quedarse embarazadas.

Siguiendo la pista de la vitamina D

En la búsqueda de alternativas terapéuticas llamó la atención uno de los factores de riesgo: las mujeres con miomas presentan niveles de vitamina D más bajos que las mujeres sin miomas. Entonces, ¿podría este compuesto frenar su desarrollo? Es la misma pregunta que se hizo la comunidad científica, y comenzó a investigar en profundidad.

Pero en primer lugar, ¿qué es la vitamina D? Conocida como “la vitamina del sol”, ya que la mayor parte se produce naturalmente en la piel con la exposición a la luz solar, se trata de un nutriente esencial para que el cuerpo humano funcione correctamente. Su cometido principal reside en ayudar al organismo a absorber el calcio, un proceso necesario para tener huesos fuertes y sanos.




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Aunque eso no es todo. También resulta indispensable para el adecuado funcionamiento del sistema inmunitario, muscular y nervioso. De hecho, los niveles bajos de vitamina D se relacionan con multitud de enfermedades.

Experimentos prometedores

Para averiguar si la vitamina D puede ser un tratamiento viable de los miomas, el primer paso fue estudiar su efecto en el laboratorio. Los primeros experimentos demostraron que frenaba el crecimiento de las células de mioma cultivadas in vitro. Después, se confirmó que reducía el tamaño de estos tumores en un modelo animal de ratón, sin efectos secundarios sobre su salud.

Esos resultados sentaron las bases para evaluar el tratamiento en mujeres con miomas y déficit de vitamina D. En primer lugar, los investigadores comprobaron que cuando las afectadas eran tratadas con dosis altas de esa vitamina, el crecimiento de los miomas se frenaba.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que un exceso de vitamina D es malo: puede causar náuseas, vómitos, debilidad o fallo en el funcionamiento de los riñones. Teniendo esto en cuenta, un estudio reciente ha demostrado que dosis bajas de la vitamina reducen también el tamaño de los miomas. Estos confirma que no hace falta usar cantidades tan elevadas para frenar su crecimiento, reduciendo los posibles efectos secundarios de la terapia.

Como hemos comentado, los medicamentos actuales causan infertilidad en las pacientes con miomas, y tal vez se está preguntando si eso también ocurriría con la vitamina D. Pues bien, lo que se sabe hasta la fecha es que no solo no influye negativamente en la fertilidad, sino que incluso puede mejorarla.

Los resultados son esperanzadores, pero hay que tener en cuenta que el efecto de la vitamina D solo se ha probado en mujeres con niveles de este nutriente por debajo de la normalidad. Esto quiere decir que no se sabe si reduciría el tamaño de los miomas en mujeres con niveles normales.

Por último, es importante recordar que el tratamiento siempre debe ser prescrito por personal sanitario cualificado, dado el riesgo de ingerir dosis elevadas de esa vitamina. Además, cada mujer y cada mioma son únicos, por lo que los tratamientos pueden variar de una persona a otra.

En resumen, la vitamina D podría frenar el crecimiento de los miomas o incluso prevenir su aparición. Es un tratamiento seguro, sin efectos negativos sobre la fertilidad y, además, económico. Su uso podría mejorar la calidad de vida de muchas mujeres y reducir los costes para los sistemas de salud públicos. Aunque todavía se necesitan más estudios, parece que podría ser una clave para acabar con los miomas.

The Conversation

Ana Corachán García recibe fondos del Instituto de Salud Carlos III (CD23/00157) y la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo (Comunidad Valenciana) (CIGE/2023/072).

Hortensia Ferrero recibe fondos del Instituto de Salud Carlos III, Cofundado por el Fondo Social Europeo (FSE) «Invertir en tu futuro» a través del Programa Miguel Servet (CP20/00120); (PI21-00184) y (PI24/00961), así como del Ministerio de ciencia e Innovación y Universidades (CNS2024-154868).

ref. La vitamina D podría ser una clave para acabar con los tumores de útero – https://theconversation.com/la-vitamina-d-podria-ser-una-clave-para-acabar-con-los-tumores-de-utero-267754

¿Debe supeditarse la transición energética al decrecimiento económico?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pere Roura Grabulosa, Catedrático emérito de Física, Universitat de Girona

Aerogeneradores en la provincia de Zaragoza, España. Greens and Blues/Shutterstock

Con el carbón, empezó la Revolución Industrial. Facilitó la obtención del hierro y el acero para fabricar máquinas que se movían gracias al trabajo mecánico del motor de vapor que, a su vez, funcionaba con carbón. La capacidad de trabajo de un obrero se multiplicó. Fue el inicio del período de progreso más espectacular de la humanidad.

Actualmente, nos resulta evidente la relación entre la disponibilidad de fuentes abundantes de energía y el desarrollo económico y social. Sin embargo, el papel singular de la energía en el funcionamiento de las sociedades avanzadas no se reveló de forma indiscutible hasta que los países de la OPEP limitaron la extracción de petróleo. Fue el origen de las crisis de los años 1973-1975 y 1979-1981.

Sin relación de causalidad

Desde entonces, hemos interiorizado la convicción de que el progreso económico, medido según el producto interior bruto (PIB), solo es posible con un incremento sostenido del consumo de energía. Aceptando que así ha sido durante décadas, no podemos caer en el error de pensar que es la generación de energía la que impulsa el crecimiento económico.

De hecho, son muchos los países (Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Francia…) en los que el PIB sigue subiendo sin que se consuma más energía y, de hecho, reduciendo sus emisiones de dióxido de carbono.

Se está produciendo, pues, el desacoplamiento deseado entre el consumo de energía y el crecimiento económico. En los países avanzados, es la actividad económica la que acaba determinando el consumo de petróleo, gas, carbón o electricidad; no es la oferta de energía la que determina el crecimiento económico.

Renovables y crecimiento

En el contexto actual de transición energética, esta reflexión es necesaria para evitar caer en la trampa de creer que limitando el despliegue de las energías renovables se obtendrá un decrecimiento de la economía, ya que la economía sigue su dinámica propia.

Si la producción de energía renovable no es suficiente, las empresas (y las familias) continuarán consumiendo combustibles fósiles, a pesar de las normativas que se dicten en su contra. Las prohibiciones o limitaciones serán insostenibles si, por ejemplo, conllevan un incremento del paro o una disminución del bienestar.

El crecimiento continuado del consumo de bienes y servicios pone en riesgo la sostenibilidad de la civilización global. Ahora bien, la solución no pasa por limitar el despliegue de las energías renovables. Los problemas derivados del crecimiento económico deben resolverse desde la economía, no desde la energía. Si lo hacemos al revés, o caeremos en el caos social o agravaremos aún más la crisis climática, ya de por sí crítica.

La oposición al despliegue de las energías renovables con el argumento de que la economía debe decrecer es un gran regalo a las compañías petroleras. No está de más recordar que, por suerte o por desgracia, tenemos combustibles fósiles para muchas décadas.

¿El problema no es el petróleo?

Prueba de lo que decimos es el cambio de estrategia reciente de la compañía British Petroleum. En febrero, acordó incrementar la producción de petróleo y reducir las inversiones en energías renovables. Según su CEO, el giro de la compañía viene dictado por una reducción de expectativas de negocio de la división de renovables.

Una decisión que, si marca tendencia, tendrá consecuencias dramáticas, puesto que los acuerdos internacionales no van a la raíz del problema. Por ejemplo, según afirmó el presidente de la COP de Dubái en el 2023, el problema no es el petróleo, sino el CO₂. Lamentablemente, no se vislumbra en el horizonte ningún acuerdo que limite la extracción de combustibles fósiles.

Transición energética y decrecimiento

Una de las condiciones de supervivencia de la civilización pasa por saber vivir mejor con menos. Sin embargo, no intentemos conseguir este objetivo estrangulando la economía con un despliegue insuficiente de energía renovable. Supeditando este despliegue a un decrecimiento de la economía no tomaríamos un atajo, sino que daríamos un rodeo.

Vale la pena recordar, por otro lado, que la transición energética trae consigo un decrecimiento respecto al consumo de los combustibles fósiles en dos aspectos clave. Primero, una mejora substancial de la eficiencia energética asociada con la electrificación, es decir, un decrecimiento energético –por ejemplo, el caso del coche eléctrico–. Y, segundo, una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero –por ejemplo, los asociados a la generación de electricidad–.

The Conversation

Pere Roura Grabulosa es miembro del colectivo Renovem-nos

ref. ¿Debe supeditarse la transición energética al decrecimiento económico? – https://theconversation.com/debe-supeditarse-la-transicion-energetica-al-decrecimiento-economico-264291

Del Cholo a Apollo: ¿qué implica que un fondo de inversiones se convierta en accionista mayoritario del Atlético de Madrid?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jose Torres-Pruñonosa, Profesor Titular de Universidad, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

13 de abril de 2024: Partido de Liga entre el Atlético de Madrid y el Girona f.c en el metropolitano. Marta Fernandez Jimenez/Shutterstock

En la Navidad de 2011, la llegada de Diego Pablo, el Cholo, Simeone al banquillo del Atlético de Madrid transformó al club. Desde el primer día, el técnico argentino, que en los noventa del siglo pasado había sido jugador y capitán del club, imprimió de inmediato una mentalidad nueva que ha sido el eje sobre el que ha girado la reconstrucción institucional y deportiva del Atlético de Madrid.

En noviembre de 2025, la evolución del Atlético de Madrid da un paso más –esta vez desde el punto de vista de su estructura de propiedad– con la entrada como accionista mayoritario de Apollo Sports Capital (ASC), una filial del grupo Apollo Global Management, especializada en inversiones en el ámbito deportivo y del entretenimiento.




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El verano del desencanto

El verano de 2011 marcó un punto de inflexión para el Atlético de Madrid. Concluida la temporada 2010-2011, el argentino Sergio Agüero anunció que su “etapa en el Atlético de Madrid había terminado”, lo que desencadenó una intensa oleada de salidas que se han recordado como “la desbandada”.

En cuestión de semanas se materializó la marcha de figuras como Diego Forlán o David de Gea, mientras el equipo apenas había reforzado su plantilla. Esto generó enormes dudas sobre la capacidad del técnico Gregorio Manzano para afrontar la pretemporada con garantías. Esa conmoción estructural reflejaba, más que un simple mercado de traspasos, una crisis de proyecto, de identidad deportiva y de continuidad en el club rojiblanco. La marcha de los referentes dejó al Atleti debilitado, con un calendario exigente y sin apenas margen de error.

Unos meses después de ese convulso verano, la realidad no era mucho mejor. El Atleti fue eliminado tempranamente de la Copa del Rey por el Albacete Balompié (un equipo de Segunda División) y, al llegar diciembre de 2011, ocupaba una posición cercana a los puestos de descenso.

En ese contexto de crisis deportiva (que amenazaba con volverse estructural) llegó, el 23 de diciembre de 2011, la decisión que marcaría un punto de inflexión para el club: la contratación de Diego Pablo Simeone como nuevo entrenador del equipo.

Primera entrevista del Cholo Simeone como entrenador del Atleti, 27 de diciembre de 2011. Fuente: YouTube, Atlético de Madrid.

La era Simeone: crecimiento y éxitos

La evolución del Atleti durante la era Simeone es un caso ejemplar de simbiosis entre éxito deportivo y crecimiento institucional. Desde su llegada a finales de 2011, el técnico argentino ha conquistado dos Ligas, dos Europa League, dos Supercopas de Europa, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Además, ha disputado dos finales de la Liga de Campeones.

Este palmarés –sin precedentes en la historia moderna del club– ha coincidido con una expansión sostenida en sus dimensiones sociales y económicas: el número de socios superó los 140 000 (más del doble que en su primer año) y la facturación pasó de unos 100 millones de euros a rozar los 400 millones.




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El éxito sobre el césped impulsó una marca global que permitió financiar su mudanza del Manzanares al nuevo estadio, el Metropolitano, de la avenida de Arcentales, y situar al club entre las veinte entidades deportivas más valiosas del mundo. Un salto que parecía impensable en el verano de “la desbandada”.

Nueva estructura accionarial

Según el acuerdo anunciado el 10 de noviembre de 2025, ASC se convertirá en el principal propietario del club, aunque sus actuales máximos dirigentes, Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo, seguirán siendo accionistas (minoritarios) y conservarán sus cargos de consejero delegado y presidente, respectivamente.

El pacto contempla una inyección de capital destinada a respaldar los planes de largo plazo del club: reforzar la solidez financiera, la competitividad deportiva y el compromiso con la comunidad. También está el desarrollo de la Ciudad del Deporte, en las inmediaciones de su estadio, que por cuestiones de patrocinio y por lo menos hasta 2033 se llama Riyadh Air Metropolitano.

La nueva propietaria del Atleti es una empresa especializada en inversiones en deporte y entretenimiento. Se trata de un holding de capital permanente; esto es, que no opera con plazos fijos de salida (como los fondos de private equity tradicionales), sino que pretende mantenerse como socio a largo plazo en las entidades deportivas en las que invierte. En el contexto de la operación con el Atlético de Madrid, este perfil encaja con la estrategia anunciada de reforzar la solidez financiera, la competitividad deportiva y el desarrollo de infraestructuras asociadas al club.

Si el propósito último de un fondo como Apollo Sports Capital es crear valor, resulta inevitable preguntarse, ¿qué puede generar más valor para un club de fútbol que ganar la Liga de Campeones?

Éxitos deportivos y ganancias económicas

En la historia reciente, inversores individuales como Roman Abramóvich en el Chelsea o Silvio Berlusconi en el Milan demostraron que la conquista del gran título europeo puede multiplicar tanto el prestigio global como el valor económico de una entidad deportiva.




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Sin embargo, mientras aquellos proyectos se sustentaron en el mecenazgo personal y una lógica de gasto ilimitado, los fondos institucionales como Apollo operan bajo parámetros distintos: buscan estabilidad financiera, sostenibilidad y retornos medibles en el tiempo.

Entonces, la pregunta es si el modelo de capital paciente –en los que la inversión es a largo plazo y no se espera un retorno rápido sino beneficios más sustanciales a futuro– puede compatibilizarse con la naturaleza imprevisible y emocional del fútbol de élite.

Win-win: aficionados y accionistas

El gran desafío del Atlético de Madrid en esta nueva etapa será armonizar los intereses de sus grupos de interés (stakeholders): los aficionados –la base emocional e histórica del club– aspiran a fichajes ambiciosos, victorias resonantes y, en última instancia, a títulos. Mientras, los nuevos accionistas persiguen la sostenibilidad económica y la creación de valor a largo plazo.

Conciliar ambas dimensiones no es tarea menor, implica redefinir la gobernanza del club para equilibrar pasión y prudencia financiera. El Atlético ya ha sido pionero en la exploración de nuevos modelos de relación con su comunidad: a comienzos de 2020 lanzó, a través de la plataforma socios.com, fan tokens con los que pretendía, mediante la tecnología blockchain, hacer sentir a sus seguidores más partícipes del día a día del club a sus seguidores. No obstante, hoy, esos activos cotizan en valores mínimos, reflejo del escaso papel real que han tenido los tokenistas en la toma de decisiones.

La entrada de Apollo reabre pues el debate sobre cuál debe ser el modelo de gestión más eficiente para un club como el Atleti.




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¿Y ahora qué?

El reto para el Atlético de Madrid es aún más complejo si se enmarca en el ecosistema particular del fútbol español, históricamente dominado por el FC Barcelona y el Real Madrid. Ambos clubes concentran la mayoría de los ingresos comerciales y televisivos, y, además, ejercen una influencia estructural sobre la narrativa mediática e institucional. Su capacidad para duopolizar la atención (y con ello la facturación derivada de patrocinadores, audiencias y derechos de imagen) deja a los demás competidores en una posición desigual y de desventaja.

La trayectoria del Atlético de Madrid en los últimos quince años resume, en buena medida, la transformación del fútbol europeo en una industria global. De la crisis identitaria de 2011 pasando por la consolidación del cholismo hasta la actual entrada de Apollo Sports Capital, el club ha pasado de ser una institución con problemas estructurales a convertirse en un activo financiero de interés internacional.




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Pero esta evolución también plantea una paradoja: cuanto más sólido es el proyecto empresarial más difícil resulta preservar su alma popular. El desafío para el Atleti (y, por extensión, para el fútbol moderno) está en encontrar el punto de equilibrio entre capital y sentimiento, entre el beneficio económico y la pertenencia emocional.

Si lo logra, podrá demostrar que, en el siglo XXI, todavía es posible competir con los gigantes sin perder la esencia de club que, durante más de un siglo, ha hecho latir a varias generaciones de rojiblancos.

The Conversation

Jose Torres-Pruñonosa es socio del Futbol Club Barcelona.

Benito Pérez-González es socio-abonado del Atlético de Madrid

Raúl Gómez Martínez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Del Cholo a Apollo: ¿qué implica que un fondo de inversiones se convierta en accionista mayoritario del Atlético de Madrid? – https://theconversation.com/del-cholo-a-apollo-que-implica-que-un-fondo-de-inversiones-se-convierta-en-accionista-mayoritario-del-atletico-de-madrid-269363

James Watson, el ‘Picasso’ del genoma

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Lluís Montoliu, Investigador científico del CSIC, Centro Nacional de Biotecnología (CNB – CSIC)

James D. Watson Cold Spring Harbor Laboratoryderivative work: Jan Arkesteijn, CC BY

Estamos de luto en Biología, y también en Química, y por supuesto en la combinación de las mismas (Bioquímica). El jueves 6 de noviembre falleció James Watson (1928-2025), a los 97 años. Y al despedirle se mezclan en nuestra memoria (y en los comentarios que se publican en las redes sociales) sus méritos, sus virtudes y también sus “maldades”, esas opiniones indefendibles que contaminaron el tramo final de su carrera.

Al fin y al cabo, Watson era una persona, un ser complejo, como cualquiera de nosotros: los humanos somos una amalgama de comportamientos y acciones que nos definen. En mi humilde opinión, al recordarle deberíamos diferenciar sus aportaciones a la ciencia de las acciones e ideas que manifestó como ser humano.

Nos encanta pensar que todos aquellos artistas o científicos que destacan por sus aportaciones fundamentales a la historia de la humanidad deben ser también un dechado de virtud humana, pero la realidad es siempre más complicada. Sin ir más lejos, a mi me sigue conmoviendo plantarme delante del Guernica de Picasso, en el Museo Reina Sofía. Es un cuadro que transmite todo el horror de la guerra civil, y sigo disfrutándolo incluso después de saber que Picasso fue un maltratador psicológico de sus mujeres. No por tener esos comportamientos altamente reprobables deja de ser uno de los mejores pintores de la historia.

Algo parecido me ocurre con uno de los libros que más disfruté en mi juventud, El tambor de hojalata, obra cumbre antibelicista de Günther Grass, publicada en 1959, que explica lo acontecido en la segunda guerra mundial a través de la mirada y las vivencias de un niño. La película fue llevada al cine en 1979 por Volker Schlöndorff y ganó un Óscar. Y sigo pensando que tanto el libro como la película son magistrales, aún después de conocer que Grass confesó haber colaborado con el régimen nazi en su juventud durante la segunda guerra mundial.

Watson y Crick, una pareja histórica

La estructura de doble hélice de una molécula de ADN descrita por James Watson y Francis Crick en Nature en 1953.

La estructura de la doble hélice del ADN. La única figura que ilustra el artículo de Watson y Crick en Nature de 1953. James Watson se puede considerar una figura irrepetible. Inteligente, valiente, sagaz, astuto, de verbo fácil, pero también misógino, soberbio, con facilidad para la humillación o para lanzar comentarios hirientes, sorpresivos, a diestro y siniestro.

Junto a Francis Crick, forma parte de una de las parejas más famosas de la historia de la bioquímica. El motivo es obvio: en 1953 publicaron su obra cumbre en la revista Nature, un artículo de apenas dos páginas (en realidad una página y unas pocas líneas de la segunda página) y una sola figura que cambió para siempre la historia de la ciencia. En ese artículo describían la estructura del ADN como una doble hélice, antiparalela, complementaria, con una sucesión de surcos mayores y menores. Esto explicaba la perpetuación de la secuencia del ADN al replicarse, la transferencia de información, algo absolutamente genial que nos metió en una nueva etapa de la biología: la biología molecular. Watson tenía entonces solamente 25 años.

Al final del artículo de Watson & Crick, publicado el 23 de abril de 1953, aparece uno de los párrafos más famosos e influyentes de la ciencia moderna:

“No nos ha pasado desapercibido que el emparejamiento específico que hemos postulado sugiere inmediatamente un posible mecanismo de copia del material genético. Los detalles completos de la estructura, incluidas las condiciones asumidas para su construcción, junto con un conjunto de coordenadas para los átomos, se publicarán en algún otro lugar”.

Fue una verdadera bomba de conocimiento que explotó en 1953 y les llevó, junto a Maurice Wilkins, a recibir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962.

Pero James Watson es también quien se aprovechó de los resultados no publicados de Rosalind Franklin (la famosa fotografía 51 de difracción de rayos X de un cristal de una molécula de ADN), que le mostró Maurice Wilkins (sin permiso de Rosalind) para interpretar, correctamente, que aquella foto sugería la estructura helicoidal de la molécula. Franklin falleció de un cáncer de ovarios en 1958, por lo que no pudo formar parte de la terna premiada con el Nobel. En su lugar se premió a Wilkins, su colega y jefe en el Kings College, aunque ni Franklin ni Wilkins fueron coautores del artículo de 1953, pero (y esto se olvida muchas veces) sí estaban en los agradecimientos del artículo:

“También nos ha estimulado el conocimiento de naturaleza general de los resultados experimentales no publicados y las ideas del Dr. M. H. F. Wilkins, Dr. R. E. Franklin y sus compañeros de trabajo en el King’s College, London”.

Watson fue cruel al describir a Rosalind (a quien se refiere como Rosy) como “altamente competente, pero también carente de sentido del humor, engreída e incluso agresiva”. También dijo de ella que “estaba claro que Rosy tenía que irse o ser puesta en su lugar”, además de describirla como “una científica estricta, con temperamentos beligerantes, que no compartía sus resultados y no le importaba mucho su apariencia ni la moda” (The double helix: A Personal Account of the Discovery of the Structure of DNA, 1968).

Hace un par de años, gracias a una investigación liderada por el historiador de la ciencia de la Universidad de Manchester, Matthew Cobb, se confirmó que la participación de Rosalind Franklin fue decisiva en el descubrimiento de la estructura del ADN. De hecho, los cuatro científicos (James Waton, Francis Crick, Rosalind Franklin y Maurice Wilkins) deben recibir el crédito por codescubrir la estructura del ADN. Hasta el propio James Watson (y, más tarde, también Crick) acabó admitiendo que sin las imágenes de difracción de rayos X tomadas por Rosalind Franklin no hubieran podido descifrar la estructura del ADN.

El impulsor del proyecto Genoma Humano

James Watson fue también el gran impulsor y primer director del proyecto Genoma Humano, lanzado en 1988. Lo hizo contra viento y marea, ya que, por entonces, muchos científicos discutían la oportunidad y necesidad de secuenciar el genoma humano, considerándolo en muchos casos “carente de interés”. En aquel momento eran muchos los que defendían ir gen a gen, estudiando en profundidad cada uno de los genes, y no acumular información sin un objetivo determinado, solo “para tener la secuencia completa del genoma humano”. Watson dimitió en 1992 cuando Craig Venter amagó con intentar patentar los genes del genoma humano, algo con lo que Watson no estaba de acuerdo.

Desgraciadamente para Watson, todos estos éxitos han quedado eclipsado por unas muy desafortunadas declaraciones que realizó en sendas entrevistas que le hicieron en 2000 y 2007. En el año 2000 proclamó que en la melanina de los afroamericanos y personas de piel oscura había elementos que explicaban su mayor libido, “por eso tienes amantes latinos”. No contento con eso, soltó una ristra de comentarios asociando la genética con diferentes etnias: “los judíos son inteligentes, los chinos son inteligentes pero no creativos debido a la selección para la conformidad, y los indios son serviles debido a la selección bajo la endogamia de castas”.

En 2007 lo empeoró aún más al afirmar:

“Todas nuestras políticas sociales se basan en el hecho de que su inteligencia (la de los negros) es la misma que la nuestra (la de los blancos), mientras que todas las pruebas dicen que no es así… las personas que tienen que tratar con empleados negros saben que esto no es cierto”.

Sus declaraciones sexistas y racistas le han perseguido hasta su muerte. Tuvo ocasión de desdecirse en varias ocasiones que le preguntaron por ello, pero se mantuvo firme en sus indefendibles ideas. Genio y figura hasta la sepultura.

James Watson fue tan complejo que incluso llegó a vender su medalla del premio Nobel en 2014 por 4,1 millones de dólares (aunque luego quien la compró, un oligarca ruso llamado Alisher Usmanov, se la devolvió) tras ser denostado públicamente por sus ideas. El dinero que obtuvo lo dedicó a la investigación y a dar apoyo a algunas ONGs.

También inspiró a He Jiankui, con quien coincidió en una conferencia, para que el investigador chino abordara de forma injustificada e imprudente la edición genética de embriones humanos y produjera las primeras personas con su genoma editado. He Jiankui le pidió a Watson que le diera un consejo y James Watson le dijo “make people better” (que puede traducirse por “haz mejor a la gente, mejora a las personas o haz que la gente sea mejor”, dependiendo del matiz. La frase en inglés es también el título del documental sobre el periodista Antonio Regalado, que fue el primero en publicar la noticia del desgraciado experimento de He.

James Watson fue un personaje único y complejo, con aportaciones admirables al conocimiento y con comportamientos nada edificantes. Son dos caras de la misma moneda que viajan juntas. No deberíamos condenar su ciencia por sus acciones personales, pero tampoco blanquear sus despropósitos por su ciencia. Son muchos los científicos, artistas e intelectuales que no compaginan grandes aportaciones a la humanidad con vidas intachables. Aceptemos la complejidad del ser humano y separemos la vida científica de la vida personal de este gran investigador.

Hay personas que leemos la historia y personas que la escriben. Watson netamente pertenecía al segundo grupo. Descanse en paz.

The Conversation

Los contenidos de esta publicación y las opiniones expresadas son exclusivamente las del autor y este documento no debe considerar que representa una posición oficial del CSIC ni compromete al CSIC en ninguna responsabilidad de cualquier tipo.

ref. James Watson, el ‘Picasso’ del genoma – https://theconversation.com/james-watson-el-picasso-del-genoma-269380

Los hispanos que votaron a Trump: anatomía de un cambio electoral que nadie vio venir hace ahora un año

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pablo Biderbost, Associate Professor – Departamento de Sociología, Universidad de Salamanca

YES Market Media/Shutterstock

Un año después de las elecciones presidenciales de 2024 en EE. UU. –en las que el electorado hispano tuvo un papel clave–, el balance confirma que el voto hispano se decantó mayoritariamente por la candidata demócrata, Kamala Harris –alrededor del 56 %–, pero con un dato relevante: Donald Trump habría alcanzado cerca del 42 % de este electorado, una cota inédita para un republicano desde que hay registros comparables.

Hoy, la población hispana representa cerca del 15 % del censo electoral –unos 36,2 millones de personas– y aportó la mitad del crecimiento del electorado desde 2020, según Pew Research Center.

Estas cifras, que deben leerse con la cautela propia de las estimaciones postelectorales, confirman un desplazamiento sostenido que ha vuelto más competitiva la disputa por el voto hispano. Aún estamos entendiendo las razones de este cambio y las cifras que damos a continuación podrán ayudarnos a ello.

Del 71 % demócrata de 2012 al estrechamiento de 2024

En 2012, Barack Obama obtuvo el 71 % del voto hispano frente al 27 % de Mitt Romney. A partir de 2016, el margen comenzó a erosionarse: Trump subió del 28 % (2016) al 32 % (2020) y dio un salto adicional en 2024, mientras la candidata demócrata retuvo la mayoría.

En la recta final de 2024, los datos de intención de voto entre hispanos registrados ya apuntaban al 57 % de Harris vs. el 39 % de Trump. Y, ya con “votantes validados”, Trump ganó terreno en varios grupos clave, consolidando un avance que explica parte del resultado de 2024.

Su interés por los asuntos económicos

La “gran cifra” oculta heterogeneidad. Un informe de American Society destaca avances republicanos entre hombres hispanos (Trump habría rozado el 47 % en ese subgrupo) y estrechamientos notables en condados mayoritariamente hispanos de la frontera de Texas y en el sur de Florida.

Además, 2024 trajo una sensibilidad particular a la economía: para los hispanos, economía e inflación fueron temas centrales, y alrededor de la mitad expresó más confianza en Trump que en su rival para tomar decisiones en este ámbito. La prensa ya recogía esa pauta meses antes.

Por qué se mueven: identidad y programa electoral

La evidencia académica ayuda a ordenar el fenómeno. Un reciente estudio realizado en Arizona (Senado 2024) pone de manifiesto que la fuerza de la autoidentificación se asocia con evaluaciones más favorables del candidato hispano; sin embargo, la congruencia del programa electoral y las políticas públicas (inmigración, vivienda, educación) emerge como predictor más potente de la valoración que la etnicidad per se.

En otras palabras: la identidad importa, pero la alineación en ciertos temas cuenta más a la hora de juzgar candidaturas. La identificación partidaria no es el factor decisivo en la toma de decisiones de su voto.

Un voto menos “monolítico”

La realidad estatal invita a matices. En Arizona, el demócrata Rubén Gallego se impuso por 50,1 % vs. 47,7 % en un estado con aproximadamente 1,3 millones de votantes hispanos, un resultado estrecho en el que la “fluidez” del voto hispano pudo inclinar la balanza.

Esa fluidez se ve reforzada por la estructura demográfica del electorado hispano: en 2024, eran el 14,7 % de los votantes habilitados y su perfil es, en promedio, más joven que el conjunto del electorado (solo un 33 % tiene más de 50 años). Esto sugiere márgenes para nuevas recomposiciones según contexto y temas.

Indicios y cautelas

Tras 2024, diversos reportes periodísticos han descrito casos de voto dividido –apoyar a un partido para la presidencia y a otro en instancias estatales/locales– en segmentos hispanos. El medio de comunicación Politico documentó el fenómeno a inicios de 2025, con señales en áreas competitivas y entre votantes menos anclados partidariamente. Conviene, no obstante, tratar estos hallazgos con prudencia metodológica.

Qué implica para 2026 y 2028

Para las futuras elecciones de medio mandato (2026) y presidenciales (2028), hay tres claves:

  • Segmentación fina. Hombres hispanos jóvenes y regiones fronterizas muestran receptividad a propuestas económicas y de seguridad, pero sin garantías de fidelización estable.

  • Política de temas, no de etiquetas. La mayoría hispana sigue votando demócrata, pero evalúa ofertas concretas (inflación, empleo, vivienda, servicios). En contextos de incertidumbre, el “voto de gestión” puede pesar más que la identidad.

  • Comunicación culturalmente competente. Los mensajes genéricos a “la comunidad hispana” rinden peor que las propuestas verificables y específicas por subsegmento.

El electorado hispano en EE. UU. evoluciona hacia posiciones más competitivas entre partidos y prioriza temas económicos y políticas concretas sobre identidades étnicas. Estos aspectos redefinirán, sin duda, las estrategias electorales en los próximos comicios.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Los hispanos que votaron a Trump: anatomía de un cambio electoral que nadie vio venir hace ahora un año – https://theconversation.com/los-hispanos-que-votaron-a-trump-anatomia-de-un-cambio-electoral-que-nadie-vio-venir-hace-ahora-un-ano-265646

La conversación docente: la importancia de ser escuchado

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Eva Catalán, Editora de Educación, The Conversation

brunocoelho / Shutterstock, CC BY

Allá por el año 2016 acompañé un día a un grupo de estudiantes de quinto de primaria de visita a un museo de arte contemporáneo. Junto con sus profesoras, y un pequeño equipo de educadores del museo, nos repartimos por diferentes salas, donde se podían ver series de fotografías, esculturas y cuadros abstractos.

Una cosa me llamó la atención: ningún educador del museo “explicó” a los niños lo que estábamos viendo. Eran los propios niños los que, animados por ellos, iban comentando las piezas, lo que les sugerían, a lo que les recordaban, lo que pensaban que podían significar, lo que les hacía sentir. Hablar delante de compañeros y adultos, y ser escuchado con atención, con respeto y sin ser juzgados, me pareció de pronto un aprendizaje mucho más importante que entender determinado movimiento artístico.

Me hizo pensar también en si, cuando yo iba a EGB, mis profesores habían querido saber lo que yo pensaba. Si alguna vez, en una clase, trabajo o examen, algún docente me había animado a dar mi opinión o mi punto de vista. Mi experiencia en primaria siempre había consistido en aprender muy bien lo que los profesores decían para repetirlo lo más parecido en un examen. En el mundo académico, mi visión propia y crítica de las cosas solo se empezó a valorar mucho después, en la universidad.

Cuando no se nos pregunta lo que pensamos ni se escucha lo que tenemos que aportar, es difícil desarrollar el pensamiento crítico, un componente esencial de las recomendaciones europeas para la educación. “Es fundamental para evaluar información, tomar decisiones informadas y resolver problemas de manera autónoma; para comprender los sistemas sociales, políticos y económicos de hoy y participar activamente en la sociedad; para usar críticamente la tecnología digital y para identificar oportunidades, evaluar riesgos y tomar decisiones innovadoras”: así lo resume Javier M. Valle, de la Universidad Complutense, en su artículo Cómo distinguir la delgada línea entre educar y adoctrinar.

Como dice este experto, educar sin pensamiento crítico no es educar, es adoctrinar. Y en demasiadas ocasiones la frontera entre una u otra cosa queda algo difusa. Y la mejor manera de evitar ser adoctrinado es… sí, precisamente. Tener capacidad crítica. Haber aprendido a pensar.

La neuroeducación, la pedagogía y la psicología confirman que cualquier asignatura se puede enseñar con esa perspectiva de reflexión propia y de creatividad, desde las ciencias a la historia o la literatura.

Y para no quedarnos en el ámbito de la teoría y las buenas palabras, hemos tenido la oportunidad de “visitar” de la mano de la investigadora y doctoranda Marta Rodríguez Pérez de la Universidad de Huelva una escuela y un instituto en los que esta manera de enseñar se pone en práctica.

La selección de este lunes trae propuestas para aprender pensando y no repitiendo. Además, hemos hablado de cómo mejorar la adquisición del lenguaje y la detección de problemas en este área con robots asistentes, por qué algunos niños tienen dificultades con las matemáticas aunque se esfuerzan, por qué en España hemos avanzado menos en la aplicación práctica de lo que aprendemos en la escuela que en otros países desarrollados, cómo evitar la ansiedad universitaria, cómo ser más creativos aprendiendo a tocar un instrumento y cómo detectar la violencia psicológica en la escuela, uno de las formas de acoso más invisibles y dañinas.

The Conversation

ref. La conversación docente: la importancia de ser escuchado – https://theconversation.com/la-conversacion-docente-la-importancia-de-ser-escuchado-269031