El liderazgo positivo beneficia la salud física y mental de las personas trabajadoras

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Esther Lopez-Zafra, Catedrática de Psicología Social, Universidad de Jaén

Studio Romantic/Shutterstock

A principios de este siglo surgió la psicología positiva, cuya finalidad es investigar el funcionamiento humano positivo para poder incrementarlo o potenciarlo. En el ámbito laboral, esta rama de la psicología indaga en las fortalezas y virtudes que fomentan el bienestar en el trabajo.

En un entorno en que, por las condiciones de crisis económicas, sanitarias o sociales, merma la salud de las personas trabajadoras nos preguntamos qué recursos personales y laborales pueden ayudarles a sobrellevar estas dificultades.

¿Cómo afrontar las dificultades derivadas de situaciones excepcionales?

Siguiendo la teoría de las demandas y recursos laborales –que sugiere que cuando no hay equilibrio entre las exigencias del trabajo y los recursos disponibles se generan estrés y agotamiento–, hemos analizado su influencia en los niveles de salud de las personas empleadas. Los resultados de nuestra investigación nos permiten señalar cuáles son los recursos personales y sociales necesarios para atender con bienestar las distintas situaciones laborales.

Para algunos personas trabajadoras, la covid-19 supuso la implementación forzosa del teletrabajo, una contingencia para la que no estaban preparadas y que afectó al bienestar laboral.




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Comprobamos que el apoyo social, un recurso interpersonal muy valioso, aumentaba los niveles de vigor en el trabajo, pero solo en situaciones presenciales, y que estos efectos desaparecían en cualquier modalidad de teletrabajo. Se entiende como vigor laboral a la sensación de poseer fuerza física, energía emocional y agilidad cognitiva mientras se realiza el trabajo.

Vigor, estrés y actividad física

En su día a día, las personas trabajadoras se enfrentan a múltiples situaciones de estrés que afectan negativamente a su salud mental. Hemos encontrado que ese efecto se produce cuando se reducen los niveles de vigor en el trabajo.

Este recurso psicológico positivo se compone de tres dimensiones: fuerza física (las capacidades físicas de la persona), vivacidad cognitiva (relativa a la agilidad mental y la fluidez del pensamiento) y energía emocional (la capacidad de mostrar empatía y compasión).

Mientras que el estrés afecta negativamente a la salud mental de las personas trabajadoras, el vigor tiene un efecto diametralmente opuesto. No obstante, los niveles altos de estrés reducen significativamente los de vigor en relación con la energía, la resiliencia, la persistencia y el esfuerzo.

En un estudio previo (2022), investigamos cómo incide el ejercicio regular en el estrés y el vigor en el trabajo. Vimos que una actividad física intensa potencia –en los trabajadores más estresados– los efectos negativos del estrés sobre el vigor en el trabajo. Esto podría deberse a que dicha actividad física intensa aumente el agotamiento. Por tanto, en situaciones de estrés laboral elevado es recomendable un nivel controlado de actividad física en términos de tipo, duración y frecuencia, para no superar el umbral en el que se ven afectados los niveles de vigor de las personas trabajadoras.

Por otra parte, investigadores daneses hicieron en 2012 un descubrimiento paradójico: mientras que la actividad física relacionada con el trabajo aumenta el riesgo a largo plazo de baja por enfermedad, la que se realiza en el tiempo libre disminuye este mismo riesgo.

¿Por qué es importante el liderazgo positivo?

Ejercer un liderazgo positivo (auténtico, ético o transformacional) favorece la salud física y mental de las personas trabajadoras.

En el caso del liderazgo auténtico, su relación con la satisfacción laboral, tanto en organizaciones privadas como públicas, se explica a través del engagement (compromiso) y el vigor que genera en el trabajo.

Además, la percepción de un estilo de liderazgo auténtico aumenta la probabilidad de pertenecer al grupo de personas trabajadoras con mayores recursos personales, lo que a su vez conlleva mayores niveles de bienestar propio.

Los efectos del liderazgo transformacional

Comparar dos estilos positivos de liderazgo, el auténtico y el transformacional, nos permitió comprobar que este último tiene un mayor efecto sobre el vigor y el compromiso en el trabajo que el liderazgo auténtico.

Este tipo de liderazgo puede definirse como aquel en que el líder se conoce bien a sí mismo y al contexto en que se encuentra, y establece objetivos en base a principios y valores éticos. Estos factores le hacen capaz de incrementar la motivación, el compromiso y la satisfacción de su equipo.

Por su parte, el líder transformacional busca provocar un cambio positivo y profundo en los equipos y las organizaciones. Inspira y motiva, generando cambios positivos en los individuos, el equipo y las organizaciones. De ahí que sea un liderazgo muy estudiado en la psicología positiva.

Mediante un análisis profundo del estilo de liderazgo transformacional, comprobamos que favorece el compromiso con la organización a nivel individual y de equipo, y tanto directa (mediante la motivación y la inspiración) como indirectamente, al crear un ambiente de trabajo positivo.

No obstante, también vemos que este efecto varía en función de si se trabaja en una organización pública o privada. En las organizaciones privadas es más relevante que en las públicas cómo perciben las personas trabajadoras el estilo de su líder. Así, mientras que en las primeras el liderazgo transformacional favorece el desempeño, en las organizaciones públicas se asocia con una menor productividad.

Liderazgo y bienestar

Si revisamos los estudios sobre el papel del liderazgo positivo en la salud de las personas trabajadoras), vemos que quienes lo reciben suelen tener un perfil más positivo (son enérgicas, vivaces y entusiastas), tienen recursos personales positivos, hacen más actividad física y están más comprometidas con su trabajo. Estos factores inciden en su bienestar emocional.

En resumen, en nuestra investigación hemos comprobado que el liderazgo positivo en el trabajo es un recurso fundamental para procurar mayor y mejor salud a las personas trabajadoras.

The Conversation

Esther Lopez-Zafra ha recibido fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación para la realización de este proyecto. Estos fondos se obtienen de forma competitiva.

Daniel Cortés-Denia ha recibido fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación para la realización de este proyecto. Estos fondos se obtienen de forma competitiva.

Manuel Pulido Martos ha recibido fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación para la realización de este proyecto. Estos fondos se obtienen de forma competitiva..

María del Pilar Berrios Martos ha recibido fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación para la realización de este proyecto. Estos fondos se obtienen de forma competitiva..

ref. El liderazgo positivo beneficia la salud física y mental de las personas trabajadoras – https://theconversation.com/el-liderazgo-positivo-beneficia-la-salud-fisica-y-mental-de-las-personas-trabajadoras-259634

Suplemento cultural: el español que imaginó el mundo del gran Gatsby

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Claudia Lorenzo Rubiera, Editora de Cultura, The Conversation


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Hace unos meses, editando un artículo que mencionaba a Xavier Cugat, el músico de origen español que triunfó en Estados Unidos, leí parte de su biografía, en la que se hacía referencia a su hermano, Francis, que había sido artista y diseñador gráfico. Con admiración comprobé que su obra más destacada había sido la creación de la portada de la primera edición de El gran Gatsby.

En España es menos conocida pero, en Estados Unidos, esa imagen de unos ojos anhelantes sobre fondo azul, con la silueta de Coney Island en la parte inferior, es una referencia que se ha utilizado en multitud de objetos y merchandising. Se dice que la sobrecubierta de El gran Gatsby es la pieza de papel más cara del coleccionismo de libros del siglo XX.

Y su diseño, además de concentrar las tendencias del momento, impactó directamente en el trabajo de muchos artistas. El primero de ellos, el propio autor de Gatsby, Francis Scott Fitzgerald, quien, tras verla, incorporó la ilustración a la narración. Así se ve en la frase “A diferencia de Gatsby y Tom Buchanan, yo no tenía una chica cuyos rasgos incorpóreos flotaran en las cornisas oscuras y los cegadores anuncios luminosos, así que atraje hacia mí a la chica que tenía al lado, estrechándola entre mis brazos”. Se cree que fue la primera vez en la que el arte encargado para ilustrar un libro “entró” en el contenido del mismo.

Con motivo del centenario de la novela (y de esa primera edición) en este 2025, Juan Carlos Gauli Pérez desentraña la creación de esa portada y Eulalia Piñero Gil repasa los secretos de este clásico de la literatura.

El poder de un logo

Dentro de las disciplinas que me fascinan destaca el marketing y, sobre todo, la investigación real que cada una de sus decisiones tiene detrás.

Como usuaria, yo misma habría podido decirle a Elon Musk que, cuando decidió cambiarle el nombre a Twitter a X, no había tenido en cuenta la cabezonería de los usuarios. Después de todo, pensaba en la experiencia de Frigo, que sustituyó la marca “Comtessa” por “Viennetta” y, veinte años después, tuvo que dar marcha atrás porque aquello no agarraba entre sus clientes, que seguían demandando la tarta utilizando el nombre original.

Pero claro, mis teorías, basadas en la experiencia de la gente de mi alrededor, eran poco científicas. Ahora la neurociencia explica cuál es el proceso detrás de nuestra resistencia a cambiar no solo el nombre de una marca sino su imagen gráfica, y por qué las empresas igualmente intentan hacerlo.

Musk y los romanos

Hablando de Elon… hace unas semanas, la experta en la Antigüedad romana Mary Beard, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2016, regresó a Oviedo para una serie de encuentros con el público. Y en una conversación con Guillermo Fesser, cuando este le preguntó si era posible que los hombres, como se dijo viralmente, estuviesen obsesionados con el Imperio romano, ella respondió: “No sé si eso es cierto, pero si lo están no es por buenas razones”.

Eso mismo parecen indicar investigaciones como las de Oskar Aguado-Cantabrana: la extrema derecha de este siglo XXI se ha apropiado de la iconografía romana para aplicarla a la actualidad. Y así, reescribiendo el pasado, intenta determinar el futuro.

Shhhhh

Hace unas semanas se publicó un libro precioso y tierno llamado Leonard y Hungry Paul, de Rónán Hession. Es una lectura muy placentera, en este mundo loco en el que vivimos, en la que se cuenta la historia de dos amigos, buena gente, rodeados también de buenas gentes, que pasan por una época de cambios en su vida y que se enfrentan a ellos de forma sencilla y honesta.

Cuando leí que Hungry Paul fundaba un club del silencio, para aislarse del ruido actual, no pude evitar pensar en este artículo de Antonio Fernández Vicente en el que el autor, y un nutrido grupo de expertos, animan a prestar atención al otro y detener el jaleo que nos aturde la vida, y la cabeza.

También animamos a leer Muros, el ensayo de David Frye que explica cómo la construcción de barreras ayudó a crear la civilización tal y como la conocemos hoy en día.

The Conversation

ref. Suplemento cultural: el español que imaginó el mundo del gran Gatsby – https://theconversation.com/suplemento-cultural-el-espanol-que-imagino-el-mundo-del-gran-gatsby-262531

Toponium: el CERN consigue la foto imposible de la partícula más efímera

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Juan Antonio Aguilar Saavedra, Investigador científico del CSIC en física teórica de partículas elementales, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

Experimento CMS del CERN, donde se detectó el toponium CERN/ Noemi Caraban Gonzalez , CC BY

En marzo de 2024, el experimento CMS del CERN sorprendió al mundo científico con la observación de una entidad esquiva y exótica: el toponium, una forma efímera y extrema de materia. Poco después, otro experimento del mismo centro, ATLAS, confirmó el hallazgo.

¿Por qué este descubrimiento ha sido tan impresionante? ¿Qué tiene de especial el toponium y por qué se consideraba imposible detectarlo?

Toponium, al detalle

El toponium no es una partícula como las que estamos acostumbrados a imaginar. Se trata de una resonancia cuántica, es decir, un estado muy breve y transitorio que aparece cuando se producen un quark “top” y su antipartícula “antitop”.

El toponium tiene tres propiedades que lo hacen absolutamente único. Su tiempo de vida medio es el más pequeño conocido: 2.3 x 10⁻²⁵ segundos. Así escrito, el número puede no impresionar mucho, pero si lo escribimos como 0.00 … tendríamos hasta 24 ceros después del punto decimal. Por lo que más que hablar de partícula, en este caso es más apropiado referirse al toponium como una resonancia.

Además de su vida ultrabreve, el toponium es extraordinariamente masivo, 370 veces más pesado que un protón. Su tamaño también bate récords: se estima en apenas 1.5 x 10⁻¹⁷ metros, unas 60 veces menor que un protón. De forma que hablamos del objeto más pequeño conocido (excluyendo de la lista las partículas elementales que se cree son puntuales, con dimensión cero).

¿Por qué se creía que era imposible de observar?

Para entender el reto, hay que hablar del quark top, ingrediente básico del toponium. Se trata del quark más pesado que se conoce (184 veces más pesado que un protón), descubierto en 1995 en el acelerador Tevatron, situado cerca de Chicago.

Las partículas tan pesadas como este quark sólo pueden producirse en aceleradores de alta energía, como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) que opera en el CERN, cerca de Ginebra. Pero su existencia es fugaz. Su tiempo de vida media es tan increíblemente corto (4.6 x 10⁻²⁵ segundos) que no le permite formar estados ligados con otros quarks antes de desintegrarse.

Sin embargo… aquí no acaba la historia.

Una suma infinita

Si en un colisionador como el LHC se produce una pareja de quarks top y antitop con velocidad relativa suficientemente baja, los dos quarks podrían interactuar, intercambiando gluones (partículas mediadoras de la interacción fuerte) durante un brevísimo instante antes de desintegrarse. Precisamente este intercambio da lugar a la formación del toponium.

Los cálculos teóricos para el toponium son extraordinariamente complejos. En física de partículas, la mayoría de las predicciones se obtienen paso a paso, mediante cálculos de dificultad creciente. En el caso del toponium, hay que considerar el intercambio de un gluon, dos gluones, tres gluones, etc.

Pero obtener las propiedades físicas del toponium como estado cuasi-ligado requiere sumar la serie infinita de contribuciones. Esto puede hacerse, con ciertas aproximaciones, cuando la velocidad relativa entre los dos quarks es pequeña. Aun así, los cálculos suponen todo un reto.

La teoría predice que, si se forma toponium en el LHC, aparecerá como una resonancia con masa aproximadamente el doble de la masa del quark top, que no experimenta la interacción fuerte. Su espín es cero, como el del bosón de Higgs, pero tiene paridad negativa. El espín es una propiedad cuántica que clásicamente equivaldría a que una partícula gire sobre sí misma, mientras que la paridad refleja cómo cambia un estado cuántico cuando hacemos una inversión espacial de los ejes de coordenadas.

La ‘foto’ del toponium

La unión efímera entre un quark top y un antiquark top formada por el intercambio de gluones.
D. Domínguez/CERN, CC BY

La formación de toponium da lugar a efectos extremadamente sutiles, que durante años se consideraron imposibles de detectar en un colisionador como el LHC.

Buscar el toponium es como buscar una aguja en un pajar de millones de parejas top-antitop producidas. Sin embargo, CMS y ATLAS han logrado observar patrones que coinciden con las predicciones teóricas de este estado, con una certeza estadística altísima (más de 5 sigma), lo que en física equivale a una “confirmación oficial”. Una muestra más de cómo el avance experimental supera las expectativas más optimistas.

Curiosamente, el primer indicio de existencia del toponium llegó de forma inesperada a principios de 2024, a través de la medida del entrelazamiento cuántico entre parejas top-antitop. Las características del toponium (espín cero, paridad negativa) hacen que su presencia aumente el entrelazamiento. Y esto es lo que detectó el experimento CMS en dicha medida.

El futuro del toponium

El reciente descubrimiento de una resonancia con propiedades compatibles con el toponium ha supuesto un éxito rotundo para el CERN. Demuestra cómo el ingenio humano es capaz de superar todos los retos que entraña una medida tan elusiva, hasta hace poco considerada imposible. Al mismo tiempo, supone un avance en nuestra comprensión de la naturaleza y de las interacciones fuertes, en un régimen hasta ahora inexplorado.

El futuro se presenta prometedor. Al igual que ocurrió tras el descubrimiento del bosón de Higgs, ahora la tarea consiste en caracterizar las propiedades del toponium, para comprobar que su espín, color, etc. concuerdan con las predicciones teóricas. Esperamos más resultados pronto, quizás tan pronto como el próximo otoño.

The Conversation

Juan Antonio Aguilar Saavedra es IP1 del proyecto de investigación “Fenomenología de física de partículas en colisionadores y factorías de neutrinos, en el modelo estándar y sus extensiones” PID2022-142545NB-C21, del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023

ref. Toponium: el CERN consigue la foto imposible de la partícula más efímera – https://theconversation.com/toponium-el-cern-consigue-la-foto-imposible-de-la-particula-mas-efimera-262142

Trump, J. D. Vance, Zuckerberg y otros ‘monarcas absolutos’

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pablo Atela, Ph.D., Profesor Doctor Deusto Business School y Facultad de Ingeniería Universidad de Deusto, Universidad de Deusto

Donald Trump y Mark Zuckerberg son adalides de un estilo de liderazgo más “masculino” y agresivo. Rawpixel.com/Shutterstock

La exploración del liderazgo ha sido un campo amplio en disciplinas como la historia, las ciencias políticas, la psicología y la gestión organizacional. La teoría de administración de empresas –nacida a finales del siglo XIX– consideró primordiales cualidades como la autoridad y la fuerza en un líder. Con el tiempo, comenzaron a ganar relevancia enfoques más centrados en las personas, la participación y la cooperación.

En el último siglo hemos observado una evolución desde modelos jerárquicos basados en la autoridad del líder hacia modelos más colaborativos y humanistas. Ahora bien, la realidad política y empresarial actual muestra una tendencia hacia la elección de líderes autoritarios, lo cual plantea una evidente paradoja.

En el ámbito político contemporáneo, la idea de que se requiere un líder fuerte para enfrentar desafíos excepcionales parece ganar terreno. Estilos de liderazgo radicalmente autoritarios están aumentando su popularidad. Tenemos ejemplos como esta frase de Donald Trump: “Estos países nos están llamando para besarme el culo”. O las del vicepresidente J. D. Vance en referencia a Donald Trump en la Conferencia de Seguridad de Múnich: “En Washington hay un nuevo sheriff”.

La metáfora del sheriff encapsula bien este nuevo modelo, subrayando una visión de las relaciones humanas basada en la sumisión, con el líder actuando y proclamándose como un rey.

Objetivo: afianzar el orden a cualquier precio

Intelectualmente, el estilo de Trump se basa en buena medida en las ideas de Curtis Yarvin, figura central –aunque poco conocida– de la órbita trumpista. Ha desarrollado su teoría escribiendo bajo el seudónimo “Mencius Moldbug” y ha construido un proyecto “neorreaccionario” y “neocameralista” que busca reemplazar la democracia por un gobierno liderado por un “monarca absoluto”. Para Yarvin, cuestiones sociales como la pobreza o el cambio climático son insignificantes: el objetivo único es afianzar el orden a cualquier precio.

Esta perspectiva “formalista” considera a los Estados occidentales como ineficaces debido a la “mística democrática” y la “obsesión de justicia social”, postulándose como radicalmente contrario a las libertades políticas de los ciudadanos.

Yarvin, quien se considera “royalista” o “restauracionista”, apelando a la imitación de figuras como Federico II de Prusia, formula sus teorías con base, entre otras, en las ideas de algunos académicos que argumentan que la transición de la monarquía a la democracia es un declive de la civilización y que el Estado democrático debiera ser considerado una organización ilegal, pues tiende a ser más explotador que la monarquía.

Otros autores de la órbita trumpista proponen el “neocameralismo” como forma de gobierno, esto es, la dirección de los países por un líder único y supremo.

“Re-masculinizar” y “desfeminizar” las organizaciones

Paralelamente a la esfera política, en el mundo organizacional parece estar surgiendo un modelo de liderazgo que busca revalorizar un estilo tradicionalmente asociado con “lo masculino”. Líderes considerados referentes para muchos como Mark Zuckerberg o Elon Musk están promoviendo un regreso a este estilo y a “desfeminizar” las organizaciones.

Zuckerberg justificó la supresión de los programas de diversidad e inclusión en Meta invocando la necesidad de “remasculinizar” las empresas y “construir una cultura que celebre la agresión un poco más, ya que tiene sus propios méritos, que son realmente positivos”.

Musk se alinea con esta postura exclamando que “la masculinidad está de regreso” y “hay que hacer a los hombres grandes otra vez”. Su discurso postula que la igualdad entre sexos ya se alcanzó y que los hombres son víctimas de un supuesto trastocamiento del orden de género.

Se promueve, por tanto, un liderazgo basado en la virilidad y la agresividad, con una visión masculina y elitista. Unimos a esto que la administración Trump, de la que Musk formó parte, ha “recomendado” la eliminación de más de 200 palabras en las comunicaciones oficiales, entre las que se encuentran “sexo”, “mujer”, “traumatismo”, “víctima” o “discapacidad”.




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Finalmente, no podemos dejar de mencionar a alguien altamente influyente en este movimiento intelectual: Peter Thiel. En efecto, su influencia en varios de los actores citados anteriormente es enorme: es socio de Musk desde la creación de PayPal; Nick Land –el conocido filósofo británico que critica frontalmente a la democracia moderna, el igualitarismo y el liberalismo– le menciona como una de sus inspiraciones, y fue el propio Thiel quien aupó a J. D. Vance hacia la candidatura de Trump.

Considerando las tendencias observadas tanto en el liderazgo político como en el organizacional, planteamos la pregunta crucial sobre el futuro de la teoría y práctica del liderazgo: ¿asistimos a una involución, una evolución o una excepción temporal en los modelos de liderazgo?

Se busca un líder fuerte

A pesar de que en las últimas décadas se ha valorado el liderazgo humanista, colaborativo y transformador en las organizaciones, la realidad actual muestra un claro contraste. Líderes con discursos divisivos y estrategias autoritarias han triunfado. En tiempos de incertidumbre, la aparente necesidad de un líder “fuerte” parece prevalecer, amenazando valores y actitudes como la empatía, la escucha y la co-creación.

Nos permitimos, por tanto, plantear cuestiones como si es el modelo de liderazgo sheriff una involución de los ideales humanistas. Si se tratará, en cambio, de una evolución adaptativa a un mundo incierto que instalará un nuevo modelo de liderazgo perdurable en el tiempo. O si estamos, simplemente, ante una excepción temporal ligada a un contexto espacio-tiempo muy específico.

Un líder autoritario prospera cuando la sociedad cede su voz por seguridad. Un líder ético y humanista, en cambio, solo es posible si la sociedad asume su responsabilidad colectiva. La encrucijada del liderazgo, entonces, no se reduce a las urnas o los discursos: está en la elección diaria del tipo de mundo que queremos construir.

Lo que sí parece claro es que estamos ante un desafío directo a los modelos de liderazgo más valorados en las últimas décadas, con serias y profundas implicaciones tanto para las democracias como para las organizaciones del futuro.

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Pablo Atela, Ph.D. ha recibido fondos para investigación, formación y consultoría provenientes de varios organismos públicos y privados de España, México, Chile, Colombia y Guatemala y es consultor en Shackleton Innovation.

ref. Trump, J. D. Vance, Zuckerberg y otros ‘monarcas absolutos’ – https://theconversation.com/trump-j-d-vance-zuckerberg-y-otros-monarcas-absolutos-255930

El deporte como herramienta para crear ‘marca ciudad’

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Joaquín Enríquez Díaz, Profesor del departamento de Empresa, Universidade da Coruña

Generalmente cuando hablamos de marketing lo asociamos al intercambio de bienes y servicios tangibles, pero existen otros tipos: el marketing político, el marketing sanitario o el marketing territorial, que es el que aquí nos ocupa para entender la importancia del concepto marca ciudad.

Dentro de la etiqueta del marketing territorial se agrupan aquellas estrategias o herramientas enfocadas a la promoción de territorios, ciudades, regiones o países, con el objetivo de mejorar su atractivo y competitividad, y crear una marca. Por ejemplo, en 1983, la institución pública a cargo de la promoción de España como destino turístico, encargó al artista catalán Joan Miró un logotipo, el Sol de Miró, que todavía hoy, 40 años después, sigue vigente.

Marketing territorial, marca ciudad y deporte

Una de las estrategias más efectivas de marketing territorial es la organización de eventos culturales y deportivos (expos, ferias de arte, juegos olímpicos campeonatos mundiales, etc.). Estos permiten transformar una ciudad y fomentar su desarrollo social y económico.

Este tipo de eventos, sea cual sea su tamaño, juegan un papel importante para la configuración de marca de las ciudades. Sin embargo, son los eventos más pequeños los que suelen tener mayor impacto en las economías locales y ser los más aceptados por sus ciudadanos.

Fútbol, tenis y marca Madrid

En los últimos años, el Real Madrid se ha convertido en una marca de enorme relevancia internacional. Según el informe Football 50 2024, está valorada en 1 685 millones de euros y presenta una puntuación de fortaleza de 93,6 puntos sobre un total de 100, lo que la convierte en la marca de fútbol más valiosa y fuerte del mundo.

El poderío de la marca Real Madrid también actúa sobre la marca ciudad al atraer a jugadores, inversores y patrocinadores, y fomentar el turismo deportivo en Madrid. De hecho, la propia Comunidad de Madrid ha utilizado al Real Madrid como reclamo en sus campañas de promoción turística.

El estadio Santiago Bernabéu, la tienda oficial y otros espacios vinculados al club son destinos populares entre los turistas, especialmente los aficionados al fútbol.

Otro evento deportivo que ha servido para consolidar la marca ciudad de Madrid es el Open Madrid Mutua, que, en 2024, generó un 35 % más de gasto turístico que en su edición anterior.

Èxitos deportivos y marca Ferrol

Cuando se usan los deportes como parte de la estrategia de marketing territorial, los éxitos deportivos son claves a la hora de proyectar la marca ciudad, mejorar su reputación externa y atraer nuevos visitantes, inversores y patrocinadores.

Veamos el caso de Ferrol, una ciudad del norte de Galicia de entorno a 65 000 habitantes: en los últimos tiempos, diferentes clubes deportivos ferrolanos han cosechado triunfos. En junio de 2023, el club de fútbol Racing de Ferrol ascendió a Segunda División, elevando su propio prestigio y el de la ciudad.

En 2025, el club femenino de baloncesto Baxi Ferrol ayudó a proyectar a nivel internacional la marca Ferrol al alzarse como subcampeón de la Eurocup femenina. Por último, el equipo ferrolano de fútbol sala O Parrulo ha vuelto a Primera.

Para analizar la importancia de estos éxitos deportivos como palanca impulsora de la marca Ferrol, hemos encuestado a un conjunto de residentes de la ciudad. El resultado de nuestra investigación muestra que:

  1. El 99 % piensa que los logros deportivos de los equipos locales han generado entre los ferrolanos un sentimiento de orgullo y pertenencia a la ciudad.

  2. El 49 % reconoce que su percepción sobre Ferrol mejoró de forma significativa después de estos éxitos deportivos.

  3. El 96 % considera que la práctica deportiva no profesional contribuye a proyectar una imagen más positiva de Ferrol y afirma que es importante impulsar el deporte de base.

El deporte como impulsor de la marca ciudad

El deporte profesional puede ser una herramienta más (como el paisaje, la cultura, la gastronomía o la oferta comercial) para favorecer y potenciar la imagen que un territorio proyecta al exterior, mientras que el deporte de base funciona como una herramienta de cohesión interna, y ayuda a generar el sentido de pertenencia y orgullo de sus ciudadanos.

Ambas opciones contribuyen a la construcción de la marca ciudad y a la satisfacción de los distintos públicos objetivo de un territorio. En primer lugar los residentes, y luego las empresas y los turistas.


Elisa Fraga, egresada del grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos del Campus Industrial de Ferrol de la Universidade da Coruña y becaria del departamento de Empresa de la UDC, es coautora de este artículo.


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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. El deporte como herramienta para crear ‘marca ciudad’ – https://theconversation.com/el-deporte-como-herramienta-para-crear-marca-ciudad-259545

Me gusta, le gusto, ¿ahora qué? La probabilidad de vivir una historia de amor

Source: The Conversation – (in Spanish) – By José-Manuel Rey, Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad Complutense de Madrid

Me gusta, le gusto. Este suele ser el detonante de historias de amor, aventuras o episodios de amor fugaz entre dos personas. Se suele atribuir a ese momento de atracción mutua un carácter azaroso y mágico. En realidad, está determinado por las leyes científicas de la atracción humana.

Nuestro cerebro está permanente alerta para detectar ese “algo especial” y además hacerlo en milésimas de segundo. Se conocen los factores biológicos (como la simetría o las señales hormonales) y psicológicos (semejanza o reciprocidad, entre otros) que activan la atracción humana, lo que la hace más predecible y menos misteriosa de lo que se puede pensar a priori.

Hay dos razones para no abundar aquí en esos determinantes de la atracción. Por un lado, ignorar las causas del enamoramiento es quizá el modo de mantener su misterio. Por otra parte, resulta más práctico analizar el escarceo amoroso: no el “¿por qué?” de la atracción sino el “¿y ahora qué?” Una cosa es sentir y otra actuar.

En teoría, la motivación de los dos protagonistas tras la explosión inicial debería bastar para ponerlos en acción, pero en la práctica hay diferencia entre teoría y práctica, entre motivación y acción.

¿Voy o viene?

La atracción no basta para que se realice la historia de amor. La literatura y el cine están plagados de célebres ejemplos de amores no realizados: Dante y Beatriz, Petrarca y Laura, Cyrano y Roxane, Rick e Ilsa, …

Tras la atracción inicial de la pareja, se trata entonces de saber si y cómo se aproximarán uno a otro para que progrese la aventura. Para eso se pueden usar matemáticas –¿y para qué no?–.

Del mismo modo que la teoría dinámica de Newton estudia los movimientos de cuerpos inertes sometidos a fuerzas, la teoría de juegos sirve para predecir los movimientos –acciones– de seres racionales que interaccionan sometidos a las fuerzas que definen sus preferencias. Éstas suelen estar interferidas por elementos que no son sólo biológicos.

En el caso del escarceo amoroso, si la atracción es mutua ambos prefieren que haya encuentro a que no, que sería el peor desenlace. Cada uno debe entonces decidir si dar el paso y acercarse al otro o no darlo esperando que se acerque el otro. Si en este dilema de ¿voy o viene? cada uno prefiere que el otro dé el paso y se acerque, los potenciales tortolitos están experimentando el dilema del gallina, un modelo paradigmático de la teoría de juegos.

¡Gallina!

En el dilema del gallina cada uno debe decidir entre ceder –“voy”– o no –“que venga”–. En este conflicto de a ver quién se sale con la suya, el que cede pasa por ser el “gallina” que da nombre al juego. Está inspirado en un peligroso desafío entre adolescentes de los años cincuenta del siglo pasado, popularizado en una escena de la película Rebelde sin causa de 1955. En una versión del juego, dos adolescentes dirigen de frente sendos coches hacia la colisión: el que se desvía –cede– es el gallina, si ambos lo hacen hay empate, y si nadie lo hace se produce el desastre.

El filósofo y matemático Bertrand Russell usó el juego del gallina como metáfora de la arriesgada política de bloques de la guerra fría del siglo pasado. Entre otras aplicaciones, el dilema ha servido –y sigue sirviendo– como modelo de situaciones de conflicto y cooperación en las relaciones internacionales.

En principio, el dilema del gallina en el flirteo parece sencillo de resolver: uno de los dos se aproxima y comienza la aventura amorosa. En efecto, esa es una solución del dilema según la teoría de juegos –equilibrio de Nash se llama–. En una solución de Nash ninguno gana si cambia de decisión –aproximarse o esperar–. El problema con esa solución es que no es una, sino dos: si los dos protagonistas tienen idéntico planteamiento, ¿quién de los dos da el paso y hace la aproximación?

La solución del columpio: romance improbable

Si los enamoriscados tienen una psicología similar, la teoría de juegos proporciona una única solución, de modo que ambos dudan entre acercarse o no, viajando en su pensamiento entre ambas opciones como en un columpio. Con esta solución, las matemáticas dicen que, si la ganancia psicológica de ceder si no lo hace el otro no es suficientemente mayor que la de no ceder si lo hace, ¡el resultado más probable es que nadie da el paso! A pesar de la atracción mutua, fin de la aventura antes de que comience.

Fin del romance sin que comience.
Dibujo por Gianni Peg, CC BY

Es muy posible que ese desenlace nos resulte familiar –y por propia experiencia–. Una excelente versión de esa historia de amor se puede ver en el cortometraje de ficción El columpio, premio Goya en el año 1993.

¿A jugar?

En el escenario de posible conflicto nuclear que planteó Russell, el gallina tiene un desenlace tan potencialmente peligroso –nadie cede, destrucción mutua– que la mejor recomendación es no jugar al juego.

En el contexto del posible romance, el resultado de la historia de amor abortada por la inacción de ambos no parece tan desastroso. Sin embargo, en términos evolutivos es del todo trascendente pasar de la atracción a la acción.

La atracción es el mecanismo para que los sexos opuestos cumplan con el gran objetivo que nuestros genes nos tienen encomendado: copular. Es el modo que tienen para transmitirse a través del tiempo. Según Schopenhauer, el objetivo final del amor sexual es más importante que todos los demás objetivos de la vida humana.

La solución focal: romance seguro

El problema de la solución del columpio del gallina es que siempre hay probabilidad de desastre: no hay romance. Es importante implementar una única solución que garantice que el romance progresa. La solución democrática, que los dos se aproximen, no sirve —no es un equilibrio—: si anticipan que se va a producir, ambos se quedarán quietos esperando al otro

El equilibrio en que uno cede y da el primer paso sí garantiza el romance. Pero son dos. La unicidad de solución es siempre un asunto de interés en matemáticas. En ciencias sociales, no es buena noticia disponer de múltiples soluciones porque puede suceder que no se produzca ninguna. Sí, como aquello de unos por otros y la casa sin barrer…

En realidad, basta seleccionar uno de los dos equilibrios en que uno –y sólo uno– se aproxima. Y que todos lo sepan. Puesto que el asunto es de importancia, los usos culturales y las normas sociales se han ocupado de seleccionar un equilibrio que se conoce como solución focal en la teoría de juegos. Cualquiera de los dos es válido para intentar asegurar el comienzo del romance. Así, en occidente la convención en las relaciones heterosexuales ha sido tradicionalmente que el hombre da el primer paso y corteja a la mujer.

Haz tu movimiento

Sin una solución focal que resuelva quién debe tomar la iniciativa, siempre aparece el riesgo de desastre romántico en la solución del voy o viene del gallina. Como solución integral, la mejor es olvidarse de jugar al gallina, como sugirió Russell, y hacer el movimiento de aproximación al otro, incondicionalmente.

Se puede hacer invitando a salir fuera a fumar –con el énfasis en salir– o a bajarse del tren en la misma parada como en la escena de la película Antes del amanecer. Sea como sea, siempre conviene hacerlo. ¿O quizá no conviene si el futuro está en contra y uno más uno no suman dos? El cortometraje 1+1, plantea esa cuestión con matemáticas.

Interesa mover ficha. De hecho, las matemáticas sugieren que, en el mercado de los posibles romances, es ventajoso mover primero. Y parece ser particularmente ventajoso para las mujeres heterosexuales en Estados Unidos con educación superior cuando los ratios de género les son desfavorables.

La alternativa, si se juega al gallina, es probablemente acabar viviendo esta historia de amor fugaz: me gusta, le gusto, no voy, no viene, fin.

The Conversation

José-Manuel Rey no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Me gusta, le gusto, ¿ahora qué? La probabilidad de vivir una historia de amor – https://theconversation.com/me-gusta-le-gusto-ahora-que-la-probabilidad-de-vivir-una-historia-de-amor-235911

¿Por qué no me puedo sacar esa canción de la cabeza? La neurociencia lo explica

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge Romero-Castillo, Profesor de Psicobiología e investigador en Neurociencia Cognitiva, Universidad de Málaga

abstract/Shutterstock

No piense en un elefante rosa. En serio, no lo haga. Aunque quiera imaginar un elefante rosa, no se imagine un elefante rosa.

¿Ha conseguido no imaginarse un elefante rosa? Estoy convencido de que, excepto si tiene afantasía, ha imaginado un elefante rosa (aprovecho para enviar un abrazo a mi amigo Fer que tiene afantasía).

Este ejemplo clásico, adaptado del capítulo X de la novela City in the Sky (Curt Siodmak, 1974), ilustra lo difícil que puede ser reprimir nuestros pensamientos. Algo parecido ocurre con los earworms: cuanto más intentamos evitar que una melodía se vuelva pegadiza, más nos infecta.

Un visitante común en el cerebro

El término inglés earworm procede de un artículo escrito en alemán que utilizaba la palabra ohrwurm. Ambos términos en castellano significan gusano de oído o gusano auditivo, aunque suele traducirse como “gusano musical”.

Podría definirse como una experiencia involuntaria en la que una melodía se repite en bucle en la mente en ausencia de estimulación sensorial externa. Como si hubiera una radio en el fondo de nuestra cabeza y estuviera sonando la misma parte de una canción todo el rato, incluso durante varios días.

Al estudiar el earworm (mediante escalas en autoinforme) se ha descubierto que es extremadamente común. Se estima que entre el 72 % y el 92 % de la población experimenta gusanos musicales con regularidad. En concreto, el 90 % de las personas tienen al menos un episodio a la semana, pero solo un 26 % los experimenta varias veces al día.

Diseccionando al gusano musical

¿Y qué facilita el comienzo de un gusano musical? Las canciones rápidas, con melodías genéricas y con patrones de intervalos inusuales. Y, sobre todo, que sean familiares y fáciles de cantar.

Siguiendo esta línea, entre 2010 y 2013 se elaboró una lista de canciones proclives a generar gusanos musicales (la encabeza Bad Romance de Lady Gaga). Este año (2025), la canción Esa Diva de Melody también podría actuar como un earworm.

No les vamos a privar de la oportunidad de comprobar empíricamente si el ‘raa-raa-ah-ah-ah’ de Lady Gaga se queda en su cerebro durante unos días.

Pero eso no es todo. También depende del estado mental de la persona y su interacción con otros elementos extramusicales. En este sentido, se han descrito características que aumentan la probabilidad de generar un bucle:

  • Exposición a la música: canciones escuchadas recientemente y repetidas en televisión, radio… Dedicarse a la música profesionalmente también es un factor relevante.

  • Desencadenantes de memoria: las asociaciones (una persona, una palabra, un ritmo o un lugar pueden activar una canción asociada), los recuerdos personales y la anticipación (como pensar en un concierto futuro).

  • Estados afectivos: un sentimiento, una condición anímica (estrés) o una emoción concreta pueden provocar que una melodía en sintonía con estos estados se convierta en un gusano musical.

  • Baja atención: cuando divagamos en nuestros propios pensamientos sin prestar atención al exterior (estar en “piloto automático”).

Deducimos, por tanto, que no hay una receta fija para que surja un earworm. Su aparición depende de una mezcla de varios factores, por lo que cualquier melodía puede quedarse atrapada “en bucle” en la mente.

Deslizándose por la memoria

Precisamente, es el “bucle fonológico”, una parte de la memoria de trabajo, el que sustenta los earworms. Si se dan las circunstancias diseccionadas previamente, el fragmento de una canción puede atascarse en este sistema que repite información del habla. Aquí participan los lóbulos temporal y frontal.

Además, parece más probable que una melodía se quede pegada en la cabeza si se escucha parcialmente que si se escucha entera. Esto respalda el efecto Zeigarnik: las personas somos más propensas a recordar una tarea inacabada que una completa, lo que implica tener “asuntos pendientes” en bucle en la memoria. Y existen referencias a estos bucles musicales desde hace tiempo.

Ya en Inside Out se planteaban si la repetición de una melodía era involuntaria o si las células encargadas de gestionar nuestra memoria nos la mandaban, de vez en cuando, para echarse unas risas.

Las larvas permanecen en la historia

Los primeros registros históricos del earworm se remontan al siglo XVIII, al manuscrito más antiguo de música para gaita (escrito entre 1733 y 1738). También se han encontrado menciones en Northumbrian Minstrelsy, un libro de canciones populares escocesas. Y en 1876, Mark Twain escribió un relato sobre este fenómeno.

Más recientemente, el neurólogo Oliver Sacks dedicó el quinto capitulo de su libro Musicofilia al earworm, pero él lo llamaba gusano cerebral (localizándolo en el cerebro en lugar de en el oído). En la última nota al pie de este capítulo, elaboraba una hipótesis sobre su origen:

Es posible que los gusanos cerebrales surjan de una adaptación que resultó crucial en épocas primitivas donde el humano viajaba: reproducir sonidos de animales y otros sonidos importantes una y otra vez, hasta que el reconocimiento quedaba asegurado.

Una metamorfosis hacia lo patológico

Aunque pudieran surgir con un valor adaptativo, el carácter involuntario del gusano musical lo puede volver problemático. A menudo se vive como una experiencia neutra o agradable, pero un tercio de las personas califican la experiencia como intrusiva.

Además, se ha visto que aumentan de frecuencia al sufrir ansiedad (también se ha valorado en TOC, aunque sin resultados concluyentes) y resultan más persistentes e intrusivos al tener rasgos esquizotípicos. También se han documentado al menos cinco casos de earworms crónicos.


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Cómo fumigar y exterminar al parásito

No estoy seguro de si Kylie Minogue dedicó en 2001 su canción Can’t get you out of my head (No puedo sacarte de mi cabeza) a estos bucles. Pero existen soluciones para Kylie, y para cualquier persona que no tenga un caso crónico de estos gusanos:

Y, finalmente, nunca evite el earworm. La teoría del control mental irónico afirma que no podrá dejar de pensar en un gusano musical aunque se esfuerce. Igual que tampoco dejará de pensar en un elefante rosa aunque se lo digan.

Por cierto, mi amigo Fer tampoco puede imaginar música en su cabeza. Aún estoy averiguando si es defectuoso o si evitar de alguna forma que el reguetón te colonice supone una ventaja evolutiva.

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Jorge Romero-Castillo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Por qué no me puedo sacar esa canción de la cabeza? La neurociencia lo explica – https://theconversation.com/por-que-no-me-puedo-sacar-esa-cancion-de-la-cabeza-la-neurociencia-lo-explica-257999

¿Más profesores por alumno es sinónimo de mejor aprendizaje? El papel de la ratio en educación

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Noemy Martín Sanz, Profesor de Psicología del Aprendizaje, Universidad Francisco de Vitoria

Feel good studio/Shutterstock

La lógica indica que un maestro o una maestra trabajarán mejor, podrán atender de forma más personalizada y dedicar más tiempo a sus alumnos si tienen 15 en clase que si tienen 25. Pero más allá de la lógica, ¿qué dice la evidencia empírica sobre el papel de la ratio en las diferentes etapas educativas?

La proporción entre estudiantes y docentes incide en la calidad del aprendizaje de manera diferente según la etapa educativa, las particularidades propias de la institución y las características del profesorado.

Educación infantil

En esta etapa, la relación personalizada es clave para el desarrollo socioemocional y cognitivo. La capacidad de observar, registrar y responder a las señales individuales de desarrollo depende de disponer de tiempo suficiente por estudiante. De hecho, el contacto frecuente y la supervisión individualizada favorecen el bienestar emocional y el aprendizaje de los niños de 3 a 6 años.

El estudio más consistente sobre la temática de la ratio, el Proyecto STAR, analizó una muestra de 11 571 alumnos de Tennessee (Estados Unidos) y demostró que la mayoría de las mejoras comprobadas en las clases reducidas ocurrieron especialmente en la etapa de educación infantil. Otro estudio realizado sobre más del 80 % de las escuelas infantiles de Quebec sostiene que reducir el tamaño de la clase a menos de 16 estudiantes impacta positivamente en el desarrollo cognitivo, pero que dicho tamaño debe bajar a menos de 15 para tener también un efecto en la competencia social y las habilidades de comunicación.

Estos resultados refuerzan la importancia de contar con grupos pequeños para fomentar vínculos de calidad y una atención más cercana en los primeros años escolares.

Educación primaria

En esta etapa, la evidencia sobre el impacto directo de la ratio en los resultados académicos varía, aunque al igual que en infantil, ratios más bajas pueden favorecer una atención más individualizada, especialmente en contextos desfavorecidos. Además, se asocian con un mayor bienestar del alumnado y mejores condiciones para una enseñanza inclusiva. De hecho, ratios menores de 18 alumnos permiten una planificación centrada en el estudiante y aumentan la continuidad del aprendizaje

Merece una mención especial el trabajo con alumnos con discapacidad, donde se observa que las ratios reducidas son necesarias para garantizar un entorno accesible.




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La ratio promedio en educación primaria varía dependiendo de los países. En la mayoría de los países con datos disponibles hay menos de 25 estudiantes por clase, con la excepción de Chile, Israel, Japón y el Reino Unido, donde llegan a 28 alumnos por aula. A diferencia de éstos, países como Croacia y Luxemburgo presentan un número de 15 estudiantes por docente.

Un estudio realizado durante la pandemia de covid-19, cuando las escuelas se vieron forzadas a modificar las ratios, comprobó que esta reducción ayudaba a que los estudiantes aprendieran mejor.

Educación secundaria

A medida que se avanza en las etapas educativas, las ratios tienden a aumentar y, además, hay que tenerlas en cuenta junto a otros factores educativos. Hay estudios que ponen de relieve que es necesario combinar ratios manejables con el uso de metodologías activas de enseñanza y un ambiente agradable en el aula, Así se crean las condiciones ideales para que los alumnos participen más y aprendan mejor. Otros trabajos han identificado en esta etapa factores más influyentes en el rendimiento académico que la ratio, como el contexto socioeconómico del alumnado y el tamaño del centro.

Según datos recientes de la OCDE, el tamaño medio de clase en Europa es de 23 estudiantes por aula. Sin embargo, países con buenos resultados académicos como Luxemburgo, Estonia y Letonia mantienen clases más reducidas, con menos de 17 estudiantes, lo que favorece una enseñanza más personalizada. En contraste, en América Latina, la ratio promedio en educación secundaria es de 25 estudiantes por docente, aunque puede llegar a 35 en Chile y 33 en Colombia.

En resumen, en esta etapa la elevada densidad en el aula representa un desafío, ya que dificulta la implementación de metodologías activas, limita la atención individualizada y afecta negativamente al bienestar y la satisfacción laboral de los docentes. Especialmente en contextos vulnerables, donde estas condiciones repercuten directamente en la equidad y la calidad del aprendizaje.

Educación universitaria

En el ámbito universitario, los estudios coinciden en que el tamaño del grupo condiciona el clima motivacional y la implicación del estudiante. En clases de más alumnos, el docente debe estar centrado en gestionar el grupo, el tiempo y los recursos y tiene menos posibilidad de interacción y cercanía con los estudiantes.

Aunque no puede afirmarse directamente que la ratio influye directamente en el rendimiento, sí lo hace el perfil del docente: quienes tienen mayor formación pedagógica logran mejores resultados, incluso con grupos grandes.

En esta etapa, las ratios estructurales deben leerse con cautela. En el curso 2021–2022, el Sistema Integrado de Información Universitaria situó la media en 10 estudiantes por docente a tiempo completo. Sin embargo, este dato agrega todo el personal docente e investigador y al estudiantado sin discriminar niveles ni modalidades, por lo que no representa el tamaño real de los grupos.

Además, las diferencias se acentúan al comparar universidades presenciales y a distancia. En la UNED, cada docente atiende a unos 105 estudiantes, y en la Universitat Oberta de Catalunya, a más de 130. Estas cifras dificultan el seguimiento y la personalización del aprendizaje, especialmente en los primeros cursos, donde el acompañamiento resulta fundamental independientemente de la modalidad.

Un factor determinante, pero que se combina con otros

La evidencia empírica muestra que la ratio estudiante-docente influye de manera significativa en la calidad educativa, especialmente en las primeras etapas y en contextos vulnerables. En educación infantil y primaria, las ratios reducidas favorecen el desarrollo socioemocional, la atención individualizada y el aprendizaje inclusivo.

En secundaria y educación superior, aunque el impacto directo es más matizado, una ratio adecuada sigue siendo clave para facilitar metodologías activas y entornos de aprendizaje motivadores. Sin embargo, su efecto no puede analizarse de forma aislada: cobra sentido cuando se combina con el desarrollo profesional docente y modelos pedagógicos centrados en el estudiante.


En la redacción de este artículo han colaborado Martina Loitegui y Miguel Howe León, consultores del Instituto de Innovación para el Aprendizaje de la Universidad Francisco de Vitoria.


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Noemy Martín Sanz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Más profesores por alumno es sinónimo de mejor aprendizaje? El papel de la ratio en educación – https://theconversation.com/mas-profesores-por-alumno-es-sinonimo-de-mejor-aprendizaje-el-papel-de-la-ratio-en-educacion-258140

Entre el sentido del deber y la culpa: así afectan los conflictos morales en el personal sanitario

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Regina Espinosa López, Profesora Titular de Psicopatología., Universidad Camilo José Cela

Connect Images – Legacy/Shutterstock

Los profesionales sanitarios se enfrentan con frecuencia a situaciones muy estresantes que pueden afectar tanto a su salud mental como a sus valores personales. Por ejemplo, numerosos estudios muestran cómo la pandemia afectó profundamente al bienestar psicológico de ese personal, un deterioro que se manifestó con altos niveles de ansiedad, depresión, insomnio, estrés postraumático y agotamiento. Los más jóvenes, las mujeres y los profesionales de urgencias sufrieron especialmente las consecuencias.

Valores éticos y morales en riesgo

Sin embargo, hay un aspecto del que se habla mucho menos: el daño moral. Algunos estudios sugieren que muchos de los problemas de salud mental en los sanitarios podrían entenderse mejor si tenemos en cuenta situaciones que comprometen sus valores éticos o morales.

Ocurre cuando alguien experimenta un profundo malestar emocional por haber hecho algo que va en contra de sus valores, por no haber actuado cuando sentía que debía hacerlo o por sentirse traicionado por alguien con autoridad. En el caso de los profesionales sanitarios, tales conflictos pueden producirse en circunstancias como las siguientes:

  • Dilemas en la asignación de recursos: por ejemplo, decidir qué pacientes reciben las camas limitadas de UCI durante un pico pandémico.

  • Restricciones de tiempo y falta de personal: acortar las interacciones con los pacientes debido a una alta carga laboral; omitir detalles clínicos importantes o preocupaciones del paciente debido a la presión del trabajo.

  • Conflictos entre políticas organizativas y necesidades del paciente: seguir protocolos que envían a los pacientes a casa antes de lo deseado; implementar medidas de ahorro de costos que comprometen la calidad del cuidado.

  • Ser testigo o partícipe de una atención inadecuada: por ejemplo, observar errores o eventos adversos y sentirse impotente para abordar las causas relacionadas con el sistema sanitario o la institución.

  • Dilemas en la comunicación de la verdad: ser instruido para retener información a pacientes o familiares; experimentar conflictos entre la confidencialidad del paciente y las solicitudes de información por parte de la familia.

  • Obligaciones en conflicto: por ejemplo, equilibrar las demandas administrativas con la atención directa al paciente.

Conflictos que pasan factura

Vivir situaciones como estas puede afectar profundamente el bienestar emocional, psicológico y espiritual del personal sanitario. De hecho, desde la pandemia, las bajas por incapacidad temporal en estos profesionales han aumentado del 6 % al 9 %. Y esto no solo impacta en su salud, sino también en la calidad y la seguridad de la atención que ofrecen a los pacientes.

Así, el daño moral puede producir:

  • Manifestaciones emocionales intensas: culpa, vergüenza, pérdida de sentido…

  • Alteraciones de la conducta: aislamiento, cinismo, automedicación…

  • Disminución de la satisfacción laboral, intención de abandonar la profesión.

  • Consecuencias físicas: alteraciones del sueño, fatiga o enfermedades físicas relacionadas con el estrés.

Aunque, inicialmente, el daño moral se estudió en contextos militares, actualmente ya se reconoce como una “lesión psicológica” relacionada con el trabajo; en particular, a los trabajadores sanitarios y, especialmente, durante la pandemia de covid-19.

Concretamente en España, los datos indican un aumento de la angustia diaria y un aumento de los trastornos mentales en este sector profesional. De hecho, el informe SESPAS de 2024 ya advierte sobre los retos a afrontar en salud laboral y en el desarrollo de estrategias para mejorar el bienestar de los profesionales de la salud.

¿Cómo podemos cuidar a quienes nos cuidan?

Si de verdad queremos proteger el bienestar de los profesionales sanitarios, no podemos pasar por alto el daño moral. Es un fenómeno complejo, pero abordar su impacto resulta clave para asegurar una atención sanitaria de calidad. Con el fin de avanzar en esta dirección, tenemos tres grandes desafíos:

  1. Definir con claridad qué es el daño moral, para poder detectarlo a tiempo y darle respuesta antes de que se cronifique.

  2. Contar con herramientas adecuadas para evaluarlo, ya que en el entorno sanitario aún faltan instrumentos validados

  3. Desarrollar estrategias eficaces para prevenirlo y tratarlo. Aunque ya existen intervenciones para reducir el daño moral, todavía no cuentan con suficiente respaldo científico.

Superar estos retos no solo mejorará la salud mental de quienes trabajan en el ámbito sanitario, sino que también hará nuestro sistema de salud más humano, más fuerte y más sostenible. Además, nos permitirá anticiparnos a las secuelas psicológicas de la profesión, reducir el absentismo laboral y aumentar la retención de los profesionales más jóvenes que deciden abandonar su oficio.

Porque cuidar a quienes cuidan es, en realidad, cuidarnos a todos.

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Regina Espinosa López no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Entre el sentido del deber y la culpa: así afectan los conflictos morales en el personal sanitario – https://theconversation.com/entre-el-sentido-del-deber-y-la-culpa-asi-afectan-los-conflictos-morales-en-el-personal-sanitario-252536

Suplemento cultural: con la maleta a cuestas

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Claudia Lorenzo Rubiera, Editora de Cultura, The Conversation

Hacias rutas salvajes contaba la peripecia real de Christopher McCandless viajando por Alaska sin dinero y entrando en contacto con quienes se cruzaban en su camino. FilmAffinity

Este texto se publicó por primera vez en nuestro boletín Suplemento cultural, un resumen quincenal de la actualidad cultural y una selección de los mejores artículos de historia, literatura, cine, arte o música. Si quiere recibirlo, puede suscribirse aquí.


En una de esas ensoñaciones habituales de los seres humanos, mi pareja y yo estuvimos el otro día elucubrando con qué haríamos si tuviésemos la oportunidad de seguir cobrando nuestros sueldos actuales pero no tuviésemos que trabajar durante seis meses al año. Mi opción ganadora era la de largarnos a vivir a otro país, en otro continente, durante esa temporada. Y sé que es un sueño compartido con mucha gente: visitar un lugar al que nos apetece ir durante un tiempo extenso para poder mezclarnos con las costumbres y cultura locales.

Sin embargo, la mayoría tenemos unos días determinados de vacaciones al año y unas obligaciones que nos impiden conocer mundo de la forma en la que querríamos, así que nos limitamos a hacerlo de la forma en la que podemos. Por eso es tan interesante la pregunta que nos plantea Rafael Cejudo: ¿para qué viajamos? Es decir, a pesar de todos los problemas que genera el turismo, de los que somos conscientes y formamos parte, ¿por qué seguimos sometiéndonos a trayectos a veces incómodos, rápidos e imperfectos en espacios alejados de nuestro entorno habitual?

En esta época veraniega en el hemisferio norte, de operaciones salida y vuelos infinitos, es bueno plantearse la cuestión.

¿Quién decide qué leemos?

El dogma de la Inmaculada Concepción –que dice que la Virgen María, como madre de Jesucristo, fue concebida sin el pecado original– ha generado debates desde que se empezó a discutir allá por el Medievo.

Lo curioso es que, además de debates, provocó ríos de tinta. Literalmente. Los partidarios del dogma utilizaron todo su poder, y el poder de la imprenta, para toquetear y reescribir numerosos textos con el objetivo de que la gente no leyese la opinión de sus autores (normalmente críticos), sino la asunción (y celebración) de dicho dogma.

En su relato de este hecho, Anna Peirats remarca, de forma muy acertada, que “a menudo, lo que leemos no es lo que se escribió, sino lo que otros decidieron que debía leerse”.

De Joan (Didion) a John

Y un caso en el que precisamente sí leemos lo que se escribió, pero igual no deberíamos estar haciéndolo, es el que sobrevuela la última publicación (póstuma) de un texto de Joan Didion: Apuntes para John, que acaba de lanzarse en español.

El libro se compone de notas que Didion escribió para su marido, John Gregory Dunne, mientras ella asistía a la consulta de un psiquiatra para, entre otras cosas, intentar sobrellevar la situación de su hija Quintana, alcohólica y con problemas de salud mental.

Didion era una escritora precisa que nunca escondía su vida personal en sus textos pero que, cauta, siempre medía lo que revelaba. Entonces, ¿es ético que este libro, que recopila unos mensajes que iban dirigidos a un solo lector, y que estaba guardado en un cajón, sea de dominio público?

Ni una ni dos Españas, sino tres

El 18 de julio de 1936 comenzó en la península ibérica la guerra civil española, tras el levantamiento (que se había iniciado el día anterior en el Protectorado de Marruecos) de Franco y sus ejércitos. Lo que siguió (tres años de conflicto bélico y 36 de dictadura) es tan conocido como triste.

Y aunque no dejamos de hablar en España del poema de Antonio Machado que dice “Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios. / Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón”, lo cierto es que hubo un movimiento, una “tercera España”, que en los años 60 inició la reconciliación y abogó por superar las diferencias en aras del bien común del país.

Aunque no fue partícipe del evento que se describe en el artículo, una figura emblemática de esa corriente fue el periodista Manuel Chaves Nogales. Daniel Suberviola y nuestro antiguo director, Luis Felipe Torrente, dirigieron hace unos años un cortometraje documental sobre su figura, El hombre que estaba allí, que les recomiendo encarecidamente.

Tiempo de blockbuster

Hace 50 años se estrenó Tiburón, como bien se lleva contando en los medios desde hace unas semanas. La importancia de esta película de Steven Spielberg va más allá de lo cinematográfico o lo creativo. La distribución del filme –que se realizó a gran escala, de forma diferente al estreno paulatino que se seguía hasta entonces– y su rotundo éxito la convirtieron en el primer gran blockbuster del verano y en la pionera de un nuevo modelo de negocio.

Y por eso en época estival, cuando parece que el exterior llama sin cesar al ocio y la vida social, paradójicamente no dejan de estrenarse grandes artefactos cinematográficos que buscan atraer a las salas al mayor número de espectadores posible (independientemente de su calidad).

Elio, la nueva película de Pixar, es un ejemplo de ello. Codirigida por dos mujeres (que tomaron las riendas tras la marcha del primer director), nos sirve de excusa para recordar a todas esas pioneras de la animación que abrieron puertas (y ventanas, que también se necesitaba airear) y facilitaron que ahora en Disney existan proyectos encabezados por ellas.

Otra de las grandes esperanzas para la taquilla veraniega es la nueva entrega de Superman. En ella, el hombre de acero aparca su lado oscuro y vuelve a ser un ‘metahumano’ optimista y bondadoso. Como hay un Superman para cada tiempo, repasamos los orígenes del personaje y su adecuación a los tiempos que le ha tocado vivir. No en vano esta nueva encarnación no deja de insistir en el hecho de que es un alien en la Tierra y, por tanto, un inmigrante.

The Conversation

ref. Suplemento cultural: con la maleta a cuestas – https://theconversation.com/suplemento-cultural-con-la-maleta-a-cuestas-262360