Suplemento cultural: un baile inolvidable

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Claudia Lorenzo Rubiera, Editora de Cultura, The Conversation

Fotograma del videoclip de Bad Bunny de ‘Baile Inolvidable’. YouTube/Bad Bunny

Llegados a este punto del año, no sé si han sucumbido, como gran parte del planeta, al fenómeno Bad Bunny. Yo confieso que estoy rendida ante ese álbum que tiene un título estéticamente imposible de replicar sin un buen corta y pega: DeBÍ TiRAR MáS FOToS. Y lo estoy porque si algo hace el puertorriqueño es abrazar los ritmos y la cultura de su isla y ponerlos al servicio de unas canciones en las que, además de reivindicar lo latino con las letras, utiliza la música para proteger y ensalzar sus orígenes.

“Baile inolvidable”, la pieza que da nombre al boletín de hoy, es por ejemplo una salsa que le guiña el ojo a los éxitos del género. Hace unos días Carmen del Rocío Monedero se zambulló en la historia y la cultura de Puerto Rico para explicar todas las influencias de las que bebe el reguetonero, y la lectura de su artículo es una alegría.

Pero si no le gusta Bad Bunny, no está solo. Muchos siguen rechazando su vocalización (mejorable), sus “melodías” o algunas de sus letras. Y luego hay un grupo que se opone, simplemente, a todo lo que él representa. La mayor parte de los cabecillas del movimiento MAGA (“Make America Great Again”) han alzado la voz contra la participación del puertorriqueño en el espectáculo del intermedio de la Superbowl, un escaparate mundial de la cultura estadounidense. Y ese es el problema, que ese hombre latino que canta en español, mal que les pese, es tan ciudadano de su país como ellos mismos.

Aprovecho para repescar este antiguo artículo –maravilloso– que cuenta cómo se perreaba en la España del Siglo de Oro.

Huyendo hacia ‘Atlantic City’

Y de la marcha más absoluta pasamos a la música más introspectiva. Porque eso es lo que surgió cuando Bruce Springsteen, recién salido –y agotado– del éxito de The River, inició la grabación de lo que sería su siguiente álbum: Nebraska.

El protagonista de The Bear, Jeremy Allen White, le pone rostro y voz al Boss en un biopic que explica el proceso de creación de un disco que en su momento nadie imaginaba que podía salir del alma roquera del cantante pero que se ha convertido en una obra maestra.

Vuelve el convento

Ahora que Rosalía ha presentado la portada de su próximo trabajo, que se publicará la semana que viene, ha surgido una revolución entre los expertos y estudiosos a propósito del éxito que están teniendo las monjas en la actualidad.

Pero un mes antes de que la cantante catalana se colocase el velo blanco, Alauda Ruiz de Azúa conquistaba al Festival de Cine de San Sebastián con la historia de una adolescente que, en vez de ir a la universidad, sueña con recluirse en un convento de clausura. Los domingos se acaba de estrenar en España y, en ella, la directora vasca vuelve a adentrarse en la familia, su tema favorito, para retratar la reacción que provoca una decisión como esa.

Carta desde el infierno

También se estrena en algunos cines el Frankenstein de Guillermo del Toro, un relato que siempre ha obsesionado al mexicano y cuya producción por fin ha conseguido levantar gracias a la ayuda de Netflix. Por eso no encontrarán la película en muchas salas: múltiples exhibidores se niegan a invertir en filmes que pocas semanas después llegarán a las plataformas.

No obstante, en base a los que dicen quienes ya la han disfrutado, si tienen ocasión de verla en una pantalla grande no la desaprovechen. Nosotros nos quedamos mientras tanto reflexionando sobre el mito del nuevo Prometeo y su longevidad.

Asturias mira hacia América Latina

El viernes 24 de octubre se entregaron en Oviedo los Premios Princesa de Asturias, unos galardones internacionales consolidados en España que cada vez miran más hacia América Latina. Además de celebrar el trabajo del Museo Nacional de Antropología de México, en este 2025 han destacado, en Artes, la mirada de la maravillosa fotógrafa Graciela Iturbide y, en Investigación Científica y Técnica, a la estadounidense Mary-Claire King, que lleva 40 años colaborando como genetista con las Abuelas de la Plaza de Mayo argentinas.

Otro estadounidense, Douglas Massey, experto en migraciones latinoamericanas hacia su país, nos contaba en una entrevista que estamos abordando la cuestión desde un prisma equivocado y poco humanitario, además de creernos la retórica de la amenaza en vez de la retórica de la oportunidad.

Más allá de los ya mencionados, se ha reconocido también al filósofo Byung-Chul Han (a pesar de las múltiples críticas que recibe), la tenista Serena Williams, el economista Mario Draghi y el escritor español Eduardo Mendoza, que se pasó varios días acudiendo a eventos en Asturias y dijo que no cree que haya ya ningún ovetense sin una foto con él.

The Conversation

ref. Suplemento cultural: un baile inolvidable – https://theconversation.com/suplemento-cultural-un-baile-inolvidable-268250

Las deportaciones de inmigrantes frente a la regularización: hablan jueces, policías y fiscales

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Olga Jubany, Catedrática en Antropologia Social, Universitat de Barcelona

La Comisión Europea avanza con su propuesta de un Sistema Común Europeo de Retornos que haría los procedimientos de retorno de inmigrantes más rápidos, pero también más punitivos –con detenciones más largas, condiciones más estrictas, e incluso la creación de return hubs (centros de retorno) en terceros países–.

Ante esa iniciativa, surge una pregunta clave: ¿refleja esto realmente lo que piensan las personas implicadas en poner en práctica estas medidas –policías, jueces, fiscales y trabajadores sociales– o estamos insistiendo en medidas que, como muestra nuestra investigación, no solo no funcionan, sino que agravan la situación de las personas afectadas y vulneran sus derechos?

La Comisión Europea y el discurso de la eficacia

El argumento de la Comisión Europea es que solo el 20 % de las órdenes de deportación se cumplen, por lo que el sistema es “ineficaz”, según la presidenta de esa institución, Úrsula von der Leyen. Pero esta definición de eficacia es problemática: al reducirla a una simple cuestión de números de deportaciones ejecutadas, se prioriza la coerción sobre la protección, favoreciendo los retornos forzados e ignorando tanto los derechos humanos como las alternativas más sostenibles.

Partiendo de esta visión limitada de lo que significa “eficacia”, la respuesta de la UE a dicha ineficacia ha consistido en endurecer el sistema a través de reglas aún más restrictivas y punitivas, como:

  • Aumentar los retornos forzados con un sistema común europeo.

  • Ampliar el uso de la detención.

  • Establecer zonas de deportación en terceros países.

Pero falta algo crucial: antes de proponer una legislación con tanto potencial de impacto social, económico y político, la Comisión Europea no ha presentado pruebas concretas basadas en la investigación que justifiquen ni la urgencia con la que quiere aprobar la legislación, ni la eficacia de las medidas punitivas y restrictivas propuestas para alcanzar los objetivos declarados.

¿Qué piensan los agentes implicados?

Así, nuestra investigación llega en un momento clave porque se centra en algo ausente en muchos debates sobre la creación de políticas: las perspectivas y experiencias de quienes las implementan, como la Policía Nacional, los jueces, los fiscales y los trabajadores sociales.

Si bien el estudio se realizó en siete Estados de la Unión Europea (Alemania, Bélgica, Eslovenia, España, Grecia, Italia y Suecia) y en el Reino Unido, los hallazgos que presentamos se centran en España. Estos revelan no solo por qué las deportaciones, sino también las detenciones, resultan redundantes e ineficaces, incluso para quienes las ejecutan.

En España, el porcentaje de órdenes de expulsión ejecutadas es similar al promedio europeo. Y, siguiendo la dinámica del avance de la extrema derecha y la radicalización de partidos de derecha, algunos partidos promueven un control migratorio más restrictivo limitando las regularizaciones y poniendo énfasis en la deportación de migrantes.

Pero lo que muestra el terreno es muy distinto. Nuestra investigación revela la gran frustración de los agentes al saberse ignorados por la esfera política, que ni en su debate ni en sus estrategias refleja las experiencias o las perspectivas de aquellos que trabajan con las personas migrantes en situación de irregularidad:

“Creo que todo esto podría resolverse preguntando a quienes están haciendo el trabajo, pero nunca se les consulta. Nunca se les pregunta: ¿Esto se puede hacer? ¿Es viable?” (Policía: ES-FG1-P4).

El análisis revela el descontento de todos los agentes con el enfoque de las políticas de detención y deportación como principal respuesta a la irregularidad, aunque sus motivaciones difieren entre los distintos grupos.

Las entrevistas muestran que muchos no ven la deportación como un instrumento de control migratorio, sino penal:

“Por eso nuestro trabajo no es deportar a extranjeros. Nos enfocamos en delincuentes extranjeros. Delincuentes. No tenemos problema con los extranjeros” (Policía: ES-FG1-P1).

Esta visión sugiere que la deportación se utiliza principalmente en casos penales y no como respuesta general a la irregularidad administrativa. Además, incluso en los casos excepcionales, se considera una medida excesiva porque ya existe un sistema de penalización adecuado para abordar la criminalidad, lo que cuestiona la necesidad y proporcionalidad de la detención y la deportación.

Finalmente, los agentes resaltan que una mayor inversión en medidas de detención y deportación no resolverá los problemas estructurales. Consideran la burocracia excesiva y hablan de las contradicciones entre la deportación y los derechos de los migrantes garantizados por el Estado y por los acuerdos internacionales:

“Las expulsiones funcionan como si tuviera que hacer un trabajo, pero me atan las manos y los pies” (Policía: ES-FG1-P5).

Alternativas desde el terreno

¿Cuál es, entonces, la alternativa para una adecuada gestión de la migración? Una respuesta, ausente en la propuesta de la Comisión Europea, sería reducir las órdenes de deportación y crear vías legales para las personas migrantes en situación de irregularidad.

Contrariamente a los discursos políticos dominantes, los propios agentes plantean la regularización como la opción más efectiva para abordar la irregularidad administrativa. Incluso algunos policías nacionales reconocen que la irregularidad es un asunto político más que policial:

“Hablando del problema que tenemos aquí, no se puede resolver; debemos regularizarlos, esa es la clave” (Policía: ES-FG1-1).

En la práctica, los agentes prefieren no ordenar la expulsión como respuesta a la irregularidad. Nuestro trabajo de campo con migrantes en situación de riesgo confirma esta dinámica: aunque temen enfrentarse con las autoridades, el miedo a ser deportados a menudo se ve superado por otras incertidumbres, como el acceso a vivienda y empleo.

Hoy, muchas personas con órdenes de expulsión terminan viviendo durante años en un limbo legal, con acceso limitado a derechos y servicios. Nuestra investigación señala alternativas como la regularización por arraigo en España, que permite acceder a derechos si la persona demuestra vínculos sociales, económicos o familiares.

Lejos de ser un “factor de atracción”, como repiten los partidos conservadores, estas medidas benefician tanto a los migrantes como a la sociedad en su conjunto, reduciendo la economía sumergida y fortaleciendo la cohesión social.

La evidencia es clara: las deportaciones a los países de origen o terceros son costosas, ineficaces y, a menudo, incompatibles con los derechos humanos. Experiencias como los acuerdos UE-Turquía, Italia-Libia y, más recientemente, Italia-Albania o Reino Unido-Ruanda lo confirman.

Como resumió un juez entrevistado:

“Desde una perspectiva judicial y con un enfoque basado en los derechos humanos, […] la deportación sólo se justifica materialmente en casos de delitos graves o muy graves. La irregularidad no debería gestionarse judicialmente, sino mediante políticas de regularización y auténticas políticas migratorias, no a través de la criminalización de la inmigración” (Juez: ES-IA-7).

The Conversation

Olga Jubany recibe fondos del programa Horizon Europe de la Unión Europea a través del proyecto MORE: Motivations, experiences and consequences of returns and readmissions policy: revealing and developing effective alternatives (GA101094107)

Sevda Tunaboylu recibió fondos de Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cofinanciado por la Unión Europea, como investigadora postdoctoral de Juan de la Cierva.

ref. Las deportaciones de inmigrantes frente a la regularización: hablan jueces, policías y fiscales – https://theconversation.com/las-deportaciones-de-inmigrantes-frente-a-la-regularizacion-hablan-jueces-policias-y-fiscales-259766

Óxido nitroso: un gas gracioso, un problema serio

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Adrián Bozal-Leorri, Doctor en Agrobiología Ambiental, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

DyziO/Thunderstock

Probablemente haya oído hablar de él, o incluso lo haya respirado en la consulta del dentista. El óxido nitroso (N₂O), conocido popularmente como “el gas de la risa”, se utiliza desde hace más de un siglo como anestésico por su efecto sedante y euforizante.

Lo que quizá no sepa es que este mismo gas también se produce de forma natural en los campos de cultivo. Por ejemplo, la producción de cebada utilizada para elaborar los más de siete millones de litros de cerveza consumidos durante la Oktoberfest de 2024 de Alemania habría liberado suficiente N₂O como para anestesiar durante media hora a más de 2 700 personas.

Lamentablemente, ese gas no terminó en una clínica dental.

Un gas no tan divertido

El óxido nitroso es el tercer gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono (CO₂) y el metano. Tiene un potencial de calentamiento global 300 veces superior al del dióxido de carbono y permanece en la atmósfera durante más de un siglo. Además, es actualmente el principal responsable de la destrucción de la capa de ozono.

El N₂O siempre se forma en pequeñas cantidades porque es parte natural del ciclo del nitrógeno, pero el problema actual es que su concentración atmosférica ha aumentado considerablemente debido a las actividades humanas, especialmente la agricultura.

Los cultivos son responsables de hasta el 80 % de las emisiones humanas de N₂O, y su origen está directamente relacionado con el uso masivo de fertilizantes nitrogenados.

Pero ¿cómo se transforma el nitrógeno del fertilizante en este gas tan problemático? La clave está en la microbiología del suelo.




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Una cuestión de microbios

Cuando aplicamos fertilizantes nitrogenados al suelo, añadimos formas químicas de nitrógeno como el amonio (NH₄⁺) o el nitrato (NO₃⁻), que no solo alimentan a las plantas, sino que también activan el metabolismo de millones de microorganismos en los suelos agrícolas. Muchos de ellos participan en el ciclo biogeoquímico del nitrógeno.

Bacterias, arqueas y hongos pueden generar óxido nitroso por dos grandes vías biológicas: la nitrificación (en presencia de oxígeno) y, sobre todo, la desnitrificación (cuando este escasea), ambas mediadas por enzimas, unas moléculas específicas que facilitan y aceleran las reacciones químicas.

Nitrificación: cuando sobra el oxígeno

La nitrificación es una ruta aeróbica (en presencia de oxígeno) que transforma el amonio (NH₄⁺) en nitrato (NO₃⁻). La reacción se da en dos pasos principales. La primera es la oxidación de NH₄⁺ a nitrito (NO₂⁻) por parte de bacterias y arqueas oxidantes de amonio. La segunda parte consiste en la oxidación de NO₂⁻ a NO₃⁻ por parte de bacterias oxidantes de nitrito.

Este proceso también puede generar óxido nitroso. En condiciones de oxígeno limitado y humedad intermedia, los microorganismos activan un mecanismo alternativo, conocido como nitrificación-desnitrificante, en el que reducen el nitrito a óxido nitroso en lugar de seguir oxidándolo. Este desvío metabólico se activa como vía energética cuando el oxígeno escasea.

Desnitrificación: cuando falta el oxígeno

Cuando el suelo está saturado de agua o hay poco oxígeno, otras bacterias entran en acción llevando a cabo la desnitrificación. En esta vía, los microorganismos transforman el nitrato (NO₃⁻) en gases intermedios como el óxido nitroso (N₂O) y, finalmente, en nitrógeno molecular en forma de gas (N₂) mediante diferentes reacciones químicas y enzimas.

Aunque se pierde nitrógeno del suelo, el N₂ no es contaminante, ya que constituye la mayor parte del aire. Ahora bien, el ciclo no siempre termina de forma limpia porque algunas bacterias no son capaces de completar el proceso y solo generan óxido nitroso (N₂O).

Durante mucho tiempo se pensó que solo las bacterias podían desnitrificar, pero hoy sabemos que algunos hongos también participan en este proceso. Sin embargo, a diferencia de las bacterias, su desnitrificación es siempre incompleta y termina en óxido nitroso, sin llegar a formar nitrógeno molecular (N₂).

¿Podemos evitar la emisión de óxido nitroso?

Estos metabolismos microbianos están activos siempre que haya nitrógeno disponible, ya provenga de la fertilización o de la fijación natural. Sin embargo, en los sistemas agrícolas, al haber grandes aportes de nitrógeno, estos procesos se intensifican.

Por tanto, las formas de nitrógeno que provienen de fertilizantes y no son absorbidas por las plantas son las que más contribuyen a activar estas rutas microbianas y, en consecuencia, a la producción de gases como el N₂O.

El problema no es únicamente la cantidad de fertilizante que usamos, sino que una parte importante del nitrógeno siempre se pierde en el ambiente, ya sea hacia aguas subterráneas o en forma de gases. Aunque solo una fracción relativamente pequeña acaba transformándose en óxido nitroso, su enorme impacto climático y sobre la capa de ozono lo convierte en un problema serio.

No hay gran diferencia entre usar fertilizantes químicos o naturales, ya que ambos aportan nitrógeno. Lo más importante es la cantidad. Si la dosis se ajusta más a las necesidades de las plantas, las pérdidas al medio disminuyen.




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Además de mejorar la eficiencia de los fertilizantes, es necesario buscar además formas de inhibir o reducir la producción de N₂O durante los procesos biológicos.

Por ello, entender cómo los microorganismos del suelo transforman el nitrógeno es clave para diseñar estrategias agrícolas más sostenibles. Algunas líneas de investigación, como el uso de inhibidores de la desnitrificación, buscan precisamente eso: frenar la producción de N₂O sin reducir el rendimiento. Porque, aunque el gas de la risa suene simpático, en el contexto del cambio climático, no tiene ninguna gracia.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Óxido nitroso: un gas gracioso, un problema serio – https://theconversation.com/oxido-nitroso-un-gas-gracioso-un-problema-serio-261802

Cómo usar la IA en clase de Historia con mirada crítica y humanística

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge Chauca García, Profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales, Universidad de Málaga

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Son las dos de la tarde del viernes. A estas alturas del día y de la semana, los contenidos de Geografía e Historia de 2º de la ESO parecen muy alejados del interés del alumnado. Juanma, el profesor, les propuso a principios del trimestre leer el libro El oro de los sueños de José María Merino. Un buen texto adaptado para la comprensión de la conquista de América. Hoy hay que poner en común los resúmenes.

Uno de los estudiantes, Alonso, recurrió a ChatGPT, y le pidió un párrafo de síntesis. Esta fue la respuesta, y lo que él trajo a la clase:

“Narra la expedición de Miguel, un joven mestizo, en busca del reino de la Gran Yupaha, donde se cree que hay grandes riquezas. En su viaje, que se desarrolla en la época de la conquista de América, Miguel y su grupo, incluido su padrino y fray Bavón, enfrentan peligros en tierras salvajes e indígenas, pero lo más crucial es cómo la codicia y la complejidad de la naturaleza humana se convierten en la mayor amenaza para la expedición”.

Lectura profunda y pensamiento crítico

Leonor, por el contrario, hizo el esfuerzo de leer el libro. Nada más y nada menos que 186 páginas. Hoy los resume a viva voz en la clase. Narra la conquista de América, las aventuras y dificultades, el encuentro entre españoles e indígenas. Explica que no hay ninguna niña entre los personajes del libro, y cómo su protagonista tiene quince años, casi como Alberto el repetidor. Sonríe y todos se despiertan.

A muchos alumnos hispanoamericanos les suena y comentan: parece que estoy en mi salón (clase) de Lima. El grupo-clase se despide con las ideas más importantes del librito, relacionadas con el conocimiento de nuevas tierras y gentes. Incluso otro compañero ya leyó otro libro titulado El inca de Cuzco, de Jorge Martínez Juárez. Se le antoja un complemento perfecto. Todo este contenido corresponde a una unidad didáctica de la asignatura: el descubrimiento y conquista de América.




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¿Con qué se quedó Alonso del libro y de la conquista de América? Con un resumen plano del argumento de un libro. Leonor y muchos de sus compañeros que sí la escucharon tuvieron un aprendizaje más profundo. A ella, en concreto, el haber leído el libro entero de manera pausada y concentrada le ha ayudado a desarrollar un músculo fundamental para la vida contemporánea: el pensamiento crítico. Al escuchar su resumen y discutir sobre él, los demás compañeros también han pensado de manera más profunda en este asunto.

Metodologías activas y mirada humanística

La inteligencia artificial puede ser un gran aliado para aprender y asimilar los contenidos de la asignatura de Historia. Se trata de usarla en el contexto de las metodologías activas, y siempre desde la mirada humanística.

Por ejemplo, discriminando falacias y verdades en el aula. Proponer a los estudiantes investigar si tal o cual frase atribuida a Pizarro en la conquista del Perú es real o una atribución posterior dudosa. Habrá que indagar si la propuesta por el profesor es real y extraída de los cronistas o circula en la red de modo algo sospechoso.

Comprobarán que los chatbots repiten las muchas frases que circulan en internet. Necesitarán ir a la biblioteca y consultar el libro del Inca Garcilaso, cronista mestizo cuzqueño, que recomendó el profe. Es una selección y adaptación, pero ahí está la respuesta.

La IA les ayudó inicialmente en su pequeña indagación, conocieron las crónicas, que son muchas e incluso contrapuestas. Han comprendido que la Historia tiene muchas interpretaciones, como la vida misma.

Datos históricos y pensamiento crítico

Los datos históricos al alcance del alumnado hubieran sido impensables hace años. Hoy lo que necesitan aprender es cómo desarrollar una buena praxis histórica: cotejarlos y verificarlos. De este modo se individualiza un aprendizaje que se sirve de la indagación autónoma en red, desarrollando además la competencia digital.

Otra posible tarea es proponerles la elaboración de pequeñas biografías, individualmente o por parejas, partiendo de la información proporcionada por la inteligencia artificial sobre determinados personajes históricos: esta actividad permite descubrir falacias en textos e imágenes, que se pueden poner en común con el resto de la clase.

Talleres de actualidad

Existen numerosas cuestiones de actualidad que están relacionadas con el pasado, y por lo tanto con la materia de Historia: inmigración, conflictos bélicos, mundo laboral y precariedad salarial, desigualdades económicas y sociales… La Historia Moderna fue una época de flujos migratorios constantes que globalizaron el planeta, una realidad que se vincula con las corrientes migratorias actuales en una segunda globalización.




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Tras organizar al alumnado en grupos, se les encarga que investiguen una situación de la actualidad. Como hay muchos alumnos americanos, el profesor les pone la tarea de averiguar de dónde viene hoy el principal aporte migratorio a España. En sus conclusiones podrán comprobar que se corresponde con aquellos destinos pasados de los españoles. Es una dinámica de ida y vuelta.

Este es un taller que desde la metodología del aprendizaje basado en problemas incorpora la inteligencia artificial: así se observan las muchas respuestas posibles ante un mismo reto, según el enfoque de partida. Por ejemplo: ¿Cuáles son los beneficios de la inmigración? Frente a ¿Cuáles son las desventajas económicas y sociales de la inmigración? O preguntar estas cuestiones desde la perspectiva del que migra y desde la del que observa.

Paso a paso y bajo la tutela del docente, entienden que los problemas sociales tienen varias miradas y no solo las que vieron de su influencer en internet.




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El chatbot: conversaciones con mucha Historia

Los chatbots conversacionales –muy atractivos para el alumnado porque permiten conversaciones de voz o en texto– no solo pueden proporcionar información, sino también formación. Para el aprendizaje de la Historia se puede establecer un diálogo sobre procesos históricos o historias de vida mediante una batería de preguntas.

Todo supervisado por el docente: preguntas, objetivo y conclusiones. La conversación se plasma en un trabajo escrito con conclusiones y un último debate que permite comparar el trabajo dentro del grupo-clase. Además de valorar su aprendizaje, podemos evaluar cómo han utilizado la IA: una vez adquirida esta competencia, se podrá aplicar a múltiples aprendizajes.

Buen uso educativo de la IA

La Historia es un patrimonio compartido y la inteligencia artificial debe ser una herramienta social de mejora, empezando por las aulas. En este sentido, los tres ejemplos anteriores aportan el desarrollo de competencias digitales novedosas, imprescindibles para su futuro personal y laboral, y la capacidad de moverse críticamente por las redes.

Respecto a la Historia, la actitud crítica ante la IA mejora su conocimiento y lo aleja de la manipulación y los bulos, tan frecuentes en esta disciplina. Merece la pena el esfuerzo emplear la IA, si no queremos quedar marginados en un futuro próximo: en cualquier caso, el alumnado la va a usar seguro y si aprende a hacerlo correctamente, mejor.

The Conversation

Jorge Chauca García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Cómo usar la IA en clase de Historia con mirada crítica y humanística – https://theconversation.com/como-usar-la-ia-en-clase-de-historia-con-mirada-critica-y-humanistica-265612

Centenario del nacimiento de Margaret Thatcher, la gran impulsora del neoliberalismo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge Lafuente del Cano, Profesor Titular de Historia e Instituciones Económicas, Universidad de Valladolid

Acaban de cumplirse cien años del nacimiento de la primera mujer que ostentó el cargo de primera ministra en Reino Unido. El 13 de octubre de 1925, en la pequeña localidad inglesa de Grantham, nació Margaret Thatcher, quien, además, sería la primera mujer jefa de Gobierno en Europa. Lideró el Ejecutivo británico durante 11 años (1979-1990), un récord en la etapa democrática de su país que todavía no se ha superado.

Con Thatcher llegó el thatcherismo

Los centenarios suponen una buena oportunidad para analizar el perfil de los grandes y pequeños protagonistas de la historia. En este caso, el de una política muy divisiva, con un estilo de gobierno marcadamente presidencialista, pero que consiguió cambiar el rumbo de su país con una doctrina que llevó su nombre (thatcherismo) y que se imitó en una larga serie de naciones.

La trayectoria de Margaret Thatcher resultó revolucionaria en varios aspectos.

En primer lugar, por su género: fue una mujer poderosa en un mundo netamente masculino.

También por sus orígenes, pues –a diferencia de la mayoría de sus predecesores en el liderazgo conservador– carecía de título nobiliario. Thatcher fue en buena medida una representante de la clase media hecha a sí misma: su padre regentaba una tienda de comestibles y su madre era ama de casa. Estudió Química en la Universidad de Oxford, posteriormente trabajó en la empresa privada y más adelante obtuvo la Licenciatura en Derecho.

Y, además, por sus ideas: influida por los economistas de la escuela austriaca (individualista e impulsora del libre mercado), y en particular por Friedrich Hayek –cuyo libro Camino de servidumbre (1944) consideró siempre una referencia–, Thatcher se caracterizó por criticar el consenso alrededor de las ideas keynesianas de un Estado intervencionista, al que también se había adherido el partido conservador.




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Posguerra y captalismo dorado

Tras la II Guerra Mundial –y bajo el gobierno laborista de Clement Attlee (1945-1951)– Gran Bretaña puso en marcha su propio estado de bienestar, con el objetivo de proteger a los británicos “de la cuna a la tumba”.

El partido conservador aceptó el nuevo consenso y los sucesivos primeros ministros tories no realizaron grandes reformas al programa de protección social impulsado por los laboristas a comienzos de la posguerra.

Durante la gran expansión económica occidental que se produjo entre 1945 y 1975 (la “edad de oro” del capitalismo) Gran Bretaña creció menos que los países de su entorno y, cuando llegó la crisis del petróleo, en 1973, sufrió unos efectos más fuertes. Tanto, que en 1976 la economía británica tuvo que ser rescatada por el Fondo Monetario Internacional.

Además de esta decadencia económica, el país estaba sufriendo también el proceso de descolonización que desembocó en la traumática pérdida del Imperio británico.

Una sociedad de propietarios e inversores

Thatcher, diputada desde 1959 y ministra de Educación entre 1970 y 1974, llegó al liderazgo conservador en 1975. Por su agresividad verbal contra el comunismo los soviéticos la denominaron “la Dama de Hierro”, un apelativo que aceptó encantada.

En mayo de 1979 alcanzó el poder con mayoría absoluta, después del “invierno del descontento”, la mayor oleada de huelgas registrada en Gran Bretaña. Comenzó entonces una intensa campaña para reorientar el país con el objetivo de reducir el peso del Estado en la vida pública británica y crear una sociedad de propietarios e inversores.

Fue lo que la primera ministra llamó “capitalismo popular”. Así, se aplicaron una serie de medidas neoliberales: se privatizaron empresas públicas (telecomunicaciones, transporte, energía, etc.) a la vez que se fomentó que los ciudadanos compraran sus acciones (y por primera vez se convirtieran en accionistas).

Además, se impulsó la venta de las casas en alquiler a sus inquilinos y se bajaron los impuestos directos (que gravan la renta y el patrimonio) y la tributación de las empresas.

Hitos del gobierno Thatcher

La guerra de las Malvinas (1982), en la que Thatcher consiguió repeler con éxito una agresión de la dictadura militar argentina, le dio enorme popularidad y le ayudó a revalidar su mandato en 1983.

Tras su victoria emprendió una nueva batalla, esta vez en el interior, contra los sindicatos mineros que se oponían al cierre de las minas que tenían pérdidas económicas. El enfrentamiento dejó imágenes para la historia y concluyó con el triunfo del Gobierno.

En 1984, Thatcher sufrió un atentado terrorista del IRA. Tres años después consiguió la tercera mayoría absoluta consecutiva, un récord en la política británica.

En las relaciones exteriores estableció una sólida alianza con el presidente norteamericano Ronald Reagan, que compartía sus ideales neoliberales y su férrea oposición a la Unión Soviética: ambos tuvieron un notable papel en el final de la Guerra Fría.

Una mandataria de extremos

Ni el Gobierno ni la personalidad de Margaret Thatcher admitieron medias tintas. Si durante su mandato fueron recurrentes las protestas en las calles de las ciudades de Reino Unido, también es verdad que eran más los que no salían a las calles sino que votaban apoyando al Gobierno. Durante esos años la oposición estaba dividida y el Partido Laborista sufrió una escisión.

Algunas de sus medidas fueron muy populares, y otras lo contrario. Calcula el historiador británico Paul Johson en su libro Tiempos modernos (2007) que más de 8 millones de personas se convirtieron en accionistas por primera vez en su vida durante las privatizaciones thatcheristas. Y que se vendieron más de 2 millones de casas que antes estaban en régimen de alquiler. Muchos de ellos adquirieron una casa en propiedad por primera vez en su vida.

Por el contrario, fue muy denostado, por ejemplo, el poll tax: un tributo local que obligaba a los ciudadanos a contribuir por igual, independientemente de su nivel de ingresos y de la zona en que residieran. Entró en vigor por primera vez en Escocia en 1989 y posteriormente en Inglaterra y Gales en 1990. A finales de noviembre de 1990, la Dama de Hierro salió de Downing Street y, en marzo del año siguiente, el nuevo Gobierno conservador había sustituido este impuesto por el council tax, un impuesto también local que tiene en cuenta el valor de los inmuebles (y que sigue vigente).

1990: la Dama de Hierro sale de Downing Street

Thatcher dimitió, pues, en noviembre de 1990, acosada por sus enemigos internos, cuando su carácter se había vuelto más intratable y cuando la CEE (Comunidad Económica Europea) se había convertido en un campo de minas en su propio partido (cuyas consecuencias, salida de la UE incluida, han llegado hasta el presente). Le sucedió su ministro de Hacienda, John Major.

Los datos macroeconómicos mostraron el éxito de las políticas económicas thatcheristas: el PIB aumentó un 35 %, la renta se duplicó, la inflación bajó del 20 al 5 % y Gran Bretaña pasó del puesto 19º (de 22) al 2º entre los países de la OCDE. La otra cara de la moneda fue el aumento del desempleo y el incremento de la desigualdad. Todos los sectores sociales crecieron, pero no todos al mismo ritmo. Más bien la brecha social se agrandó.

En 1997 –18 años después de la última victoria laborista– Tony Blair y su Nuevo Laborismo llegaron al número 10 de Downing Street. Para vencer, el Partido Laboralista cambió sus estatutos (1996) y abrazó la economía de mercado.

Ya en el poder, Blair aceptó y mantuvo el programa económico thatcherista. Con ello, un nuevo consenso se había forjado y este fue, sin duda, el mayor legado de Margaret Thatcher.

The Conversation

Jorge Lafuente del Cano no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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‘Christiancore’: la moda de parecer santa a la que se ha sumado Rosalía

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Sandra Bravo Durán, Socióloga y Doctora en Creatividad Aplicada, UDIT – Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología

Portada del nuevo álbum de Rosalía, _LUX_, que saldrá a la venta el 7 de noviembre. Rosalía

La última tendencia estética no viene del gimnasio ni de la pasarela. Viene del cielo.

En redes sociales, la “santa contemporánea” se multiplica entre velos, cruces plateadas y frases bíblicas estampadas en camisetas. Se llama christiancore, y mezcla espiritualidad, ironía y deseo de pureza. Incluso Rosalía, cuya reciente imagen y la expectación en torno a su próximo álbum LUX han reavivado el interés por la imaginería católica, parece haberla abrazado.

Lo sagrado se ha vuelto tendencia. Y cuando la fe se convierte en filtro, la frontera entre devoción y performance se vuelve difusa.

De los altares al algoritmo

El término christiancore comenzó a circular en TikTok a mediados de 2023, impulsado por comunidades jóvenes que compartían imágenes de vírgenes, iglesias y frases como “God’s favorite” o “Heaven sent”. Medios como Highsnobiety o Dazed lo consagraron como “la nueva religión estética” del momento: una mezcla entre fervor, ironía y búsqueda de autenticidad.

En esencia, el christiancore convierte los símbolos del cristianismo –velos, cruces, túnicas blancas o frases bíblicas– en lenguaje visual. Es una forma de espiritualidad estilizada que transforma la fe en imagen y la devoción en estética, reflejando el deseo de hallar significado en un entorno dominado por la apariencia.

No es casual. En un mundo saturado de estímulos, donde cada deseo se convierte en contenido y cada emoción en story, el christiancore ofrece una pausa simbólica: un gesto de recogimiento visual. Sus protagonistas no visten religión: visten significado.

El retorno de lo sagrado

La fascinación por lo religioso en la cultura pop no es nueva. Desde la llamada “era católica” del pop –a la que se sumaron en su momento Madonna, Lady Gaga y Rosalía ya con El mal querer– hasta la exposición Heavenly Bodies del Metropolitan Museum en 2018, la estética litúrgica ha seducido a diseñadores y artistas.

Una mujer rubia vestida de blanco canta con un crucifijo al cuello.
Todo lo que se pone de moda ya lo hizo Madonna en su momento.
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El sociólogo Émile Durkheim definía la religión como el mecanismo que divide el mundo entre lo sagrado y lo profano, un sistema que permite a las sociedades dotarse de sentido.

Hoy, esa frontera se diluye: lo sagrado reaparece en forma de estética y lo profano se espiritualiza a través del algoritmo. Aunque la práctica religiosa institucional se debilita, la fe sigue presente bajo nuevas formas. Según el Pew Research Center (2025), en una muestra de 35 países, una media del 83 % de los adultos afirma creer en Dios o en un “ser superior”, mientras que la participación en servicios religiosos regulares cae con frecuencia a cifras mucho menores –en Europa occidental, por ejemplo, la asistencia semanal apenas alcanza o desciende por debajo del 25 %.– A escala global, se estima que el 76 % de la población se identifica con alguna religión, pero solo una parte minoritaria mantiene prácticas activas.

Esta paradoja revela que, mientras la devoción disminuye, la estética de lo sagrado resurge como patrimonio cultural y recurso simbólico. Su poder visual no es casualidad: durante siglos, la Iglesia utilizó el arte para enseñar, emocionar y transmitir su mensaje. En el Barroco, pintores como Murillo o Zurbarán crearon imágenes capaces de acercar lo divino a lo humano, transformando la fe en una experiencia sensorial a través de la luz, el color y la composición. Como explica el Museo del Prado, la imagen sagrada servía para instruir a una sociedad que apenas sabía leer. Esa tradición visual moldeó la sensibilidad colectiva del catolicismo y hoy reaparece, transformada por la cultura digital: los templos son pantallas, los altares algoritmos, y los símbolos de fe se reinventan como filtros que prometen sentido en un mundo saturado de imágenes.

Max Weber veía en la religión un motor de racionalización del mundo: una fuerza que daba orden y sentido a la vida social. Hoy ocurre justo al revés: el misterio se vuelve espectáculo. Vivimos una estetización de lo sagrado, donde lo trascendente se traduce en imagen, lo espiritual en estilo y la fe se muestra más que se practica.

Y sin embargo, el éxito del christiancore no habla de cinismo, sino de carencia. De una necesidad de trascendencia en una cultura que ya no sabe detenerse.

Santas del algoritmo: del ruido al recogimiento

Entre tanto ruido actual –redes, tareas, eventos sociales, crisis, guerras–, emerge una estética que busca silencio: una espiritualidad visual que traduce el agotamiento en recogimiento. El velo, el crucifijo o el blanco monacal funcionan como refugios simbólicos frente al vértigo digital, como si vestirse de santa fuese una forma de reconectar con lo esencial.

En este contexto, Rosalía encarna el tránsito de una pop star a una figura mística. Su reciente imaginería –entre monja, musa y penitente–, reforzada por la estética previa al lanzamiento de LUX, no es devoción: es búsqueda. Como ella misma confesó en su entrevista en Radio Noia, le atrae “la idea de vivir en clausura, como una monja, centrada solo en crear y encontrar la paz”.

Una declaración que condensa el espíritu del christiancore: el deseo de desconexión y de sentido en medio de la saturación.

Fe, identidad y mercado

La espiritualidad, sin embargo, también llega al mercado. Dentro del ecosistema core –abreviatura que agrupa subculturas estéticas como cottagecore, balletcore o blokettecore–, cada tendencia traduce un estado emocional colectivo. El christiancore simplifica la fe y la convierte en lenguaje visual: una espiritualidad portátil, wearable, accesible y replicable.

Aquí, la religión ya no organiza la vida social, sino que se fragmenta en microexperiencias visuales, donde la fe se estetiza y se consume. La trascendencia se privatiza, la comunidad se disuelve y lo espiritual se vuelve accesorio.

Como advertía Pierre Bourdieu, el campo religioso se reconfigura en campo simbólico: la fe se mide en capital cultural y la estética sustituye al dogma.

En la era del branding personal, el símbolo religioso ya no apunta hacia el cielo, sino hacia el yo. El crucifijo es accesorio; la santidad, pose. Y el altar ha sido sustituido por la cámara frontal. El mercado ha entendido que la fe también vende.

Surgen marcas del llamado faith-based apparel –moda inspirada en la fe– como God is Dope o Elevated Faith, que combinan lenguaje evangélico y estética urbana: tipografías góticas, ángeles bordados o frases sobre Dios. La lógica de los drops (lanzamientos limitados de ropa que generan deseo por escasez) convierte lo divino en producto.

En palabras de Karl Marx, la religión –y ahora su estética– puede funcionar como una ilusión reconfortante: una forma de espiritualidad al servicio del capital.

Del ruido al recogimiento

Pero el christiancore no es una moda superficial: es un síntoma. Habla de una época que, agotada por la saturación, busca trascendencia entre pantallas. Numerosos estudios muestran que la generación Z ha dejado de confiar en las instituciones –políticas, mediáticas y religiosas–, pero no ha renunciado al deseo de creer.

Según el informe “Gen Z & Grievance”, el 58 % de los menores de 30 años expresa un “grado moderado o alto de queja” hacia las instituciones, reflejando una profunda desafección. Y sin embargo, el Springtide Institute señala que más del 70 % de los jóvenes se consideran espirituales. Esa brecha entre desafección y anhelo explica el auge de lenguajes estéticos como el christiancore: intentos de vestir el vacío de sentido con símbolos que aún prometen redención.

El filósofo Byung-Chul Han en No-cosas lo resumió con precisión: “cuantas más informaciones producimos, menos sentido tenemos”. En un mundo saturado de imágenes, la generación Z busca símbolos que devuelvan profundidad al gesto. Lo sagrado se vuelve estética, la fe se hace visible, y la moda se convierte en un nuevo lenguaje espiritual.

Rosalía y los adeptos a esta tendencia no visten religión: visten significado. Nos recuerdan que, incluso en la era del algoritmo, la belleza y la fe comparten una misma raíz: la búsqueda de sentido.

Y quizá ese sea, también, el punto en el que se encuentra hoy la moda.

The Conversation

Sandra Bravo Durán no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ‘Christiancore’: la moda de parecer santa a la que se ha sumado Rosalía – https://theconversation.com/christiancore-la-moda-de-parecer-santa-a-la-que-se-ha-sumado-rosalia-268156

Podemos usar la tecnología para pensar mejor, y no para que piense por nosotros

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Luis Daniel Lozano Flores, Profesor investigador en Educación, Universidad de Guadalajara

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El término cíborg proviene del acrónimo en inglés de la frase “organismo cibernético” y define un ser que combina sus elementos biológicos con los tecnológicos. Pero aunque en nuestra mente a menudo asociemos la palabra con un organismo artificial, metálico y robótico, una persona que trabaja con su computadora y usa tabletas, dispositivos móviles, relojes inteligentes o gafas de inteligencia artificial podría ser, en la concepción más amplia del término, un cíborg.

Si a nuestras capacidades biológicas como la memorización (de un número de teléfono, una receta de cocina, la ruta hacia un lugar) unimos las capacidades artificiales de almacenaje de datos y su recuperación que nos dan las tecnologías (pues de algún modo nuestra memoria se apoya y alimenta de lo que nos ofrecen los dispositivos), no hablamos tanto de cíborg como de “mente extendida”.

Es decir, aprovechamos una herramienta artificial para extender nuestras capacidades cognitivas. Por ejemplo, usamos una calculadora para resolver una multiplicación; seguimos las instrucciones de Google Maps para llegar a un sitio; o pedimos a la inteligencia artificial que nos ayude a corregir la redacción de un ensayo académico, o incluso nos proponga una estructura distinta que ayude a mejorarlo.




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¿Y dónde queda la cognición?

¿Pero hasta qué punto estamos “extendiendo” nuestra mente, es decir, llegando más lejos de lo que podríamos solos, o simplemente reemplazándola? ¿Dónde ponemos la frontera entre la tecnología como potenciadora de nuestras capacidades y la tecnología como sustituta de estas capacidades, especialmente cuando hablamos de mentes en desarrollo como las de los estudiantes?

Pensemos en el siguiente ejemplo:

En una tarea universitaria se les pide a los estudiantes que redacten un ensayo sobre la historia de la inteligencia artificial.

El estudiante 1 le pide a algún motor de inteligencia artificial generativa como Gemini, ChatGPT o Deepseek que le elabore un ensayo. Después corrige algunas cuestiones de redacción, nexos, y listo: pareciera un trabajo que cumple con las directrices del docente, incluso en el texto propone una mirada crítica ante el tema.




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El estudiante 2 analiza primeramente cuáles son sus conocimientos previos y basándose en ellos utiliza los mismos motores, agregando Notebook LM para crear guías de estudio, un pódcast y un vídeo explicativo. Al mismo tiempo, anota a mano en su cuaderno sus ideas críticas, redacta el texto y utiliza la inteligencia artificial para revisar si hubo algún error de dedo, si alguna idea parece no entenderse. Por último, utiliza las modalidades de investigación profunda de ChatGPT y Gemini para identificar cursos y libros que pudieran ayudarle a mejorar los aspectos gramaticales en donde tuvo errores dentro de su ensayo.

En ambos casos, se cumple con el trabajo con la ayuda de herramientas tecnológicas que amplían nuestras capacidades cognitivas, pero sólo en el segundo caso se hace énfasis en técnicas de estudio, en respetar el ritmo biológico de los procesos cognitivos que influyen en la redacción e incluso en utilizar Notebook LM y otras herramientas para aprender.

Equilibrio entre tecnología y aprendizaje

Para aprovechar las tecnologías sin empeorar nuestras capacidades cognitivas y crear dependencias, es fundamental que reflexionemos siempre si el uso está contribuyendo al aprendizaje.

Son tres los puntos relevantes que ayudarían a encontrar un equilibrio entre una mente extendida y una mente dependiente. El primero de ellos es la ética en el uso de la tecnología y la IA: para entender las directrices éticas en la utilización de la inteligencia artificial existen ya algunas guías prácticas como la elaborada por la Unión Europea o la UNESCO.

Entre los puntos clave para su uso ético, está la transparencia, es decir, ser honesto sobre cuándo y cómo se ha utilizado; la responsabilidad, al asumir siempre la autoría y responsabilidad del trabajo final; originalidad y aporte personal, utilizando la IA para explorar ideas y superar bloqueos, pero nunca para sustituir el esfuerzo intelectual, y la privacidad, para ser consciente de la información que compartimos con estas herramientas.

Automatizar lo mecánico, no lo estratégico

En segundo lugar, debemos ser intencionales con la automatización. La tecnología nos permite ahorrar tiempo, pero es crucial diferenciar qué tipo de acciones delegamos. El equilibrio no se mide en “cuántas” tareas automatizamos, sino en “cuáles”. La regla es simple: automaticemos lo mecánico, no lo estratégico. Podemos usar la IA para tareas que apoyan nuestro pensamiento, pero que no son el pensamiento per se. Por ejemplo: transcribir una entrevista, resumir un documento largo para captar la idea principal, corregir la ortografía y la gramática o buscar fuentes de información.

Las acciones que debemos proteger del exceso de automatización son aquellas que construyen nuestras habilidades a largo plazo: la búsqueda de ideas originales, la estructuración de un argumento complejo, la conexión de conceptos dispares para generar una idea nueva (innovación) y la redacción del pensamiento crítico que forma el corazón de un ensayo.

El peligro de automatizar estas tareas centrales es que, a largo plazo, podríamos entorpecer nuestra capacidad de imaginar, crear y razonar de forma independiente, convirtiéndonos en meros editores de contenido generado por máquinas.

Un asistente brillante pero falible

En tercer lugar, debemos mantener una supervisión crítica y activa. La inteligencia artificial puede fallar, inventar fuentes o presentar datos erróneos. La relación de este hecho con la dependencia es fundamental: al saber que la herramienta no es infalible, nos vemos obligados a verificar, cuestionar y contrastar la información.

Este proceso de supervisión es un ejercicio cognitivo en sí mismo. Caemos en la dependencia cuando aceptamos pasivamente lo que la IA nos entrega. Por el contrario, al tratarla como un asistente brillante pero falible, mantenemos nuestra mente en el centro del proceso, ejercitando el juicio crítico que es, precisamente, lo que queremos potenciar.

Conciencia e intención

La línea que separa una mente extendida de una mente dependiente no está en la tecnología en sí, sino en la conciencia y la intención con que la usamos. Como vimos en el ejemplo de los dos estudiantes, las mismas herramientas pueden conducir a resultados muy diferentes: una puede simular el conocimiento, mientras que otra puede promover una comprensión más profunda y auténtica.

Esto no implica renunciar al gran potencial de la inteligencia artificial, sino convertirnos en expertos en nuestras herramientas y apoyarnos en tres pilares: una actitud ética que garantice que somos los autores definitivos de nuestro trabajo; una automatización consciente, que nos libera de tareas rutinarias para enfocarnos en la creatividad y el pensamiento crítico; y una supervisión activa, que asegura que nuestro juicio siga siendo el filtro final y esencial.

La verdadera mente extendida no es aquella que externaliza su memoria o habilidades de escritura, sino la que usa la tecnología para potenciar sus capacidades humanas únicas, como la curiosidad, la creatividad, la empatía y el juicio ético.

The Conversation

Luis Daniel Lozano Flores no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Podemos usar la tecnología para pensar mejor, y no para que piense por nosotros – https://theconversation.com/podemos-usar-la-tecnologia-para-pensar-mejor-y-no-para-que-piense-por-nosotros-265225

Un estudio de la microbiota de tres generaciones confirma cuánto cambia y cómo afecta a la salud

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alma Cristina Villaseñor Solís, Profesor de Análisis Químico y Técnicas Bioanalíticas, Universidad CEU San Pablo

Fuseass/Shutterstock

El estudio de la microbiota ha cobrado una importancia creciente en los últimos años. Actualmente es habitual encontrar alusiones a ese término –o al “microbioma”– en campañas publicitarias de yogures o incluso cremas corporales. Sin embargo, ¿qué sabemos sobre ella? ¿Qué papel juega desde que nacemos? Porque, como indican las últimas investigaciones, su evolución durante la primera infancia tiene implicaciones en nuestra salud del futuro.

Antes que nada, para aclarar la confusión terminológica, debemos puntualizar que el término “microbiota” se ciñe al conjunto de microorganismos que residen en nuestro cuerpo. Estos incluyen hongos, arqueas, virus, parásitos y, sobre todo, bacterias, que son las más abundantes. Aunque también se ha conocido históricamente como flora intestinal, este término está cayendo en desuso.

Distribución de la microbiota en las diferentes regiones del cuerpo. La ilustración indica el número de especies bacterianas estimadas en cada órgano o sistema. Ilustración de los autores.

Por su parte, el concepto de “microbioma” es más amplio: alude, además, al conjunto de genes que estos microorganismos aportan en un ecosistema o nicho biológico.

Importancia de la microbiota intestinal

Los primeros indicios sobre la existencia de microorganismos datan del siglo XVII. Sin embargo, han sido los avances en técnicas innovadoras y altamente especializadas, como la genómica y la metabolómica, los que han revolucionado su estudio.

Debido al elevado número de bacterias que residen en el cuerpo humano, la microbiota se considera un “superorganismo”. Por tanto, no es de extrañar que desempeñe un papel fundamental en los procesos metabólicos de nuestro cuerpo y, por ende, en nuestra salud.

Su desequilibrio, situación conocida como disbiosis, aumenta la probabilidad de trastornos y enfermedades en el huésped. En numerosos estudios, estos desequilibrios se asocian con enfermedades gastrointestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, y diferentes alergias alimentarias.

Además, la disbiosis se relaciona con trastornos que afectan a otros órganos, tales como el sistema nervioso central, en el caso del autismo y depresión.

Aunque resulta difícil definir qué es una microbiota “normal o beneficiosa”, se considera que es más saludable cuanto mayor sea su diversidad y equilibrio entre las especies, así como su capacidad de producir metabolitos como los ácidos grasos de cadena corta, especialmente el ácido butírico.

Evolución de la microbiota intestinal con la edad

A pesar de los avances en el conocimiento de la microbiota intestinal, existen numerosas incógnitas sobre su desarrollo y evolución. La colonización temprana, que ocurre principalmente por la vía materna, es fundamental para la salud futura, ya que influye en el bienestar del individuo a lo largo de la vida.

En particular, los primeros mil días de vida son cruciales. Este periodo marca los primeros contactos con estímulos externos y coincide con el desarrollo y maduración del sistema inmunitario. Patrones anormales en esta etapa pueden estar asociados con enfermedades inmunitarias en edad adulta.

Para comprender cómo se establece la microbiota intestinal desde la infancia y la influencia de factores maternos, emprendimos un estudio intergeneracional que, diseñado entre la Universidad CEU San Pablo y el Hospital Niño Jesús, incluía a bebes lactantes, sus madres y sus abuelas. En este trabajo se reclutaron 200 participantes de las tres generaciones y se recogieron muestras de heces de todos ellos.

Los cambios más importantes que encontramos en los metabolitos fecales de los lactantes con respecto a las progenitoras fueron el aumento de la glucosa y los ácidos grasos poliinsaturados. Por el contrario, observamos una disminución de los niveles de ácidos grasos saturados y monoinsaturados, los cuales eran más altos en madres y abuelas. Estos cambios son el reflejo de las diferencias en el tipo de dieta y los procesos metabólicos relativos al envejecimiento.

En cuanto a los ácidos grasos de cadena corta, los lactantes presentaron en su mayoría menores cantidades que sus progenitoras. Estos metabolitos derivan principalmente de la microbiota y son muy importantes porque tienen propiedades beneficiosas para la salud.

Por otra parte, el estudio genómico permitió observar que el 40 % de bacterias intestinales de los lactantes pertenecen a unas pocas especies, como Bifidobacterium bifidum, Bifidobacterium breve, Bifidobacterium longum, Escherichia coli y Faecalibacterium prausnitzii. Por el contrario, estas bacterias en la microbiota adulta tan solo representan el 7 %.

En conjunto, los resultados demuestran que la microbiota de los lactantes es menos diversa porque se encuentra todavía en maduración, al igual que su sistema inmune y gastrointestinal.

La integración de toda esta información también nos permitió identificar que los lactantes estaban caracterizados por una mayor presencia en heces de bacterias del género Bifidobacterium y glucosa. Este dato coincide con el tipo de dieta de los lactantes, que está basada en leche materna. Por otra parte, en las adultas se encontró una microbiota más diversa, con menor cantidad de azúcares, lo que indica un menor metabolismo de carbohidratos.

En conjunto, nuestros hallazgos ayudaron a entender mejor cómo se desarrollan las diferentes comunidades microbianas en etapas tempranas. Además, proporcionaron pruebas claras sobre los procesos biológicos que caracterizan la microbiota intestinal según la edad.

Modulación de la microbiota intestinal

Actualmente, la microbiota se considera una diana terapéutica sobre la que actuar para mejorar la salud. Dentro de las principales estrategias destacan:

1. Dieta. Es un factor clave para modular la microbiota intestinal. Esto se debe a que diversos alimentos pueden tener un efecto positivo o negativo en su composición.

2. Probióticos, prebióticos y simbióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que, en cantidades adecuadas, aportan beneficios al hospedador. Los más estudiados incluyen Lactobacillus rhamnosus y bifidobacterias, que favorecen una microbiota diversa y saludable. En cambio, los prebióticos son compuestos no digeribles como la fibra que estimulan el crecimiento de bacterias saludables.

La combinación de ambos, conocida como simbióticos, tiene un efecto sinérgico que mejora la implantación de bacterias beneficiosas. Como consecuencia, los resultados con simbióticos son superiores a los obtenidos con probióticos o prebióticos por separado. Por ejemplo, la leche materna es un simbiótico natural que contribuye a la prevención de alergias.

3. Trasplante de microbiota fecal. Consiste en transferir microorganismos fecales de un donante sano a un paciente enfermo con el objetivo de restaurar su microbiota intestinal. Actualmente, esta práctica está aprobada únicamente para tratar infecciones recurrentes por Clostridium difficile en pacientes que no responden a antibióticos, aunque está siendo investigada en otras muchas enfermedades.

Hoy sabemos que los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo no son simples “inquilinos”. Por el contrario, la microbiota es un aliado fundamental que juega un papel crucial en el sistema inmunitario y en la homeostasis de nuestra salud desde nuestros primeros días de vida. Por ello, la investigación en biomedicina avanza hacia tratamientos personalizados que contemplen el genoma, el metabolismo y el microbioma de cada paciente.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Un estudio de la microbiota de tres generaciones confirma cuánto cambia y cómo afecta a la salud – https://theconversation.com/un-estudio-de-la-microbiota-de-tres-generaciones-confirma-cuanto-cambia-y-como-afecta-a-la-salud-255234

Petróleo en la desembocadura del Amazonas: Brasil continúa con la expansión silenciosa de sus fronteras fósiles

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Urias de Moura Bueno Neto, Especialista em Transição Energética (PUCPR) e Mestrando em Engenharia Ambiental, Universidade Federal do Paraná (UFPR)

La desembocadura del río Amazonas, en una imagen de satélite. European Space Agency, CC BY

Mientras el mundo debate formas de contener el calentamiento global, Brasil sigue ampliando sus fronteras de exploración de petróleo y gas. El pasado miércoles 22 de octubre, la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) llevó a cabo una subasta del 3º Ciclo de la Oferta Permanente de Participación (OPP), que concedió cinco bloques de exploración en el llamado polígono del presal –la mayor reserva petrolera del país– a empresas nacionales y extranjeras.

El resultado, que amplió en un 50 % el área de exploración bajo el régimen de reparto, se produjo solo un día después de que el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) autorizara la perforación en el bloque FZA-M-59, en la cuenca marina de Foz do Amazonas, frente a la desembocadura de este río, y refuerza la contradicción entre el discurso climático del Gobierno y la continuidad de la expansión fósil.

Este modelo de oferta continua de bloques exploratorios en el polígono del presal y áreas estratégicas, creado en 2017 bajo el Gobierno de Michel Temer, transformó el territorio brasileño en un gran tablero de licitaciones permanentes. Los bloques no adjudicados en subastas anteriores siguen disponibles indefinidamente, y el resultado es una expansión silenciosa de las fronteras fósiles, sin el mismo nivel de debate público que las megalicitaciones del pasado.

Compromiso con un modelo obsoleto

La justificación del Gobierno es la de siempre: generar ingresos y puestos de trabajo. Pero detrás de la recaudación inmediata con los bonos de suscripción, el país renueva su compromiso con un modelo energético obsoleto. Hoy en día, Brasil es el sexto mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta, y las emisiones relacionadas con la explotación y la quema de petróleo y gas, por sí solas, superan los objetivos de reducción previstos por la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) para 2033.

Desde el inicio de la explotación del presal en 2010, la producción de petróleo prácticamente se ha duplicado, pasando de 856 millones a 1 550 millones de barriles equivalente de petróleo –una unidad de medida que equivale a la energía liberada al quemar un barril de petróleo crudo– al año en 2024. Este crecimiento contrasta con la promesa de una transición energética justa y sitúa al país en una posición de liderazgo entre los que más expanden el uso de combustibles fósiles.

Según el informe The Money Trail Behind Fossil Fuel Expansion in Latin America and the Caribbean, elaborado por el Instituto Internacional ARAYARA y la ONG Urgewald, Brasil representa el 45 % de la nueva expansión del petróleo y el gas en toda América Latina, con 11 000 millones de barriles equivalente de petróleo previstos. El país también lidera la expansión de gasoductos, con más de 3 000 kilómetros previstos, parte de los cuales conectarán el presal y la Amazonia con nuevos polos industriales y portuarios.

La 3ª OPP se celebró en un contexto aún más controvertido: el Ibama autorizó la perforación en el bloque FZA-M-59, en la cuenca de Foz do Amazonas, abriendo la primera frontera de exploración petrolera en la costa amazónica. La decisión, tomada menos de un mes antes de la COP30, que se celebrará en Brasil (en la ciudad de Belém), pone de manifiesto la contradicción entre el discurso climático del Gobierno y su práctica energética.

Licencias contrarias a los dictámenes técnicos

La concesión de licencias a la empresa petrolera brasileña Petrobras –que ya representa el 29 % de la expansión de los combustibles fósiles en América Latina– se autorizó a pesar de los dictámenes técnicos contrarios de los propios funcionarios del Ibama y sin consultar previamente a las comunidades pesqueras y los pueblos indígenas, como exige el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.

Se trata de un precedente peligroso. El bloque FZA-M-59 es solo el primero de decenas que pueden ser liberados en el Margen Ecuatorial brasileño, una franja que se extiende desde el estado de Amapá hasta Río Grande do Norte y alberga uno de los ecosistemas marinos más sensibles del planeta.

La región se ha convertido en escenario de una disputa cada vez más encarnizada por nuevas áreas de exploración. En el [5º ciclo de la Oferta Permanente de Concesión](https://docs.google.com/document/d/1H7aleLcJgrIKiRg9eu180Vsf1tJlbJ_i7dlqk86pM7w/edit?tab=t.0 “), por ejemplo, de los siete bloques disputados entre los consorcios Chevron/CNPC y Petrobras/ExxonMobil, la asociación entre China y Estados Unidos salió victoriosa en la zona del cono del Amazonas, estimada por la Agencia de Investigación Energética ([EPE]) en 4 200 millones de barriles de petróleo equivalente.

Esta carrera por el petróleo en plena costa amazónica, sumada al riesgo de derrames, la contaminación acústica de las plataformas, la restricción de la pesca y la amenaza a la biodiversidad, desmonta el argumento de una supuesta “explotación responsable”.

Una decisión política, no energética

Mientras el Gobierno busca proyectar al país como líder internacional en materia climática, sus decisiones indican lo contrario. Brasil sigue abriendo nuevas áreas de exploración y fortaleciendo la presencia de gigantes extranjeros como Shell, Chevron, Total, CNPC y Qatar Energy, todos aptos para participar en la OPP.

La justificación de que el presal entrará en declive después de 2030 choca con el hecho de que el 70 % de las áreas bajo el régimen de reparto aún no han sido explotadas, lo que revela una vez más una elección política más que una necesidad energética.

En vísperas de la COP30, la pregunta es inevitable: ¿cómo puede el país que acogerá la principal conferencia sobre el clima abrir al mismo tiempo la explotación petrolera en el corazón de la Amazonia? La concesión de licencias en Foz y la nueva subasta de bloques exponen la misma lógica: posponer la transición energética en nombre de una falsa seguridad económica.

El avance silencioso de las fronteras fósiles no es solo una cuestión medioambiental: es una decisión sobre el tipo de futuro que elige Brasil. Un futuro de dependencia, emisiones y vulnerabilidad, o uno de innovación, justicia climática y soberanía energética. Lo que está en juego, más que barriles de petróleo, es la coherencia de un país que dice querer liderar al mundo hacia un planeta sostenible.

The Conversation

Urias de Moura Bueno Neto es coordinador de Medio Ambiente e Ingeniería del Instituto Internacional ARAYARA.

ref. Petróleo en la desembocadura del Amazonas: Brasil continúa con la expansión silenciosa de sus fronteras fósiles – https://theconversation.com/petroleo-en-la-desembocadura-del-amazonas-brasil-continua-con-la-expansion-silenciosa-de-sus-fronteras-fosiles-268317

La selección: ¿cómo arreglamos el sistema alimentario?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Lucía Caballero, Coordinadora internacional / Editora de Medio Ambiente y Energía, The Conversation

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Somos más de ocho millones de humanos en la Tierra. Más de ocho millones de personas que necesitan comer todos los días. Afortunadamente, hemos desarrollado diferentes avances científicos y técnicos que nos han permitido producir y distribuir alimentos por gran parte del mundo, pero el coste ambiental ha sido enorme: la agricultura y la ganadería generan abundantes emisiones de gases de efecto invernadero, consumen mucha agua y provocan pérdida de biodiversidad, contaminación y deforestación.

La huella que deja este modelo en el planeta es insostenible, pero hay un amplio margen para el cambio.

Menos desperdicio y fertilizantes más eficientes

Una forma de mejora consiste en reducir el desperdicio. Ahora mismo, tiramos a la basura un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo, tanto por parte de la industria como en los hogares. Y con ellos, desperdiciamos los recursos empleados para generarlos. Para frenar esta tendencia es necesario actuar en todos los niveles de la cadena alimentaria, desde el usuario final hasta los agricultores y distribuidores.

Otras estrategias se centran en modificar las prácticas agrícolas, por ejemplo, con una fertilización más eficiente (el nitrógeno no utilizado por las plantas contamina el suelo, la atmósfera y el agua), reduciendo la necesidad de riego y cuidando la salud del suelo y la biodiversidad.

También en el caso de la ganadería, es posible reducir el consumo de agua y priorizar las prácticas de pastoreo frente al modelo industrial.

Mayor consumo de algas e insectos

Incluir más productos vegetales y marinos, y disminuir el consumo de aquellos de origen animal en nuestra dieta, contribuye a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema alimentario.

Pero además, existen otras alternativas más allá de los alimentos tradicionales. Por ejemplo, las algas y las microalgas constituyen fuentes interesantes de nutrientes cuya obtención tiene un bajo impacto ambiental (no requieren tierra cultivable, fertilizantes ni agua dulce) y puede, de hecho, contribuir a mitigar el cambio climático y la acidificación de los océanos.

Los insectos suponen otra opción innovadora con una baja huella ecológica. Su cría requiere menos recursos, emite menos gases de efecto invernadero y genera menos desechos que las fuentes tradicionales de proteína animal. La industria en torno a este alimento está creciendo considerablemente, y en Europa ya se han aprobado cuatro especies para el consumo humano.

Solo cambiando el actual esquema de producción y consumo de alimentos podremos alcanzar los objetivos de reducción de emisiones y de conservación de la biodiversidad, y garantizar la seguridad alimentaria de una población en constante crecimiento.

The Conversation

ref. La selección: ¿cómo arreglamos el sistema alimentario? – https://theconversation.com/la-seleccion-como-arreglamos-el-sistema-alimentario-267799