Los dibujos que recuperan la España del siglo XVII gracias a un viaje principesco

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Miguel Taín Guzmán, Chair professor, Universidade de Santiago de Compostela

La afición por el chocolate a la taza al estilo español del Gran Príncipe de la Toscana, Cosme III de Médici, se vio gratamente complacida durante su estancia en Madrid. En la ciudad contrató a dos maestros chocolateros para que le preparasen alrededor de 67 kilos que envió a Florencia con el objetivo de tener reservas para los inviernos toscanos.

Esta anécdota es una de las muchas sucedidas durante su larguísimo viaje por España, Portugal, Inglaterra, Países Bajos y Francia entre septiembre de 1668 y octubre del año siguiente, con el fin de prepararse para ocupar el trono del Gran Ducado de Florencia.

Retrato de Cosme III de Médici a los pocos meses de haber venido a España; 1670.
Universitätsbibliothek Heidelberg

Su objetivo era conocer personalmente a los reyes y autoridades de las principales cortes europeas. También fortalecer los lazos diplomáticos, económicos y culturales con esos países, e informarse del funcionamiento de las instituciones y de sus avances en los campos del gobierno, la industria, la economía, el saber y las artes. Los numerosos cuadros adquiridos en esos países durante su prolongado reinado (1670-1723), hoy en la Galería de los Uffizi y en la Galería Palatina de Palacio Pitti, son buena prueba de ello.

El recorrido

Cosme III partió en dos galeras desde el puerto de Livorno, en Italia. Tras rodear la costa francesa, alcanzó la catalana y fondeó primero en Cadaqués (el 25 de septiembre) y luego en Roses y Palamós. Su destino era Barcelona, y allí desembarcó la tarde del 29 de septiembre para desplazarse por tierra a Madrid. Lo hizo en una calesa de dos ruedas traída desde Florencia. Durante el trayecto tuvo oportunidad de visitar lugares como Montserrat, Lleida, Zaragoza y Alcalá de Henares, entre otros, y durmió, según la disponibilidad, en casas privadas, conventos y posadas.

Entre el 24 de octubre y el 25 de noviembre se instaló en la Corte, en una casa del barrio de Santa Bárbara en Madrid. Allí visitó iglesias y palacios, incluidos los reales sitios, prestando especial atención a sus bibliotecas y pinacotecas. Le interesaban particularmente los catorce cuadros de las victorias militares de Felipe IV colgados en el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. También se reunió, en audiencia privada en el Real Alcázar, con la familia real, el entonces rey niño Carlos II y la reina regente Mariana de Austria, viuda de Felipe IV.

Siguió el tour bajando al sur y pasando por Toledo, Córdoba, Granada y Sevilla. Allí visitó la catedral y el Real Alcázar, y se sorprendió por las formas de la arquitectura islámica de la región que contemplaba por primera vez. A continuación, desde Zafra y Badajoz, se dirigió a Lisboa, en el vecino reino de Portugal, cuya frontera cruzó el 9 de enero.

No acabó ahí su experiencia en lo que ahora es España. Casi dos meses después entró en Galicia desde el norte de Portugal, recorriendo Redondela, Pontevedra, Padrón y Santiago de Compostela. En esta última ciudad visitó la catedral y asistió a la misa del peregrino. Finalmente, el 19 de marzo de 1670 embarcó en A Coruña con destino Inglaterra, para continuar su gira europea.

La crónica oficial del viaje

¿Y cómo sabemos todo esto, todos sus movimientos, con tanto detalle? Porque un enorme séquito formado por veintisiete personas, entre nobles, criados y sirvientes, acompañaba a Cosme. Y porque uno de ellos, el diplomático Lorenzo Magalotti, secretario de la Academia del Cimento y miembro de la Academia de la Crusca, fue el encargado de escribir la crónica oficial del viaje, la Relazione Ufficiale del Viaggio di Cosimo III.

Se trata de un gigantesco códice dividido en dos volúmenes de unos veintiséis kilos de peso cada uno que hoy se guarda en la Biblioteca Medicea Laurenziana, en Florencia. En sus páginas se relata el día a día del príncipe y se da noticia sobre las personas conocidas en cada localidad, las iglesias y monumentos visitados, así como información sobre tradiciones locales, los espectáculos contemplados, la vida religiosa compartida, los alojamientos disfrutados y algunas curiosidades sobre la gastronomía. El primero se dedica al relato del viaje en España y Portugal, mientras el segundo narra el resto del itinerario.

Lo más interesante es que ambos se ilustran con doscientas cincuenta y siete espectaculares vistas de las ciudades y lugares visitados, realizadas en tinta negra sobre papel. Su autor es Pier Maria Baldi, pintor y arquitecto florentino formado en Roma con Bernini y Pietro da Cortona, también miembro del séquito del viaje junto a sus colaboradores. El repertorio constituye la colección más completa de panorámicas de ciudades y localidades de Europa del siglo XVII.

Las vistas de España

Ochenta y seis de las vistas están dedicadas a lugares por los que Cosme pasó en su viaje por España, en las hoy comunidades autónomas de Cataluña, Aragón, Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Galicia. Corresponden sobre todo a panorámicas de ciudades, villas y pueblos como Barcelona, Zaragoza, Madrid o Sevilla, aunque también hay algunos dibujos de reales sitios, aldeas cortijos y ventas en las que se hospedó y que recuerdan a las descritas en el Quijote.

Baldi representa fielmente los hitos arquitectónicos más importantes de cada localidad, como las murallas, la catedral, las iglesias y algún palacio y casona, dando lugar a “metáforas del tiempo y del espacio”. Así los llamaba el historiador de arte Delfín Rodríguez cuando analizaba panorámicas urbanas de otros enclaves europeos.

El príncipe visitó muchos de esos lugares, se entrevistó en ellos o en sus jardines con autoridades locales, asistió en sus escenarios a algún espectáculo e, incluso, se alojó en alguna de sus habitaciones, como bien explica el diario. Cada imagen conforma una mirada del autor sobre buena parte de los monumentos más importantes de la arquitectura española, muchas veces acompañada por la opinión escrita de Magalotti.

Y la mayoría reflejan ciudades medievales en proceso de modernización. Porque, en el momento de la visita, los edificios monumentales se renovaban según el nuevo estilo internacional del momento, el Barroco. Igualmente, las calles se remodelaban buscando la línea recta, eliminando arcadas y voladizos, y las plazas se ampliaban, dotándolas de formas amplias y regulares, para la celebración de mercados y espectáculos.

Además, estos dibujos documentan el estado de esos lugares en el momento del viaje, pues muchos fueron luego reformados, alterados, demolidos e incluso destruidos con motivo de incendios, abandonos o las bombas de la guerra civil española. De hecho, algunos pueden ser estudiados en buena medida gracias a estos dibujos. Entre esos se encuentran el Real Alcázar de Madrid, destruido por un voraz incendio en 1734, el Palacio del Buen Retiro, derribado por partes casi completamente a lo largo del siglo XIX tras su deterioro por la guerra de Independencia, o la población de Las Rozas, arrasada en el conflicto del 1936.

Por ello, un equipo de investigadores españoles estamos dedicándonos a estudiar (y disfrutar) este testimonio gráfico excepcional de la historia urbana española del siglo en el proyecto “La España del siglo XVII en las vistas urbanas del arquitecto florentino Pier Maria Baldi”. En los próximos meses iremos publicando en The Conversation los mejores análisis de estas imágenes. La intención es profundizar en la historia del urbanismo y la arquitectura de nuestro espléndido país.


El proyecto cuenta con el apoyo del The Medici Archive Project de Florencia, dirigido por Alessio Assonitis, experto internacional en los Medici, y del Centro Interdipartimentale di Ricerca sull’Iconografia della Città Europea, dirigido por Alfredo Buccaro, experto internacional en coreografías urbanas. Además, colaboran la Biblioteca Medicea Laurenziana y el Kunsthistorisches Institut de Florencia.

The Conversation

Miguel Taín Guzmán recibe fondos para el proyecto PID2023-147647NB-I00 financiado por MCIU /AEI /10.13039/501100011033 / FEDER, UE, años 2024-2027

ref. Los dibujos que recuperan la España del siglo XVII gracias a un viaje principesco – https://theconversation.com/los-dibujos-que-recuperan-la-espana-del-siglo-xvii-gracias-a-un-viaje-principesco-264424

Los microplásticos que no llegan al océano se acumulan en el suelo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Virtudes Martínez Hernández, Investigadora en contaminación de agua y suelo, IMDEA AGUA

Maksim Safaniuk/Shutterstock

Todavía recuerdo cuando iba a la playa, la arena era blanquecina y solo las partículas que procedían de rocas más calcáreas brillaban con la luz. Hoy, las playas se han convertido en un mosaico cromático, donde las partículas de plástico de distintos tonos resaltan sobre el color de la arena.

Pero el plástico que acaba en las playas procede de algún lado. Se ha estimado que aproximadamente el 80 % del que se encuentra en los océanos proviene de fuentes terrestres, y los ríos son su principal vía de transporte. Al final, la mayoría de los plásticos se producen, consumen y desechan en tierra firme.

De hecho, algunos modelos han determinado que, además de las emisiones anuales de plástico al océano, la mayor parte de los residuos plásticos (98,5 %) permanecen atrapados en entornos terrestres, donde se acumulan y contaminan progresivamente los ecosistemas continentales acuáticos.

Por tanto, las soluciones para abordar la contaminación global por plásticos residen en comprender mejor las fuentes y los procesos que conducen a la liberación y al transporte de plásticos en el medio ambiente terrestre.

¿De dónde viene el plástico que acaba en el océano?

Los plásticos alcanzan los ríos a través de múltiples vías. Algunas fuentes, como las actividades agrícolas y domésticas, aportan residuos al terreno que se mueven con el agua que circula procedente de las precipitaciones.

En entornos urbanos, los plásticos llegan a los sistemas fluviales principalmente por descargas de plantas de tratamiento de aguas residuales, por desbordamientos del sistema de drenaje durante episodios de lluvia intensa y el transporte por el viento.

Entre las fuentes puntuales, las aguas residuales se han identificado como una de las principales, a pesar de la acción de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR).

Las EDAR que disponen de un tratamiento primario –eliminación física de sólidos grandes y sedimentables– y secundario –eliminación de materia orgánica– son capaces de limpiar del agua el 75-95 % de los microplásticos identificados a la entrada. La mayor parte queda retenida en los lodos de depuradora, formados por una mezcla de agua y materia orgánica, principalmente.




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Del agua al suelo

Los lodos de depuradora se reutilizan comúnmente como fertilizante en el suelo agrícola. Teniendo en cuenta que las aguas residuales contienen gran cantidad de microplásticos y que la mayor parte queda retenida en ese lodo que posteriormente se aplica al terreno, es probable que se introduzca un mayor volumen de microplásticos en el suelo que en el agua.

Concretamente, se estima que esta práctica conlleva un aporte anual total de entre 63 000 y 430 000 toneladas de microplásticos a los suelos agrícolas europeos.

Pero no solo los lodos de depuradora introducen estos contaminantes en el suelo. El compost, un abono procedente de la descomposición de materia orgánica, también es una fuente importante durante la fertilización del suelo.




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Los plásticos empleados en agricultura

Además, el plástico es un material muy útil en el entorno agrícola, por lo que también hay una entrada directa a través de su fragmentación. Un ejemplo claro son los acolchados, que cubren el suelo con el fin de protegerlo de las condiciones atmosféricas, conservar la humedad, etc. Su utilización ha conllevado una mejora en la producción (minimizando la pérdida por evaporación del agua) y una reducción del uso de herbicidas químicos (evitando la entrada de luz y el crecimiento de especies competidoras).

Sin embargo, debido a la dificultad que entraña retirarlo, entre cultivo y cultivo en el suelo se acumulan restos del material empleado. De hecho, algunos estudios demuestran que aumenta el número de microplásticos en el suelo con las sucesivas aplicaciones.

El plástico también se utiliza en los invernaderos, en el material de tuberías, en los envases de productos químicos, en los fertilizantes encapsulados y en otras piezas de uso habitual. Se estima que cada año se emplean aproximadamente 15 600 000 toneladas de plásticos agrícolas en el suelo europeo.

Por último, hay que tener en cuenta también la entrada de microplásticos por deposición atmosférica en el terreno, sobre todo en el caso de suelos desnudos. La presencia de vegetación que intercepta esas partículas puede ser la razón por la que esta fuente no se ha identificado como la más dominante.




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¿Cuántos microplásticos hay en el suelo?

A día de hoy, se estima que a nivel global la contaminación del suelo agrícola por plásticos oscila entre uno y 4,3 millones de toneladas para los aportes procedentes de aguas residuales y entre 5 y 2,3 millones de toneladas para los relacionados con el acolchado plástico. Esto supone la presencia de una media de 3,6 millones de toneladas.

Diversos aspectos ambientales condicionan la movilidad de los plásticos presentes en el suelo, como la cantidad e intensidad de las precipitaciones, la pendiente del terreno, el uso y propiedades del suelo y la distancia al cauce de los ríos. Esto dificulta que se haga una estimación precisa de la cantidad de microplasticos que llega al sistema fluvial y posteriormente al océano.

Sin embargo, recientemente se están llevando a cabo estudios que tratan de estimar cuál es el rol de los suelos en la movilidad de estas partículas. Los resultados parecen indicar que, una vez llegan al suelo, la mayor parte permanece. A esto se suma la baja capacidad de biodegradación de los polímeros más comunes y su entrada constante.

Lo anterior implica que los microplásticos se acumulen en el suelo año tras año aumentando su concentración, a pesar de que una pequeña parte se movilice. Esta es la principal razón por la cual se están desarrollando materiales alternativos al plástico que sean biodegradables y que reduzcan su presencia en suelos en el corto-medio plazo.

Las implicaciones

Uno de los principales problemas de que los microplásticos permanezcan en el suelo es su impacto ambiental. Se ha demostrado que la presencia de estas partículas en el suelo tiene efectos negativos en su estructura, cambia la actividad y funcionalidad de los microorganismos, tiene una influencia en los organismos del suelo y afecta al crecimiento y desarrollo de las plantas. Además, el consumo de alimentos cultivados eleva el grado de preocupación por sus efectos en la salud humana.

Y ya no es solo que los microplásticos puedan dañar nuestra salud y la de los ecosistemas. Cuanto más pequeñas son las partículas, mayor superficie tienen conjuntamente y, por tanto, mayor capacidad de atrapar contaminantes ambientales y de liberar aditivos.




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Los aditivos tóxicos del plástico que ingerimos a través de los alimentos


Los aditivos del plástico son las moléculas que le confieren ciertas propiedades adecuadas para su uso. Cuando el plástico se convierte en desecho y está expuesto a condiciones ambientales, se fragmenta, y estos aditivos se liberan a través de su superficie.

Los aditivos del plástico engloban numerosas categorías de compuestos químicos, algunos de ellos identificados como potencialmente tóxicos, persistentes y móviles, que acentúan las consecuencias de su presencia masiva en los suelos.

A pesar de que hay avances en entender los potenciales efectos de los microplásticos, los aditivos y otros contaminantes para la salud humana, todavía existe un enorme vacío de información al respecto.

The Conversation

Virtudes Martínez Hernández recibe fondos del Ministerio de Ciencia, innovación y Universidades, Unión Europea a través de los programas de investigación e innovación y de la Comunidad de Madrid a través del instituto IMDEA Agua. Concretamente esta actuación ha sido parcialmente financiada mediante el Proyecto AddiPlaS PID2022-140011OB-I00 financiado por MICIU/AEI /10.13039/501100011033 y por FEDER, UE, el programa de actividades de I+D con referencia TEC-2024/ECO-69 y acrónimo CARESOIL-CM concedido por la Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de Investigación e Innovación Tecnológica a través de la Orden 5696/2024, el Proyecto µNanoCare RTC2019-007261-5 financiado por MICIU/AEI /10.13039/501100011033 y el Proyecto PAPILLONS financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea (acuerdo de subvención n.º 101000210).

Raffaella Meffe recibe fondos del Ministerio de Ciencia, innovación y Universidades, Unión Europea a través de los programas de investigación e innovación y de la Comunidad de Madrid a través del instituto IMDEA Agua. Concretamente esta actuación ha sido parcialmente financiada mediante el programa de actividades de I+D con referencia TEC-2024/ECO-69 y acrónimo CARESOIL-CM concedido por la Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de Investigación e Innovación Tecnológica a través de la Orden 5696/2024, el Proyecto µNanoCare RTC2019-007261-5 financiado por MICIU/AEI /10.13039/501100011033 y el Proyecto PAPILLONS financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea (acuerdo de subvención n.º 101000210).

ref. Los microplásticos que no llegan al océano se acumulan en el suelo – https://theconversation.com/los-microplasticos-que-no-llegan-al-oceano-se-acumulan-en-el-suelo-264638

Un año de la dana: los bulos que nos confundieron durante la catástrofe

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Germán Llorca Abad, Profesor Titular de Comunicación Audiovisual en la EPSG-UPV, Universitat Politècnica de València

Roman Samborskyi/Shutterstock

“Centenares de muertos dentro de los coches sumergidos en el aparcamiento del centro comercial de Bonaire” (Aldaia, Valencia). Después de un año, aún persiste en parte de la opinión pública la idea de que las autoridades escondieron datos acerca del número real de víctimas de la dana que afectó a varias comunidades del este peninsular en 2024. Plagada de bulos como este, la desinformación que circuló tras la catástrofe no fue un mero ruido de fondo. Marcó la discusión pública, condicionó las expectativas que se tenían de la ayuda que recibieron los afectados y erosionó la confianza en las instituciones. Estaba diseñada para confundir.

La desinformación es un fenómeno global y no exclusivamente asociado a las situaciones de emergencia comunicativa. No obstante, es en estos contextos cuando la información falsa encuentra un caldo de cultivo ideal para viralizarse.

El bulo del aparcamiento supuso el 20,3 % de todos los que circularon en relación con las cifras de víctimas y fallecidos. El desmentido llegó de las autoridades, de las fuerzas de seguridad del Estado y de las verificadoras de noticias, pero llegó tarde y no tuvo el alcance deseado.

Más bulos

Además de las supuestas manipulaciones de cifras, un 14,6 % de todas las informaciones falsas atacaban al Gobierno de España, a organismos independientes como Cáritas o Cruz Roja, o a entidades dependientes de la Administración como la Unidad Militar de Emergencias o la Agencia Estatal de Meteorología.

Se trasladó a la ciudadanía una sensación de caos, que desgastó la credibilidad de la respuesta institucional e incluso la dificultó en ciertos momentos. Asimismo, naturalizó la circulación de consignas de extrema derecha (“solo el pueblo salva al pueblo”). Al igual que ocurre con el mito del aparcamiento, muchos ciudadanos siguen creyendo aún hoy que la dimensión de las inundaciones se dio por la demolición de “las presas de la época de Franco”.

Otras falsas narrativas apuntaron a teorías conspirativas que atribuían la dana a un “ataque HAARP” –el HAARP es un sistema de radiotransmisión que investiga la ionosfera, una capa de la atmósfera terrestre–, a la malversación o desaprovechamiento de la ayuda altruista que llegaba de todo el país o a la caída de los números de atención de emergencias. De nuevo, todas fueron desmentidas por organismos públicos y verificadores, sin que pudiera repararse el daño que ya habían hecho los bulos.

Redes y medios, medios y redes

El actual contexto de comunicación, marcado por la tecnología, favorece un tipo de comunicación acelerada y superficial. La lucha por la atención, librada entre los medios de comunicación y las nuevas autoridades informativas surgidas en torno a las redes sociales (influencers), agudiza los problemas en los momentos en los que más necesaria es una información de calidad. Favorecen exageraciones, datos descontextualizados y prácticas sensacionalistas que distan mucho de un periodismo informativo serio.

Las redes sociales, abiertas y cerradas, fueron el principal canal de distribución de la desinformación tras la dana. Alrededor del 50 % de los bulos surgieron y circularon por X, Facebook, Instagram, TikTok, WhatsApp y Telegram. Un 28 % del total fueron producidos o amplificados en entornos periodísticos. El 22 % restante no tuvo un origen claro, pero pudieron rastrearse tanto en medios de comunicación como en redes. Estas cifras indican el efecto de cámara de eco que describe la literatura científica y revelan la complejidad y dimensión del problema.




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Quién y con qué fin

En el origen de la desinformación sobre la dana hay una mezcla de perfiles anónimos, desaparecidos tras infectar con mentiras el entorno comunicativo; de influencers sin formación periodística, que solo buscaban su cuota de atención, y de figuras mediáticas sin escrúpulos, que únicamente perseguían repercusión pública.

Es difícil apuntar a un único, o suficientemente concreto, “quién”. Las empresas que administran las redes sociales son opacas a la hora de explicar cómo funcionan sus algoritmos de gestión de contenidos. A su vez, los medios de comunicación son reacios a entonar el mea culpa cuando contribuyen a propagar información falsa.

Los bulos son mensajes emocionales que desplazan a los hechos en la explicación de la realidad. Por ello tienen una capacidad de impacto en la opinión pública que ha sido definida como diagonalista. Es decir, alcanzan (casi por igual) a personas que se ubican a la derecha y a la izquierda del espectro ideológico, ya que estas ven superadas sus capacidades de análisis racional. Si hacemos creer a la opinión pública que el sistema está corrupto, en realidad estará preparada para creer mensajes autoritaristas, que ensalzan valores antidemocráticos y que, en ocasiones, defienden abiertamente las dictaduras.

¿Qué podemos hacer?

Las consecuencias de los bulos de sobre la dana fueron reales: población que tomó decisiones vitales basadas en información falsa, trabas a la respuesta a la catástrofe de las Administraciones públicas y un desprestigio generalizado de las instituciones que todavía persiste. Es a todas luces imprescindible regular el funcionamiento ético de plataformas y medios, invertir en la formación de una ciudadanía crítica y bien informada y exigir responsabilidades a quienes contaminan con fines peligrosos a la opinión pública.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Un año de la dana: los bulos que nos confundieron durante la catástrofe – https://theconversation.com/un-ano-de-la-dana-los-bulos-que-nos-confundieron-durante-la-catastrofe-268121

No hay un perfil único para tener éxito como autónomo digital

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jose M. Sanchez Vazquez, Catedrático de emprendimiento, Universidad de Cádiz

Who is Danny/Shutterstock

En el mundo conectado del siglo XXI, el trabajo profesional independiente (freelance) digital es una opción de carrera cada vez más presente. Un freelance digital es una persona profesional de carácter emprendedor que ofrece sus servicios, de forma temporal u ocasional, a clientes de cualquier lugar del mundo mediante herramientas y plataformas digitales.

Estos trabajadores suelen tener flexibilidad en tiempo y lugar de trabajo, y desarrollan sus carreras, sobre todo, en campos como la informática, el diseño gráfico, el marketing, la escritura, la traducción, la educación y el entretenimiento.

Nos hemos preguntado qué se necesita para triunfar en estas condiciones laborales y, utilizando el marco europeo de competencias emprendedoras (EntreComp), que describe qué es ser emprendedor y tener una mentalidad emprendedora, hemos investigado al respecto.

Nuestros resultados muestran que no existe una única competencia mágica para el éxito de estos trabajadores autónomos. En cambio, sí identificamos cuatro perfiles, con distintas combinaciones de competencias relevantes y complementarias, que aumentan las probabilidades de éxito en el trabajo autónomo digital.

El mapa europeo

El mapa de competencias emprendedoras desarrollado por la Comisión Europea comprende 15 competencias organizadas en 3 áreas:

  1. Ideas y oportunidades.

  2. Recursos.

  3. En acción.

Este mapa ofrece una visión tan amplia que plantea un doble desafío: hacerlo manejable para la enseñanza y autogestión, y su validación en contextos específicos.

En nuestra investigación recabamos las opiniones de 60 trabajadores autónomos digitales de Grecia, Portugal, España e Italia con una edad media de 43 años y 18 años de experiencia en distintas áreas profesionales (contabilidad, marketing, software, etc.)

En primer lugar, aplicamos la categorización de contenidos (card sorting) –una técnica para la investigación de la experiencia de usuario (UX Research)– para obtener información sobre cómo piensan los encuestados, qué expectativas tienen y cómo agrupan los contenidos.

Así, los participantes realizaron tres rondas de categorización:

  1. Clasificaron cada una de las 15 competencias según “SÍ” o “NO” la consideraban esencial para tener éxito.

  2. Dentro de las competencias esenciales (“SÍ”) identificaron cuáles eran las determinantes para el éxito.

  3. Las seleccionadas fueron ordenadas según cómo de importantes eran consideradas.

Aplicamos el análisis comparativo cualitativo difuso (fsQCA, fuzzy set qualitative comparative analysis) –que estudia las múltiples combinaciones que pueden conducir a un mismo fenómeno– para determinar las combinaciones óptimas de competencias que conducen a un perfil exitoso de autónomo digital.

Este enfoque es crucial para alejarse de la idea de una única receta para el éxito: mediante la observación y el análisis de las respuestas de los encuestados, identificamos las similitudes, diferencias y tendencias en sus modelos mentales para identificar las condiciones (o combinación de condiciones) que son suficientes para obtener como resultado un trabajo autónomo de éxito.

Desentrañando el éxito

El primer hallazgo es que ninguna competencia específica es suficiente por sí misma, se necesita más bien una combinación de varias. Nuestro análisis reveló cuatro perfiles óptimos:

  • Emprendedores estratégicos: saben usar la creatividad para identificar oportunidades y son capaces de planificar y gestionar procesos en entornos complejos.
  • Innovadores visionarios: tienen ideas originales –y visión y perseverancia para implementarlas–, aprenden sobre la marcha, creen en sí mismos y reconocen su potencial para crear valor.
  • Gerentes financiero-estratégicos: combinan conocimientos financieros con planificación y capacidad para gestionar riesgos en entornos complejos. Son personas emprendedoras por naturaleza, motivadas y visionarias, valoran a los demás, trabajan en equipo y se esfuerzan.
  • Inversores financieros: su experiencia financiera les permite priorizar, organizar y dar seguimiento a todos los procesos. También actúan detectando oportunidades y tomando la iniciativa.

Implicaciones y reflexión final

El mapa de combinaciones de competencias resultante de nuestro estudio puede ayudar a abrir puertas a trabajadores digitales autónomos actuales y futuros. A modo de resumen:

  • No hay una “talla única”: no existe una condición necesaria universal para ser un buen freelance digital. Lo mejor es que cada persona se autoevalúe y encuentre el perfil que mejor se adapte a sí mismo. Existen plataformas donde autoevaluar, de forma gratuita, las competencias emprendedoras.

  • Complementariedad de equipos: la definición de estos perfiles puede ayudar a los equipos de trabajo a buscar la complementariedad de competencias entre sus miembros.

  • Relaciones interpersonales: a pesar de la percepción del trabajo autónomo como solitario, la competencia “Trabajar con otros” está presente en casi todos los perfiles. Este hallazgo confronta la suposición general de que en el entorno laboral digital disminuye la importancia de las competencias interpersonales.

Estos resultados tienen implicaciones para personas emprendedoras, trabajadores autónomos digitales, educadores y formuladores de políticas públicas de fomento y apoyo al emprendimiento: en lugar de superhéroes, el mercado laboral digital necesita de profesionales que conozcan sus fortalezas y sepan combinarlas inteligentemente para forjar su carrera profesional.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. No hay un perfil único para tener éxito como autónomo digital – https://theconversation.com/no-hay-un-perfil-unico-para-tener-exito-como-autonomo-digital-263837

¿Este vino es auténtico? Así obtenemos la ‘huella molecular’ de los alimentos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Héctor Busto Sancirián, Catedrático de Universidad. Area de Química Orgánica., Universidad de La Rioja

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Aunque no seamos conscientes de ello, entrar en un supermercado es sumergirse en un mar de compuestos, códigos, concentraciones… Es lo que indican las etiquetas nutricionales, pero los productos que no las incorporan también albergan todo un universo químico en su interior. ¿Cómo puede asegurarse el consumidor, por ejemplo, de que la botella de vino que acaba de comprar es auténtica y no un fraude o una falsificación? La respuesta está en su “huella molecular”, que hoy podemos obtener gracias a las sofisticadas tecnologías de análisis disponibles en los laboratorios.

Comemos y bebemos química

Si bien el componente mayoritario de una manzana es el agua, esta fruta contiene más de 400 sustancias que contribuyen a otorgarle su sabor, textura y aroma característicos, además de los carbohidratos que aporta. La idea de que “todo es química”, lejos de ser una frase hecha, supone una realidad para los alimentos que ingerimos, ya sean procesados o naturales.

Los seres vivos somos el reactor químico más complejo y optimizado que conocemos, y las plantas llevan esta optimización a su máxima eficiencia. Con la luz del sol como fuente de energía, el dióxido de carbono como fuente de carbono, más agua y unos cuantos minerales, un manzano es capaz de generar toda su materia orgánica.

Tecnología de vanguardia para descifrar la composición de los alimentos

De la composición de los alimentos dependen tanto las características que los hacen únicos como aspectos clave de la seguridad alimentaria. En las últimas décadas, las técnicas instrumentales de análisis químicos han experimentado importantes avances. De entre ellas destacan dos: la espectrometría de masas (EM) y la resonancia magnética nuclear (RMN), que han abierto la puerta a nuevas disciplinas científicas. Una de ellas es la metabolómica, que podemos definir como el análisis exhaustivo e integral de todos los metabolitos –o la mayor parte de ellos– en un sistema biológico.

Tanto la EM como la RMN son técnicas complementarias que permiten análisis cada vez más completos de los perfiles metabólicos de los sistemas biológicos. Hoy en día, el desafío es abaratar esas tecnologías para que sean accesibles en diferentes ámbitos institucionales y empresariales.

El vino bajo la lupa molecular

Concretamente, la RMN aprovecha el comportamiento de los núcleos de ciertos átomos cuando son sometidos a campos magnéticos intensos. Esta respuesta genera señales características –lo que llamamos espectro– en cada tipo de molécula o sustancia que, por ejemplo, compone un alimento. Es la misma técnica que se emplea en el diagnóstico médico, pero en este caso transformando las señales en imágenes de nuestro cuerpo.

El vino es una bebida compleja que evoluciona microbiológicamente a partir del mosto y que contiene cientos de compuestos. Por ello, se considera un producto muy interesante para el estudio metabolómico. Además, la protección de su identidad geográfica es crucial para garantizar que el consumidor recibe exactamente lo que adquiere.

Ya en 2006, nuestro grupo de investigación desarrolló una metodología basada en RMN para hacer el seguimiento y controlar la fermentación alcohólica y maloláctica. Estos trabajos se vieron ampliados con otros que nos permitieron estudiar el potencial de dicha técnica para cuantificar diferentes compuestos, para abordar la diferenciación de vinos de distintos años y zonas geográficas –incluso separadas por poco más de 20 kilómetros– y analizar el proceso de envejecimiento.

Esta tecnología ya se encuentra al servicio de las bodegas. Por ejemplo, la Estación Enológica de Haro, en la comunidad autónoma de La Rioja (España), dispone de un equipo de RMN diseñado para controlar y caracterizar el vino, sus derivados y otras bebidas mediante la realización de un solo análisis. Esta instrumentación determina la “huella molecular” de cada vino, lo que facilita conocer su trazabilidad, su estado analítico y las particularidades de su elaboración.

Con ayuda del RMN de sobremesa

Uno de los principales inconvenientes de este procedimiento es su elevado coste, tanto en términos de adquisición como de mantenimiento. Por ello, en los últimos años se están desarrollando equipos de RMN de bajo campo o sobremesa. Aunque ofrecen menos sensibilidad y resolución –es decir, una capacidad de separación de señales más limitada a la de los utilizados en los ejemplos anteriores–, cuestan menos y prácticamente no precisan de mantenimiento.

Estas limitaciones están siendo compensadas con la incorporación de software más eficiente para el tratamiento de los datos. Por ejemplo, se han desarrollado algoritmos muy eficaces que separan de forma automática señales solapadas. Además, la aplicación de la inteligencia artificial y todas sus técnicas asociadas permitirá extraer mucha más información de lo que, para un profano en la materia, podrían parecer simples líneas en un espectro.

Este tipo de tecnología permitirá que la RMN no este reservada únicamente a grandes instituciones, sino que también llegue a centros tecnológicos y empresas del sector agroalimentario y pueda poner en valor los productos del sector primario.

El control de calidad y del fraude alimentario, la protección de la identidad geográfica, la seguridad y, sobre todo, el conocimiento por parte del consumidor de la composición nutricional de los alimentos y bebidas son ámbitos en los que la RMN de sobremesa será, a buen seguro, protagonista.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. ¿Este vino es auténtico? Así obtenemos la ‘huella molecular’ de los alimentos – https://theconversation.com/este-vino-es-autentico-asi-obtenemos-la-huella-molecular-de-los-alimentos-262051

¿Podemos enseñar a los niños a “pisar el freno”? Qué es la inhibición conductual

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Elena Escolano Pérez, Profesora Titular. Área de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de Zaragoza

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La prisa y el exceso de estímulos son aspectos que caracterizan nuestra sociedad actual. Por eso, en muchas ocasiones de nuestro día a día es necesario “pisar el freno antes de actuar”: lo que en ciencia se llama inhibición conductual.

Nuestro nivel de inhibición conductual depende, en parte, de la maduración de nuestro cerebro y, en especial, de su parte de detrás de la frente, el llamado córtex prefrontal. Esta parte del cerebro no llega a estar totalmente madura hasta, aproximadamente, cuando tenemos 20 años de edad.

Entre los 3 y los 6 años esta zona se encuentra especialmente preparada para recibir información del entorno que nos rodea. Y estas experiencias, lo que hacemos, vivimos y sentimos cada día, ayudan a la maduración del córtex prefrontal, de manera que vamos adquiriendo una mayor capacidad de frenar antes de actuar y nuestro comportamiento irá siendo más ajustado y adecuado en cada situación. ¿Se puede apoyar y mejorar esta maduración con actividades determinadas? En una investigación reciente, cuyos resultados comparto a continuación, hemos dado respuesta a esta pregunta.

El juego y el desarrollo infantil

El juego es una actividad propia y natural de niños y niñas. A todos les gusta jugar porque se divierten, pero también permite explorar y aprender. A menudo, en el juego se repiten acciones o probar las mismas cosas una y otra vez. Esta repetición no es aburrida para ellos, sino todo lo contrario: les permite practicar y les ayuda a entender cómo funcionan las cosas.

Además, al practicar una y otra vez, pueden ir mejorando sus habilidades. Por lo tanto, el juego es como un entrenamiento constante y divertido para su cerebro: les permite desarrollarse y aprender. El profesorado y las familias deben aprovechar estas ventajas del juego para ayudarles a desarrollar y mejorar su inhibición conductual.




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¿Qué tipo de juegos enseñan a “pisar el freno”?

No todos los juegos van a facilitar de igual modo que los niños y niñas desarrollen su inhibición conductual. Para que un juego sea efectivo en el fomento de la inhibición conductual debe incluir elementos que desafíen a los menores a controlar sus movimientos y sus impulsos, y que por sus reglas o dinámica, les exija detenerse, esperar o modificar una respuesta automática. Esto es clave para entrenar la inhibición conductual. Estos son algunos:

  • “Congelados” o “Estatuas”: Este tipo de juegos exigen que al parar la música (o ante una determinada señal, como dar un aplauso) los niños y niñas se queden totalmente inmóviles. Es decir, al percibir la señal de parada, los menores deben detener su acción como si se hubieran quedado “congelados” o se hubieran convertido en “estatuas”. El que se mueva, queda eliminado. Son muchos los juegos tradicionales que pertenecen a este tipo de juegos, como por ejemplo, el escondite inglés.

  • Los juegos o tareas del tipo “actuar o no actuar” (Go-No Go en inglés). Consisten en presentar a los niños y niñas una serie de estímulos. Generalmente, se presentan dos tipos de estímulos (por ejemplo: círculo azul y cuadrado rojo) sucesivamente y en orden aleatorio. Cuando aparece un tipo de estímulo concreto (por ejemplo, círculo azul), los niños y niñas deben realizar una acción. A este tipo de estímulo ante el cual debe hacerse algo, se denomina estímulo Go. Cuando aparece el otro tipo de estímulo (ejemplo: cuadrado rojo) no deben hacer nada. A este otro tipo de estímulo ante el cual no debe hacerse nada, se denomina estímulo No Go. Como el estímulo Go se presenta más veces que el No Go, la acción llega casi a automatizarse, siendo difícil inhibirla al aparecer el estímulo No Go. Un ejemplo de este tipo de juego es el siguiente: el moderador va diciendo nombres de animales. Cuando sea un animal doméstico, los niños deben dar un salto. Cuando sea un animal salvaje, no deben hacer nada.

  • Los juegos con turnos. Son un tipo de juego en el que los jugadores actúan de forma secuencial. Esto significa que cada jugador realiza sus acciones y luego espera a que todos los demás hagan las suyas para poder volver a jugar. Por ejemplo, cuando un grupo de niños están saltando a la comba, cada uno de ellos debe esperar a que todos hayan saltado para volver a saltar él. Esta espera implica controlar su impulso de querer saltar siempre él, sin respetar el turno de los demás participantes. Otro ejemplo es cuando se juega al dominó. El niño puede tener una ficha que coincide en número con uno de los extremos de la cadena de fichas que se está formando. Solo puede ponerla si es su turno. Si no es su turno, el niño tiene que controlar su impulso de poner su ficha y esperar a que los otros jugadores pongan sus fichas.




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Paciencia y práctica

La inhibición conductual es una parte esencial de la maduración humana, y entrenarla a través del juego es muy necesario, además de divertido y efectivo.

Sin embargo, durante este proceso de entrenamiento, es importante tener paciencia, pues es normal que al principio no salga bien. Aprender a pisar el freno es un proceso que exige tiempo. Además, hay que ser constantes y practicar. Cuanto más se juegue y más se repitan las actividades, antes se aprenderá a pisar el freno.

Sin olvidar que cuanto más se diviertan los pequeños, más querrán jugar, y así aprenderán sin darse cuenta. Por eso los juegos que potencien la inhibición conductual se deben plantear en un entorno agradable y la experiencia debería ser alegre, cómoda, relajada, que anime a participar y reír.

Impulsos y concentración

Con estos juegos (que pueden desarrollarse tanto individualmente como en grupo) no solo ayudamos a los más pequeños a desarrollar esa parte de su cerebro, sino también otros aspectos fundamentales del crecimiento como la psicomotricidad fina o la creatividad. Se trata de maneras muy fáciles y baratas de olvidarse de las pantallas y evitar la sobrecarga digital a la que ya están expuestos desde edades muy tempranas.

Son una manera al alcance de todos para controlar impulsos y mantener la concentración en un contexto dinámico, real y sostenible.

The Conversation

Elena Escolano Pérez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Podemos enseñar a los niños a “pisar el freno”? Qué es la inhibición conductual – https://theconversation.com/podemos-ensenar-a-los-ninos-a-pisar-el-freno-que-es-la-inhibicion-conductual-261232

Diagnósticos inventados: la lista negra de trastornos mentales que nunca existieron

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge Romero-Castillo, Profesor de Psicobiología e investigador en Neurociencia Cognitiva, Universidad de Málaga

El filósofo y novelista hispano-estadounidense George Santayana (1863-1952) utilizó la memoria histórica como motor para el progreso humano con esta famosa afirmación:

“Aquellas personas que no pueden recordar el pasado están condenadas a repetirlo”.

Bajo esta perspectiva conviene considerar las etiquetas que se desarrollan a continuación, creadas como formas de control y manipulación para legitimar el poder al amparo de una psiquiatría sesgada.

Drapetomanía y disestesia etiópica

Fueron inventadas por el psiquiatra estadounidense Samuel Cartwright a mediados del siglo XIX.

La drapetomanía, creada en 1851, hacía referencia al “deseo de los esclavos africanos de escapar de sus amos”; en concreto, de las plantaciones del sur de Estados Unidos. Tanto Cartwright como la sociedad racista a la que pertenecía defendían que la esclavitud era un orden legal al ser un fenómeno natural impuesto por Dios.

Por su parte, la disestesia etiópica, otro diagnóstico reservado a los esclavos negros, se caracterizaba por la “apatía hacia el trabajo” y la “cura” consistía en latigazos. Para el supremacismo blanco, cualquier signo de resistencia se interpretaba con un síntoma médico.

Ambas etiquetas se desvanecieron con la abolición de la esclavitud en 1865.




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Dromomanía

Era una “locura por viajar”. En 1887, el doctor francés Philippe Tissié empezó a encasillar como “locas” a personas con “impulsos irrefrenables de abandonar su hogar y recorrer largas distancias”, algo hasta entonces inédito (también se llamó “automatismo ambulatorio”).

Pero, más allá de la fuga disociativa (encontrarse en un lugar sin recordar haber llegado hasta allí), la dromomanía nunca ha sido aceptada por la medicina. Este es un ejemplo de cómo se puede disfrazar de alteración psicológica lo que, en realidad, era un fenómeno social emergente.

Locura moral

En 1835, el psiquiatra británico James C. Prichard diagnosticó con moral insanity a quienes “actuaban sin freno moral, pese a conservar la razón”. Aspiraba a ser una teoría médica sobre la corrupción de la naturaleza humana, pero fue un reflejo de la moral victoriana. Y terminó siendo un instrumento para castigar a mujeres que rechazaban los roles tradicionales.

Histeria

Es, sin duda, el primer trastorno mental que se le atribuyó a las mujeres: una historia de tortura, sumisión y represión sexual.

Si bien los papiros egipcios ya hablaban de ella, el término “histeria” proviene del griego hysteron (utilizado por Hipócrates), que significa útero o matriz. Un órgano sobre el que Platón escribió:

“Si la matriz permanece sin producir frutos mucho tiempo se irrita y se encoleriza; anda errante por todo el cuerpo y engendra mil enfermedades”

La llamada “teoría del útero errante” ha sido históricamente la explicación a los comportamientos de muchas mujeres “irritables y encolerizadas”. Aquellas que no encajaban en los roles de género impuestos y a las que se les despojaba de su humanidad de múltiples formas:

Vibrador eléctrico de mano, inglés, fechado en 1909. El doctor inglés Joseph Mortimer Grandville inventó el primer vibrador eléctrico con múltiples fines médicos a finales de la década de 1880. Pero no queda claro si se aplicaba para tratar la histeria. Posteriormente, aparecieron versiones para utilizarlas en la privacidad del hogar.
Science Museum Group, CC BY-NC-SA



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A finales del siglo XIX, la explicación del movimiento uterino la descartó Jean-Martin Charcot (considerado el fundador de la neurología moderna) y la centró en factores emocionales. Posteriormente, Josef Breuer y Sigmund Freud encontraron la causa de este “trastorno” en supuestos traumas infantiles. Ya no era necesaria la mutilación genital.

Une leçon clinique à la Salpêtrière (1887), de André Brouillet. En el lienzo aparece el neurólogo Jean-Martin Charcot, rodeado de alumnos (no había alumnas) y médicos (tampoco médicas), mientras realiza demostraciones de hipnosis en una paciente diagnosticada de histeria. Ella, desvanecida en brazos de un asistente, es el centro de la escena como objeto de observación, cuyo sufrimiento es convertido en espectáculo científico. Su cuerpo se expone sin consentimiento, vulnerable, frente a una multitud masculina que la mira, analiza y juzga. Un reflejo de la construcción cultural que patologizaba comportamientos femeninos que escapaban a la norma patriarcal en la medicina del siglo XIX.
Wikimedia Commons

Después de milenios de atrocidad, le colocaron la última máscara en el siglo XX: apareció en el I Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-I) de 1952, como explicación a varios “comportamientos desviados”.

Posteriormente, se renombró como “neurosis histérica” en el DSM-II de 1968. Y, finalmente, desapareció en la publicación del DSM-III de 1980 por sus implicaciones misóginas.




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Síndrome post-aborto

Surgió en la década de 1970 en Estados Unidos como supuesto trastorno producido por una interrupción inducida del embarazo. En realidad, fue una estrategia de manipulación social perpetrada desde estamentos católicos y conservadores para presentar el aborto como una “amenaza psicológica”.

Esta etiqueta nunca ha sido reconocida por la comunidad médica internacional debido a la ausencia de evidencia científica. No obstante, algunos grupos ultraconservadores siguen apelando a su existencia.




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Monomanía

Apareció por primera vez en Francia de la mano de Jean-Étienne Esquirol, alrededor de 1820. Se usaba para designar una “obsesión irracional y exclusiva por una sola idea”, como piromanía, cleptomanía, erotomanía o ninfomanía. Hay que destacar que la ninfomanía fue creada exclusivamente para mujeres consideradas “promiscuas” y, por su evidente sesgo sexista, perdió valor clínico al inicio del siglo XX (nunca fue incluida en ningún manual).

La monomanía tuvo presencia en tribunales para enjuiciar conductas delictivas, particularmente homicidios. Pero resultaba tan ambigua que acabó desapareciendo en torno a 1870.

Neurastenia

Descrita por George Miller Beard en 1869, era la “enfermedad americana” (estadounidense). Pero sólo se diagnosticaba en hombres blancos de clase alta. El cuadro, también llamado “americanitis”, se centraba en la “debilidad del sistema nervioso por actividad intelectual excesiva debido a las exigencias del mundo moderno”. Pero fue una herramienta misógina, racista y clasista para legitimar políticas imperialistas en Estados Unidos.

Aunque en la década de 1930 comenzó a desaparecer, seguía siendo un tema candente por su valor para comercializar medicamentos. Se podía encontrar en el DSM-II, pero no en el DSM-III. También aparecía en la décima Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (1990), pero quedó obsoleto en la undécima (2022).

Nostalgia

El médico suizo Johannes Hofer acuñó este término en 1688 considerándolo una enfermedad, especialmente en estudiantes y soldados que sufrían “tristeza por estar lejos de casa”. Este diagnóstico, conocido también como “pothopatridalgia”, se extendió ampliamente por el mundo, pero desapareció con la llegada de la Primera Guerra Mundial. Tras el conflicto, el término cambió de significado al que tiene actualmente.




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Síndrome de alienación parental

Lo propuso el estadounidense Richard Gardner en 1985 para referir “el comportamiento de menores que rechazan a uno de sus progenitores sin justificación aparente”. En la actualidad, se está utilizando para desacreditar los testimonios de menores víctimas de abusos sexuales con el fin de proteger al abusador. También se emplea como amenaza para disuadir a las mujeres de abandonar a su pareja en casos de violencia de género.

Aunque ha sido utilizado en juicios, carece de evidencia empírica y está considerado una forma de maltrato infantil. De hecho, la Asociación Española de Neuropsiquiatría difundió en 2010 una declaración en contra de su uso y la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia de 2021 lo prohíbe explícitamente por falta de aval científico.




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Homosexualidad

El DSM-I (1952) la incluyó como trastorno mental. Se sentenció como condición “anormal”, bajo el criterio heteropatriarcal y eclesiástico de una binariedad mutuamente excluyente (masculino/femenino). Por ello, el tratamiento para estas personas “invertidas” y “peligrosas” fue entonces, y sigue siendo, la “terapia de conversión”: auténticas torturas, practicadas de formas especialmente crueles por la Inquisición.

El nazismo buscaba erradicar la homosexualidad, que consideraban una amenaza para la supervivencia del pueblo alemán. En el campo de Buchenwald, un médico de las SS (Schutzstaffel o escuadras de protección) llamado Carl Værnet intentó ‘curar’ la homosexualidad mediante la administración forzosa de hormonas sexuales (a otros les inyectaba el tifus para comprobar tratamientos) (Röll, 1996). Un triángulo rosa invertido era el símbolo con el que marcaban los uniformes de los hombres homosexuales en los campos de concentración. Por ello, este memorial recuerda así aquella barbarie. La placa dice: ‘En memoria de los hombres homosexuales que sufrieron aquí. Hubo 650 prisioneros Triángulo-Rosa en el campo de concentración de Buchenwald entre 1937 y 1945. Muchos de ellos perdieron la vida.’
Wikimedia Commons

Su inclusión como trastorno mental en los manuales de Psiquiatría fue un acto de la cultura homofóbica. Y su eliminación fue la respuesta política en contra de ésta. La homosexualidad desapareció del DSM en 1973 y de la lista de la OMS en 1990. Pero hay quien todavía insiste en verla como una patología.




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¿Qué pasará en el futuro?

No existen palabras para encapsular la magnitud del sufrimiento de tantos millones de personas. Que sirvan ahora las de Nelson Mandela:

«Cuando se escriba la historia de nuestro tiempo, ¿nos recordarán por haber hecho lo correcto o por haber dado la espalda a quienes hoy necesitan ayuda?».

The Conversation

Jorge Romero-Castillo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Diagnósticos inventados: la lista negra de trastornos mentales que nunca existieron – https://theconversation.com/diagnosticos-inventados-la-lista-negra-de-trastornos-mentales-que-nunca-existieron-263969

Lo bueno, lo malo y lo feo del primer año de Claudia Sheinbaum como presidenta de México

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alfredo Rico Chávez, Profesor titular, Universidad de Guadalajara

Claudia Sheinbaum, durante su conferencia matutina en el Palacio Nacional el 23 de enero de 2025. Octavio Hoyos/Shutterstock

Es difícil encontrar en los medios de comunicación un balance imparcial sobre el Gobierno de la denominada “Cuarta Transformación” (4T) y, en particular, sobre el primer año de la primera presidenta de México. La polarización sigue marcando el debate, lo que nubla la posibilidad de entender el momento histórico que vivimos.

Muchos celebramos la elección de la primera presidenta y el inicio de una etapa para el futuro de la patria. Pero no de manera incondicional: son reseñables también los errores, los vicios y el lado oscuro de este proyecto. En este sentido, aquí dejo algunos apuntes que intentan salir de esa polarización irracional para evaluar de forma balanceada el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Lo bueno

La existencia de un debate sobre los asuntos públicos del país es una ganancia, pues obliga a pensar con mayor profundidad los resultados del trabajo gubernamental. Aunque exista cerrazón de muchos, este debate contribuirá a mejorar la participación ciudadana y nuestra endeble democracia. La dinámica muestra que vivimos un cambio en la cultura política, que ha sacado el debate de los pasillos del poder y ha llegado a las calles. Aunque todavía no lo hacemos con la apertura y madurez necesaria, es un paso adelante hacia gobiernos honestos y efectivos.

En el haber de este primer año de Sheinbaum como presidenta destacan los programas para la reducción de la pobreza, unas acciones que dan continuidad a la política social de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. En este área obtiene el mayor reconocimiento.

Si bien el aumento al salario es lo que más impacta en la reducción de la pobreza, los programas sociales despiertan más adhesión popular en México. La razón es sencilla: es un apoyo que se refleja de forma inmediata en los bolsillos de las personas. Una muestra de que, ahora, los recursos públicos (al menos una parte) no se quedan en las cuentas de las y los políticos.

Aunque los especialistas señalan que “regalar” dinero no es la mejor fórmula y que hace falta una política integral, también es cierto que estas acciones sí han beneficiado a la población y mejorado sus condiciones de vida.

Otro de los aciertos ha sido la forma en que ha gestionado la compleja relación con el presidente Donald Trump, quien ha asumido una actitud agresiva en las interacciones con el resto del mundo. Frente a las amenazas permanentes, Claudia Sheinbaum ha mantenido una postura firme, pero mesurada. Sin someterse, ha establecido estrategias para evitar conflictos y, al mismo tiempo, mantener el respeto a la soberanía nacional.

Lo malo

Sin duda, la seguridad sigue siendo el mayor desafío. A pesar de que la presidenta destacó en su primer informe de Gobierno una reducción de delitos, lo cierto es que el crimen organizado y la violencia preocupan mucho a los ciudadanos. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 63 % de la población adulta en zonas urbanas considera inseguro vivir en su ciudad.

En este sentido, la falta de autocrítica manifiesta la insensibilidad con las víctimas, que son presa de la delincuencia y viven en carne propia las consecuencias de la inseguridad, en particular las familias de los desaparecidos.

La militarización con la Guardia Nacional, aunque disfrazada, es una de las más grandes contradicciones del movimiento obradorista. Ratificada el pasado 1 de julio y gestada durante el mandato del anterior presidente, representa una incongruencia programática, con el agravante de que la presencia militar en las calles no ha reducido la delincuencia.

Otro de los temas negativos es la inexistente división de poderes y la falta de espíritu crítico dentro de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido gobernante. Su amplia mayoría legislativa ha condicionado la dinámica del Congreso de la Unión. La relación de fuerzas –364 diputados de la coalición gobernante (Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México) frente a los 135 de la oposición– justifica pensar que la cámara parezca una oficialía de partes.

Otro tanto ocurre con la reforma del poder judicial y la simulada elección de los jueces vivida hace algunos meses. El poder judicial mexicano se sometió por décadas a la voluntad del presidente en turno. Urgía un cambio para lograr una auténtica impartición de justicia. Pero la reforma impulsada por López Obrador y continuada por Sheinbaum no ha significado esa transformación sustantiva, que garantice un sistema imparcial y efectivo. Una justicia para todas y todos, no solo para quienes pudieran pagarla como ocurría en el pasado.

La elección judicial, que ha dado lugar al nombramiento de ministros de la Corte Suprema, de los tribunales electorales y los restantes ámbitos de la magistratura, apenas tuvo una participación del 13 %. El voto popular solo ha servido para legitimar el nombramiento de jueces y magistrados afines al gobierno actual.

Otra de las asignaturas pendientes es la corrupción. Por más que pretendan justificarlo, sigue siendo parte de la vida pública, en buena medida porque se mantienen los políticos del viejo régimen y las viejas estructuras siguen intactas. La vigencia de personajes como Manuel Bartlett, históricamente vinculado a etapas oscuras de los gobiernos del PRI, y Manuel Espino, quien fue presidente del PAN, son la muestra de que la vieja política sigue viva.

Lo feo

El trabajo que ha realizado la presidenta es la principal razón por la que su popularidad se encuentre por las nubes. Esta resulta incluso más elevada que la obtenida por López Obrador durante su mandato. El estilo de Sheinbaum, por más que parezca una réplica comunicacional del tabasqueño, ha dejado un sello propio basado en su impronta personal y su independencia.

Desde el sexenio pasado, la oposición se ha desdibujado y se ha estancado en una postura que la sigue alejando de los votantes.

Esa es la razón por la que algunos analistas han señalado que lo peor de esta nueva etapa en la historia nacional sigue siendo la oposición: errática, decadente, incapaz de convertirse en un actor que sea el contrapeso que toda sociedad necesita para evitar los excesos del grupo en el poder.

Sin autocrítica y con una oposición tan pobre será imposible enmendar los errores de los gobiernos de Morena, que no son de izquierda. A pesar de esto, existe un cierto consenso en que México ha dejado atrás un régimen de abusos, corrupción y privilegios. Por eso, existe la esperanza de que el futuro de la patria será mejor, pero solo si recuperamos un debate crítico, responsable y sensato sobre el destino de la nación.

The Conversation

Alfredo Rico Chávez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Lo bueno, lo malo y lo feo del primer año de Claudia Sheinbaum como presidenta de México – https://theconversation.com/lo-bueno-lo-malo-y-lo-feo-del-primer-ano-de-claudia-sheinbaum-como-presidenta-de-mexico-268115

La conversación docente: no pregunte a la IA lo que puede hacer por usted

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Eva Catalán, Editora de Educación, The Conversation

Stokkete/Shutterstock CC BY

La frase de nuestro título: “No pregunte a la IA qué puede hacer por usted…”, además de parafrasear a Kennedy, apunta a una cuestión básica respecto al papel de la inteligencia artificial en la educación: entender en qué nos ayuda y en qué nos perjudica su uso. Hoy traigo perspectivas nuevas y propuestas concretas, como siempre, para usar en la clase, tanto de secundaria como de universidad.

La IA llegó al panorama educativo con la promesa de personalizar el aprendizaje, facilitando de esta manera el rendimiento de los estudiantes más rezagados. Pero una reciente investigación de María Luisa Fanjul Fernández, Francisco José Pradana Pérez y Joaquín Pérez Martín de la Universidad Europea ha comprobado que esta tecnología no reduce la brecha entre estudiantes “buenos” o “malos”. Los que ya tienen buenos hábitos de estudio son los que consiguen profundizar en los contenidos, mejorar su comprensión y desarrollar nuevas competencias gracias a la IA. El resto piensa sobre todo en ahorrar tiempo: algunos para mejorar productividad (aunque no las notas) y otros simplemente por esforzarse menos.

“De esta manera, lejos de igualar oportunidades, esta herramienta puede ampliar la brecha educativa. Por ejemplo, hemos visto que entre los estudiantes con mejor rendimiento, el 72 % asegura revisar o contrastar siempre la información generada por la IA. Entre los de peor rendimiento, solo el 28 % lo hace”, advierten los autores.

La mente humana adora los atajos. Está en nuestro ADN. Que los universitarios no prioricen aprender más y mejor es un problema de actitud y objetivos. Aquellos que se apoyen demasiado en la inteligencia artificial, aunque saquen el grado, no saldrán igual de preparados. ¿Qué pasa en secundaria? Las mentes de los adolescentes están en pleno crecimiento, y hay tareas escolares que precisamente contribuyen a ese desarrollo cognitivo. ¿Qué hacemos para convencerles de que no les compensa, y para demostrarles cómo sí pueden hacerlo bien?Por ejemplo: leer un libro y resumirlo. En su artículo, Esther Nieto Moreno de Diezmas de la Universidad de Castilla-La Mancha, explica lo que aporta esta tarea escolar al cerebro desde el punto de vista cognitivo, pero también emocional y metacognitivo. Ahorrar tiempo está muy bien cuando tenemos encima una fecha de entrega, pero, advierte esta experta, “conviene pararse a analizar en qué estamos ahorrando exactamente y cuáles son las contrapartidas”.

Coinciden con ella Jorge Chauca García, de la Universidad de Málaga, que ofrece ejemplos concretos de qué sí se puede hacer con la inteligencia artificial en la asignatura de Historia en secundaria y Bachillerato; y Luis Daniel Lozano Flores, de la Universidad de Guadalajara México, que insiste en esta idea: la tecnología potencia nuestras capacidades, pero para que no acabe sustituyéndolas, tenemos que ser estratégicos. Resumiento: no es lo que puede hacer por nosotros la IA, es lo que nosotros podemos hacer con ella.

Otros temas de interés de esta quincena tienen que ver con la diferencia entre enseñar y adoctrinar, estudiar un grado o máster en otro idioma, y cómo fomentar la autoconfianza de las niñas en matemáticas para reducir la brecha de género en esta disciplina. Espero que los disfruten. Para quienes viven en Madrid (o también para los que no, porque estará disponible en streaming), no quiero dejar pasar la oportunidad de animarles a acudir a nuestro encuentro en el Espacio Telefónica con el experto en neuroeducación David Bueno. Hablaremos del bienestar digital de los niños y los adolescentes, del papel que puede o debería tener la tecnología en el aprendizaje, y de cómo puede mejorar la enseñanza aplicando lo que sabemos del desarrollo cognitivo infantil y adolescente.

The Conversation

ref. La conversación docente: no pregunte a la IA lo que puede hacer por usted – https://theconversation.com/la-conversacion-docente-no-pregunte-a-la-ia-lo-que-puede-hacer-por-usted-268371

La selección: ÍNSULA, de Ciencia y Ficción

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Lorena Sánchez, Responsable de Eventos. Editora de Ciencia y Tecnología, The Conversation

Interior del Gabinete Literario de Las Palmas. Josu Ozkaritz/Shutterstock

Del 4 al 7 de noviembre, The Conversation y el Gabinete Literario de las Palmas de Gran Canaria celebran la tercera edición del festival de ciencia ÍNSULA que este año tiene como lema “De Ciencia y Ficción”.

ÍNSULA acogerá misiones de defensa planetaria, seres vivos capaces de colonizar hábitats extremos, drones de mar vigilantes de los océanos, exoplanetas, el apocalipsis de la Tierra como la conocemos…

Una veintena de expertos y expertas en Tierra, Océano y Cielo (temáticas del festival) participan en charlas de divulgación para todos los públicos.

Niños y niñas encontrarán talleres inspirados en la ciencia ficción, aprovechando su capacidad para despertar vocaciones. Habrá cine en el Museo Elder y Poema del Mar y música en directo en el Gabinete, con “Sonidos de ciencia”, un espectáculo musical creado por el compositor y musicólogo Juan Manuel Marrero.

Las Conversaciones de ÍNSULA

El festival de ciencia ÍNSULA se inaugura el día 4 de noviembre con la conversación entre la bióloga canaria Ana Crespo y la periodista científica de The Conversation Lorena Sánchez. La charla tiene por título “Un viaje a Marte” y abordará el camino de la experta hasta convertirse en la primera mujer en la historia presidenta de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC).

Si hay una distopía que ha capturado la imaginación de escritores y cineastas es la de un planeta al borde del colapso. ¿Podemos salvar la Tierra del cambio climático? El investigador del CSIC Fernando Valladares contará en su conversación con Elena Sanz, directora de The Conversation, cómo protegernos desde la ciencia.

Julia de León Cruz, astrofísica en el IAC, desvelará “Todo lo que sabemos (y lo que no) sobre los enigmáticos visitantes interestelares”, entre ellos 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar que ha venido a visitarnos, tras ʻOumuamua y 2I/Borisov.

¿Qué poder tecnológico elegir para salvar el océano? José Joaquín Hernández Brito, director de PLOCAN, invita a imaginar futuros posibles de la humanidad bajo el agua. Hablará de sensores autónomos, bioplásticos, restauración de corales con impresión 3D, IA para vigilancia marítima y otros superpoderes que ha desarrollado la ciencia.

En las tardes de ÍNSULA, expertos del IAC, la ULPG y la ULL participan en charlas divulgativas en formato “Chachaescucha”. Habrá cazadores de exoplanetas, expertos en mejora genética que buscan superpeces e incluso una guía extraterrestre para entender la Tierra. Un total de 15 charlas de veinte minutos repartidas en las tardes de ÍNSULA.

El festival de ciencia ÍNSULA, que dirige Rafael Robaina, cuenta de nuevo con el apoyo del Ayuntamiento de Las palmas de Gran Canaria, y un comité asesor de excelencia compuesto por la ULPGC, la ULL, el IAC, el Museo Elder y Poema del Mar en el que está integrado The Conversation.

El guión del futuro se escribe desde la ciencia.

The Conversation

ref. La selección: ÍNSULA, de Ciencia y Ficción – https://theconversation.com/la-seleccion-insula-de-ciencia-y-ficcion-268313