Presiones políticas a la Reserva Federal: ¿por qué es tan importante que los bancos centrales sean independientes?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pedro Jesús Cuadros Solas, Profesor Titular de CUNEF Universidad (Especialidad en Economía Bancaria) y Economista de Funcas., CUNEF Universidad

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Desde que el presidente Donald Trump inició su segundo mandato se vienen observando presiones hacia Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal (FED), para que las decisiones de política monetaria del banco central estadounidense se alineen con los deseos del gobierno federal, que quiere que bajen los tipos de interés en Estados Unidos.




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El papel de los bancos centrales y los tipos de interés explicado de manera sencilla


Mientras, de acuerdo con los datos económicos, la Reserva Federal considera que es mejor esperar un poco más antes de comenzar a bajar los tipos de interés oficiales para mantener controlada la inflación. Las presiones, muchas de ellas realizadas en público y con cierto cariz amenazante, son recurrentes y no cesan, en la misma medida en que el jefe de la Reserva Federal se mantiene firme en su decisión de “esperar y ver” (wait and see) antes de actuar.

De hecho, el presidente estadounidense acaba de realizar una visita a la sede oficial de la institución, un gesto poco habitual por parte de los presidentes estadounidenses, que se ha interpretado como una forma adicional de ejercer presión. De hecho, durante la visita se produjo un nuevo desencuentro entre Trump y Powell.

Sobre todo, independencia

Estas presiones al actor responsable de la política monetaria estadounidense por parte del poder político deben servir para reflexionar sobre el valor de la independencia de los bancos centrales. No hay que olvidar que los bancos centrales tienen como función principal mantener la estabilidad de precios a través de su política monetaria.

Es cierto que también tienen otras funciones, como asegurar la estabilidad financiera, emitir moneda, gestionar reservas internacionales y, en algunos casos, supervisar el sistema bancario, pero lo que define a todos los bancos centrales es su función de control de la inflación. Dada la relevancia de dicha función, y para garantizar que no influyan otros intereses en la toma de decisiones monetarias, es esencial la independencia de los bancos centrales respecto al poder político.

Es precisamente dicha independencia la que garantiza la credibilidad de sus decisiones, ancla las expectativas del mercado y asegura que la política monetaria está centrada en el cumplimiento del objetivo de estabilidad de precios. Como ha señalado recientemente la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la independencia de los bancos centrales es fundamental para ganar la lucha contra la inflación y lograr un crecimiento económico estable a largo plazo.

Además, la evidencia empírica lo confirma: una mayor independencia del banco central se asocia con un mejor control de la inflación.

Medir la independencia

La necesaria independencia de los bancos centrales ha impulsado importantes avances en las últimas décadas.
Así lo atestigua el índice de independencia de los bancos centrales (CBIE Index), elaborado por primera vez en 2022 por el investigador y profesor del Trinity College Davide Romelli, y actualizado en 2024. Este índice mide la independencia legal de los bancos centrales a partir de 42 criterios codificados directamente desde sus leyes y estatutos, agrupados en seis dimensiones clave como objetivos institucionales, autonomía financiera y transparencia.

El índice final se obtiene como el promedio de todas ellas. Entre los años 2000 y 2023, el valor medio de dicho índice para los 155 países examinados se ha incrementado en un 18,17 %. Sin embargo, el aumento observado tras la crisis financiera de 2007-2008, superior al 5 %, se ha estancado en la última década. Es un camino que no debe desandarse. Al contrario, hay que seguir garantizando que los bancos centrales tomen sus decisiones al margen de injerencias políticas.

En cualquier caso, es cierto que los bancos centrales de los países europeos –entre ellos el Banco de España– y el Banco Central Europeo sobresalen en este aspecto. Según el referido índice, todos los países situados en las diez primeras posiciones son europeos. No es el caso de Estados Unidos, que aparece más abajo en el ranking.

Más allá de las políticas monetarias

¿Por qué ahora parece que la independencia de los bancos centrales está más comprometida que en décadas pasadas? Son varios los motivos que explican este hecho.

En las últimas décadas, las expectativas que los distintos agentes económicos han depositado sobre lo que un banco central puede y debe hacer han aumentado. En muchos casos, parece que la única política que se puede y debe aplicar para apoyar el crecimiento económico es la monetaria.

Si bien no se puede negar el efecto de las políticas monetarias, estas deben ir acompañadas de otras políticas, fiscales, comerciales y estructurales. No todo el peso debe recaer en los bancos centrales. Además, como señala el Banco de España en su informe 2024 (recuadro 9), el aumento en los niveles de polarización política estaría exigiendo a los bancos centrales actuar más allá de su mandato tradicional, diluyendo así su foco en la estabilidad de precios y abriendo la puerta a interferencias políticas.

Criterios técnicos, transparencia y responsabilidad ante la ciudadanía

Del enfrentamiento Trump–Powell podemos extraer una lección clave: es fundamental que los bancos centrales no cedan ante las presiones del poder político y mantengan su independencia como pilar esencial para garantizar la estabilidad macroeconómica de los países.

Solo preservando esa autonomía se pueden adoptar decisiones técnicas, fundamentadas en datos y orientadas al largo plazo, no condicionados por intereses electorales o coyunturales.

Por otra parte, la defensa de dicha independencia no debe recaer únicamente en las propias instituciones: también los agentes económicos –inversores, empresas y ciudadanos– deben exigir que la política monetaria permanezca al margen de injerencias políticas.

En cualquier caso, independencia no significa que los bancos centrales estén exentos de rendir cuentas a la sociedad. Al contrario, implica que sus decisiones deben regirse por criterios técnicos y objetivos y, al mismo tiempo, exige altos estándares de transparencia, comunicación clara y responsabilidad ante la ciudadanía y sus representantes democráticos.

The Conversation

Pedro Jesús Cuadros Solas recibe fondos para investigaciones académicas del Ministerio de Ciencia e Innovación. Es economista del Área Financiera de Funcas.

ref. Presiones políticas a la Reserva Federal: ¿por qué es tan importante que los bancos centrales sean independientes? – https://theconversation.com/presiones-politicas-a-la-reserva-federal-por-que-es-tan-importante-que-los-bancos-centrales-sean-independientes-261772

El fracaso de las conversaciones para el alto el fuego en Gaza agrava la catástrofe humanitaria

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ali Mamouri, Research Fellow, Middle East Studies, Deakin University

Los esfuerzos por poner fin al implacable asedio de Gaza han sufrido un revés con el abrupto fin de las conversaciones de paz en Catar.

Tanto Estados Unidos como Israel han retirado sus equipos negociadores, acusando a Hamás de “falta de voluntad para alcanzar un alto el fuego”.

El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, declaró que parece que Hamás nunca ha querido llegar a un acuerdo:

Aunque los mediadores han hecho un gran esfuerzo, Hamás no parece estar coordinado ni actuar de buena fe. Ahora consideraremos opciones alternativas para traer a los rehenes a casa e intentar crear un entorno más estable para la población de Gaza.

Este decepcionante desenlace coincide con el temor creciente a una hambruna generalizada en Gaza y con la decisión histórica de Francia de reconocer oficialmente al Estado palestino.

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirma que no hay otra alternativa por el bien de la seguridad en Oriente Medio:

Fiel a su compromiso histórico con una paz justa y duradera en Oriente Medio, he decidido que Francia reconocerá al Estado de Palestina.

¿Qué significarán estos acontecimientos para el conflicto en Gaza y la seguridad general en Oriente Medio?

‘Catástrofe humanitaria’

El fracaso de la tregua significa que no se vislumbra el fin del asedio israelí de Gaza, que ha devastado el territorio durante más de 21 meses.

Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, más de 100 personas, en su mayoría niños, han muerto de hambre. Uno de cada cinco niños de la ciudad de Gaza está desnutrido, y el número de casos aumenta cada día.

El comisionado general Philippe Lazzarini afirma que, con la escasa ayuda alimentaria que llega a Gaza:

Los habitantes de Gaza no son ni vivos ni muertos, son cadáveres andantes […] la mayoría de los niños que ven nuestros equipos están demacrados, débiles y corren un alto riesgo de morir si no reciben el tratamiento que necesitan urgentemente.

La ONU y más de 100 organizaciones humanitarias culpan al bloqueo israelí de casi toda la ayuda que llega al territorio por la falta de alimentos.

Lazzarini afirma que la UNRWA tiene 6 000 camiones con suministros de emergencia esperando en Jordania y Egipto. Insta a Israel, que sigue culpando a Hamás de los casos de malnutrición, a que permita la entrada de la ayuda humanitaria en Gaza.

Propuesta de acuerdo de alto el fuego

La última propuesta de alto el fuego estaba a punto de ser aceptada por ambas partes.

Incluía una tregua de 60 días, durante la cual Hamás liberaría a diez rehenes israelíes vivos. A cambio, Israel liberaría a varios prisioneros palestinos y aumentaría considerablemente la ayuda humanitaria a Gaza.

Durante el alto el fuego, ambas partes entablarían negociaciones para alcanzar una tregua duradera.

Aunque aún no se conocen los detalles concretos de los puntos conflictivos, las declaraciones anteriores de ambas partes sugieren que el desacuerdo se centra en lo que sucedería tras un alto el fuego temporal.

Según se informa, Israel pretende mantener una presencia militar permanente en Gaza para poder reanudar rápidamente las operaciones si fuera necesario. Por el contrario, Hamás exige una vía hacia el fin total de las hostilidades.

La falta de confianza mutua ha empañado drásticamente las negociaciones.

Desde la perspectiva de Israel, cualquier alto el fuego debe impedir que Hamás recupere el control de Gaza, ya que esto permitiría al grupo reconstruir su poder y lanzar potencialmente otro ataque transfronterizo.

Sin embargo, Hamás ha afirmado en repetidas ocasiones que está dispuesto a entregar el poder a cualquier otro grupo palestino que persiga un Estado palestino basado en las fronteras de 1967. Esto podría incluir a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna Cisjordania y reconoce desde hace tiempo a Israel.

Apoyo a un Estado palestino

Los líderes israelíes han apoyado ocasionalmente de boquilla un Estado palestino. Sin embargo, han descrito dicha entidad como “menos que un Estado”, una formulación que no satisface ni las aspiraciones palestinas ni las normas jurídicas internacionales.

En respuesta al empeoramiento de la situación humanitaria, algunos países occidentales han dado pasos para reconocer plenamente un Estado palestino, considerándolo un paso hacia la resolución permanente de uno de los conflictos más prolongados de Oriente Medio.

El anuncio de Macron supone un avance importante.

Francia es ahora la potencia occidental más destacada en adoptar esta postura. Se suma así a más de 140 países, entre ellos más de una docena de Europa, que ya han reconocido la condición de Estado.

Aunque se trata de una medida simbólica, aumentará la presión diplomática sobre Israel en medio de la guerra y la crisis humanitaria que se vive en Gaza.

Sin embargo, el anuncio fue inmediatamente condenado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien afirmó que el reconocimiento “recompensa el terrorismo” y “sería una plataforma de lanzamiento para aniquilar a Israel, no para vivir en paz junto a él”.

¿Anexionarse Gaza?

Un Estado palestino es inaceptable para Israel.

Recientemente, en una reveladora entrevista televisiva, el ex primer ministro israelí Ehud Barak corroboró esto cuando afirmó que Netanyahu había empoderado deliberadamente a Hamás para bloquear una solución de dos Estados.

Además, cada vez hay más pruebas de que Israel está intentando anexionarse la totalidad del territorio palestino y reubicar a los palestinos en países vecinos.

Dada la incertidumbre actual, parece poco probable que se alcance un nuevo alto el fuego en un futuro próximo, sobre todo porque sigue sin estar claro si la retirada de Estados Unidos de las conversaciones fue un cambio real de política o una mera táctica estratégica de negociación.

The Conversation

Ali Mamouri no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. El fracaso de las conversaciones para el alto el fuego en Gaza agrava la catástrofe humanitaria – https://theconversation.com/el-fracaso-de-las-conversaciones-para-el-alto-el-fuego-en-gaza-agrava-la-catastrofe-humanitaria-261966

Qué pistas ofrece la literatura sobre la infidelidad y el revuelo que provoca

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jason Wang, Postdoctoral Fellow, Modern Literature and Culture Research Centre, Toronto Metropolitan University

La escena en el estadio Gillette de Massachusetts el 16 de julio estaba llena de ironía.

Durante el segmento del concierto de Coldplay en el que las cámaras recorren el público, la pantalla gigante enfocó a Andy Byron, entonces director ejecutivo de la empresa de datos Astronomer, abrazando a Kristin Cabot, directora de recursos humanos de la empresa. Ambos están casados con otras personas.

El momento, capturado en vídeo y ampliamente difundido en las redes sociales, muestra a la pareja retrocediendo bruscamente cuando el cantante de Coldplay, Chris Martin, dice: “O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.

El comentario de Martin, aparentemente ligero en ese momento, rápidamente adquirió un tono diferente cuando los detectives de Internet identificaron a la pareja y descubrieron sus funciones en la empresa y su estado civil. En cuestión de días, tanto Byron como Cabot han dimitido de sus puestos.

Este hecho plantea una pregunta más profunda: ¿por qué la infidelidad, especialmente entre los poderosos, provoca tal revuelo público? La tradición literaria ofrece algunas pistas: la traición íntima nunca es realmente privada. Rompe un contrato social implícito y exige el escrutinio de la comunidad para restaurar la confianza.

Cuando la confianza se desmorona públicamente

La noción de “identidad narrativa” del filósofo francés Paul Ricoeur sugiere que damos sentido a nuestras vidas percibiéndolas como si fueran historias. Las promesas que hacemos (y rompemos) se convierten en capítulos de nuestra identidad y en la base sobre la que los demás depositan su confianza. La traición rompe el marco que une los votos privados con los roles públicos; sin ese vínculo, la confianza se desmorona.

La exposición de Byron en el estadio convirtió un voto matrimonial en un símbolo de integridad profesional. La traición pública magnifica la indignación pública porque los líderes simbolizan la estabilidad; sus fallos personales se reflejan inevitablemente en sus instituciones.

Cuando la junta directiva de Astronomer declaró que “no había estado a la altura” del nivel esperado, lamentaba el colapso de la integridad narrativa de Byron y, por extensión, la de su empresa.

Esta idea, que la moralidad privada sustenta el orden público, no es nueva. En Las Leyes, el filósofo griego Platón describió el adulterio como un desorden que socava la familia y el Estado. El filósofo romano Séneca lo calificó de traición a la naturaleza, mientras que el estadista Cicerón advirtió que romper la fides (confianza) corroe los lazos cívicos.

El coste social de la infidelidad en la literatura

La literatura rara vez limita la infidelidad al dormitorio; sus ondas expansivas fracturan comunidades.

La idea de la “consciencia colectiva” sostiene que las normas morales compartidas crean “solidaridad social”. Como demuestra la literatura, las violaciones de estas normas socavan inevitablemente la confianza comunitaria.

Portada del libro _Anna Karénina_, de Lev Tolstói.
Portada del libro Anna Karénina, de Lev Tolstói.
Penguin Libros

Anna Karénina, de León Tolstói (1875-77), dramatiza la fractura social que provoca la traición. La aventura de Anna con el conde Vronsky no solo desafía las convenciones morales, sino que desestabiliza las normas aristocráticas que antes sustentaban su estatus.

A medida que el escándalo la lleva al ostracismo, Anna llora la pérdida de su mundo, dándose cuenta demasiado tarde de que “la posición que disfrutaba en la sociedad… era muy valiosa para ella… [y] no podía ser más fuerte de lo que era”.

En Madame Bovary (1857), las aventuras extramatrimoniales de Emma Bovary desentrañan las redes de su pueblo provinciano, convirtiendo el anhelo privado de lujo y romance en un contagio público.

Nathaniel Hawthorne, en La letra escarlata (1850), lo deja claro: la “A” escarlata de su protagonista Hester Prynne convierte su pecado en un drama cívico. La humillación pública en el cadalso, sugiere la novela, delimita los límites morales y busca restaurar el orden social, un proceso que prefigura los actuales “censores digitales”, donde los momentos virales someten a los individuos al juicio masivo en línea y a la condena pública.

Migajas domésticas y patibulos digitales

Las narrativas contemporáneas cambian el escenario, pero mantienen el mismo principio: la traición devasta los rituales mundanos que construyen la confianza.

Portada de _Se acabó el pastel_, de Nora Ephron.
Portada de Se acabó el pastel, de Nora Ephron.
Anagrama

La novela autobiográfica de Nora Ephron Se acabó el pastel (1983), basada en el fracaso de su propio matrimonio con el periodista de investigación Carl Bernstein, convierte la vida doméstica en un arma.

La protagonista de Se acabó el pastel, Rachel Samstat, expresa sus emociones a través de recetas: la “vinagreta”, como símbolo de intimidad y traición; el “estofado de Lillian Hellman”, como intento de alcanzar la estabilidad doméstica, y la “tarta de lima”, que lanza a su marido, se convierten en símbolos de una vida destrozada por la infidelidad pública.

La sátira de Ephron, posteriormente adaptada al cine, anticipa nuestra era digital de exposición, en la que el dolor privado alimenta el consumo y el juicio públicos.

Portada de _Departamento de especulaciones_, de Jenny Offill.
Portada de Departamento de especulaciones, de Jenny Offill.
Libros del Asteroide

Departamento de especulaciones, de Jenny Offill (2014), que se inspira en su propia vida, muestra otra perspectiva: la traición como una erosión silenciosa.

Offill nunca describe la infidelidad de forma directa; en su lugar, las ausencias del marido, sus silencios y una referencia casual a “otra persona” crean un temor sofocante. Esta indirecta muestra que el poder de la traición reside en su potencial latente, que desmantela lentamente una vida construida sobre la confianza antes de que se produzca ningún acto manifiesto.

Ambas obras subrayan el impacto de la traición en la conciencia colectiva: una mentira fractura una familia tan profundamente como la indiscreción de un director ejecutivo erosiona la confianza institucional. El poder magnifica las consecuencias al convertir los fracasos privados en símbolos públicos de fragilidad. Incluso la traición oculta envenena los rituales compartidos que unen a cualquier grupo, haciendo insostenible la noción de “privado” mucho antes de que se revele públicamente.

Los límites del poder

La literatura reconoce el barniz protector del poder frente a las consecuencias, así como sus límites.

La Trilogía del deseo, de Theodore Dreiser, inspirada en el magnate Charles Yerkes durante la Edad Dorada de Estados Unidos, narra el ascenso del financiero Frank Cowperwood, cuyo poder lo protege… hasta que deja de hacerlo. Incluso su vasto imperio se muestra vulnerable cuando su adulterio sale a la luz. Las mismas redes que lo custodiaban comienzan a desconfiar de él.

Aunque muchos críticos de la élite están ellos mismos comprometidos moralmente en la trilogía, la transgresión de Cowperwood se convierte en un arma para desacreditarlo. Su breve exilio demuestra que el poder puede aplazar, pero no borrar, el precio de la traición. Una vez que se rompe la confianza, incluso los poderosos se convierten en un lastre. No caen con menos frecuencia, solo de forma más llamativa.

El género también influye en la configuración de estas narrativas. Los protagonistas masculinos como Cowperwood resurgen como trágicos antihéroes, y sus fallos morales se reconvierten en defectos de carácter. Por el contrario, las mujeres –pensemos en Emma Bovary, de Flaubert, o Hester Prynne, de Hawthorne– son tachadas de figuras aleccionadoras, y sus transgresiones son estigmatizadas en lugar de mitificadas.

Este desequilibrio en la asignación de consecuencias revela un juicio social más profundo: aunque la confianza rota exige reparación, el camino hacia la restauración suele depender del género del transgresor.

El ojo que todo lo ve

Desde los salones de Tolstói hasta el scroll de TikTok, la literatura no ofrece refugio alguno frente a las repercusiones de la traición. Cuando la confianza privada se fractura de forma visible, se activan los reflejos comunitarios.

Las letras escarlatas, el exilio o la dimisión de un director ejecutivo tienen como objetivo sanar la confianza colectiva. La pantalla gigante, como el cadalso de Hester, es el último instrumento de este antiguo teatro de la exposición.

Pantallas gigantes. Andamios. El mismo sistema operativo. La misma vergüenza.

The Conversation

Jason Wang no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Qué pistas ofrece la literatura sobre la infidelidad y el revuelo que provoca – https://theconversation.com/que-pistas-ofrece-la-literatura-sobre-la-infidelidad-y-el-revuelo-que-provoca-261979

¿Qué es la dermatosis nodular contagiosa qué ha obligado a modificar el recorrido del Tour de Francia?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología. Miembro de la Sociedad Española de Microbiología., Universidad de Salamanca

Pavel1964/Shutterstock

La organización del Tour de Francia 2025 ha decidido modificar el recorrido de la etapa 19, entre Albertville y La Plagne para evitar la subida al Col des Saisies, considerado como un puerto de primera categoría y que podría haber sido clave en la clasificación final de la carrera ciclista. La razón ha sido un brote de dermatosis nodular contagiosa que afecta al ganado vacuno de un rebaño ubicado en el Col des Saisies que ha obligado a sacrificar a los animales enfermos.

La dermatosis nodular contagiosa es una enfermedad vírica transfronteriza emergente altamente infecciosa. Está causada por un virus miembro de la familia Poxviridae y del género Capripoxvirus. Afecta principalmente al ganado bovino y, en menor medida, a otros rumiantes como órices, jirafas, ñus, antílopes e impalas. Tiene gran importancia económica en ganadería debido a las pérdidas productivas que ocasiona, especialmente al disminuir la producción de leche de las vacas lecheras y la producción de carne.

A esto se le suma que puede dar lugar a pérdida de peso, esterilidad temporal o permanente en toros y vacas, abortos, daños en las pieles y muerte. Afortunadamente, la mortalidad no supera el 10 % en el ganado infectado.

Afecta a vacas y búfalos, pero no a seres humanos

Las especies bovinas (Bos taurus y Bos indicus) y el búfalo de agua (Bubalus bubalis) son los principales huéspedes de esta enfermedad, que la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) ha incluido en la lista de enfermedades de declaración obligatoria debido a su importancia clínica y económica.

Ahora bien, es importante destacar que la enfermedad no representa un riesgo para la salud pública, porque no afecta a los seres humanos. Es decir, no es una zoonosis, lo que significa que el virus no se transmite de los animales a las personas.

De Zambia a Francia, sin pasar por España

La enfermedad fue descrita por primera vez en 1929 en Zambia y, desde entonces, se consideró confinada a varias áreas de África, donde se registraron brotes periódicos hasta 1986.

En el año 2014 se notificó por primera vez en la Unión Europea, concretamente en Chipre. Al año siguiente apareció en Grecia y en el año 2016 continuó extendiéndose hacia el oeste de Europa.

La enfermedad apareció por primera vez en Francia el 29 de junio de 2025. El brote inicial se confirmó en una explotación bovina en el departamento de Saboya. Desde entonces, se han notificado varios focos en territorio francés. Por su parte, Italia confirmó el primer foco de enfermedad en el país el 21 de junio.

Los casos en Francia e Italia marcan un hito preocupante. En España, hasta la fecha, no se han declarado nunca focos de la enfermedad.

Declaración urgente de la OMSA

Ante la situación, la Organización Mundial de Sanidad Animal ha emitido una declaración urgente, instando a los países a reforzar la vigilancia y las medidas de control. Tanto Italia como Francia están aplicando medidas conforme al Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión Europea, que incluyen inmovilización y control de movimientos en las zonas afectadas, sacrificio de los animales, eliminación adecuada de cadáveres y productos potencialmente contaminados, investigación epidemiológica para identificar el origen y los contactos de riesgo, vacunación estratégica de emergencia de las poblaciones de bovinos en las zonas de riesgo y desinsectación de animales, instalaciones y vehículos.

La dermatosis nodular contagiosa se caracteriza por fiebre alta, emaciación, ganglios linfáticos superficiales agrandados, lagrimeo, conjuntivitis y nódulos notables en la piel y las membranas mucosas de la boca y órganos internos, el tracto respiratorio y los genitales. Se transmite por vectores artrópodos hematófagos, cómo mosquitos (Culex mirificens y Aedes natrionus), moscas picadoras (Stomoxys calcitrans y Biomyia fasciata) y garrapatas (Riphicephalus appendiculatus y Amblyomma hebraeum).

Actualmente no existe tratamiento para la dermatosis nodular contagiosa. La vacunación y la serovigilancia activa siguen siendo las medidas más efectivas para controlar la propagación del virus. Las vacunas disponibles comercialmente para la inmunización profiláctica del ganado son, en su mayoría, vacunas vivas atenuadas fabricadas con la cepa Neethling o sus derivados, que proporcionan la mejor herramienta para el control de la enfermedad.

The Conversation

Raúl Rivas González no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Qué es la dermatosis nodular contagiosa qué ha obligado a modificar el recorrido del Tour de Francia? – https://theconversation.com/que-es-la-dermatosis-nodular-contagiosa-que-ha-obligado-a-modificar-el-recorrido-del-tour-de-francia-261997

¿Qué significa el fracaso de las conversaciones de paz para la catástrofe humanitaria en Gaza?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ali Mamouri, Research Fellow, Middle East Studies, Deakin University

Los esfuerzos por poner fin al implacable asedio de Gaza han sufrido un revés con el abrupto fin de las conversaciones de paz en Catar.

Tanto Estados Unidos como Israel han retirado sus equipos negociadores, acusando a Hamás de «falta de voluntad para alcanzar un alto el fuego».

El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, declaró que parece que Hamás nunca ha querido llegar a un acuerdo:

Aunque los mediadores han hecho un gran esfuerzo, Hamás no parece estar coordinado ni actuar de buena fe. Ahora consideraremos opciones alternativas para traer a los rehenes a casa e intentar crear un entorno más estable para la población de Gaza.

Este decepcionante desenlace coincide con el temor creciente a una hambruna generalizada en Gaza y con la decisión histórica de Francia de reconocer oficialmente al Estado palestino.

El presidente francés, Emmanuel Macron, afirma que no hay otra alternativa por el bien de la seguridad en Oriente Medio:

Fiel a su compromiso histórico con una paz justa y duradera en Oriente Medio, he decidido que Francia reconocerá al Estado de Palestina.

¿Qué significarán estos acontecimientos para el conflicto en Gaza y la seguridad general en Oriente Medio?

«Catástrofe humanitaria»

El fracaso de la tregua significa que no se vislumbra el fin del asedio israelí de Gaza, que ha devastado el territorio durante más de 21 meses.

Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, más de 100 personas, en su mayoría niños, han muerto de hambre. Uno de cada cinco niños de la ciudad de Gaza está desnutrido, y el número de casos aumenta cada día.

El comisionado general Philippe Lazzarini afirma que, con la escasa ayuda alimentaria que llega a Gaza:

Los habitantes de Gaza no son ni vivos ni muertos, son cadáveres andantes […] la mayoría de los niños que ven nuestros equipos están demacrados, débiles y corren un alto riesgo de morir si no reciben el tratamiento que necesitan urgentemente.

La ONU y más de 100 organizaciones humanitarias culpan al bloqueo israelí de casi toda la ayuda que llega al territorio por la falta de alimentos.

Lazzarini afirma que la UNRWA tiene 6 000 camiones con suministros de emergencia esperando en Jordania y Egipto. Insta a Israel, que sigue culpando a Hamás de los casos de malnutrición, a que permita la entrada de la ayuda humanitaria en Gaza.

Propuesta de acuerdo de alto el fuego

La última propuesta de alto el fuego estaba a punto de ser aceptada por ambas partes.

Incluía una tregua de 60 días, durante la cual Hamás liberaría a diez rehenes israelíes vivos. A cambio, Israel liberaría a varios prisioneros palestinos y aumentaría considerablemente la ayuda humanitaria a Gaza.

Durante el alto el fuego, ambas partes entablarían negociaciones para alcanzar una tregua duradera.

Aunque aún no se conocen los detalles concretos de los puntos conflictivos, las declaraciones anteriores de ambas partes sugieren que el desacuerdo se centra en lo que sucedería tras un alto el fuego temporal.

Según se informa, Israel pretende mantener una presencia militar permanente en Gaza para poder reanudar rápidamente las operaciones si fuera necesario. Por el contrario, Hamás exige una vía hacia el fin total de las hostilidades.

La falta de confianza mutua ha empañado drásticamente las negociaciones.

Desde la perspectiva de Israel, cualquier alto el fuego debe impedir que Hamás recupere el control de Gaza, ya que esto permitiría al grupo reconstruir su poder y lanzar potencialmente otro ataque transfronterizo.

Sin embargo, Hamás ha afirmado en repetidas ocasiones que está dispuesto a entregar el poder a cualquier otro grupo palestino que persiga un Estado palestino basado en las fronteras de 1967. Esto podría incluir a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna Cisjordania y reconoce desde hace tiempo a Israel.

Apoyo a un Estado palestino

Los líderes israelíes han apoyado ocasionalmente de boquilla un Estado palestino. Sin embargo, han descrito dicha entidad como «menos que un Estado», una formulación que no satisface ni las aspiraciones palestinas ni las normas jurídicas internacionales.

En respuesta al empeoramiento de la situación humanitaria, algunos países occidentales han dado pasos para reconocer plenamente un Estado palestino, considerándolo un paso hacia la resolución permanente de uno de los conflictos más prolongados de Oriente Medio.

El anuncio de Macron supone un avance importante.

Francia es ahora la potencia occidental más destacada en adoptar esta postura. Se suma así a más de 140 países, entre ellos más de una docena de Europa, que ya han reconocido la condición de Estado.

Aunque se trata de una medida simbólica, aumentará la presión diplomática sobre Israel en medio de la guerra y la crisis humanitaria que se vive en Gaza.

Sin embargo, el anuncio fue inmediatamente condenado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien afirmó que el reconocimiento «recompensa el terrorismo» y “sería una plataforma de lanzamiento para aniquilar a Israel, no para vivir en paz junto a él”.

¿Anexionarse Gaza?

Un Estado palestino es inaceptable para Israel.

Recientemente se han presentado más pruebas en una reveladora entrevista televisiva del ex primer ministro israelí Ehud Barak, quien afirmó que Netanyahu había empoderado deliberadamente a Hamás para bloquear una solución de dos Estados.

En cambio, cada vez hay más pruebas de que Israel está intentando anexionarse la totalidad del territorio palestino y reubicar a los palestinos en países vecinos.

Dada la incertidumbre actual, parece poco probable que se alcance un nuevo alto el fuego en un futuro próximo, sobre todo porque sigue sin estar claro si la retirada de Estados Unidos de las conversaciones fue un cambio real de política o una mera táctica estratégica de negociación.

The Conversation

Ali Mamouri no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Qué significa el fracaso de las conversaciones de paz para la catástrofe humanitaria en Gaza? – https://theconversation.com/que-significa-el-fracaso-de-las-conversaciones-de-paz-para-la-catastrofe-humanitaria-en-gaza-261966

Releyendo ‘Olvidado rey Gudú’: la fantasía épica en Ana María Matute

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alicia Nila Martínez Díaz, Profesor Acreditado Contratado Doctor Filología Hispánica, Universidad Villanueva

Mapa del reino de Olar que se incluye en ‘Olvidado rey Gudú’. C.L.R.

Hay libros que abren puertas a otros mundos y hay autores que crean esos mundos para hablarnos del nuestro. En 1996, Ana María Matute publicaba Olvidado rey Gudú, una novela escrita en secreto durante más de dos décadas y destinada a convertirse en una de las cumbres más insólitas y poderosas de la narrativa fantástica en español. En pleno auge de este género literario, Matute apostó por un relato atemporal, lleno de sombras, mitos y exemplum morale, que dialoga con J. R. R. Tolkien, Ursula K. Le Guin o Joe Abercrombie sin perder nunca su acento propio.

En este año que conmemoramos el centenario de su nacimiento, queremos invitar a los lectores de literatura fantástica a visitar el mundo mítico de Ana María Matute. Bienvenidos, lectores, a las tierras del rey Gudú.

Ana María Matute: una fabuladora

Nacida en 1925, Ana María Matute vivió una infancia marcada por la Guerra Civil y por ello, su nombre estará siempre vinculado a la “generación de los niños asombrados”.

Aquella niñez perdida sería la herida fundacional, el fértil territorio literario desde el que Matute elegiría narrar el mundo. Aunque sus primeras obras se ubiquen bajo el marbete de la novela social de posguerra, ella siempre tuvo claro su destino de fabuladora. Era cuestión de tiempo que abandonase los transitados caminos del costumbrismo para adentrarse por las tortuosas sendas de la fantasía.

Retrato en blanco y negro de una mujer delgada con el pelo blanco.
Retrato de Ana María Matute, por Julián Martín.
Planeta de Libros

La escritora nunca ocultó su fascinación por los cuentos de hadas, el ciclo artúrico y las sagas del norte de Europa. Olvidado rey Gudú es el fruto maduro de ese pensamiento y ese sentimiento. La respuesta final a una llamada que llevaba escribiendo en secreto desde los años 70 y que –como ella misma confesaría– “no pensaba publicar nunca”.

Sin embargo, Olvidado rey Gudú había de ser parada obligatoria en la carrera literaria de Matute porque con esta novela culminaba su singular viaje literario: el de una joven escritora que, partiendo de la narrativa de posguerra, había forjado con los pernos de la fantasía un universo literario propio, habitado por niños sagaces, criaturas mágicas y estirpes malditas que sucumben por la violencia y el olvido.

Quizás por ello, nunca fue una autora plenamente integrada en los centros de poder literario. Matute escribía desde la lateralidad porque solo así se sabía capaz de cartografiar unos mundos donde lo fantástico no se concebía como evasión, sino como destino lúcido para reflexionar acerca del dolor o el inexorable paso del tiempo.

“Nunca me he desprendido de la infancia, y eso se paga caro. La inocencia es un lujo que uno no se puede permitir y del que te quieren despertar a bofetadas”, diría a propósito de la publicación de Paraíso inhabitado.

Una novela de fantasía épica escrita antes del boom

Mucho antes del descubrimiento de Juego de tronos, mucho antes de la popularización masiva de la Tierra Media en la gran pantalla y antes, incluso, de que los lectores se rindieran ante The Witcher, Matute ya había escrito su gran novela de fantasía épica.

Publicada en 1996, Olvidado rey Gudú redefinió el género, anticipando muchas de las preguntas que hoy alientan la ficción fantástica contemporánea: el héroe crepuscular, la crítica al poder y la presencia de lo mágico como destino y maldición.

Árbol genealógico de la dinastía de Olar.
Árbol genealógico de la dinastía de Olar.
CLR

Ahora bien, ¿por qué Olvidado rey Gudú es una novela de fantasía épica distinta?

Escrita con el rigor estilístico de la mejor literatura y con la potencia simbólica de un mito fundacional, Olvidado rey Gudú es una novela monumental, bella y convulsa. Ambientada en el reino imaginario de Olar, narra el ascenso, esplendor y caída del rey Gudú, marcado por la prohibición de sentir amor. En sus más de 800 páginas, se traza a una historia coral donde trasgos, hechiceros, hadas y guerreros pierden batallas, urden intrigas y lanzan maldiciones.

Pero como toda novela de worldsbuilding (construcción de mundos), la fantasía no es solo decorado o atrezzo, sino soporte necesario para invitarnos a reflexionar. Matute fabula para hurgar en la herida de nuestra humanidad.

Con esta obra, ella nos recuerda que “la imaginación y la fantasía son muy importantes… forman parte indisoluble de la realidad de nuestra vida”, reivindicando así que Olvidado rey Gudú no es evasión, sino puente hacia lo esencial.

¿Por qué leer ahora Olvidado rey Gudú?

Porque no ha perdido ni un ápice de su vigencia. Como los buenos vinos, ha mejorado con los años. Sus temas –la guerra, el poder, la infancia, el olvido– resuenan como golpes de tambor en un mundo que ha redescubierto en lo fantástico una forma alternativa de pensamiento crítico.

Portada de 'Olvidado rey Gudú', de Ana María Matute.

Planeta de Libros

En un momento de auge del género, la novela ofrece una alternativa singular y, sorprendentemente, planteada desde la tradición de la literatura española más incontestable.

Ahora que autoras como Robin Hobb, N. K. Jemisin o Rebecca F. Kuang han llevado la fantasía a nuevos territorios éticos y estéticos, Matute reaparece como su precursora, inesperada y luminosa.

A partir de hoy, que aquellos valientes que osen adentrarse en el reino de Olar porten en su corazón esta severa advertencia: la historia de su rey no es un homenaje al pasado, sino una enjundiosa profecía disfrazada de cuento maravilloso.

Como toda gran literatura, crecerá con ellos, reflejará sus preguntas y les recordará –como dice uno de sus personajes– que “el olvido no es la paz: es solo otra forma de guerra”.


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The Conversation

Alicia Nila Martínez Díaz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Releyendo ‘Olvidado rey Gudú’: la fantasía épica en Ana María Matute – https://theconversation.com/releyendo-olvidado-rey-gudu-la-fantasia-epica-en-ana-maria-matute-260636

Ana María Matute y la censura franquista

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Coral Azofra Loza, Docente del Área de Didáctica de la Lengua y la Literatura, Universidad de La Rioja

Ana María Matute en una imagen de la entrega del Premio Cervantes 2010, que ganó. RTVE

Una de las voces femeninas más encomiadas de la literatura española del siglo XX es, sin lugar a duda, Ana María Matute. Logros como ocupar el asiento “K” en la Real Academia Española, recibir el Premio Cervantes o ser propuesta para el Premio Nobel de Literatura lo evidencian.

Perteneció a la “generación de los 50” y, como cualquier autor que quisiera publicar en España durante los años de la posguerra y dictadura franquista, tuvo que enfrentarse al fenómeno de la censura que durante casi cuarenta años ejerció el Estado sobre toda la población.

Prohibiciones arbitrarias

La censura literaria, más ideológica en los años cuarenta y más moral a partir de los cincuenta, desempeñó un papel fundamental en el control sociocultural del país. Este aparato prohibía directamente obras contrarias a la moral católica o al régimen, y también actuaba de forma indirecta mediante mecanismos más sutiles, como la recompensa de obras afines o la modificación de textos.

Su aplicación, lejos de ser coherente y sistemática, era profundamente arbitraria, dependiendo más del criterio subjetivo de los censores que de unas normas estables. Desde finales de la década de los sesenta puede hablarse de una tímida apertura en el aparato censor institucional, aunque este se mantuvo vigente hasta la muerte de Franco e incluso de forma sutil durante la transición en lo relativo a temas considerados sensibles.

Si todo el proceso censor puede entenderse como “el camino que un texto tiene que recorrer para llegar a su publicación en un sistema complejo de censura previa” es interesante destacar que un primer ejercicio para evitarla fue la autocensura, aplicada por los propios autores “como un mecanismo de anticipación de aquello que el censor no va a consentir”, y que residía en la evitación de temas, la adaptación de contenidos delicados, o el uso de recursos como la fragmentación o la elipsis narrativas. Esto puede ampliarse a la presión editorial, ya que los editores, temerosos de represalias, favorecían aquellos textos que encajaran sin problema en todo lo canónico.

Conviene recordar que sobre las autoras se ejerció una censura mayor por el hecho de ser mujeres. Eso llevó a muchas a usar pseudónimos (Mercedes Formica publicó como Elena Puerto, por ejemplo) y a ser mucho más cuidadosas en el tratamiento de temas que pudieran ser cuestionables moralmente. En ellas se vigilaban especialmente motivos relacionados con la sexualidad, la maternidad no normativa o la crítica al rol tradicional de la mujer. Autoras tan reconocidas como Carmen Laforet, premio Nadal 1944 por Nada, vivieron en esas décadas largos periodos de silencio editorial.

Matute y los niños

Ana María Matute fue una de las afectadas por todo este sistema censor. Y fue ejemplo, asimismo, de que, pese a las restricciones, los autores supieron desarrollar estrategias de resistencia creativa.

Que la censura franquista se aplicaba de forma contradictoria, por lo que el destino de un manuscrito podía cambiar radicalmente según el censor, puede verse en su colección de cuentos Los niños tontos.

Portada de Los niños tontos
La colección de cuentos Los niños tontos.
Editorial Cátedra

Una primera censora, la bibliotecaria María Isabel Niño Mas, consideró que era perturbadora y potencialmente dañina para la infancia: “este libro es impropio de niños. Si se edita no podrá evitarse el que caiga en manos de ellos produciéndoles un daño tremendo. A los niños hay que tratarlos con más respeto. Rechazada su publicación totalmente”.

Sin embargo, en 1956, el segundo censor, el padre Francisco J. Aguirre Cuervo, permitió su publicación señalando: “poemas que, aunque tratan de niños no son para niños […], se puede permitir su publicación”.

Aunque la obra de Ana María Matute no lo fuera, la intensidad con la que la censura afectó a la literatura infantil y juvenil queda patente en la primera evaluación. Se eliminaba de ella cualquier contenido considerado inmoral o subversivo y se promovieron adaptaciones edulcoradas de clásicos y relatos con fuerte carga didáctica y moralizante.

Dos obras diferentes

También la novela Luciérnagas, ambientada en la contienda civil española, fue rechazada en dos ocasiones, en 1949 y 1953, por considerarse contraria a la moral católica y políticamente sospechosa. El censor la condenó acusándola de lo siguiente:

“domina un total sentimiento antirreligioso que llega a la irreverencia en muchos pasajes. Jamás se cita un nombre santo […] Políticamente, la novela deja mucho que desear. […] no debe autorizarse la obra, pues, intrínsecamente, resulta destructora de los valores humanos y religiosos esenciales”.

Como estrategia de supervivencia editorial, Matute tuvo que transformarla en En esta tierra, una versión que ya no reconocía como la misma novela. En ella se evitaba cualquier humanización del enemigo o pluralismo político, se introducían expresiones que reforzaban la idea de que el sufrimiento derivaba del pecado o del incumplimiento de los valores tradicionales, se añadían lecciones morales explícitas, subrayando el valor de la maternidad, la culpa y el castigo, y se eliminaban críticas a la educación religiosa o a la moral católica y palabras malsonantes.

La edición publicada en 1993 de Luciérnagas anunció una nueva reescritura, la cual, sin embargo, no provocó una recuperación completa de la primitiva versión.

Portadas de los libros En esta tierra y Luciérnagas.
En esta tierra y Luciérnagas, dos versiones de una historia separadas por la censura.
Todocolección/Editorial Cátedra

El control externo generó inevitablemente la mencionada censura interna. Los escritores interiorizaron el aparato censor, convirtiéndose en vigilantes de su propia creación. Este fue, para Matute, el mayor daño causado por el sistema y su verdadero triunfo, porque transformaba la mirada de los autores sobre su propia obra, imponiendo a menudo una modificación profunda en los textos.

Pese a las restricciones, ella logró mantener una voz singular, en ocasiones camuflada bajo la apariencia de inocencia narrativa, en una suerte de posibilismo buerovallejiano –otro autor que encontró formas de “burlar” la censura franquista–. Con la democracia su palabra original, evolucionada, pudo verse liberada de los silencios impuestos.

The Conversation

Coral Azofra Loza recibe fondos de la Universidad de La Rioja.

Maribel Martínez López no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Ana María Matute y la censura franquista – https://theconversation.com/ana-maria-matute-y-la-censura-franquista-260610

TikTok seduce, Instagram confirma: así decide qué comprar la generación Z

Source: The Conversation – (in Spanish) – By María Luisa Fanjul Fernández, Profesora en el grado de Marketing y el Máster de Emprendimiento Digital, Universidad Europea

Stock-Asso/Shutterstock

TikTok impulsa el deseo; Instagram valida la elección. El 70 % de la generación Z toma decisiones de compra influenciadas por lo que ve en redes sociales, según un informe elaborado en el marco del Observatorio de la generación Z –personas nacidas entre mediados de la década de 1990 y principios de la de 2010– que analiza los hábitos de consumo de este grupo de población y su relación con las marcas.

El estudio revela que sus compras están motivadas principalmente por la búsqueda de satisfacción personal (61,8 %), aunque la decisión final se ve condicionada por la relación calidad-precio (59,2 %) y la experiencia previa (51,8 %).

Redes sociales: el primer escaparate

Plataformas como TikTok e Instagram influyen en las decisiones de compra, pero cada una cumple una función distinta. TikTok despierta el deseo con vídeos breves y espontáneos que convierten productos en tendencias. Instagram, en cambio, funciona como espacio de validación: la generación Z consulta perfiles, reseñas y comentarios para asegurarse de que su elección merece la pena.

YouTube es clave en compras más reflexivas, como productos tecnológicos o de mayor valor. Pinterest mantiene su rol como fuente de inspiración, especialmente en moda y estilo de vida. En un entorno saturado de estímulos, la visibilidad es esencial: lo que no aparece en sus redes, difícilmente existe para ellas y ellos.

La compra impulsiva

Aunque suelen comparar y valorar antes de decidir, la generación Z también realiza compras impulsivas. El aburrimiento, las promociones atractivas o el miedo a perder una oportunidad (FOMO) son factores que pueden precipitar una compra en redes sociales.

El 75,9 % de las personas encuestadas calificó su última compra con un 6 o un 7 sobre 7 en satisfacción, lo que indica que, incluso en decisiones más rápidas, evalúan positivamente su experiencia.

Contenido útil y real

La Generación Z muestra una actitud crítica hacia la publicidad tradicional y las promociones en redes sociales. Rechaza los anuncios invasivos y desconfía de los influencers cuando el contenido parece poco auténtico o demasiado comercial. Prefiere recomendaciones genuinas, experiencias reales y contenido que aporte utilidad: ¿me sirve?, ¿me aporta algo? Solo entonces presta atención.

Aunque existe una conciencia creciente sobre la sostenibilidad, solo el 4,2 % de las personas encuestadas afirma priorizar este criterio al comprar. Sin embargo, aspectos más concretos como el bienestar animal, especialmente en productos certificados como cruelty-free –sin crueldad–, reciben una mejor valoración.

En general, los valores deben ser visibles, coherentes y creíbles, aunque rara vez son determinantes si implican pagar un precio más alto.

El precio y las promociones

En todo caso, más allá de las emociones o los valores, el precio sigue siendo un elemento clave en la toma de decisiones. El 59,2 % identifica la relación calidad-precio como el principal criterio para elegir un producto o servicio. Además, un 32,5 % declaró haber aprovechado una promoción o descuento en su última compra, y un 27,8 % lo mencionó como hábito.

Estos datos confirman que, para la generación Z, las ofertas no solo activan el deseo de compra, sino que refuerzan la sensación de haber tomado una buena decisión. Percibir valor tangible es fundamental para justificar el gasto.

Girl maths: la lógica emocional aplicada al consumo

En este sentido, uno de los fenómenos más comentados en el estudio es el conocido como girl maths: una forma de justificar compras no planificadas. Por ejemplo, si devuelven un producto o reciben un descuento perciben ese dinero como disponible para una nueva adquisición, casi como si fuera gratuito.

Esta racionalización refleja cómo la generación Z combina la búsqueda de gratificación con un cierto control financiero.

La fidelidad se “gana”

Esta generación puede repetir con una marca, pero no por lealtad emocional. Si un producto funciona y mantiene una buena relación calidad-precio, repite. Si no, busca alternativas sin dudar. La calidad percibida, la experiencia de compra y la confianza son los pilares de esa fidelidad.

Para ellos, la línea entre lo físico y lo digital es cada vez más difusa. La elección del canal depende del producto, la urgencia o la comodidad. Puede probarse ropa en tienda y comprarla online si encuentra mejor precio, o reservar una entrada desde Instagram tras ver un anuncio.

El informe indica que un 44 % elige el canal de compra según la situación. Aunque un 33,5 % prefiere la tienda física y un 22,5 % el canal online, lo que predomina es una experiencia de consumo híbrida y flexible.

Unas decisiones valoradas por la lógica

Conectar con esta generación implica entender que no compra solo productos: busca experiencias, mensajes con los que identificarse y marcas que le inspiren confianza.

Aunque el deseo se activa en TikTok y se valida en Instagram, sus decisiones están guiadas por la lógica. Valora la calidad, el precio y la experiencia previa. Rechaza la publicidad intrusiva, exige autenticidad y, aunque planifica, también responde al impulso si el contenido le resulta relevante.

La fidelidad existe, pero es condicional. La sostenibilidad no es un factor determinante, pero causas como el bienestar animal sí generan más respuesta. Para la generación Z, consumir también es una forma de expresarse.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. TikTok seduce, Instagram confirma: así decide qué comprar la generación Z – https://theconversation.com/tiktok-seduce-instagram-confirma-asi-decide-que-comprar-la-generacion-z-258781

¿Hemos superado realmente el umbral de 1,5 °C de calentamiento marcado por el Acuerdo de París?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By José María Baldasano Recio, Catedrático Emérito de Ingeniería Ambiental, Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech

Leolintang/Shutterstock

El informe sobre el estado del clima de 2024 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que la temperatura media anual global en 2024 fue 1,55 °C superior al promedio del periodo 1850-1900, que se toma como referencia para medir el calentamiento del planeta.

La temperatura media global superó los 1,5 °C brevemente durante un mes o más en 2016, 2017, 2019, 2020 y 2023. Sin embargo, el año pasado fue el más cálido en los 175 de los que se tienen registro. ¿Pero significa todo esto que ya hemos sobrepasado los 1,5 ºC que establece como umbral el Acuerdo de París?

Las ambigüedades del Acuerdo de París

El Acuerdo de París, aprobado en la conferencia sobre cambio climático de la ONU de 2015 (la COP21), hace ya más de diez años, determina que se debe “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”.

Se trata de un acuerdo político-diplomático entre los países que han ratificado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

No obstante, su redacción contiene ambigüedades y genera dos preguntas fundamentales:

  • ¿Qué significa “respecto a los niveles preindustriales”? Pues este período define la temperatura base de referencia para poder delimitar sus incrementos, sus variaciones, sin ambigüedad.

  • ¿Cuándo se considerará que la temperatura ha superado los 1,5 ºC de aumento? Es decir, ¿durante cuánto tiempo debe sobrepasarse ese umbral?

Gráfica que muestra un aumento de la temperatura entre 1850 y 2024
Anomalías anuales de la temperatura media mundial en relación con los niveles preindustriales (1850-1900) desde 1850 hasta 2024.
Datos de las fuentes que indica la leyenda/Estado Global del Clima 2024, CC BY-SA

¿Qué se considera “periodo preindustrial”?

El nivel preindustrial se refiere a la temperatura media global antes de la Revolución Industrial, que se utiliza como referencia para los efectos del calentamiento global. El CMNUCC encargó al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que definiera qué se consideraría como niveles preindustriales: la respuesta fue el Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1,5 °C.

El periodo escogido fue del año 1850 al 1900, cincuenta años. Su selección se debe a que representa el tiempo durante el que se dispone de observaciones con suficiente calidad de las temperaturas superficiales de la tierra y el océano, lo que permite una comparación precisa. Además, la temperatura del aire global fue relativamente estable, con una media aproximada de 13.84 °C.

Con una influencia humana en el clima todavía relativamente pequeña antes del uso progresivo e intensivo de los combustibles fósiles, se consideró como una buena referencia para poder valorar el efecto de las actividades humanas.

Este período aumenta en 20 años el período clásico de 30 años definido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que resulta de los datos promediados y denominados normales climatológicas estándar de la OMM, que habían sido definidos ya en el año 1872.

Un aumento de la temperatura sostenido durante 20 años

Lo cierto es que todavía no podemos afirmar que hemos superado el umbral de los 1,5 °C tal y como establece el Acuerdo de París.

Las temperaturas globales no aumentan de forma gradual. Debemos considerar la diferencia entre la variabilidad natural del clima –por los fenómenos de El Niño y por la actividad volcánica– y la variabilidad que define su tendencia en el tiempo –el actual proceso de calentamiento–. El sistema climático oscila en diferentes escalas de tiempo con frecuencias temporales a corto y largo plazo.

Por tanto, la cifra de 1,5 °C se refiere a un calentamiento planetario promedio sostenido, no solo al valor de un solo año, que por sí solo podría ser anómalamente más cálido o más frío que el promedio a largo plazo. Pero ¿por cuánto tiempo debe mantenerse ese aumento de la temperatura para considerarlo una tendencia?

La Segunda Revisión Periódica del objetivo global a largo plazo de la Convención aclaró que “el objetivo se evalúa a lo largo de décadas” (COP22 de Sharm el-Sheikh, Egipto, en 2022). El IPCC, en su informe sobre las bases físicas del cambio climático, define el momento de superación como “el punto medio del primer período de 20 años en el que la temperatura global del aire en superficie promedia más que la temperatura umbral”. El uso de este promedio ayuda a garantizar que las tendencias del calentamiento se deban a la intervención humana y no a variaciones naturales.

Así, habrá que esperar 20 años para confirmar si superar el umbral de 1,5 °C se mantiene como una tendencia. La humanidad solo sabrá con certeza si hemos alcanzado el límite del Acuerdo de París en retrospectiva. Lo que implica el riesgo de retrasar su reconocimiento y la correspondiente reacción.




Leer más:
Contradicciones que lastran el cumplimiento del Acuerdo de París sobre el clima


Hace falta consenso

El calentamiento se está acelerando. En el informe de 2021 del IPCC se indicaba, en casi todos los escenarios de emisiones, un alcance de los 1,5 °C “a principios de la década de 2030”. Y, el reciente informe de la OMM Actualización Climática Anual Decenal Global 2025-2029 indica que es probable (con un 70 % de probabilidad) que la media quinquenal de 2025-2029 supere los 1,5 °C.

Abordar la cuestión de cuándo entraremos en un período de 20 años con un calentamiento promedio de 1,5 °C no es, por lo tanto, solo un ejercicio de seguimiento del registro de temperatura global. Tiene una relevancia fundamental para la gestión de riesgos climáticos y la planificación de la adaptación.

Evaluar el aumento de la temperatura media global utilizando el calentamiento promedio de las últimas décadas retrasará el reconocimiento formal de cuándo la Tierra supera el límite de 1,5 °C. Esto probablemente genere distracciones y retrasos justo cuando la acción climática es más urgente.

Se necesita definir y acordar una métrica única y consensuada que describa claramente la superación del umbral de 1,5 °C –ya existen algunas alternativas– y anticipar los acontecimientos que lo precederán. Los impactos asociados serán graves. Tal aumento podría parecer una realidad lejana, pero podríamos estar alcanzándolo antes de lo que imaginamos de acuerdo a las observaciones ya disponibles.

La ocurrencia del primer año con un calentamiento de 1,5 °C implicaría que el período de 20 años que alcanza el objetivo inferior del Acuerdo de París ya ha comenzado y que los impactos esperados con este nivel de calentamiento ya se están manifestando.

The Conversation

He sido miembro del IPCC

ref. ¿Hemos superado realmente el umbral de 1,5 °C de calentamiento marcado por el Acuerdo de París? – https://theconversation.com/hemos-superado-realmente-el-umbral-de-1-5-c-de-calentamiento-marcado-por-el-acuerdo-de-paris-261114

¿Puede la inteligencia artificial corregir errores ortográficos complejos?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pedro Manuel Moreno-Marcos, Profesor Titular en el Departamento de Ingeniería Telemática de la Universidad Carlos III de Madrid, Universidad Carlos III

ugguggu/Shutterstock

Durante siglos, antes de que existieran los correctores automáticos, la corrección de textos dependía de profesionales como escribas, copistas, correctores de estilo y tipográficos o, simplemente, de personas con buena formación en ortografía.

Fue así hasta las décadas de 1970 y 1980, con la llegada de los ordenadores personales. Entonces, la manera de escribir y corregir documentos cambió. La escritura comenzó a digitalizarse y los correctores automáticos surgieron como sistemas basados en reglas simples y comparación con diccionarios o listas predefinidas.

Uno de los primeros fue SPELL, diseñado en 1971 en la Universidad de Stanford (Estados Unidos). Este programa analizaba textos en inglés y detectaba palabras mal escritas al compararlas con un diccionario. Además, sugería correcciones para errores comunes como cambios de una letra o transposiciones. Sin embargo, no interpretaba el contexto, ni el significado de las palabras.

A finales de los años 1980 y principios de la década de 1990, programas como Microsoft Word empezaron a incluir correctores ortográficos integrados en sus aplicaciones de creación y edición de texto. Por ejemplo, en 1995, Microsoft Word introdujo los conocidos subrayados rojos que señalaban errores en tiempo real. Aún así, estas herramientas seguían sin interpretar el contexto ni la intención del mensaje.

A pesar de las limitaciones, dichos avances facilitaron el proceso de revisión de textos.

Escribir bien en la era digital

Aunque hoy en día contamos con muchas facilidades para escribir correctamente, la realidad es que, en un entorno donde elaboramos textos constantemente –correos, informes, mensajes en redes sociales, solicitudes…–, a menudo adoptamos hábitos incorrectos por comodidad o rapidez. Por ejemplo, es habitual ver preguntas que solo llevan el signo de interrogación al final o la omisión de tildes.

Por ello, los correctores automáticos siguen siendo imprescindibles. Mientras que muchos ya ofrecen soluciones eficaces para errores ortográficos simples (como confundir “v” con “b” u olvidar una tilde) y errores gramaticales o de estilo básicos, el verdadero reto aparece cuando son fallos más complejos que varían según el contexto.

¿Es capaz la inteligencia artificial (IA) de detectar y corregir este tipo de errores? ¿Puede, por ejemplo, identificar usos incorrectos del pronombre “tú” en textos formales, donde debería emplearse una forma impersonal?

Contextos limitados

Actualmente, muchas herramientas basadas en inteligencia artificial están preparadas para corregir errores ortográficos y gramaticales básicos. Por ejemplo, sistemas como Grammarly, LanguageTool o Microsoft Editor utilizan enfoques combinados de reglas lingüísticas con modelos estadísticos o de aprendizaje automático. Gracias a ello, son capaces de detectar faltas de ortografía, confusiones comunes entre palabras homófonas sencillas (como “echo” y “hecho”) y errores de concordancia gramatical o de modos verbales.

Sin embargo, muestran limitaciones cuando se enfrentan a errores que requieren una comprensión más global del texto. Una de las principales razones es que suelen procesar el contenido por fragmentos, con un límite de tokens (unidades lingüísticas que pueden ser palabras, partes de palabras o signos), lo que se conoce como “ventana de contexto”. Por lo tanto, no captan bien las relaciones entre distintas partes del documento.

Además, muchas de estas herramientas se basan en reglas predefinidas y en patrones aprendidos a partir de ejemplos limitados, lo que reduce su capacidad para detectar cambios de tono, variaciones que dependen del tipo de texto o del destinatario o redundancias de estilo, entre otras dificultades.

El desafío: corregir errores complejos con IA

Un ejemplo de error difícil de detectar es el uso incorrecto del gerundio. En frases como “Salí de casa, olvidándome la mochila”, su uso está mal empleado, debido a que el gerundio solo puede expresar acciones que ocurren antes o a la vez que la acción principal, pero no después.

En este caso, el olvido ocurrió antes de salir, por lo que ese uso es incoherente desde el punto de vista temporal. Para corregir esto, la IA debe mirar el contexto y la relación entre las acciones.

Con este objetivo, en proyectos de investigación como PALABRIA-CM-UC3M trabajamos en nuevas formas de detectar errores complejos, como el uso del “tú” impersonal en contextos formales, el gerundio no normativo o los marcadores discursivos. Se trata de errores de registro, sintaxis o cohesión que requieren una comprensión textual profunda.

Para abordar la corrección automática, se han propuesto distintos enfoques, entre los que destacan los métodos basados en reglas, los enfoques estadísticos y los modelos neuronales. Nuestro proyecto combina reglas lingüísticas con modelos de inteligencia artificial. En concreto, se están probando varios tipos de modelos basados en aprendizaje profundo, entre los que destaca la IA generativa con arquitectura tipo transformer.

Ventajas de la IA generativa

Con este enfoque, se pueden procesar textos más extensos y analizar todas las palabras de una secuencia al mismo tiempo –con un mecanismo conocido como self-attention–, a diferencia de los modelos anteriores. Esto le permite captar mejor la relación entre distintas partes del texto y detectar errores complejos relacionados con el registro, la sintaxis o la cohesión.

Otra ventaja de la IA generativa es su facilidad de uso. Funciona a partir de instrucciones escritas en lenguaje natural, llamadas prompts. Es decir, solo con expresar de manera clara y eficaz lo que se necesita –por ejemplo, que revise un texto y corrija ciertos errores–, el modelo puede generar una respuesta adecuada.

Por último, debemos recordar que el uso de la IA en la escritura no reemplaza la creatividad ni la intención comunicativa. Al contrario, si se usa de forma consciente, puede ser una herramienta muy útil, especialmente en ámbitos educativos. Puede detectar errores, proponer mejoras y fomentar una escritura más clara.

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Pedro Manuel Moreno-Marcos recibe fondos del proyecto PALABRIA-CM-UC3M, financiado por la Comunidad de Madrid a través del convenio-subvención para el fomento y la promoción de la investigación y la transferencia de tecnología en la Universidad Carlos III de Madrid

MARINA SERRANO-MARÍN recibe fondos del proyecto PALABRIA-CM-UC3M, financiado por la Comunidad de Madrid a través del convenio-subvención para el fomento y la promoción de la investigación y la transferencia de tecnología en la Universidad Carlos III de Madrid.

Natalia Centeno Alejandre recibe fondos del proyecto PALABRIA-CM-UC3M, financiado por la Comunidad de Madrid a través del convenio-subvención para el fomento y la promoción de la investigación y la transferencia de tecnología en la Universidad Carlos III de Madrid.

ref. ¿Puede la inteligencia artificial corregir errores ortográficos complejos? – https://theconversation.com/puede-la-inteligencia-artificial-corregir-errores-ortograficos-complejos-259294