El medio rural no necesita más subvenciones, sino pagos justos por los servicios que proporciona

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Víctor J. Colino Rabanal, Profesor Ayudante Doctor en el Departamento de Biología Animal, Ecología, Parasitología, Edafología y Química Agrícola. Secretario del Centro de Estudios Ambientales y Dinamización Rural., Universidad de Salamanca

El ganado puede ayudar a reducir la vegetación para disminuir el riesgo de incendios. Emimili/Shutterstock

Los incendios que arrasan España este verano de 2025 no son solo una catástrofe ambiental. Son también la señal más clara de que la relación con el medio rural está agotada. Durante décadas, la despoblación, la pérdida de usos tradicionales y el abandono institucional se han intentado frenar con subvenciones y ayudas. Pero esas políticas no han resuelto los problemas de fondo.

Al contrario, dichas medidas han reforzado la idea de que el campo es un territorio débil al que hay que “ayudar”. El resultado es un medio rural vulnerable y marginado, aunque absolutamente esencial para la sociedad. La respuesta para garantizar su subsistencia y desarrollo no puede seguir siendo la misma: necesitamos un nuevo contrato social, basado en pagos –no en subvenciones– que reconozcan las muchas contribuciones del medio rural a la sociedad.

La diferencia entre una subvención y un pago no es un simple matiz. Marca un cambio profundo en la relación entre la sociedad y el medio rural. La subvención se percibe como una ayuda externa, que coloca a quien la recibe en una posición pasiva de dependencia. El pago, en cambio, establece una relación de igual a igual. Mientras la subvención alimenta la narrativa de un espacio deficitario, el pago refuerza el reconocimiento del papel estratégico de estos territorios y sus habitantes.

Servicios que presta el medio rural

Uso el término “contribuciones del medio rural a la sociedad” como paralelismo con el de contribuciones de la naturaleza a los seres humanos de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). Como en países como España el medio rural ejerce de custodio del territorio, buena parte de las contribuciones de la naturaleza a las personas proceden del medio rural.




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Las contribuciones del medio rural a la sociedad son múltiples y valiosas. Con una gestión adecuada, estos territorios proporcionan importantes servicios ecosistémicos: protegen suelos, regulan caudales hídricos, depuran aguas, aseguran la polinización y conservan biodiversidad y recursos genéticos.

También desempeñan funciones sociales y culturales de enorme valor, como la transmisión de saberes tradicionales, la pervivencia de paisajes culturales, la generación de identidad colectiva y la fijación de la población.

Y en este año de incendios se muestra otra función vital: reducir riesgos naturales y evitar daños económicos y sociales muy notables.




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Un nuevo contrato social

El pago por todos estos servicios debe ser uno de los pilares del nuevo contrato social. Actualmente, la sociedad se beneficia de ellos sin reconocer su coste ni hacerse corresponsable de su cuidado. No obstante, debería pagar, y hacerlo mediante mecanismos que reflejen el verdadero valor de lo que recibe.

Este contrato social también implica cambios dentro del propio medio rural. Agricultores, ganaderos y propietarios forestales deben reconocerse no solo como productores de alimentos y materias primas. Deben ser, al mismo tiempo, proveedores de bienes públicos esenciales: naturaleza, paisajes, biodiversidad y cultura.

Asumir este rol significa reclamar pagos justos, pero también integrar objetivos de multifuncionalidad y gestión responsable en la actividad diaria. Se trata de pasar de una lógica de supervivencia a una de liderazgo en la transición hacia un modelo territorial más justo.

Ya existen iniciativas que muestran cómo los pagos por estas contribuciones pueden aplicarse, por ejemplo, a la reducción del riesgo de incendios. En distintas regiones de España, programas de pastoreo remuneran a ganaderos por mantener rebaños que reducen la vegetación seca, actuando como cortafuegos vivos más sostenibles que la limpieza mecánica. También hay iniciativas que promueven paisajes en mosaico. Estos paisajes producen alimentos, pero además frenan la propagación del fuego.

En otros países hay iniciativas similares. En Portugal se han puesto en marcha planes que pagan a pequeños propietarios por mantener áreas abiertas mediante ganadería extensiva. En Francia se han promovido acuerdos para que el ganado se alimente en espacios naturales protegidos, reduciendo la carga inflamable y reforzando la biodiversidad.

Y en América Latina, países como México han explorado esquemas de pago por servicios ambientales que incluyen la protección contra incendios en bosques comunitarios.

Hay muchas otras iniciativas similares en otros ámbitos como la absorción de carbono en terrenos forestales o agrícolas , o el mantenimiento y restauración de biodiversidad. De hecho, los ecoesquemas de la PAC intentar ir en esa dirección.




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Oportunidades de innovación y nuevos nichos laborales

El nuevo contrato social abre también un horizonte de oportunidades. Puede convertirse en motor de innovación y modernización de las zonas rurales, con búsqueda de nuevas formas de gestión integrada del paisaje, impulsando el uso de tecnologías como la teledetección, los drones y la inteligencia artificial para gestionar la complejidad del territorio. Genera además nuevos nichos laborales en ámbitos como la bioeconomía, la restauración ecológica y el turismo de naturaleza.

Además, este enfoque resulta especialmente apropiado para las zonas rurales periféricas y despobladas. En ellas, la rentabilidad agrícola es baja y las opciones económicas limitadas. Pero los servicios ecosistémicos que prestan son paradójicamente más valiosos. Así, los esquemas de pago pueden ser esenciales para complementar y diversificar las rentas y contribuir a fijar población en estas zonas.

Toda esta visión enlaza de forma natural con las políticas de reto demográfico y con estrategias de conservación como la de infraestructura verde, situando al medio rural en el centro de la transición social que la sociedad necesita.

En resumen, los incendios de 2025 muestran el precio de seguir ignorando al medio rural. Abandonar el asistencialismo y poner en marcha un sistema de pagos que reconozca su valor real es la mejor forma de devolver protagonismo a sus habitantes. Solo así estos territorios podrán consolidarse como espacios dinámicos, multifuncionales y abiertos a la innovación. Porque sin un medio rural vivo y reconocido, no habrá futuro para la sociedad en su conjunto.

The Conversation

Víctor J. Colino Rabanal no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Por qué la programación debería ser tan importante como las matemáticas

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Luis Daniel Lozano Flores, Profesor investigador en Educación, Universidad de Guadalajara

Concurso de robótica y programación para alumnos de 6 a 11 años de una escuela primaria. Luis Daniel Lozano Torres.

Cada día, casi cada hora, estamos usando códigos de diversos lenguajes de programación. Lo hacemos cuando utilizamos aplicaciones en nuestro dispositivo móvil para cocinar, entretenernos, escuchar música, incluso ir de un lugar a otro a través de un mapa u obtener referencias de algún restaurante. Dependemos de ellas para las actividades más básicas de nuestra existencia, pero desconocemos su funcionamiento interno.

En ocasiones, depender tanto de la tecnología sin saber cómo funciona trae como resultado problemas más grandes y en algunos casos menos manejables. Por ejemplo, el caso de la privacidad y seguridad: aceptamos los términos y condiciones de alguna aplicación o página web sin leerlos cedemos nuestra información personal, como la ubicación, fotos o contactos.

Estudiantes y tecnología

En el mundo académico, los estudiantes de diversos niveles educativos utilizan inteligencia artificial para potenciar estrategias de aprendizaje. No sólo para generar texto, sino para analizar grandes bases de datos, texto, y posteriormente convertirlos en podcasts o mapas mentales, entre otros productos que faciliten su comprensión y reflexión.

El uso que hacen es a menudo automático e irreflexivo, dejando de lado la parte crítica y los procesos cognitivos y metacognitivos necesarios para que su realización suponga realmente un aprendizaje.

Conocer la tecnología por dentro

Una de las mejores maneras de evitar este uso automático y acrítico es aprender programación en las primeras etapas educativas. Entender cómo funciona la tecnología permite desarrollar un pensamiento crítico ante ella y discernir cuál se adaptan mejor a nuestras necesidades, tanto académicas como cotidianas.




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Se puede aprender a programar desde los primeros años, con actividades y robots especializados para estudiantes de preescolar, con los que niños y niñas pueden aprender jugando, ya sea por medio de dinámicas, videojuegos o interfaces muy amigables para los más pequeños. Por ejemplo Scratch, que les permite programar animaciones y robots virtuales solo con un navegador de internet.

¿Cuándo y por qué aprender programación?

Pensadores constructivistas desde Seymour Papert (ya en 1980) han defendido que toda persona debía desarrollar habilidades específicas de un pensamiento computacional. Pensar computacionalmente implica automatizar, evaluar, descomponer, pensar abstracta y algorítmicamente.

De hecho, el pensamiento computacional puede ser desarrollado con o sin el uso de tecnología. Cualquier juego en el patio, incluso de los tradicionales, en el que se van resolviendo problemas y sorteando obstáculos de manera estructurada, diagramas de flujo o laberintos contribuye a desarrollarlo.

La gamificación es una buena manera de desarrollar este tipo de pensamiento computacional “desenchufado”, que busca cultivar un enfoque crítico y reflexivo.

El fenómeno QWERTY

Para entender el efecto que la dependencia de la tecnología puede tener en nuestra mente si no sabemos cómo funciona utilizaremos la metáfora del fenómeno QWERTY. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué es ese el orden de las letras que aparecen en la línea superior del teclado, a partir de la izquierda? Antiguamente, el orden de las teclas de una máquina de escribir debía de ser calculado minuciosamente, debido a que, si dos teclas se presionaban una después de otra, podían atascarse, por lo que se decidió que el orden de las letras fuera poco común, como “Q-W-E-R-T-Y”.




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Con el paso del tiempo, se decidió dejarlo así en los teclados de computadoras, dispositivos móviles, entre otros. Llamamos “fenómeno querty” al uso de la tecnología sin conocer el origen ni la lógica con la que funciona.

QWERTY en la educación

El fenómeno QWERTY puede ser aplicado a las formas de pensar. Por ejemplo, la educación tradicional solía dar mayor importancia a la memorización y a seguir procedimientos paso a paso para resolver problemas. Estos métodos son comparables al diseño del teclado QWERTY: una solución del pasado que persiste por costumbre, a pesar de que hoy en día sabemos que hay formas más eficientes de aprender y pensar.

Actualmente, se le da mayor importancia a la comprensión, la lógica y la resolución de problemas de forma innovadora. Abandonar la inercia de los métodos antiguos para adoptar un enfoque de pensamiento más dinámico es un ejemplo claro de cómo superar esa actitud pasiva de aceptación de lo que hay porque es lo que había.

Cuando los niños aprenden desde pequeños que pueden desarrollar habilidades de programación sin tecnología, con simples juegos, prevenimos que sean víctimas del fenómeno QWERTY.

Lo que aporta la programación

Las razones por las que los estudiantes se benefician de estudiar programación en la etapa primaria son las siguientes:

  1. Permite desarrollar habilidades cognitivas que permitan darle un uso crítico, ético y responsable a la inteligencia artificial. Al darse cuenta de cómo funciona la tecnología, conocen también los riesgos que implican sus diferentes usos, por ello los estudiantes terminan desarrollando sensibilidad ética ante la tecnología.

  2. Entender y utilizar la automatización: al programar, los estudiantes aprenden a agilizar órdenes que se les dan a los robots (como en matemáticas utilizamos fórmulas para agilizar sumas, restas, promedios, etc., en una hoja de cálculo). La automatización es una habilidad clave para que nuestras actividades sean más sencillas y rápidas.

  3. Entender el procesamiento de datos. Por ejemplo, al programar un robot, los estudiantes le enseñan a usar la información de sus sensores para tomar decisiones, como girar cuando detecta un obstáculo. Aprender a organizar y usar esta información de forma lógica les ayuda a desarrollar una forma de pensar que después aplican en otras clases, facilitándoles la creación de gráficas, tablas o diagramas, ya que ahora comprenden cómo se estructura la información.

  4. Potenciar el pensamiento crítico, abstracto y algorítmico. Un estudiante que programa es un estudiante crítico, ya que comprende que existen muchas soluciones para un mismo problema. La programación nos invita a encontrar diferentes procedimientos para resolver una misma situación.




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Lo que dice la evidencia

Algunos estudios demuestran que el desarrollo del pensamiento computacional es un elemento esencial de los programas de estudio, ya que ayuda a desarrollar habilidades clave para pensar creativamente en cualquier etapa educativa.

Incluso programando robots educativos sencillos se adquieren conocimientos y aprendizajes útiles como identificar patrones, resolver problemas y trabajar en equipo.

The Conversation

Luis Daniel Lozano Flores no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Por qué la programación debería ser tan importante como las matemáticas – https://theconversation.com/por-que-la-programacion-deberia-ser-tan-importante-como-las-matematicas-260011

Podemos modificar el cerebro (y la salud mental) usando luces que parpadean

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Francisco Javier Ávila Gómez, Profesor Contratado Doctor, fisica aplicada (área de óptica), Universidad de Zaragoza

DC Studio/Shutterstock

¿Se puede estimular el cerebro a través de la visión? Esa fue la pregunta que motivó nuestro estudio publicado recientemente en Journal of Imaging, donde se demuestra que la estimulación visual intermitente puede modular la actividad cerebral, un marcador de plasticidad funcional. Esta se puede entender como la capacidad que tiene el cerebro para cambiar su estructura y adaptarse durante la vida. Gracias a esto, nuestras neuronas pueden eliminar las que no usamos o fortalecer las conexiones que nos permiten el aprendizaje, la memoria o recuperarnos de lesiones como, por ejemplo, la pérdida del habla tras sufrir un ictus.

La buena noticia es que la plasticidad no es exclusiva de la edad infantil, sino que el cerebro en la edad adulta sigue reorganizando sus conexiones. Su estudio, sin embargo, suele requerir de técnicas complejas y costosas, en ciertos casos, invasivas.

El método: confrontar al sistema visual

La estimulación luminosa intermitente consiste en exponer al observador a una luz que parpadea a una frecuencia determinada. Mientras tanto, se mide la actividad cerebral mediante electroencefalografía (EEG) y es comparada con la actividad en condiciones normales.
Si durante la estimulación, se observa una respuesta conocida como potenciales evocados visuales, entendemos que ha habido una respuesta en la corteza cerebral a través del sistema visual debida al estímulo parpadeante: una mayor respuesta implica mayor excitabilidad y, por tanto, plasticidad funcional.

Frecuencia crítica de fusión

La clave está en la frecuencia del parpadeo de la luz. Nuestro sistema visual presenta dos vías principales, que transmiten la información desde la retina hacia el cerebro, conocidas como vías “parvocelular” y “magnocelular”. De forma resumida, la primera es sensible a alta resolución espacial (detalles finos) y cambios temporales lentos. La segunda responde a baja resolución espacial y cambios temporales rápidos. Ambas funcionan de forma complementaria.

Sin embargo, a veces, el movimiento es tan veloz que nuestro sistema visual no puede procesar la velocidad (como un parpadeo muy rápido), o la calidad de imagen se degrada tanto que no podemos percibir detalles pequeños (como ocurre con las cataratas, o la conducción en un día de niebla). En estos escenarios, nuestro sistema visual alcanza el límite de resolución dando lugar a un fenómeno conocido como “sumación” espacial y temporal. Es decir, nuestro cerebro “suma” las señales que recibe para generar una respuesta.

En el caso de la visión espacial, se traduce en una mancha borrosa. En el caso temporal, una luz parpadeando a una frecuencia muy alta se percibe como una luz estática sin ningún tipo de parpadeo. Esta frecuencia en el sistema visual se encuentra generalmente por encima de los 30 Hz y se conoce como frecuencia crítica de fusión.

En estos límites espacio-temporales de la visión, las vias parvo y magnocelulares juegan un papel compensatorio: Si disminuye la resolución espacial, aumenta la temporal, y viceversa. .

En nuestro cerebro, existen ventanas de sensibilidad cortical donde la estimulación con ciertas frecuencias inducen la respuesta neuronal, mientras que otras pueden inhibirla o incluso ser inocuas.

Estimular el cerebro sin terapias invasivas

Las neuronas no se activan de forma aleatoria: lo hacen siguiendo patrones oscilatorios –repetitivos– de actividad eléctrica. Estas oscilaciones son de muy baja amplitud, del orden de microvoltios en humanos. El análisis de los patrones de ondas, es una gran herramienta de investigación en la Neurofisiología para evaluar cómo funciona el encéfalo. En la mayoría de las patologías de la corteza cerebral se observan ondas disminuidas.

Estas ondas de la actividad eléctrica cerebral se detectan mediante EEG y, según su frecuencia de oscilación, se clasifican como ondas alfa, theta, delta, beta y gamma. En nuestro estudio, comprobamos que todas se pueden modular mediante estímulos visuales. Presentamos a los participantes estímulos visuales basados en un LED parpadeante controlado por un miniordenador de bajo coste (Arduino) y encontramos que, al estimular la visión a la frecuencia critica de fusión con luz verde, se producía una reducción significativa de las ondas de alta frecuencia beta y gamma.

Sin embargo, al disminuir la cantidad de luz emitida mediante difusores de luz translúcidos, el carácter compensatorio de las vias magno y pavo celular se ve comprometido. Esta confrontación nos sirvió para detectar un mecanismo de respuesta antagónico en la actividad cerebral: se encontró un aumento significativo de la actividad neuronal de las ondas beta y gamma.

Mapas de actividad cortical para iluminación a la frecuencia crítica con luz verde (derecha) y cuando el sistema parvocelular se penaliza mediante filtros ópticos.
F. J. Ávila et al.

Desórdenes mentales y neurológicos

La sincronización neuronal de ondas de la frecuencia beta y gamma está relacionada con la función cognitiva y la percepción, mientras que la pérdida de sincronización en la banda gamma se asocia con enfermedades como Alzheimer, autismo y esquizofrenia.

Además, la activación excesiva de ondas beta puede generar ansiedad y estrés, mientras que su inhibición puede conducir a depresión severa y deterioro cognitivo.

Electro-encefalograma de ondas gamma en un sujeto sano en condiciones de reposo (curva roja) y mientras se aplica el estimulador visual (curva azul).
F. J. Ávila et al.

Por ello, las ondas cerebrales de alta frecuencia son importantes bio-marcadores de la salud mental.

Electro-encefalograma de ondas gamma en un sujeto sano en condiciones de reposo (curva roja) y mientras se aplica el estimulador visual (curva azul).
F. J. Ávila et al.

¿Una terapia basada en pulsos de luz?

Nuestro experimento fue simple, pero sus implicaciones pueden ser profundas: una breve estimulación visual puede cambiar, al menos temporalmente, la actividad cerebral. Esa capacidad de cambio es lo que hemos llamado neuroplasticidad visual.

Si logramos afinar esa relación, podríamos restaurar la plasticidad perdida, sin necesidad de intervenciones invasivas, para reactivar una red neuronal dormida.

The Conversation

Francisco Javier Ávila Gómez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Por qué las baldosas miden 31,6 o los secretos milimétricos del universo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By José Ygnacio Pastor Caño, Catedrático de Universidad en Ciencia e Ingeniería de los Materiales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)

Baldosas de terracota TY Lim/Shutterstock

Es una mañana cualquiera y estamos descalzos en la cocina, preparándonos un café sin prisas, mientras sentimos el contacto de nuestros pies con el suelo. El mundo aún se está empezando a desperezar y, distraídos, contemplamos las baldosas que nos transmiten el frescor del alba: perfectamente alineadas como teselas de un puzle obsesivamente preciso. ¿Cuánto mide cada una de ellas? No son de 30 centímetros exactos, ni tampoco 33,3. Se nos pasa por la mente que pueden estar diseñadas en medidas anglosajonas, pero tampoco miden 30,48 cm (un pie o doce pulgadas). Y tampoco son un múltiplo de 3,14159… como 31,4 cm. ¡Ufff, y esto, a algunos, nos llevaría a algún mal recuerdo del número pi y las matemáticas!

De repente, surge ante nosotros un número extraño, casi mágico: 3,16 decímetros (dm), es decir, 31,6 centímetros. Es como si alguien hubiera decidido jugar con nuestra mente, escondiendo un enigma matemático justo bajo nuestros pies, en algo tan cotidiano y aparentemente anodino como las baldosas del suelo.

Una idea brillante de Charles Renard

A estas alturas, lector, es posible que ya haya empezado a medirlas, sorprendido porque ni siquiera son cuadradas. Pero no dejaremos que las modernas tendencias en porcelánicos nos arruinen una fascinante historia que se remonta al siglo XIX. Todo comenzó con Charles Renard, un ingeniero francés cuya brillante idea fue racionalizar las dimensiones industriales, facilitando así tanto la fabricación como el transporte de mercancías. Lo que parecía simplemente una manía ingenieril, para ordenar el caos numérico en secuencias armoniosas, acabó conectando con fenómenos mucho más profundos y misteriosos de la Física.

El ingeniero e inventor francés Charles Renard (1847-1905).
Wikimedia Commons.

Y es que la intuición de Renard no se quedó atrapada en las fábricas ni en los almacenes, sino que extendió sus tentáculos hacia terrenos sorprendentes, enlazando con ámbitos tan diversos como los decibelios, esas curiosas unidades con las que medimos la intensidad del sonido – es la base del “decibelio medio”: 10 · log₁₀(10sqrt{10}) ≈ 5 dB–, y la mismísima constante de Planck, esa misteriosa cifra que gobierna el mundo microscópico de las partículas elementales y la estructura íntima del universo –en cálculo dimensional, 10√10 conecta con la constante de normalización de Planck en unidades físicas naturales–.

Una medida común en el siglo XX

Lo cierto es que esta medida de 3,16 nunca llegó a convertirse en un estándar universal, sino más bien en una sugerencia práctica. Una recomendación amable, podríamos decir. Desde finales del siglo XIX y, especialmente, con el intenso florecimiento de la industria cerámica en España a mediados del siglo XX, esta curiosa cifra reinó cómodamente como la dimensión más habitual en baldosas y azulejos.

¿Y hasta cuándo duró el reinado del intrigante 3,16? Pues, aunque sigue utilizándose hoy día, hay que admitir que ha perdido bastante protagonismo frente a formatos más grandes, más audaces, con nuevas proporciones y simetrías sugerentes (como esos elegantes 30×60, 45×90 o los imponentes 60×120). La culpa es de las modas contemporáneas, los porcelánicos rectificados y esas ganas tan nuestras de innovar para dejar atrás lo de siempre. Pero no desesperen los nostálgicos: la humilde baldosa de 3,16 decímetros todavía se fabrica, sobre todo en gamas clásicas o series destinadas a reposiciones.

10 baldosas de 31,6 cm dan como resultado un metro cuadrado.
Ruth Maicas.

La lógica interna del 3,16

Volviendo ahora a nuestra realidad más inmediata, esa extraña cifra, esos 31,6 centímetros, no son producto de un error del fabricante ni de un capricho estético pasajero (las actuales, sí). Las dimensiones aparentemente azarosas de las baldosas poseen, en realidad, una lógica interna fascinante. Ese pequeño decimal, ese insignificante 0,16, esconde una sorprendente maravilla de diseño industrial y eficiencia matemática, un detalle magistral de ingenio que, aunque invisible para nosotros durante años, siempre ha estado ahí, esperando descubrirse.

Lo primero que tenemos que saber es que estas baldosas no están solas en el universo de los revestimientos cerámicos. Son piezas de un engranaje mucho mayor, una estructura modular que conecta múltiples escalas. Precisamente, 31,6 cm es una medida estándar muy utilizada por fabricantes europeos para pavimentos y revestimientos cerámicos cuadrados.

Razones industriales y económicas

Pero ¿por qué usar módulos de 31,6 cm y no 33,3 cm? Uniendo tres piezas de 33,3 cm nos daría un metro. La respuesta a esta pregunta tiene su origen en las decisiones industriales tomadas décadas atrás, cuando las fábricas comenzaron a utilizar moldes y planchas cerámicas con dimensiones pensadas para maximizar el aprovechamiento de materiales.

Cuando vamos a comprar esas placas en el almacén, el precio que nos dan es el de un metro cuadrado y eso corresponde exactamente a diez baldosas. Aquí está la sorpresa, un metro cuadrado son 100 decímetros cuadrados, eso quiere decir que cada baldosa tiene 10 decímetros cuadrados y la raíz cuadrada de 10 es 3,16, en nuestro caso decímetros, es decir 31,6 centímetros. Este curioso número nos da un equilibrio perfecto entre economía, estética y sistema métrico.

Además, existe otro factor silencioso, pero clave en su instalación: las juntas. Estas baldosas no habitan aisladas, sino que se separan por pequeñas líneas que rellenamos con cemento o lechada. Cuando incluimos este espacio (habitualmente entre 1 y 2 milímetros), las dimensiones totales se ajustan con precisión: se logra que tres losetas formen un metro, y logramos un encaje perfecto entre piezas de distintos tamaños. Parece una danza matemática cuidadosamente orquestada, invisible para la mayoría de nosotros, pero fundamental para constructores, arquitectos y diseñadores.

¿Y por qué nadie nos había contado esto antes? ¿Por qué consideran que somos unos zotes en matemáticas? No, no es eso. Resulta que los detalles se quedan atrapados en las fábricas y los laboratorios, alejados de la vida cotidiana y de nuestra mirada curiosa.

Las matemáticas de la vida

Estas dimensiones, lejos de ser triviales, encajan con una filosofía de la construcción que busca eficiencia, sostenibilidad y precisión. La decisión de utilizar baldosas de 31,6 cm no solo es estética, también es económica y ecológica, al reducir el desperdicio de materiales en la fabricación y colocación. Este enfoque refleja una armonía interna que conecta cada pequeña baldosa con el universo de nuestras vidas.

El misterio del 3,16 abre una puerta a preguntas aún más fascinantes ¿Cuántas otras decisiones invisibles determinan las dimensiones de objetos aparentemente triviales? ¿Qué otros enigmas matemáticos aguardan escondidos en los elementos cotidianos de nuestro entorno natural y artificial? ¿Por qué existe una relación ideal entre las distintas partes de nuestro cuerpo?

Al final, el suelo de nuestros hogares esconde más que un simple patrón geométrico: es un pequeño homenaje a la perfección silenciosa de la vida. Ahora, cada vez que miremos esas baldosas, tendremos la oportunidad de descubrir no solo una cifra peculiar, sino una invitación a explorar el mundo cotidiano con una mirada diferente y, de paso, vacilar a nuestros amigos con un dato curioso y sorprendente.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

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El fuego no es el único enemigo: el ‘burnout’ en los bomberos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alicia Arenas Moreno, Profesora de Psicología Social, Universidad de Sevilla

El coste psicológico, físico y emocional de trabajar en el cuerpo de bomberos es enorme. Hryshchyshen Serhii/Shutterstock

Cuando imaginamos a un bombero, solemos pensar en una persona capaz de un acto heroico como extinción de incendios forestales o rescates en incendios, inundaciones y accidentes. Sin embargo, pocos se detienen a considerar el coste psicológico y emocional que conlleva esta labor.

El síndrome de burnout –un estado de agotamiento emocional, despersonalización y pérdida de eficacia profesional– se ha convertido en una amenaza creciente para estos trabajadores esenciales. Analizando 36 estudios sobre este asunto, nuestro equipo ha llegado a la conclusión de que el desgaste emocional es una realidad frecuente y preocupante en el colectivo de los bomberos. Paradójicamente, la investigación sobre el tema sigue siendo escasa en comparación con otras profesiones de riesgo, como personal sanitario o policías.

Riesgos más allá del fuego

Ricardo comienza su día sabiendo que no volverá a casa hasta el día siguiente. Mientras la mayoría de las personas tienen una jornada laboral de ocho horas, para un bombero el turno dura 24 horas seguidas. Eso significa estar disponible, alerta y preparado desde que entra al parque, a las 8:45 de la mañana, hasta la misma hora del día siguiente.

No es fácil teniendo en cuenta que su labor va mucho más allá de apagar fuegos. A veces le toca abrir la puerta de un anciano que no responde a las llamadas de sus familiares para averiguar si sigue con vida. Otras se ocupa de contener una fuga de gas, o de intervenir en un accidente o incluso de asistir en un intento de suicidio. En suma, su rutina está marcada por la incertidumbre, y cada salida exige no solo destreza técnica, sino también templanza, empatía y capacidad para actuar bajo presión. Y aunque en teoría pueden dormir por la noche, en la práctica rara vez descansa bien: las alarmas pueden sonar en cualquier momento.

Las demandas laborales excesivas, como la exposición constante a situaciones de emergencia, los turnos prolongados y la ambigüedad de rol, figuran entre los principales desencadenantes del síndrome del burnout en estos profesionales. Además, la falta de reconocimiento institucional y el escaso apoyo organizacional agravan la situación.

No a todos los bomberos les afecta por igual

No a todos les afecta por igual. A nivel individual, ciertos rasgos de personalidad, como el neuroticismo, una baja autoeficacia y el uso de estrategias evitativas de afrontamiento pueden actuar como factores de riesgo favoreciendo la aparición del burnout.

Por el contrario, la inteligencia emocional y la búsqueda de sentido en el trabajo pueden funcionar como factores protectores.

Cansancio, alteraciones del sueño y lesiones

El burnout no solo lleva a sufrir cansancio o desmotivación. Sus consecuencias afectan gravemente tanto a la salud del bombero como al servicio que presta a la comunidad. Los estudios incluidos en nuestra revisión muestran una asociación clara con diversos trastornos psicológicos, como la depresión, el estrés postraumático y las alteraciones del sueño .

A nivel físico, el desgaste emocional se ha vinculado con un aumento del riesgo de lesiones musculoesqueléticas. Además, el burnout afecta negativamente al rendimiento, aumentando la posibilidad de errores, el absentismo y los problemas de seguridad laboral.

La paradoja del bombero “vocacional”

Podríamos pensar que tener una fuerte vocación es un factor positivo. Sin embargo, puede volverse en contra en determinadas circunstancias, intensificando el impacto emocional de las situaciones críticas y actuando como un factor de riesgo en contextos de alta carga afectiva. De igual forma, la autocompasión, aunque generalmente protectora, puede convertirse en un riesgo en bomberos cuando no se acompaña de estrategias adaptativas.

Incluso el apoyo social, tradicionalmente valorado como amortiguador del estrés, ha mostrado resultados contradictorios: en contextos organizacionales tensos o poco funcionales, el apoyo entre compañeros puede no ser suficiente o incluso perjudicial, aumentando el agotamiento emocional.

En España no se considera una enfermedad profesional

A pesar de su gravedad, el burnout no está reconocido como enfermedad profesional en España, lo que impide a los bomberos acceder a intervenciones específicas. Esta omisión contrasta con países como Suecia o Canadá, donde existen protocolos estructurados para su prevención, como el modelo de gestión del estrés por incidentes críticos (CISM, por sus siglas en inglés).

Nuestra revisión sistemática señala, además, una preocupante falta de estudios realizados en el contexto español, lo que limita la capacidad de diseñar políticas adaptadas a las particularidades del país . El vacío se torna más grave si se considera el reciente aumento de fenómenos climáticos extremos, como la dana de 2024, que multiplican las exigencias sobre este colectivo.

Cuidar a los que nos cuidan

Ante este panorama, sería interesante, a nivel individual, apostar por programas de entrenamiento en regulación emocional, resiliencia, y estrategias activas de afrontamiento. A nivel organizacional, se podría actuar mejorando el clima laboral, clarificando los roles, equilibrando la carga de trabajo y fortaleciendo el liderazgo.

El burnout en bomberos no es un signo de debilidad, sino una respuesta comprensible ante un entorno laboral desafiante y que exige un nivel de esfuerzo emocional constante. Reconocerlo como riesgo psicosocial y desarrollar políticas públicas de prevención y atención, más allá de las obligaciones mínimas establecidas por la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, sería de gran ayuda para este colectivo.

La salud mental de quienes nos protegen no puede esperar. Reconocer el problema, invertir en prevención y adaptar las organizaciones a las necesidades reales del trabajo de emergencias no es solo una cuestión de justicia laboral, sino de responsabilidad social.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. El fuego no es el único enemigo: el ‘burnout’ en los bomberos – https://theconversation.com/el-fuego-no-es-el-unico-enemigo-el-burnout-en-los-bomberos-260071

Los monasterios, nuevo refugio del arte contemporáneo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alicia Grueso Hierro, Investigadora postdoctoral, Universitat Politècnica de València

El monasterio de Santa María de El Paular, en Madrid (España). Fotografía: @María Ángeles Domínguez Illescas

Cuando empleamos la palabra trascendencia, podemos estar hablando de su valor filosófico en Kant, o también podemos referirnos a santo Tomás de Aquino y la filosofía escolástica de los trascendentales del ser, que se manifiestan en la unidad, la verdad, la bondad y la belleza

Pero aquí nos interesa la lingüística de una etimología que indica sobre todo elevación, que asciende –‘trans’ (a través, más allá) y ‘scandere’ (escalar)–, que nos hace superar un límite y subir de escala. La trascendencia nos obliga a mirar arriba, a lo más alto.

Otra acepción alude en lenguaje llano a lo que es importante. Por eso, si planteamos la trascendencia del arte contemporáneo, cuestionamos su papel en nuestra sociedad de consumo, preguntando qué quedará para la posteridad del arte del presente.

Vídeo resumen del I Seminario Trascendencia y Arte Contemporáneo en El Paular.

Ars mutandi

La creación de los siglos XX y XXI es un campo de operaciones fértil para todo tipo de mezclas tanto estéticas como éticas. Durante más de cien años, los artistas han roto sus propios patrones y criterios en reformas y contrarreformas sucesivas, adentrándonos en el extrañamiento y en lo inverosímil.

Se suele pasar por alto en el mundo moderno ilustrado, tecnológico y científico su vestigio arcaico, su tradición espiritual, aunque existen ejemplos de artistas vinculados a las ramas de la Teosofía y al Esoterismo desde finales de siglo XIX, véase Hilma Af Klint o el grupo de pintores Trascendental Painting Group.

Todavía hoy confirmamos la desvinculación del artista secular con lo sacro, al menos aparentemente. Si, como dice el filósofo José Luis Pardo, el populismo identitario es la nueva religión católica, puede haber una vía de desidentificación que permita huir de los dogmas actuales. Las tendencias del arte influidas por las corrientes posmodernas han seguido políticas ideológicas (decoloniales, feministas o ecologistas) en gran medida dirigidas por poderosas agendas museísticas y estatales. A priori no hay ningún mensaje masivo que marque un camino negativo, que vaya a contracorriente. Pero esto puede estar cambiando.

Artistas de inspiración cristiana

Siempre latente, sin embargo, sin hacer ruido, espera el abismo divino abajo, cabizbajo. Dios ¿humano o inhumano?, inexistente en el discurso oficial de los millenials, empieza tímidamente a escucharse.

De inmediato irrumpen ejemplos donde vemos resurgir la pregunta exaltada por el sentido trascendente de la vida. Ya gozaron años de bonanza los artistas malditos, ¿pasaremos ahora a los benditos? La actriz y directora de escena Angélica Liddell se adelanta rabiosa, y sus dramaturgias crean obras laicas que no son panfletos ni publicidad misionera ni catequesis pastoral.

Pintura abstracta con un cuadrado blanco y un triángulo en rojo.
Cantico a San Juan de la Cruz, de Gustavo Torner (1991).
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando/VEGAP

Vemos el impacto del film Sirat, en el que las raves son trances espirituales, y podemos pensar en los Padres del Desierto, los monjes eremitas que se adentraron en el vacío de la vida despojada en el siglo II para entregarse plenamente a Dios. La aparición del director de la película, Oliver Laxe, en las redes refleja una imagen de Jesucristo predicando en calma profana y profética.

En música surgen discos como Jesucrista Superstar, de Rigoberta Bandini, iconos como Rosalía traducen el Cántico Espiritual en su interpretación de “Aunque es de noche” –que adapta el poema de san Juan de la Cruz– y grupos experimentales nos inducen a lo no trivial, como en un concierto de Anoushka Shankar y Gold Panda.

Encontramos resonancias en artistas de vanguardia que indagaron como creyentes en formas devocionales, desde la abstracción de Mondrian, Rothko o Torner a la figuración de Dalí pasando por el cine expandido, de José Valdelomar a Bill Viola. Perejaume dialoga con la cruz, Llorenc Barber con el campanario y el venerable Gaudí comienza a ser canonizado. En los límites de lo conceptual y la canalización como médium se encuentra Eulàlia Valldosera. Algo indica que una fina línea une la espiritualidad, la mística y los artistas gracias a su peculiar carisma.

Dibujo de un monje arrodillado frente a la cruz.
Dibujo de san Rafael Arnaiz y Barón, monje trapense, incluido en sus escritos.
‘Vida y escritos de Fray María Rafael Arnáiz y Barón. Monje Trapense’, Edit. El Perpetuo Socorro. Madrid,1966

Previo a la Guerra Civil Española, un joven estudiante de arquitectura con aspiración artística, Rafael Arnaiz, ingresó en 1934 en el Monasterio de San Isidro de Dueñas y hoy ya es considerado un santo del siglo XX.

Monasterios abiertos

Creadores como Federico García Lorca o Luis Buñuel frecuentaban el Monasterio de El Paular, así como los pintores becados en este enclave monástico de Rascafría (Madrid) y que vivían en las mismas celdas sencillas, donde encontraron lugares de retiro para inspirar sus trabajos. Un artista ordenado es alguien que necesita de una rutina y repetición, y un espacio aislado permite la concentración.

En España contamos con un número altísimo de monasterios, más de 700, siendo el país con más recintos de clausura de Europa. En los últimos años abren sus hospederías a estancias temporales para mujeres y hombres. Enclavados en paisajes naturales insólitos por su belleza, a través del cántico gregoriano y ritmo de la oración (siete rezos, entre el oficio de lectura y las completas), proporcionan condiciones de observación y meditación terapéuticas.

Rebeldes contra el mundo

Las órdenes monacales han permanecido invariables a través de los siglos, presumiendo de ser una de las experiencias comunitarias más antiguas de Occidente. Por otro lado los artistas modernos buscan modos alternativos de subsistir, nuevos modelos de existencia, precisamente repensando el individualismo en pos de una experiencia común.

En una época de sobreexposición en redes y termómetros asfixiantes, de sometimiento a las cookies y al expolio de datos, los monasterios esperan tranquilos desde la retaguardia, resguardados, y pueden ser una respuesta. En su ocultación, cultivando la austeridad, el anonimato y la huida de la norma convencional, predican el desacato contra el capitalismo más agresivo, más destructivo. Son, desde su inmovilidad y refugio pacífico, los otros rebeldes insumisos de la historia.

Hallamos similitudes entre el deseo de plenitud poética y el ejemplo de la vida contemplativa. ¿Tendría sentido que los dos mundos, el seglar y el monacal, convivieran? Después de todo, los y las monjas transitaron, fueron profanos que más tarde se consagraron en una comunión de solitarios en “libre dependencia de Dios”, alabando con pasión el poder divino.

¿Y podrían de igual modo los creadores sin fe acercarse a estudiar las órdenes desde el respeto, la curiosidad y la observación? Ejemplos no nos faltan: Le Corbusier trabajó por la causa cristiana erigiendo una iglesia magnífica en Ronchamp y el dadaísta Hugo Ball, después de fundar el mítico y anarquista Cabaret Voltaire, se dedicó a la lectura de los místicos y cristianos.

Al final del ajetreado camino, cuando volvemos al silencio, una frase cartuja nos recuerda que “solo cuando el lenguaje se detiene se comienza a ver”.

The Conversation

Alicia Grueso Hierro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Los monasterios, nuevo refugio del arte contemporáneo – https://theconversation.com/los-monasterios-nuevo-refugio-del-arte-contemporaneo-260253

Una nueva esperanza para los afectados por epidermólisis bullosa o ‘piel de mariposa’

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Marta García Domingo, Profesora Titular de Universidad. Área de Trabajo Social y Servicios Sociales, Universidad de Jaén

DEBRA España

Según la organización Rare Diseases International, se estima que existen más de 6 000 enfermedades raras, y que, en conjunto, afectan a unos 300 millones de personas en todo el mundo. Las cifras reflejan no solo la variedad de este tipo de patologías, sino también la magnitud del desafío global que representa su diagnóstico, tratamiento y comprensión.

La epidermólisis bullosa es una afección genética, crónica e incurable, caracterizada por una extrema fragilidad de la piel y las mucosas. Provoca la formación de ampollas y erosiones ante el mínimo traumatismo y puede dar lugar a complicaciones extracutáneas graves.

Metafóricamente, esta fragilidad se compara con la delicadeza de una mariposa, y de ahí que reciba el nombre coloquial y más conocido de “piel de mariposa”. Aunque pueda sonar lejana, cualquier persona podría ser portadora del gen sin saberlo: se estima que una de cada 227 lo es. Según cálculos estadísticos, en España podría haber entre 500 y 1 000 personas con epidermolisis bullosa.

El impacto social en el núcleo familiar

Un estudio reciente que hemos realizado en la Universidad de Jaén ha evidenciado el profundo impacto multidimensional que genera esta dolencia en el núcleo familiar. Desde el nacimiento, la enfermedad exige cuidados continuos y complejos: curas diarias que pueden durar varias horas, una alimentación especializada, visitas médicas frecuentes y un sinfín de gestiones burocráticas para acceder a recursos o tratamientos.

Ante estas circunstancias, las relaciones de pareja suelen resentirse por el estrés continuo y la falta de espacios compartidos. Los vínculos intrafamiliares se tensan por la sobrecarga emocional, el reparto desigual de responsabilidades y la imposibilidad de planificar o vivir con normalidad. El aislamiento social se convierte en una constante, ya sea por las limitaciones impuestas por el cuidado diario o por la escasa comprensión del entorno, que suele desconocer la enfermedad y minimizar sus consecuencias.




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La intensa carga emocional, atravesada por sentimientos de culpa, tristeza, ansiedad e incertidumbre, se ve agravada por la escasa información y sensibilización sobre la enfermedad.

También es significativo el impacto económico, con un aumento de gastos asociados al cuidado y una reducción de ingresos, especialmente por la renuncia laboral de las madres, que suelen asumir el rol de cuidadoras principales.

El sistema sanitario tiende a centrarse en lo visible: en la herida, en la piel. Y deja fuera del foco aquello que también necesita atención urgente: el bienestar familiar.

Llega la terapia génica

La buena noticia es que, por primera vez, la ciencia ha logrado ofrecer una solución más allá del alivio sintomático para quienes viven con epidermólisis bullosa. En febrero de 2025, la Agencia Europea del Medicamento aprobó la primera terapia génica para tratar una de sus formas más graves: la epidermólisis bullosa distrófica.

Este avance, fruto de años de investigación y ensayos clínicos, representa un hito histórico. No es una cura definitiva, pero sí un paso gigante hacia un tratamiento más específico, menos invasivo y potencialmente transformador. Por primera vez, no se trata solo de aliviar el dolor, sino de corregir una parte del origen del problema.

El fármaco, comercializado bajo el nombre de Viyuvek, ha sido desarrollado por el laboratorio estadounidense Krystal Biotech. Consiste en un tratamiento tópico que promueve la producción de colágeno tipo VII, proteína esencial para la cohesión de la piel.

Esta acción directa sobre la causa genética de la enfermedad ha demostrado efectos concretos: una mejora notable en la cicatrización de las heridas y disminución del dolor crónico asociado.

Una esperanza que plantea nuevas preguntas

La aprobación de Viyuvek abre un escenario lleno de posibilidades. Por primera vez, una terapia tiene el potencial de intervenir directamente sobre la causa de la enfermedad, y no solo sobre sus síntomas. Esto puede traducirse en una mejora significativa de la calidad de vida: menos heridas, menos dolor, mayor autonomía y menor impacto en el núcleo familiar.

Sin embargo, también surgen preguntas importantes: ¿podrán acceder a este tratamiento todas las personas que lo necesiten? ¿Estarán los sistemas sanitarios preparados para incorporarlo? ¿Cómo se regulará su uso y financiación en diferentes países?

El tiempo dirá si Viyuvek se convierte en una opción accesible de forma global o si su implementación dependerá de factores como la estructura del sistema de salud, los recursos disponibles o la voluntad política.

Frente al dolor, la incertidumbre o la falta de recursos, el tiempo y la inacción también dejan huella.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Una nueva esperanza para los afectados por epidermólisis bullosa o ‘piel de mariposa’ – https://theconversation.com/una-nueva-esperanza-para-los-afectados-por-epidermolisis-bullosa-o-piel-de-mariposa-258732

Cómo aprender a cuidar nuestros cuerpos desde una pedagogía sensible

Source: The Conversation – (in Spanish) – By María Esther Prados Megías, Licenciada en Educación Física. Profesora Titular. Área Didáctica de la Expresión Corporal. Doctora en Antropología Social y Cultural, Universidad de Almería

BearFotos / Shutterstock

“Ahora me veis así, delgaducho, pero cuando estaba en el insti estaba gordito… ¡Os podéis imaginar cómo se metían conmigo! Siempre estaba llorando, incluso en mi casa, pero cuando nadie me veía (…) Un día en una clase de Educación Física hicimos juegos con mimo, imitar, mirarnos al espejo, gritar juntos… Estas actividades me dieron la oportunidad de hacer cosas juntos sin medirme con nadie, de moverme a la vez que hacía algo diferente; sentía que cuidaba mi cuerpo, que me daba alegría moverme; algo me pasó que empecé a valorar mi cuerpo de otra forma, así como soy. Recuerdo que me fui a casa pensando en algunas preguntas que nos hizo la profe sobre la actividad y llegué a la conclusión de que ¿quién ha dicho que hay cuerpos perfectos?” (Fede, 2024).

“Yo soy más lenta, menos ágil, más enclenque. Un día en clase de gimnasia hicimos ejercicios muy divertidos con pañuelos de colores y de respiración. Me concentré y sentí que mi cuerpo flotaba. Fue chulo sentir que a los demás también le pasaba lo mismo que a mí. Entonces ya no importaba mi lentitud, ni mi torpeza. Sentía alegría por mí y por los demás. Fue la primera vez que no sentía miedo en gimnasia, que formaba parte del grupo” (Blanca, 2024).

Fede y Blanca nos relatan uno de los episodios vividos en su etapa de secundaria, algo relativamente reciente y presente para ambos. Hoy se están formado para ser maestro y maestra de Educación Física en primaria. Como otros compañeros, han participado en una de las investigaciones que desarrollamos en la formación inicial del profesorado, en las que buscamos maneras de enseñar más “sensibles”, inclusivas y amables en Educación Física.

El relato biográfico

Esta investigación utiliza el relato biográfico, en este caso relatos escolares, como instrumento para la obtención de información. El alumnado puede narrar alguna experiencia o recuerdo relacionado con su cuerpo en clases de Educación Física en cualquiera de las etapas educativas o formativas.

A través del relato se reflexiona sobre su experiencia vivida y encarnada. Al compartir sus experiencias, cada estudiante toma conciencia de qué ha vivido, de quién fue y quién es ahora.

Profundizar en lo que nos ha sucedido, en lo que nos duele, en lo que sentimos o pensamos también es aprender. Los relatos permiten, además, comprender el contexto sociocultural y educativo en el que hemos crecido y su papel en nuestras creencias. Por eso, los relatos ofrecen claves para reflexionar sobre el sistema educativo.

Del positivismo corporal a la pedagogía sensible

El denominado “positivismo corporal” ha derivado en el consumo de “lo sano” a partir de hábitos y prácticas estéticas, de alimentación y físico-deportivas. Se busca una “buena imagen corporal” que guste a los demás, siempre bajo cánones dominantes y mercantilistas. Estas prácticas y preocupación por el cuerpo han aumentado entre los jóvenes, incluso en edades tempranas.




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En gran medida, los discursos de la positividad corporal abogan por prácticas individualistas orientadas en el “tú puedes si quieres”. ¿Y si no se consigue?

Cuerpos sensibles que sienten

La propuesta de una pedagogía sensible invita a plantear prácticas educativas en las que el alumnado pueda acercarse a la experiencia “sintiente” de su cuerpo. Un cuerpo que es sensible a las diferencias, a lo distinto, a la diversidad de expresiones. Un cuerpo que duele, que a veces grita, que otras veces fluye, que a veces es torpe y otras inmensamente fuerte.

Un cuerpo que atiende a los sentidos y percepciones y a la forma en cómo nos podemos acercar a otro modo de tocar, ver, oler, sentir, escuchar y moverse de formas distintas, hacia el propio cuerpo y hacia el de los demás.




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Por ejemplo, como nos contaba Blanca en otro fragmento de su relato:

“Aprendiendo una danza en clase me di cuenta de lo importante que era la unión, pero sobre todo puse atención a una consigna que la profe decía: date cuenta, pon atención al

Este testimonio puede servir de ejemplo al profesorado para comprender la importancia de plantear actividades “sensibles”, es decir, propuestas que no se apoyan tanto en estándares educativos basados en clasificaciones, mediciones, resultados, rúbricas o rankings.

Habitar el cuerpo en la escuela

Los resultados de este estudio abogan, sobre todo en las etapas de escolarización obligatoria, por incluir en las clases de Educación Física propuestas que inviten a habitar el cuerpo, es decir, a sentirlo, a tomar conciencia de los diversos estados en los que está y a buscar formas de expresión en movimiento que narren lo que les sucede a las personas. Entre múltiples posibilidades, destacamos:

  1. Crear espacios para visibilizar de forma segura, amable y respetuosa los cuerpos en movimiento. Es importante invitar al alumnado a relacionarse a través de la expresividad, la creatividad y el lenguaje no verbal como una forma pacífica y sensible de comunicación. Para profundizar en ello, el profesorado puede buscar diversas propuestas. Dejamos algunos materiales que se pueden consultar como: el proyecto EmoCrea del Cabildo de Canarias, el proyecto Bientratar o consultar libros como Educar con co-razón, Pedagogías Sensibles: sabores y saberes del cuerpo y la Educación, o Pedagogías corporales: una mirada interdisciplinar.

  2. Proponer la escritura, leer personalmente o en voz alta –respetando el anonimato si así se desea– “relatos escolares” o generar performances, para que el alumnado pueda compartir su experiencia vital.

Se trata de aprender a conocernos desde las múltiples experiencias que conforman nuestro mapa corporal. Podemos ser “torpes” en un toque de dedos en voleibol y al mismo tiempo tener gran sentido del ritmo; ser muy ágiles haciendo una finta con el balón y al mismo tiempo no coordinar un juego de malabares. Cada persona ha de encontrar la forma propia para expresarse corporalmente. Dominar o no una acción no ha de ser motivo para catalogarnos ni física ni personalmente.

Al igual que somos diversos, las formas de expresión de nuestros cuerpos en movimiento son múltiples, como múltiples son las experiencias que nos van construyendo. Una pedagogía amable en Educación Física se vincula con aspectos como trabajar la paciencia, el silencio, el ritmo de cada persona, la conciencia corporal, comprender los límites, decirle palabras amables al propio cuerpo y al de los demás, mirarlos con respeto y compasión.

The Conversation

María Esther Prados Megías no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Cómo aprender a cuidar nuestros cuerpos desde una pedagogía sensible – https://theconversation.com/como-aprender-a-cuidar-nuestros-cuerpos-desde-una-pedagogia-sensible-245594

Terapia a través del móvil para mujeres vulnerables en España y Perú

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Yolanda García Vázquez, Profesora de Trabajo Social, Universidade de Vigo

Syda Productions/Shutterstock

En Chitapampa y en Chinchero, Cusco, en el corazón de los Andes a unos 5 000 metros de altitud, un grupo de mujeres quechuas reciben el primer mensaje de voz en sus teléfonos móviles. “Buenos días, soy Yolanda, aprovecha el día, tiene 24 horas. Cuanto más tiempo dediques a actividades buenas y saludables, mejor te sentirás”. Previamente, en días anteriores, nos hemos conocido y compartido experiencias dentro de su comunidad. Durante varios meses las mujeres quechuas locales recibieron mis mensajes de voz y texto.

Es una muestra de cómo puede funcionar el servicio terapéutico especializado a través de telefonía móvil que hemos diseñado desde las universidades de Vigo, Santiago de Compostela, Cuzco y Apurimac para atender problemas de ansiedad, angustia, depresión, estrés o soledad de mujeres indígenas. Gracias a él, muchas mujeres de Perú reciben terapia a través de mensajes diarios enviados a su teléfono móvil personal.

Además de los mensajes personalizados, las usuarias del sistema de comunicación tienen la opción de participar en terapias de grupo cara a cara. En estas sesiones ofrecemos orientación, acompañamiento y consejos.

Les ayudamos a organizarse, a planificar, a mejorar sus relaciones sociales, a establecer metas realistas, a cuidar su dieta y a dar seguimiento a la medicación recetada por su médico. También atendemos aspectos relacionados con su actividad física diaria y brindamos apoyo para buscar equilibrio emocional y una mejor salud mental.

A más conexión, más salud

El sistema diseñado pone en evidencia barreras y limitaciones lingüísticas o culturales, así como falta de recursos y de destrezas para el uso de los dispositivos. Pero también constata impactos positivos sobre la salud de las mujeres participantes.

Dicho impactos incluyen una reducción del aislamiento, aumento de la adherencia a la medicación y mejora de la toma de decisiones. Las mujeres han expresado su satisfacción con la experiencia, aunque prefieren combinar la atención a través de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) con la presencialidad cara a cara.

Cuando las personas saben que pueden comunicarse con otras personas a través de mensajes de texto, vídeo o voz, se sienten conectadas. Este hecho tiene un impacto positivo en su salud general.

Ventajas de las TIC

Los teléfonos móviles se han convertido en la vía más accesible para la interacción mediada en la historia mundial. Los mensajes de texto representan una de las formas más utilizadas de comunicación. Su uso se ha generalizado en la terapia cognitivo-conductual, centrada en cómo están interconectados los pensamientos, los sentimientos y los comportamientos.

Resulta innegable que la comunicación cara a cara sigue siendo irreemplazable. Esta propicia una comunicación empática y genera un ambiente de confianza entre los profesionales de los servicios sociales y las personas usuarias. Pero se complementa con las formas de comunicación en línea para facilitar la atención personal.

Una de las ventajas que aporta el uso de las TIC reside en la gestión de datos y recursos. Por un lado, ofrecen un sistema de comunicación directo, rápido y sin intermediarios con las personas usuarias de los servicios sociales. Por otra parte, facilitan un acompañamiento social frecuente para informar, asesorar, aconsejar, orientar u apoyar las intervenciones individuales o grupales.

Hay que destacar también una reducción del número de visitas presenciales a los centros de salud gracias a la atención en línea.

Mujeres vulnerables

Las terapias psicosociales mediante comunicación móvil resultan especialmente eficaces para mejorar la salud mental, física y social de las mujeres vulnerables. Al impacto positivo en los problemas en el estado de ánimo, la ansiedad, la angustia, la soledad o el aislamiento, se suma la intervención para afrontar cuestiones como el desempleo, las adiciones y los abusos, entre otras.

Este es el planteamiento de una investigación de Mujeres Lab, una plataforma integrada por investigadoras de España y Latinoamérica que ya está desarrollando herramientas en línea.

La web Mujeres Vulnerables Lab en Perú, centrada en la atención psicosocial para acompañamiento de mujeres vulnerables indígenas, está ya operativa y trabaja con la comunidad quechua de Chitapampa y el distrito Chinchero.

Más que una alternativa a la intervención cara a cara

Desde una perspectiva basada en el pragmatismo, la investigadora Camilla Granholm, de la Universidad de Helsinki, considera que existe un espacio para desarrollar servicios sociales mediante la atención combinada cara a cara y en línea.

Pese a la evidencia investigadora, los profesionales de los servicios sociales muestran poco interés en integrar las tecnologías de la comunicación en su práctica diaria.

Estos formatos en línea se consideran útiles solo para casos de personas dependientes y con restricciones de movilidad, cuidadores de enfermos crónicos o adolescentes. También para personas que viven en zonas rurales remotas. Todas ellas tienen en común problemas de aislamiento y movilidad para desplazarse y recibir atención cara a cara.

Sin embargo, los formatos de atención psicosocial en línea también son útiles para mujeres víctimas de violencia de género, mujeres migrantes o mujeres desempleadas de larga duración.

Futuro interdisciplinar

Resulta necesario identificar beneficios y desafíos para aplicar las TIC en la atención psicosocial a personas en situación de vulnerabilidad. Existe un déficit de información para entender la alfabetización digital y la accesibilidad, así como el valor de la terapia virtual para mujeres vulnerables.

El estudio de dichos beneficios y desafíos nos ha permitido detectar una oportunidad a través de la interdisciplinariedad. El software especializado para el acompañamiento social y apoyo terapéutico del futuro tendrá que ser desarrollado por profesionales de los servicios sociales en colaboración interdisciplinar con ingenieros informáticos, profesionales sanitarios, trabajadores sociales, psicólogos y otros científicos sociales.

La digitalización debe ser una parte fundamental de la formación y cualificación de los profesionales de los servicios sociales del mañana. No solo en cuestiones de uso, sino también en términos éticos y de protección de datos. Esto debería ser objeto de más estudios.

Líneas de investigación

Respecto a los avances necesarios para mejorar el acompañamiento social y apoyo terapéutico para personas en situación de vulnerabilidad es importante diseñar investigaciones interdisciplinares y multidisciplinares que permitan:

  1. Identificar, clasificar buenas y malas prácticas en diferentes tipos de personas vulnerables.

  2. Facilitar la transferencia de resultados de investigación a los gestores de las políticas públicas y profesionales de los servicios sociales.

  3. Desarrollar investigación experimental o cuasi experimental con grupos de intervención y control.

  4. Impulsar una red de universidades y empresas interesadas en el estudio de las TIC como instrumentos facilitadores del acompañamiento social y el apoyo terapéutico.

  5. Desarrollar una línea de investigación internacional multidisciplinar en TIC y personas vulnerables.

  6. Comparar el marco jurídico en diferentes países y su práctica profesional.

Más acompañadas y con más frecuencia

El acompañamiento social y atención terapéutica con uso de las TIC disminuye la vulnerabilidad social. La atención en línea, complementaria a la atención presencial, facilita la prevención, inclusión o rehabilitación psicosocial.

Las TIC son un instrumento innovador en las terapias de acompañamiento frente a la exclusión social y patologías de salud. Además, permiten el acceso a las terapias de acompañamiento social con una frecuencia diaria en las comunidades aisladas, rurales y urbanas, así como en colectivos bajo situación de vulnerabilidad.

The Conversation

Yolanda García Vázquez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Terapia a través del móvil para mujeres vulnerables en España y Perú – https://theconversation.com/terapia-a-traves-del-movil-para-mujeres-vulnerables-en-espana-y-peru-261729

Trump extiende la alfombra roja a los pies de Putin: ¿en qué situación deja esto a Ucrania?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Matthew Sussex, Associate Professor (Adj), Griffith Asia Institute; and Fellow, Strategic and Defence Studies Centre, Australian National University

La extraña cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska debería convencer a todos, salvo a los más crédulos, de que la Casa Blanca está más interesada en mantener relaciones amistosas con el dictador ruso que en lograr una paz duradera en Ucrania.

Los dos líderes, que concluyeron la reunión antes de lo previsto, se prodigaron elogios mutuos en una rueda de prensa en la que no hubo preguntas de los medios de comunicación.

Es inquietante que Trump siga tan poco preocupado por conceder victorias simbólicas a Putin y tan poco dispuesto a ejercer una presión real sobre el líder ruso.

“Victorias” simbólicas para Putin

El lugar elegido era revelador. Rusia lleva mucho tiempo quejándose de que Alaska, que vendió a Estados Unidos en la década de 1860, sigue siendo legítimamente su territorio. Antes de la reunión, los portavoces del Kremlin hicieron hincapié en que el equipo de Putin había tomado un “vuelo nacional” a Anchorage, recordando las vallas publicitarias que se colocaron en Rusia en 2022 proclamando “¡Alaska es nuestra!”. Su mensaje se reforzó con una metedura de pata de Trump previa a la reunión, cuando dijo que “volvería a Estados Unidos” si no le gustaba lo que oía.

Cuando aterrizó el avión de Putin, el personal militar estadounidense se arrodilló para colocar una alfombra roja por la que caminó el presidente ruso, tratándole como un líder respetado en lugar de como un criminal de guerra acusado. A continuación, Putin fue invitado a acompañar a Trump en su limusina.

Más allá de la imagen sobre la alfombra roja, Trump concedió a Putin otras victorias que muestran al mundo que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se han normalizado.

Para empezar, una cumbre suele ofrecerse como un favor, una muestra de un deseo sincero de mejorar las relaciones. Al invitarlo a Alaska, Trump le dio a Putin un escenario para reunirse con el presidente estadounidense en pie de igualdad.

No hubo críticas a los atroces abusos contra los derechos humanos cometidos por Rusia, a sus intentos cada vez más violentos de fragmentar la alianza transatlántica. Muy al contario, Trump volvió a presentar a Putin y a sí mismo como víctimas. Se quejó de que ambos se habían visto obligados a “aguantar el engaño de ‘Rusia, Rusia, Rusia’”, según el cual Moscú habría interferido en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.

Finalmente, el presidente estadounidense volvió a poner la responsabilidad de aceptar las condiciones rusas para poner fin a la guerra en Ucrania en manos del Gobierno ucraniano y de Europa, asegurando que “en última instancia, depende de ellos”.

Putin consiguió exactamente lo que esperaba, enmarcando cualquier solución al conflicto en torno a las “causas profundas”. Es decir, del encuentro entre Putin y Trump se deduce que la culpa es de la OTAN.

Para colmo, las perspectivas de sanciones estadounidenses se diluyeron, y Trump volvió a su estribillo habitual de necesitar “dos semanas” para volver a pensar en ellas. Finalmente, tras haberse embolsado una bonanza tanto simbólica como diplomática, Putin se saltó rápidamente el almuerzo y voló a casa, presumiblemente acompañado también por el adorno de águila americana calva que Trump le había regalado.

¿Qué significa esto de cara al futuro?

Tras la posterior llamada de Trump a los líderes europeos para informarles sobre la cumbre, comenzaron a filtrarse detalles sobre una propuesta de paz.

Según se informa, Putin está dispuesto a fijar las líneas del frente tal y como están en las regiones de Jersón y Zaporizhia, en Ucrania, siempre que Kiev acepte ceder todo Lugansk y Donetsk, incluidos los territorios que Rusia no controla actualmente. No habría un alto el fuego inmediato (que es lo que prefieren Europa y Ucrania), sino un avance hacia una paz permanente, lo que se ajusta a los intereses del Kremlin.

No nos equivoquemos: se trata de una trampa apenas disimulada. No es más que un intento de Putin y Trump de lanzar un hueso a Ucrania y Europa, para luego culparles de rezagados y belicistas cuando se opongan.

Por un lado, Ucrania sigue controlando una parte considerable de Donetsk. Renunciar a Donetsk y Lugansk no solo supondría ceder a Moscú las reservas de carbón y minerales, sino también abandonar posiciones defensivas vitales que las fuerzas rusas llevan años sin poder romper. También situaría a Rusia en una posición favorable para lanzar posibles incursiones futuras, abriendo el camino hacia Dnipro, al oeste, y Járkov, al norte.

El aparente respaldo de Trump a las demandas de Rusia de que Ucrania ceda territorio a cambio de la paz –que los miembros europeos de la OTAN rechazan– significa que Putin está logrando fracturar aún más la alianza transatlántica.

Tampoco se ha mencionado quién garantizaría la paz, ni cómo se puede asegurar a Ucrania que Putin no aprovechará el respiro para rearmarse e intentarlo de nuevo.

Dado que el Kremlin se ha opuesto a la adhesión de Ucrania a la OTAN, ¿aceptaría realmente que las fuerzas europeas garantizaran la nueva línea de control? ¿O las estadounidenses? ¿Se permitiría a Ucrania rearmarse y en qué medida?

Incluso en el caso de que Estados Unidos adoptara una postura más firme en una futura era post-Trump, Putin habría conseguido una apropiación de territorio imposible de revertir. Esto, a su vez, refuerza el mensaje de que la conquista “sale rentable”.

Un detalle aparentemente más positivo para Ucrania es el indicio de que Estados Unidos está dispuesto a ofrecerle una garantía de seguridad “no OTAN”. Pero esto también debe considerarse con cautela. La Administración Trump ya ha expresado públicamente su ambivalencia sobre los compromisos de Estados Unidos de defender a Europa a través del artículo 5 de la OTAN, lo que ha puesto en duda su credibilidad como aliado. ¿Lucharía realmente Estados Unidos por Ucrania si se produjera una futura invasión rusa?

Hay que reconocer que los líderes europeos han respondido con firmeza a las negociaciones de Trump con Putin. Han acogido con satisfacción el intento de resolver el conflicto, pero han comunicado al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky que seguirán apoyándolo si el acuerdo es inaceptable. Zelensky, que se reunirá con Trump en Washington el lunes, ya ha rechazado la idea de ceder la región de Donbás (Donetsk y Lugansk) a Rusia.

Europa tendrá que afrontar que no solo debe involucrarse más, sino que también le corresponde ejercer un liderazgo sostenido en cuestiones de seguridad, en lugar de limitarse a reaccionar ante las repetidas crisis.

Las motivaciones más profundas de Trump

En última instancia, la cumbre de Alaska demuestra que la paz en Ucrania es solo una parte del panorama general de la Administración Trump, que se ha propuesto lograr unas relaciones más cordiales con Moscú, si no una alineación total con ella.

En ese sentido, a Trump le importa poco cómo se logre la paz en Ucrania o cuánto tiempo dure. Lo importante es que se le reconozca el mérito, si no el Premio Nobel de la Paz que tanto ansía.

Y aunque la visión de Trump de separar a Rusia de China es una fantasía, no deja de ser una fantasía que ha decidido alimentar. Eso, a su vez, obliga a los socios europeos de Estados Unidos a responder en consecuencia.

Por otro lado, ya hay muchas pruebas de que, tras haber fracasado en la guerra comercial con China, la Administración Trump ha decidido ahora cebarse con los aliados de Estados Unidos. Lo vemos en su obsesión por los aranceles, en su deseo de castigar a la India y Japón, y en el deterioro del poder blando de Estados Unidos.

The Conversation

Matthew Sussex ha recibido financiación del Consejo Australiano de Investigación, el Consejo Atlántico, la Fundación Fulbright, la Fundación Carnegie, el Instituto Lowy y diversos departamentos y organismos gubernamentales australianos.

ref. Trump extiende la alfombra roja a los pies de Putin: ¿en qué situación deja esto a Ucrania? – https://theconversation.com/trump-extiende-la-alfombra-roja-a-los-pies-de-putin-en-que-situacion-deja-esto-a-ucrania-263345