Maria Montessori, una pionera de las metodologías activas

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Fernando Díez Ruiz, Professor, Faculty of Education and Sport, Universidad de Deusto

preescolares alemanes en una escuela Montessori en 1930 en Berlín. Wikimedia Commons, CC BY

En una época donde la obediencia y la repetición eran los pilares fundamentales del sistema educativo, una mujer italiana propuso una revolución silenciosa: dar libertad a los niños para aprender por sí mismos. María Montessori (1870-1952), médica, pedagoga y filósofa, rompió con la enseñanza basada en la memorización y la disciplina rígida, introduciendo un método centrado en la autonomía, la exploración activa y el respeto a los ritmos individuales de cada niño. Con ello, transformó el aula en un espacio donde los niños se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje y dejó un legado que hoy siguen decenas de miles de escuelas en todo el mundo.

Su historia comenzó en Roma, donde se convirtió en una de las primeras mujeres graduadas en Medicina de Italia. Sin embargo, pronto abandonaría la medicina por las aulas. Fue en su trabajo con niños con discapacidad intelectual donde descubrió algo revelador: al proporcionarles un entorno adecuado, materiales manipulativos y libertad para actuar, muchos alcanzaban niveles de desarrollo comparables a los de sus compañeros considerados “normales”.

Montessori publicó estas experiencias en L’educazione dei bambini deficienti (1900) y más tarde las sistematizó en su obra más influyente, Ideas Generales sobre mi método. Manual práctico (1909). En ella defendió que su propuesta era un método científico, basado en la observación sistemática, la experimentación con materiales y la verificación empírica de los progresos de los niños.

La casa de los niños

Este hallazgo fue sólo el principio. En 1907 Montessori abrió la Casa dei Bambini (casa de los niños) en un barrio obrero de Roma. Era un espacio sencillo y ordenado, con muebles a la medida de los niños y materiales didácticos accesibles en estanterías bajas. No contaba con juguetes tradicionales, sino con recursos diseñados para favorecer la autonomía y la concentración. Este entorno preparado, novedoso en su tiempo, permitió que los niños, de entre 3 y 6 años, manipularan los distintos objetos por sí solos.

Lo que ocurrió sorprendió a todos: los niños, en vez de jugar desordenadamente o aburrirse, se concentraban, trabajaban en silencio y mostraban un respeto natural por los demás y por el entorno.

Nace un método: libertad, orden y respeto

Se puede resumir el principio fundamental del método Montessori en una frase: “Ayúdame a hacerlo por mí mismo”. En lugar de imponer conocimientos desde fuera, Montessori defendía que el aprendizaje debía surgir desde el propio niño. El adulto, lejos de ser un transmisor de contenidos, debía de convertirse en un guía y observador. Una de sus frases más celebres es: “No hagas por un niño nada que él sea capaz de hacer por sí mismo”.

Los pilares de su propuesta son: libertad con responsabilidad, aprendizaje autodirigido, ambientes preparados, materiales sensoriales específicos y un profundo respeto por el ritmo individual de cada niño. En el ámbito práctico, esto se traduce en:

  • Educación infantil (3-6 años): los niños trabajan con materiales sensoriales que desarrollan la coordinación, la motricidad fina, la percepción y el lenguaje.

  • Educación primaria (6-12 años): se trabajan en el aula proyectos de investigación y el trabajo en grupo, fomentando la autonomía y la colaboración.

  • Educación secundaria (12-18 años): el enfoque se centra en conectar el aprendizaje con la vida real. Se promueven experiencias de trabajo comunitario, proyectos de emprendimiento y contacto directo con el entorno social y natural.

Validado por la neurociencia

Lo que parecía una excentricidad en su tiempo, hoy está validado por décadas de neurociencia y psicología del desarrollo: la autonomía fomenta la motivación intrínseca, y el aprendizaje significativo ocurre cuando se conecta con la experiencia. De hecho, muchas metodologías activas que hoy se promueven (aprendizaje basado en proyectos-ABP, aprendizaje-servicio, etc.) beben en parte de esta filosofía montessoriana, al poner al alumno en el centro y vincular lo aprendido con la práctica.

En la actualidad, un instituto Montessori se diferencia de un centro público tradicional sobre todo en la organización del aula (ambientes preparados, materiales concretos, grupos multinivel), en el rol del profesor como guía más que transmisor, y en la mayor libertad del alumno para elegir su camino de aprendizaje. Pero la brecha se ha reducido: muchas innnovaciones pedagógicas que antes parecían exclusivas de Montessori hoy forman parte de la educación pública a través de programas de innovación y metodologías activas.




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Un método no exento de críticas

No obstante su propuesta no ha estado exenta de críticas. Algunos han acusado al método de ser excesivamente individualista o poco estructurado.

Pero estudios recientes demuestran lo contrario. Una investigación publicada en Science reveló que los niños educados en Montessori superan a sus pares en habilidades sociales, cognitivas y de lectura. Más aún, en un mundo donde la creatividad, la empatía y la capacidad de aprendizaje autónomo son esenciales, el modelo Montessori se muestra cada día más pertinente.

Mas allá del aula: una influencia global

Hoy existen más de 20 000 escuelas Montessori en más de 100 países, desde Estados Unidos hasta India. Incluso algunas empresas tecnológicas han adoptado principios del método en sus oficinas, inspiradas por el hecho de que figuras como Larry Page o Sergey Brin (cofundadores de Google) o Jeff Bezos (Amazon) fueron educados con esta filosofía. Incluso se especula sobre si el método Montessori es el orígen del éxito de esas dos compañías.

Como la escuela Montessori fomenta la autonomía, curiosidad y aprendizaje autodirigido, habilidades que contribuyen a la innovación y emprendimiento,
figuras influyentes del mundo tecnológico apoyan y promueven este modelo.




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Cuidado, se enseña: más allá de la lección magistral


El legado de Montessori

María Montessori no solo nos dejó un método pedagógico. Nos legó una mirada distinta hacia la infancia: una que no subestima, no encorseta, no impone, sino que confía. Para ella, el niño no era un adulto en miniatura ni un recipiente para llenar, sino un ser en desarrollo, dotado de potencial y dignidad.

En una sociedad que aún lucha por transformar sus sistemas educativos, el pensamiento de Montessori se revela más actual que nunca. Como escribió en uno de sus textos más célebres: “La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle”. Un reto que sigue en pie.

En un mundo saturado de estímulos y urgencias, su método es una invitación a la atención plena, la curiosidad genuina y el respeto profundo por el proceso de crecimiento. Quizá por eso, en lugar de ser una pedagogía del pasado, Montessori es cada vez más una pedagogía del futuro.

The Conversation

Fernando Díez Ruiz no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Maria Montessori, una pionera de las metodologías activas – https://theconversation.com/maria-montessori-una-pionera-de-las-metodologias-activas-264400

Dos años después del fatídico 7 de octubre: el mundo inicia condenas contra Israel

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Aritz Obregón Fernández, Investigador y profesor de Derecho internacional, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Dos años después del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, Israel ha matado a más de 65 419 palestinos en la Franja de Gaza, cifra que ascendería a 93 000 (77 000-109 000), según algunos estudios.

Durante el último año, las acciones israelíes se han recrudecido, destacando la utilización del hambre como arma de guerra hasta el punto de provocar intencionalmente una hambruna. Este comportamiento ha merecido la condena de 149 Estados de la Asamblea General, incluidos aliados de Israel como Alemania.

A este crimen se le suman otras violaciones graves del derecho internacional como crímenes de guerra y contra la humanidad, la profundización de la ocupación ilegal mediante la expansión de los asentamientos ilegales o la –ampliamente rechazada– posible anexión ilegal de Cisjordania y el consenso entre los especialistas de que Israel está cometiendo genocidio, al menos, en la Franja de Gaza.

Voces qye alertan sobre el genocidio

La relatora Especial de Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, fue de las primeras voces que alertaron sobre el genocidio. Durante 2024, organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, estudiosos del genocidio –incluidos judíos y ciudadanos israelíes– y juristas especialistas en este crimen fueron sumándose progresivamente a esta tesis.

Pero a lo largo del presente año se ha ido generando un consenso generalizado sobre este aspecto que ha culminado en el estudio que la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado ha presentado en septiembre.

Este grupo, compuesto por tres especialistas de primer nivel, ha recomendado a los Estados establecer todas las medidas a su alcance para impedir el genocidio en Gaza –obligación que no es aplazable hasta que la Corte Internacional de Justicia se pronuncie en ese sentido, cosa que puede demorarse varios años–, cesar la transferencia de armas, y facilitar la persecución penal de los responsables.

Asimismo, ha emplazado al fiscal de la Corte Penal Internacional a estudiar el enjuiciamiento por genocidio al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y a otros funcionarios investigados.

La sociedad civil profundiza en su respuesta

La ciudadanía en general, y algunas organizaciones en particular, han intensificado los llamados a través de redes sociales a boicotear económicamente los productos y servicios de las empresas que están respaldando el genocidio, algunas enormemente conocidas y que consumimos diariamente.

También se ha movilizado en favor de la exclusión de Israel de eventos culturales y deportivos, como pudimos ver durante La Vuelta a España, poniendo en valor la importancia del boicot cultural.

Por el momento, se ha logrado que el Giro de Emilia, en Italia, prohibiera la participación del equipo Israel–Premier Tech y que O Gran Camiño haya declinado invitarle.

Sindicatos en Italia han convocado una huelga general para presionar al gobierno y a la Unión Europea, mientras los estibadores europeos se organizan para bloquear los envíos de armas a Israel. Además, el pasado 3 de octubre se celebraba una nueva huelga general en respuesta al asalto de la Global Sumud Flotilla.

Otros colectivos, como los artistas y creadores, han renunciado a participar en festivales impulsados por empresas de corte sionista o utilizan su proyección mediática para posicionarse a favor de la imposición de sanciones, sensibilizando a sus sociedades y presionando a los gobiernos.

Global Sumud Flotilla

La iniciativa de más trascendencia probablemente es la Global Sumud Flotilla. Esta acción de la sociedad civil ha tratado de alcanzar la Franja de Gaza con 50 barcos y cientos de personas de más de 40 nacionalidades, a fin de establecer un corredor humanitario permanente.

Aunque los actos ilícitos de Israel, mediante el secuestro de embarcaciones y personas, impiden periódicamente la llegada a Gaza de los barcos que tratan de romper el bloqueo, se han demostrado como instrumentos de solidaridad y presión significativos. En esta ocasión, ha sido notoria la repercusión en prensa internacional y la asistencia de drones turcos y de buques de las armadas española e italiana a efectos humanitarios.

Las presiones sindicales y sociales también están empujando a algunas empresas a renunciar a sus contratos vinculados con la ocupación o el genocidio, como es el caso de la Sidenor. Si bien muchas de las empresas señaladas por la relatora Especial continúan resistiéndose –entre ellas, la vasca CAF o la petrolera brasileña Petrobras–, los Gobiernos español y los del Sur Global que conforman el Grupo de La Haya se han comprometido a investigar a estas empresas y revisar los contratos públicos con Israel.

El apoyo férreo de EE.UU.

A nivel institucional, la situación no es tan positiva. Estados Unidos, aliado irrestricto de Israel, sigue prestando su cada vez más indispensable apoyo político, económico y militar. Mientras presiona a jueces de la Corte Penal Internacional y a la relatora Especial con el bloqueo de sus cuentas y retirada de visas, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas veta sucesivas resoluciones de mínimos que solicitan un alto al fuego, la liberación de los rehenes y la llegada masiva de ayuda humanitaria –las últimas ocasiones el 4 de julio y wl 18 de septiembre–.

No obstante, el resto de Estados occidentales que respaldaban a Israel se han ido distanciando, hasta el punto de comenzar a condenar algunas acciones y exigir el cumplimiento de las obligaciones humanitarias. Incluso hay quienes han establecido limitaciones de viaje y congelando, en sus países, los fondos de los miembros del Gobierno israelí considerados más extremistas.

La Unión Europea, también bloqueada por algunos Estados defensores de Israel y la inacción cómplice de la Comisión Europea, presionada por la realidad de los hechos, algunos gobiernos y la ciudadanía, se ha visto forzada a suspender una parte del acuerdo comercial con Israel. En todo caso, esta medida está lejos de producir algún efecto práctico, ya que solamente comprometería 227 millones de euros.

Más allá de los defensores de Israel, en los últimos meses ha aumentado el número de Estados que califican como genocidio lo que está ocurriendo, reconociendo con ello la obligación internacional de establecer medidas de prevención y sanción de este crimen.

En este sentido, el Grupo de la Haya se comprometió en julio a establecer seis medidas concretas, entre las que destaca impedir el suministro y transporte de armas, el transito de buques que las contengan e impulsar la justicia universal. España, asistente a la reunión junto con otros Estados, ha propuesto nueve medidas concretas en la misma línea.

El embargo de armas, inficaz e insuficiente

Es precisamente en la puesta en práctica de estas medidas, ya sea por falta de voluntad, dificultad técnica o resistencias internas de aplicar el embargo de armas, donde se están detectando las dificultades. En España se está constatando en la aplicación del embargo de armas, varias veces anunciado, pero que está resultando ineficaz e insuficiente.

Turquía, por su parte, ha vuelto a anunciar un embargo total, tras declararlo en 2024.

Igualmente, Colombia ha puesto fin al Acuerdo de Libre Comercio con Israel para detener el comercio de carbón, una decisión ya adoptada en agosto de 2024.

Las medidas con más recorrido han sido las de carácter político, cultural y deportivo. Tras las presiones fallidas de la edición anterior de Eurovisión, Países Bajos, Eslovenia, Irlanda y España, uno de los denominados Big Five, han amenazado con boicotear el concurso si en noviembre la Unión Europea de Radiodifusión no acuerda la exclusión de Israel.

En lo que respecta a las competiciones futbolísticas, si bien la expulsión de Israel del fútbol internacional ha sido avalada por expertos de Naciones Unidas y en el caso de la UEFA parece existir una mayoría a favor, la decisión sobre esta se ha retrasado por el plan presentado por Trump.

A nivel político, durante el mes de septiembre se ha reducido a 38 el número de Estados de Naciones Unidas, fundamentalmente occidentales, que no reconocen el Estado palestino. Es destacable que con el reconocimiento de Francia y Reino Unido, Estados Unidos es el único miembro permanente del Consejo de Seguridad que niega la estatalidad de Palestina. En todo caso, estos actos han sido criticados por su carácter condicionado y por no acompañarse de medidas efectivas.

Aislamiento total de Israel

Aunque estas medidas distan de ser suficientes para detener el genocidio en curso, es indudable el creciente aislamiento de Israel, con el temor de convertirse en la nueva Sudáfrica del apartheid.

Este, precisamente, debe ser el objetivo a alcanzar desde posiciones que simplemente aspiran a cumplir con el derecho internacional vigente. En línea con lo señalado por los diferentes especialistas, a corto plazo deben consolidarse, profundizarse y extenderse las medidas adoptadas, así como el establecimiento de otras de más calado. A saber, ruptura de todo tipo de relaciones con Israel, detención de toda clase de comercio o envío de armas, imposición de sanciones económicas, boicots culturales, deportivos, etc.

A medio plazo, una vez que se detenga el genocidio, el objetivo debe ser mantener esas medidas a fin de acabar con el proyecto colonial israelí y garantizar el derecho incondicional a la libre determinación del pueblo palestino, actualmente socavado con la ocupación y anexión ilegal de sus territorios por parte de Israel.

The Conversation

Aritz Obregón Fernández no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Dos años después del fatídico 7 de octubre: el mundo inicia condenas contra Israel – https://theconversation.com/dos-anos-despues-del-fatidico-7-de-octubre-el-mundo-inicia-condenas-contra-israel-266332

El aventurero herido que ayudó a las motocicletas KTM a enfrentarse a una crisis financiera

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Sebastian Silva C., Profesor de Comunicación Social, Universidad de La Sabana

Matthias Walkner, a bordo de una motocicleta KTM en 2023. Cristiano Barni/Shutterstock

La noticia cayó con un golpe seco en el asfalto. No fue un batacazo inesperado, porque la aguja de los balances de la compañía estaba marcando los números rojos. Después de la caída, lo único que se escuchó fue el escándalo en los principales medios financieros del mundo: KTM, la legendaria marca austriaca de motocicletas, anunciaba, en noviembre de 2024, su entrada en un proceso de reestructuración judicial tras enfrentarse a graves problemas de liquidez, con una deuda estimada en unos 3 000 millones de euros.

En medio de esta turbulencia financiera, KTM ganó –una vez más– el Rally Dakar 2025. La victoria no fue solo deportiva: fue un recordatorio de que la narrativa aventurera de KTM sigue intacta, a pesar de la crisis.

La personalidad de marca y el arquetipo del aventurero

Mientras los accionistas pensaban cómo levantar a KTM, la empresa asumió la responsabilidad de transformar la crisis en una gran historia.

Captura de un post en el Instagram de KTM en español en el que se lanza la campaña 'Orange Blood'.
En febrero de 2025, KTM lanzaba el inicio de su campaña de resurrección.
Instagram

La campaña en redes sociales “Orange Blood” (‘sangre naranja’, el color icónico de KTM) se convirtió en el manifiesto de la marca hacia sus fans, con un mensaje transparente, en clave de storytelling: “Queridos todos: hoy cerramos un capítulo triste. Pero un solo capítulo nunca es la historia completa”. El arquetipo de personalidad de marca de KTM –el aventurero herido– estaba hablando con voz propia.

Carl Jung, reconocido psiquiatra y psicólogo suizo, definió los arquetipos como figuras universales que representan patrones de comportamiento humano: el héroe, el sabio, el rebelde, el mago… Estos personajes atraviesan culturas y épocas, y nos permiten interpretar la realidad a través de historias que generan conexión emocional.

En el mundo de la comunicación integrada en el marketing (marcomms, como se denomina en inglés), este concepto se traduce en la personalidad de marca: la idea de que una organización, al igual que una persona, puede tener rasgos de carácter coherentes y reconocibles. Disney se percibe como un mago que crea mundos de ilusión; Harley Davidson como un rebelde que desafía la norma; Apple como un creador que imagina futuros distintos. Y KTM, desde su lema Ready to Race (“preparado para correr”), ha construido su identidad en torno al arquetipo del aventurero.

El aventurero no teme al riesgo. Es aquel que se lanza a la exploración, que acepta las caídas como parte del viaje y que se define más por su resiliencia que por su perfección; vale cometer errores, lo importante es levantarse y seguir. Para sus usuarios, KTM no es solo una motocicleta; es la promesa de caminos difíciles, barro, polvo y la certeza de que habrá tropiezos. Precisamente por eso, la declaración de bancarrota no rompió la narrativa de la marca, sino que la reforzó: un aventurero también se hiere, y es en la herida donde demuestra quién es.

Ficción que fortalece el relato corporativo

La comunicación no se sostiene solo en datos: se alimenta de ficciones compartidas en la cultura popular. Desde Jung sabemos que los arquetipos moldean nuestra manera de entender la realidad. Esas narrativas se encarnan en figuras que van mucho más allá del marketing y que, al final, reflejan una personalidad que resuena en gran parte del pensamiento colectivo.

En comunicación corporativa solemos pensar que las crisis son únicamente amenazas. Sin embargo, cuando existe una personalidad de marca clara y un arquetipo sólido, las dificultades pueden resignificarse como parte de la historia. Lo que para otras compañías sería un golpe irreparable, para KTM se convierte en la metáfora perfecta: la de un aventurero que tropieza, sangra, pero sigue adelante. Los fans de la marca supieron que KTM se estaba levantando y que no iba a morir.

El triunfo en el Rally Dakar 2025 llegó como confirmación. Mientras la marca lidiaba con su futuro financiero, su piloto Daniel Sanders dominaba la carrera más dura del planeta, imponiéndose con una ventaja de casi nueve minutos. Esa victoria fue la puesta en escena de su narrativa a la máxima expresión.

Diferentes fotos de usuarios de Instagram con motos naranjas.
Los seguidores de KTM tomaron las redes para publicitar su amor por la marca.
Instagram

En tiempos de competencia feroz, las marcas no se sostienen solo con balances positivos y miles de seguidores: necesitan historias transparentes, memorables y coherentes con la realidad y el entorno. La campaña #OrangeBlood, impulsada desde todas las cuentas oficiales de KTM en redes sociales, movilizó a miles de fans a generar contenido emocional con (y sobre) sus motos. El caso KTM recuerda que el storytelling más poderoso no es el de la perfección, sino el de la realidad ficcionada, transformada en una causa.

En mayo de 2025, la compañía evitó la quiebra al asegurar un paquete de rescate de 800 millones de euros por parte del gigante indio Bajaj Auto, que busca asumir el control directo de la empresa. KTM sigue viva gracias, en gran parte, a su narrativa de marca.

The Conversation

Sebastian Silva C. no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. El aventurero herido que ayudó a las motocicletas KTM a enfrentarse a una crisis financiera – https://theconversation.com/el-aventurero-herido-que-ayudo-a-las-motocicletas-ktm-a-enfrentarse-a-una-crisis-financiera-265540

Quiero ser flamenco, ¿por dónde empiezo?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pedro Ordóñez Eslava, Profesor Titular de Historia y Ciencias de la Música. Director de la Cátedra de Flamenco de la Universidad de Granada, Universidad de Granada

_El baile_ (1915), de Joaquín Sorolla. Museo Sorolla/Wikimedia Commons

Es altamente probable que si viaja a cualquier parte del mundo y dice que es de España, alguien le endose un sonoro “¡olé!”. Y no será por casualidad. Ese ole tiene un origen muy conocido. Ya sea de nuestro interés o no, el flamenco es sin duda el valor cultural más exportado de España, con permiso de Julio Iglesias y la tortilla de patatas –con o sin cebolla–.

Cartel de finales del siglo 19 en el que se ve a una bailaora.
Cartel de Ramon Casas para el espectáculo ‘Pequeña fiesta flamenca ofrecida a Vincent d’Indy por sus amigos y admiradores’. Barcelona, 1898.
Centre de Documentació i Museu de les Arts Escèniques

Y es que más allá del estereotipo que acabo de describir, el primer canon flamenco, descrito allá por 1881, se dio en medio de una oleada de viajeros y curiosos de diverso pelaje que buscaban, sobre todo en Andalucía, el exotismo alhambrista y su idealización nostálgica, el fervor romántico y la sensualidad de una vida despreocupada y flemática –cosa que, lejos de haberse superado, todavía explota la publicidad de la cerveza Cruzcampo–.

En esos años se construye una imagen idealizada de un sur abierto, descuidado, disfrutón y sin ataduras, bohemio y racial, una alternativa –sin salir del continente– a la vida ocupada y angustiosa en el norte. Y el flamenco emerge como la expresión que fagocita toda la cultura popular y todo aquello que se lo ponga por delante.

Nuestro, vuestro

Desde ese momento a finales del siglo XIX, lo flamenco ha vivido un fenómeno progresivo de patrimonialización y promoción exterior; ha sido instrumentalizado hasta la exageración, primero por la dictadura franquista –a partir de los tablaos, que nacieron como entretenimiento para los soldados americanos de las bases recién instaladas en nuestro país– y después por el propio régimen autonómico andaluz y su reivindicación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Sin embargo, y perdón por la autocita de mi Apología de lo Impuro:

“No hay manera de saber a qué nos referimos si la denominación (de flamenco) no viene acompañada por algún adjetivo que amplíe su descripción y nos aclare de qué estamos hablando. Cualquiera que intente definir qué es el flamenco, sin adjetivarlo, no estará hablando de nada más que de lo que él o ella imagina, de sus pasiones y fobias, de lo que anhela o recuerda y de lo que pretende imponer como su definición personal y, en este caso sí, transferible”.

Apuntes para casa

Si es usted de quienes necesitan una información sistemática para comenzar a empaparse de esto que podemos llamar flamenco, debe visitar las imprescindibles páginas web Flamencópolis, de Faustino Núñez, y Flamencas por derecho, de Ángeles Cruzado.

También es bueno realizar el MOOC (curso en línea) gratuito que lanza cada pocos meses la Universidad de Granada y leer todo lo que pase por sus manos escrito por Cristina Cruces, Guillermo Castro o Fernando López Rodríguez, entre otrxs compañerxs y amigxs que dedican su vida a investigar una práctica artística tan efímera y fugaz como compleja y exuberante de matices, detalles e inflexiones.

Y tan exuberante es que sin duda comenzará a apreciarlo cuando lo vea en vivo. En serio. Más allá del tufillo a atracción turística que desprenden algunos lugares, el flamenco es ante todo un arte escénico. Gana enteros cuando lo podemos disfrutar y sentir en nuestras propias carnes: el cante duele y entusiasma, el baile nos fulmina, la guitarra –y toda la instrumentación que hoy se puede encontrar en un espectáculo flamenco, incluida la electrónica– nos traslada a territorios verdaderamente inexplorados.

Fotografía de un café flamenco a finales del siglo 19.
‘Café cantante’, del fotógrafo Emilio Beauchy, Sevilla (España), circa 1888.
CARLOS TEIXIDOR CADENAS/Wikimedia Commons, CC BY-SA

También puede comenzar por los tangos flamencos, un cante de ritmo binario, sencillo de comprender y atractivo de cantar. Si es guitarrista, sabrá rápidamente que su compás se lleva casi solo y que invita a bailar a todo aquel que lo oye. Como el agua que fluye, podrá sentir que el flamenco le guía también por las alegrías y por las penas, por la tragedia y por la fiesta.

Poco a poco verá que lo que podía parecer algo ajeno, rancio y conservador se convierte en un torrente de emociones que le interpelan de manera profundamente humana.

Otro mundo es posible

Si indaga un poco más, verá que el flamenco es en realidad una maravillosa mezcla de poesía, música y baile, rabia, memoria, protesta y reivindicación de las fatigas que han pasado aquellos que más han sufrido históricamente: gitanos, afrodescendientes, mujeres, población LGTBIQA+, comunidades y colectivos injustamente marginados que, tal y como ocurre con el blues, echaron mano de sus músicas para ganarse la vida.

También podrá comprobar que el flamenco es una herramienta poderosa que le habla directamente a aquellos que ostentan el poder para dejar claro que otro mundo es posible –como bien reclaman las propuestas de artistas como Los Voluble y Raúl Cantizano o el colectivo Flo 6×8–. Y que, en realidad y aunque pueda parecer imposible, lo flamenco está al alcance de cualquiera con ganas de vivir y expresar lo que lleva dentro, como bien reivindica José Galán con su flamenco inclusivo.

Flamenco en una sucursal, por el colectivo colectivo Flo 6×8.

Quizás, y como decía Enrique Morente, la humanidad sea patrimonio del flamenco. Así que puede proclamar “soy flamenco/a” y gritar un sonoro ¡ole! –pero sin tilde en la “e”, por favor, que no queremos torturar a nadie como ocurre en los toros–.

The Conversation

Pedro Ordóñez Eslava no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Quiero ser flamenco, ¿por dónde empiezo? – https://theconversation.com/quiero-ser-flamenco-por-donde-empiezo-265516

El scroll infinito en redes: una experiencia inmersiva que multiplica el riesgo de comprar por impulso

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Coloma Álvarez Santamaría, Personal Investigador en Formación en Comercialización e Investigación de Mercados, Universidad de La Rioja

PeopleImages/Shutterstock

¿Alguna vez ha entrado en Instagram “solo cinco minutos” y de repente, al fijarse, ya ha pasado casi una hora? Ese estado, en el que perdemos la noción del tiempo, se llama flow. Y es el factor que más influye en nuestras compras online: por sí solo representa casi un tercio de lo que nos empuja a comprar.

Las redes sociales se han convertido en un gran escaparate comercial que influye en lo que compramos, a menudo sin que nos demos cuenta.

El poder de las reseñas y recomendaciones

Antes de comprar, casi la mitad de los consumidores consulta redes sociales para buscar información sobre productos. Entre los jóvenes de 18 a 30 años, esta cifra sube al 66 %. No se trata solo de mirar: un 44 % reconoce que las redes condicionaron su compra final.

Ejemplos sobran. En Amazon, el número de estrellas es el primer filtro para muchos compradores. En TikTok proliferan los vídeos de unboxing y reseñas espontáneas de usuarios. Y en Instagram, los reels de recomendaciones llegan a compartirse miles de veces en cuestión de horas.




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Cada clic y reseña moldea el comportamiento de otros

En redes sociales se distinguen tres comportamientos que impulsan esa influencia:

  1. Buscar opiniones (consultar reseñas o preguntar a otros usuarios).

  2. Transmitir opiniones (reenviar recomendaciones, compartir lo que otros dijeron).

  3. Generar opiniones (escribir reseñas propias).

Todos influyen en que los usuarios terminen comprando, pero son más determinantes la búsqueda y reenvío de opiniones.

En la práctica, eso significa que cada clic y cada reseña contribuye a moldear el comportamiento de otros. Incluso cuando solo compartimos una opinión ajena, estamos alimentando un círculo de influencia que multiplica su alcance.

Qué es el ‘flow’ y por qué importa

El flow es un estado psicológico en el que nos sentimos tan inmersos en una actividad que perdemos la noción del tiempo y actuamos casi en piloto automático.

El flow no es exclusivo de las redes. También aparece al leer una novela absorbente, practicar un deporte o jugar a un videojuego.

La diferencia es que en redes sociales como TikTok o Instagram ese estado se combina con un bombardeo constante de estímulos comerciales, incluyendo anuncios, recomendaciones y enlaces de compra integrados en el propio contenido. En este contexto, el estado de flow se traduce en navegar más, ver más contenido, leer más reseñas y, según los datos, en una mayor probabilidad de compra.

De todos los factores analizados, el que más pesa es el flow. Por sí solo representa casi un tercio de lo que nos empuja a comprar. La búsqueda de opiniones supone algo más de una cuarta parte, la transmisión de recomendaciones algo menos y la emisión de reseñas propias queda muy atrás.

El flow no solo nos mantiene enganchados: también hace que las reseñas calen más hondo. Cuanto más inmersos estamos, más fácil es que las opiniones de otros acaben guiando nuestra compra. En otras palabras: el tiempo vuela y nuestra resistencia baja.




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Redes sociales como escaparates de compra

Plataformas como TikTok o Instagram no solo muestran vídeos de entretenimiento: son auténticos catálogos de venta, diseñados para captar la atención y fomentar la interacción. La combinación de reseñas de otros consumidores con la experiencia inmersiva de desplazarse sin parar en un “scroll infinito” crea el entorno perfecto para que terminemos comprando.

Los algoritmos también contribuyen: personalizan los contenidos, muestran productos afines a nuestros intereses y refuerzan la sensación de relevancia inmediata. Todo ello nos mantiene más tiempo conectados, más dispuestos a interactuar y, lo que es más importante, a comprar.

El fenómeno de compra a través de las redes sociales tiene nombre propio: social commerce. Con un crecimiento sostenido, las previsiones apuntan a que en 2025 generará unos 819 000 millones de dólares en 2025 y en 2029 podría superar el billón. Eso significa que las redes sociales están pasando de ser solo un escaparate a convertirse en uno de los canales de compra más potentes del mundo.

Implicaciones para consumidores y empresas

Para los consumidores es clave entender este mecanismo. Saber que el flow puede nublar nuestra percepción del tiempo y hacernos más proclives a comprar impulsivamente nos permite tomar decisiones más conscientes. Un pequeño ejercicio de autocrítica: preguntarse “¿realmente necesito esto o me estoy dejando llevar por el momento?” puede ser suficiente para recuperar el control.

También conviene estar atentos a señales de alarma. Sentir ansiedad si no se compra, acumular productos sin uso o gastar más de lo previsto son indicadores de que el scroll se está convirtiendo en un disparador de compras compulsivas.

Para las empresas, la lección es clara: la experiencia inmersiva es tan importante como el producto en sí. Crear entornos que fomenten la interacción, las reseñas y el flow puede ser muy eficaz, pero plantea un desafío ético. Diseñar estrategias de marketing que aprovechen estas dinámicas pero que no manipulen al consumidor debería ser la meta.

Un consumo más consciente

Las redes sociales han ampliado nuestras posibilidades como compradores, pero también han multiplicado los sesgos que afectan a nuestras decisiones. Ser conscientes de cómo funcionan –y de cómo influye el flow en lo que compramos– es el primer paso para consumir de forma más crítica y equilibrada.

Porque lo que parece solo diversión tiene truco. El flow convierte a las redes en el escaparate de venta perfecto. Y si a esa inmersión se le suman reseñas y recomendaciones, el resultado es un empuje invisible hacia la compra.

En definitiva, la próxima vez que pierda la noción del tiempo en Instagram o TikTok recuerda que ese viaje mental puede acabar influyendo mucho más de lo que cree en su carrito de la compra y en sus finanzas personales.

The Conversation

Coloma Álvarez Santamaría recibe financiación a través de un contrato predoctoral FPI/CAR 2024.

Agustín V. Ruiz Vega no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. El scroll infinito en redes: una experiencia inmersiva que multiplica el riesgo de comprar por impulso – https://theconversation.com/el-scroll-infinito-en-redes-una-experiencia-inmersiva-que-multiplica-el-riesgo-de-comprar-por-impulso-266268

La ‘lunitis’ existe (e incluso afecta a los jubilados)

Source: The Conversation – (in Spanish) – By María J. García-Rubio, Profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia – Codirectora de la Cátedra VIU-NED de Neurociencia global y cambio social – Miembro del Grupo de Investigación Psicología y Calidad de vida (PsiCal), Universidad Internacional de Valencia

MAYA LAB/Shutterstock

Pepa (72 años) se levanta cada lunes con una sensación de malestar y desmotivación aunque no tenga obligaciones laborales. Siente apatía incluso por tareas sencillas como hacerse el desayuno o bajar al supermercado para comprar la comida. Sin embargo, esas sensaciones van desapareciendo según avanza la semana. A veces, el mismo martes ya siente que ha recuperado la energía.

Parece lógico que alguien que trabaja sucumba a lo que podríamos llamar “ansiedad del lunes”. Entonces, ¿por qué se siente así Pepa? Pues según un reciente estudio publicado en Journal of Affective Disorders, esa desazón propia del inicio de la semana está tan arraigada en nuestra psiquis que también afecta a las personas jubiladas.

Un día para borrar del calendario

De lo que no cabe duda es que los lunes son, para muchos, un día fatídico. Desde hace décadas sabemos que concentran más episodios de infarto y crisis de ansiedad que el resto de de la semana y que muchas personas experimentan una alteración del estado de ánimo similar a un “síndrome de abstinencia”. Estos son los factores psicológicos y fisiológicos que ha identificado la ciencia:

  1. Anticipación negativa: culturalmente, el lunes se percibe como el inicio de obligaciones y responsabilidades. Ese pensamiento anticipatorio activa el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA), encargado de la respuesta al estrés. Cuando esto ocurre, aumenta la producción de cortisol y adrenalina, hormonas que, mantenidas en niveles altos, pueden alterar el estado de ánimo y la regulación emocional.

  2. Cambios en los ritmos circadianos: se llama jet lag social al desajuste entre el reloj biológico interno y el horario social. Dormir más o más tarde durante el fin de semana retrasa la liberación de melatonina y desordena el ciclo sueño-vigilia. El lunes, al tener que despertarnos antes, se genera una privación parcial de sueño que afecta a la corteza prefrontal (clave en atención y toma de decisiones) y a la amígdala (centro de gestión emocional), aumentando la irritabilidad y la reactividad emocional.

  3. Estrés social: aunque no se trabaje, el entorno mantiene rutinas semanales (bancos, médicos, colegios, familiares), lo que reactiva la sensación de “inicio de semana”. Estudios de neuroimagen muestran que la actividad de la red neuronal por defecto (default mode network), relacionada con la rumiación y la anticipación, se incrementa en situaciones de expectativa negativa. Esto podría explicar por qué, incluso en jubilados, el lunes se percibe como un día de mayor carga psicológica.

  4. Mayor riesgo cardíaco: algunas investigaciones han encontrado un aumento de hasta un 20 % en la incidencia de infartos y accidentes cerebrovasculares los lunes en comparación con otros días de la semana. También se observan picos de presión arterial y frecuencia cardíaca, lo que sugiere una respuesta fisiológica marcada al estrés del lunes.

  5. Alteraciones neuroquímicas: se han descrito variaciones semanales en la regulación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, implicados en la motivación y el bienestar. El descenso relativo de serotonina al comenzar la semana puede contribuir a la sensación de apatía, mientras que la oscilación en los niveles de dopamina impacta en la motivación y la energía.

¿Y qué ocurre en los jubilados?

El estudio citado observó que, en mayores retirados, los lunes también se asociaban a un incremento medio del 23 % en los niveles de cortisol matutino. Esto sugiere que la estructura social y cultural de la semana pesa más de lo que creemos: incluso sin trabajo, el lunes sigue siendo “distinto”.

Además, en jubilados influyen otros factores: soledad, rutinas menos estructuradas o menor actividad social. Todo ello puede amplificar la percepción negativa del inicio de semana.

Cómo combatir la “lunitis”

La buena noticia es que hay estrategias sencillas y avaladas por la evidencia para comenzar airosamente la semana:

• Mantener rutinas estables de sueño durante toda la semana.

• Planificar actividades agradables los lunes, para asociar el día a estímulos positivos.

• Practicar ejercicio moderado: la actividad física reduce el estrés y regula el ánimo.

• Hacer mindfulness o meditación: técnicas de respiración y atención plena ayudan a disminuir la anticipación negativa.

• Participación social: en jubilados, actividades como voluntariado o talleres proporcionan estructura semanal y reducen la sensación de vacío.

Más allá de la anécdota

Que la “lunitis” afecte incluso a personas retiradas nos recuerda que los estados de ánimo no dependen solo de obligaciones laborales. Factores biológicos, sociales y culturales moldean cómo vivimos cada día de la semana.

El reto está en transformar el lunes, tradicionalmente un enemigo, en una oportunidad: el punto de partida para empezar la semana con propósito, y no con resignación.

The Conversation

María J. García-Rubio no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. La ‘lunitis’ existe (e incluso afecta a los jubilados) – https://theconversation.com/la-lunitis-existe-e-incluso-afecta-a-los-jubilados-264997

Así utiliza Europa los impuestos para poner freno a la moda rápida

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Albert Navarro García, Profesor titular de Derecho Financiero y Tributario, Universitat de Girona

VicVa/Shutterstock

¿Sabía que fabricar una sola camiseta de algodón requiere unos 2 700 litros de agua, lo mismo que una persona bebería en casi tres años? La llamada fast fashion o moda rápida nos ofrece ropa barata y de tendencia, pero también genera 12 kilos de residuos textiles por persona al año en Europa, y apenas un 1 % se recicla en nuevas prendas.

Ante este problema, la Unión Europea (UE) y varios países han empezado a usar los impuestos y las normas fiscales como herramientas para frenar un modelo que produce mucho, vende barato y desecha rápido.

Europa corta el chollo fiscal de las compras baratas

Hasta 2021, millones de paquetes de plataformas como Shein o Temu llegaban a Europa sin pagar IVA si costaban menos de 22 euros. Era una ventaja injusta frente a las tiendas locales. Desde entonces, todas las importaciones pagan IVA.

La Comisión Europea quiere ir más allá. Por una parte, propone la introducción de una tasa de tramitación de 2 € por cada envío a la UE. Por otra, quiere eliminar también la exención arancelaria de 150 €, de modo que incluso los pedidos pequeños paguen derechos de aduana. Con esto se evita que los vendedores dividan artificialmente los pedidos y se refuerza el control sobre productos que a menudo se fabrican en condiciones poco sostenibles o con malas prácticas laborales. El 91 % de todos los envíos de comercio electrónico valorados en menos de 150 euros procedían de China en 2024.

Al mismo tiempo, Bruselas ha aprobado la Directiva (UE) 2024/825, contra el greenwashing. Desde 2026, las marcas no podrán presentarse como “neutras en carbono” o “eco” sin pruebas verificables, ni podrán ocultar información sobre la durabilidad o la posibilidad de reparar de las prendas.




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Francia: un impuesto por prenda de moda rápida

Francia es el primer país europeo en aprobar un impuesto contra la moda rápida. En junio de 2025, el Senado dio luz verde a una ley que introduce un sistema de penalización progresiva por prenda (bonus-malus). Las marcas de ultra fast fashion (moda ultrarápida) deberán pagar 5 euros extra por artículo, lo que encarecerá especialmente camisetas, vestidos o pantalones de bajo coste. La cifra aumentará poco a poco hasta llegar a 10 euros en 2030, duplicando el tributo en apenas cinco años.

El impuesto dependerá del impacto ambiental y de las prácticas de cada empresa, y no podrá superar el 50 % del precio de venta sin IVA.

Con este sistema, el Estado francés lanza una señal clara: las prendas extremadamente baratas, diseñadas para durar apenas una temporada, deben pagar por el daño que generan. Al mismo tiempo, se premia a aquellas marcas que fabrican ropa más duradera, reciclable y con menor huella ambiental. Es un modelo inspirado en los impuestos ambientales que ya se aplican en carburantes o plásticos de un solo uso.




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Reino Unido: la idea del “penique por prenda”

En 2019, un comité del Parlamento británico recomendó un impuesto de un penique por cada prenda vendida para financiar la recogida y el reciclaje de textiles. Aunque el Gobierno no lo aplicó, la propuesta abrió un debate que hoy se centra en la responsabilidad ampliada del productor: que las marcas paguen en función de la basura que generan. Cuanto más baja sea la calidad de sus productos, más alto será el coste; cuanto más duraderos y reciclables sean, menos tendrán que pagar.




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Suecia, Países Bajos y Francia: reparar en vez de tirar

Otros países han optado por incentivar la reparación. En Suecia, el IVA para arreglos de ropa y calzado bajó del 25 % al 12 %. En Países Bajos, el tipo reducido del 9 % se aplica a servicios como coser agujeros, cambiar cremalleras o ajustar tallas. Y en Francia, a partir de 2025, se aplica un tipo reducido del 5,5 % en reparaciones textiles y de calzado, junto con un “bono reparación” que descuenta parte del coste a los consumidores que arreglan su ropa en talleres certificados.

El objetivo de todas estas medidas es sencillo: que coser una cremallera salga más barato que comprar una prenda nueva.

España: normativa avanzada, fiscalidad pendiente

En España, la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular establece que, a partir de 2025, las marcas textiles deberán financiar sistemas de recogida y reciclaje, además de informar sobre la durabilidad y reparabilidad de sus productos. Es un paso adelante, porque obliga a las empresas a asumir costes que hasta ahora recaían en los municipios y los contribuyentes.

Sin embargo, el gran reto sigue siendo la fiscalidad: todavía no se han adoptado impuestos o incentivos fiscales como los de Francia, Suecia y Países Bajos, lo que deja a España rezagada en este aspecto.

¿Funcionan estas medidas y cómo impactarán en la industria?

Los efectos de los mecanismos fiscales ya empiezan a notarse. La eliminación de exenciones fiscales ha igualado la competencia y ha obligado a las grandes plataformas internacionales a modificar su estrategia de precios y logística.

La reducción del IVA en reparaciones está revitalizando talleres locales, apoyando pequeños negocios y cambiando poco a poco los hábitos de consumo. Y los nuevos impuestos, como en Francia, harán que las prendas de usar y tirar sean más caras, obligando a las grandes marcas a mejorar su diseño, trazabilidad y materiales.

En conjunto, la fiscalidad y la normativa buscan cambiar la lógica de la industria textil: que lo barato y desechable deje de ser la opción más atractiva y que reparar, reutilizar o comprar ropa de calidad se convierta en lo normal. Si estas medidas se consolidan, la industria textil europea podría transformarse en una de las más avanzadas en sostenibilidad, situando a Europa como referente mundial en la lucha contra la moda rápida.

The Conversation

Albert Navarro García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Así utiliza Europa los impuestos para poner freno a la moda rápida – https://theconversation.com/asi-utiliza-europa-los-impuestos-para-poner-freno-a-la-moda-rapida-266635

¿Llevará el plan de Trump la paz a Gaza?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Armando Alvares Garcia Júnior, Professor de Direito Internacional, Relações Internacionais e Geopolítica/Geoeconomia, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

La guerra en Gaza ha dejado decenas de miles de muertos y una sociedad devastada. Dos años después del inicio del conflicto, la comunidad internacional busca una salida que reduzca la violencia y alivie la crisis humanitaria.

En este contexto, Donald Trump y Benjamín Netanyahu han presentado un plan de veinte puntos que pretenden que sea una hoja de ruta hacia la paz. Ha sorprendido el respaldo obtenido por la propuesta: desde potencias occidentales y Rusia hasta varios Estados árabes y musulmanes. Pero la pregunta central sigue abierta: ¿se trata de una oportunidad real para un acuerdo duradero?

Liberación de rehenes y gobierno de Gaza

El texto arranca con un intercambio inmediato de rehenes y prisioneros. Tras la aceptación del plan, Hamás debería entregar a los últimos rehenes en su poder en un plazo de 72 horas. A cambio, Israel liberaría a más de 1 700 detenidos y 250 condenados a cadena perpetua. Ese primer movimiento funcionaría como el gesto inicial para un alto el fuego. Una vez liberados los rehenes, comenzaría el suministro masivo de ayuda humanitaria, con alimentos, medicinas, agua y electricidad.

Tras esa fase, el plan fija un cambio en la administración de Gaza. La propuesta establece un comité tecnócrata palestino, supervisado por un organismo internacional («Junta de la Paz») encabezado por Trump e integrado, entre otros, por el ex primer ministro británico Tony Blair.

Ese organismo tendría la misión de gestionar los servicios básicos, atraer inversiones y sentar las bases para la reconstrucción. La idea es que, en lugar de instituciones vinculadas a facciones políticas, el enclave sea administrado de forma interina por expertos y supervisores externos.

Seguridad y economía

El plan incluye la desmilitarización completa de Gaza. Bajo la vigilancia de observadores internacionales, se prevé la destrucción de túneles, depósitos de armas y fábricas de municiones. Paralelamente, se crearía una fuerza internacional de estabilización en la que participarían países árabes y estaría coordinada por Israel y Egipto.

Su función sería entrenar a las fuerzas locales de seguridad y garantizar que el territorio no vuelva a convertirse en foco de enfrentamientos armados. Es una fórmula semejante a la desplegada en otras zonas en conflicto, como Líbano tras los acuerdos de 2006, aunque en este caso bajo la supervisión de Estados Unidos y no de la ONU.

Uno de los elementos más llamativos del plan es el componente económico. Trump lo ha presentado como un «plan de desarrollo» que imagina Gaza convertida en un espacio de prosperidad, con proyectos urbanísticos, nuevas infraestructuras y un entorno apto para la inversión.

El texto incluso menciona la posibilidad de una zona económica especial, con condiciones comerciales preferenciales. La narrativa recuerda, aunque con situaciones bastante distintas, a otras transformaciones urbanas rápidas en Oriente Medio, desde Dubái hasta ciudades planificadas en Arabia Saudí. La promesa implícita es que la paz llegaría acompañada de empleos, crecimiento y oportunidades para la población local.




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Más allá de los dos Estados: una cuestión geopolítica

El documento también reconoce, de forma condicional, la aspiración palestina a tener su propio Estado. Ese punto figura hacia el final del plan y aparece formulado como un horizonte posible si se cumplen reformas institucionales en la Autoridad Nacional Palestina y se garantiza la estabilidad en la región.

Aunque no hay plazos ni compromisos concretos, el simple reconocimiento de esa aspiración conecta de alguna manera con la agenda internacional, que sigue defendiendo mayoritariamente la solución de los dos Estados.




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La propuesta ha recibido el apoyo de Estados árabes clave, como Arabia Saudí, Egipto o Turquía, y de la Unión Europea, Rusia y China, entre otros países.

La iniciativa representa una oportunidad de reducir la violencia y de evitar que el conflicto siga desestabilizando la región. Desde una perspectiva geopolítica, el plan reafirma a Estados Unidos como mediador central y otorga a Israel un marco internacional que respalda su seguridad. Al mismo tiempo, permite a los países árabes implicarse en la fase de reconstrucción y presentarse como garantes de estabilidad.

Lo que queda por aclarar

No obstante, el texto deja abiertas varias incógnitas. No se detalla con precisión el calendario de retirada de las fuerzas israelíes, lo que introduce incertidumbre sobre la transición. El organismo internacional que supervisaría Gaza [estaría presidido por un jefe de Estado extranjero], un elemento a tomar en cuenta en la gestión de un territorio en disputa, y que seguramente generará críticas.

Además, la promesa de desarrollo económico enfrenta el desafío de aplicarse en un contexto social marcado por la destrucción, los desplazamientos masivos y las profundas fracturas políticas de estos dos años de ataques.

El plan combina medidas inmediatas, como el intercambio de rehenes y prisioneros, con metas de largo plazo, como la autodeterminación palestina. Esa mezcla de urgencia y horizonte lejano refleja la complejidad del conflicto. Se asemeja a tender un puente sobre un río caudaloso: los primeros tablones buscan estabilizar la estructura, mientras que el tramo final, más ambicioso, depende de que los pilares iniciales resistan.

¿Una estabilidad suficiente?

El desenlace aún es incierto. Si el plan avanza, marcará un punto de inflexión en la región. Si se bloquea, existe el riesgo de que la guerra retome toda su intensidad.

Lo que resulta evidente es que el documento ya se ha convertido en referencia obligada para medir la diplomacia internacional en Oriente Medio. Para una población exhausta, tras dos años de sufrimiento, la propuesta abre al menos la expectativa de un alto el fuego inmediato y de un respiro humanitario.

El reto será transformar esa expectativa en un proceso político con estabilidad suficiente para sostener la paz.

The Conversation

Armando Alvares Garcia Júnior no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Llevará el plan de Trump la paz a Gaza? – https://theconversation.com/llevara-el-plan-de-trump-la-paz-a-gaza-266522

La Flotilla pone de manifiesto la ilegalidad del bloqueo naval israelí sobre Gaza y la complicidad de EE.UU. y Europa

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Rafael Bustos García de Castro, Profesor e investigador, Universidad Complutense de Madrid

Tricani Alessio/Shutterstock

Ni los Estados más sensibilizados ni, por supuesto, los medios de comunicación explican que, más allá de la obligación erga omnes de impedir el genocidio y de detener el uso del hambre como arma de guerra, subyace un bloqueo de la franja de Gaza por tierra, mar y aire que es nulo e ilegal desde que Israel lo estableció.

Es importante recordar por qué estos Estados, muchos de ellos europeos, consideran el bloqueo naval sobre la franja de Gaza un hecho consumado que no deben cuestionar. La razón fundamental es que en 2006, cuando Hamás –tras ganar democráticamente las elecciones legislativas y producirse la ruptura con Fatah– se hizo con el control de facto de la franja, los países europeos y EE. UU. aceptaron de buen grado que Israel aplicara a la franja de Gaza un bloqueo indefinido por tierra desde 2007 y por mar a partir de 2009, que se añadió al control israelí del espacio aéreo desde 1967.

De aquella complacencia occidental que convertía un territorio ya de por sí enclavado en la prisión más grande al aire libre –con dos millones de personas– por el hecho de haber votado a un partido islamista, Hamás, viene ahora un silencio incapaz de levantar la voz contra un bloqueo que nació nulo y sigue siendo ilegal.

La Flotilla fue advertida de no traspasar la llamada “zona de exclusión israelí” de 120 millas náuticas alrededor de la franja porque, como advirtió el propio gobierno, el buque de rescate Furor no podría prestar auxilio a la Flotilla una vez se adentrara en esa zona y sus integrantes pondrían en peligro su propia seguridad.

Comunicado de 16 gobiernos

En un comunicado, 16 gobiernos pidieron a Israel que se abstuviera de actos violentos y, tras su detención, la liberación inmediata de sus nacionales, sobre los cuales dicen ejercer la protección diplomática y consular, a la que por otra parte están obligados. Pero ninguno de ellos quiere entrar en el fondo de la cuestión: la existencia de un bloqueo naval sobre un territorio ocupado.

Israel sostiene que, de acuerdo con el derecho bélico del mar, es lícito mantener un bloqueo naval. Y que como la Flotilla había anunciado su voluntad de romperlo, tiene derecho a asaltar y detener a su tripulación e incluso hacerlo a 80 millas de la costa de Gaza, donde se encontraba.

Ningún Estado parece poner en duda eso y se limitan a pedirle un buen trato a sus ciudadanos, olvidando la exigencia de levantar un bloqueo ilegítimo que supone un castigo colectivo permanente sobre una población, que para mayor agravio está compuesta por refugiados y sus descendientes, ya expulsados por Israel de otras partes de Palestina.

Las prohibiciones de un bloqueo naval

Incluso si diéramos por bueno el argumento del derecho de Israel a mantener un bloqueo naval, las prohibiciones que se imponen en el Manual de San Remo (1994) son claras:

  • El bloqueo no puede tener el objetivo único de hacer pasar una hambruna a la población o privarla de otros artículos esenciales.

  • El daño a la población civil no puede ser desproporcionado en relación con la ventaja militar obtenida con él (art. 102).

Sobre esta última prohibición, los artículos 103 y 104 establecen que, si la población sometida al bloqueo carece de suficiente aprovisionamiento de comida y objetos esenciales, la potencia bloqueante “permitirá libremente el paso” y entrega de comida y medicina “una vez sea inspeccionada la carga y distribuida bajo la supervisión de otro estado o de una ONG humanitaria como el Comité Internacional de la Cruz Roja”.

Sin embargo, Israel no ha pretendido en ningún caso dejar pasar a la Flotilla ni su cargamento humanitario ni ha tratado de fijar las condiciones para la inspección y distribución de alimentos y medicinas con un tercero neutral. Con respecto a la proporcionalidad, es evidente que el daño indiscriminado que produce en una población sumamente vulnerable –con mayoría de mujeres y niños, privada de comercio por mar y de la pesca y con un bloqueo naval de 16 años– excede, con mucho, toda ventaja militar que pueda obtenerse.

Argumentos que demuestran la ilegalidad del bloqueo naval

Pero es que, además, hay al menos tres argumentos que demuestran la ilegalidad y nulidad desde el inicio del bloqueo naval.

Por un lado, la Corte Internacional de Justicia dictó tres órdenes en enero, marzo y mayo de 2024 indicando medidas provisionales en aplicación de la Convención de Genocidio. En ellas ordenaba “permitir toda la ayuda alimentaria y médica necesaria” para responder a la “catastrófica situación” de la población palestina en Gaza. También recordaba la prohibición de “no infligir condiciones de vida que pongan en riesgo la supervivencia parcial o total del grupo” constitutiva de genocidio (CIJ, 26-01-2024 y 28-03-2024).

Por otro lado, la misma corte concluyó en el Dictamen Consultivo de 19 de julio de 2024 que “la continuada presencia de Israel en los Territorios palestinos ocupados es ilegal” y constituye una violación de derecho internacional que genera obligaciones en todos los Estados.

Puesto que Gaza forma parte de los territorios palestinos ocupados, la ocupación de facto de Gaza –después de la desconexión formal israelí de 2005 se evidencia por el control absoluto del territorio y las frecuentes invasiones terrestres, que llegan al punto más extremo a partir de 2023– es también ilegal, de lo que se deduce la ilegalidad del bloqueo sobre Gaza. Por tanto, a Gaza debe aplicarse el derecho internacional de ocupación (IV Convenio de Ginebra).

Además, no caben bloqueos navales en territorios ocupados. El derecho bélico naval consuetudinario concebía los bloqueos exclusivamente sobre puertos o costas de Estados enemigos o capturados por ellos. No hay evidencia de que, posteriormente, la práctica estatal de los bloqueos se haya ampliado a territorios ocupados ni coloniales.

El equivalente a un asedio por tierra

La lógica es que un bloqueo naval es el equivalente a un asedio por tierra. Y ningún Estado ocupante asediaría un territorio que ya controla militarmente. Esto causaría un daño excesivo, así como un castigo colectivo, prohibido expresamente por el IV Convenio de Ginebra (artículo 33).

En consecuencia, debido a la incompatibilidad del derecho del bloqueo y del derecho de la ocupación, Israel no puede legalmente imponer un bloqueo mientras siga siendo potencia ocupante.

Todos los Estados, incluyendo a los que tienen nacionales en la Flotilla Global Sumud, están obligados a exigir el levantamiento inmediato del bloqueo israelí sobre Gaza y no simplemente la liberación de sus integrantes.

Desde su inicio el bloqueo de Gaza es ilegal tanto por su desproporcionalidad (derecho bélico naval) como por constituir una forma de castigo colectivo contra la población ocupada (derecho de la ocupación), al tiempo que contraviene las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia.

The Conversation

Rafael Bustos García de Castro no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. La Flotilla pone de manifiesto la ilegalidad del bloqueo naval israelí sobre Gaza y la complicidad de EE.UU. y Europa – https://theconversation.com/la-flotilla-pone-de-manifiesto-la-ilegalidad-del-bloqueo-naval-israeli-sobre-gaza-y-la-complicidad-de-ee-uu-y-europa-266700

Por qué la interceptación de la flotilla de ayuda a Gaza es una clara violación del derecho internacional

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Donald Rothwell, Professor of International Law, Australian National University

Las Fuerzas de Defensa de Israel han interceptado una flotilla de buques humanitarios que intentaban llevar ayuda a Gaza, tomando el control de varios barcos y deteniendo a numerosos activistas, entre ellos Greta Thunberg.

Las interceptaciones tuvieron lugar en el mar Mediterráneo, entre 70 y 80 millas náuticas de la costa de Gaza. Se trata de aguas internacionales en las que existe la libertad de navegación para todos los buques.

Israel ha respondido argumentando que tiene un bloqueo marítimo que prohíbe la entrada a Gaza de buques extranjeros. También ha sugerido que la flotilla contaba con el apoyo de Hamás, una afirmación que los organizadores han desmentido tajantemente.

Flotillas de ayuda humanitaria a Gaza

La Flotilla Global Sumud estaba compuesta por más de 40 barcos que transportaban ayuda humanitaria (alimentos, suministros médicos y otros artículos esenciales), junto con varios cientos de parlamentarios, abogados y activistas de docenas de países.

La flotilla partió de España a finales de agosto y ha estado navegando hacia el este, con escalas en Túnez, Italia y Grecia. Durante el trayecto, los gobiernos italiano, español y griego desplegaron escoltas navales para garantizar su paso seguro.

Los pasajeros de los barcos denunciaron que habían sido acosados por drones en múltiples puntos del viaje.

Esta campaña es la última versión de un movimiento que existe desde hace más de 15 años para desafiar el bloqueo prolongado de Israel sobre la Franja de Gaza.

A principios de este año, un barco llamado Conscience que transportaba activistas y ayuda humanitaria con destino a Gaza fue alcanzado por explosiones frente a la costa de Malta.

Israel interceptó entonces el Madleen, con Thunberg y otros activistas a bordo, en junio, y el Handala en julio.

Y en 2010, una flotilla intentó llegar a Gaza con ayuda humanitaria y cientos de activistas. Comandos israelíes abordaron el Mavi Marmara, de bandera turca, lo que provocó un enfrentamiento violento que causó la muerte de diez activistas. Las muertes provocaron una condena generalizada y tensaron las relaciones entre Israel y Turquía durante años.

La legalidad del bloqueo naval de Gaza

El derecho internacional relativo a las acciones de los barcos de la flotilla y la capacidad de intervención de Israel es complejo.

Israel ha impuesto bloqueos a Gaza de diversas formas durante casi 20 años.

La base jurídica de los bloqueos y su compatibilidad con el derecho internacional, en particular el derecho del mar, ha sido objeto de controversia, lo que se puso de manifiesto durante una investigación de la ONU que siguió al incidente del Mavi Marmara.

Actualmente se considera a Israel una potencia ocupante en Gaza en virtud del derecho internacional.

Las funciones de las potencias ocupantes se codificaron en el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 y se basaron en las obligaciones legales que las potencias aliadas asumieron en Alemania y Japón al final de la Segunda Guerra Mundial. El Convenio de Ginebra establece un marco jurídico claro para las potencias ocupantes.

En las últimas décadas, Israel ha sido tanto una potencia ocupante de jure (reconocida por la ley) como de facto en Palestina.

En 2024, la Corte Internacional de Justicia dictaminó que la ocupación de los territorios palestinos era ilegal según el derecho internacional.

Como potencia ocupante, Israel controla todo el acceso a Gaza, ya sea por tierra, aire o mar. Los camiones de ayuda solo pueden entrar en este territorio palestino bajo estrictos controles. Los lanzamientos de ayuda de las fuerzas aéreas extranjeras que se han producido en los últimos meses también solo se han permitido bajo el estricto control de Israel.

Desde que comenzó la guerra, ha llegado muy poca ayuda por mar, ya que Israel ha restringido severamente el acceso marítimo. En 2024, Estados Unidos construyó un muelle flotante frente a la costa para entregar ayuda, pero pronto se abandonó debido a problemas meteorológicos, de seguridad y técnicos.

Sin embargo, esto indicaba claramente que Israel estaba dispuesto a permitir el flujo de ayuda marítima de su aliado más cercano, Estados Unidos. Esta excepción al bloqueo no se aplicó a otros actores humanitarios.

Interceptación de barcos en aguas internacionales

Aunque la entrega de ayuda por mar es legalmente problemática en este momento, la capacidad de Israel para interrumpir las flotillas tiene sus límites. La libertad de navegación es fundamental para el derecho del mar. Como tal, la flotilla tiene derecho a navegar sin obstáculos por el mar Mediterráneo.

Por lo tanto, cualquier acoso o detención de la flotilla en aguas internacionales constituye una clara violación del derecho internacional.

Israel puede, sin duda, ejercer control sobre las 12 millas náuticas de mar territorial frente a las costas de Gaza. El cierre del mar territorial a los buques extranjeros estaría justificado por el derecho internacional como medida de seguridad, así como para garantizar la seguridad de los buques neutrales debido a la guerra en curso.

Los organizadores de la flotilla afirmaron que sus barcos fueron interceptados entre 70 y 80 millas náuticas de la costa, mucho más allá del mar territorial de Gaza.

Sin duda, esto se hizo por razones operativas. Cuanto más se acercaba la flotilla a la costa de Gaza, más difícil sería para las Fuerzas de Defensa de Israel interceptar con éxito cada barco, lo que aumentaba la posibilidad de que al menos uno de ellos llegara a tierra.

Decenas de activistas a bordo de los barcos han sido detenidos, según se ha informado y serán puestos bajo custodia en el puerto israelí de Ashdod. Es probable que luego sean deportados rápidamente.

Los activistas también gozan de protección en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, incluido el acceso a diplomáticos extranjeros que ejercen la protección consular de sus ciudadanos.

The Conversation

Donald Rothwell no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Por qué la interceptación de la flotilla de ayuda a Gaza es una clara violación del derecho internacional – https://theconversation.com/por-que-la-interceptacion-de-la-flotilla-de-ayuda-a-gaza-es-una-clara-violacion-del-derecho-internacional-266667