Los animales que usan plantas para curarse nos inspiran para descubrir nuevos fármacos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Eva María Domínguez Martín, Profesora Ayudante Doctora en la Facultad de Farmacia, Universidad de Alcalá

Los chimpancés ingieren ciertas plantas para combatir infecciones o problemas intestinales. Oliver Gorgis/Shutterstock

Los productos naturales, principalmente las especies vegetales, han jugado un papel clave en la medicina tradicional de diversas regiones a nivel global. Por ejemplo, ya en torno al año 65, el médico, botánico y farmacólogo griego Dioscórides describió en su obra De Materia Medica unas 600 plantas medicinales. Muchas de ellas se continúan empleando hoy en día.

Desde principios del siglo XIX comenzaron a aislarse e identificarse numerosos compuestos químicos con una gran diversidad y complejidad estructural. Estos procedían, precisamente, de esas plantas conocidas desde la Antigüedad. Más tarde, a partir de finales del siglo XX, surgió el interés por otras fuentes, como los productos de origen marino.

En la actualidad, uno de los principales y mayores desafíos sanitarios a los que nos enfrentamos es la resistencia a múltiples fármacos, no solo a antiinfecciosos como los antibióticos, sino también antitumorales. Este problema afecta tanto a los seres humanos como a los animales y las plantas.

Por tanto, es necesario invertir en el desarrollo de nuevos tratamientos que hagan frente a las patologías en las que aparecen resistencias y a otras enfermedades para las que actualmente no existe cura.

Esta situación ha dado lugar a que se hayan vuelto a revisitar fuentes tradicionales de descubrimiento de fármacos, como son las plantas, bajo un nuevo enfoque. Y aquí el estudio de la conducta animal puede jugar un papel importante.

Los animales también se automedican

La llamada “zoofarmacognosia” es la ciencia que investiga el uso de diversas sustancias por parte de los animales con fines tanto preventivos como curativos. Es considerada una disciplina científica desde 1987, aunque existen datos sobre este tipo de estudios también desde la Antigua Grecia.

Entre las sustancias utilizadas por los animales con esos fines, las más empleadas –y de las que más información existe– son las plantas.

En los últimos 10 años, la zoofarmacognosia ha suscitado un renovado interés. Por ejemplo, han comenzado a publicarse diversos trabajos que conectan este tipo de conductas animales con la fitoquímica, la ciencia que estudia los compuestos químicos de las plantas.

En el mundo vegetal, las principales líneas de defensa pueden ser físicas (por ejemplo, espinas) y químicas. Dentro de estas últimas, las plantas son capaces de producir una amplia variedad de metabolitos secundarios para cumplir distintas funciones no esenciales: defensivas (frente a depredadores), adaptativas y comunicativas con su entorno. Ejemplo de ello son compuestos como los terpenos, las saponinas y los taninos.

El caso de los chimpancés

Diversos estudios han revelado ejemplos de automedicación en distintas especies de mamíferos rumiantes, simios y elefantes, entre otros.

Las investigaciones más relevantes y numerosas hasta la fecha son las que han constatado este tipo de conductas en los primates. Uno de los casos más conocidos es el de los chimpancés, que mastican hojas de la planta Vernonia amygdalina (vernonia amarga, por su nombre vulgar) cuando sufren distintos tipos de infecciones.

También se ha observado que estos simios ingieren hojas y cortezas de raíces de Albizia grandibracteata y de hojas de Rubia cordifolia cuando presentan problemas intestinales relacionados con parásitos.

Pero ¿por qué usan esas plantas? ¿Funcionan? ¿Cómo lo hacen? La fitoquímica intenta racionalizar y dar explicación a estas cuestiones. Su método de trabajo se basa en extraer, fraccionar, aislar y caracterizar los metabolitos secundarios presentes en los extractos de las especies consumidas por estos animales. Tras realizar ensayos de bioactividad con los extractos, fracciones y compuestos aislados, se consigue relacionar los comportamientos observados en animales (de prevención y tratamiento) con las actividades que han sido probadas en los ensayos.

Así, se ha podido constatar que la especie V. amygdalina es rica en lactonas sesquiterpénicas, que tienen propiedades antibióticas y antitumorales; que A. grandibracteata contiene saponinas, efectivas contra parásitos gusanos (helmintos); y que R. cordifolia es abundante en diversos compuestos, como terpenos y naftoquinonas, que han mostrado actividad antiparasitaria, antiinflamatoria y antitumoral.

Otros trabajos han recogido el aumento del consumo de plantas ricas en taninos en corderos parasitados. Adicionalmente, estos comportamientos de automedicación no solo se ha detectado en especies vertebradas, sino también en insectos.

Una ventana al desarrollo de nuevos fármacos

Otro aspecto relevante es que los animales emplean las mismas especies y géneros de plantas que las comunidades humanas rurales presentes en su área geográfica, como reflejan las farmacopeas tradicionales.

Si a este dato añadimos los ejemplos de zoofarmacognosia recopilados, cuyos usos han comenzado a racionalizarse científicamente mediante la fitoquímica, cabe afirmar que nos hallamos ante una línea de investigación prometedora para desarrollar nuevos fármacos. Además, muchos de estos ejemplos se han obtenido de grandes simios, filogenéticamente muy relacionados con el ser humano.

Por todo ello, es necesario realizar un esfuerzo multidisciplinar para identificar plantas empleadas por los animales que tengan propiedades bioactivas, sin olvidar la búsqueda de otras especies vegetales dentro del mismo género eficaces frente a infecciones y cánceres resistentes. El mundo vegetal es una farmacia al alcance del ser humano, y otros animales pueden ayudarnos a explorarla.

The Conversation

Eva María Domínguez Martín no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Los animales que usan plantas para curarse nos inspiran para descubrir nuevos fármacos – https://theconversation.com/los-animales-que-usan-plantas-para-curarse-nos-inspiran-para-descubrir-nuevos-farmacos-253143

La ciencia de las algas entra en MasterChef

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Rocío Ibarra Arias, Responsable de Comunicación IEDIS y Colaboradora GICID, Universidad de Zaragoza

Plato preparado con algas wakame. vsl/Shutterstock

¿Qué tienen en común un plato de alta cocina, un superalimento y el cuidado medioambiente? Los jueces de MasterChef España lo tienen claro. “Las algas suponen un antes y un después en la cocina”, afirmaba Samantha Vallejo-Nágera. “Aportan lo mejor de las hortalizas y del mar”, añadía Jordi Cruz. Y para Pepe Rodríguez, son “un ingrediente sostenible que enriquece caldos, sopas y hasta platos tradicionales”.

Cuando ciencia y televisión cocinan juntas

El caso de las algas marinas es un buen ejemplo de cómo el conocimiento científico y la cultura mediática pueden colaborar para transformar percepciones y hábitos de consumo. Gracias a su presencia en programas de gran audiencia y al respaldo de la investigación, las algas han pasado de lo exótico a lo cotidiano, de lo anecdótico a lo estratégico.

En MasterChef, las algas han dejado de ser una rareza para convertirse en protagonistas. Y su impacto va mucho más allá de la televisión: están transformando la forma en que comemos, cocinamos y pensamos el futuro de la alimentación. La sinergia entre gastronomía y ciencia sitúa a las algas como motor de innovación culinaria, nutricional y medioambiental.

Las algas como protagonistas en MasterChef

Desde sus primeras temporadas, MasterChef ha incorporado las algas de manera habitual tanto en pruebas de plató como en exteriores. Codium, kombu, espagueti de mar, wakame o lechuga de mar forman parte del “supermercado” al que acceden los concursantes en un 40 %-60 % de los cocinados.

Además, chefs invitados presentan platos emblemáticos con algas como ingrediente central, como el coral de amaranto con emulsión de codium o la sopa de escabeche de mar con agua de algas del chef Ángel León.

Los finalistas del programa también han apostado por ellas en los menús decisivos, como en la final de Ángela, con su plato “Perfumadita de Brea”, o en elaboraciones como el solomillo con pesto de algas de Nacho Manzano.

plato de carne con ensalada y verduras
Receta de MasterChef de solomillo de vaca rubia, con pesto de algas y ensalada.
RTVE, CC BY

Más allá del atractivo gastronómico, MasterChef también ha aprovechado su alcance para concienciar sobre la sostenibilidad. En una reciente prueba, los aspirantes cocinaron con especies invasoras como el wakame o el kombu, originarias de Asia y el Pacífico. Estas algas, al no tener depredadores naturales, se reproducen rápidamente y alteran los ecosistemas. El programa destacó su consumo controlado como estrategia para mitigar su impacto ambiental, siguiendo las recomendaciones internacionales sobre biodiversidad.

Un superalimento con respaldo científico

Desde la ciencia, las algas también han captado la atención por su extraordinario perfil nutricional. Ricas en minerales como yodo, calcio, hierro y magnesio, también destacan por su contenido en vitaminas A, C, D, E, K y B12.

Este último nutriente, escaso en dietas vegetales, hace de las algas un recurso clave para la nutrición global. En palabras de Jordi Cruz, se aúna en un solo producto lo mejor de las hortalizas y del mar, lo que refuerza su potencial como superalimento integral.

Su fácil cultivo y alto rendimiento las posicionan como una solución realista para combatir deficiencias nutricionales en regiones con acceso limitado a otros alimentos ricos en micronutrientes.

Industria alimentaria: mucho más que ensaladas

La aplicación de algas va mucho más allá del plato. Compuestos como el alginato o el agar se emplean como gelificantes y estabilizantes en productos procesados. Estudios recientes han demostrado que pueden enriquecer alimentos con ácidos grasos poliinsaturados y proteínas de alta calidad, impulsando una alimentación vegetal más saludable y tecnológicamente avanzada. Pepe Rodríguez subraya que “las algas funcionan de maravilla para enriquecer caldos y sopas”, lo que demuestra su valor funcional en la cocina profesional y en la industria.

Economía azul y empoderamiento social

El mercado global de algas ha crecido exponencialmente, pasando de 5 000 a 17 000 millones de dólares en apenas dos décadas. Este auge no solo beneficia a la industria, sino también a comunidades costeras en países en desarrollo. En zonas de Asia y África, más del 50 % de las personas que trabajan en su cultivo son mujeres, muchas de ellas liderando proyectos que mejoran su autonomía económica y social.

Lo único que nos falta es encontrar ese supermercado donde las algas estén fácilmente disponibles, lo que fomentaría que más personas las compren y experimenten con ellas.

Hacia una sostenibilidad activa

El impacto ambiental positivo de las algas es doble. Por un lado, su cultivo captura CO₂ de forma eficiente, ayudando a mitigar el cambio climático. Por otro, se exploran sus aplicaciones en la fabricación de bioplásticos y biocombustibles, con tasas de crecimiento prometedoras en el mercado. Las algas son un recurso sostenible y si cuidamos nuestros mares, siempre estarán disponibles como alimento y no solo como recurso marino.

Además, su uso responsable como ingrediente culinario, como ejemplificó MasterChef en la prueba sobre especies invasoras, puede convertirse en una estrategia ecológica que combine alimentación sostenible y protección de la biodiversidad marina.

Hoy, comer algas no solo es tendencia: es una apuesta por la salud, la sostenibilidad y la innovación alimentaria. Como dirían los jueces de MasterChef: ¡pongámosle sabor a la vida!

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. La ciencia de las algas entra en MasterChef – https://theconversation.com/la-ciencia-de-las-algas-entra-en-masterchef-259472