Así vigilamos la salud hídrica de Doñana desde el cielo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Emilio Ramírez Juidías, Tenured Lecturer at University of Seville (Spain). Founding member of the knowledge-based company RS3 Remote Sensing S.L.., Universidad de Sevilla

En el contexto actual de emergencia climática y creciente escasez de agua, la gestión eficiente de este recurso es un desafío urgente.

El Parque Nacional de Doñana, joya ecológica del sur de Europa, representa un ejemplo paradigmático de esta problemática. La disminución del nivel freático, el retroceso de lagunas temporales y el aumento de las temperaturas son signos visibles de un ecosistema en riesgo.

Ante este escenario, las técnicas de teledetección, aquellas tecnologías basadas en la observación de la Tierra, desempeñan un papel esencial para comprender y anticipar los efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos.

Gracias al tratamiento digital de imágenes satelitales, y mediante el uso de algoritmos de aprendizaje automático, es posible identificar con precisión las variaciones en la cobertura de agua y vegetación.




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¿Por qué el agua en Doñana está en peligro?

El Parque Nacional de Doñana, situado entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, es un enclave natural único que depende del equilibrio hídrico para mantener su biodiversidad. Sin embargo, en los últimos años, el descenso del nivel de los acuíferos, la reducción de lluvias y el aumento de las temperaturas están alterando gravemente este equilibrio. A ello se suma la presión ejercida por la actividad agrícola intensiva en el entorno, que conlleva extracciones masivas de agua subterránea para regadío, muchas de ellas ilegales.

Como resultado, lagunas estacionales que antes se llenaban cada año ahora permanecen secas, y comienzan a desaparecer o desplazarse especies animales y vegetales.

Este deterioro progresivo está afectando al ecosistema y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, como el ODS 6 (agua limpia y saneamiento) y el ODS 13 (acción por el clima). Comprender las causas del problema y anticipar sus consecuencias resulta clave para poder intervenir de forma eficaz.




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La mirada desde el espacio: ¿qué nos dicen los satélites?

Desde el espacio, los satélites ofrecen una perspectiva privilegiada para observar la evolución del medio ambiente. Gracias a la radiación del Sol y a los sensores de los satélites, es posible detectar variaciones en la humedad del suelo, el retroceso de masas de agua o los cambios en la cobertura vegetal.

En espacios protegidos como Doñana, esta información resulta crucial para entender cómo afectan el cambio climático y las actividades humanas a su equilibrio ecológico. Misiones satelitales como Landsat, Sentinel o MODIS proporcionan datos periódicos y de libre acceso que permiten hacer un seguimiento preciso del territorio sin necesidad de intervención directa.

Nuestro proyecto “Aplicación del tratamiento digital de imágenes para el monitoreo de recursos hídricos en línea con la Agenda 2030” utiliza estas imágenes satelitales como base para desarrollar algoritmos avanzados que interpretan, clasifican y analizan la información. A través de técnicas de machine learning se puede identificar de forma automática la presencia o ausencia de agua, evaluar el grado de estrés hídrico y anticipar tendencias a medio plazo.




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Algoritmos que aprenden a proteger el agua

El tratamiento digital de imágenes satelitales no solo consiste en observar el paisaje desde el espacio, sino en extraer información valiosa mediante el uso de algoritmos matemáticos. Para ello, nuestro equipo ha desarrollado y probado un índice espectral capaz de detectar con precisión la presencia de agua superficial en el Parque Nacional de Doñana. Este tipo de herramienta permite automatizar el análisis de grandes volúmenes de datos, así como generar mapas actualizados sobre el estado hídrico del territorio.

El algoritmo aplicado se basa en una fórmula que combina bandas satelitales específicas, es decir, la banda del infrarrojo cercano (NIR) y la banda del rojo (Red). La expresión matemática utilizada es:

Presencia agua superficial = 0.037 * 2.71[(NIR-Red)/(NIR+Red)]
(r = 0.85, R2 = 0.79)

Este índice, desarrollado a partir de técnicas de aprendizaje automático (machine learning), aprovecha el contraste entre la alta reflectancia del NIR en vegetación sana y su baja respuesta en cuerpos de agua, permitiendo una distinción clara entre ambos elementos. A mayor valor del índice, mayor es la probabilidad de que se trate de una superficie cubierta por agua o con alto contenido de humedad.

Gracias a este tipo de análisis es posible generar modelos predictivos que alerten sobre sequías, identificar zonas húmedas en retroceso y planificar estrategias de conservación más eficaces. Además, este enfoque automatizado se puede aplicar en otros entornos naturales con problemas similares.

Tecnología al servicio de la agenda 2030

El uso de imágenes satelitales y algoritmos inteligentes aplicados al análisis del agua representa una alianza estratégica entre tecnología y sostenibilidad. Gracias a estas innovaciones, es posible anticipar impactos, actuar con rapidez y evaluar la eficacia de las medidas adoptadas, lo que resulta clave en un contexto de cambio climático y creciente presión sobre los recursos naturales.

Este artículo se ha escrito con la colaboración de Paula Romero Beltrán y Clara Isabel González López, becarias de investigación en RS3 Remote Sensing S.L.

The Conversation

Emilio Ramírez Juidías no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Así vigilamos la salud hídrica de Doñana desde el cielo – https://theconversation.com/asi-vigilamos-la-salud-hidrica-de-donana-desde-el-cielo-260246

Acoso escolar: ¿cómo se pueden reparar los daños tras un caso grave?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Cecilia Ruiz Esteban, Profesora Titular de Universidad. Psicología de la Educación., Universidad de Murcia

Ground Picture/Shutterstock

Un adolescente de 16 años con parálisis cerebral, acosado física y sexualmente durante días por sus compañeros de clase. Tras la denuncia y el clamor de medios y opinión pública: ¿qué ocurre con la víctima y los agresores? ¿Cómo se puede reparar un daño como este? ¿Qué contempla la ley y qué recomiendan las investigaciones especializadas?

Este reciente caso de bullying en un instituto de Almendralejo (en la provincia extremeña de Badajoz, España) nos obliga a plantearnos no solo cómo prevenir y detectar mejor, sino también qué medidas tomar una vez detectado.

Colectivos vulnerables

El mayor riesgo para sufrir agresiones reiteradas en la escuela es “ser diferente”. Es la situación de los alumnos o alumnas que tienen algún tipo de discapacidad, y que representan el 80.3 % de las víctimas de acoso en España. En todo el mundo, el 40 % de las víctimas de bullying escolar pertenecen a colectivos vulnerables (discapacidad, migrantes, LGTBIQ+).

Sabemos también gracias al mismo informe que 8 de cada 10 casos de acoso consisten en burlas, rechazos o aislamientos (en este último caso, los más afectados son los niños y niñas con alguna discapacidad física), y que el riesgo de victimización aumenta en los casos de trastorno del espectro autista y de alumnado con dificultades comunicativas o lingüísticas.

Curiosamente, aunque dichas situaciones suelen ser más frecuentes en la etapa de Educación Secundaria (el 40 % de los casos durante primer y segundo curso), sabemos que hasta un 50 % de los casos podrían prevenirse con detección temprana en etapas educativas iniciales.

¿Cómo atendemos a las víctimas?

A pesar de la prevalencia de este problema en los centros educativos, aún faltan protocolos de reparación integral que incluyan atención psicológica, seguimiento académico y mediación restaurativa. Por ejemplo, en España, el 94 % de las víctimas sufre algún problema psicológico y una de cada cinco necesita tratamiento psicológico especializado.

Por esta razón la prioridad absoluta es garantizar la seguridad física y emocional inmediata de la víctima mediante medidas de protección (como cambios de rutina o supervisión) y ofrecer apoyo psicológico especializado para manejar el trauma y empoderarla para recuperar su voz y control. ¿Cómo podemos hacerlo?

Espacios para el perdón emocional

Si la víctima así lo desea, de manera voluntaria y sin coerción alguna, puede disponer de un espacio seguro donde liberar la carga emocional (rabia, miedo) asociada al agresor como camino hacia el perdón emocional.

Los encuentros cara a cara (como los “círculos restaurativos”) pueden ser herramientas poderosas para la reparación, pero solo bajo condiciones estrictas. Su éxito depende de la voluntariedad explícita y preparación psicológica adecuada de la víctima, quien jamás debe sentirse presionada. Ambos actores, especialmente la víctima, necesitan apoyo individual previo para clarificar necesidades y emociones. El agresor debe mostrar signos de arrepentimiento y haber iniciado su proceso de responsabilización.




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El objetivo no es únicamente “pedir perdón”, sino que el agresor escuche el impacto real de sus acciones, la víctima exprese su dolor en un entorno protegido y, si es viable, se exploren conjuntamente formas de reparación y acuerdos de convivencia futura.

Es vital subrayar que estos encuentros no son adecuados en todos los casos; situaciones de trauma severo, desequilibrio de poder extremo o falta de disposición del agresor pueden hacerlos retraumatizantes. Son una opción, no un imperativo.

Reparación del daño

La evidencia científica es contundente: intervenir únicamente con la víctima resulta insuficiente y contraproducente a largo plazo. Abordar el acoso de forma efectiva y restaurativa requiere un cambio de paradigma: del castigo aislado a la responsabilización activa, la reparación del daño y la construcción de una comunidad escolar segura y respetuosa para todos. La “reparación” debe servir para que la víctima se sienta apoyada y protegida, y la escuela entera aprenda y mejore.

El enfoque restaurativo trasciende el castigo tradicional, priorizando la sanación de las heridas, la responsabilización activa de los agresores y la reconstrucción de relaciones seguras dentro de la comunidad escolar.

Se trata de guiar a los involucrados –especialmente al agresor o agresores– hacia la comprensión profunda del impacto causado y la asunción de acciones concretas para enmendar el perjuicio: disculpas significativas, gestos reparadores simbólicos o cambios de comportamiento verificables, fundamentales para que la víctima sienta validado su sufrimiento y perciba el apoyo comunitario.

¿Qué hacemos con los agresores?

Respecto a los agresores, la ley española prioriza medidas educativas sobre las punitivas, es decir, el 85 % de los casos se gestionan con programas de reeducación conductual y mediación, pero solo el 35 % de los centros aplican estos programas de forma efectiva.

Por eso es crucial ir más allá de las sanciones: se requiere una intervención terapéutica y psicoeducativa obligatoria que aborde las causas subyacentes de su comportamiento (falta de empatía, necesidad de dominio, problemas familiares), fomente una genuina responsabilización por el daño causado y desarrolle habilidades prosociales. Sin este trabajo profundo, el riesgo de reincidencia es alto.

El apoyo activo de los compañeros

Los testigos y compañeros desempeñan un papel vital. Es esencial educarles para romper la “cultura del silencio”, enseñarles a reconocer e intervenir ante el acoso de forma segura, y fomentar un clima de aula que rechace activamente el acoso y apoye a quien sufre.

Para que una víctima se sienta verdaderamente segura nuevamente en el mismo entorno donde ocurrió el acoso, la investigación señala que es indispensable que perciba cambios concretos y sostenidos. Además de una respuesta clara y contundente del centro escolar, las medidas de protección visibles y la evidencia de un cambio genuino en el agresor, es crucial sentir el apoyo activo de los compañeros.




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¿Qué deben saber las familias?

Además de contar con la información sobre las principales características del acoso para saber identificar indicadores o signos de riesgo, la familia puede contribuir desde la educación con un estilo educativo centrado en una comunicación eficaz y en un apoyo incondicional.

Siempre es imprescindible encontrar un equilibrio entre el apoyo y la comunicación y el control y las normas. En el caso de los menores con alguna discapacidad, la sobreprotección puede ponerles aún en mayor riesgo de vulnerabilidad.

Propuesta de Protocolo Estatal Integral

Un protocolo estatal efectivo contra el acoso debe ser obligatorio, claro y cubrir todas las fases del proceso:

  1. Mecanismos accesibles y confidenciales para la detección y reporte.

  2. Formación obligatoria para el personal.

  3. Actuación inmediata: implica garantizar la seguridad y derivación psicológica urgente para la víctima, y aplicar medidas protectoras iniciales (como separación o suspensión cautelar) y notificación formal a la familia del agresor.

  4. Investigación rápida y rigurosa que recoja información imparcial de todas las partes.

  5. Intervención integral: apoyo psicológico continuado a la víctima; intervención obligatoria con el agresor; trabajo con las familias de ambos e intervención grupal con testigos para cambiar dinámicas y fomentar apoyo.

  6. Comunicación a la comunidad: realizada con prudencia y respetando la privacidad, debe informar sobre los pasos generales tomados (aplicación del protocolo, apoyo a la víctima, medidas con el agresor, trabajo en el clima (EN EL AULA?) para reforzar la confianza y el mensaje de tolerancia cero.

Aunque todavía no hay un protocolo general a nivel estatal, en España varias comunidades autónomas integran elementos restaurativos en sus protocolos generales contra el acoso, como Andalucía, Cataluña y el País Vasco.

Romper el ciclo de violencia y sanar a la víctima

Cualquier forma de violencia es intolerable e injustificable. Los centros educativos tienen un papel fundamental para prevenir y erradicar las situaciones de acoso educando en la no violencia y en la tolerancia hacia la diversidad, reforzando la educación emocional y promoviendo valores de convivencia y de respeto.

Un enfoque holístico debe combinar prevención temprana, inclusión real y estrategias de reinserción basadas en evidencia, no solo para sanar a las víctimas, sino para romper el ciclo de violencia desde su raíz.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Acoso escolar: ¿cómo se pueden reparar los daños tras un caso grave? – https://theconversation.com/acoso-escolar-como-se-pueden-reparar-los-danos-tras-un-caso-grave-257851

¿Es España un país racista?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Gloria Fernández- Pacheco Alises, Profesora en Criminología y coordinadora del Grupo de investigación sobre Migraciones, Universidad Loyola Andalucía

Manifestación en Palma de Mallorca contra el racismo en 2020. MF_Orleans/Shutterstock

Torre Pacheco es una localidad murciana de 40 000 habitantes –el 30 % de la población es inmigrante– que en los últimos días vive asediada por grupos de ultraderecha. Armados con bates y machetes, atacan o amenazan a los extranjeros en los barrios donde viven.

En España es cada vez más frecuente toparse con algún tipo de incidente de tintes xenófobos. Los partidos de ultraderecha, además, alientan el odio a los extranjeros, especialmente a los latinos y subsaharianos. Por eso preguntamos a siete expertos si España es un país racista y esto es lo que nos han contestado:


Gloria Fernández-Pacheco Alises, profesora en Criminología y coordinadora del Grupo de investigación sobre Migraciones. Universidad Loyola Andalucía.

En los últimos tiempos se han publicado noticias sobre estudios de opinión que sitúan la inmigración como una de las primeras preocupaciones de la ciudadanía en España. Ante ello surge la cuestión sobre si es racista tener prejuicios si estamos protegiendo nuestra seguridad.

Estas preocupaciones sociales han sido alimentadas por discursos políticos que esgrimen argumentos basados en la “infantilización”, la “despersonalización” y la “ridiculización” de la inmigración.

Nos hablan de menores migrantes no acompañados como colectivo peligroso al que imputarle delitos de toda índole. Atribuyen gastos desorbitados a los sistemas de protección social de menores en riesgo de exclusión en detrimento de las pensiones de nuestras abuelas. Frivolizan sobre expulsiones masivas de personas que llevan meses o años trabajando en España en la agricultura o el empleo doméstico.

Todos estos discursos contribuyen a generar un imaginario colectivo basado en estereotipos sociales que genera racismo estructural y debates sociales muy peligrosos. A través de etiquetas negativas que relacionan delincuencia e inmigración, se construyen identidades marginadas y sociedades violentas.

Este fenómeno ya fue estudiado por las denominadas teorías del etiquetado, que hablan de una reacción social basada en etiquetas. A través de la criminalización se genera marginalidad y delincuencia entre los colectivos etiquetados. Por el otro lado, se construyen sociedades deshumanizadas e inseguras.


Raúl Martínez Corcuera. Profesor de Comunicación. Investigador sobre el discurso del odio –racismo, sexismo, LGTBIfobia– en medios de comunicación, el deporte o la publicidad. Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya.

En España existe un racismo estructural contra personas migrantes y racializadas que confirmaría esta afirmación. Racismo institucional de una ley de extranjería que las lleva a vivir en situación irregular y limita sus derechos de participación política.

Existe el control policial selectivo por fenotipo y partidos políticos que asumen discursos y programas de ultraderecha legitimando actitudes xenófobas. Hay antigitanismo e islamofobia.

Se ha normalizado la discriminación y explotación laboral, agravada por el desconocimiento de los propios derechos y/o la dificultad para hacerlos respetar o el rechazo en el acceso a la vivienda por propietarios que niegan el alquiler a personas migrantes o racializadas.

Son múltiples las denuncias por discriminación en servicios públicos de salud y educación, limitando el acceso a una atención justa y respetuosa.

La presencia de inmigrantes y personas racializadas es residual en espacios de liderazgo político o social, pero son habituales insultos y violencia racista en los espacios públicos. Sufren una criminalización mediática que les culpa de la delincuencia y los conflictos públicos. Se normaliza una miserable estigmatización y deshumanización de niños y adolescentes llegados a España sin familia y en máxima vulnerabilidad.


Ana Alba Catoira, profesora de Derecho Constitucional. Universidade da Coruña.

El racismo es un fenómeno que está en todas las sociedades y que se convierte en muchas ocasiones en algo sutil o inconsciente presente en todas las estructuras. De hecho, ¿cuántas personas se reconocen como racistas? o ¿cuántas identifican comportamientos muy normalizados como racistas y discriminatorios?.

España es el cuarto país menos racista de la Unión según un informe de 2023 realizado por la Agencia de los Derechos Fundamentales, muy por debajo de Austria, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda, Italia o Francia.

No obstante, sí somos un país racista, por lo que no debemos restar importancia a este problema. El racismo es en sí mismo ignorancia, por eso necesitamos sensibilización y educación de toda la sociedad en igualdad y diversidad con políticas públicas comprometidas y con la colaboración responsable de todos los sectores. Debemos construir entre todos y todas una sociedad más justa e igualitaria donde se respete la dignidad de todos los seres humanos.


Antonio Miguel Nogués Pedregal. Catedrático de Antropología Social. Universidad Miguel Hernández.

Imposible responder con un sí o un no a la pregunta. España es desde hace décadas una realidad social, cultural y económicamente muy heterogénea. Son muchos los ejes que la atraviesan y de muchos tipos las prácticas sociales que la conforman. No podemos hablar de una sola España o, si se prefiere, de una única forma de habitar este territorio que llamamos España.

Cada persona y cada grupo sociocultural que convive aquí se construye una imagen de los otros que enfatiza, sobre todo, aquellas características con las que quiere y cree distinguirse de esas otras personas o grupos.

En este sentido, considero que la dimensión económica, por aporofobia (fobia a los pobres) y clasismo, es la que más condiciona las relaciones y prácticas sociales entre individuos, independientemente de su origen étnico. La dimensión estética, llena de estereotipos y fenotipos, es la que condiciona la visión del otro agrupado y anónimo. Baste recordar las diferencias en las acogidas a ucranianos o a subsaharianos y su dispar representación en los medios.


Juan Carlos Jiménez Redondo. Catedrático de Historia del Pensamiento y Movimientos Sociales. Universidad CEU San Pablo.

Mantener que España es un país racista es tan absurdo como sostener lo contrario. Hay españoles racistas como hay racistas en Francia, Italia, Portugal o Reino Unido. Las democracias han desarrollado normas radicalmente contrarias al racismo, pero no han podido extirpar grupos con fuertes inclinaciones racistas. Muchos de ellos anidan en ámbitos de amplia trascendencia pública como el deporte, y muy especialmente el fútbol, porque es un entorno que deja salir lo peor del hombre-masa.

Igual sucede en las redes sociales, en las que el anonimato deja aparecer a todos esos grotescos incivilizados que dan rienda suelta a sus locuras racistas y de odio contra todo y contra todos, amparados en una supuesta impunidad.

España es un país tan racista o tan poco racista como otros. Lo que sí concentra es una amplia masa de peligrosos ultras, odiadores y toda esa calaña de violentos que pueblan el país.


Lucas Andrés Pérez Martín. Profesor de Derecho Internacional Privado. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Esta pregunta no es posible contestarla con un sí o un no. Desde la visión de un jurista que investiga en el ámbito de las migraciones y los derechos humanos, y sin un sustrato científico estadístico, en España descubrimos dos perfiles esenciales. El primero, el de una gran parte de la población que en absoluto es racista. No diferencia a las personas por su raza, el color de la piel o por la religión que profesen, e incluso acogen activamente a los migrantes. Sin embargo, hay otra parte de la población que sí lo es, que tiene claros prejuicios con las personas que llegan de otros lugares por su religión, color de piel y origen y no duda en difundir noticias absolutamente falsas sobre estas personas.

Por desgracia, esta parte de la opinión está marcando y ganando el debate político con discursos de odio y provocando confusión en la población que inicialmente no tenía prejuicio racista alguno.


Berta Álvarez-Miranda Navarro. Profesora titular de Sociología, especializada en Sociología de las Migraciones. Universidad Complutense de Madrid.

España participa de la tendencia general en Europa a centrar el debate público en la categoría religiosa “musulmanes” como principal criterio de alteridad, y no tanto en categorías raciales. Ambas formas de distinción, de raza y religión, se superponen para señalar como “otro” o “extraño” sobre todo al que proviene del norte de África, particularmente de Marruecos.

Se renueva así una desconfianza muy arraigada históricamente, que se ha reflejado a lo largo de los años en las encuestas de opinión y en estudios sociológicos muy variados que coinciden en que este grupo es el percibido como más ajeno. Un grupo que se denomina cada vez más frecuentemente por su religión, aunque la categoría “musulmanes” no ha alcanzado en el debate público español el grado de cristalización de otros países como Francia o Gran Bretaña, ni ha sido objeto de una polarización política tan marcada.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. ¿Es España un país racista? – https://theconversation.com/es-espana-un-pais-racista-240874

Cuando la juventud duele: cómo la terapia ocupacional puede revertir la soledad no deseada

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Olga Isabel Fernández Rodríguez, PDI en la Facultad de Ciencias de la Salud, UEMC, Universidad Europea Miguel de Cervantes

BOOCYS/Shutterstock

Sentirse solo sigue siendo una de las grandes lacras de esta sociedad. Según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, una persona de cada cinco (20 %) sufre soledad no deseada en España, y dos de cada tres personas (63 %) que hoy no se sienten solas han pasado por momentos de soledad en algún momento de su vida. La soledad no deseada afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres, con un 21,8 % de mujeres que declaran sentirse solas frente al 18,0 % de los hombres. No obstante, el género no se considera una causa directa de esta experiencia.

Esta situación resulta especialmente prevalente entre la población joven: el 25,5 % de las personas de entre 16 y 29 años manifiestan sentirse solas en la actualidad, y casi la mitad de ellas (45,7 %) afirma llevar en esta situación más de tres años. En el contexto español, el 69,0 % de los jóvenes ha experimentado soledad en algún momento de su vida, y, a diferencia de otros grupos etarios, la juventud sí se reconoce como un factor significativo en la explicación de la soledad no deseada.

Por otra parte, la soledad no deseada es especialmente común entre quienes perciben su salud como mala o muy mala, afectando a más de la mitad de estas personas, con una prevalencia seis veces mayor que en aquellos que consideran tener buena salud.

Soledad unida a ansiedad y depresión

Además, existe una fuerte relación entre la salud mental y la soledad: la mitad de las personas con problemas de salud mental experimenta soledad no deseada, lo que implica que es de tres a cuatro veces más frecuente que entre quienes no tienen problemas de salud mental.

En jóvenes, los que se sienten solos suelen percibir su salud de manera más negativa, con una alta presencia de ansiedad y depresión (77,8 %, frente al 34,8 % de quienes no se sienten solos). Por otro lado, los jóvenes con problemas de salud mental tienen una probabilidad 2,5 veces mayor de sufrir soledad no deseada. La prevalencia de la soledad es aún más alta entre aquellos que enfrentan dificultades económicas, desempleo, problemas de salud o discapacidad, aumentando en un 89,2 %.

Aunque la soledad no deseada parece ser un problema persistente para muchas personas, más de la mitad de la población española (50,4 %) que ha experimentado soledad en algún momento de su vida no se siente sola actualmente. Esto sugiere que, en muchos casos, la soledad puede ser un problema reversible.

La importancia de entrelazar ocupaciones

La participación en ocupaciones (actividades significativas) en las que se establecen conexiones entre personas ha demostrado ser un mecanismo protector contra la soledad no deseada, ya que al ofrecer oportunidades de interacción social se reduce el riesgo de sufrir angustia psicológica.

De este modo, para realizar una prescripción ocupacional adecuada también en casos de soledad no deseada, un terapeuta ocupacional debe considerar además de los intereses personales, las necesidades específicas de cada caso. Este proceso debe ir acompañado de una exploración ocupacional previa que identifique actividades que impliquen interacción social.

El objetivo de la prescripción ocupacional es ampliar las oportunidades de participación, entendida como la implicación activa de la persona en aquellas actividades que desea y necesita realizar, lo cual tiene un impacto positivo en la salud mental.

La mejora en la participación ocupacional contribuye al fortalecimiento de la identidad ocupacional, un concepto que hace referencia al sentimiento que tiene la persona respecto a quién es y quién desea llegar a ser desde una perspectiva ocupacional.

Dado que las actividades que una persona realiza no solo reflejan su identidad, sino que también generan vínculos con los grupos con los que se identifica y a los que siente pertenencia, una mayor participación puede facilitar la ampliación y consolidación de su red social.

Es crucial abordar, por tanto, la disfunción ocupacional, esto es, la dificultad o incapacidad de una persona para participar de manera efectiva y satisfactoria en sus ocupaciones, y promover la conexión con el propósito vital de estas personas (identidad ocupacional).

Por ejemplo, un adolescente que ha abandonado el instituto y pasa la mayor parte del tiempo solo en casa, sin participar en actividades sociales ni educativas, aunque tiene capacidad física y cognitiva, no logra participar de manera efectiva en actividades significativas debido a síntomas de ansiedad social y baja autoestima.

Es importante también abordar otras situaciones relacionadas con la disfunción ocupacional, como la privación ocupacional, la alienación ocupacional, el desequilibrio ocupacional y la marginación ocupacional.

La privación ocupacional es entendida como la falta de oportunidades para las actividades diarias debido a factores externos. Por ejemplo, una adolescente con discapacidad que no puede acceder a actividades extracurriculares o tiempo de ocio con amistades porque su entorno familiar no lo permite.

La alienación ocupacional hace referencia a la falta de significado en las actividades, por ejemplo, en un joven que estudia algo en lo que no encuentra sentido ni conexión personal, realiza las actividades de manera mecánica, sin motivación ni satisfacción, sintiéndose desconectado de su propósito vital.

El desequilibrio ocupacional se refiere a la falta de balance entre las distintas ocupaciones, por ejemplo, una adolescente que dedica casi todo su tiempo al uso de redes sociales y videojuegos, lo que limita su participación en ocupaciones esenciales como el sueño, la alimentación saludable, la actividad física o el contacto directo con su grupo de iguales. Este patrón desequilibrado afecta a su bienestar general.

La marginación ocupacional, por su parte, tiene que ver con las actividades significativas no reconocidas por el entorno: por ejemplo, un joven con intereses artísticos que utiliza la literatura como medio de expresión emocional, su entorno social y educativo no reconoce esta ocupación como válida o constructiva y limita su desarrollo dentro de una actividad significativa para su identidad.

La intervención de un terapeuta

La intervención del terapeuta ocupacional está diseñada para atajar esta problemática de una manera profunda, teniendo en cuenta la concepción integral de la persona desde un enfoque físico, cognitivo, emocional y social. Estas intervenciones no solo favorecen la salud en general, sino que también protegen la salud mental de este colectivo. Es fundamental la intervención en estos conceptos para considerar la calidad de la conexión, ya que una persona puede sentir soledad no deseada incluso estando ocupada y socialmente conectada.

Por tanto, la implicación de la terapia ocupacional en el tratamiento y la prevención de la soledad no deseada también en jóvenes es fundamental. Estos servicios son necesarios para mantener o mejorar la disfunción ocupacional de las personas y para prevenir o paliar el deterioro adicional relacionado con su situación.

The Conversation

Olga Isabel Fernández Rodríguez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Cuando la juventud duele: cómo la terapia ocupacional puede revertir la soledad no deseada – https://theconversation.com/cuando-la-juventud-duele-como-la-terapia-ocupacional-puede-revertir-la-soledad-no-deseada-243324

La batalla entre sexos se libra en el ring de la placenta

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge López-Tello, Investigador Principal (Programa Cesar Nombela), Universidad Autónoma de Madrid

Ilustración de un bebé en gestación conectado por el cordón umbilical a la placenta. Sakurra/Shutterstock

Imagine un combate épico, pero no en un estadio lleno de luces, sino dentro del cuerpo humano. En un ring diminuto, dos fuerzas se enfrentan en un duelo biológico: la madre y el padre. O, mejor dicho, sus genes. La placenta es el cuadrilátero donde se libra esta lucha silenciosa, y su resultado determinará el destino del futuro bebé.

A pesar de su efímera existencia, la placenta es un órgano multitarea. Su función principal es abastecer al feto con oxígeno y nutrientes, además de producir hormonas que transforman el metabolismo materno para sostener el embarazo. Sin ella, los mamíferos –incluidos los humanos– no podríamos existir. Sin embargo, sigue siendo uno de los órganos más misteriosos y menos comprendidos de nuestro cuerpo.

La placenta proviene del material genético de ambos progenitores, lo que significa que debe equilibrar dos intereses opuestos. Mientras que los genes paternos buscan extraer la mayor cantidad de recursos de la madre para garantizar la mejor nutrición del feto, los genes maternos intentan regular este consumo para no agotar sus propias reservas, asegurando su supervivencia y la posibilidad de futuros embarazos.

Este intrigante juego de poder es mediado por los genes de impronta genética, que actúan según su origen parental. Hasta la fecha, se han identificado más de 100 genes de este tipo en la placenta.

El calentamiento previo al combate

Antes de subir al ring, los boxeadores se preparan física y mentalmente. Lo mismo ocurre en la gestación, solo que aquí la preparación comienza incluso antes de la concepción. Diversos estudios han demostrado que la contaminación, una dieta rica en grasas y azúcares, el estrés o la edad de los padres pueden afectar el crecimiento y funcionamiento de la placenta, impactando directamente el desarrollo fetal.

Pero la historia no termina ahí: la microbiota intestinal de la madre y el padre también juegan un papel clave en la salud placentaria. Y si cree que las decisiones de generaciones pasadas no tienen importancia, piénselo dos veces: la epigenética nos muestra que la herencia de nuestros abuelos puede influir en nuestra capacidad reproductiva, afectando incluso a nuestros nietos. En este combate, el pasado también tiene su impacto en el presente.

Primer asalto: la implantación

El primer asalto es clave en cualquier pelea: los boxeadores tantean el terreno y establecen su estrategia. En el embarazo, este momento crucial es la implantación del embrión en el útero.

Aquí entran en juego los trofoblastos, células especializadas de la placenta que deben regular meticulosamente este proceso. Si algo falla, pueden surgir complicaciones como la placenta accreta (la placenta se adhiere de forma anormalmente profunda a la pared del útero), la pérdida embrionaria o la preeclampsia, un peligroso trastorno vinculada a la hipertensión materna.

Para que la implantación se produzca con éxito, resulta esencial que el sistema inmunológico materno no rechace al embrión, que en parte es un “extraño” debido a su carga genética paterna. Se trata de un delicado juego de tolerancia e invasión, donde la placenta debe encontrar el equilibrio perfecto para adherirse lo suficiente sin volverse un peligro para la madre.

El combate en sí: el desarrollo del embarazo

En cada asalto, los boxeadores deben ajustar su estrategia, y lo mismo ocurre en la gestación. En las primeras etapas, la madre acumula reservas energéticas, pero a medida que el feto crece y demanda más nutrientes, su metabolismo debe adaptarse rápidamente. Un desajuste en este equilibrio puede provocar condiciones como la diabetes gestacional, que afecta aproximadamente al 12 % de las mujeres en España.




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Investigadores de la Universidad de Cambridge descubrieron un sorprendente mecanismo en ratonas gestantes: cuando se inhabilitaba el gen de impronta paterna Igf2 en las células endocrinas de la placenta, las madres mostraban un metabolismo similar al de las no gestantes. Como consecuencia, los fetos tenían niveles bajos de glucosa y eran más pequeños.

En humanos, una sobreexpresión de ese mismo gen puede generar el efecto contrario, exacerbando los cambios metabólicos en la madre y aumentando el riesgo de diabetes gestacional. Es un juego de equilibrio donde cualquier alteración puede inclinar la balanza de forma peligrosa.

Pero la placenta no solo gestiona los recursos energéticos: también actúa como un escudo protector. Es capaz de filtrar muchos compuestos dañinos que podrían afectar al bebé, como algunas toxinas y patógenos. Sin embargo, no es infalible. Sustancias como el alcohol, la nicotina y ciertos fármacos pueden atravesarla y afectar el desarrollo fetal, lo que refuerza la importancia de los cuidados maternos durante el embarazo.

Después del combate: recuperación y consecuencias

Tras un combate intenso, los boxeadores necesitan tiempo para sanar y recuperar fuerzas. Lo mismo ocurre con la madre después del parto: su cuerpo debe reajustarse, ya sea para la lactancia o para volver a su estado previo. Sin embargo, algunas secuelas pueden permanecer. Los cambios metabólicos y hormonales durante el embarazo pueden dejar cicatrices invisibles, aumentando el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión o depresión postparto.

El bebé tampoco sale ileso de este combate. Si su ambiente intrauterino no fue óptimo, puede enfrentarse a mayores probabilidades de padecer enfermedades como cáncer, esquizofrenia, obesidad o hipertensión en la adultez. Lo que ocurre en esos nueve meses deja huellas que pueden perdurar toda la vida.

La placenta: mucho más que una moda pasajera

En los últimos años, la placenta ha captado la atención mediática, ya sea porque algunas celebridades afirman consumirla con fines rejuvenecedores o porque ciertos grupos la han incorporado en rituales espirituales.

Pero más allá de estas modas, este órgano es un verdadero libro de historia biológica: en sus células se esconde información clave sobre nuestra salud, nuestro pasado y nuestro futuro. Comprender su funcionamiento no solo nos ayudará a prevenir enfermedades en la madre y el bebé, sino que podría transformar el modo en que entendemos la reproducción humana.

Después de todo, en el ring de la vida, la placenta es el árbitro silencioso que decide el destino de cada nuevo ser humano. Quizás sea hora de darle el protagonismo que se merece y desentrañar todos los secretos que esconde en su interior.

The Conversation

Jorge López-Tello recibe fondos de la Comunidad de Madrid a través del programa Atracción de Talento César Nombela (2023-T1/SAL-GL-28960).
Este artículo fue finalista del Premio Luis Felipe Torrente de Divulgación sobre Medicina y Salud, organizado por la Fundación Lilly y The Conversation

ref. La batalla entre sexos se libra en el ring de la placenta – https://theconversation.com/la-batalla-entre-sexos-se-libra-en-el-ring-de-la-placenta-260476

Con la imprenta hemos topado: censura religiosa a lo largo de los tiempos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Anna Peirats, IVEMIR-UCV, Universidad Católica de Valencia

Ejemplar del primer libro impreso en la península ibérica de carácter poético: ‘Obres e trobes en lahors de la Verge Maria’ Universitat de València

La llegada de la imprenta a Europa transformó el horizonte intelectual y religioso de la modernidad. La multiplicación de libros y la expansión de la lectura abrieron nuevas posibilidades para la circulación de ideas, pero también facilitaron mecanismos inéditos de control sobre la palabra escrita.

Pintura de una mujer joven ascendiendo al cielo con querubines bajo sus pies y un cuarto de luna.
La Inmaculada Concepción según Francisco de Zurbarán, en 1635.
Museo del Prado

Uno de los debates doctrinales más persistentes de la cristiandad es el de la Inmaculada Concepción, que sostiene que la Virgen María estuvo libre del “pecado original” desde el mismo momento de su concepción.

Este dogma ha sido constante motivo de disputas teológicas, particularmente entre dominicos y franciscanos. Aunque no se proclamó oficialmente hasta 1854, durante siglos dividió a teólogos, universidades, órdenes religiosas y poderes seculares. Lo que en un principio era un tema teológico discutible terminó imponiéndose como una certeza que exigía reflejarse en la palabra escrita. Y en ese proceso, muchos textos fueron reescritos, corregidos o directamente manipulados.

El Espill de Jaume Roig

En la Valencia de finales del siglo XV, la imprenta se convirtió en un instrumento clave para la doctrina inmaculista. Los certámenes poéticos organizados entre 1486 y 1489 en honor a la Virgen muestran cómo la selección editorial favoreció los poemas que defendían sin reservas la pureza mariana. Los textos con matices o reservas doctrinales quedaron fuera del circuito impreso.

Portada de la primera edición impresa del Espill.
Portada de la primera edición impresa del Espill (València, Francisco Díaz Romano, 1531).
Sciencia.cat

El caso del Espill de Jaume Roig (1460) resulta especialmente ilustrativo. El manuscrito original, conservado en la Biblioteca Vaticana, reflejaba la pluralidad y la visión del autor de que era necesaria una apertura teológica respecto al debate. Sin embargo, la edición impresa de 1531, realizada por Francisco Díaz Romano en Valencia, suprimió los versos originales relativos al debate y añadió 103 versos nuevos de tono inequívocamente inmaculista.

El análisis filológico identifica estos añadidos por su métrica y recursos retóricos ajenos al autor. Las ediciones posteriores de 1561 en Valencia y Barcelona repitieron el añadido e incluyeron una portada ilustrada con la Virgen rodeada de símbolos inmaculistas y la inscripción “Tota pulchra es, amica mea, et macula non est in te” (“Eres toda hermosa, amiga mía, y no hay defecto alguno en ti”). Así, la ambigüedad del manuscrito se transformó en certeza tipográfica.

Cuando la poesía se convierte en dogma

El control del contenido literario se extendió más allá de la reescritura de obras canónicas. Valencia, ciudad pionera en la imprenta peninsular, fue escenario de un esfuerzo sistemático por uniformar el discurso devocional.

Entre 1486 y 1488, el clérigo Ferran Dies organizó varios certámenes poéticos en honor a la Inmaculada Concepción. Las composiciones premiadas fueron impresas por Lambert Palmart en obras como Les trobes en lahors de la Verge Maria, Obra nova a honor e reverència de la sacratíssima Concepció y Obra de la sacratíssima Conceptió de la intemerada Mare de Déu. Estas ediciones no incluían una representación equitativa de posturas teológicas. Solo se publicaron los poemas que defendían la pureza de María sin reservas. Los textos con matices, ambigüedad o cautela doctrinal fueron excluidos. La literatura dejó de ser un espacio de exploración para convertirse en un vehículo de afirmación.


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Este control ideológico continuó en el siglo XVII. En Madrid, por ejemplo, se imprimió en 1662 el Romance mudo a la Inmaculada Concepción, obra de Gerónimo González Velázquez que combinaba poesía e imagen para exaltar la doctrina sin necesidad de argumentación verbal. También en Sevilla, el clérigo Baltasar de Cepeda publicó entre 1615 y 1617 varias obras poéticas glosadas que adaptaban las oraciones tradicionales al nuevo paradigma mariano.

En todos estos casos, la literatura devocional dejó de formular preguntas y se dedicó a certificar respuestas.

Un fenómeno europeo: de Amberes a Roma

La manipulación textual y visual en torno a la Inmaculada Concepción se extendió por toda Europa.

Prensas antiguas en la imprenta.
Prensas antiguas en la imprenta de Christoffel Plantijn (Cristóbal Plantino).
Rijksmuseum

En Amberes, tras el Concilio de Trento a mediados del siglo XVI, los talleres de los impresores Plantino y Moretus adaptaron libros de horas, misales y devocionarios para eliminar cualquier pasaje ambiguo sobre la concepción de María. Se introdujeron fórmulas nuevas, se suprimieron glosas antiguas y se alinearon las imágenes litográficas con el modelo dogmático. Una parte de esta colección se conserva en el Museo Plantin-Moretus, cuya base de datos online permite acceder a los impresos originales.

En París, la Universidad de la Sorbona prohibió en 1616 a los predicadores dominicos exponer posiciones contrarias al privilegio mariano. Ya desde el siglo XV, los manuales litúrgicos y sermones impresos muestran correcciones y supresiones de pasajes ambiguos o contrarios a la doctrina inmaculista. Los textos disidentes se retiraban de circulación o se reimprimían corregidos, y los manuales litúrgicos editados en la capital francesa durante el siglo XVII ya no ofrecían espacios de duda.

En Italia, los breviarios reformados tras Trento incluyeron oraciones como “Deus, qui per immaculatam Virginis Conceptionem dignum Filio tuo habitaculum praeparasti” (“Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo”), ausentes en los manuscritos medievales.

La Typographia Polyglotta Vaticana, dirigida por los jesuitas, imprimió durante el siglo XVII miles de ejemplares de catecismos, breviarios y manuales donde el privilegio inmaculista se presentaba como doctrina incuestionable. El Breviarium Romanum, corregido tras Trento, fue uno de los instrumentos más eficaces de esta estrategia. Las oraciones, letanías y glosas marianas fueron reformuladas para borrar cualquier ambivalencia.

El objetivo no era únicamente enseñar doctrina, sino moldear la memoria textual de la Iglesia. Las palabras impresas, una vez canonizadas por la tipografía, resultaban mucho más difíciles de cuestionar. La literatura también fue terreno fértil para esa intervención.

Portada de un libro en latín.
Portada del Breviarium romanus.
Wikimedia Commons

Censura, expurgo y construcción de la memoria

La vigilancia sobre los textos impresos era tan rigurosa como la defensa de la doctrina religiosa. La Inquisición española instauró un sistema de censura y expurgo en el siglo XVI que perduró hasta el XIX. El Santo Oficio controlaba la circulación de los libros desde su entrada en el reino hasta su venta en las librerías, imponía la obligación de inventariar todos los ejemplares y castigaba con excomunión la posesión de libros prohibidos.

La Pragmática de 1502 de los Reyes Católicos era una ley que exigía licencia real y eclesiástica para imprimir cualquier obra. En 1558 Felipe II prohibió bajo pena de muerte la entrada de libros en romance no autorizados. Los índices de libros prohibidos y los libros expurgados muestran la sistematicidad de este control: versos suprimidos, pasajes modificados, ediciones adaptadas para ajustarse a la ortodoxia.

El control no siempre fue explícito. Muchos autores e impresores practicaron la autocensura para evitar conflictos. El temor a la censura, a la pérdida de privilegios o incluso a la persecución personal condujo a una literatura cada vez más uniforme, donde la creatividad y la duda quedaban relegadas a los márgenes.

La historia de la Inmaculada Concepción y la imprenta es, en última instancia, una memoria construida y vigilada. Demuestra que la literatura religiosa a menudo fue una construcción deliberada, editada para suprimir lo inseguro o lo ambiguo. Lo que hoy leemos como tradición responde, en muchos casos, a decisiones editoriales, interpolaciones y adaptaciones. La imprenta, en este sentido, funcionó también como instrumento de control.

En la era digital, la pregunta sigue vigente: ¿quién decide qué se imprime, qué se modifica, qué sobrevive? Porque, a menudo, lo que leemos no es lo que se escribió, sino lo que otros decidieron que debía leerse.

The Conversation

Anna Peirats no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Con la imprenta hemos topado: censura religiosa a lo largo de los tiempos – https://theconversation.com/con-la-imprenta-hemos-topado-censura-religiosa-a-lo-largo-de-los-tiempos-256392

La salud va por barrios: cómo afecta la escasez de recursos a los territorios desfavorecidos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Isabel Aguilar Palacio, Profesora Titular de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Zaragoza., Universidad de Zaragoza

Rodrigo Pukan/Shutterstock

Imagine dos barrios en una misma ciudad. En uno, las aceras están sombreadas por árboles, las viviendas son confortables y los centros de trabajo, ocio y salud quedan a pocos minutos andando. En el otro, las calles son áridas, las viviendas precarias y los servicios, escasos o lejanos. ¿Cree que sus habitantes tienen la misma salud? Lo más probable es que no.

La llamada “privación” no es solo una cuestión económica: es la acumulación de desventajas que impactan directamente en la vida de las personas. Medirla es esencial para entender y reducir las desigualdades sociales en salud.

Privación y salud

La privación es la insatisfacción de necesidades básicas por la falta de acceso a recursos materiales, sociales o económicos esenciales, con profundas implicaciones sobre el bienestar y la calidad de vida de las personas y de las comunidades. Esto impacta directamente sobre la salud de las poblaciones, con la aparición de múltiples enfermedades, tanto agudas como crónicas.

Por ejemplo, la falta de acceso a alimentos saludables, a unas condiciones de vivienda adecuadas o a espacios de ocio y de ejercicio contribuyen a la aparición de dolencias como la diabetes o las patologías cardíacas. También deteriora la salud mental, ya que el estrés crónico asociado a la incertidumbre económica, la inseguridad alimentaria o la falta de vivienda favorecen la aparición de síntomas como la ansiedad, la depresión y otros problemas vinculados a la salud mental.

Esta falta de recursos limita igualmente la capacidad de las personas para obtener cuidados formales e informales adecuados, agravando las condiciones de salud. La privación es, por tanto, un fenómeno multifacético que afecta a cada aspecto del bienestar humano.

¿Qué son los índices de privación y para qué sirven?

Con el objetivo de poder comprender y abordar las desigualdades en salud –esto es, las diferencias innecesarias, injustas y evitables–, surgieron los índices de privación. Estas herramientas cuantitativas permiten caracterizar a las personas residentes de diferentes áreas combinando datos sobre empleo, educación e ingresos, y también conocer los recursos existentes en cuestiones como la vivienda o el acceso a otros servicios básicos. La meta es generar una puntuación que refleje el grado de privación relativa o absoluta.

Los índices de privación tienen una gran variedad de aplicaciones. Se utilizan para la planificación en salud, identificando grupos en situación de mayor vulnerabilidad con el fin de diseñar políticas que sean efectivas, o para distribuir los recursos de manera más equitativa.

Además, son herramientas esenciales para evaluar las desigualdades existentes y medir el impacto de las políticas en la reducción de dichas desigualdades. Por último, desempeñan un rol crucial en la investigación, ayudando a comprender la relación entre privación y fenómenos de salud o enfermedad.

Por ejemplo, en España los índices de privación han servido para relacionarla con enfermedades tan diversas como el cáncer de estómago o el riesgo de aparición de covid-19 (https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10075210/), pero también para priorizar intervenciones en salud en zonas urbanas.

Una nueva propuesta de la Sociedad Española de Epidemiología

Uno de los primeros índices de privación desarrollado fue el índice de Townsend en la década de los 70. Peter Townsend definió la privación como “aquella situación en la que las personas carecen de los recursos necesarios para participar en las actividades, costumbres y estilos de vida considerados habituales en la sociedad a la que pertenecen”. Este enfoque fue fundamental para los estudios sobre pobreza y desigualdad.

El índice de privación de Townsend no solo consideraba la falta de recursos básicos, sino también la incapacidad de participar de forma plena en la sociedad, siguiendo el marco conceptual de desigualdad definido por el economista indio Amartya Sen, entendido como “un entorno de oportunidades”. Este punto de vista llevó al desarrollo de indicadores que medían la privación a través de distintas dimensiones, como la vivienda, el empleo, la educación y el acceso a otros servicios esenciales.

Durante décadas, el desarrollo de otros registros incorporaron distintas dimensiones, como son el índice de Carstairs o el Índice Europeo de Privación.

En España, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) desarrolló el índice de privación 2011, adaptado a las características del territorio español. Esta herramienta utiliza datos censales para medir desigualdades en dimensiones clave, como el empleo y la educación.

Desde entonces, la situación del país ha cambiado. Por ese motivo, la SEE está llevando a cabo una revisión y actualización de su índice, que utilizará la información del Censo de 2021 y que incorporará nuevas dimensiones vinculadas a la desigualdad que han cobrado importancia en los últimos años, como los hogares monomarentales o características de la vivienda.

Herramienta para la acción

Medir la privación no es un ejercicio meramente teórico: es el primer paso para construir políticas públicas más eficaces y sociedades más justas. Resulta fundamental que avancemos en la comprensión y en el abordaje de las desigualdades en salud, con el fin de diseñar estas políticas que contribuyan a la existencia de sociedades más equitativas y saludables.

Los índices de privación son una herramienta clave en la evaluación de estas desigualdades y ofrecen una guía para la acción de salud pública.


Artículo escrito con el asesoramiento de la Sociedad Española de Epidemiología. Ignacio Duque, experto en geoestadística de indicadores sociales, ha contribuido a la elaboración de este texto.


The Conversation

Isabel Aguilar Palacio recibe fondos del Instituto de Salud Carlos III y del Gobierno de Aragón para proyectos de investigación y de la Comisión Europea y de la Innovative Health Initiative como experta. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

Daniel La Parra Casado, Elena Mª Gras García, Mercedes Esteban Peña, Tania Fernández Villa y Unai Martin no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.

ref. La salud va por barrios: cómo afecta la escasez de recursos a los territorios desfavorecidos – https://theconversation.com/la-salud-va-por-barrios-como-afecta-la-escasez-de-recursos-a-los-territorios-desfavorecidos-258839

El reto de mantener nuestras elecciones éticas de consumo alimentario cuando viajamos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alicia Orea-Giner, Tecnóloga Social para el Turismo Regenerativo e Interseccional, Universidad Rey Juan Carlos

Maridav/Shutterstock

Consumir productos locales, evitar alimentos ultraprocesados o encontrar opciones veganas no siempre es fácil, especialmente lejos de casa. En nuestro entorno habitual, sabemos qué comprar, dónde y por qué. Pero viajar rompe esa rutina. Nos enfrentamos a menús que no entendemos, a cartas sin opciones éticas o a lugares donde el consumo responsable ni se contempla.

Una investigación reciente aborda esta cuestión. En el estudio, hemos analizado los hábitos de quienes intentan seguir comiendo de forma ética mientras viajan. Participaron personas vegetarianas, veganas, flexitarianas, defensoras del comercio justo y activistas por el bienestar animal. La conclusión fue clara: viajar pone a prueba sus convicciones, pero también las transforma.

Escena callejera con personas sentadas comiendo en la terraza de un puesto de comida
Puestos de comida callejera en Hanoi, Vietnam.
Hồng Quang Official/Pexels, CC BY-SA

Comer también es hacer política

La comida es una decisión personal, pero también política. Muchas personas eligen qué comer según criterios medioambientales, sociales o de justicia animal. Este tipo de activismo, conocido como “consumo político” o “lifestyle politics” en inglés, se expresa en lo que apoyamos, rechazamos o dejamos de comprar.

Cuando no hay opciones éticas visibles, Instagram y TikTok se convierten en herramientas clave. Estas redes sociales no solo se emplean para mostrar comida apetitosa. También se usan para señalar buenas prácticas, denunciar impactos negativos y recomendar negocios comprometidos.

Además, permiten conectar con comunidades afines y obtener información útil. Las redes también visibilizan demandas que, de otro modo, quedarían ocultas.

Podemos encontrar algunos ejemplos de estas prácticas en otro estudio reciente. El trabajo analiza iniciativas lideradas por mujeres que promueven el consumo ético y la soberanía alimentaria en ciudades y en entornos rurales.

Dos de los proyectos más destacados son Hacia lo Salvaje y Biela y Tierra. El primero busca demostrar que otra vida en armonía con la naturaleza es posible: eso se traduce en viajes lentos y alojamientos y alimentación respetuosos con el entorno. El segundo proyecto combina activismo, educación y cicloturismo para visibilizar experiencias agroecológicas y feministas en el medio rural. Además, Biela y Tierra junto a Brújula Intercultural trasladan a la práctica todas estas cuestiones a través de RuralForks, demostrando que con planificación y flexibilidad es posible. Proponen una ruta de 12 días en bici en grupo con 20 personas jóvenes menores de 30 años visitando iniciativas rurales alineadas con la sostenibilidad. Durante este viaje, ponen atención y acción para que los menús sean inclusivos, con productos locales, saludables y sostenibles. Todo esto se realiza reduciendo envases de un solo uso y buscando cómo gestionar los residuos generados, favoreciendo la circularidad.




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Cómo mantener nuestros principios lejos de casa

La buena noticia es que, con un poco de esfuerzo y planificación, es posible comer fuera de casa sin renunciar a nuestros principios éticos.

En este sentido, una de las primeras decisiones importantes a la hora de viajar es elegir bien el destino. Muchas personas buscan lugares donde sea más fácil encontrar restaurantes veganos, mercados locales o alojamientos con cocina. Antes de salir, también es útil investigar en redes sociales como Instagram o TikTok para buscar recomendaciones u opciones de viaje que cumplan con ciertos criterios éticos.

Cocinar es una opción frecuente: da más control sobre los ingredientes y evita que tengamos que comer fuera cuando no hay alternativas adecuadas. También podemos recurrir a comprar directamente en mercados locales, cooperativas o pequeñas tiendas que apuesten por la soberanía alimentaria y prácticas más justas. Además, algunas personas llevan sus propios cubiertos, bolsas o botellas reutilizables para evitar residuos innecesarios.

En los estudios mencionados anteriormente se proponen una serie de estrategias:

  1. Si viaja a un país extranjero, haga una lista de palabras clave en el idioma local relacionadas con sus restricciones o principios (por ejemplo: “producto local”, “orgánico”, “sin explotación animal”). Puede llevarlas anotadas o usar aplicaciones de traducción rápida.

  2. Lleve tentempiés éticos o productos básicos que le ayuden en momentos en los que no encuentre alternativas (frutos secos, barritas caseras, infusiones, etc.).

  3. Evite el consumo por inercia o conveniencia. Si un sitio no cumple con sus valores, busque otra opción o reduzca su consumo en ese momento. A veces, la mejor decisión es simplemente esperar.

  4. Pregunte al personal del restaurante sobre el origen de los alimentos o las condiciones laborales, aunque eso implique incomodar o romper la dinámica turística convencional.

  5. Busque alojamientos que incluyan criterios éticos y medioambientales, como el uso de energías renovables, cocina disponible o colaboración con productores locales.

  6. Aproveche el viaje para aprender: participe en talleres de cocina local sostenible, visite granjas ecológicas o conozca proyectos agroecológicos de la zona.

  7. Utilice las redes sociales para amplificar su experiencia, tanto para visibilizar iniciativas comprometidas como para señalar prácticas problemáticas.

Viajar con conciencia ética no significa tener todas las respuestas ni actuar con perfección. Pero sí implica hacerse preguntas, tomar decisiones con sentido y aceptar que cada elección, por pequeña que parezca, es parte de una transformación colectiva.

The Conversation

Alicia Orea-Giner no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. El reto de mantener nuestras elecciones éticas de consumo alimentario cuando viajamos – https://theconversation.com/el-reto-de-mantener-nuestras-elecciones-eticas-de-consumo-alimentario-cuando-viajamos-260220

Diez razones por las que la IA no sustituirá a los informáticos en un futuro próximo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ikhlaq Sidhu, Decano de IE School of Science and Technology, IE University

DC Studio/Shutterstock

A medida que los sistemas de inteligencia artificial (IA) amplían sus ya impresionantes capacidades, cada vez es más habitual pensar que el campo de la informática pronto será cosa del pasado. Esto se transmite a los futuros estudiantes en forma de consejos bienintencionados, pero en gran parte se trata de rumores de personas que, a pesar de su inteligencia, hablan fuera de su ámbito de especialización.

Personalidades de renombre como el economista ganador del Premio Nobel Christopher Pissarides han defendido este argumento, y como resultado se ha arraigado a un nivel mucho más mundano: incluso yo mismo he oído a orientadores profesionales de institutos descartar la idea de estudiar informática, a pesar de no tener ningún conocimiento del campo en sí.

Estas afirmaciones suelen compartir dos defectos comunes. La primera es que el consejo proviene de personas que no son informáticos. Y en segundo lugar, existe un malentendido generalizado sobre lo que realmente implica la informática.

La IA y el mito de la sustitución del código

No es incorrecto afirmar que la IA puede escribir código informático a partir de indicaciones, al igual que puede generar poemas, recetas y cartas de presentación. Puede aumentar la productividad y acelerar el flujo de trabajo, pero nada de esto elimina el valor de la aportación humana.

Escribir código no es sinónimo de informática. Se puede aprender a escribir código sin haber asistido a una sola clase en la universidad, pero una titulación en Informática va mucho más allá de esta habilidad. Implica, entre otras muchas cosas, ingeniería de sistemas complejos, diseño de infraestructuras y futuros lenguajes de programación, garantía de la ciberseguridad y verificación de los sistemas.

La IA no puede realizar estas tareas de forma fiable, ni podrá hacerlo en un futuro previsible. La aportación humana sigue siendo esencial, pero la desinformación pesimista corre el riesgo de alejar a decenas de miles de estudiantes con talento de carreras importantes y significativas en este campo vital.

Lo que la IA puede y no puede hacer

La IA destaca en la realización de predicciones. La IA generativa mejora esto añadiendo una capa de presentación fácil de usar al contenido de internet: reescribe, resume y formatea la información para que se parezca al trabajo de un humano.

Sin embargo, la IA actual no “piensa” realmente. En su lugar, se basa en atajos lógicos, conocidos como heurística, que sacrifican la precisión en favor de la velocidad. Esto significa que, a pesar de hablar como una persona, no puede razonar, sentir, preocuparse ni desear nada. No funciona de la misma manera que la mente humana.




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No hace mucho tiempo parecía que la “ingeniería de prompts” (instrucciones, preguntas o textos) sustituiría a la informática. Sin embargo, hoy en día prácticamente no hay ofertas de trabajo para ingenieros de prompts, mientras que empresas como LinkedIn informan de que las responsabilidades de los profesionales de la informática se han ampliado.




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Las limitaciones de la IA

Lo que ofrece la IA son herramientas más potentes para que los profesionales de la informática hagan su trabajo. Esto significa que ahora pueden llevar los conceptos más allá, desde la ideación hasta la implementación en el mercado, al tiempo que requieren menos funciones de apoyo y más liderazgo técnico.

Sin embargo, hay muchas áreas en las que la aportación humana especializada sigue siendo esencial, ya sea por motivos de confianza, supervisión o necesidad de creatividad humana. Los ejemplos abundan, pero hay 10 áreas que destacan especialmente:

  1. Adaptar un algoritmo de fondos de cobertura a las nuevas condiciones económicas. Esto requiere un diseño algorítmico y un profundo conocimiento de los mercados, no solo montones de código.

  2. Diagnosticar interrupciones intermitentes del servicio en la nube de proveedores como Google o Microsoft. La IA puede resolver problemas a pequeña escala, pero no puede contextualizar la resolución de problemas a gran escala y de alto riesgo.

  3. Reescribir código para ordenadores cuánticos. La IA no puede hacer esto sin ejemplos extensos de implementaciones exitosas (que actualmente no existen).

  4. Diseñar y proteger un nuevo sistema operativo en la nube. Esto implica una arquitectura de sistemas de alto nivel y pruebas rigurosas que la IA no puede realizar.

  5. Crear sistemas de IA eficientes desde el punto de vista energético. La IA no puede inventar espontáneamente código GPU de menor consumo ni reinventar su propia arquitectura.

  6. Crear software de control en tiempo real seguro y a prueba de ciberdelincuentes para centrales nucleares. Esto requiere combinar conocimientos sobre sistemas integrados con la traducción de código y el diseño de sistemas.

  7. Verificar que el software de un robot quirúrgico funciona en condiciones impredecibles. La validación crítica para la seguridad excede el alcance actual de la IA.

  8. Diseñar sistemas para autenticar las fuentes de correo electrónico y garantizar la integridad. Se trata de un reto criptográfico y multidisciplinar.

  9. Auditar y mejorar las herramientas de predicción del cáncer basadas en la IA. Esto requiere supervisión humana y una validación continua del sistema.

  10. Crear la próxima generación de IA segura y controlable. La evolución hacia una IA más segura no puede ser obra de la propia IA, sino que es responsabilidad de los seres humanos.

Por qué la informática sigue siendo indispensable

Una cosa es segura: la IA remodelará la forma en que se hace la ingeniería y la informática. Pero lo que se nos presenta es un cambio en los métodos de trabajo, no una destrucción total del campo.

Siempre que nos enfrentamos a un problema o una complejidad totalmente nuevos, la IA por sí sola no es suficiente por una sencilla razón: depende totalmente de los datos del pasado. Por lo tanto, el mantenimiento de la IA, la creación de nuevas plataformas y el desarrollo de campos como la IA fiable y la gobernanza de la IA requieren la informática.

El único escenario en el que podríamos prescindir de la informática sería si llegáramos a un punto en el que ya no esperáramos nuevos lenguajes, sistemas, herramientas o retos futuros. Esto es muy improbable.

Hay quien sostiene que la IA podría llegar a realizar todas estas tareas. No es imposible, pero incluso si la IA consiguiera ser tan avanzada, casi todas las profesiones correrían el mismo riesgo. Una de las pocas excepciones serían quienes construyen, controlan y desarrollan la IA.

Hay un precedente histórico: durante la Revolución Industrial, los trabajadores de las fábricas fueron desplazados en una proporción de 50 a 1 como resultado de los rápidos avances en la maquinaria y la tecnología. En ese caso, la mano de obra creció con la nueva economía, pero la mayoría de los nuevos trabajadores eran aquellos que podían operar o reparar máquinas, desarrollar nuevas máquinas o diseñar nuevas fábricas y procesos en torno a la maquinaria.

Durante este periodo de grandes cambios, las habilidades técnicas eran las más demandadas, no las menos. Hoy en día, se da una situación paralela: los conocimientos técnicos, especialmente en informática, son más valiosos que nunca.

No confundamos a las nuevas generaciones con el mensaje contrario.

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Ikhlaq Sidhu no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Diez razones por las que la IA no sustituirá a los informáticos en un futuro próximo – https://theconversation.com/diez-razones-por-las-que-la-ia-no-sustituira-a-los-informaticos-en-un-futuro-proximo-260988

‘Los tres mosqueteros’: cómo la obra de Alejandro Dumas influye en nuestra percepción de la historia de Francia

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Philippe Ilial, Professeur de Lettres-Histoire. Chargé de cours en Histoire Moderne. Chercheur associé au CMMC, Université Côte d’Azur

La trilogía compuesta por Los tres mosqueteros (1844), Veinte años después (1845) y El vizconde de Bragelonne (1850) se desarrolla en la Francia del siglo XVII, un periodo tumultuoso marcado por las intrigas cortesanas, los conflictos políticos y las guerras.

Alexandre Dumas padre (1802-1870) transforma esta época en un escenario épico en el que los mosqueteros, figuras de lealtad y heroísmo, encarnan valores como la valentía, la amistad y la fidelidad.

Estas obras entretuvieron, pero también alimentaron la percepción de la historia francesa de los lectores y, más tarde, los espectadores, tan pronto como Hollywood se apoderó del tema. Entre la fidelidad histórica y la libertad creativa, las novelas han marcado profundamente el imaginario cultural colectivo.

Entre la fidelidad histórica y la libertad creativa

Dumas utiliza la historia como telón de fondo, un lienzo sobre el que borda tramas a menudo complejas. Para escribir Los tres mosqueteros, se basa en documentos como Las Memorias de Monsieur d’Artagnan, redactadas por Courtilz de Sandras en 1700, un polígrafo y antiguo mosquetero, una fuente que le permite impregnarse de los acontecimientos y personajes de la época. Sin embargo, Dumas no se preocupa por la precisión histórica en sentido estricto. Es novelista y opta por sacrificar el rigor en favor de la vivacidad de su relato, como demuestra la cronología muy libre de algunos acontecimientos o la invención de personajes que nunca existieron.

El enfoque de Dumas se sitúa a medio camino entre la novela histórica y la de aventuras. Algunos hechos son auténticos, como la rivalidad entre el cardenal Richelieu y el duque de Buckingham en el asedio de La Rochelle, punto álgido de la oposición entre Francia y Inglaterra en apoyo de los protestantes. Pero el autor se permite añadir elementos ficticios para cautivar mejor al lector, sin olvidar que la obra está concebida ante todo como una serie literaria (publicada en el periódico La Presse a partir de 1844). Prefiere dramatizar los hechos en lugar de relatarlos con exactitud. Insiste, por ejemplo, en las rivalidades y los duelos, cuando el famoso asedio de la ciudad es ante todo un acontecimiento militar.

Esta parcialidad demuestra su ambición: dotar a la historia de una dimensión novelesca en la que la acción, el suspense y la emoción priman sobre la veracidad de los acontecimientos. Por lo tanto, su trilogía no debe considerarse en absoluto un libro de historia.

Personajes reales como Richelieu, Luis XIII o Ana de Austria son los protagonistas de la trilogía. Dumas los adapta a su trama, creando caracteres más grandes que la vida. Richelieu, por ejemplo, se convierte en un símbolo de la manipulación política y las intrigas secretas, mucho más maquiavélico en la novela que lo que fue en realidad. D’Artagnan, Athos, Porthos y Aramis, aunque inspirados en mosqueteros que tal vez existieron, también están construidos como arquetipos del honor, el coraje y la amistad.

Dumas construye sus personajes como mitos, encarnaciones de virtudes o vicios. En este sentido, contribuye a una percepción de la historia en la que el heroísmo prevalece sobre la realidad. Aunque complejos, los antagonistas se reducen a una dimensión casi “monomaníaca” y se convierten en estereotipos como el del villano, el conspirador, el espía…

Retrato del escritor francés Alexandre Dumas (1802-1870)
Alexandre Dumas padre (1802-1870) por Nadar (1855).
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Los saltos temporales entre Los tres mosqueteros y Veinte años después o El vizconde de Bragelonne permiten a Dumas abordar épocas distintas manteniendo la continuidad narrativa. Las novelas abarcan así varias décadas de la historia francesa y dan al lector una impresión de continuidad lógica. Pero esta libertad narrativa conduce a una visión lineal y simplificada de la historia.

Una Francia heroica

A través de sus mosqueteros, Dumas construye una visión heroica y favorecedora de la historia de Francia. D’Artagnan y sus compañeros representan el espíritu francés, capaz de resistir conspiraciones y conflictos para defender los ideales de justicia y lealtad. Con sus aventuras, Dumas también transmite una forma de patriotismo: muestra personajes que, a pesar de las disputas y las luchas de poder, siguen apegados a su país y a su rey.

Dumas inventa y difunde una versión accesible y novelada de lo que ocurrió en realidad. Esta popularización se amplió con las numerosas adaptaciones cinematográficas que convirtieron a los tres mosqueteros en personajes mundialmente reconocidos. Desde Douglas Fairbanks, que interpretó a D’Artagnan en 1921, hasta Gene Kelly en 1948, la trilogía de Dumas cuenta hoy en día con más de 50 adaptaciones cinematográficas.

Tráiler de la última adaptación francesa de Los Tres Mosqueteros.

Su éxito ha familiarizado al gran público con este periodo de la historia. Sin embargo, esta popularización ha simplificado considerablemente la percepción sobre acontecimientos como los movimientos insurreccionales de la Fronde o las intrigas de Richelieu, pasando por alto la complejidad real de estos episodios históricos para promocionar un mito nacional como la rivalidad entre Richelieu y Buckingham.

El objetivo principal de Dumas seguía siendo entretener y apasionar a sus lectores, no darles una clase de historia. Pero precisamente porque la historia es omnipresente, tanto como marco como fuente de intrigas y personajes, el receptor tiene la impresión de que todo es verdad.

Dumas se permitió numerosos anacronismos, al tiempo que se tomó grandes libertades con los hechos históricos, como la historia de amor adúltera entre Ana de Austria y Buckingham, que nunca existió. Estas inexactitudes son elecciones narrativas que sirven a la trama. Algunos hechos se condensan o se desplazan para acentuar las tensiones dramáticas, como la sobrerrepresentación de Richelieu en ciertos momentos. Si bien estas libertades han sido criticadas por historiadores, no han impedido que el público se sumerja en las aventuras de los mosqueteros.

Esos arquetipos ideales

Los personajes de D’Artagnan, Athos, Porthos y Aramis se han convertido en figuras emblemáticas del patrimonio cultural francés. Encarnan ideales nobles como la valentía, la camaradería y el sentido del honor, lo que los convierte en héroes atemporales. Dumas creó arquetipos que trascienden la literatura y se han convertido en símbolos del imaginario colectivo.

En el momento de su publicación, en el siglo XIX, las aventuras de los mosqueteros se hacían eco de las preocupaciones sociales de la época, un periodo de agitación política y social para Francia (revoluciones de 1830 y 1848, entre otras). La lealtad de los mosqueteros hacia su rey, incluso a pesar de sus diferencias personales, puede interpretarse como una reflexión sobre el patriotismo y la fidelidad al Estado en un contexto posrevolucionario.

Por último, la trilogía de Los tres mosqueteros ha ejercido una influencia duradera en el género de la novela histórica, no solo en Francia, sino también a nivel internacional. Dumas supo crear una forma de literatura en la que la historia se convierte en una aventura apasionante sin ser un simple pretexto. En cierto modo, fundó un modelo que sería retomado y adaptado por numerosos autores, como Paul Féval y su obra El Jorobado.

Aún hoy, este enfoque influye en las novelas, e incluso en los medios audiovisuales como el cine y la televisión. La trilogía de Los tres mosqueteros sigue siendo una referencia ineludible para cualquiera que quiera mezclar la historia con la ficción.

The Conversation

Philippe Ilial es profesor de secundaria y de la Universidad Côte-d’Azur, además de redactor jefe de varias revistas de divulgación histórica.

ref. ‘Los tres mosqueteros’: cómo la obra de Alejandro Dumas influye en nuestra percepción de la historia de Francia – https://theconversation.com/los-tres-mosqueteros-como-la-obra-de-alejandro-dumas-influye-en-nuestra-percepcion-de-la-historia-de-francia-260954