¿Por qué los migrantes altamente cualificados no logran sentirse parte del país de acogida?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Miguel Morillas, Assistant professor in Business and Management (ICADE), Universidad Pontificia Comillas

Branislav Nenin/Shutterstock

Todos los países compiten por atraer a migrantes altamente cualificados: ingenieros, científicos, analistas de datos y otros profesionales cuya experiencia impulsa economías basadas en la innovación. Sin embargo, mientras los programas de visado y los esfuerzos de reclutamiento se vuelven cada vez más competitivos, una pregunta suele pasar desapercibida: ¿qué hace realmente que estos migrantes decidan quedarse en el país de acogida?

En nuestro estudio reciente sobre migrantes profesionales que trabajan en empresas multinacionales líderes afincadas en Copenhague, entrevistamos a 21 migrantes. Cada uno fue entrevistado dos veces para abarcar su vida profesional y personal, con el fin de comprender cómo se desarrollan sus vidas después de obtener empleo.

No nos centramos únicamente en el éxito profesional, sino en cómo sus vidas personales y laborales se entrelazan para moldear su satisfacción a largo plazo.

Los resultados de dicho estudio lanzan una advertencia a países de la Unión Europea: incluso cuando los migrantes altamente cualificados reciben sueldos competitivos, tienen una alta formación y ocupan cargos ejecutivos, muchos aún se sienten a la deriva, socialmente aislados, profesionalmente infravalorados y con dudas sobre si su futuro realmente está en Europa.

Una fuga de cerebros silenciosa puede no deberse a la falta de atracción de talento, sino a la incapacidad de integrarlo de forma significativa.

El nuevo rompecabezas de la migración global

Muchos migrantes altamente cualificados llegan con credenciales ya validadas y experiencia internacional previa. No buscan seguridad básica ni acceso a oportunidades, sino que eligen entre varias buenas opciones. Para muchos, esto implica comparar la vida en Europa con entornos acelerados como Estados Unidos, donde los clústeres tecnológicos y los ecosistemas de investigación de élite siguen siendo muy atractivos.

Lo que importa a estos migrantes ya no es solo el salario o el estatus, sino la posibilidad de vivir una vida donde sus habilidades sean reconocidas, sus voces escuchadas y sus vidas personales no se sacrifiquen por su carrera.

Aquí está la paradoja: incluso cuando los países ofrecen beneficios generosos, protecciones laborales sólidas y autonomía en el trabajo, eso no siempre basta. Muchos siguen sintiéndose, como decía la canción, “extraños en el paraíso”.

Cuatro patrones que moldean su experiencia

En nuestro estudio, identificamos cuatro dinámicas recurrentes que afectan a cómo los migrantes altamente cualificados evalúan sus países de acogida y la decisión quedarse o marcharse:

  • Exclusión pese al empleo. Incluso con empleos bien remunerados, muchos afirman sentirse cultural y socialmente marginados. Las barreras lingüísticas y normas sociales sutiles dificultan la integración. Esto no es solo un asunto social: socava directamente su motivación y lealtad.

  • Flexibilidad como libertad y trampa. Los esquemas laborales flexibles les permiten mantener vínculos transnacionales y gestionar su tiempo de forma autónoma. Pero esa misma libertad conlleva costes: largas jornadas alineadas con husos horarios distantes, vidas sociales erosionadas y progresos laborales estancados.

  • Conciliación entre vida laboral y personal es valiosa pero desigual. Algunos migrantes adoptan nuevas rutinas y priorizan su vida más allá del trabajo. Pero otros encuentran que las expectativas de las directivas o las estructuras corporativas internacionales los atan a cargas laborales intensas, lo que neutraliza los beneficios de culturas laborales progresistas.

  • Los valores importan, pero solo cuando se viven. Muchos migrantes altamente cualificados se sienten atraídos por países que promueven la equidad, la inclusión y la meritocracia. Pero cuando la experiencia diaria no refleja esos ideales, cuando el ascenso se percibe opaco o las normas sociales son rígidas, la desconexión puede empujarlos a mirar hacia otro lugar.

¿Fuga o circulación de cerebros?

Para los países receptores, la fuga de cerebros plantea una preocupación estratégica: ganar la carrera del talento no termina con la contratación. Lo que más importa es la retención, lo cual depende de hasta qué punto las sociedades de acogida y los lugares de trabajo cumplen la promesa de la integración profesional y personal.

Los migrantes altamente cualificados de hoy se mueven por el mundo con facilidad. Si se sienten infrautilizados o culturalmente alienados, no esperan: migran de nuevo, a menudo hacia países donde sus aspiraciones profesionales y valores personales estén más alineados.

The Conversation

Durante el tiempo que duró este estudio Miguel Morillas trabajó como investigador postdoctoral en la Universidad de Copenhague.

Durante el tiempo que duró este estudio trabajó como investigador postdoctoral en la Universidad de Copenhague.

ref. ¿Por qué los migrantes altamente cualificados no logran sentirse parte del país de acogida? – https://theconversation.com/por-que-los-migrantes-altamente-cualificados-no-logran-sentirse-parte-del-pais-de-acogida-261315

¿Cómo se puede saber la apariencia de los dinosaurios si solo tenemos sus huesos?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Xabier Pereda Suberbiola, Investigador (Paleontología), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

Reconstrucción de un dinosaurio del género ‘Deinonychus’ con su plumaje, tal y como se piensa que era a la luz de los conocimientos actuales. Museo de Historia Natural LWL, en Münster (Alemania). frantic00/Shutterstock

Este artículo forma parte de la sección The Conversation Júnior, en la que especialistas de las principales universidades y centros de investigación contestan a las dudas de jóvenes curiosos de entre 12 y 16 años. Podéis enviar vuestras preguntas a tcesjunior@theconversation.com


Pregunta formulada por el curso de 2º de la ESO del Instituto de Educación Secundaria Miguel de Unamuno, en Gasteiz (Álava)


A veces, a los paleontólogos les llaman “cazadores de fósiles”. Sin embargo, George Gaylor Simpson, uno de los paleontólogos más influyentes del siglo XX, decía que “el cazador (o la cazadora) de fósiles no mata, resucita”. Resucitar en el sentido de hacer revivir, aunque sea en sentido figurado, animales extintos.

Es decir, la labor de los paleontólogos consiste en reconstruir mundos pasados a partir de las evidencias conocidas en el registro fósil.

Cómo “resucitar” un dinosaurio en tres pasos

Los fósiles de dinosaurios que estudian los paleontólogos son principalmente de dos clases: restos esqueléticos, como huesos y dientes, y restos indirectos o icnofósiles. En esta última categoría entran las huellas fósiles (icnitas), los excrementos fosilizados (coprolitos), etc. En ocasiones excepcionales, pueden conservarse “partes blandas”: impresiones de la piel o restos orgánicos (tejidos blandos y proteínas).

El primer paso para conocer la apariencia en vida de un dinosaurio es reconstruir el esqueleto a partir de sus huesos y dientes fósiles. Muchas especies están basadas en restos parciales y, a menudo, desarticulados; los esqueletos articulados completos no abundan.

También hay que tener presente que los huesos fósiles pueden estar deformados o alterados debido a la llamada diagénesis (los procesos que experimentan los sedimentos durante su transformación en rocas sedimentarias). Cuando faltan elementos óseos, se tienen en cuenta las partes simétricas del mismo individuo y se completa con información basada en “parientes” vivos, como aves y cocodrilos.

El segundo paso es reconstruir los músculos y tejidos. Las marcas de inserción muscular en los huesos fósiles sirven para averiguar la forma y disposición de los músculos.

Y el paso final consiste en imaginar la apariencia externa del animal, como la piel (con la presencia de escamas o plumas), pero es la parte más especulativa. En ciertos casos, se pueden inferir rasgos que no se han conservado en el registro fósil haciendo una correlación con especies actuales (se llama principio de homología). Por ejemplo, la presencia de plumas en aves y otros dinosaurios terópodos sería un carácter heredado de un ancestro común.

Para realizar todos estos estudios se aplica la anatomía comparada, disciplina que consiste en comparar las semejanzas y diferencias de las estructuras anatómicas entre especies. Los estudios de biomecánica y paleoicnología (huellas fósiles) ayudan a reconstruir el movimiento de los dinosaurios y a deducir cómo se desplazaban y a qué velocidad lo hacían.

Propuesta de reconstrucción del icónico predador Tyrannosaurus rex: esqueleto, musculatura y aspecto externo, según R. J. Palmer, para el juego Saurian.
Urvogel Games, LLC

Reconstruir el paisaje donde vivieron

Llegados a este punto, no basta con reconstruir el aspecto de un dinosaurio: también es importante conocer en qué entorno natural vivió cuando formaba parte de un ecosistema e interaccionaba con otros organismos.

Para ello es necesario identificar otros vestigios del yacimiento y entender el contexto geológico en que este se formó. Su estudio permitirá hacerse una idea del ambiente pasado y reconstruir un “paleopaisaje” con el dinosaurio como parte integrante del mismo.

Pero ¿de qué color eran?

Hasta hace poco, el color de la piel de los dinosaurios era una incógnita. Ahora podemos deducir ese rasgo gracias al estudio de la forma, tamaño y distribución de los melanosomas (pequeños órganos celulares que contienen pigmentos como la melanina, responsable del color cutáneo) mediante técnicas de vanguardia (microscopía electrónica) y comparando con el aspecto de las aves actuales.

Por ejemplo, Anchiornis, un pequeño terópodo, tendría plumas de diferentes colores: grises, blancas, negras, así como un copete rojizo. El plumaje de Microraptor, otro terópodo con plumas en las cuatro extremidades, sería de color oscuro y con un brillo iridiscente, como ocurre en algunos córvidos actuales.

Dinosaurios cuya piel no estaba cubierta de plumas, como el pequeño ceratopsio Psittacosaurus y el anquilosaurio Borealopelta, se han reconstruido atribuyéndoles un cuerpo de color marrón oscuro o rojizo. En ambos casos, lucen un vientre más claro: este patrón cromático, conocido como contrasombra o contracoloración, está presente en muchos animales y sirve para camuflarse.

Modelo del ornitisquio Psittacosaurus con piel escamosa y largos filamentos queratinosos en la cola. Está basado en un fósil del Cretácico Inferior de China (Jehol Biota) conservado en el Museo Senckenberg de Frankfort, en Alemania. El patrón de color o contrasombreado, con la parte dorsal más oscura que la ventral, servía probablemente de camuflaje.
Imagen de Jakob Vinther et al. (2016) en Current Biology

Talento artístico con conocimiento de causa

Con todos los datos, los paleoartistas reviven en sus ilustraciones el aspecto de los dinosaurios y otros seres del pasado. Algunos son paleontólogos o trabajan en colaboración con ellos. Entonces, el talento artístico se combina con los conocimientos científicos para mostrar la posible apariencia en vida de animales que ya no existen.

Dependiendo de la naturaleza fragmentaria del registro fósil y de otros factores, estas obras tendrán siempre una parte de especulación. Las reconstrucciones de dinosaurios conocidos a partir de decenas de esqueletos pertenecientes a individuos en diferentes fases de crecimiento (juveniles, adultos, etc.), como el citado Psittacosaurus, estarán mejor fundamentadas que otras basadas en restos fragmentarios pertenecientes a un único individuo.

Evolución de la imagen de los dinosaurios

La imagen de los dinosaurios ha ido cambiando a lo largo del tiempo, ya que es un reflejo de los conocimientos científicos de cada época. Las primeras reconstrucciones del siglo XIX los muestran como gigantescos lagartos. Para Richard Owen, el inventor del término “dinosaurio” (1842), eran cuadrúpedos corpulentos parecidos a los mamíferos llamados mastodontes, como reflejan los modelos a tamaño natural del Crystal Palace Park, al sur de Londres.

Estatuas del dinosaurio iguanodonte en el Crystal Palace Park, Londres.
Wikimedia Commons, CC BY

La iconografía de la segunda mitad del siglo XIX, basada en descubrimientos hechos en Norteamérica y Europa, representa a terópodos y ornitópodos como formas bípedas con aspecto de canguro. Durante la primera mitad del siglo XX, los esqueletos de dinosaurios montados en los museos los muestran con la cola apoyada en el suelo. Hay que esperar hasta los años 1960-1970, cuando se produjo una revolución conceptual en paleontología llamada “Renacimiento de los dinosaurios”, para tener una imagen más realista de estos animales.

Los esqueletos de los museos y las imágenes de cine y televisión modernas presentan a los dinosaurios en una posición más dinámica, con la columna vertebral horizontal y la cola levantada por encima del suelo.

Estas reconstrucciones tienen en cuenta las más recientes interpretaciones paleontológicas y representan a los dinosaurios como seres activos. En el momento de su estreno (1993), la película Parque Jurásico nos enseñó las reconstrucciones más modernas de la historia.

No obstante, la imagen de algunas criaturas de la saga no ha evolucionado a la par que las interpretaciones paleontológicas. Por ejemplo, los famosos “raptores” siguen teniendo una piel escamosa y prácticamente desprovista de plumas a pesar de que las evidencias fósiles indican que dinosaurios como los dromeosaurios estaban cubiertos de plumas o protoplumas.

Esto demuestra que, aunque el cine puede conseguir que la ciencia resulte más atractiva, los intereses científicos y cinematográficos no son necesariamente los mismos.

Reconstrucción moderna del dromeosaurio Deinonychus por el ilustrador Fred Wierum. A diferencia de los raptores de la saga Parque Jurásico, el cuerpo está cubierto de plumas, reflejo de los últimos descubrimientos en paleontología.
Fred Wierum/Wikimedia Commons

En definitiva, es posible conocer la apariencia de los dinosaurios gracias a los conocimientos científicos que proporcionan los fósiles y a la utilización de técnicas modernas. Cuanto más completos sean los datos, menos especulativa será la reconstrucción. Los paleoartistas ayudan a recrear mundos poblados de aquellos asombrosos animales extintos y otros seres del pasado.


La Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco colabora en la sección The Conversation Júnior.


The Conversation

Xabier Pereda Suberbiola no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Cómo se puede saber la apariencia de los dinosaurios si solo tenemos sus huesos? – https://theconversation.com/como-se-puede-saber-la-apariencia-de-los-dinosaurios-si-solo-tenemos-sus-huesos-259060

“Siempre ha hecho este calor en verano”: un físico desmonta el bulo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Juan Antonio Aguilar Saavedra, Investigador científico del CSIC en física teórica de partículas elementales, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

Temperatura extrema en la ciudad. Quality Stock Arts/Shutterstock

En los últimos años, los veranos son cada vez más calurosos. Hace un par de décadas lo habitual era una ola de calor puntual en julio o agosto. Hoy, se suceden sin apenas tregua desde finales de primavera. Sin embargo, no es raro escuchar frases como “siempre ha hecho este calor en verano”, queriendo con ello transmitir la idea de que no hay diferencia respecto a los veranos de antes.

En la era de la información, es relativamente fácil comprobar si siempre ha hecho el mismo calor en verano. O si, por el contrario, se trata de un bulo interesado. Cualquier persona puede acceder a datos históricos de temperatura en repositorios abiertos, y no hace falta formación específica en meteorología para revisar esos datos. Incluso, con conocimientos de estadística, es posible cuantificar la diferencia. Y hacerlo de forma clara y rigurosa.

La base aérea de Armilla (Granada) como punto de referencia

La temperatura en un lugar específico oscila con el tiempo, y no existe un único criterio para comparar dos períodos prolongados. Sin embargo, si lo que nos interesa es analizar los extremos del calor veraniego, las temperaturas máximas diarias son una buena referencia.

Como ejemplo podemos usar las máximas registradas en la estación meteorológica de la Base Aérea de Armilla (Granada). Esta base se encuentra en el extrarradio de la ciudad, por lo que los efectos urbanos –como el calor generado por el tráfico o las superficies asfaltadas– son mínimos.

El repositorio abierto de AEMET proporciona datos de la estación de Armilla desde enero de 1951. Para el análisis, tomamos los registros desde esa fecha hasta diciembre de 2024. El período comprende 74 años, lo que equivale a unos 27 000 días. Esta muestra es lo bastante amplia como para verificar de forma fiable si las temperaturas registradas avalan la hipótesis “siempre ha hecho calor en verano”. O si por el contrario, ha habido cambios significativos.

Como indicador usaremos la distribución temporal de las máximas extremas. Es decir, los días con las temperaturas más altas registradas en los 74 años analizados. Este indicador tiene dos ventajas: es fácil de interpretar para el público general y permite un análisis cuantitativo.

Si realmente siempre hubiera hecho el mismo calor en verano, estas máximas extremas deberían estar repartidas de forma aproximadamente uniforme a lo largo del periodo. Pero los datos no confirman esa idea. Si tomamos, por ejemplo, el 2 % de los días con las temperaturas más altas (unos 500 días), vemos un aumento claro en la última década.

Distribución de temperaturas máximas extremas (2% superior), en la estación meteorológica de la Base Aérea de Armilla (Granada). En azul se representan los datos medidos (obtenidos de AEMET). En amarillo, un conjunto de pseudo-datos generados a partir de la hipótesis de uniformidad ‘siempre ha hecho calor en verano’. Por claridad, los datos anuales se agrupan en quinquenios. El comportamiento real (en azul)
contrasta claramente con lo que cabría esperar bajo la hipótesis de uniformidad (en amarillo)

La compatibilidad de los datos de temperatura con la hipótesis de uniformidad “siempre ha hecho calor en verano” puede evaluarse con el test de Kolmogorov-Smirnov. Esta prueba nos proporciona el conocido como valor-p: la probabilidad de que, si dicha hipótesis es cierta, se produzca el conjunto de datos medidos. En nuestro caso, es una probabilidad de 3.9 × 10⁻¹³. Es decir: mucho menor que la probabilidad de que toque el Gordo de la Lotería de Navidad dos años seguidos, jugando un único número.

El resultado es análogo al modificar nuestros criterios de comparación. Si, en lugar del 2 % de máximas más altas, consideramos el 5 % (unos 1 300 días), la compatibilidad con la hipótesis baja aún más: 2.8 × 10⁻²⁰. Si tomamos el 1 % (menos de 300 días), la probabilidad sube a 3.3 × 10⁻⁷. Esta variación numérica se explica fácilmente: a nivel estadístico, la compatibilidad entre un conjunto de datos y una hipótesis depende del tamaño de la muestra utilizada. Es un efecto conocido y esperable.

El resultado también se mantiene si agrupamos las temperaturas máximas de dos en dos días: el valor ‑p sigue siendo muy bajo, 2.4 × 10⁻¹⁵. En cualquier caso, está claro que los datos descartan por completo la hipótesis “siempre ha hecho calor en verano”.

Contando días de calor

También se pueden emplear otros criterios. Por ejemplo, contar cuántos días se superan ciertos umbrales de temperatura y comprobar si siguen una distribución uniforme. Los resultados obtenidos con este indicador alternativo apuntan en la misma dirección: en los últimos años, las temperaturas máximas extremas son mucho más frecuentes que en décadas anteriores.

No es difícil imaginar que el resultado es parecido en otras localizaciones. Por ejemplo, podemos repetir el estudio para la estación meteorológica del Puerto de Navacerrada (Madrid). Los resultados tampoco dejan lugar a dudas. Y la compatibilidad con la hipótesis de uniformidad es de 1.5 × 10⁻²⁸. Para ponerlo en perspectiva: acertar tres veces seguidas la Lotería Primitiva con un solo boleto es un millón de veces más probable.

En azul los datos medidos (obtenidos de AEMET en la estación del Puerto de Navacerrada). En amarillo, un conjunto de pseudo-datos generados a partir de la hipótesis de uniformidad ‘siempre ha hecho calor en verano’.

Por otro lado, aunque el alcance temporal de este estudio esté limitado por los datos disponibles (1951-2024), el resultado no deja de ser relevante. Porque más allá del problema del cambio climático global, existe el negacionismo respecto a las medidas de temperatura. Que se resume en frases como “siempre ha hecho calor en verano”.

Como hemos visto, es fácil comprobar que este tipo de afirmaciones interesadas son bulos que no se sostienen en vista de los datos experimentales. Negar que la última década ha sido mucho más calurosa refleja el mismo rigor intelectual que sostener que la Tierra es plana. Es decir, ninguno.

The Conversation

Juan Antonio Aguilar Saavedra no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. “Siempre ha hecho este calor en verano”: un físico desmonta el bulo – https://theconversation.com/siempre-ha-hecho-este-calor-en-verano-un-fisico-desmonta-el-bulo-260521

La fortaleza del euro frente al dólar y los factores que intervienen en el tipo de cambio

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ramón Núñez Gamallo, Profesor Titular , Universidade da Coruña

El euro se ha revalorizado frente al dólar en los últimos meses. MaxZolotukhin/Shutterstock

Podemos definir el tipo de cambio como el precio de una moneda en términos de otra. Dicho esto, aquí termina la parte fácil del relato, porque esta definición no explica ni el nivel al que se ajusta ese valor de cambio ni por qué varían esos precios.

En cualquier caso, se trata siempre de una relación entre dos monedas: si una gana valor, la otra, necesariamente, lo pierde. Aunque los factores que influyen en el tipo de cambio son diversos y simultáneos, no todos actúan en el mismo sentido. Ahí radica su dificultad.

Paridad cambiaria

El tipo de cambio debe reflejar, aproximadamente, la paridad de compra entre monedas. Así, por ejemplo, al tipo de cambio del 4 de julio de 2025 (1 € = 1,1767 US$) debería ser posible comprar con un euro en la eurozona prácticamente lo mismo que en Estados Unidos con 1,1767 dólares estadounidenses. Esa paridad de compra hace que el tipo de cambio entre el euro y el dólar estadounidense esté en torno a la unidad y no tome valores de, por ejemplo, 1 €:100 US$ o 1 €:1 000 US$ (o viceversa).

Decimos aproximadamente porque, aparte de las comisiones por cambio de moneda, los precios no son los mismos ni en los países que integran la zona euro ni en los Estados Unidos. Nueva York tiene niveles de precios más elevados que Nashville, igual que los precios en París son más elevados que en Lugo. Estamos hablando de una suma de factores (términos agregados) que intervienen en el precio final de la moneda.

Una vez conocida la noción sobre la que se asienta el tipo de cambio, veamos ahora qué otros factores intervienen en el mercado de divisas.

Balanza de pagos y monedas

El intercambio de bienes y servicios está entre los principales componentes de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Esto es, el resumen de todas las transacciones de un país debidas a las exportaciones e importaciones de bienes y servicios.

Cuando se exporta un bien o servicio a un país con una moneda diferente, el país comprador deberá comprar también la divisa del país vendedor para poder pagar su deuda. Así, cuando un país exporta aumenta la demanda de su moneda, por lo que su precio tenderá a subir. Es decir, a apreciarse o revalorizarse.

Del otro lado, el país importador del bien o servicio deberá comprar divisas extranjeras con su propia moneda por lo que aumentará su oferta y su precio tenderá a bajar.

Por tanto, las economías que presentan superávits corrientes permanentes tienen monedas que tienden a ganar valor, mientras que las monedas de las economías con déficits permanentes tenderán a perderlo.

Inflación y divisas

Tomemos en cuenta que los inversores comprarán activos financieros foráneos si, a igualdad de liquidez y riesgo, ofrecen una mayor rentabilidad (mayor interés) que los nacionales.

Llegamos así a la influencia del tipo de interés sobre el tipo de cambio: para adquirir activos financieros de un país habrá que comprar también su divisa y, a lo largo del tiempo, esta tenderá a revalorizarse precisamente en la cuantía del diferencial de tipos de interés.

Veamos ahora qué sucede con la inflación. Ya sabemos que esta supone una pérdida de poder adquisitivo, así que cuando dos economías tienen inflaciones distintas, la que sufre mayor inflación será la que sufra una mayor pérdida de poder adquisitivo y de competitividad.

Esto se traslada rápidamente al tipo de cambio y hace que la moneda del país con mayores subidas de precios experimente una depreciación aproximada, respecto a la moneda del otro país, del diferencial de inflación. Por ejemplo, si la inflación del Reino Unido fuese del 7 % y la de la zona euro de un 4 %, la libra esterlina acabaría sufriendo una depreciación del 3 % respecto al euro.

Otros factores determinantes

También entran en juego las expectativas de los inversores: las rentabilidades esperadas de los activos financieros son determinantes y, además, los distintos países emplean la política monetaria como herramienta para el control de la inflación. Así, ante expectativas de subidas de precios también cabe esperar subidas de tipos de interés y, dependiendo de las intensidades y tiempos de respuesta de las autoridades monetarias, habrá movimientos en el tipo de cambio.

El tipo de cambio también se puede emplear como herramienta de política comercial. Para favorecer sus exportaciones y encarecer sus importaciones, un país puede devaluar su moneda (devaluaciones competitivas). Por otra parte, si la economía es muy competitiva, quizás convenga tener una moneda fuerte para abaratar los aprovisionamientos.

Euro fuerte

La actual fortaleza del euro, basada en la estabilidad de superávit corriente y en el control de la inflación en Europa, se podría explicar más por el comportamiento y expectativas que genera la economía estadounidense.

En los últimos seis meses, el euro se ha revalorizado con respecto al dólar. A mediados de enero, un euro se cambiaba por 1,0198 dólares, y ya hemos visto que, a principios de julio, el cambio era de 1 €=1,1767 USD. Esto supone una revalorización del 15 %.

Al abaratar las exportaciones a la eurozona, esa variación favorecería a los productores estadounidenses, mientras que haría más caros los productos europeos para los consumidores de EE. UU. Por tanto, este nuevo equilibrio monetario serviría a Estados Unidos para reducir su déficit comercial con Europa.

Guerra comercial

La guerra arancelaria de Trump va por ese camino: abaratar su moneda para favorecer sus exportaciones, pero al precio de encarecer sus importaciones y provocar inflación en la economía estadounidense.

El gobierno estadounidense ha resucitado el nacionalismo económico y las políticas comerciales de empobrecimiento del vecino, lo que, sin duda, provocará la reacción de las demás economías en función de su capacidad y fortaleza. Países como Canadá, China o la propia UE han respondido, aunque con distintas estrategias.

Si la economía de EE. UU. es capaz de crecer y generar empleo suficiente bajo estas condiciones, entonces podemos suponer que este abaratamiento de su moneda se podría mantener en el tiempo.

El futuro de las divisas

El dólar es la moneda más empleada en los intercambios económicos internacionales: si pierde valor y comienza a tener un comportamiento errático o volátil, muchos países podrían considerar la opción de emplear otra moneda fuerte para el intercambio internacional. Esto haría que la economía estadounidense perdiese parte de su poder e influencia global. Es la encrucijada en la que se encuentra la Administración Trump, puesto que no se puede tener todo a la vez.

El euro, en cambio, podría ganar mayor protagonismo en el intercambio internacional como moneda de sustitucion del dólar. Y aunque ganaría influencia, este liderazgo no sería gratuito: tendría que soportar una gran presión estadounidense y, además, la economía de la zona euro debería tener una fortaleza mayor que la que tiene actualmente, en especial en los campos de la innovación y el emprendimiento.

The Conversation

Ramón Núñez Gamallo es militante de base en el PSDG-PSOE.

ref. La fortaleza del euro frente al dólar y los factores que intervienen en el tipo de cambio – https://theconversation.com/la-fortaleza-del-euro-frente-al-dolar-y-los-factores-que-intervienen-en-el-tipo-de-cambio-260532

Concienciados y sostenibles… ¿solo en teoría? Así elige alojamiento la generación Z

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Raquel González del Pozo, Personal docente e investigador, Universidad Complutense de Madrid

Boyloso/Shutterstock

Desde el punto de vista del ocio y los viajes, la generación Z, la de los nacidos entre 1995 y 2010, representa una parte cada vez más relevante del turismo mundial. Se estima que, en los próximos años, supondrán más del 20 % de los viajeros internacionales.

Por otra parte, esta generación se suele identificar con causas sociales y medioambientales. Se les asocia con el activismo digital, el reciclaje y el consumo responsable. Pero ¿hasta qué punto estas intenciones se reflejan en sus decisiones cotidianas, como la forma en la que eligen alojamiento cuando viajan?

De lo que se dice a lo que se hace

Aunque muchos jóvenes afirman estar comprometidos con el medioambiente, sus decisiones de viaje no siempre reflejan ese discurso. A la hora de reservar alojamiento en plataformas digitales suelen dar más importancia a aspectos como la limpieza, la comodidad o el estado general del establecimiento que al respeto por el entorno.

En una investigación realizada por la Universidad Complutense de Madrid con jóvenes estudiantes de universidades españolas se determinó qué criterios tienen más peso cuando eligen alojamiento online. Para ello, se les pidió que compararan distintos aspectos, como el trato recibido, las instalaciones, la ubicación o el impacto ecológico del alojamiento. Los resultados fueron claros: la sostenibilidad no es una prioridad.

El respeto al medioambiente queda por detrás de otros factores más visibles y directos como las instalaciones o la limpieza, y tanto hombres como mujeres priorizan elementos que afectan de forma inmediata a su experiencia como viajeros. Eso sí, las mujeres mostraron algo más de sensibilidad hacia el criterio ecológico, aunque no fue suficiente para situarlo entre los más importantes.

Importancia media de cada criterio en la selección de alojamiento (%)
Fuente: elaboración propia

¿Y por qué no eligen lo más sostenible?

Que la sostenibilidad no sea una prioridad a la hora de elegir dónde alojarse no significa que a la generación Z no le importe el medioambiente. Lo que ocurre es que, a la hora de tomar decisiones concretas, influyen otros factores más inmediatos: el precio, la comodidad, la limpieza o la claridad de la información disponible.

En muchos casos, los alojamientos sostenibles no están claramente identificados o no explican qué prácticas ecológicas aplican. A la hora de reservar, habitualmente se desconoce si el alojamiento utiliza energías renovables, si aplica medidas para reducir el consumo de agua o si compensa su huella de carbono. De modo que, si el viajero no encuentra esa información de forma sencilla, es probable que acabe tomando su decisión basándose en otros criterios más visibles.

Además, el presupuesto también juega un papel importante. Muchos jóvenes viajan con recursos limitados y, aunque valoran las prácticas sostenibles, no siempre están dispuestos a pagar más por ellas –o no siempre pueden permitírselo–.

Por otra parte, las agencias y plataformas de reservas de viajes online también influyen. Algunas permiten puntuar criterios como limpieza o atención del personal, pero no incluyen el aspecto ecológico en su sistema de valoraciones. Otras han empezado a incorporar el criterio “eco-friendly, pero todavía es poco visible. Esa falta de coherencia y transparencia entre las diferentes plataformas puede dificultar que la sostenibilidad entre realmente en juego a la hora de elegir.

¿Qué puede hacer el sector turístico?

Los resultados de la investigación apuntan a una idea clara: para conectar con la generación Z no basta con ofrecer alojamientos sostenibles. Hay que comunicarlos mejor. Es necesario explicar de forma clara y sencilla qué prácticas sostenibles utilizan los alojamientos.

Además, las plataformas de viajes pueden ayudar a impulsar decisiones más sostenibles. En este sentido, puede marcar la diferencia:

  • Incluir el criterio ecológico en sus valoraciones.

  • Destacarlo en los filtros de búsqueda.

  • Explicar claramente qué hace que un alojamiento sea considerado sostenible.

Sin embargo, en muchas de estas webs la información sobre sostenibilidad sigue siendo poco clara o confusa frente a otros aspectos como el precio o la categoría del alojamiento.

También es fundamental que las opciones sostenibles no se perciban como algo exclusivo o fuera del alcance. La generación Z valora el compromiso ambiental pero también busca viajes accesibles, flexibles y con buena relación calidad-precio. Si el sector turístico consigue que lo ecológico no se vea como un obstáculo sino como una ventaja real, será más fácil que las nuevas generaciones lo integren de forma habitual en su forma de viajar.

Del discurso ecológico a las decisiones reales

De la generación Z se dice que valora la sostenibilidad, pero los resultados muestran que no siempre actúa en consecuencia cuando viaja. Sin embargo, si incluso una generación tan identificada con el medioambiente prioriza otros factores al tomar decisiones, ¿qué se puede esperar del resto?

Quizá el reto no sea solo cambiar la conciencia individual, sino reflexionar sobre cómo se presenta, comunica y facilita la sostenibilidad en todos los niveles. Aunque esta investigación se centra en el turismo, la reflexión es aplicable a muchos otros ámbitos del consumo diario. Si queremos que la sostenibilidad sea algo real, y no solo una idea, necesitamos integrarla de forma clara, visible y accesible en nuestras decisiones del día a día.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Concienciados y sostenibles… ¿solo en teoría? Así elige alojamiento la generación Z – https://theconversation.com/concienciados-y-sostenibles-solo-en-teoria-asi-elige-alojamiento-la-generacion-z-260596

¿Qué fue la ‘tercera España’?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Santiago de Navascués Martínez, Profesor ayudante doctor de Historia Contemporánea, Universidad de Navarra

Manifestación en España contra los reunidos en Múnich. Movimiento Europeo

En junio de 1962, un variado grupo de españoles se reunió en Múnich para celebrar el IV Congreso del Movimiento Europeo, una organización fundada en 1947 que tenía como objetivo promover la integración europea.

Lo que comenzó como un encuentro político terminó como uno de los hitos de la reconciliación nacional más memorables de las últimas décadas: por primera vez en muchos años una mayoría antifranquista dejaba al margen sus diferencias para apostar por un proyecto en común.

El nacimiento de una idea

Cuando se proclamó la Segunda República española en abril de 1931, pocos podían intuir la tragedia que se avecinaba. Para una amplia mayoría de intelectuales –periodistas, escritores, profesores de universidad– la “niña bonita” simbolizaba un saludable cambio político para poner fin a los problemas endémicos de España.

Nombres señeros de la cultura, como José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala, se movilizaron para formar la Agrupación al Servicio de la República con vistas a defender el nuevo régimen. Cuando apenas cinco años más tarde estalló la Guerra Civil, una gran parte de ellos había renegado de él.

En los tres años que duró el conflicto bélico, muchos de ellos se exiliaron en Europa o en América, y desde allí manifestaron posturas diversas sobre la legitimidad de los combatientes. Una de las más reconocibles fue la denominada “tercera España”, un maleable concepto que evocaba un rechazo tanto hacia el militarismo y el fascismo de los sublevados como hacia los métodos de los revolucionarios del lado republicano.

El diplomático Salvador de Madariaga, quien dio mayor difusión a esta posición equidistante, se postuló como mediador por la paz y la reconciliación durante la guerra. Por ello recibió críticas tanto de la izquierda, que lo acusó de traición a la República, como de la derecha, que lo tildó de “lacayo de Londres” y las potencias extranjeras.

Otros, como José Castillejo, pedagogo y profesor de la Institución Libre de Enseñanza, denunciaron el fracaso de la Segunda República por su incapacidad para crear una base social con valores afines, un proyecto en común para los españoles de todos los colores políticos.

La teorización de Madariaga

Para muchos de ellos, la Segunda República fue una república sin republicanos: llegó de forma inesperada en 1931, sin referéndum ni consulta popular, y encontró a sus principales actores políticos divididos. La derecha seguía siendo monárquica y la izquierda, cada vez más influida por el modelo soviético, prefería la vía revolucionaria. Más que un régimen democrático, la República funcionó desde el principio como un proyecto ideológico de ruptura, impulsado por sectores que entendían la legalidad como un instrumento transitorio para consolidar el poder. Los verdaderos republicanos eran minoría, como quedó claro en 1936.

En un contexto europeo marcado por crisis, fascismos y dictaduras, la República fue vista por muchos como un régimen transitorio o indeseable. Para unos fue la antesala de la revolución; para otros, una república burguesa que debía ser destruida. De ahí la sucesión de golpes, huelgas y conspiraciones que acabarían llevándola al colapso.


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La idea de formar una “tercera España”, lejos de ser un simple intento de reconciliación, aspiraba a una mediación activa entre las polaridades de la sociedad española, buscando un espacio intermedio de encuentro y diálogo entre ciudadanos de tendencias diversas.

Para Madariaga, la “tercera España” tenía dos sentidos fundamentales: por un lado, como una clave interpretativa de la historia española que cuestionaba la dicotomía de las “dos Españas” y condenaba explícitamente tanto las sublevaciones de izquierda durante la República como el golpe de Estado de 1936. Por otro lado, y con mayor fuerza en esta etapa, como una actitud proyectiva y una propuesta orientada al ideal de reconciliación y a una solución práctica para la restauración política.

En la posguerra, la variedad de exiliados por oposición al régimen de Franco era insoslayable: monárquicos liberales, republicanos, democratacristianos, socialistas, socialdemócratas, nacionalistas vascos y catalanes. Para superar el franquismo, que se alimentaba de la exclusión de la anti-España, proclamar una reconciliación entre todas estas tendencias era clave.

El exilio y la búsqueda de consenso

Si la tercera España tuvo una cierta operatividad en la vida pública fue siguiendo una nueva vía, clave para distinguirse del aislacionismo franquista tanto como de los bloques comunista y americano que se habían consolidado en la Guerra Fría: la integración en Europa.

En cierto sentido, el aislamiento español había evitado que el país sufriera los embates de las dos guerras mundiales. Pero el ostracismo internacional en los años cincuenta solo perpetuaba un régimen cada vez más anacrónico.

Salvador de Madariaga, líder clave del europeísmo, enfatizó la necesidad de insertar a España en las Comunidades Europeas.

Así, con ocasión de la participación en el IV Congreso del Movimiento Europeo de Múnich en 1962, se consiguió reconciliar simbólicamente a diversos grupos antifranquistas con la vía de consenso. Allí estaban exfalangistas como Dionisio Ridruejo, poumistas como Julián Gorkin, monárquicos como Gil Robles y socialistas como Rodolfo Llopis.

En la clausura del Congreso, Madariaga expresó la sensación compartida de que en la ciudad alemana había terminado simbólicamente la Guerra Civil. El régimen franquista reaccionó con virulencia para evitar que aquella imagen de unidad entre exiliados tomara forma política o simbólica dentro del país. De inmediato calificó el encuentro como una conspiración subversiva, orquestada por “rojos y separatistas”, y desató una campaña de propaganda que lo presentó como un “contubernio antiespañol”. El gobierno sancionó a los participantes españoles con detenciones, destierros internos como el envío forzoso a Canarias, retirada de pasaportes y vigilancia policial.

Sin embargo, Múnich impulsó una cultura de consenso y reconciliación que posteriormente fue recuperada y resignificada durante la Transición española, promoviendo movimientos políticos para aproximar a socialistas y monárquicos en el exilio.

Una lección para el presente

A pesar de que no constituyó una fuerza con capacidad movilizadora de masas ni contó con estructuras formales, la tercera España dejó huella en varias dimensiones.

Por un lado, proporcionó un marco ético alternativo a la confrontación excluyente de la guerra y postuló la coexistencia necesaria de los españoles. Como comentaba socarronamente el escritor Josep Pla, no puede cortarse un queso por la mitad y que una parte sea de bola y la otra de gruyer. Por otro lado, al hacer de la reconciliación un imperativo tras el fratricidio, preparó el terreno para la reforma política. Incubó así los pactos de consenso que cristalizarían en la Constitución de 1978.

Hoy, cuando las sociedades vuelven a experimentar formas de antagonismo extremo, la experiencia de la “tercera España” invita a reconsiderar la viabilidad de un espacio político basado en el diálogo y el reconocimiento mutuo de posiciones antes irreconciliables. Este grupo heterogéneo se unió precisamente en el rechazo al triste fatalismo de las “dos Españas”. Aunque nunca se tradujo en un proyecto político, su legado cultural proporcionó un anteproyecto clave para la convivencia plural en los albores de la España democrática.

The Conversation

Santiago de Navascués Martínez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Qué fue la ‘tercera España’? – https://theconversation.com/que-fue-la-tercera-espana-260137

No, las vacunas no son la causa del autismo

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ignacio López-Goñi, Catedrático de Microbiología. Miembro de la Sociedad Española de Microbiología (SEM), Universidad de Navarra

andriano.cz/Shutterstock

Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, lleva mucho tiempo criticando las vacunas y ha expresado en varias ocasiones que las inyecciones infantiles causan enfermedades del desarrollo e incluso autismo. Estas afirmaciones han generado un aumento de los movimientos contrarios a las vacunas.

Un estudio reciente sugiere que, a pesar de que los programas de vacunación han prevenido más de 154 millones de muertes infantiles en los últimos cincuenta años, la cobertura vacunal mundial se ha atascado o incluso empeorado. Una de las razones tiene que ver con la desinformación y la desconfianza hacia la vacunación. Incluso ya se pone en duda uno de los objetivos de la Agenda de Inmunización: conseguir reducir a la mitad el número de niños sin ninguna dosis de vacuna para 2030.

Autismo y vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola

El trastorno del espectro autista es un grupo heterogéneo de trastornos del neurodesarrollo caracterizados por alteraciones en la interacción social, déficits en la comunicación verbal y no verbal y patrones restringidos, repetitivos y estereotipados de comportamiento. El término incluye el autismo, el trastorno de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo.

Uno de los grandes problemas es su heterogeneidad clínica; de hecho, puede considerarse un cajón de sastre donde se agrupan numerosos síndromes clínicos, cuyos síntomas suelen aparecer mayoritariamente al año y medio de edad. Las causas se desconocen y existe un intenso debate y mucha investigación al respecto. Influyen varios factores, desde genéticos, neurológicos y bioquímicos hasta ambientales.

La coincidencia en la edad en la que aparecen los síntomas y en la que se administran las vacunas ha hecho que se relacionen ambos hechos sin ningún fundamento científico, en dos escenarios: vinculando el autismo con la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR), y con el timerosal y el aluminio, conservantes que se añaden en algunas inmunizaciones.

Respecto a la vacuna SPR, la polémica comenzó en 1998 cuando el médico Andrew J. Wakefield sugirió una posible relación entre esa inmunización y el autismo. La noticia se difundió en todos los medios de comunicación, cundió el pánico y se redujeron drásticamente las coberturas vacunales en muchos países.

Sin embargo, se acabó demostrando que Wakefield había cometido fraude científico al falsificar datos: fue probado que algunos niños ya tenían síntomas neurológicos antes de ponerles la vacuna; algunos síntomas aparecieron varios meses después de la vacunación, por lo que no se podía demostrar la relación directa entre ambos hechos; y los pacientes del estudio habían sido reclutados durante una campaña antivacunación. Wakefield fue expulsado del registro de médico de Gran Bretaña.

Posteriormente, se realizaron gran cantidad de estudios con el objetivo de evaluar la seguridad de la vacuna. En ninguno de ellos se ha encontrado nunca una relación con el autismo. Por ejemplo, en 2014 se revisaron más de mil trabajos científicos en los que habían participado cerca de 1,3 millones de niños en Reino Unido, Japón, Polonia, Dinamarca y Estados Unidos. Los resultados sugieren que entre los grupos de niños vacunados el riesgo de autismo sería inferior.

Años más tarde, en 2021, se publicó una revisión exhaustiva de más de 56 000 artículos cuyas conclusiones confirmaban lo que ya se había publicado con anterioridad: no existe evidencia alguna de relación entre las vacunas y el autismo y otros eventos adversos graves.

El timerosal y el alumnio de las vacunas

El timerosal (o tiomersal) es un derivado del mercurio de muy baja toxicidad y con gran poder antiséptico y antifúngico. Este compuesto orgánico contiene etilmercurio, empleado como conservante en algunas vacunas para prevenir el crecimiento de microorganismos que las puedan contaminar. También se usa en otros productos médicos como preparaciones de inmunoglobulinas, antígenos para diagnosis de alergias, antisueros y productos nasales y oftálmicos.

No todas las vacunas llevan timerosal. Únicamente las modalidades en formato multidosis contienen dosis muy bajas para asegurar que se conservan de manera adecuada, evitando que crezcan bacterias u hongos.

La preocupación por el mercurio surgió a partir de las intoxicaciones por metilmercurio en el pescado, un compuesto neurotóxico capaz de concentrarse en el organismo y de pasar por la cadena alimentaria. Pero el etilmercurio del timerosal no es lo mismo que el metilmercurio, ya que el primero no se acumula en el organismo y se elimina rápidamente.

Su baja toxicidad se puso en evidencia tras utilizarlo para tratar la meningitis durante una fuerte epidemia ocurrida en Indiana (Estados Unidos) en 1929, cuando todavía no había antibióticos. El timerosal no funcionó como método curativo de la meningitis, pero ya entonces quedó clara su inocuidad en dosis 10 000 veces superior a la que contenían las vacunas. Hay una sólida evidencia de que los niños autistas tienen los mismos niveles de mercurio que los no autistas.

Respecto al aluminio, ahora se acaba de publicar otro estudio para dilucidar si la exposición acumulada a este compuesto contenido en las vacunas administradas durante los primeros 2 años de vida está asociada con el desarrollo posterior de enfermedades autoinmunes, alérgicas o neurológicas, como el autismo.

Basándose en los datos de todos los niños nacidos vivos en Dinamarca entre el 1 de enero de 1997 y el 31 de diciembre de 2018, los investigadores estudiaron la cantidad total de aluminio recibida a través de las vacunas (difteria, tétanos, tos ferina acelular, polio inactivado, Hib, neumococo) hasta los 2 años e hicieron un seguimiento hasta los 5 años de edad.

Pues bien, no se encontró ninguna asociación entre la exposición acumulada al aluminio por las vacunas en los primeros años de vida y el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes, atópicas/alérgicas o trastornos del neurodesarrollo. Este estudio proporciona una evidencia poblacional sólida y bien controlada para refutar preocupaciones infundadas sobre que las vacunas con aluminio causen autismo u otras enfermedades crónicas.

En conclusión, existe una extensa y sólida evidencia epidemiológica respecto a la ausencia de relación entre las vacunas, el timerosal, el aluminio y la prevalencia de autismo en la población. Las vacunas son los medicamentos más regulados, vigilados y seguros, y constituyen la mejor estrategia para prevenir enfermedades que pueden llegar a ser mortales.


La versión original de este artículo fue publicada en el blog del autor, microBIO.


The Conversation

Ignacio López-Goñi no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. No, las vacunas no son la causa del autismo – https://theconversation.com/no-las-vacunas-no-son-la-causa-del-autismo-261320

El cerebelo, una joya oculta del cerebro entre el arte y la ciencia

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Sergio Morell Ortega, Estudiante de doctorado, Universitat Politècnica de València

Oculto en la base del cráneo, el cerebelo es una estructura que solo abarca alrededor del 10 % del volumen total del cerebro, pero que alberga más del 50 % de todas las neuronas del sistema nervioso central. Esa extraordinaria densidad neuronal delata su importancia funcional, que va más allá de regular los movimientos y mantener el equilibrio, el papel que se le ha atribuido tradicionalmente.

Conocido como el “pequeño cerebro”, el cerebelo está situado en la parte posterior e inferior del encéfalo, justo debajo de los hemisferios cerebrales y detrás del tronco encefálico. Como decíamos, hasta hace no mucho se consideraba que su único rol era el de afinar la motricidad: integra señales de los músculos, las articulaciones y el oído interno para ajustar en tiempo real la fuerza, la amplitud y el ritmo de cada gesto.

Situación del cerebelo.
Wikimedia Commons, CC BY

Así, cuando estiramos el brazo para tocar un objeto, el cerebelo predice la trayectoria óptima y corrige cualquier desviación, evitando esos movimientos erráticos que veríamos en alguien con lesión cerebelosa. De hecho, enfermedades que afectan a esta estructura, como la ataxia cerebelosa, se caracterizan por una marcha inestable o temblor, que son síntomas de la incapacidad para regular los movimientos finos.

Más allá de los movimientos

Sin embargo, en las dos últimas décadas se ha revelado que el cerebelo no es un mero regulador mecánico, sino también un modulador de procesos mentales más complejos.

Así, el síndrome cognitivo-afectivo cerebeloso (CCAS), descrito por primera vez en 1998, combina alteraciones motoras con dificultades en planificación, lenguaje, memoria de trabajo y control de las emociones. Se piensa que la uniformidad de la microarquitectura cerebelosa –la que calcula los ajustes de movimiento– se emplea también para generar “modelos internos” que anticipan y afinan la dinámica de pensamientos y estados de ánimo.

Existen más ejemplos de la implicación del cerebelo en otras enfermedades, como el alzhéimer. Esta dolencia neurodegenerativa se caracteriza por la acumulación anormal de la proteína β-amiloide y genera el adelgazamiento de una capa de neuronas llamada capa granular, clave para procesar la información que llega al cerebelo. A la postre, esos cambios pueden afectar la coordinación de la mente y el cuerpo.

En el caso del autismo, se ha observado que las alteraciones en unas neuronas llamadas células de Purkinje y en las conexiones cerebelo-corticales están detrás de las dificultades para interpretar gestos, sonidos o tonos de voz, influyendo en la comunicación y la socialización.

Y en la esquizofrenia, la descoordinación entre el cerebelo y la corteza frontal puede traducirse en pensamientos desorganizados o problemas para regular las emociones, pues el cerebelo ya no “afina” tales procesos internos con la misma precisión. Por lo tanto, cuidarlo es clave no solo para movernos bien, sino para pensar con claridad y sentirnos en equilibrio.

De Leonardo a Ramón y Cajal

Pero mucho antes de estos hallazgos, el cerebelo ya fue objeto de interés científico e inspiración artística para dos de las mentes más brillantes de todos los tiempos.

El primero de nuestros protagonistas, Leonardo Da Vinci (1452–1519), fue el prototipo del científico renacentista, hombre modelo de la tercera cultura que no distinguía entre arte y ciencia. En la búsqueda de la relación entre el microscosmos y el macroscosmos, muy temprano reconoció el papel clave del sentido de la visión y de la capacidad de integración del cerebro.

En sus estudios anatómicos se interesó por los ventrículos cerebrales y desarrolló un método para inyectar cera caliente en cráneos de buey, obteniendo moldes exactos del sistema ventricular.
Aunque se atribuye al genio florentino el nombre “cerebelo” (del latín cerebellum, que significa “pequeño cerebro”, en referencia a su similitud estructural con el cerebro), esta afirmación no ha podido ser comprobada.

Dibujo de Leonardo Da Vinci de lo que se cree el método para rellenar de cera el cráneo de un buey para estudiar su anatomía y funciones.
Royal Collection of the United Kingdom

Lo que sí se sabe es que despertó su interés, pues en sus dibujos sitúa el vermis cerebeloso (la parte central del cerebelo) como una “válvula” que regula el paso entre el “sentido común” y la “memoria”. Esa fusión de visión neoplatónica –buscar el asiento del alma– con rigor anatómico le permitió romper con la tradición medieval y sentar las bases de la anatomía funcional.

Siglos después, Santiago Ramón y Cajal (1852–1934), el padre de la neurociencia moderna, llevó el arte anatómico al nivel celular. A través de una rigurosa observación y el perfeccionamiento de las técnicas de tinción –en especial la mejora del método de impregnación con nitrato de plata desarrollado por Camillo Golgi–, Cajal logró visualizar con claridad la estructura íntima del sistema nervioso.

Dibujo de células de Purkinje (A) y células granulosas (B) del cerebelo de una paloma, por Santiago Ramón y Cajal (1899).
Instituto Cajal / Wikipedia Commons, CC BY

Su mirada se posó con particular atención sobre el cerebelo, donde descubrió y dibujó con meticulosa precisión las complejas arborizaciones de las antes citadas células de Purkinje, unas de las más notables por su tamaño y ramificación dendrítica. Además de revelar la individualidad de las neuronas, su trabajo sentó las bases del principio de la “doctrina de la neurona”, desafiando la idea dominante de una red nerviosa continua.

Estas observaciones, capturadas en decenas de dibujos que combinan rigor científico con un sorprendente valor artístico, permitieron entender al cerebelo no como un órgano aislado, sino como una estructura clave en la coordinación motora y el procesamiento sensorial.

Nuestra visión artística del cerebelo

Sin pretender compararnos con científicos de la talla de Leonardo o Cajal, en la Universidad Politécnica de Valencia hemos desarrollado un software a partir de resonancia magnética, denominado DeepCERES, que permite segmentar (cuantificar) 27 estructuras del cerebelo humano a ultra alta resolución gracias al uso de técnicas de inteligencia artificial, lo que permitirá avanzar en la investigación de esta estructura clave.

Pero no solo eso, gracias a DeepCERES también podemos generar reconstrucciones detalladas en tres dimensiones de cada una de las estructuras del cerebelo; especialmente de la sustancia blanca del interior conocida como “arbor vitae” (árbol de vida), llamada así por su forma arbolada con múltiples ramificaciones. Siguiendo los pasos de Leonardo y Cajal, nuestro objetivo es captar la complejidad y la belleza de esta joya oculta del cerebro.

Reconstrucción en 3D de la segmentación de la sustancia blanca del cerebelo obtenida mediante DeepCERES.

The Conversation

José Vicente Manjon herrera recibe fondos de investigación publica del ministerio de ciencia e innovación.

Sergio Morell Ortega no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. El cerebelo, una joya oculta del cerebro entre el arte y la ciencia – https://theconversation.com/el-cerebelo-una-joya-oculta-del-cerebro-entre-el-arte-y-la-ciencia-255889

Un gran cementerio del siglo XVIII sale a la luz en la Mezquita-Catedral de Córdoba

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Antonio Gámiz Gordo, Doctor Arquitecto, Profesor Titular, Universidad de Sevilla

Vista aérea de la Mezquita-Catedral de Córdoba Songquan Deng/Shutterstock

La Mezquita-Catedral de Córdoba nos sigue sorprendiendo. A lo largo de siglos ha sido objeto de importantes transformaciones sin perder su identidad arquitectónica y siempre ha mantenido un uso religioso, primero como mezquita y después como catedral. Está incluida en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO y sigue acaparando el interés de la propia ciudad, de miles de viajeros y de nuevas investigaciones que tratan de desvelar sus misterios.

En un reciente artículo científico que hemos publicado en la revista EGA se han identificado más de mil sepulturas en un plano anónimo de 1741 conservado en el Archivo de la Catedral de Córdoba. Se ha constatado que un gran cementerio ocupaba entonces sus capillas y naves.

Un preciso plano de 1741

En un artículo previo escrito junto a Juan Francisco Reinoso, de la Universidad de Granada, habíamos digitalizado este singular documento gráfico, que mide 103 x 165 cm. y en el que se usó la técnica del óleo. También habíamos analizado otros sorprendentes dibujos de Girault de Prangey hacia 1839 que destacan entre el rico legado de imágenes históricas de la Mezquita-Catedral.

Plano anónimo de la Mezquita-Catedral, 1741.
Archivo de la Catedral de Córdoba, CC BY-NC

Por su gran precisión dimensional e interés documental, el de 1741 ha sido considerado el primer plano científico de este monumento. Es uno de los dibujos arquitectónicos más importantes del siglo XVIII en Europa.

Entre sus abundantes y valiosos pormenores destaca un gran rótulo con la palabra “SEPULTURAS”, que subraya su objetivo central. Tras una cuidadosa trascripción gráfica con técnicas digitales, hemos identificado 1 085 sepulturas y 52 criptas, difíciles de percibir a simple vista o en las reproducciones publicadas hasta ahora. La superficie total ocupada por enterramientos sería de unos 2 000 m² de los 13 680 m² útiles del monumento, incluidas las galerías del patio. Las sepulturas ocupaban más de la mitad de la superficie de algunas naves.

Detalle de sepulturas en plano de 1741 de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Anónimo [Archivo Catedral de Córdoba], CC BY-NC

Enterramientos variados

Diversos estudios habían analizado los enterramientos en la Mezquita-Catedral hasta el siglo XVI, pero no los del XVIII. Para constatar la veracidad del plano, se han revisado los Libros de Cuentas de
Fábrica
en el propio Archivo de la Catedral y el Libro de Defunciones de la parroquia del Sagrario. También se han consultado muchos testamentos del Archivo Histórico Provincial de Córdoba.

La Mezquita-Catedral fue un lugar de enterramiento elegido por la nobleza y el clero desde la Edad Media, como símbolo de prestigio social. Esto se convertiría en un importante fundamento de la economía eclesiástica. Debe recordarse que en la Capilla Real fueron enterrados los reyes Fernando IV y Alfonso XI. A partir del siglo XVI, tras concluirse la construcción de la Parroquia del Sagrario en el recinto, se comenzó a enterrar allí personas ligadas a ella, además de personajes ilustres como el escritor Luis de Góngora, entre otros muchos.

Se ha comprobado que en los 20 años previos al plano, entre 1722 y 1741, hubo 1 966 enterramientos en el interior del templo y 623 en el patio, que suman 2 589. Su procedencia era diversa: el clero, la nobleza, la Parroquia del Sagrario y el Hospital de San Sebastián. Todo ello hace verosímil la información dibujada en el documento.

Sepulturas vendidas y costes según Libro de Cuentas.
Archivo de la Catedral de Córdoba, CC BY-NC

Además, se han obtenido datos sobre distintos tipos de enterramientos, su denominación (“llano”, “una capa”, “dos capas”, “solemne”, “madrugada”…) y su correspondiente coste según la ubicación. Por ejemplo, junto a una pila de agua bendita la limosna era de 50 reales (5 agosto 1710), delante del altar de Nuestra Señora del Sol costaba 240 reales (15 marzo 1710), y en la nave de Villaviciosa (28 febrero 1711) 750 reales. Los lugares más cotizados estaban cerca del crucero, de la Capilla Real y de Villaviciosa.

Las sepulturas de la Parroquia del Sagrario ocuparían las naves de la ampliación de Almanzor, que entonces tenían pavimento de tierra. Muchos testamentos indicaban el deseo de ser sepultado en una cripta común de la Cofradía del Santísimo Sacramento, a la que pertenecían. También se ha constatado que las 143 sepulturas dibujadas en la galería oeste del patio eran compartidas entre numerosos pobres, en gran parte procedentes del Hospital de San Sebastián. Por cada difunto el capellán entregaba una limosna de 2 reales.

La prohibición de enterramientos masivos en templos

Las frecuentes epidemias hicieron que el estado de salubridad provocado por los enterramientos en los templos fuese muy cuestionado. Además de la peste, Córdoba sufrió graves plagas, como las fiebres catarrales malignas y tabardillos, que hacia 1738 provocaron miles de muertes. Según el plano de 1741, la Mezquita-Catedral se había convertido en un verdadero cementerio, al igual que ocurriría en otras parroquias cordobesas, como Santa Marina, San Pedro, San Miguel o San Lorenzo.

Para mejorar la salud pública, una Real Cédula de Carlos III de 1787 prohibió los enterramientos masivos en los templos españoles. A partir de entonces se promovieron nuevos cementerios fuera de la ciudad, como el de Nuestra Señora de la Salud construido en Córdoba a partir de 1811.

Sepulturas hoy conservadas junto a la capilla de Villaviciosa.
Fotografia JCO/AGG, CC BY-NC

Aún hoy se conservan unas 200 sepulturas en la Mezquita-Catedral, muchas menos que en el siglo XVIII. En su mayor parte fueron eliminadas, reagrupadas o trasladadas durante los cambios de pavimentación acometidos entre finales del XIX y mediados del XX. El arquitecto Ricardo Velázquez Bosco cambió el pavimento de ladrillo por mármol blanco; y otro arquitecto, Félix Hernández, rebajó la solería a su nivel primitivo.

Para facilitar una adecuada comprensión de la Mezquita-Catedral, nuestra investigación aporta finalmente un plano de su hipotético subsuelo, ocupado por sepulturas en el siglo XVIII. Se trata de ilustrar este singular espacio de enterramiento de la sociedad cordobesa durante siglos.

Planta hipotética del subsuelo de la Mezquita-Catedral, con las sepulturas y criptas del plano de 1741.
JCO/AGG, CC BY-NC

Con ello se pretende ofrecer una nueva visión del monumento, que debe sumarse a su complejidad patrimonial y a su importancia religiosa, cultural, histórica, arqueológica y arquitectónica.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Un gran cementerio del siglo XVIII sale a la luz en la Mezquita-Catedral de Córdoba – https://theconversation.com/un-gran-cementerio-del-siglo-xviii-sale-a-la-luz-en-la-mezquita-catedral-de-cordoba-259204

‘Dumping’ fiscal entre autonomías: ¿juegan todas las comunidades con las mismas reglas?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Antoni Bergas Forteza, Profesor de Derecho Financiero y Tributario, Universitat de les Illes Balears

En España, ciertos tramos del IRPF han sido cedidos total parcialmente por el Estado a las comunidades autónomas. Cromavision/Shutterstock

En España, el modelo autonómico otorga a las comunidades una notable capacidad para diseñar su política fiscal. Esta descentralización ha reavivado en los últimos años el debate: ¿Estamos ante una competencia sana entre administraciones o frente a prácticas que generan desigualdad y tensiones en el modelo de financiación autonómica?

¿Qué es el ‘dumping’ fiscal?

En un sentido general, el dumping fiscal consiste en la práctica de reducir los impuestos en un territorio con el objetivo de atraer contribuyentes, inversiones o empresas desde otras regiones. En el contexto español, este fenómeno se observa principalmente en la aplicación de impuestos como el de patrimonio, el de sucesiones y donaciones o ciertos tramos del IRPF, que han sido cedidos total parcialmente por el Estado a las comunidades autónomas.

Cuando una comunidad decide bonificar estos tributos puede generar una competencia a la baja con otras comunidades que no tienen la misma capacidad recaudatoria. El resultado puede ser una carrera fiscal de fondo que erosione los ingresos públicos y ponga en entredicho la equidad del sistema.

Caso Madrid: ¿ventaja competitiva o privilegio estructural?

La Comunidad de Madrid es uno de los ejemplos más citados cuando se habla de dumping fiscal en España. Desde hace más de una década, los sucesivos gobiernos madrileños han optado por aplicar reducciones significativas en varios impuestos:

  • Impuesto sobre el patrimonio: bonificado al 100 % desde 2008, lo que en la práctica supone su “eliminación”.

  • Impuesto de sucesiones y donaciones: con bonificaciones de hasta el 99 % cuando se produce entre familiares directos.

  • Tramos autonómicos del IRPF: con tipos impositivos más bajos que otras comunidades.

Estas decisiones fiscales han convertido a Madrid en una de las regiones con menor presión fiscal del país. Uno de los argumentos en contra de su política tributaria es que aprovecha de forma ventajosa su condición de capital del Estado y centro económico de España.

La concentración de sedes sociales de grandes empresas, los altos niveles de renta media y la atracción que ejerce sobre profesionales cualificados ha permitido a Madrid mantener sus ingresos pese a los recortes fiscales.

Esta combinación de factores crea un círculo virtuoso difícil de replicar en otras comunidades, generando un agravio comparativo.

Ley Mbappé: ¿un nuevo factor de agitación?

En el verano de 2024, la Comunidad de Madrid aprobó una modificación fiscal que rápidamente fue bautizada por los medios como la ley Mbappé en referencia al entonces reciente fichaje del futbolista francés Kylian Mbappé por el Real Madrid.

Esta medida ofrece una deducción del 20 % en en IRPF a nuevos residentes fiscales en Madrid (no residentes en los cinco años anteriores) que inviertan en obligaciones, bonos, letras del Tesoro, acciones de sociedades cotizadas y no cotizadas o aportaciones en sociedades (se excluyen las inversiones inmobiliarias). Por tanto, ¿favorece esta ley a quién le dio su nombre oficioso? Pues depende, si el futbolista decide invertir parte de sus ganancias en la Comunidad de Madrid, sí.

Aunque la norma está configurada como un incentivo a la inversión extranjera, y a la larga pueda comportar una mayor recaudación –a mayor número de residentes de alto poder adquisitivo, mayor recaudación–, no solo podría haber un trato de favor a grandes fortunas, sino que también tendría efectos sobre la competencia fiscal entre comunidades.

Así se refuerza la percepción de que, gracias a su modelo tributario, determinados territorios podrían consolidarse como refugios fiscales tanto para ciudadanos nacionales con alto patrimonio como para élites globales en busca de regímenes tributarios más favorables.

Debate fiscal

La ley Mbappé reaviva el debate sobre si el marco fiscal actual favorece a unos territorios en detrimento de otros.

Para algunas comunidades esta norma supone un desequilibrio añadido en la competencia fiscal: los beneficios que atraerían a contribuyentes de alto nivel se concentran en Madrid, pero sus costes (en forma de menor recaudación global a corto plazo) se comparten entre todas las comunidades, poniendo en peligro la corresponsabilidad fiscal de las autonomías y la financiación de servicios públicos esenciales.

Atraer inversión foránea produciría un incremento recaudatorio en el territorio por el mayor nivel adquisitivo de los contribuyentes. Ahora bien, es seguro que dicha inversión tendría una mayor carga fiscal en cualquier otro territorio del Estado español, lo que supone una competencia desleal hacia otros territorios que no tienen el atractivo y centralidad económica, social y empresarial que puede tener la capital de España.

¿Es legal?, ¿y justo?

Desde el punto de vista legal, se trata de una actuación que entra dentro de las competencias autonómicas. El sistema de financiación vigente da margen a modificar tributos cedidos. Sin embargo, la cuestión central no es tanto la legalidad como la equidad.

El dumping fiscal a nivel autonómico puede romper el principio constitucional de solidaridad entre territorios e, incluso, el de generalidad e igualdad. La competencia fiscal descontrolada perjudica a las regiones con menor capacidad económica y menor margen de maniobra fiscal. Además, persiste la desigualdad entre ciudadanos que, pese a vivir bajo el mismo Estado, tributan más o menos en función de su lugar de residencia.

Los defensores de la autonomía fiscal pueden alegar que la competencia permite a las comunidades innovar, atraer inversión y mejorar la eficiencia del gasto público. En esta línea, señalan que, gracias a su dinamismo económico, regiones como Madrid han logrado mantener sus servicios públicos sin necesidad de subir impuestos. Ahora bien, debe considerarse también si ello ha implicado la necesidad por parte de otras comunidades de subir sus impuestos ante la falta de un atractivo económico, administrativo y fiscal respecto a Madrid.

Equilibrio fiscal, equidad territorial

El dumping fiscal entre comunidades autónomas es un fenómeno real, aunque difícil de medir. El caso de Madrid ejemplifica cómo una comunidad puede usar su autonomía fiscal para atraer riqueza, pero también cómo esto puede generar tensiones con el resto del Estado y fallos en la corresponsabilidad social entre comunidades autónomas.

El reto está en encontrar un equilibrio entre la autonomía fiscal y la equidad interterritorial. Para ello, es necesario repensar el sistema de financiación, armonizar ciertos impuestos clave y, sobre todo, abordar la desigualdad estructural entre territorios.

La fiscalidad no debe entenderse solo como una herramienta recaudatoria, sino también como un reflejo del modelo de país que se quiere construir y de las garantías que debe ofrecer al conjunto de ciudadanos, independientemente del lugar donde residan.

The Conversation

Antoni Bergas Forteza no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ‘Dumping’ fiscal entre autonomías: ¿juegan todas las comunidades con las mismas reglas? – https://theconversation.com/dumping-fiscal-entre-autonomias-juegan-todas-las-comunidades-con-las-mismas-reglas-261029