Descubierto un tercer objeto interestelar cruzando a gran velocidad el sistema solar

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Josep M. Trigo Rodríguez, Investigador Principal del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias, Instituto de Ciencias del Espacio (ICE – CSIC)

El telescopio espacial Hubble captó el cometa interestelar Borisov pasar velozmente cerca del Sol NASA, ESA y D. Jewitt (UCLA), CC BY

La comunidad de expertos en asteroides y cometas lleva unos días ajetreada tras el descubrimiento del tercer objeto interestelar, designado provisionalmente como A11pl3Z. Se trata de un objeto realmente rápido que ha alcanzado nuestro sistema planetario a una velocidad de unos 245 000 km/h relativa al Sol.

Como en los dos casos anteriores (el cometa Borisov y ‘Oumuamua), A11pl3Z procede del espacio profundo. Estos objetos sólo son detectables cuando están a una distancia suficiente para que la luz reflejada del Sol llegue a los sistemas de rastreo telescópico actuales. De nuevo, el programa automatizado ATLAS ha sido el que ha realizado este histórico descubrimiento.

Descartado el riesgo de impacto con la Tierra

Tras la detección, diversos grupos han continuado el seguimiento del objeto para realizar medidas astrométricas precisas. Las imágenes digitales obtenidas por las cámaras CCD acopladas a los telescopios utilizados para el rastreo permiten captar las zonas por donde pasa el objeto, junto a centenares de estrellas entre las que se mueve.

Esas estrellas de fondo poseen coordenadas celestes conocidas, y sirven para medir la posición del objeto en relación a ellas. Poco a poco se reconstruye el movimiento del objeto en la bóveda celeste, proporcionando un arco en el que quedará incluida su órbita. Noche tras noche, las nuevas observaciones permiten medir su posición, incrementar ese arco observacional e ir mejorando su órbita para predecir mejor los movimientos futuros de A11pl3Z.

Es uno de los mejores ejemplos de colaboración a todos los niveles, tanto profesional y amateur como de carácter internacional.

El objeto interestelar A11pl3Z captado por David Rankin desde Saguaro Observatory.
Cortesía David Rankin

En estos momentos, casi un centenar de observaciones astrométricas han permitido mejorar la órbita preliminar. El programa Scout, del Centro para el Estudio de Cuerpos Menores (CNEOs) del Jet Propulsion Laboratory, ha descartado que pueda ser fuente de riesgo de impacto con la Tierra. De hecho, según las observaciones actuales no se aproximará a menos de unos 284 millones de kilómetros de nuestro planeta.

Sabemos que llegará a cruzar la órbita de Marte, pero una vez lo haga volverá a alejarse hasta que finalmente se vuelva a perder en el espacio interestelar. Podemos visualizar su recorrido en función de la fecha empleando el simulador del programa de investigación Catalina Sky Survey.

¿Qué conocemos sobre A11pl3Z?

Con un diámetro de entre 20 y 40 km, el nuevo objeto interestelar A11pl3Z parece proceder del disco galáctico, una zona donde es previsible que puedan originarse este tipo de objetos.

Se trata de un visitante extraordinariamente veloz. De hecho, es el cuerpo de origen interestelar con mayor excentricidad descubierto hasta la fecha. La geometría de su encuentro con el sistema solar le permitirá batir el récord de velocidad de paso relativa a la Tierra que, en abril de 2026, será próximo a los 90 km/s. Ejemplifica a la perfección el reto que puede suponer acercarse con una nave espacial a objetos tan veloces como planea la futura misión Comet Interceptor de la ESA.

Localización del Objeto interestelar A11pl3Z con el simulador del Catalina Sky Survey (CSS)
David Rankin/CSS

¿Asteroide o cometa?

La IAU ya ha confirmado que se trata de un cometa. Acaba de ser designado
por el Minor Planet Center como el cometa interestelar: 3I/ATLAS.

No era tarea fácil diferenciarlo. Las primeras imágenes obtenidas a 528 millones de kilómetros de la Tierra y a 678 millones de kilómetros del Sol lo mostraban bastante puntual, sin haber desarrollado la clásica envoltura difusa que llamamos coma y es característica de los cometas.

Sin embargo, los informes provisionales de actividad cometaria señalan una coma marginal y una cola corta de 3″ en una posición ángulo de 280 grados.

Por otro lado, es normal que un objeto sometido a las temperaturas extremadamente bajas del espacio interestelar durante millones de años pueda tardar más de lo normal en “despertar” de su letargo.

Los cometas son cuerpos con una inercia térmica significativa: el calor de la luz solar tarda en penetrar lo suficiente en el interior del objeto para que la sublimación de los hielos sea efectiva, despierte la actividad cometaria y se genere esa envoltura difusa que caracterizó al cometa 2I/Borisov.

En los próximos años está previsto que el Programa de Investigación del Espacio-Tiempo como Legado para la Posteridad (LSST) del Observatorio Vera Rubin pueda descubrir decenas de objetos interestelares. Esos descubrimientos nos permitirán aprender mucho más acerca del origen de esos rápidos intrusos, que ciertamente cabe tener en cuenta en nuestros programas de defensa planetaria.

Así pues, desde los diferentes sistemas de seguimiento de cuerpos menores, como los integrados en la International Asteroid Warning Network, estamos ahora centrados en programar observaciones de este tercer visitante interestelar durante las próximas noches, para seguir aprendiendo sobre su fugaz visita.

The Conversation

Josep M. Trigo Rodríguez recibe fondos del proyecto del Plan Nacional de Astronomía y Astrofísica PID2021-128062NB-I00 financiado por el MICINN y la Agencia Estatal de Investigación.

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Cómo proteger mejor a los menores tutelados, protegiendo a sus educadores

Source: The Conversation – (in Spanish) – By María Verónica Jimeno Jiménez, Profesora Titular Victimología, área Psicología Social, Universidad de Castilla-La Mancha

Comencé a trabajar como educadora social por casualidad, ya que no era uno de mis objetivos cuando estudié Pedagogía. Me presenté a una selección de personal de una ONG y me seleccionaron para trabajar en sus hogares tutelados. Pero ni mis experiencias profesionales anteriores como orientadora de un colegio, ni mi formación previa en Ciencias de la Educación, me sirvieron para prever lo que me iba a encontrar mi primer día de trabajo.

Allí, me encontré con un grupo de menores que, en su mayoría, a pesar de haber vivido experiencias de maltrato en sus contextos familiares, solo querían volver a sus casas. Menores que no entendían por qué tenían que vivir separados de sus familias y, en muchos casos, expresaban su frustración y dolor a través de conductas disruptiva: escapándose del hogar, recurriendo al consumo de sustancias, transgrediendo las normas…

Trabajé durante trece años en hogares tutelados. Un trabajo duro, emocionalmente intenso y muy poco reconocido, pero donde cada pequeño logro se vive con una gran satisfacción profesional y personal. Pude comprobar en primera persona cómo el maltrato vivido durante la infancia afecta de modo diferente a cada niño o niña. Pero, sobre todo, me encontré en un contexto difícil de gestionar, sin las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos y brindar el apoyo y la protección que lo menores necesitaban.

La necesidad de comprender por qué algunos de estos menores lograban salir adelante mientras otros no, y cómo los educadores sociales podían contribuir a su proceso de recuperación, despertó en mí una profunda necesidad de investigar.

Hogares tutelados: ¿qué son?

Los niños y niñas de entre 8 y 18 años que no pueden vivir con sus padres o tutores legales por diversas razones (en situación de desamparo o en grave riesgo de cualquier forma de maltrato, o cuyas familias no pueden atender sus necesidades básicas de forma temporal) conviven en grupos pequeños de diferentes edades en lo que llamamos “hogares tutelados”, pisos o casas donde están supervisados por educadores sociales.

Estos trabajan con un grupo de menores doblemente vulnerabilizado: por su condición de ser menores y por haber sufrido experiencias traumáticas durante su infancia o adolescencia. Sus circunstancias familiares a menudo han impedido que desarrollen un apego seguro con figuras adultas de referencia.

El apego desorganizado, tipo de apego inseguro que se relaciona directamente con la experiencias de maltrato en la infancia, provoca dificultades conductuales, emocionales o problemas de adaptación que requieren una intervención constante y especializada.




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Cómo crear un entorno seguro

Estos niños, niñas y adolescentes necesitan entornos seguros donde se respeten los derechos de la infancia y se promueva un ambiente protector a nivel físico, psicológico y social, y es lo que se compromete a darles la ley, por ejemplo en España.

Un ambiente protector supone no solo que no exista violencia: implica también darles la oportunidad de desarrollarse plenamente como personas, para lo que la dimensión emocional es básica. Dicho esto, ¿cuál debería ser la principal función de un educador social dentro del acogimiento residencial como sistema de protección?

El educador social debe actuar como un tutor “de apego”, capaz de fomentar un contexto compensador y promover el desarrollo de apegos seguros.

Cómo formar tutores de apego

¿Cómo se forma un educador social como tutor de apego? En general, la formación universitaria en áreas de bienestar infantil se basa en contenidos generalistas, sin ofrecer asignaturas de especialización en maltrato infantil y acogimiento residencial.

Los educadores sociales necesitan formación específica en derechos de la infancia y garantía infantil, teoría del apego, cómo se construye este y cómo influye en la evolución de los menores, rasgos asociados al tipo de apego inseguro, cómo establecer vínculos afectivos seguros con los menores, psicología del trauma y consecuencias afectivas, sociales y cognitivas de los procesos de victimización en niños y adolescentes. También cómo intervenir y actuar ante conductas disruptivas.




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Formación permanente

Aunque en los últimos años se ha avanzado en la atención residencial, mejorando las condiciones de los hogares, reduciendo la ratio de menores y contratando a profesionales con perfil específico en el área de las ciencias sociales, todavía queda mucho por hacer para mejorar la precariedad de los educadores sociales y la falta de formación continua y especializada.

Más allá de la formación que hayan recibido, los educadores sociales necesitarán formación continua en el manejo de situaciones adversas y en el acompañamiento emocional.

Es fundamental mejorar los protocolos actuales de actuación en los Hogares Tutelados. Por ello, desde el Grupo emergente de Investigación en Victimología y Psicopatología de la Infancia y de la Adolescencia (G-VIPIA) del Centro de Investigación en Criminología de la UCLM, y con el apoyo de la Dirección General de Infancia y Familia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, estamos trabajando para optimizar el modelo de intervención en estos hogares.

Protegerse para proteger mejor

Nuestro objetivo es proporcionar a los educadores sociales las herramientas necesarias para que puedan convertirse en educadores de apego, capaces de crear entornos seguros y protectores. Estos entornos permitirán a los menores tutelados reconstruir sus vínculos afectivos y superar sus traumas. Para lograrlo, es esencial una coordinación efectiva entre todas las autoridades, familias y servicios implicados.

Es necesario que la sociedad y las administraciones públicas reconozcan, apoyen y valoren el trabajo esencial que los educadores sociales llevan a cabo en estos espacios. Para lograr un acogimiento residencial de mejor calidad, con mejores programaciones y actuaciones profesionales, es necesario garantizar una formación continua de los profesionales que trabajan en ellos. Una formación que es la mejor protección para quienes protegen.

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María Verónica Jimeno Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Cómo proteger mejor a los menores tutelados, protegiendo a sus educadores – https://theconversation.com/como-proteger-mejor-a-los-menores-tutelados-protegiendo-a-sus-educadores-258513

Propiedad intelectual: retos en la legislación de la impresión 3D

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Belén María Moreno Cabezalí, Profesora de Organización de Empresas, Universidad Rey Juan Carlos

Reflexpixel/Shutterstock

La fabricación aditiva, mejor conocida como impresión 3D, está revolucionando el sector del diseño y la producción, permitiendo crear objetos tridimensionales a partir de archivos digitales. Un avance que trae consigo muchas oportunidades y una infinidad de aplicaciones, pero que también plantea grandes retos jurídicos, sobre todo en materia de propiedad intelectual.

La facilidad y velocidad de creación y distribución de diseños que permite la impresión 3D es indiscutible. Sin embargo, la legislación que debe regular el uso correcto de esta tecnología resulta aún insuficiente. La progresiva digitalización del diseño exige adaptar los marcos normativos con el fin de dar solución a los desafíos actuales.




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¿Qué es un dato de diseño?

Un concepto clave en la impresión 3D son los datos de diseño, esto es, los archivos digitales necesarios para producir un objeto tridimensional.

Por un lado, tenemos el archivo de diseño asistido por ordenador (CAD, de Computer-Aided Design), que permite modelar la geometría del objeto e incorporar parámetros técnicos. Es editable y versátil.

Por otro lado está el archivo de estereolitografía (STL), que convierte ese diseño en una malla tridimensional interpretable por las impresoras 3D, siendo éste el formato final empleado en la fabricación.

El archivo CAD puede ser considerado un programa informático bajo la categoría de obra literaria, según la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y la Directiva sobre la protección jurídica de programas de ordenador. Estos archivos pueden contener elementos sujetos a protección por derecho de autor, diseño industrial o patente, y su tratamiento jurídico sigue siendo motivo de debate.

No obstante, como señala un informe de la Comisión Europea, la protección mediante patentes se aplica sólo en casos muy específicos y, desafortunadamente, los archivos CAD rara vez califican como productos protegibles. Esto implica que su divulgación no autorizada puede supone la pérdida de control sobre la reproducción y distribución de los diseños.




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¿Modificación de un diseño o nueva creación?

Cuando se realiza una modificación sobre un diseño existente, ¿estamos ante una nueva creación que debe ser protegido o ante una obra derivada sujeta a autorización? Consideramos que hay una modificación sustancial cuando un diseño se adapta a la impresión 3D mediante cambios relevantes en su estructura, materiales, precisión o funcionalidad. Esto incluye rediseños internos, incorporación de geometrías complejas, ajustes por uso de nuevos materiales o mejoras en rendimiento y durabilidad.

Si estas alteraciones suponen una aportación creativa significativa respecto al diseño original, pueden dar lugar a una nueva creación protegible, distinta de una mera obra derivada.

Casos prácticos como ejemplos

Inspirados en el mencionado informe de la Comisión Europea, hemos exploramos distintos escenarios reales como ejemplos de los nuevos retos legales que plantea la impresión 3D:

• Conversión legítima: Una empresa adquiere un archivo CAD, pero necesita transformarlo a STL. Si no hay cláusulas contractuales en contra, la transformación no requerirá autorización y el archivo STL generado puede ser protegido como obra derivada. Esto ocurre, por ejemplo, cuando una empresa de ingeniería civil compra un modelo CAD de una pieza estructural para simular y fabricar mediante impresión 3D. En este tipo de casos, puede convertir el archivo a STL sin restricciones, ya que dicha transformación forma parte habitual de su flujo técnico y no infringe ningún acuerdo contractual.

• Negativa del suministrador: Si el proveedor no entrega el archivo STL, la empresa puede generarlo siempre que sea necesario para un uso legítimo y el contrato no lo prohíba expresamente. Un ejemplo real ocurre cuando un fabricante de maquinaria se niega a proporcionar los archivos STL de piezas de repuesto. Ante la necesidad de mantener operativo su equipo, el cliente final genera los archivos STL a partir de los diseños CAD previamente adquiridos, actuando de manera legal y justificada.

• Ingeniería inversa con modificación: Al reconstruir digitalmente una pieza mediante escaneado, si se introducen modificaciones sustanciales, tanto el archivo CAD como el STL pueden inscribirse como obras protegidas. Un ejemplo representativo es el de una startup que escanea la carcasa de un dron comercial y le introduce mejoras funcionales, como ranuras para ventilación y soportes para cámaras térmicas. El resultado es un diseño con aportes creativos propios que puede ser registrado como obra derivada bajo protección legal.

• Ingeniería inversa sin modificación: Si no se modifica la pieza y ésta se encuentra protegida por un diseño industrial vigente, se necesitaría autorización. Pasados 25 años desde su registro, un diseño industrial registrado pierde su protección, permitiendo su uso libre salvo que esté amparado por otras formas de propiedad intelectual, como el derecho de autor. Un caso típico es el escaneo y reproducción fiel de la carcasa de un panel de control de un avión comercial aún en uso. Si dicho diseño sigue registrado, su copia sin permiso constituiría una infracción.

• Producción en contextos extremos: En situaciones como misiones militares o humanitarias, puede ser necesario fabricar piezas que no están disponibles. Si se realizan modificaciones importantes al diseño original, podrían generarse nuevas obras protegidas por derechos de autor. En caso contrario, podría producirse una infracción. No obstante, en contextos de emergencia, como sucedió durante la pandemia de covid-19, cuando el hospital de Chiari, en Italia, logró producir válvulas de respiradores mediante impresión 3D ante la falta de suministros, el uso de diseños protegidos sin permiso puede justificarse por razones de interés público. Lo mismo puede aplicarse en un conflicto armado, donde se recurra a la impresión 3D para fabricar un soporte de tren de aterrizaje de un avión de combate y así mantenerlo operativo. En este tipo de escenarios, la ley puede contemplar excepciones, siempre que la actuación sea proporcional, necesaria y se intente compensar al titular de los derechos.




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Desafíos normativos entre territorios

El informe de la Comisión Europea destaca expresamente que no existe un marco armonizado para la protección jurídica de los archivos digitales en el contexto de la impresión 3D.

La legislación aplicable depende del lugar donde se genera o transforma el archivo, de si los derechos están registrados en el país correspondiente y de los tratados internacionales en juego. Dado que los derechos de propiedad intelectual son territoriales, una acción legal válida en un país puede no tener efecto en otro.

La fragmentación normativa entre Estados miembros de la Unión Europea genera inseguridad jurídica. Aunque organismos como la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Oficina Europea de Patentes (OEP) han comenzado a abordar estas cuestiones, aún no existe un marco armonizado y específico.




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Propuestas ante los retos legales

Para avanzar hacia una gestión más eficaz, proponemos la aplicación de cuatro medidas fundamentales:

• Establecer registros específicos para archivos de diseño tridimensional.

• Fomentar tecnologías de protección digital, como marcas de agua o cifrado.

• Desarrollar contratos claros que definan autoría, derechos y licencias en proyectos colaborativos.

• Promover la educación jurídica entre diseñadores, ingenieros y fabricantes.

En conclusión, si queremos llegar a un equilibrio entre innovación, protección de los diseños digitales y seguridad jurídica efectiva, no habrá más remedio que adaptar el marco jurídico de la impresión 3D.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

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Tunicelas, jubones, cueras… ¿qué llevaban puesto los intérpretes en los teatros del Siglo de Oro?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Javier Mora García, Profesor de lengua e investigador, Universidad de Valladolid

‘El teatro’, de Ricardo Urgell Carreras. Museo del Prado

El teatro es un espectáculo que ha existido desde tiempos inmemoriales y que sigue muy vivo en la actualidad. Su esencia es la escenificación de un texto delante del público. Y aunque toda la representación pivota alrededor de esa pieza dramática, que tiene un valor incalculable, en ella también intervienen otros elementos.

Uno de ellos es el vestuario, que sirve para representar y caracterizar a los personajes. Con la ropa que visten y los complementos no solo podemos identificarlos, sino también conocer sus verdaderas intenciones en el drama.
Y en el Siglo de Oro, una época dramatúrgicamente muy rica para España, encontramos atuendos que siguen utilizándose en la actualidad.

Porque… ¿cómo se vestían los intérpretes en ese periodo?

Vestirse desde dentro

Corpiño. España. Principios siglo XVIII.
Metropolitan Museum. Nueva York.

La camisa, prenda interior, era lo primero que se ponían los actores. Era una vestimenta blanca, larga y fina que en ocasiones cubría el cuello y que podía llevar encajes tanto en la parte superior como en las mangas.

También había variaciones de esto, como la túnica –la misma que se utilizaba en época romana– y la tunicela –como la anterior pero de menor tamaño–, utilizadas para encarnar a personajes de la Antigüedad. Igualmente, existía la vestidura episcopal, una prenda única a modo de vestido, con mangas cortas, que se ponía debajo de la casulla.

Sobre las anteriores, las actrices utilizaban el corpiño –que se ajustaba a la camisa– o la faja –alrededor del cuerpo–.

Encima de estas prendas se ponían las ropas de vestir a cuerpo. Eran las que daban decoro tanto a los hombres como a las mujeres que las llevaban. Ellos utilizaban sobre todo jubones y coletos para cubrir el torso, pero para el abdomen y las piernas había mayor variedad de opciones. Las botargas, por ejemplo, solían ser de colores porque las llevaban personajes ridículos de comedias. Asimismo existían las calzas, de una pieza hasta el siglo XVI y de dos a partir de entonces: las superiores se llamaban también muslos y las inferiores medias calzas o medias.

Con el tiempo, las calzas fueron sustituidas por los calzones, con unas perneras que llegaban hasta las rodillas. Estos también eran conocidos como muslos o gregüescos, siendo una variedad de estos últimos los valones. Todos fueron reemplazados posteriormente por los calzoncillos en los hombres y las bragas en las mujeres.

Las mujeres tenían el sayuelo, que cubría el tórax –relevado por el jubón–, y la basquiña, que cubría desde la cintura hasta el suelo.

Abrigarse en escena

Los trajes de encima, por su parte, se colocaban sobre las anteriores prendas, y en ellos encontramos varias posibilidades.

La ropilla fue el más importante del Siglo de Oro. Iba entallada a la cintura y se completaba con unas faldillas. En origen solo estaba destinada a los hombres, pero en el siglo XVII también comenzaron a vestirla las actrices. El sayo, que cubría la rodilla e incluso el tobillo, cayó en desuso en detrimento de la cuera o la ropilla.

La cuera era una especie de chaqueta de piel que se colocaba sobre el jubón. Se introdujo en el vestuario civil desde el atuendo militar y eso identificaba a los intérpretes en papeles castrenses. También estaban el faldón, una especie de falda que normalmente iba con la túnica, o la marlota, vestidura morisca que permitía representar personajes árabes.

Una capa rosa con el borde decorado.
Ejemplo de ferreruelo.
Victoria & Albert Museum

Asociados a los papeles de pastores se encontraban el pellico –una zamarra– y el vaquero –una falda muy amplia–. El roquete, una vestidura blanca cerrada y con mangas, se vinculaba con otro estamento de la sociedad: los obispos.

Había otros elementos que se utilizaban para cubrir estas ropas, como la capa, típica de los hombres. También empleaban el capuz, parecido a la anterior, y el capotillo, que era unisex y que podían llevar tanto caballeros como villanos. Y alcaldes, cortesanos o estudiantes solían vestir el ferreruelo, otra variedad de la capa.

Que no falten los complementos

Chaqueta con cuello alto cerrada con una especie de ligazón decorativo.
Chaqueta del siglo XIX cerrada con alamares.
Wikimedia Commons

Los elementos de adorno también eran importantes. Ahí encontramos broches, denominados alamares, argentería –bordados de plata–, banderas –insignias militares que portaban actores que representaban a estos personaje– o pasamanos –una especie de trencillas para adornar los vestidos–. La cabeza se cubría con bonetes –que portaban los eclesiásticos–, gorras –para las labradoras– o mitras –destinadas a los persas–.

Como vemos, en el Siglo de Oro había mucha rigurosidad con el decoro de los personajes, ya que se entendía que era una parte esencial de la escenografía. El vestuario permitía que el espectador lograse identificar inmediatamente a quién se estaba representando. La primera impresión que tenía la audiencia venía dada por estas prendas y su mayor o menor afinidad con los intérpretes estaba determinada por si estaban mejor o peor vestidos.

Por otro lado, las posibilidades económicas de las compañías teatrales eran variadas. Por este motivo, aquellas obras con mayor riqueza de vestuario y un mejor cuidado de las prendas estaban costeadas por grupos con gran poder adquisitivo, mientras que los más humildes no podían permitirse este despliegue de medios.

En definitiva, este vestuario teatral del Siglo de Oro no solo ha demostrado la gran variedad de prendas que portaban los intérpretes teatrales, sino también su pervivencia. Aunque algunas han desaparecido, otras se siguen utilizando en la actualidad y sirven no solo para caracterizar a los personajes, sino también para acercarnos al teatro de esta época.


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The Conversation

Javier Mora García no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Tunicelas, jubones, cueras… ¿qué llevaban puesto los intérpretes en los teatros del Siglo de Oro? – https://theconversation.com/tunicelas-jubones-cueras-que-llevaban-puesto-los-interpretes-en-los-teatros-del-siglo-de-oro-253398

¿Podrá EE. UU. cumplir su amenaza de imponer aranceles a España por no subir su gasto en defensa?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Armando Alvares Garcia Júnior, PDI. Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

Donald Trump junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, durante la cumbre del Tratado que tuvo lugar el pasado 25 de junio en La Haya. Brian Jason/Shutterstock

Durante la última cumbre de la OTAN, celebrada en La Haya el pasado 25 de junio, el presidente estadounidense Donald Trump lanzó una advertencia directa a España: si no incrementa su gasto militar hasta el 5 % de su PIB, Estados Unidos le impondrá represalias comerciales.




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Esta amenaza, expresada con la frase “les vamos a hacer pagar el doble” mediante la política arancelaria, ha generado preocupación en sectores económicos españoles con fuertes vínculos comerciales con EE. UU. como el del aceite de oliva, el vino y los productos farmacéuticos.

Pero ¿es realmente viable desde un punto de vista jurídico la aplicación de esta medida?

Comercio exterior: competencia de Bruselas

Desde la perspectiva europea, la Unión está legalmente protegida por el principio de competencia exclusiva en materia de política comercial: solo la Comisión Europea puede negociar, imponer o responder a aranceles, lo que impide que Estados Unidos pueda sancionar sólo a España, sin involucrar al resto del bloque. Cualquier intento de penalización unilateral vulneraría el marco establecido por el Derecho de la UE y llevaría inevitablemente a respuestas conjuntas.

Por otra parte, Washington cuenta con herramientas legislativas –la Sección 232 del Trade Expansion Act, la Sección 301 del Trade Act y la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional– que le permiten imponer aranceles frente a prácticas comerciales que su gobierno considere “injustas”.

De hecho, Trump ya ha aplicado este año aranceles elevados a productos como el acero o el aluminio, y ha amenazado con aumentar hasta un 200 % los impuestos sobre vinos y licores europeos. Sin embargo, los tribunales estadounidenses han bloqueado algunas de estas medidas al considerar que exceden los poderes presidenciales o contravienen la Constitución, lo que revela límites internos a su actuación.




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Las herramientas de la OMC

Desde el punto de vista de la Organización Mundial del Comercio (OMC), si Estados Unidos impusiera gravámenes adicionales sin base jurídica válida estaría infringiendo los acuerdos de comercio internacional ya pactados.

Las únicas excepciones aceptadas por la OMC son aquellas derivadas de riesgos a la seguridad nacional, pero su interpretación es limitada y, además, la UE ya ha iniciado consultas ante el organismo multilateral contra los aranceles anunciados por Trump el pasado mes de abril.

Dado que el Órgano de Apelación de la OMC está paralizado desde diciembre de 2019, cuando la primera Administración Trump bloqueó su renovación para evitar resoluciones contrarias a los intereses estadounidenses, la Unión Europea ha adaptado su legislación mediante la enmienda a su reglamento de ejecución de comercio (Reglamento 654/2014), en vigor desde febrero de 2021, para autorizar represalias unilaterales en caso de que la parte contraria recurra a la llamada “apelación en el vacío” (es decir, que no suspende la ejecución de la resolución apelada).

En paralelo, la UE –junto a países como Canadá, Noruega, Brasil y Reino Unido, el último en sumarse)– impulsa mecanismos alternativos bajo el amparo de las normas establecidas por la OMC, que faciliten la resolución de disputas comerciales entre los miembros firmantes mientras persista el bloqueo institucional.

La Comisión Europea también pretende involucrar a los países integrantes del Acuerdo de Asociación Transpacífico (CPTPP). Entre otros, Australia, Canadá, Chile, Japón, México, Perú, Singapur y el Reino Unido (que se adhirió a ese bloque en diciembre de 2024).




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Ley y orden

Aunque políticamente poco probable, Trump podría imponer aranceles selectivos a España amparándose en su normativa nacional, o incluso alegando una emergencia nacional, pese a que estas decisiones violarían los compromisos de EE. UU. ante la OMC y la UE.

Desde el punto de vista jurídico, actuar de forma discriminatoria dentro de la Unión Aduanera Europea contravendría tanto el principio de no discriminación o de nación más favorecida, por el que cada país miembro de la OMC trata por igual al resto –es decir, como a sus interlocutores comerciales más favorecidos–, como los límites fijados en los acuerdos ya abarcados por el organismo multilateral.

Incluso si EE. UU. justificara adecuadamente una excepción de seguridad nacional para la aplicación de aranceles extraordinarios a España, la OMC podría examinar y limitar la medida por tratarse de una cláusula no autoejecutable, cuya entrada en vigor requiere de actos administrativos o legislativos que la hagan aplicable.

¿Negociación o presión?

En un momento en que Bruselas renegocia sus acuerdos comerciales con Washington –aunque el plazo inicialmente fijado para el 9 de julio podría prolongarse incluso hasta septiembre– la amenaza de Trump, en apariencia dirigida a los miembros de la OTAN, también busca influir en la negociación comercial.

Si Estados Unidos intentara penalizar a España de forma individual se encontraría con la defensa colectiva de Bruselas, obligada a salvaguardar la integridad del mercado único.

Unidad europea e intereses comerciales

Política y económicamente, la amenaza a España le sirve al presidente estadounidense como arma de negociación. Pero la UE tiene la capacidad legal para iniciar consultas en la OMC, ganar arbitrajes y activar medidas de represalia unilaterales, incluso sin que el Órgano de Apelación de la OMC esté funcionando plenamente. Así, aunque posible, esta medida carece de justificación jurídica sólida y no escaparía de una respuesta organizada desde Bruselas.

Por otra parte, dentro del bloque europeo, Alemania presiona para alcanzar un acuerdo “rápido y sencillo”, centrado en sectores críticos como la automoción y la industria farmacéutica. El canciller Merz advierte que el sector exportador alemán no puede permitirse demoras.

Aunque Trump utilice el gasto en defensa como palanca cruzada, la UE debe mantener su coherencia negociadora, tratando a España como parte inseparable del bloque y evitando ceder ante amenazas externas.

The Conversation

Armando Alvares Garcia Júnior no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Podrá EE. UU. cumplir su amenaza de imponer aranceles a España por no subir su gasto en defensa? – https://theconversation.com/podra-ee-uu-cumplir-su-amenaza-de-imponer-aranceles-a-espana-por-no-subir-su-gasto-en-defensa-260001

¿Un oso y una foca jugando? Lo que ocultan las imágenes virales de animales creadas con IA

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Rocío Serrano Rodríguez, Profesora del Departamento de Educación, Universidad de Córdoba

Imagen de focas generada con IA. Pixabay

¿Se ha preguntado alguna vez si ese adorable vídeo de un oso polar asustado por un cachorro de foca es real? En la era de la inteligencia artificial generativa, crear imágenes y vídeos hiperrealistas es más fácil que nunca.

La generación de contenido creado con esta tecnología está transformando la forma en que percibimos la fauna silvestre, planteando serios desafíos: muchas de esas representaciones son falsas. Estas imágenes y vídeos pueden engañar incluso a los ojos más expertos, distorsionando nuestra comprensión del mundo natural y poniendo en riesgo los esfuerzos de conservación.

La era de la desinformación también afecta al mundo animal

Las redes sociales se han convertido en un terreno fértil para la difusión de imágenes generadas por inteligencia artificial. Su facilidad de creación y el fuerte impacto emocional que pueden provocar han llevado a la proliferación de escenas encantadoras pero irreales: animales realizando comportamientos imposibles o animales silvestres mostrando una relación afectiva con los humanos.

Ya sabíamos que las imágenes y vídeos de animales, especialmente de perros y gatos, son uno de los contenidos más compartidos en redes sociales. Vemos ahora que los algoritmos de la IA son especialmente eficaces generando imágenes atractivas cuando el contenido incluye animales, más que cuando lo hacen con personas reales.

Animales protagonistas en redes

El contenido que despierta ternura o asombro se comparte más, y eso motiva a muchos creadores a recurrir a la IA generativa para maximizar su alcance. Estas imágenes a menudo antropomorfizan a los animales, haciéndolos más comprensibles o entrañables para el espectador humano, aunque representen escenas completamente ficticias e inverosímiles.

Por ejemplo, un vídeo de unos veterinarios asistiendo un parto de una tigresa tiene más de 51 millones de reproducciones en Instagram y está generada por IA. Otros vídeos que tratan los animales como personas pueden volverse virales, como una capibara acicalándose en una bañera (49 millones de reproducciones en TikTok), o un canguro en la puerta de embarque de un avión (casi 20 millones de reproducciones en Instagram).

Falta de contacto real con la naturaleza

A esto se suma una desconexión creciente de la ciudadanía con la naturaleza. Muchas personas, en especial jóvenes, tienen poco contacto directo con la fauna silvestre, lo que dificulta que puedan distinguir entre lo real y lo falso.




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De ahí que algunos puedan llegar a creer en criaturas mitológicas como los unicornios o en híbridos imposibles, como los “perro-gato” o los “hipogrifos”. ¡La fantasía cobra forma digital!

Las consecuencias invisibles

¿Qué niño o niña no ha soñado con ir a lomos de un unicornio?

Esta creatividad sin límites a la que nos da acceso la tecnología no supone solo un problema en cuanto a fomentar nociones erróneas de la vida silvestre. Algunas imágenes falsas pueden generar una percepción errada sobre la abundancia o distribución de ciertas especies, dando la impresión de que no están en peligro cuando en realidad podrían estar al borde de la extinción.

También pueden interferir con el conocimiento ecológico: si las características físicas, ecológicas o comportamentales de los animales son manipulados digitalmente, el público puede adquirir una comprensión distorsionada de la realidad, dificultando el aprendizaje científico y la acción conservacionista.




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Por ejemplo, algunos vídeos creados por IA muestran comportamientos afiliativos y de cooperación entre especies que en el mundo real compiten entre sí, o incluso tienen un relación de depredadores y presas. En otros el tamaño, la forma o los colores no se corresponden con la realidad. Otros vídeos muestran densidades de animales inusualmente elevadas, de nuevo, falsas.

Educar para discernir

¿Cómo garantizar que las futuras generaciones desarrollen una relación sana y sincera con la naturaleza? La respuesta pasa por la educación, la regulación tecnológica y la colaboración entre ciencia y comunicación.

Los niños y las niñas comienzan a usar las tecnologías y a consumir todo tipo de información desde edades cada vez más tempranas. Por ello, es fundamental fomentar el pensamiento crítico y la alfabetización digital desde la primera infancia. Las redes sociales, por su parte, deben asumir mayor responsabilidad y procesos más transparentes de generación de imágenes limitando la difusión de contenido falso.




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La alianza entre la comunidad científica y los profesionales de la comunicación es clave para crear materiales educativos rigurosos que enseñen a distinguir la ficción de la realidad. También lo es el desarrollo de tecnologías que permitan detectar contenido creado con IA con precisión.

Lo que puede hacer cada uno de nosotros

Pero la lucha contra la desinformación comienza por la ciudadanía. Estas son algunas cosas que todos podemos hacer para evitar que el contenido falso se difunda:

  • Poner en duda: antes de compartir un vídeo o imagen de animales, pregúntate si podría ser falsa. ¿La fuente es fiable? ¿La escena resulta plausible?

  • Verificar: busquemos otras fuentes que validen la imagen. Basémonos sobre todo en información de organizaciones de conservación y medios reconocidos.

  • No compartir contenido dudoso: si tenemos dudas es mejor abstenernos. Evitar propagar desinformación también es una forma de proteger a la naturaleza.

  • Educar: hablar del tema con nuestro entorno ayudará a fomentar el pensamiento crítico y compartir herramientas de verificación.

  • Participar: podemos involucrarnos en proyectos de ciencia ciudadana como [ConCiencia-2] de la Universidad de Córdoba, que permiten conocer y documentar la fauna real de forma activa y educativa.

La verdad también puede ser viral

La proliferación de imágenes y vídeos falsos de animales representa un reto creciente, pero no insuperable. Podemos contrarrestarlo con información verificada, pensamiento crítico y acción colectiva. Además, la tecnología bien utilizada puede acercarnos más que nunca a la naturaleza real.

La verdad también puede hacerse viral. Abordar la desinformación en torno a la fauna silvestre requiere un compromiso activo con la veracidad y la divulgación basada en evidencia. Promover imágenes y relatos fieles a la realidad biológica no solo fortalece la cultura científica, sino que también fortalece las estrategias de conservación al fomentar decisiones informadas y socialmente responsables.

The Conversation

Tamara Murillo Jiménez recibe fondos de Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Antonio José Carpio Camargo, José Guerrero Casado y Rocío Serrano Rodríguez no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.

ref. ¿Un oso y una foca jugando? Lo que ocultan las imágenes virales de animales creadas con IA – https://theconversation.com/un-oso-y-una-foca-jugando-lo-que-ocultan-las-imagenes-virales-de-animales-creadas-con-ia-257203

Afinar nuestro cerebro como si fuera un instrumento musical: ¿funciona de verdad el ‘neurofeedback’?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge Romero-Castillo, Profesor de Psicobiología e investigador en Neurociencia Cognitiva, Universidad de Málaga

Una mujer se somete a una electroencefalografía, técnica con la que se realiza el ‘neurofeedback’. LiVisuals/Shutterstock

¿Le gustaría ver sus pensamientos en directo e intentar cambiar los que no le gusten? En líneas generales, en eso consiste el denominado neurofeedback. Es una “técnica de entrenamiento” que permite observar nuestra actividad cerebral en tiempo real para aprender a modularla de forma voluntaria, gracias al uso de la electroencefalografía (EEG).

Imaginemos el cerebro como si fuera un instrumento musical. Las ondas cerebrales actúan como notas que al principio pueden ser caóticas. Sin embargo, mediante una práctica retroalimentada, se empiezan a identificar patrones y se mejora la armonía entre pensamientos, emociones y conductas. Es decir, el neurofeedback podría ayudar a “afinar” el cerebro.

Pero, ¿estamos ante una melodía con una base científica sólida o solo son acordes aislados sin conexión entre ellos? Este artículo explora si el neurofeedback puede participar en la orquesta de las terapias eficaces o si debe realizar más ensayos rigurosos antes de subirse al escenario principal.

Componiendo gracias a la electroencefalografía

El propósito de la electroencefalografía es registrar las diminutas señales eléctricas generadas por las neuronas. Para ello, se colocan pequeños electrodos en el cuero cabelludo siguiendo un sistema estandarizado llamado “10-20”. Este método asegura que se cubran bien las distintas zonas cerebrales.

Posteriormente, las señales cerebrales captadas se traducen a ondas según su frecuencia, medida en hercios (Hz), y su amplitud, medida en microvoltios (μV). Estas ondas (que también sirven para analizar la sincronía entre distintos cerebros) se toman como indicativo del estado mental de la persona.

Brevemente, las ondas y su asociación con estados mentales son las siguientes:

  • Delta (0.5–4 Hz), sueño profundo.

  • Theta (4–8 Hz), relajación y ensoñación.

  • Alfa (8–12 Hz), calma.

  • Beta (13–35 Hz), atención activa.

  • Gamma (>35 Hz), procesos cognitivos complejos.

Al registrar la señal EEG en un punto concreto, es posible identificar qué tipo de onda predomina. Esto da pistas sobre el estado funcional de esa área: relajación, atención, etc. En otras palabras, el ritmo de las ondas nos ayuda a entender la “resonancia” de una parte del cerebro en cada momento.

Escuchando al cerebro para reescribir la partitura

El principal objetivo del neurofeedback es que la persona aprenda a detectar los desequilibrios en las ondas y regule el “ritmo” cerebral en función de las necesidades terapéuticas.

Actualmente, existen varios tipos de neurofeedback y diversos protocolos de entrenamiento. Por ejemplo, el protocolo alfa (basado en aumentar esas ondas) se utiliza habitualmente para aliviar el dolor y la ansiedad (las ondas alfa se incrementan durante la meditación y el mindfulness).

El protocolo beta se utiliza para mejorar el enfoque y la atención, mientras que el protocolo alfa/theta es uno de los entrenamientos más populares para reducir del estrés.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay más.

Es importante destacar la complejidad del procedimiento, tanto por la dificultad de registrar con precisión la actividad EEG en distintas áreas cerebrales como por interpretar y relacionar esas señales con estados mentales (o trastornos). A pesar de tales limitaciones, el neurofeedback ha sido aplicado para tratar distintas alteraciones.

Una sinfonía de terapias

El primer estudio terapéutico con neurofeedback se publicó en 1972 y se aplicó como tratamiento para la epilepsia, con resultados positivos.

Trabajos posteriores indicaron que los beneficios se podrían mantener incluso una década después del tratamiento, lo que convertiría al neurofeedback en un complemento adecuado para epilepsias resistentes a la medicación.

Más de 50 años después del primer estudio, este procedimiento se ha utilizado en multitud de trastornos psicológicos y otros problemas clínicos, que se podrían listar como las canciones de un grupo musical.

Junto a la epilepsia, que sería el hit más antiguo, los trastornos donde más se ha utilizado son: TDAH (una etiqueta controvertida debido a su origen y al uso de psicofármacos en infancia), depresión, ansiedad, autismo, insomnio, dificultades de aprendizaje (dislexia, discalculia y disgrafía), adicción a las drogas (alcohol incluido), esquizofrenia, estrés postraumático y alzhéimer.

Algunos problemas clínicos menos populares (donde menos se ha utilizado) son: migrañas, trastornos alimentarios, párkinson, fibromialgia y TOC.

Incluso, se ha utilizado en personas sanas para promocionar la salud, favorecer la creatividad musical y mejorar el rendimiento deportivo.

Improvisando entre silencios incómodos

Pero la popularidad del neurofeedback no siempre refleja su eficacia. Por ejemplo, en población infantil etiquetada con TDAH, la clasificación de la International Society for Neurofeedback and Research indica que alcanza un nivel 4 de eficacia (sobre 5). Sin embargo, metaanálisis recientes muestran que no existen beneficios significativos.

También existen dudas sobre si el éxito obtenido en algunos estudios se debe realmente al tratamiento o a un posible efecto placebo, ya que la sugestión por sí sola puede reducir la sintomatología del llamado TDAH. Adicionalmente, en personas adultas no se han encontrado efectos específicos.

El neurofeedback dirigido específicamente a tratar la depresión cuenta con un escaso apoyo de los trabajos existentes (la mayoría se ajustan al nivel 2). La principal complicación que impide alcanzar mayor evidencia es el número relativamente alto de estudios no controlados. A pesar de que la técnica se lleva usando varias décadas, aún se percibe como prometedora para reducir sintomatología depresiva en el futuro.

En el caso de trastornos de ansiedad, sí se han obtenido resultados particularmente positivos. Sin embargo, estudios bioéticos advierten que asociar dichos resultados al efecto del neurofeedback podría constituir un engaño involuntario (podría suponer una atribución errónea de los beneficios obtenidos al procedimiento, incluso si no existe intención de engañar).

Al compás de la incertidumbre

En definitiva, el neurofeedback se ha utilizado sobre todo como tratamiento complementario en diversos trastornos y alteraciones, pero la investigación actual no respalda su eficacia. La falta de protocolos estandarizados, la escasa presencia de estudios de “doble ciego” y la limitada aplicación de grupos placebo (debido a cuestiones éticas, especialmente importantes en la infancia) dificultan atribuir una relación causa-efecto.

Resumiendo: la eficacia más allá del efecto placebo no está demostrada.

Lo cierto es que personas han utilizado esta herramienta expresan una “alta satisfacción” con la experiencia, sin cuestionar en profundidad cómo o por qué funciona. Sin embargo, desde una mirada científica, la satisfacción subjetiva no basta. El neurofeedback no logra dar con la tecla adecuada: necesita ensayar más o retirarse de los escenarios.

The Conversation

Jorge Romero-Castillo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Afinar nuestro cerebro como si fuera un instrumento musical: ¿funciona de verdad el ‘neurofeedback’? – https://theconversation.com/afinar-nuestro-cerebro-como-si-fuera-un-instrumento-musical-funciona-de-verdad-el-neurofeedback-257833

Cuando el cáncer hiberna: el papel oculto de las células madre cancerígenas

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jesús Ruiz Espigares, Estudiante predoctoral en la Universidad de Granada, Universidad de Granada

Recreación de una célula cancerosa invadiendo un tejido CI Photos/Shutterstock

Imagine que logra apagar un incendio forestal tras mucho esfuerzo. Parece que todo ha terminado, pero el fuego vuelve a brotar desde el suelo días después. ¿Qué ha ocurrido? Había brasas escondidas, invisibles pero activas, esperando el momento justo para arder otra vez.

En el cuerpo humano puede pasar algo parecido con ciertos tipos de células tumorales. Aunque los tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia parezcan haber eliminado el cáncer, algunas células muy especiales pueden quedarse ocultas, sin hacer ruido, hasta que un día vuelven a encender el fuego. Son las células madre cancerígenas, el corazón del tumor y, a menudo, la principal amenaza.

Las arquitectas invisibles del cuerpo

Las células madre son una especie de “todoterreno” biológico. Pueden dividirse tanto para generar copias de sí mismas como transformarse en células especializadas, según lo que el cuerpo necesite.

Existen diferentes tipos. Las embrionarias, por ejemplo, tienen un potencial enorme, pudiendo dar lugar a cualquier tipo celular del organismo. En cambio, las adultas viven en tejidos como la piel, la médula ósea o el intestino, y se encargan de mantener y reparar esas zonas durante toda la vida.

Gracias a ellas, nuestro cuerpo se renueva constantemente. Sin estas células, la sangre no se regeneraría, la piel no sanaría y el intestino no podría restaurar su mucosa.

Tanto es su potencial que las células madre han abierto la puerta a nuevas terapias. Mediante su uso, se busca restablecer tejidos dañados o tratar enfermedades que hasta hace poco parecían imposibles de abordar.

Pero, como ocurre a veces en la biología, algo con tanto potencial también puede desviarse de su camino.

Cuando la regeneración se vuelve contra nosotros

Las células madre cancerígenas se parecen mucho a las células madre sanas, pero tienen una diferencia crítica: están aliadas con el tumor. Son pocas, pero tienen un poder inmenso. Pueden generar nuevas células tumorales, adaptarse a su entorno e incluso resistir a muchos tratamientos.

¿De dónde vienen? Aún no está claro del todo. Puede que se trate de células madre sanas que han mutado o células tumorales que han “reaprendido” a comportarse como células madre. En cualquier caso, parecen tener acceso a una especie de “manual interno” que les permite sobrevivir en condiciones extremas, pudiendo entrar en estado de latencia, resistir los efectos de la quimioterapia o radioterapia y reactivarse más adelante.

Nuestras protagonistas también explican por qué un mismo tumor contiene diferentes tipos celulares, complicando más si cabe la respuesta a los diferentes tratamientos. Es como si dentro del tumor hubiera toda una sociedad celular, con las células madre cancerígenas en el centro organizando el caos.

La semilla de la recaída y la metástasis

Los tratamientos contra el cáncer están pensados, en su mayoría, para eliminar las células que se dividen rápido. Y eso, por lo general, funciona bien con la mayor parte del tumor.

Pero las células madre cancerígenas juegan a otra cosa: muchas de ellas se dividen muy despacio o directamente “hibernan”, lo que las hace casi invisibles a la quimioterapia y la radioterapia.

Esta característica, que parece una debilidad, es en realidad una estrategia de supervivencia. Se quedan en un segundo plano mientras el tratamiento actúa y reaparecen cuando todo ha pasado. Esto explica por qué algunos tumores que habían desaparecido aparentemente por completo vuelven meses o incluso años después.

Como explica el investigador Robert Cho, de la Universidad de Stanford: “Puedes pasar por un gran jardín con un cortacésped, pero las malas hierbas volverán a crecer a menos que elimines las raíces.” Y eso es, precisamente, lo que hacen las células madre cancerígenas: actuar como raíces escondidas que, si no se eliminan, volverán a generar el problema.

Además, por si fuera poco, estas células pueden abandonar el tumor original, viajar a través de la sangre o la linfa y colonizar otros órganos. Cuando encuentran el entorno adecuado, forman un nuevo tumor. Este proceso, denominado metástasis, convierte a las células madre cancerígenas en las principales responsables de la recaída y del mal pronóstico en muchos tipos de cáncer como el de páncreas, mama, próstata o cerebro.

Reprogramar el cáncer: cómo desactivar sus órdenes desde dentro

Como hemos visto hasta ahora, estas células resultan difíciles de eliminar. Pero no solo eso: también son increíblemente adaptativas. De ahí que muchos investigadores se estén centrando no en destruirlas directamente, sino en hacer que cambien su comportamiento.

Una de las estrategias más prometedoras consiste en interferir con sus rutas moleculares internas. Las células madre cancerígenas dependen de señales específicas para mantenerse en su estado “madre”, como las rutas llamadas Wnt, Notch o Hedgehog. Si se logran bloquear estas señales, las células pierden su capacidad de autorrenovarse y se vuelven más vulnerables.

Otra línea de investigación se basa en obligarlas a “diferenciarse”, es decir, convertirlas en células tumorales comunes que ya no tienen ese poder regenerativo. Estas células diferenciadas son mucho más fáciles de eliminar con los tratamientos tradicionales.

También se están explorando formas de sacarlas de su estado latente. Hacer que “se activen” puede parecer contraproducente, pero en realidad permite que sean detectadas y atacadas antes de que generen un nuevo tumor.

Terminar de apagar las brasas

En esta era de la medicina, la lucha contra el cáncer no solo se basa en detectar un tumor y eliminarlo. El reto está en ir más allá, en entender cómo se mantiene vivo, cómo se adapta y, sobre todo, cómo evitar que vuelva. Las células madre cancerígenas han cambiado por completo nuestra manera de ver el cáncer. Ya no lo entendemos como una masa uniforme, sino como un ecosistema que evoluciona, se protege y se esconde.

Apagar esas brasas invisibles no es fácil, pero si logramos entenderlas bien, si aprendemos a anticiparnos, a bloquear sus rutas y a eliminar su raíz, estaremos más cerca de una medicina que no solo trate el cáncer, sino que evite que vuelva a aparecer.

The Conversation

Jesús Ruiz Espigares no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Cuando el cáncer hiberna: el papel oculto de las células madre cancerígenas – https://theconversation.com/cuando-el-cancer-hiberna-el-papel-oculto-de-las-celulas-madre-cancerigenas-260028

¿Cómo enfriar casas tradicionales sin aire acondicionado? La ciencia detrás de los “ladrillos inteligentes”

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Nazaret Ruiz Marín, Profesora del área de máquinas y motores térmicos, Universidad de Cádiz

Olezzo/Shutterstock

Hace calor. Son las cinco de la tarde y la temperatura interior de la vivienda de Ahmed, en Marruecos, supera los 32 °C. Fuera, el sol golpea con fuerza, pero él no tiene aire acondicionado. Tampoco lo necesita. Su casa, construida con ladrillos especiales que contienen materiales de cambio de fase –aquellos que absorben o liberan grandes cantidades de energía térmica durante su cambio de estado–, mantiene una temperatura interior estable gracias a un fenómeno físico. El calor no entra de golpe, sino que queda absorbido en las paredes.

¿Qué tiene de especial este ladrillo? Durante el día, cuando las temperaturas suben, almacena el exceso de calor. Y al llegar la noche, lo libera lentamente cuando el ambiente se enfría. No hay ventiladores, ni compresores, ni consumo eléctrico: solo física aplicada al diseño.

Este tipo de tecnología pasiva ya se está probando en regiones cálidas como India, Argelia, México o el sur de Europa. Y puede cambiar por completo cómo nos protegemos del calor sin depender de sistemas activos que consumen energía y generan emisiones.




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¿Qué son los PCM y por qué son importantes?

Los materiales de cambio de fase (PCM, por sus siglas en inglés), al cambiar de estado, por ejemplo de sólido a líquido, absorben o liberan calor sin variar su temperatura, un fenómeno conocido como almacenamiento de calor latente. Durante el día, cuando la temperatura sube, el PCM absorbe ese exceso de calor y se funde. Por la noche, cuando baja la temperatura, el material se solidifica y libera el calor acumulado. Este ciclo se repite cada día, permitiendo mantener temperaturas interiores más estables y reduciendo los picos de calor sin necesidad de climatización mecánica.

Existen fundamentalmente tres tipos de PCM: parafinas, sales hidratadas o mezclas eutécticas, cada una con ventajas y limitaciones. Su selección depende de factores como el clima, el tipo de edificio y el rango de temperatura deseado.




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Ladrillos inteligentes: cómo integrar PCM en la construcción

Convertir un ladrillo en un regulador térmico no requiere reinventar la arquitectura, sino repensar sus materiales. Hoy en día, existen varias formas de incorporar los PCMs en los elementos constructivos, y no todas implican el mismo nivel de complejidad.

Algunas técnicas directas, como mezclar el PCM con cemento o sumergir los ladrillos en él, resultan sencillas, pero pueden provocar filtraciones y pérdida de eficacia. Una alternativa más práctica y segura es llenar las cavidades internas del ladrillo con PCM encapsulado. Así, se aprovecha el espacio del propio material de construcción para almacenar energía térmica, algo especialmente útil en climas calurosos, donde ayuda a mantener una temperatura interior más estable.

Por otro lado, las técnicas de integración indirecta apuestan por envolver el PCM en pequeñas cápsulas, tubos o placas, que luego se insertan en los huecos del ladrillo o se incorporan como capas añadidas. Esta opción facilita el mantenimiento, permite reemplazar el PCM sin afectar la estructura y abre la puerta a soluciones modulares y adaptables.

Ambos enfoques tienen un fin común: convertir muros pasivos en componentes activos que interactúan con el entorno. No es casualidad que esta tecnología esté despertando interés en regiones con veranos cada vez más extremos. Marruecos, India, México, Taiwán o el sur de España ya cuentan con investigaciones y ensayos que demuestran su efectividad. Porque si el calor entra por las paredes, ¿por qué no convertir esas mismas paredes en parte de la solución?




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¿Qué beneficios aportan?

La pregunta clave es sencilla: ¿realmente funcionan? Y la respuesta, según decenas de estudios recientes, es afirmativa.

Los ladrillos con PCM no solo estabilizan la temperatura interior, sino que lo hacen sin necesidad de enchufes, sin gasto energético adicional y pasan desapercibidos. Por lo que resultan una solución pasiva, silenciosa y duradera.

En viviendas construidas con estos materiales se ha registrado una reducción de hasta 6 °C. en la temperatura interior durante las horas más calurosas. Esto no es solo una cuestión de confort: puede ser la diferencia entre conciliar el sueño o pasar la noche en vela, o entre soportar el calor o necesitar un ventilador durante una ola de calor.

Además, los muros con PCM disminuyen la oscilación térmica dentro de los edificios. ¿Qué significa esto? Que el calor no entra de golpe y la casa no se enfría de repente. Se alisa la curva de temperatura, y con ello se reduce la demanda de climatización. Cuanto menos fluctúa la temperatura, menos energía necesitamos para corregirla.

El impacto en el consumo es significativo: en algunas simulaciones realizadas en Marruecos, India o el Mediterráneo, el uso de ladrillos con PCM ha permitido ahorrar entre un 20 % y un 50 % de energía destinada a refrigeración. Incluso en zonas templadas, donde la diferencia entre el día y la noche es notable, se obtienen beneficios.

Y hay un detalle más: cuanto mayor es la exposición solar de una pared –por ejemplo, las orientadas al sur o al oeste–, mayor es el efecto del PCM. Por eso, adaptar la orientación y el diseño del edificio puede potenciar aún más su eficacia.




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Menos emisiones y más sostenibilidad

Integrar PCMs en los ladrillos no solo mejora la eficiencia energética de los edificios, sino que también reduce las emisiones de CO₂. Al estabilizar la temperatura interior, se disminuye la necesidad de calefacción y aire acondicionado, lo que significa menos consumo eléctrico y, por tanto, menos emisiones asociadas.

Además, si se eligen PCMs de origen biológico o reciclado, el impacto ambiental se reduce aún más desde el origen. Aunque estos materiales pueden tener un coste inicial más alto, los ahorros energéticos a largo plazo compensan la inversión. Diversos estudios han demostrado que el uso de ladrillos con PCMs en edificaciones puede reducir hasta 700 kg de emisiones de CO₂ por vivienda al año y generar ahorros energéticos de hasta un 40 % en climas cálidos.

¿Qué hace falta para que esta tecnología se popularice?

Aunque los PCM prometen mucho, todavía tienen varios retos por resolver. Primero, su conductividad térmica debe mejorar para que el calor se transfiera con mayor rapidez. También es necesario abaratar los costos de fabricación y el proceso de encapsulado, que actualmente encarecen el producto final.

Además, la seguridad es un punto clave: algunos PCM, como ciertas parafinas, son inflamables, lo que limita su uso en construcción. Por último, faltan normas técnicas claras y sistemas estandarizados para evaluar su desempeño, lo que dificulta su adopción masiva.

Superar estos obstáculos requiere una colaboración estrecha entre científicos, arquitectos, ingenieros y fabricantes. Sólo así podrá esta tecnología avanzar del laboratorio a las paredes de nuestros hogares.

Una solución inteligente ante el cambio climático

En el contexto de cambio climático y crisis energética que enfrentamos, debemos repensar cómo construimos. Integrar materiales de cambio de fase en la edificación no requiere reinventar la rueda: se trata de aprovechar la sabiduría de la arquitectura tradicional —muros gruesos, inercia térmica— con las herramientas de la ciencia actual.

El estudio confirma que la integración de PCMs en ladrillos tradicionales es una estrategia efectiva para mejorar la eficiencia energética y el confort térmico en edificios. Estos materiales actúan como amortiguadores térmicos, absorbiendo y liberando calor latente durante sus cambios de fase, lo que reduce significativamente las fluctuaciones de temperatura interior, el flujo de calor y la demanda de refrigeración.

Por tanto, la solución no está solo en el aire acondicionado, sino también en los propios muros. Y ya tenemos la tecnología para lograrlo.

The Conversation

Nazaret Ruiz Marín no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Cómo enfriar casas tradicionales sin aire acondicionado? La ciencia detrás de los “ladrillos inteligentes” – https://theconversation.com/como-enfriar-casas-tradicionales-sin-aire-acondicionado-la-ciencia-detras-de-los-ladrillos-inteligentes-258886

La selección: últimas noticias sobre la microbiota

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Pablo Colado, Redactor jefe / Editor de Salud y Medicina

Como ocurrió en su día con “colesterol” o “PCR”, la palabra “microbiota” escapó hace tiempo del circuito restringido de los laboratorios y los textos especializados. Hoy a todos ya nos suena que conviene cuidar a nuestra comunidad de microorganismos –hongos, protozoos, virus y, sobre todo, bacterias– para mantener la salud física y mental. Continuos descubrimientos no hacen sino enfatizar la importancia de esos miles de millones de seres microscópicos que nos acompañan desde el nacimiento hasta la muerte.

Tanto es así, que algunos expertos proponen que se utilicen como una especie de “carnet de identidad” fisiológico para anticipar enfermedades y diseñar tratamientos personalizados. Y hay quien apunta incluso a que analizar su estado es capaz de predecir nuestro riesgo de morir. Siguiendo estas sugerentes ideas, varios estudios están explorando actualmente el potencial de los trasplantes de microbiota fecal de donantes jóvenes a mayores como una especie de elixir de juventud, aunque queda aún mucho por investigar.

De hecho, quizá nos encontremos aún en la infancia de este campo de conocimiento. Hace poco, por ejemplo, nos enteramos de que las bacterias de la boca y los intestinos estaban acompañadas por unos misteriosos fragmentos de material genético bautizados como obeliscos. Aún no sabemos si acarrean algo positivo, negativo o neutro, pero sin duda complican el panorama.

Laura Botello Morte, bióloga de la Universidad San Jorge, rompía una lanza por otros entes microscópicos a los que quizá no se concede el reconocimiento que merecen: los hongos. Aunque conforman solo entre el 0,1 % y el 1 % de nuestro acervo microbiano, permiten que el sistema inmune tolere a los microorganismos “buenos” y promueven la respuesta inmune frente a hongos patógenos, entre otras funciones.

Lo cierto es que conforme ahondamos en los secretos de nuestros huéspedes íntimos, más conexiones encontramos con aspectos insospechados de la salud. Así, Narcisa Martínez Quiles, catedrática de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, nos contaba cómo los desequilibrios (disbiosis) en la composición de la microbiota podrían ser un factor clave en el aumento de las alergias. Y esto, confiaba la experta, permitiría crear tratamientos probióticos capaces de prevenir esas respuestas desproporcionadas del sistema inmune.

Otros hallazgos de los que se ha hecho eco The Conversation en los últimos meses también podrían abrir nuevas vías preventivas y terapéuticas: el papel de la flora microbiana en la percepción del dolor; su probable vínculo con el trastorno del espectro autista; la importancia de tener una microbiota sana para evitar complicaciones en el embarazo; la pista bacteriana en el descenso de la fertilidad masculina

“Contengo multitudes”, escribió Walt Withman en su célebre poema Canto a mí mismo (1855). Hoy, la ciencia no deja de recordarnos cuánto les debemos a esos diminutos y populosos compañeros de vida, en la salud y en la enfermedad.

The Conversation

ref. La selección: últimas noticias sobre la microbiota – https://theconversation.com/la-seleccion-ultimas-noticias-sobre-la-microbiota-259928