Diane Keaton, una actriz cómica superlativa que exhibió su talento dramático en ‘El Padrino’

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Chris Thompson, Lecturer in Theatre, Australian Catholic University

En la escalofriante escena final de la obra maestra de Francis Ford Coppola de 1972, El padrino, la puerta de la oficina de Michael Corleone se cierra en las narices de su esposa, Kay. Al mismo tiempo, eso significó la apertura de muchas más puertas para la carrera de la actriz Diane Keaton.

En esa película, tan dominada por actores masculinos, Keaton marca su impronta. Para alguien que se haría famosa por su estilo cómico y alocado, la actriz californiana nos demostró que también tenía grandes dotes para la interpretación dramática.

La galardonada actriz, productora y directora ha fallecido a los 79 años. Deja tras de sí un legado de papeles memorables en películas que incluyen clásicos como El padrino y Annie Hall, abarcando géneros que van desde la comedia hasta el drama.

Primeros pasos en el escenario

Keaton nació en Los Ángeles como Diane Hall el 5 de enero de 1946. Era la hija mayor de Dorothy y Jack Hall, y la única de sus hermanos –Randy, Robin y Dorrie– que mostró interés por el teatro. Esto se produjo de una manera poco convencional.

Cuando tenía «ocho o nueve años», contó en 2004, su madre ganó el concurso «Mrs Los Angeles».

Recuerdo estar sentada entre el público viendo cómo la coronaban. Era la ama de casa perfecta. […] Yo no quería ser una ama de casa feliz, eso no me atraía. Pero sí quería subir al escenario. Vi que eso era algo que me atraía. Allí estaba ella, en el teatro, y vi que se abría el telón y allí estaba mi madre. Y pensé: «Creo que eso es lo que me gusta».

Su carrera comenzó como una adolescente Blanche en una producción de Un tranvía llamado deseo.

En sus memorias de 2011, recuerda cuando su padre acudió al backstage:

Me di cuenta de que estaba sorprendido por su torpe hija, la que había suspendido álgebra y destrozado la nueva camioneta Ford. Durante un emocionante momento, fui su Seabiscuit (un famoso caballo de carreras), Audrey Hepburn y (la superheroína) Wonder Woman, todo en uno.

Comenzó a estudiar arte dramático, pero pronto lo dejó, adoptó el apellido de soltera de su madre, Keaton, y se trasladó a Nueva York para estudiar en el Neighbourhood Playhouse.

Con un minivestido y una boina.
Diane Keaton fotografiada en 1969.
Nick Machalaba/WWD/Penske Media via Getty Images

En 1968, tras una temporada en el teatro de verano, fue elegida como suplente en Hair en Broadway. Tenía 19 años y se negó a hacer la escena desnuda, lo que la hizo famosa: «No fue por ninguna razón filosófica, simplemente me daba demasiado miedo».

Su salto a la gran pantalla

Tenía el corazón puesto en la gran pantalla, lo que, por supuesto, significaba empezar en televisión, en series como The FBI («Lo peor que he hecho nunca, ¡fui unánime y rotundamente mala!»), y Night Gallery.

En cambio, fue el teatro lo que la llevó a conseguir sus primeros papeles en la pantalla.

En 2023, Francis Ford Coppola reveló a Hollywood Reporter que había visto a Keaton en Hair.

Más tarde le dijo que la había elegido para El padrino porque,

aunque ibas a interpretar a la esposa más recta y convencional, había algo más en ti, algo más profundo, más divertido y muy interesante. (Tenía razón).

Allen toca la guitarra mientras Keaton lo observa.
Woody Allen y Diane Keaton en una escena de la película de Allen de 1971 Sueños de un seductor.
FilmPublicityArchive/United Archives via Getty Images

Luego hizo una audición para una nueva comedia teatral, Play it Again, Sam (Sueños de un seductor, en la adaptación al español), del prometedor comediante Woody Allen. La audición resultó ser lo que se conoce en las comedias románticas como un encuentro fortuito que no solo dio lugar a su muy publicitada relación, sino también a una importante colaboración en ocho películas, entre ellas el éxito de 1977 Annie Hall.

Por ese papel, Keaton ganó el Óscar a la mejor actriz. Y su vestuario, diseñado por Ruth Morley, la convirtió en un icono de la moda de los años 70. También nos regaló la caprichosa frase «la di dah».

A menudo se piensa que Annie Hall trataba sobre su relación con Allen, pero, como ella misma declaró al New York Times: «No es cierto, pero hay elementos de verdad en ella».

Exhibiendo poderío en Hollywood

Durante las siguientes cinco décadas, Keaton se convertiría en una fuerza en Hollywood.

Tuvo papeles cómicos en películas como El club de las primeras esposas (1996), Algo pasa con Mary (2003) y la franquicia El padre de la novia. Junto a estas comedias, destacó por sus papeles dramáticos en Buscando al señor Goodbar (1977), Rojos (1981), La pequeña tamborilera (1984), Crímenes del corazón (1986), La habitación de Marvin (1996) y dos películas más de El padrino.

También fue una destacada directora de películas como Héroes a la fuerza (1995), Heaven (1987) e incluso un episodio de Twin Peaks.

Keaton sonríe mientras Gould gesticula.
Diane Keaton y Elliott Gould en una escena de la película de 1989 The Lemon Sisters.
Michael Ochs Archives/Getty Images

Además del Óscar, el BAFTA y el Globo de Oro por Annie Hall, recibió nominaciones al Óscar por Rojos, Marvin’s Room y Something’s Gotta Give (conocida como Cuando menos te lo esperas, en España, y Alguien tiene que ceder, en América Latina), por la que ganó su segundo Globo de Oro. También fue nominada a un Tony, dos Emmy y otros siete Globos de Oro.

A pesar de sus relaciones muy publicitadas con Al Pacino, Woody Allen y Warren Beatty, Keaton decidió permanecer soltera toda su vida. A los 50 años, adoptó a dos niños, Dexter y Duke.

En la alfombra roja.
Keaton con sus coprotagonistas en Book Club: The Next Chapter, de 2023, de izquierda a derecha: Mary Steenburgen, Jane Fonda, Candice Bergen y Keaton.
Dimitrios Kambouris/Getty Images

Una rica vida creativa

Keaton hacía que la comedia pareciera fácil, pero en 1977 comentó que «tanto la comedia como el drama son igualmente difíciles». Más tarde declaró a Fresh Air:

Cuando interpretas un papel dramático, estás constantemente luchando contigo mismo, al menos yo lo estoy. Porque para mí no es tan fácil. Creo que me inclino más por vivir cómodamente en el mundo del humor.

En cualquier caso, su vida creativa nos ha enriquecido y su pérdida nos empobrece.

The Conversation

Chris Thompson no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Diane Keaton, una actriz cómica superlativa que exhibió su talento dramático en ‘El Padrino’ – https://theconversation.com/diane-keaton-una-actriz-comica-superlativa-que-exhibio-su-talento-dramatico-en-el-padrino-267297

Opa del BBVA al Banco Sabadell: capítulo final

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Jorge Hernando Cuñado, Profesor de Dirección y Organización de Empresas, Universidad Complutense de Madrid

La sede del BBVA en Madrid. José Miguel Sánchez/Shutterstock

El viernes 10 de octubre a las 23.59 acaba el plazo para que los accionistas de Banco Sabadell acudan a la opa del BBVA, declarada hostil por la directiva de la entidad catalana. El Gobierno de España, en el Consejo de Ministros del 24 de junio de 2025 y tras someter la operación a consulta pública, autorizó la oferta bajo condiciones estrictas para proteger el interés general. En consecuencia, la opa podrá ejecutarse siempre que al menos el 50 % de los accionistas del Sabadell la acepten.

En septiembre de 2025 el BBVA mejoró su oferta, elevando su valor inicial en un 10 %. La propuesta es mayoritariamente en acciones: por cada 4,83 títulos del Sabadell se ofrecería una acción de nueva emisión del BBVA, con un pequeño ajuste en efectivo para redondear el canje. Por su parte, el Consejo del Banco Sabadell ha mantenido la recomendación a sus accionistas de rechazar la oferta, argumentando que la valoración es insuficiente y que el valor real del banco es significativamente superior al ofertado.

Ahora mismo existe una gran incertidumbre sobre el desenlace. Tras el vencimiento del plazo, los resultados definitivos se publicarán el 17 de octubre a través de la CNMV.

Se barajan tres escenarios posibles:

  1. La aceptación supera el 50 % del capital: la opa prosperaría y la fusión se realizaría bajo los términos acordados y las condiciones impuestas por el Gobierno.

  2. Se sitúa entre el 30 % y el 50 %: la normativa exige al BBVA lanzar una oferta adicional obligatoria en efectivo por el resto del capital no aceptado, sin poder ofrecer un precio inferior al de la oferta inicial.

  3. La aceptación es inferior al 30 %: la opa se considerará fallida y no se producirá la fusión.

El escenario intermedio, entre el 30 y el 50 %, es considerado el más probable . El desenlace dependerá de la capacidad del BBVA para convencer a un número suficiente de accionistas del Sabadell.

Riesgo fiscal para los aceptantes

Existe un riesgo fiscal para los residentes en España: si la opa no supera el 50 %, quienes hayan aceptado podrían verse obligados a tributar por las plusvalías al no cumplirse la neutralidad fiscal prevista.

Entre los accionistas relevantes, Zurich Insurance, con alrededor del 4,9 % del capital, ha anunciado públicamente que no acudirá a la oferta por considerarla poco atractiva. En cambio, David Martínez, consejero del Sabadell y titular de aproximadamente el 3,8 % de las acciones, ha expresado su apoyo a la operación
.

Desde el punto de vista económico, de salir adelante la opa la entidad resultante vería mejoradas la eficiencia operativa (gracias a las economías de escala), aumentaría su rentabilidad por las sinergias (o sea, el valor de la empresas resultante de la fusión es mayor que el valor individual de las empresas fusionadas) y reforzaría la posición competitiva internacional del BBVA. Pero por otro lado, incrementaría el riesgo sistémico derivado del tamaño del banco resultante y reduciría la competencia, al concentrarse buena parte del mercado financiero español en tres grandes entidades (CaixaBank, Banco Santander y BBVA).




Leer más:
Ocho mil despidos y 1 500 oficinas menos: un resultado previsible de la fusión de CaixaBank y Bankia


Objetivo de Europa: bancos más grandes y solventes

Desde la crisis de 2008, tanto el Banco Central Europeo como la Comisión Europea impulsan un modelo bancario basado en la consolidación y la solvencia. El objetivo es contar con menos bancos, pero más grandes y sólidos, con supervisión centralizada por parte del BCE y de la Autoridad Bancaria Europea y avanzar hacia un mercado bancario único que resista mejor a las crisis financieras.

Uno de los fines es competir con los gigantes estadounidenses y asiáticos. Sin embargo, la Unión Europea aún carece de un auténtico “campeón bancario continental”, y operaciones como la de BBVA–Sabadell se interpretan como pasos intermedios hacia integraciones transnacionales futuras.

No obstante, este modelo también presenta riesgos estructurales: mayor exposición al riesgo sistémico –las entidades “demasiado grandes para caer” (too big to fail) que ya vivimos durante la crisis de 2008–, dependencia del BCE como garante de estabilidad y pérdida de la diversidad financiera local, que cumple funciones económicas y sociales esenciales.




Leer más:
El crédito cooperativo contribuye a la inclusión financiera en las zonas más despobladas


Adaptarse al cambio

Esta opa representa una respuesta adaptativa a un entorno cada vez más complejo, marcado por márgenes estrechos, competencia digital y presión regulatoria. Pero también implica una reducción de la diversidad, un debilitamiento de la descentralización y una pérdida de raíces locales dentro del sistema financiero español.

En breve conoceremos el desenlace, que marcará un nuevo capítulo en la reconfiguración del sistema bancario español y, posiblemente, en la propia arquitectura financiera europea.

The Conversation

Jorge Hernando Cuñado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Opa del BBVA al Banco Sabadell: capítulo final – https://theconversation.com/opa-del-bbva-al-banco-sabadell-capitulo-final-267248

María Corina Machado, Nobel de la Paz 2025: la estrategia de la constancia

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Benigno Alarcón, Director of the Center for Political Studies, Universidad Católica Andrés Bello

María Corina Machado, en 2014. Carlos Díaz/Wikimedia Commons, CC BY

Nacida en Caracas en 1967, ingeniera industrial, cofundadora de Súmate y exdiputada, María Corina Machado se formó políticamente en la intersección entre integridad electoral, ciudadanía activa y democracia con libertades políticas y económicas para todos.

Sobre esa base, y apoyada en una amplia plataforma cívica, obtuvo el 22 de octubre de 2023 una victoria abrumadora en la primaria opositora, lo que legitimó su liderazgo al frente del movimiento democrático. Pese a ello, en 2024 fue inhabilitada por el gobierno, contraviniendo el espíritu del Acuerdo de Barbados.

Sin embargo, se mantuvo en la ruta electoral apoyando con generosidad y entrega máxima la candidatura unitaria de Edmundo González Urrutia.




Leer más:
¿Qué implica el acuerdo de Barbados entre el gobierno y la oposición de Venezuela?


Voto, calle y diplomacia

Las presidenciales de 2024 –marcadas por graves irregularidades– concluyeron con la proclamación oficial de Nicolás Maduro, mientras la oposición afirmó, con actas en mano, la victoria de González Urrutia. Varios gobiernos reclamaron verificación y Estados Unidos reconoció a González como “presidente electo”.




Leer más:
Elecciones en Venezuela: cómo la tecnología y los datos abiertos han defendido la democracia


En ese contexto, Machado y su equipo han afrontado persecución. Desde el 9 de enero de 2025, tras una detención seguida de liberación en circunstancias opacas, ella ha tenido que resguardarse. Aun así, no habilitó salidas insurreccionales: sostuvo la verdad electoral, preservó la organización social y escaló la presión diplomática.

Esa combinación –voto, calle no violenta y diplomacia– es el corazón estratégico que hoy explica este reconocimiento a través del Nobel de la Paz.

¿Dónde está hoy Venezuela?

Hoy, el país vive un agravamiento de la suspensión del Estado de derecho, que se viene arrastrando desde la llegada de Chávez al poder, en 1999, y se ha acentuado progresivamente desde el ascenso de Maduro en 2013. Instituciones capturadas, resultados disputados y nunca auditados, coerción selectiva, tejido social exhausto.




Leer más:
Maduro: objetivo, silenciar a la disidencia


La documentación de 2024–2025 sobre violaciones de derechos humanos en el contexto electoral deja poco margen de duda. Sin embargo, persiste un sustrato ciudadano reacio a ceder su voz. En este paisaje, el liderazgo de Machado –de facto y moral– ha operado como columna vertebral de la resistencia cívica, a pesar de detenciones, exilios y amenazas.

A pesar de todo, octubre de 2025 será, para la memoria colectiva venezolana, un mes de señales. El 19 de octubre, el Vaticano canonizará al doctor José Gregorio Hernández y a la madre Carmen Rendiles, los dos primeros santos de un país profundamente creyente. También en octubre, y por sorpresa, Venezuela celebra que a una mujer venezolana se le haya concedido el Nobel de la Paz (Baruj Benacerraf, nacido en Caracas, obtuvo el de Medicina en 1980). No se confunden los lenguajes –fe y política– pero se reflejan en el espejo de una misma ética de servicio al país y a sus ciudadanos a través de valores espirituales como la resiliencia, la constancia, la templanza y la fidelidad a la verdad.

El cruce de símbolos recuerda que la grandeza nacional no siempre se mide en conquistas materiales.

Efectos geopolíticos y domésticos

El reconocimiento reconfigura incentivos en tres planos:

  1. Eleva el costo reputacional de quienes intentan normalizar el autoritarismo venezolano.

  2. Endurece la condicionalidad de cualquier negociación: el estándar ya no es “diálogo por el diálogo”, sino verificación, cronograma, cumplimiento y retorno a la democracia.

  3. Empodera a la diáspora como actor diplomático y económico con una narrativa transversal –no partidista– que articula libertad, democracia y derechos humanos.

Hacia adentro, el Nobel consolida una doble legitimidad del liderazgo de Machado: de origen, por su investidura cívica y la victoria en la primaria, y de ejercicio, por su negativa a trivializar la violencia y su papel en la unificación opositora. Cada intento de criminalizarla chocará con un blindaje simbólico global.

Hacia afuera, se robustece su capacidad de interlocución con gobiernos y organismos: deja de ser “oposición local” para convertirse en referente normativo hemisférico sobre cómo se defiende la democracia en contextos cerrados y altamente represivos como el venezolano.

Asimismo, el lauro facilita en Washington, Europa y la región –tanto para los gobiernos como para los parlamentos– un marco más nítido para calibrar decisiones inteligentes que faciliten la transición democrática.

La propia Machado ha pedido mayor acción frente al endurecimiento del régimen, la represión y el control institucional. El premio reconoce su autoridad moral para plantearlo sin que se desdibuje el carácter pacífico de su estrategia, y aumenta los costos para los normalizadores del autoritarismo dentro y fuera de Venezuela.

Una lectura personal

Hemos sido testigos, a través de los años, del crecimiento como líder de María Corina Machado en medio de un ambiente muy hostil. Su mérito no es la infalibilidad –nadie la tiene–, sino la voluntad de aprender y persistir: abandonar maximalismos, tejer alianzas, aceptar el escrutinio, resistir tentaciones de violencia y mantener la brújula moral cuando otros la pierden y los incentivos colocados por el régimen han empujado a muchos liderazgos al despeñadero.

María Corina Machado se enfrenta a Chávez en 2012 en el Congreso de Venezuela.

Por eso este Nobel trasciende lo personal y la reconoce como el eje de unidad y coordinación entre actores democráticos pero dispersos –líderes políticos y sociales, iglesia, academia, empresa, aliados democráticos– en torno a una agenda común: unas elecciones con resultados legítimos, el retorno a la democracia y la búsqueda de una salida que minimice daños y garantice el futuro del país.




Leer más:
¿Es posible una transición democrática negociada en Venezuela?


El Nobel de la Paz 2025 no resuelve la transición, pero recalibra el tablero. Cuando un país contempla, en el mismo mes, la canonización de sus dos primeros santos y el reconocimiento global de quien encarna su lucha cívica, no asiste a un milagro fortuito: renace la esperanza al comprobar que la templanza también mueve montañas. El premio a María Corina Machado no concluye el camino, lo ilumina.

The Conversation

Benigno Alarcón no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. María Corina Machado, Nobel de la Paz 2025: la estrategia de la constancia – https://theconversation.com/maria-corina-machado-nobel-de-la-paz-2025-la-estrategia-de-la-constancia-267252

El Nobel de la Paz a María Corina Machado y su impacto en la política latinoamericana

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Tulio Ramírez, Chair professor, Universidad Católica Andrés Bello

Los líderes de la oposición venezolana María Corina Machado y Edmundo Gonzales Urrutia saludan durante un acto en Caracas el 30 de julio de 2024. Jonathan Mishkin/Shutterstock

Ser galardonado con un Premio Nobel nunca es un suceso trivial. Los laureados, en ciencia o literatura, se inscriben automáticamente en la historia como referentes de su disciplina.

Sin embargo, cuando el galardón recae en la mención de la paz, adquiere una resonancia distinta: eleva al reconocido a la categoría de símbolo viviente y universal de las causas más nobles de la humanidad. Al recibirlo, personalidades internacionales como Theodore Roosevelt, la madre Teresa de Calcuta, Martin Luther King Jr., Lech Walesa, Desmond Tutu, y Mijaíl Gorbachov, o, más específicamente en el ámbito latinoamericano, Óscar Arias, Rigoberta Menchú y Juan Manuel Santos, a pesar de que sus acciones se circunscribieron a conflictos regionales, alcanzaron una dimensión moral global. Lo mismo ha ocurrido con organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja, la ONU o sus agencias ACNUR y UNICEF.

María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz 2025

Conceder a María Corina Machado (1967), líder de la oposición venezolana, el Premio Nobel de la Paz 2025 se inserta precisamente en esta tradición. La acción reconocida por el Comité de Oslo se desplegó en el contexto de una lucha política interna, tal como, de manera similar, sucedió en 1991 con la birmana Aung San Suu Kyi, también laureada por su lucha no violenta por la democracia y los derechos humanos de su país.

Portavoz del Comité Noruego del Nobel anunciando la concesión del premio a María Corina Machado el 10 de octubre de 2025. Fuente: The Nobel Prize, YouTube.

La motivación explícita del Comité al premiar a Machado ha sido reconocer su labor de mantener “viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”. Esta declaración validó de manera contundente la lucha pacífica y la resistencia civil de la líder opositora venezolana. El premio no solo es un espaldarazo incalculable a esta luchadora por la democracia, sino que funcionaría como un poderoso catalizador en el tablero geopolítico latinoamericano, redefiniendo la narrativa regional sobre la paz, la democracia y la soberanía.




Leer más:
Elecciones en Venezuela: cómo la tecnología y los datos abiertos han defendido la democracia


La paz, más allá del fin de la violencia

Históricamente, en América Latina el concepto “paz” se ha asociado, sobre todo, a la firma de acuerdos de cese al fuego o al fin de conflictos armados (como en el caso de Colombia).

El Nobel a María Corina Machado, sin embargo, amplía esta concepción, alineándola con la visión esencial de Alfred Nobel: a saber, la paz como la ausencia de opresión y el triunfo de los derechos humanos y la democracia. El Comité de Oslo declara, sin ambages, que la lucha por la democracia es intrínseca a la búsqueda de la paz en regímenes autoritarios.

Este premio establece un nuevo paradigma de liderazgo opositor en la Latinoamérica. La lucha de Machado, basada en la resistencia persistente y no violenta, se convierte en un símbolo y referente ineludible para movimientos y líderes que emprenden luchas por la democracia en otros países de la región. El Nobel legitima a los movimientos cívicos como actores claves en la construcción de la paz en el hemisferio, demostrando que la firmeza democrática puede obtener el más alto reconocimiento mundial.

En el plano diplomático, el galardón obliga a replantear la política de neutralidad que han mantenido algunos gobiernos latinoamericanos. Los líderes que se autodenominan democráticos se enfrentan al trance de tomar una posición más clara: ignorar la lucha de una persona galardonada con el más alto premio por su labor en pro de la paz y la democracia resultaría impresentable. Si se materializa este cambio de actitud, la premiación podría generar una reagrupación de fuerzas diplomáticas en la región, sumando esfuerzos para aislar y presionar a gobiernos autoritarios.




Leer más:
Mujeres al borde de un ataque al poder en América Latina


Un Nobel que visibiliza la crisis política de Venezuela

Si bien el premio no ofrece una solución inmediata a la crisis política venezolana, sí la internacionaliza a un nivel sin precedentes. La relevancia que a nivel regional y mundial alcanza la figura de Machado hace extremadamente dificultoso excluirla de futuras negociaciones. El galardón la inviste como la figura más representativa de las fuerzas opositoras de Venezuela. Su liderazgo, respaldado por la autoridad moral del Nobel, se vuelve central para cualquier solución de transición, forzando a los actores regionales a asumir un papel más activo y menos complaciente en la búsqueda de una salida democrática y pacífica.

El Nobel de la Paz a María Corina Machado es, además de un reconocimiento personal, una categórica declaración política importante para la comunidad internacional. Se ha resaltado que la verdadera paz reside en que haya diversas voces en el ejercicio de la democracia y no un silencio impuesto a la fuerza.

Este premio resalta que la paz se liga ineludiblemente con la libertad, ofrece un símbolo de resistencia a los ciudadanos y desafía a los gobiernos de la región a honrar el compromiso con los valores democráticos que juraron defender.

The Conversation

Tulio Ramírez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. El Nobel de la Paz a María Corina Machado y su impacto en la política latinoamericana – https://theconversation.com/el-nobel-de-la-paz-a-maria-corina-machado-y-su-impacto-en-la-politica-latinoamericana-267253

Sobre el Nobel a María Corina Machado: la democracia es la paz

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Carmen Beatriz Fernández, Profesora de Comunicación Política en la UNAV, el IESA y Pforzheim, Universidad de Navarra

Al conceder a María Corina Machado el Premio Nobel de la Paz 2025 no solo se reconoce su liderazgo y su coraje civil, también se rinde homenaje a la irreductible tozudez democrática del pueblo venezolano. En un país donde el autoritarismo ha intentado cerrar todas las puertas a la participación política, Machado ha demostrado que siempre existen ventanas por donde colar la democracia. Este reconocimiento –ha sido elegida entre 338 nominados al premio en 2025– celebra no solo su trayectoria, sino también la persistencia de millones de ciudadanos que se niegan a rendirse.

Kristian Berg Harpviken, director del Comité Noruego del Nobel, durante la llamada telefónica en la que anunció a Machado la concesión del premio. Fuente: The Nobel Prize, YouTube.

En 2002 fundó Súmate, una ONG dedicada a garantizar elecciones libres y transparentes. Desde entonces, Machado ha realizado una labor esencial en un contexto en el que los obstáculos ponen en duda la relevancia del voto. Pero justamente frente a ese desencanto, ha mantenido viva la idea de que el voto, cuando se defiende colectivamente, puede tener una fuerza transformadora.




Leer más:
La crisis de Venezuela muestra lo difícil que es garantizar los derechos humanos y la democracia


Transparencia y participación

Esa convicción se puso a prueba en las primarias opositoras de octubre de 2023, organizadas de forma independiente, sin apoyo del Consejo Nacional Electoral. Más de 2,25 millones de venezolanos participaron, dentro y fuera del país, y Machado obtuvo una victoria arrolladora: 93 % de los votos. Ese resultado consolidó su liderazgo y demostró que, pese a la represión, la sociedad civil aún podía organizar procesos transparentes y participativos. Fue una gesta cívica que marcó un punto de inflexión en la historia reciente de Venezuela.

Sin embargo, el régimen respondió con su habitual recurso: la inhabilitación política, esperando tal vez que la frustración derivara en violencia. Pero ocurrió lo contrario: Machado optó por la serenidad y la estrategia. Impedida de competir en las elecciones presidenciales de 2024, impulsó una salida estratégica: apoyar a Edmundo González Urrutia como candidato de unidad. Fue, de nuevo, la muestra de su inteligencia política y su compromiso con una transición democrática.

Durante la campaña, miles de voluntarios, de todos los partidos políticos, se desplegaron en unidad como observadores ciudadanos para documentar las actas electorales y proteger el voto. En esa elección del 28 de julio de 2024, Venezuela entera fue testigo de un acto de resistencia democrática sin precedentes. A pesar de la represión, el miedo y la censura, los ciudadanos acudieron a las urnas con una determinación que asombró al mundo.




Leer más:
Venezuela 2024: crónica de un conflicto anunciado


Votaciones, ¿un sinsentido?

Según los resultados reales, verificados por múltiples observadores independientes a partir de más del 83 % de las actas electorales, Edmundo González Urrutia ganó con cerca del 67 % de los votos. Una ventaja de más de 35 puntos porcentuales, y más de cuatro millones de votos, que el régimen desconoció al manipular el conteo oficial. El Consejo Nacional Electoral no fue capaz de presentar resultados itemizados, como sí lo hizo el comando de campaña de González Urrutia, pero el resultado electoral había sido escrupulosamente documentado.

Con la proclamación fraudulenta de Nicolás Maduro como ganador, el mensaje quedó claro: el camino electoral, tal como se conocía, quedaba cerrado y votar dejó de tener sentido en Venezuela. El régimen convirtió el sufragio en una coreografía del poder para simular normalidad democrática y la abstención del 85 % en el proceso parlamentario de 2025 simbolizó ese vacío político.

Machado encarna, además, una transformación de género y liderazgo en América Latina. La presencia de mujeres en la política regional ha desafiado estructuras de poder históricamente masculinas. En ese sentido, su liderazgo se suma a una nueva generación de mujeres latinoamericanas que, más que ocupar espacios, han creado nuevos modos de hacer política, basados en la empatía, la organización ciudadana y la defensa ética del voto.

Pero el reconocimiento del Nobel trasciende la figura de Machado y es un premio a la resiliencia colectiva de millones de personas que explica por qué se rebelan democráticamente los venezolanos y siguen creyendo que la democracia vale la pena.

La esperanza de un futuro diferente

Hoy, cuando en buena parte del mundo se erosionan las instituciones liberales, en Venezuela está en juego no solo la libertad del país, sino la credibilidad del sistema democrático frente al autoritarismo del siglo XXI.

Por eso, del bonito e inspirador discurso que explica las razones por las que María Corina Machado se hizo merecedora del Premio, este párrafo es clave:

“Ha demostrado que las herramientas de la democracia son también herramientas de la paz. Encarnan la esperanza de un futuro diferente, uno en el que se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se escuchen sus voces. En este futuro, las personas finalmente serán libres para vivir en paz”.

María Corina Machado representa la certeza de que la libertad no se negocia, que la democracia no se improvisa y que el futuro no pertenece a quienes imponen silencio, sino a quienes persisten en hablar cuando todos callan. Este Nobel es una reivindicación histórica: la de un país que, contra todo pronóstico, sigue creyendo que su destino está en las urnas, no en las armas.

The Conversation

Carmen Beatriz Fernández no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Sobre el Nobel a María Corina Machado: la democracia es la paz – https://theconversation.com/sobre-el-nobel-a-maria-corina-machado-la-democracia-es-la-paz-267267

¿Es buena idea recurrir a ChatGPT cuando estamos deprimidos o ansiosos?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Felipe Soto-Pérez, Profesor en Psicopatología y Salud Mental del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos, Universidad de Salamanca

La salud mental es uno de los asuntos que más preocupan hoy en día. Se calcula que cuatro de cada diez personas tendrán un problema de este tipo a lo largo de su vida. De ahí la urgencia de encontrar soluciones validadas por la evidencia científica. Algunas de las soluciones que se barajan tienen que ver con el uso de ChatGPT y otras aplicaciones de inteligencia artificial, propuestas que pueden generar curiosidad pero también dudas y desconfianza.

No es nuevo: el desarrollo tecnológico siempre nos ha hecho sentir algo incómodos. Ya a comienzos del siglo XIX, en un pueblo de Inglaterra llamado Leicestershire, Ned Ludd destruyó algunas máquinas textiles. Entre otras razones, argumentaba que lo hacía porque se oponía a los cambios que traía la nueva maquinaria industrial. A partir de ahí nació el término ludita, que describe a personas que rechazan el desarrollo tecnológico.

En el campo de la salud también han existido “momentos luditas”. Por ejemplo, cuando aparecieron los contestadores automáticos o, más recientemente, cuando se comenzó a utilizar la videollamada para atender pacientes. Incluso los propios profesionales se resistían a las videollamadas hasta que la pandemia de la covid-19 les obligó a utilizarlas. ¡Y menos mal que contamos con esa opción!

¿Cómo utilizan las personas la IA para cuidar su salud mental?

Actualmente, el principal uso que se le da a la lA es con fines de acompañamiento, como un “compañero digital” que nos orienta, escucha nuestros pensamientos y angustias, nos aconseja y al que le contamos secretos. Nos lo pone fácil el hecho de que herramientas como ChatGPT estén disponibles en cualquier momento, parezcan empáticas y, por norma, no critiquen ni respondan negativamente.

Quienes utilizan este tipo de IA no suelen preocuparse por la privacidad o la profundidad emocional, pese a que plantea riesgos por el uso de datos personales y por los sesgos con los que se entrenan las herramientas de IA.

No obstante, debemos admitir también que la IA permite identificar señales de malestar antes de que se agraven. Esto se consigue mediante el análisis de los datos de móviles y weareables que informan de patrones de actividad, pasos, sueño, cantidad de mensajes o veces que se mira el móvil. Este tipo de proceso se llama fenotipado digital y ayuda a anticipar recaídas en depresión o episodios en trastornos graves mediante lo que se llama EMA (Ecological Momentary Assessment o Evaluación Ecológica Momentánea).

También se usan modelos de lenguaje para detectar cambios sutiles en el estado emocional de adolescentes y adultos. Por ejemplo, cuando en los mensajes se detecta un aumento de frases del tipo “estoy mal” o “culpa”, así como en la fluidez verbal o en incoherencias sintácticas. El objetivo es claro: actuar antes de que el problema se convierta en crisis, algo que la atención tradicional no siempre logra.

Asimismo se han publicado estudios iniciales donde chatbots de salud mental se muestran eficaces en reducir síntomas leves de ansiedad y depresión, además de fomentar la reflexión personal y el autocuidado. Su disponibilidad 24/7 los convierte en recursos accesibles y de bajo coste, especialmente útiles en contextos con escasez de servicios profesionales.

La IA se está usando para ampliar terapias como la cognitivo-conductual. Algoritmos inteligentes permiten adaptar ejercicios, monitorizar avances y reforzar aprendizajes. Al mismo tiempo, los modelos de lenguaje abren la puerta a diálogos más naturales y sensibles al contexto. Los resultados de estudios científicos muestran reducciones moderadas en síntomas depresivos, especialmente en jóvenes.

Los terapeutas son más empáticos y flexibles

A pesar de estos avances, los profesionales ofrecen una visión más matizada.Comparaciones entre humanos y chatbots revelan que los terapeutas superan claramente a la IA en dimensiones críticas como la empatía, la flexibilidad y la sintonía emocional. Esto refuerza una idea clave: la IA no sustituirá al profesional, sino que se perfila como una herramienta complementaria.

Por ejemplo, en ansiedad y depresión un bot parece ser efectivo al inicio, pero su efecto desaparece a los tres meses. En paralelo a esta extinción, las personas dejan de utilizarlo, de modo que la adherencia a los apoyos sustentados en IA se ha convertido en uno de los grandes desafíos actuales y futuros a la hora de usarla en salud mental.

Las investigaciones también advierten sobre carencias importantes. Un modelo propone imaginarlo como una pirámide con tres pasos. En la base están la seguridad y la privacidad; después, la fiabilidad y la transparencia; y, solo en la cúspide, la eficacia práctica. Sin embargo, la mayor parte de los estudios se concentran en los niveles superiores y dejan en segundo plano cuestiones básicas como la protección de datos o la gestión del sesgo algorítmico. De hecho, un análisis crítico advierte que la falta de supervisión ética y la escasa formación digital de pacientes y profesionales pueden convertir a estas herramientas más en un riesgo que en un apoyo.

La IA ya está diseñada y avanzando. Los profesionales necesitamos prepararnos para este cambio radical en la forma de abordar los problemas de salud mental.

¿Qué podemos esperar del futuro de la IA en salud mental?

La integración de la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana es ya un hecho. Hace apenas tres años, la mayoría de la gente utilizaba un buscador, mientras que hoy millones de usuarios formulan directamente sus preguntas a un asistente conversacional. La permeabilidad de nuestras actividades diarias a la IA es tan alta que cuesta imaginar un retroceso. Al igual que hace dos décadas los ordenadores ocupaban media mesa y hoy caben en el bolsillo, probablemente en pocos años miraremos atrás y nos parecerá rudimentario haber usado la IA solo a través de texto para hablar de nuestra salud mental.

En este campo, el proceso ya comenzó, pero las perspectivas son claras. Las revisiones recientes señalan que la IA no solo permitirá monitorizar síntomas en tiempo real a través de dispositivos cotidianos, sino que también contribuirá a diagnósticos más precisos y a una atención personalizada. Con sus limitaciones y riesgos, la IA ha llegado para quedarse y desarrollarse.


La versión original de este artículo ha sido publicada en la revista Telos, de Fundación Telefónica.


The Conversation

Felipe Soto-Pérez colabora con Telos, la revista que edita Fundación Telefónica.

Madalin Marian Deliu Dumitru colabora con Telos, la revista que edita Fundación Telefónica.

ref. ¿Es buena idea recurrir a ChatGPT cuando estamos deprimidos o ansiosos? – https://theconversation.com/es-buena-idea-recurrir-a-chatgpt-cuando-estamos-deprimidos-o-ansiosos-267243

¿Por qué el termómetro marca 25 º y la sensación térmica es de 27 º?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Natalia Limones, Hidroclimatología y riesgos hidrometeorológicos, Universidad de Sevilla

DimaBerlin/Shutterstock

Este artículo forma parte de la sección The Conversation Júnior, en la que especialistas de las principales universidades y centros de investigación contestan a las dudas de jóvenes curiosos de entre 12 y 16 años. Podéis enviar vuestras preguntas a tcesjunior@theconversation.com


Pregunta formulada por María Elena, de 16 años. IES V Centenario (Sevilla)


No es un fallo de la app o del aparato: se trata de dos cosas distintas. Entender esa diferencia te ayuda a planificar mejor tu actividad, escoger la ropa que debes ponerte e hidratarte adecuadamente. Veamos qué mide cada indicador.

Lo que mide el termómetro y lo que percibe la piel

En primer lugar, un termómetro meteorológico registra la temperatura del aire en condiciones controladas: a la sombra, con ventilación y a una altura estándar. Es una referencia física estable y comparable entre lugares y días. En cambio, la sensación térmica, o temperatura aparente, es una estimación de lo que percibe el cuerpo.

El objetivo práctico de la segunda es claro: traducir condiciones meteorológicas en confort o estrés térmico. No sustituye al termómetro, sino que lo contextualiza desde la fisiología humana.

Para calcular esa sensación se combinan diversas variables que alteran nuestro intercambio de calor con el ambiente: la temperatura, la humedad, el viento y la radiación solar. Por eso, dos días con la misma temperatura pueden sentirse distintos; si cambian esas condiciones, cambia lo que siente nuestra piel.

Nuestro aire acondicionado biológico

El sudor es nuestro aire acondicionado biológico: al evaporarse, extrae calor de la piel y nos enfría. Pero esa evaporación depende de cuánta humedad (es decir, cuánto vapor de agua) hay flotando en el aire. Con humedad alta, el aire está “cargado” de vapor y cuesta más que el sudor se convierta en gas.

El resultado es que notamos el sudor líquido en la piel –no lo evacuamos–, con la consecuencia de que nos enfriamos peor y sentimos más calor a igual temperatura. Por eso, en días pegajosos, de mucha humedad, hablamos de “bochorno”.

Con humedad baja, ocurre lo contrario: el sudor se evapora con facilidad, la piel pierde calor con más eficacia y la sensación puede ser más fresca. Ahora bien, en esos días, y aunque no lo notemos, estaremos sudando mucho. De ahí la importancia de reponer líquidos para evitar deshidratarnos.

El “efecto ventilador”

La sensación térmica también depende del movimiento del aire. El viento acelera el intercambio y la renovación de aire junto a la piel y favorece la evaporación del sudor porque llega continuamente nuevo aire seco. Como ese “efecto ventilador” hace que puedas sudar –y, con ello, refrigerarte–, notarás una sensación térmica más baja que la que correspondería a la temperatura del aire. Una brisa ligera ya se nota, pero con viento sostenido puede haber realmente mucha diferencia.

Por otro lado, el sol directo actúa al revés: añade radiación que el cuerpo absorbe como calor. Lo mismo pasa con superficies calientes como el asfalto, el metal o las fachadas soleadas: irradian energía hacia nosotros, sin que realmente la temperatura del aire que nos rodea cambie mucho. Estar a pleno sol o junto a un pavimento recalentado eleva la sensación térmica, y por eso en las ciudades dicha percepción suele incrementarse.

A consecuencia de ello, la suma de sombra y brisa normalmente reduce la sensación térmica, mientras que la conjunción de sol y superficies calientes suelen aumentarla. Ponerse a la sombra, o desviarse a una calle ventilada, suponen una diferencia significativa sin que el termómetro necesariamente se modifique. De noche, si hay poca humedad y algo de viento, esa diferencia en la sensación térmica se hace muy evidente.

Por qué importa saberlo

Algunas aplicaciones del tiempo suelen mostrar un índice de calor corporal. Por ejemplo, puedes calcular uno de estos índices en la web del Instituto de Salud Global de Barcelona de forma muy simple, combinando temperatura y humedad. Este parámetro nos puede resultar especialmente útil cuando el aire supera los 27–30 °C y tenemos que planificar actividades exigentes como deporte intenso o trabajos al sol.

En interiores también cambia lo que sentimos aunque el termómetro marque la misma temperatura. Un gimnasio cerrado, una cocina industrial o un taller con hornos pueden acumular radiación procedente de superficies calientes. Si además de esto la ventilación es pobre, la humedad sube y el sudor se evapora peor. Resultado: con 25 °C “oficiales” puedes notar más calor que en el exterior a la sombra.

Por eso, cuando realizamos una actividad intensa o prolongada, no basta con mirar la temperatura: hay que valorar el estrés térmico real. En el mundo laboral, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo usa otro indicador, el Wet Bulb Globe Temperature, que integra la temperatura del aire, la humedad, el efecto del sol o de superficies radiantes y la ventilación. Este cálculo se recomienda para evaluar condiciones tanto en interiores como en exteriores, y sirve decidir las pausas, el ritmo o qué equipos de protección llevar en los trabajos.

¿Y por qué importa todo esto? Importa porque de esa sensación térmica dependen nuestro confort y nuestra salud. Entenderlo ayuda a cuidarnos mejor, ya que planificar la actividad según el sol y la humedad, hidratarse bien y usar ropa transpirable marcan la diferencia. En olas de calor, por ejemplo, nos sirve de referencia para tomar decisiones prudentes.


El museo interactivo Parque de las Ciencias de Andalucía y su Unidad de Cultura Científica e Innovación colaboran en la sección The Conversation Júnior.


The Conversation

Natalia Limones no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. ¿Por qué el termómetro marca 25 º y la sensación térmica es de 27 º? – https://theconversation.com/por-que-el-termometro-marca-25-y-la-sensacion-termica-es-de-27-252140

La ciencia del café de especialidad

Source: The Conversation – (in Spanish) – By José Ángel Rufián Henares, Catedrático del departamento de Nutrición y Bromatología, Universidad de Granada

Narong Khueankaew/Shutterstock

El café de especialidad es, como bien dice su nombre, un café “especial”, singular. Pero ¿por qué? ¿Qué lo hace diferente al resto?

Pues el secreto está en su procesamiento. En el fruto del café existen varias capas que se deben tener en cuenta para poder comprender los pretratamientos a los que se ve sometido. La capa más externa es la cáscara, seguida de una capa de pectina, también llamada pulpa y, finalmente, en el centro, se encuentra la semilla (el café verde), que se conoce como almendra.

Los cafés de especialidad, tras ser recolectados, sufren tres tipos de pretratamientos que modifican el sabor y aroma del café final: lavado, honey y natural.

  • Para obtener el café lavado, se separa la cáscara de la almendra con su cubierta de pectina. Posteriormente se lava con agua para eliminar la pulpa y se lleva a cabo un proceso de fermentación.

  • En el café honey solo se realiza el proceso de descascarillado para eliminar la cáscara, llevándose a cabo posteriormente la fermentación y el secado de la almendra recubierta de la capa de pectina.

  • Por último, en el café natural todo el fruto (con todas sus capas) se ve expuesto al proceso fermentativo y de secado.

Cada uno de estos pretratamientos otorga al café de especialidad características de sabor y aroma diferentes antes de su tostado.

El proceso de tostado

El grano de café verde, aunque se haya sometido a los pretratamientos comentados anteriormente, carece de los matices del tostado. Es en este proceso, al aplicar temperaturas den 170 °C y 220 °C , cuando se permite llegar al grano al punto de ruptura para conseguir unas propiedades organolépticas óptimas.

En el caso de que el tostado sea demasiado ligero, tendremos notas más similares al café verde, con mayor acidez y menor amargor; sin embargo, cuando el tostado es más intenso, el café adquiere un perfil mucho más amargo y menos ácido.

Un ejemplo de café muy tostado es el café torrefacto, que se consume bastante en España (aunque está prohibido en varios países de la Unión Europea). Se tuesta junto con azúcar a altas temperaturas, dando como resultado un café con notas a quemado, caramelo, tierra y carbón.

Café de especialidad vs comercial

El café de especialidad se diferencia del comercial en dos aspectos fundamentales.

En primer lugar, en el primero se conocen todas las características que modifican los aromas y el sabor del café: procedencia, variedad, especie…

En segundo lugar, el café de especialidad es avalado por la Speciality Coffee Association (SCA) mediante la realización de una cata, donde se valora el café con un número comprendido entre el 0 y el 100. Así, el café solo será considerado de especialidad si este valor se encuentra por encima de 80.

Esto implica que la etiqueta “de especialidad” otorga importancia a la calidad, trazabilidad y sostenibilidad de toda la cadena productiva y de distribución, mientras que el café comercial busca un precio más bajo en detrimento de la calidad.

Beneficios nutricionales

El café de especialidad presenta grandes beneficios nutricionales frente al café comercial estándar. Se debe a que su riguroso proceso de fabricación garantiza la presencia de compuestos bioactivos.

Algunas de las propiedades saludables son:

  • Capacidad antioxidante: una taza de café puede aportar entre 200 y 550 miligramos de compuestos antioxidantes, lo que en algunos países puede llegar a suponer el 60 % de la ingesta total de antioxidantes diaria.

  • Cambios en la expresión de los genes: ciertos estudios demuestran que el café, gracias a sus compuestos bioactivos, puede modificar la activación de genes en patologías como el cáncer de colon, la leucemia y el cáncer de mama, entre otros.

  • Cambios en la microbiota intestinal: su consumo puede favorecer una microbiota intestinal más diversa, con una mayor capacidad antiinflamatoria.

En conclusión, el café de especialidad no solo es una bebida con unas características sensoriales superiores a la del café comercial, sino que también posee unos beneficios nutricionales que hacen de este alimento un potenciador de la salud humana.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. La ciencia del café de especialidad – https://theconversation.com/la-ciencia-del-cafe-de-especialidad-263565

Rusia obliga a Europa a prepararse frente a la amenaza de los drones

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Michele Testoni, Professor of International Relations, IE University

Anelo/Shutterstock

Mientras la ofensiva militar de Moscú continúa en el extremo oriental de Europa, las tensiones se disparan en el continente debido a las repetidas y descaradas violaciones del espacio aéreo europeo orquestadas deliberadamente por Rusia. La Unión Europea ha anunciado contramedidas, en forma de un “muro antidrones”, para combatir esta nueva amenaza.

Entre el 9 y el 10 de septiembre, se avistaron 19 drones entrando en el espacio aéreo polaco. Se activó inmediatamente una respuesta de defensa aérea liderada por la OTAN, con F-16 polacos y F-35 holandeses despegando en una misión de alerta de reacción rápida. Tres de los drones fueron derribados, mientras que al menos otros ocho se estrellaron en territorio polaco. Otro dron penetró hasta 260 km en Polonia, más allá de la capital, Varsovia, lo que obligó al cierre temporal de cuatro aeropuertos.

Un incidente aún más grave se produjo el 13 de septiembre, cuando tres cazas rusos MiG-31 violaron el espacio aéreo de Estonia durante más de 10 minutos. Los aviones volaron en paralelo a la frontera, penetrando menos de 10 km en territorio estonio antes de ser escoltados de vuelta por cazas de la OTAN.

Polonia y Estonia invocaron el artículo 4 del Tratado de Washington, un mecanismo de consulta colectiva que se activa cuando “la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes se ve amenazada”. La OTAN respondió condenando “las acciones imprudentes de Rusia” y prometiendo reforzar la “postura de disuasión y defensa de la Alianza, incluso mediante una defensa aérea eficaz”.

Se han producido otras presuntas violaciones en Dinamarca (que acababa de anunciar la compra de “armas de precisión de largo alcance”), Finlandia, Francia, Alemania, Letonia, Noruega y Rumanía. El 3 de octubre, los avistamientos de drones provocaron el cierre del aeropuerto de Múnich durante unas horas y la cancelación de casi 20 vuelos.

¿Qué pretende Rusia?

A través de estas intrusiones, Rusia quiere poner a prueba la preparación de los mecanismos de defensa colectiva de la OTAN. Putin quiere saber hasta dónde está dispuesta a llegar Europa para defender a Ucrania ante la ambivalente política exterior de Estados Unidos. En otras palabras: ¿sigue siendo el artículo 5 de la OTAN un elemento disuasorio creíble contra los planes imperialistas del Kremlin?

La estrategia de Rusia ha tomado claramente esa dirección tras el fracaso de la Cumbre de Alaska entre Trump y Putin el 15 de agosto de 2025. La reunión no dio lugar a medidas concretas y, para empeorar las cosas, Trump reconoció abiertamente la imposibilidad de alcanzar un alto el fuego entre Rusia y Ucrania.

La política arriesgada de Putin –la práctica de llevar una negociación al borde del conflicto abierto para lograr el resultado deseado– debe interpretarse como una señal hostil. El Kremlin está diciendo que no quiere detener los combates (todavía), ya que percibe una ventaja en prolongar la guerra. Es más, están pisando el acelerador.




Leer más:
Misiles, drones y sabotajes: cómo Rusia intensifica su ofensiva ‘silenciosa’ sobre Europa


Drones ficticios y la “zona gris”

El objetivo de esta escalada calculada se ve confirmado por el arma elegida por el Kremlin. La mayoría de los dispositivos derribados o recuperados han resultado ser drones kamikaze de fabricación rusa Geran-2 (Geranium-2), una versión simplificada y más barata del Shahed-136 iraní, ampliamente utilizado en Ucrania.

Estos drones se emplean principalmente como señuelos para saturar y distraer a las defensas aéreas, aunque también pueden realizar reconocimientos y ataques oportunistas con pequeñas cargas explosivas.

Un dron negro yace en el suelo mientras dos soldados lo inspeccionan
Un dron ruso Geran-2, encontrado en la región de Vinnytsia, en Ucrania, en marzo de 2024.
Policía Nacional de Ucrania / Wikimedia Commons, CC BY

Las imprudentes acciones de Rusia también tienen un segundo objetivo en mente: evaluar la cohesión general de la opinión pública occidental, y de los europeos en particular. Las dimensiones informativas y psicológicas de la guerra son fundamentales en este tipo de operaciones y están profundamente arraigadas en el pensamiento estratégico de Rusia, especialmente en sus últimas iteraciones.

Esto incluye la difusión de información errónea a través de las redes sociales o el empoderamiento de partidos políticos antieuropeístas y prorrusos, pero ahora ha ido más allá: Rusia está operando deliberadamente en la “zona gris”. Se trata del espacio entre la guerra y la paz en el que se llevan a cabo acciones coercitivas no militares con el fin de alcanzar objetivos estratégicos por debajo del umbral de los conflictos armados convencionales.

Sin embargo, sus recientes provocaciones pueden correr el riesgo de escalar a una guerra abierta que, al menos oficialmente, nadie desea y que sería devastadora para todas las partes.




Leer más:
¿Qué implica para España el ataque ruso con drones en Polonia?


¿Un frente unido?

Rusia está poniendo a prueba la determinación colectiva de Europa mediante un peligroso juego de “divide y vencerás” con las diferentes percepciones de amenaza del continente. Puede que esté funcionando. El canciller alemán Friedrich Merz ha afirmado que “Europa ya no está en paz con Rusia”, y la primera ministra danesa Mette Fredriksen ha argumentado que “Europa se encuentra en la situación más peligrosa desde la Segunda Guerra Mundial”, pero otros responsables políticos europeos parecen reacios a adoptar una postura tan firme.

Además, las protestas propalestinas generalizadas que estallaron a raíz de la interceptación por parte de Israel de la flotilla de ayuda a Gaza han puesto de relieve las persistentes diferencias en la percepción de la amenaza dentro de las sociedades europeas.

Estas divisiones no solo están determinadas por factores geográficos o físicos, sino también por alineamientos ideológicos: las posiciones pro-Palestina se asocian en gran medida con los sentimientos de izquierda, mientras que las actitudes pro-Ucrania se vinculan con opiniones centristas o de derecha. La debilidad de Europa, reforzada por las inconsistencias de la política exterior estadounidense, explica en gran medida la fortaleza de Rusia.

A pesar de estas diferencias, la reciente reunión de la Comunidad Política Europea (EPC) en Copenhague vio a los líderes europeos proyectar una imagen de unidad, cohesión y resiliencia al aprobar una nueva iniciativa emblemática denominada “muro antidrones”.

No se trataría de una barrera física, sino de una red por capas de sistemas de detección e interceptación. Se basaría en las capacidades antidrones existentes en cada uno de los países europeos.

A día de hoy, se sabe poco sobre cómo será realmente este “muro” y cuánto tiempo llevará ejecutarlo (el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que podría ser cuestión de tres o cuatro años), y quién se encargará de su implementación: ¿la Comisión Europea o los Estados miembros?

La guerra está evolucionando

Lo que está totalmente claro es que los países de la UE y la OTAN tienen que adaptar sus sistemas de defensa aérea a un panorama estratégico cambiante. La amenaza que representa Rusia ya no proviene únicamente de dispositivos de movimiento rápido –aviones, misiles balísticos, de crucero o incluso hipersónicos–, sino también de la tecnología en rápida evolución de los drones no tripulados. Esta nueva amenaza debe contrarrestarse incorporando métodos de guerra electrónica más baratos, como el bloqueo, la suplantación o la interrupción de las señales electrónicas de las que dependen los drones.

La guerra en Ucrania ya ha demostrado que los drones son un elemento revolucionario en la estrategia militar del siglo XXI. Son baratos, pequeños (lo que significa que son difíciles de detectar con la tecnología existente), capaces de infligir daños importantes y, en general, capaces de suponer una amenaza desproporcionada. Los drones están haciendo que la seguridad internacional se enfrente a nuevos peligros y sea más inestable, ya que desplazan el equilibrio militar de la defensa hacia el ataque.

Por esta razón, la racionalización de los sistemas de defensa contra los drones es una necesidad estratégica para Europa. La respuesta de los Estados miembros de la UE y la OTAN debe ser decisiva, rápida y eficaz, ya que en este momento no se puede descartar una acción mucho más agresiva por parte de Rusia, como una invasión terrestre de los Estados bálticos.

The Conversation

Michele Testoni no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Rusia obliga a Europa a prepararse frente a la amenaza de los drones – https://theconversation.com/rusia-obliga-a-europa-a-prepararse-frente-a-la-amenaza-de-los-drones-266962

Nobel de Física 2025: el despegue de los bits cuánticos

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Ramon Aguado, Doctor en Física Teórica que trabaja en materiales cuánticos en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM) como Investigador Científico, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

GarryKillian/Shutterstock

¿Puede un objeto que cabe en la palma de la mano exhibir comportamiento cuántico? Aunque parecía imposible hace unas décadas, hoy sabemos que sí. El Premio Nobel de Física de 2025 ha reconocido a John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis por demostrar de forma inequívoca que un circuito eléctrico basado en superconductores –materiales que conducen electricidad sin resistencia eléctrica ni pérdida de energía cuando se enfrían por debajo de su temperatura crítica– puede exhibir dos fenómenos cuánticos fundamentales: el efecto túnel cuántico macroscópico y la cuantización de la energía.

El premio Nobel de Física 2025 ha recaído en John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis.
Niklas Elmehed / Nobel Prize Outreach.

Huevos y péndulos cuánticos en un chip

Para entender la magnitud de su logro, es útil recurrir a una analogía “casera”. Imaginemos un cartón de huevos con un huevo en uno de los huecos. Si inclinamos ligeramente el cartón, con mucho cuidado, el huevo sigue en su hueco, en una posición bien definida. Algo similar ocurre si empujamos ligeramente un péndulo: oscilará levemente alrededor de su posición estable antes de que la gravedad le haga regresar a su punto de equilibrio. En ambos ejemplos, el huevo y el péndulo están en su estado de mínima energía, estable y predecible, como dicta la física clásica.

Ahora, imaginemos lo imposible: que el huevo, al inclinar levemente el cartón, apareciese mágicamente en el hueco contiguo, como si hubiera atravesado la pequeña protuberancia de dicho cartón, la “barrera de potencial”, que los separa. Este fenómeno, impensable en nuestra experiencia cotidiana, es el efecto túnel en física cuántica.

El efecto túnel gobierna algunos de los procesos fundamentales del universo. Es el responsable de la desintegración radiactiva de núcleos atómicos pesados y hace posible la fusión nuclear que alimenta a las estrellas.

Pero su influencia va mucho más allá: el efecto túnel y la superconductividad, el fenómeno que permite a los materiales conducir electricidad sin resistencia, han estado extraordinariamente presentes en la historia de los Premios Nobel.

A hombros de gigantes

El camino a este Nobel de 2025 está cimentado sobre otros galardones anteriores. La teoría BCS de la superconductividad –llamada así por las iniciales de John Bardeen, Leon Cooper y Robert Schrieffer, que recibieron el Nobel en 1972– fue revolucionaria.

Esta teoría explica que la clave para entender la superconductividad es la formación de pares de Cooper, parejas de electrones que, a temperaturas extremadamente bajas, se acoplan en vez de repelerse.

Estos pares se comportan como una sola entidad cuántica, con una función de onda macroscópica con una fase coherente bien definida. Y dan lugar a un maravilloso ejemplo de fenómeno emergente en física de la materia condensada: de la interacción de billones de electrones surge un estado colectivo con propiedades que no existen a nivel individual.

Inspirándose en estas ideas rompedoras de la teoría BCS y en los experimentos de Ivar Giaever sobre el efecto túnel, el físico Brian Josephson realizó una predicción audaz en 1962. Postuló que una corriente eléctrica, compuesta por estos pares de Cooper, podría atravesar por efecto túnel una barrera aislante que separase dos superconductores (una configuración hoy en día conocida como “unión Josephson”). Esta “supercorriente” podría fluir eternamente, sin resistencia y sin necesidad de aplicar un voltaje, desafiando la comprensión clásica de la electricidad. Ambos compartirían el premio Nobel de Física en 1973.

Por último, Anthony Leggett (Nobel en 2003) desarrolló las bases teóricas para entender la coherencia cuántica a escala macroscópica.

Los primeros pasos de un Nobel

Alrededor de 1985, John Clarke, profesor en la Universidad de California en Berkeley, propuso a Michel Devoret (investigador postdoctoral) y a John Martinis (investigador predoctoral) un experimento crucial que fusionaba conceptos fundamentales de superconductividad y mecánica cuántica. El objetivo era demostrar experimentalmente que la fase cuántica colectiva de los pares de Cooper en una unión Josephson –una variable electromagnética macroscópica– exhibía efectos cuánticos observables.

Su configuración experimental permitió detectar el efecto túnel macroscópico de la fase superconductora entre dos estados de energía potencial, equivalente al salto cuántico de un sistema colectivo formado por millones de pares de Cooper.

Volviendo a nuestra analogía del huevo: el estado de supercorriente sin voltaje es como el huevo en reposo en su hueco. Pero, cuánticamente, existe una probabilidad de que el huevo “cambie” de hueco. Esta imagen es físicamente muy poderosa porque el potencial energético que describe el efecto Josephson puede visualizarse precisamente como el cartón de huevos, donde la fase cuántica del estado superconductor representa la posición efectiva en ese cartón.

Igual que nuestro huevo cuántico puede cambiar de hueco mediante efecto túnel, la fase del estado superconductor puede realizar saltos cuánticos entre diferentes estados. Este fenómeno, traducido al circuito eléctrico, se manifiesta como un voltaje medible donde antes el voltaje era nulo.

En busca del “átomo artificial”

Esta medición directa del efecto túnel coherente de una variable macroscópica representó un avance fundamental, pues demostraba de manera incontrovertible que las leyes cuánticas gobiernan no solo a las partículas subatómicas, sino también estados colectivos en sistemas superconductores macroscópicos.

Pero Clarke, Devoret y Martinis fueron más allá. Así como los átomos absorben y emiten luz de colores (frecuencias) muy específicas, lo que revela sus niveles de energía cuantizados, sus experimentos demostraron que su circuito superconductor solo respondía a frecuencias de microondas muy concretas, con transiciones precisas, cuya vida media dependía del nivel energético.

Esto probó de manera espectacular que el chip no solo presentaba efecto túnel, sino que se comportaba como un “átomo artificial”. De nuevo, podemos usar nuestra imagen del cartón de huevos, esta vez como un conjunto de pozos de potencial: un sistema cuántico diseñado a medida con estados energéticos discretos y cuantizados.

Del laboratorio a la revolución cuántica

El legado de este experimento, sin embargo, resultó ser mucho más trascendental. Aquel “átomo artificial” creado en Berkeley se convirtió en el primer ladrillo para demostrar un cúbit –unidad básica de información en la computación cuántica– superconductor. La conexión no es meramente conceptual: el dispositivo superconductor phase qubit, uno de los primeros diseños, utilizaba precisamente el efecto túnel macroscópico para leer el estado cuántico, del mismo modo que lo hicieron los galardonados en 1985.

La carrera práctica comenzó en 1999, cuando Y. Nakamura, Yu. A. Pashkin y J. S. Tsai observaron por primera vez en la compañía NEC en Japón oscilaciones cuánticas coherentes en una pequeña isla superconductora, un electrodo microscópico donde los pares de Cooper quedan confinados. Aunque estas primeras oscilaciones solo duraban 3 nanosegundos, este frágil primer paso inspiró diseños más robustos. Poco después, a principios de la década de 2000, se demostraron oscilaciones coherentes en phase qubits.

Computación con cúbits, una realidad

Desde aquellas primeras demostraciones hasta los cúbits modernos, la tecnología de circuitos superconductores –que es la base de los procesadores cuánticos con cientos de cúbits que desarrollan compañías como Google e IBM– ha tenido unos avances espectaculares en apenas 25 años. En la actualidad se han observado cúbits que mantienen su coherencia cuántica hasta varios milisegundos, ¡un millón de veces más que aquellos primeros 3 nanosegundos!

Los mismos fenómenos que han merecido el premio Nobel de este año ahora se replican y controlan a escala para ejecutar algoritmos que prometen revolucionar la criptografía, el descubrimiento de fármacos y la ciencia de materiales.

Sin embargo, para alcanzar estas promesas, aún debemos resolver un desafío tecnológico de enormes proporciones: escalar masivamente el número de cúbits –de cientos a millones– y combatir la decoherencia –proceso cuántico en el que un sistema pierde sus características cuánticas (como la superposición o el entrelazamiento) al interactuar con su entorno–.

Precisamente, esta búsqueda colectiva de soluciones subraya el valor de la investigación fundamental: el trabajo de Clarke, Devoret y Martinis muestra que la ciencia guiada por la curiosidad es, con frecuencia, la que acaba marcando la dirección de las futuras revoluciones tecnológicas.

The Conversation

Ramon Aguado no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. Nobel de Física 2025: el despegue de los bits cuánticos – https://theconversation.com/nobel-de-fisica-2025-el-despegue-de-los-bits-cuanticos-267022