Edificios que se montan y se desmontan: la economía circular se cuela en la construcción

Source: The Conversation – (in Spanish) – By José Manuel Cabrero, Catedrático. Estructuras Arquitectónicas y Construcción con Madera. Cátedra Madera Onesta, Universidad de Navarra

La industria de la construcción genera unos 2 200 millones de toneladas anuales de residuos a nivel global. Ocskay Mark/Shutterstock

Estamos ya más que acostumbrados a reciclar nuestros residuos domésticos. En España, por ejemplo, se gestionan cada año millones de toneladas de envases. Pero ¿sabía que los edificios y sus materiales también pueden reciclarse? Más aún, ¿imaginaba que un edificio puede desmontarse completamente y volverse a montar?

La Fórmula 1, a menudo laboratorio de innovaciones, nos ofrece un ejemplo tangible: el “pit box” de Red Bull, el F1Holzhaus (literalmente, “la casa de madera”). Se estrenó en el Gran Premio de España de 2019 y es desde entonces el “hogar” del equipo en Europa. Cada Gran Premio, catorce trabajadores ensamblan sus 1 221 metros cuadrados en solo 32 horas (y los desmontan en menos de un día).

Este edificio refleja un cambio en la concepción de la construcción, que ahora apuesta ineludiblemente por edificios sostenibles, capaces de adaptarse, modificarse y reutilizarse.

Los residuos de la construcción

La industria de la construcción es una de las mayores generadoras de residuos: unos 2 200 millones de toneladas anuales a nivel global. En Europa, cerca de 450 millones de toneladas, el 40 % del total de todos los residuos.

Más del 90 % de los desechos provienen de demoliciones, pero no deben olvidarse aquellos generados en obra (materiales sobrantes o rotos) y los que se producen durante la fabricación. Estos últimos pasan muy desapercibidos, pero aquí tiene un dato: las vigas de madera que podemos ver en un edificio son solo el 20 % de la madera original. Hasta el 80 % se ha quedado por el camino desde el bosque como residuos de producción (serrín, retales, partes desechadas…).

Este escenario revela los límites del modelo lineal –fabricar, usar, desechar–, que aún domina. Para contrarrestarlo, la economía circular propone el diseño para el desmontaje como estrategia. En él se reemplaza la demolición por un desmontaje sistemático, que permita recuperar y revalorizar los componentes.

Este cambio de paradigma (de “usar, tirar” a “usar, reusar, reciclar”), ya presente en otros ámbitos, comienza su andadura en la construcción a través de diversas iniciativas a nivel mundial que buscan integrar estos conceptos en edificios del futuro más seguros, sostenibles y duraderos. Son la muestra de cómo conseguirlo a partir de un diseño consciente, basado en conceptos como modularidad y estandarización. A esto se une un diseño adecuado de uniones reversibles, que permiten desmontar sin dañar (y por tanto, facilitan la reutilización) y herramientas digitales ya disponibles como los “pasaportes de materiales”, documentos digitales que localizan y cuantifican los productos y materiales del edificio, lo que simplificará enormemente su futura reutilización.




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De residuos a materiales de construcción

Pero, evidentemente, la solución no es solo desmontar y reusar lo ya construido. En este cambio de modelo, del lineal al circular, es crucial también transformar los residuos en recursos. Se trata de superar el cascading, el “reciclaje” tradicional, en el que se reutilizan en productos de menor valor (como ejemplo, los residuos de madera que se trituran para fabricar paneles). En contraste, el upcycling propone que materiales ya descartados tengan una nueva vida como elementos de mayor valor o utilidad.




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Ya existen ideas concretas para aplicar el upcycling en construcción. Como hemos visto, casi todos sus residuos provienen de la demolición. Pero ¿y si esa basura de la construcción no fuera al vertedero? ¿Y si sirviera para hacer un nuevo edificio? Esa es el área de trabajo y exploración del diseñador español Lucas Muñoz. Observe el mobiliario y las lámparas del restaurante MO de Movimiento o del espacio CoLab de Sancal (ambos en Madrid) y piense cómo pueden estar hechos, a partir de qué materiales. ¿Lo adivina? Todo está fabricado con los residuos del local anterior.

También es necesario actuar en los residuos de producción (recuerde ese 80 % de madera que se pierde en el trayecto de la madera del bosque al edificio). A modo de ejemplo, el Proyecto PRISMA es una iniciativa que propone la fabricación de productos de alto valor añadido, como bloques de construcción (ladrillos de madera) a partir de los residuos sobrantes de los aserraderos que, de otro modo, irían a la producción de energía (serían quemados) o la fabricación de paneles.

Como ya hemos dicho, gracias al upcycling el residuo pasa a tener un valor mayor. Para ello es necesario buscar nuevas soluciones imaginativas. ¿Construir un edificio con botellas de refresco de plástico PET? Dicho y hecho: mire la fachada de EcoArk en Taiwan, construida encajándolas. Y por supuesto, el edificio es también enteramente desmontable.

Un edificio de color ocre en un parque
El edificio EcoArk en Taiwán, construido como sede de la Exposición Internacional de Flora de Taipei, es el primer edificio del mundo construido con basura, más de 1,5 millones de botellas de plástico PET.
Richie Chan/Shutterstock

Vallas que se montan y se desmontan

En realidad, nada de esto es nuevo. Lo hemos hecho durante generaciones, en una relación razonable y sana con nuestro entorno.

Acabemos con otro ejemplo de carreras: los encierros de San Fermín en Pamplona. Las vallas que protegen al público a lo largo de sus 848 metros de recorrido están hechas de pino silvestre del vecino valle del Roncal. Sus 900 postes, 2 700 tablones y 2 500 cuñas no son fabricados nuevos cada año (apenas se renueva un 2 % anualmente). Todo el vallado se desmonta tras las fiestas, se almacena y se vuelve a montar el año siguiente.

Esta estrategia demuestra cómo una gestión circular, en realidad basada en un conocimiento ancestral, es ahora el futuro de la construcción en el camino a un uso más eficiente y sostenible de los recursos.

The Conversation

José Manuel Cabrero recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional y de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.

Rayder Willian Leonardo Laura recibe fondos de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.

ref. Edificios que se montan y se desmontan: la economía circular se cuela en la construcción – https://theconversation.com/edificios-que-se-montan-y-se-desmontan-la-economia-circular-se-cuela-en-la-construccion-260156

Cuando el arte cruza fronteras, ¿pierde un país su memoria?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By María Elvira Lezcano González, Personal docente e investigador, especializada en Gestión e Interpretación del Patrimonio, Universidade da Coruña

Dos operarios colocan el ‘Busto de mujer joven’ de Picasso en el Museo de Arte Reina Sofía para una exposición en 2022 después de que se intentase su venta ilegal en el extranjero en 2015. Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2022

Imagine que hereda un álbum familiar lleno de retratos con nombres, fechas y recuerdos de las generaciones que le precedieron.

Con el paso del tiempo algunas fotos van desapareciendo: alguien se lleva una, otra se extravía. El álbum, antes completo, empieza a perder coherencia. La historia se fragmenta y algunas personas desaparecen del relato. Esta situación, entendida como una metáfora de la memoria colectiva, puede trasladarse al patrimonio cultural. Cuando este no se protege, corre el riesgo de dispersarse, perderse o caer en el olvido.

La UNESCO, organismo dependiente de la ONU especializado en cultura, ciencia y educación, define el patrimonio cultural como “el legado que heredamos del pasado, con el que vivimos hoy en día y que transmitiremos a las generaciones futuras”. Este patrimonio incluye elementos tangibles e intangibles, dentro de los que encontramos bienes muebles (monumentos, edificios, yacimientos) e inmuebles (objetos que pueden ser trasladados, como cuadros, retablos, manuscritos, muebles, tapices, objetos litúrgicos y numismáticos, entre otros).

La Convención de París de 1978, también relacionada con la UNESCO, reafirma que los bienes muebles son parte del patrimonio común de la humanidad y que cada Estado es moralmente responsable de su salvaguarda. Aunque este organismo internacional ofrece recomendaciones y directrices, no impone leyes. La regulación efectiva depende de cada Estado.

En general, en el ámbito europeo, existen normas armonizadas, como algunas directivas y reglamentos referidos a la restitución de bienes culturales robados, sobre importación o exportación fuera de la UE. Estas normas buscan impedir el tráfico ilícito y proteger el patrimonio de los Estados miembros.

En España, la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español define una categoría específica de protección, la de los Bienes de Interés Cultural (BIC). Así se denominan los que poseen la máxima protección, que requieren una declaración, –excepto los que son ya considerados genéricos, como hórreos o castillos, entre otros–. Tanto los bienes muebles como los inmuebles pueden ser declarados BIC, lo que depende de las Comunidades Autónomas. En la actualidad todas las comunidades españolas poseen su propia ley de patrimonio.

¿Por qué proteger los bienes muebles?

Los bienes muebles son frágiles, portátiles y, por tanto, especialmente vulnerables. Entre los riesgos a los que se enfrentan se encuentran el deterioro por abandono, incorrecto almacenamiento o restauraciones inadecuadas, su venta o expolio, el tráfico ilícito o la salida ilegal del país.

Pintura de Jesucristo prendido por Pilatos y un soldado.
El Ecce Homo de Caravaggio se expone en el Museo del Prado, tras la cesión en préstamo del nuevo propietario que lo adquirió después de que la obra fuese declarada BIC y se prohibiese su salida de España.
Museo del Prado

El control legal sobre su exportación tiene lógica: los bienes de interés cultural no pueden salir del país libremente. Esto no implica negar su exhibición internacional, pero sí obliga a tramitar permisos.

Como regla general en España, los bienes con menos de 100 años no requieren autorización, los de más de esa antigüedad, incluidos en inventarios o catálogos generales, requieren permiso y los BIC o incoados como tales no pueden salir de forma definitiva ni con posibilidad de venta.

Existe el debate sobre si estas medidas perjudican al mercado del arte y las antigüedades. Es cierto que pueden frustrarse algunas operaciones de venta internacional. Sin embargo, como nos explica Laura Carro Abarrategui, gestora cultural especializada en arte contemporáneo:

“las restricciones no afectan de forma significativa al arte contemporáneo, no existen tantos condicionantes a la hora de trasladarlo, exhibirlo o venderlo. En cambio, las obras de grandes maestros ya fallecidos, cuyo valor es incalculable para el patrimonio histórico y cultural español, sí están sujetas a limitaciones. Pero, en términos porcentuales, son pocas las operaciones que se frustran. Algunas transacciones de gran peso económico pueden interrumpirse, pero estas restricciones son necesarias: debemos cuidar, mantener y difundir nuestro patrimonio, pero en ningún caso, perderlo”.

En efecto, se trata de un equilibrio entre protección e intercambio cultural.

Mirando al pasado: ventas, expolios y descontextualización

El patrimonio español ha sufrido numerosas ventas y pérdidas, algunas legales en su momento, pero que supusieron la enajenación y desarraigo de obras clave.

Un ejemplo clásico, en este caso de un bien inmueble, es la adquisición y traslado piedra a piedra, por parte del magnate de la prensa americana, William Randolph Hearst, del conjunto monástico de Santa María la Real de Sacramenia (Segovia) que en la actualidad se exhibe en Miami. No se trata de un caso aislado ni, en su momento, ilegal.

Fotografía del claustro de un monasterio.
El monasterio de Santa María la Real de Sacramenia, originalmente localizado en Segovia (España) y actualmente reconstruido en Miami (EE. UU.).
Rolf Müller/Wikimedia Commons, CC BY-SA

En lo que se refiere al patrimonio mueble, son conocidos algunos ejemplos poco exitosos de exportación e intento de venta ilegal de ciertos bienes, como el del Caravaggio descubierto hace unos años en España poco antes de ser subastado o el del Picasso-Botín.

Este último se trató de un caso de exportación ilícita en el que el banquero Jaime Botín intentó sacar de España, ilegalmente, el cuadro Busto de mujer joven de Picasso, adquirido previamente sin el permiso exigido por su valor histórico. A pesar de la negativa del Ministerio de Cultura, ocultó la obra e intentó trasladarla en 2015 a Suiza en su yate privado. Fue descubierto por las autoridades francesas y condenado a una multa millonaria y a tres años y un día de cárcel.

Hoy en día, las leyes protegen, aunque no consiguen evitar del todo que se cometan delitos. En España, las fuerzas de seguridad del Estado colaboran en esta tarea. Tanto la Policía Nacional, con la Brigada de Investigación del Patrimonio Histórico, como la Guardia Civil con su Grupo de Patrimonio Histórico (UCO), trabajan en el rastreo de piezas robadas, expoliadas o el tráfico ilícito. También cooperan con Europol, Interpol y otros organismos internacionales, pues en el ámbito internacional determinados delitos, robos arqueológicos o casos como los expolios del Estado Islámico, muestran que la protección es urgente.

Según Interpol, el tráfico de bienes culturales es “una actividad de bajo riesgo y alta rentabilidad para redes delictivas”.

Esta organización intergubernamental ha desarrollado un software, ID-Art, de reconocimiento de imágenes en el que están registrados más de 150 000 bienes culturales. La aplicación coteja así la fotografía introducida con una amplia base de datos de objetos artísticos robados.

Aunque iniciativas como esta contribuyen a la recuperación de numerosas piezas, muchas de ellas nunca llegan a aparecer. Ejemplo de ello son las pinturas de Francis Bacon sustraídas en 2015 del domicilio particular de su heredero en Madrid. Aunque cuatro de ellas han sido recuperadas gracias a la intervención de la Policía Nacional, diez años después la quinta permanece en paradero desconocido.

Imagen del cuarto 'Bacon' recuperado, en 2025, tras el robo diez años antes.
Imagen del cuarto ‘Bacon’ recuperado, en 2025, tras el robo diez años antes.
Policía Nacional

Biznietos del patrimonio

Los medios de comunicación son un vehículo útil para mostrar la realidad del problema. Aunque en ocasiones ofrecen un enfoque sensacionalista y sin continuidad, en otras sirven para una mayor visibilización de ciertos acontecimientos, para dejar constancia del valor de las piezas y para concienciar y reivindicar su valor cultural y simbólico para la comunidad local o nacional.

El pódcast La Fortuna es una herramienta valiosa para comprender los delitos contra el patrimonio cultural desde múltiples enfoques, no relacionados con el robo físico de objetos, sino con la apropiación simbólica de la cultura de un pueblo que esto supone.

Como señala el arqueólogo Carlos León Amores en el primer episodio, al referirse a los pecios (restos de barcos naufragados), foco de interés para los llamados “cazatesoros”: “Todos somos biznietos de estos barcos. Los tesoros no son solo oro: son parte de la historia de nuestros antepasados”.

Gracias a relatos como estos, la sociedad empieza a entender que proteger el patrimonio no es solo burocracia, sino responsabilidad colectiva. No somos sus dueños, sino sus custodios temporales. Cuidarlo es garantizar que la memoria, el arte y la historia sigan vivas. ¡Larga vida a los álbumes familiares y al patrimonio de nuestros pueblos!

The Conversation

María Elvira Lezcano González es miembro de la Asociación para al Interpretación del Patrimonio (AIP) y del Comité Español de Historia del Arte.

ref. Cuando el arte cruza fronteras, ¿pierde un país su memoria? – https://theconversation.com/cuando-el-arte-cruza-fronteras-pierde-un-pais-su-memoria-260044

Learning statistics through story: students get creative with numbers

Source: The Conversation – Africa – By Johan Ferreira, Professor, University of the Witwatersrand

Photo by Markus Krisetya via Unsplash

Statistics professor Johan Ferreira was feeling overwhelmed by the amount of “screen time” involved in online learning in 2021. He imagined students must be feeling the same way, and wondered what he could do to inspire them and make his subject matter more appealing.

One of the topics in statistics is time series analysis: statistical methods to understand trend behaviour in data which is measured over time. There are lots of examples in daily life, from rainfall records to changes in commodity prices, import or exports, or temperature.

Ferreira asked his students to write a short, fictional “bedtime” story using “characters” from time series analysis. The results were collected into a book that is freely available. He tells us more about it.


Why use storytelling to learn about statistics?

I’m fortunate to be something of a creative myself, being a professional oboe player with the Johannesburg Philharmonic Orchestra. It’s a valuable outlet for self-expression. I reflected on what other activity could inspire creativity without compromising the essence of statistical thinking that was required in this particular course I was teaching.

I invited my third-year science and commerce students at the University of Pretoria to take part in a voluntary storytelling exercise, using key concepts in time series analysis as characters. Students got some guidelines but were free to be creative. My colleague and co-editor, Dr Seite Makgai, and I then read, commented on and edited the stories and put them together into an anthology.

Students gave their consent that their stories could be used for research purposes and might be published. Out of a class of over 200 students, over 30 contributions were received; 23 students permitted their work to be included in this volume.

We curated submissions into two sections (Part I: Fables and Fairy Tales and Part II: Fantasy and Sci-Fi) based on the general style and gist of the work.

The project aimed to develop a new teaching resource, inspire students to take ownership of their learning in a creative way, and support them through informal, project-based peer learning.

This collection is written by students, for students. They used personal and cultural contexts relevant to their background and environment to create content that has a solid background in their direct academic interests. And the stories are available without a paywall!

What are some of the characters and stories?

Student Lebogang Malebati wrote Stationaryville and the Two Brothers, a tale about AR(1) and AR(2). In statistics, AR refers to processes in which numerical values are based on past values. The brothers “were both born with special powers, powers that could make them stationary…” and could trick an evil wizard.

David Dodkins wrote Zt and the Shadow-spawn. In this story, Zt (common notation in time series analysis) has a magic amulet that reveals his character growth through a sequence of models and shows the hero’s victory in the face of adversity. He is a function of those that came before him (through an AR process).

Then there’s Nelis Daniels’ story about a shepherd plagued by a wolf called Arma (autoregressive moving average) which kept making sheep disappear.

And Dikelede Rose Motseleng’s modern fable about the love-hate relationship between AR(1) (“more of a linear guy” with a bad habit of predicting the future based on the past) and MA(1), “the type of girl who would always provide you with stationarity (stability).”

What was the impact of the project?

It was a deeply enriching experience for us to see how students see statistics in a context beyond that of the classroom, especially in cases where students reformulated their stories within their own cultural identities or niche interests.

Three particular main impacts stand out for us:

  • students have a new additional reference and learning resource for the course content

  • new students can refer to the experiences and contextualisation of this content of former students, leading to informal peer learning

  • students engage in a cognitive skill (higher-order and creative thinking) that is not frequently considered and included in this field and at this level.

In 2024, shortly after the book was published, we asked students in the time series analysis course of that year to read any one of four stories (related to concepts that were already covered in the course material at that point in time). We asked them to complete a short and informal survey to gauge their experience and insights regarding the potential of this book as a learning resource for them.

The 53 responses we got indicated that most students saw the book as a useful contribution to their learning experience in time series analysis.

One positive comment from a student was:

I will always remember that the Random Walk is indeed not stationary but White Noise is. I already knew it, but now I won’t forget it.

Will you build on this in future?

It is definitely valuable to consider similar projects in other branches of statistics, but also, in other disciplines entirely, to develop content by students, for students.

At this stage, we’re having the stories and book translated into languages beyond English. In large classes that are essential to data science (such as statistics and mathematics), many different home languages may be spoken. Students often have to learn in their second, third, or even fourth language. So, this project is proving valuable in making advanced statistical concepts tactile and “at home” via translations.

Our publisher recently let us know that the Setswana translation is complete, with the Sepedi and Afrikaans translations following soon. To our knowledge, it’ll be the first such project not only in the discipline of statistics, but in four of the official languages in South Africa.

The Conversation

Johan Ferreira receives funding from the Centre of Excellence in Mathematical and Statistical Sciences, based at the University of the Witwatersrand, towards this Scholarship of Learning and Teaching project.

ref. Learning statistics through story: students get creative with numbers – https://theconversation.com/learning-statistics-through-story-students-get-creative-with-numbers-261198

Livestock and lions make uneasy neighbours: how a fence upgrade helped protect domestic and wild animals in Tanzania

Source: The Conversation – Africa (2) – By Jonathan Salerno, Associate Professor, Colorado State University, Colorado State University

Protecting livestock in areas where large carnivores (like lions) live is increasingly important as human land use expands, wildlife habitat shrinks, and climatic changes reshape the ways in which humans and wildlife interact. Protecting the carnivores from livestock owners is important too. Intact carnivore populations support more resilient food webs and the ecosystem services they provide.

It’s not easy for people, livestock, and carnivores to live together without conflict, though. One of the best ways to reduce conflict is to protect livestock like cattle and sheep from being attacked by predators.

There are various methods to do this, like guarding livestock or erecting fences. That’s all very well for the livestock inside the fences, but do predators simply turn to the nearest unprotected livestock for their meal instead? Are the neighbours’ cattle, sheep, and goats at greater risk? This question hasn’t been explored much by researchers.

We’re a group of conservation practitioners and scientists who have studied the interactions of carnivores, livestock, and people in Tanzania and elsewhere for decades to try and find solutions to conflict problems.

Our study area is next to a national park which protects important populations of lion, leopard, hyena, African wild dog, and cheetah. The people who live here have traditionally kept their livestock overnight in enclosures made of acacia-thorn branches. More recently, some of them have built pens, or corrals, from tall chain link fencing. We knew from years working with communities and from previous research that these fortified corrals were effective at keeping livestock safe from predators.

Our next step was to find out whether this made other nearby livestock less safe.




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The results were intriguing. We found that the new enclosures made predation less likely in the nearby traditional enclosures too.

This type of beneficial spillover effect had yet to be documented in other systems where interventions aim to protect livestock from large carnivores.

Our results show that in conservation, it’s important to look closely at complex local dynamics. The findings may help explain why there’s so much uncertainty about the effectiveness of various human–wildlife conflict mitigation strategies.

Beneficial spillover effects

People who keep livestock in east Africa have long had strategies to keep their animals safe from large carnivores. Sometimes acacia-thorn night enclosures (known locally as bomas), intensive herding practices, and guarding dogs work well.

Other times, and especially in communities within and adjacent to large, protected carnivore populations, traditional strategies fall short.

This is the case in Tanzania’s Ruaha-Rungwa Landscape. In our study area adjacent to Ruaha National Park, any pastoralist or agropastoralist (herding and crop farming) household has about a 30% chance of losing one or more animals to predation each year. This is a serious economic loss on top of important cultural and emotional costs.




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Lion Landscapes, an organisation that some of us have been running for over a decade, works to support human-carnivore coexistence. Adjacent to Ruaha, we have been partnering with households to build 1.8-metre chain-link corrals. We subsidise them. Households contribute 25% of the cost and some of the labour for construction.

We analysed about 25,000 monthly reports of livestock predation in fenced and traditional enclosures, using statistical models. There were 846 predation events over nearly four years. Unexpectedly, while we did detect spillover effects, these appeared to be beneficial. Rather than displacing conflicts, fortified enclosures actually conferred protective effects on their traditional-enclosure neighbours.

For example, households within 50 metres (the minimum observed distance) of a fortified enclosure were half as likely to experience predation compared with distant households 2 kilometres away. And these beneficial effects increased with the number of fortified enclosures in a neighbourhood. Finally, the effects appeared to be durable over time.

The fortified enclosures were extremely effective. We showed that households could break even after paying for the fence in just a few years through avoided livestock losses. And we know that when domestic animals aren’t being killed, their owners are more tolerant of predators. We didn’t record carnivore killings in this study but it has happened fairly frequently in the area in the past.

In a few of the world’s human-wildlife conflict systems, where data exist to assess spillover effects, there is evidence that detrimental spillovers do occur. For instance, beehive deterrents may redirect elephants to nearby crop fields, or lethal removal of individual wolves may redirect the surviving pack to prey on adjacent ranches. Nevertheless, these are very under-studied interactions.

Livestock management and carnivore coexistence

In systems where humans, livestock, and wildlife overlap and sometimes come into conflict, management strategies too often focus on wildlife. Another option is to reduce whatever attracts wildlife. In the case of large carnivores, this means managing livestock.




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Our results support this approach by demonstrating that management and protection of livestock is fundamental for reducing conflict, and can benefit not only livestock owners but landscape-level coexistence.

Conservationists and policy-makers need to encourage these practices that benefit people, carnivores, and livestock in shared landscapes.

The Conversation

Amy Dickman works for Lion Landscapes as the Joint CEO

Jonathan Salerno, Kevin Crooks, Rekha Warrier, and Stewart Breck do not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and have disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

ref. Livestock and lions make uneasy neighbours: how a fence upgrade helped protect domestic and wild animals in Tanzania – https://theconversation.com/livestock-and-lions-make-uneasy-neighbours-how-a-fence-upgrade-helped-protect-domestic-and-wild-animals-in-tanzania-258113

Ghana’s security strategy has kept terror attacks at bay: what other countries can learn from its approach

Source: The Conversation – Africa (2) – By Paa Kwesi Wolseley Prah, Postdoctoral Fellow, Dublin City University

Ghana stands out in west Africa as a nation that has not experienced terrorist attacks, even though it’s geographically close to countries that have. In Burkina Faso, Mali and Nigeria, extremist groups such as Boko Haram and Islamic State in West Africa (ISWAP) have wreaked havoc.

This resilience is not accidental. It is the result of deliberate counter-terrorism strategies employed by Ghana’s security institutions.

Ghana’s counter-terrorism framework was set out in 2020. It has four pillars: prevent, pre-empt, protect, and respond. The idea is to coordinate multiple agencies, including the Ghana Police Service, Ghana Immigration Service, Ghana Armed Forces and the National Intelligence Bureau.

These pillars guide strategies to address both immediate threats and underlying vulnerabilities. Poverty, religious radicalism and porous borders are common drivers of terrorism in west Africa.

I am an international security and global governance researcher. My co-author is a government and international studies scholar.

Four years ago we wrote a paper examining Ghana’s resilience against terrorist attacks. Our findings are still relevant given the increasing activities of terror groups in the west African region.




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We wanted to identify what works as a potential model for other countries.

Using a qualitative methodology, we interviewed stakeholders — including police officers, members of the armed forces, Muslim community leaders, and immigration officials. We also analysed the national framework for preventing and countering violent extremism and terrorism.

Our findings showed that Ghana’s success is traceable to an approach that integrates community engagement with advanced border technology, inter-agency training, media collaboration and intelligence operations. And it addresses both immediate and underlying threats.

We argue that Ghana’s ability to balance prevention with security offers solutions for stability in a geopolitically volatile region.




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Community engagement

One of the standout strategies is community engagement. This serves multiple purposes, from guiding people away from extremism to gathering intelligence.

The Ghana Police Service, for instance, engages Muslim-dominated communities, known as “Zongos”, to counter radical Islamic ideologies that could be exploited by terrorist groups.

By collaborating with local religious leaders, police make communities aware of the dangers of radicalisation. They foster trust and encourage residents to report suspicious activities. This approach also works in tackling illegal arms circulation.

Ghana has an estimated 2.3 million small arms in circulation – 1.1 million of them illegally possessed. The availability of so many weapons fuels terrorist activities across west Africa.

Community based de-radicalisation aligns with global best practices. In Norway, for instance, it was used to disengage youth from extremist groups.

Technology at borders

Ghana’s border control management is another part of its counter-terrorism strategy. Ghana Immigration Service uses advanced security software and integrated systems like the “Immigration 360” system, designed to fully automate passenger processing and data management.

The system manages records of fingerprints and other data to improve reporting and intelligence sharing between Ghana Immigration and other security agencies.

The technology makes it possible to quickly identity individuals on terrorist watchlists and detects concealed goods. This helps prevent illegal cross-border movements.

There are gaps in Ghana’s defences, however. The influx of migrants fleeing extremist violence in Burkina Faso, Mali and Niger in 2024 highlights the urgency of scaling up investments in the technology.




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Training for preparedness

Ghana combats new and varying forms of terrorism by uncovering trends and training personnel to deal with them.

A notable example was the six-day joint training in 2022 involving the Ghana Immigration Service, Police Service, Customs, Economic and Organised Crime Office, and the National Intelligence Bureau.

The country also works with regional neighbours like Burkina Faso, Togo and Benin, and partners such as the United States, through initiatives like “Operation Epic Guardian”.

Media as a strategic partner

Terrorists rely on media to amplify fear and publicise their causes. Ghana’s security agencies counter this tactic by actively engaging media houses to report accurately.

The Ghana Armed Forces, for instance, works with media to debunk false reports, which can cause public panic and inadvertently aid terrorists.

The Ghana Police Service emphasises regular dialogue with media to ensure sensitive information is verified before publication, reducing the risk of tipping off suspects. However, media competition for viewers poses a challenge.

Surveillance and intelligence gathering

Surveillance and intelligence gathering is critical. Plainclothes armed forces and immigration personnel blend into communities to monitor potential threats. The approach has worked but is constrained by resources.

It can also risk human rights violations, such as wrongful profiling, and is less effective against multiple targets compared to technological solutions like facial recognition or CCTV.




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Challenges and regional implications

Despite its successes, Ghana’s counter-terrorism framework faces challenges that could undermine its long-term efficacy:

  • logistical and financial constraints

  • the influx of migrants fleeing regional violence

  • a lack of harmonised security cultures within the regional body, Ecowas.

In all, Ghana’s strategies offer lessons for west Africa, where terrorism is a growing threat.

Its community engagement model could be followed in Nigeria, Burkina Faso, Mali and Niger to counter radicalisation and arms proliferation, provided it avoids religious stereotyping.

The Conversation

The authors do not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and have disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

ref. Ghana’s security strategy has kept terror attacks at bay: what other countries can learn from its approach – https://theconversation.com/ghanas-security-strategy-has-kept-terror-attacks-at-bay-what-other-countries-can-learn-from-its-approach-260333

How falling vaccination rates are fuelling the antibiotic resistance crisis

Source: The Conversation – Canada – By Ruchika Gupta, Assistant Professor and Medical Microbiologist, Department of Pathobiology and Lab Medicine, London Health Sciences Centre and Schulich School of Medicine and Dentistry, Western University

Antibiotic resistance is one of the biggest health threats we face today. It’s often blamed on the overuse of antibiotics, and for a good reason. But there’s another major factor quietly driving this crisis that doesn’t get as much attention: low vaccination rates.

In early 2025, Ontario had a measles outbreak with 2,200 cases as of mid-July, mostly in people who hadn’t been fully vaccinated. An outbreak in Alberta that began in March has expanded to more than 1,300 cases as of mid-July.

Measles had been eliminated in Canada since 1998, but it’s now reappearing, largely due to missed or delayed vaccinations. On the surface, these might seem like a limited viral outbreak. But the ripple effects go much further, causing more illness, more complications and, ultimately, more antibiotic use.

Why measles can lead to antibiotic use

Measles itself is a viral infection, so antibiotics don’t treat it directly. But the virus weakens the immune system, leaving people vulnerable to bacterial infections like pneumonia or ear infections, conditions that do require antibiotics.

Unsurprisingly, this pattern isn’t new. A 2019 study published in Pediatrics showed that many children hospitalized with measles in the United States developed secondary infections that required antibiotic treatment, especially pneumonia and ear infections.

While data from the Ontario outbreak is still being analyzed, experts expect a similar surge in antibiotic prescriptions to treat these preventable complications.

The antibiotic resistance chain reaction

Infographic showing how mutations contribute to antibiotic resistance
Every time we use antibiotics, we give bacteria a chance to adapt.
(NIAID), CC BY

Here’s where it gets dangerous. Every time we use antibiotics, we give bacteria a chance to adapt. The most vulnerable bacteria die, but tougher ones survive and spread. This leads to antibiotic resistance where treatments that used to work no longer do.

Even appropriate use of antibiotics, like treating a bacterial infection after measles, adds to the problem. And the more often we need to prescribe antibiotics, the faster this resistance builds.

A 2022 global study published in The Lancet estimated that antimicrobial resistance directly caused 1.27 million deaths in 2019 and contributed to many millions more. As resistance spreads, doctors are forced to use more toxic, expensive or last-resort drugs, and sometimes, no effective treatment exists at all.

Infographic showing how antibiotic treatments become ineffective against resistance bacteria.
Antibiotic resistance means that treatments that used to work no longer do.
(NIAID), CC BY

How vaccines help fight resistance

Vaccines are one of the most powerful tools we have not just to prevent disease, but to reduce antibiotic use and slow resistance. By stopping infections before they happen, vaccines reduce the need for antibiotics in the first place.

Some vaccines protect directly against bacteria. Pneumococcal vaccines (PCV13, PCV15, PCV20) guard against a major cause of pneumonia, brain infections and ear infections. Haemophilus influenzae type b (Hib) and diphtheria vaccines prevent other respiratory bacterial diseases.

Other vaccines protect against viruses, which can weaken the body and open the door to bacterial infections called as secondary bacterial infections.

The MMR (measles-mumps-rubella) vaccine not only prevents measles but also reduces the chance of bacterial pneumonias that often occur after measles due to immunosuppression.

The seasonal flu and COVID-19 vaccines help prevent viral infections that can trigger secondary bacterial complications.

The rotavirus vaccine that protects against diarrheal disease in children has also been shown to reduce antibiotic use by more than 20 per cent, according to a 2024 study in Vaccine.

In fact, a 2020 study in Nature found that improving childhood vaccination coverage in low- and middle-income countries could reduce antibiotic-treated illnesses in kids under five by more than 20 per cent. That’s a massive step forward in the fight against antibiotic resistance.

A wake-up call

The measles outbreaks in Ontario and Alberta aren’t just local issues; they are a global warning. Each missed vaccine doesn’t just put one person at risk; it potentially means more infections, more complications and more antibiotics. That, in turn, means more antibiotic resistance for everyone.

Vaccines are not just about individual protection. They are a public health strategy that keeps antibiotics effective for when we really need them, especially for vulnerable people like cancer patients, transplant recipients and the elderly, who rely on antibiotics to survive routine infections.

Vaccines, in fact, do more than prevent disease. They protect our ability to treat infections by reducing the need for antibiotics and slowing the rise of resistant bacteria. With preventable diseases like measles making a comeback, now is the time to recognize the broader impact of vaccine hesitancy.

Choosing to vaccinate is more than a personal decision. It’s a way to protect our communities and preserve the life-saving power of antibiotics for generations to come.

The Conversation

Ruchika Gupta does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

ref. How falling vaccination rates are fuelling the antibiotic resistance crisis – https://theconversation.com/how-falling-vaccination-rates-are-fuelling-the-antibiotic-resistance-crisis-259682

I research rip currents where ‘Cosby Show’ star Malcolm-Jamal Warner drowned. Here’s why they’re so deadly

Source: The Conversation – Canada – By Chris Houser, Professor in Department of Earth and Environmental Science, and Dean of Science, University of Waterloo

Malcolm-Jamal Warner, the actor who played Theo Huxtable on The Cosby Show, has drowned on Costa Rica’s Caribbean coast.

It is reported that he was swimming at Playa Cocles in Limon province when a current pulled him offshore. This is a beach popular among surfers and one that’s known to have large waves and strong currents.

It’s also a beach that I have taken students to in order to study the formation of rip currents and to better understand what beach users know about the hazard.

What exactly are rip currents?

Rip currents — commonly referred to as rips or colloquially as rip tides — are found on ocean beaches and some large lakes around the world.




Read more:
The Great Lakes are powerful. Learning about ‘rip currents’ can help prevent drowning


The rips at Playa Cocles and along a large part of the Costa Rican Caribbean coast are known as channel or bathymetric rips that form as the nearshore sand bar moves toward the land through the summer. The water thrown towards the land by the breaking waves returns offshore as a concentrated and fast flowing current at gaps in the nearshore sand bar.

During storm conditions, we have measured the rip currents at Playa Cocles at over two metres per second. These rips are known to increase rapidly (or pulse) in strength due to changes in wave breaking, leading to unsuspecting swimmers being taken far offshore and exiting beyond the zone of breaking waves.

Rip current at Playa Cocles showing change in size and strength with surfers for scale. (Chris Houser)

While it can be difficult to spot a rip from shore, they can be identified by an area of relatively calm water between breaking waves, a patch of darker water or the offshore flow of water, sediment and debris.

Caught in a rip current

A person caught in a rip is transported away from shore into deeper waters, but they aren’t pulled under the water. If they are a weak swimmer or try to fight the current, they may panic and fail to find a way out of the rip and back to shore. Survivor stories highlight panic, anxiety, distress and fear, a tendency to fight the current and an inability to make a decision on how to escape the rip.

While it is possible to “break the grip of the rip” by swimming parallel to the beach or toward breaking waves at an angle to the beach, there is no single escape strategy due to the unique rip circulation pattern.

It’s possible to escape a rip by flipping onto your back, floating to keep your head above the water and following the current until you’re returned to the shore by the current or able to swim safely toward the shore. If you are taken beyond where the waves break, or you’re unable to swim back to shore, continue to float and signal for help.

Rip currents account for more than 50 deaths a year in Costa Rica; approximately 19 drownings a year involve foreign tourists from the United States, Nicaragua, Canada and Germany. While most drownings in the country occur on Pacific coast beaches that are a short distance to the city of San José, more than five drownings occur each year along the Caribbean coast.

Playa Cocles was the site of five drownings that occurred over eight days in 2004, an event that prompted tourism-dependent business owners to establish a lifeguard station on the beach.

Costa Rican drownings

On average, each drowning in Costa Rica costs more than US$2 million (USD). This includes the direct costs of search and rescue, the costs of repatriation and the long-term economic burden of a lost life. This is in addition to the great personal loss experienced by family and friends.

A survey at Playa Cocles and other beaches in Costa Rica revealed that a majority of beach users did not observe warning signs and that many were unable to interpret the warning and did not change their behaviour.

The majority of foreign drowning victims in Costa Rica had limited knowledge of rips and were unable to avoid the times and locations that were most hazardous.

In general, visitors to a beach often use simple visual cues when deciding to take risks. Recent studies suggest that tourists think beach access points and resorts are located adjacent to safe swimming areas, particularly when visual cues such as manicured paths and promotional posters that promote swimming at those locations.

Visitors are a high-risk group for drownings. They’re generally unfamiliar with the beach and its safety measures and often have poor knowledge of beach hazards, such as rip currents and breaking waves. This lack of knowledge can be exacerbated by language barriers, an overconfidence in swimming ability and peer pressure.

Rip current and beach users at Playa Cocles. The red flag was placed by lifeguards to mark the location of the rip for beach users. (Chris Houser)

Playa Cocles is a beautiful beach, but it’s known to have dangerous rips depending on the size of the breaking waves and the position of the sand bar.

When visiting any beach — from the Caribbean to the Great Lakes — it’s important to remember that there may be rip currents and to take serious precautions.

The Conversation

Chris Houser receives funding from NSERC.

ref. I research rip currents where ‘Cosby Show’ star Malcolm-Jamal Warner drowned. Here’s why they’re so deadly – https://theconversation.com/i-research-rip-currents-where-cosby-show-star-malcolm-jamal-warner-drowned-heres-why-theyre-so-deadly-261653

Quand écouter vos signaux corporels peut davantage améliorer votre bien-être que compter vos calories

Source: The Conversation – in French – By Marie-Pierre Légaré-Baribeau, Doctorante en psychologie – Recherche et Intervention clinique , Université Laval

Loin des règles rigides, plusieurs chercheuses et chercheurs s’intéressent à l’alimentation intuitive, une approche qui encourage les gens à se reconnecter avec leurs signaux de faim et de satiété pour nourrir une relation saine avec leur corps, mais aussi avec leur esprit.

De récentes recherches confirment que cette approche est liée à une image corporelle plus positive, à une meilleure estime de soi, ainsi qu’à moins de détresse psychologique et de comportements alimentaires problématiques, comme la restriction alimentaire ou l’exercice excessif.

Imaginons que notre corps soit un orchestre comprenant de nombreux instruments de musique jouant chacun un rôle dans la symphonie de notre bien-être. Les signaux de faim et de satiété, les émotions, les envies, les habitudes de vie sont différentes sections de cet orchestre qui influence la mélodie. L’alimentation intuitive, c’est notre capacité à devenir le chef d’orchestre, c’est-à-dire diriger l’ensemble des instruments pour créer une symphonie harmonieuse et équilibrée à l’intérieur de notre corps.

Doctorante en psychologie à l’Université Laval, mes travaux de thèse portent sur les associations présentes entre le stigmate lié au poids (grossophobie) perpétré par le partenaire amoureux au sein des couples, les comportements alimentaires problématiques et différents indicateurs de bien-être individuels et conjugaux.


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Une relation plus saine avec la nourriture

Les personnes adhérant à l’approche de l’alimentation intuitive rapportent des niveaux moins élevés d’anxiété, de dépression, de stress, ce qui témoigne d’une moins grande détresse psychologique. Cet effet protecteur est validé à la fois chez la population adulte et adolescente. Il s’explique par plusieurs mécanismes.

D’abord, apprendre à s’ajuster au tempo de son corps génère un sentiment de libération envers la surveillance constante de son assiette. Il s’agit du bénéfice le plus immédiat : la fin du cercle vicieux de la restriction menant à la compulsion alimentaire. La nourriture redevient ce qu’elle doit être, c’est-à-dire une source de nutrition, d’énergie et de plaisir, et non pas le centre de nos pensées.




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Ensuite, l’alimentation intuitive encourage les gens à apprécier leur corps pour ce qu’il permet de faire, plutôt que de le juger uniquement sur son apparence. Cette acceptation inconditionnelle de son corps permet aux individus de développer une plus grande appréciation corporelle. Il a effectivement été démontré que les personnes qui mangent intuitivement vivent une moins grande pression à se conformer aux idéaux de minceur corporels véhiculés dans la société ou venant de l’entourage. Elles ont conséquemment plus de satisfaction corporelle et rapportent une estime de soi plus positive.

De plus, les individus adoptant cette approche alimentaire tendent à présenter un meilleur fonctionnement émotionnel. Nombreuses sont les personnes qui se tournent vers la nourriture lors de moments difficiles. L’alimentation intuitive ne nie pas cette réalité, mais encourage plutôt à reconnaître ces moments d’alimentation émotionnelle sans jugement. Elle incite parallèlement à développer un répertoire d’outils alternatifs de régulation émotionnelle le cas échéant, comme contacter un ami ou aller prendre une marche.

Enfin, l’alimentation intuitive est associée à moins de comportements alimentaires problématiques, comme les diètes, les compulsions alimentaires ou les comportements compensatoires (p. ex., vomissements). L’alimentation intuitive ramène le plaisir de manger des aliments à la fois nutritifs et savoureux au cœur de l’expérience alimentaire. Ce faisant, elle devient un puissant facteur de protection contre le développement des troubles des conduites alimentaires.

L’orchestre alimentaire

À l’origine, l’alimentation intuitive est une approche alimentaire développée par deux nutritionnistes et reposant sur dix principes détaillés dans l’ouvrage Intuitive eating : A revolutionary anti-diet approach. St. Martin’s Essentials. Selon cette approche, l’attention est portée sur les besoins physiologiques internes du corps, soit les signaux de faim et de satiété, pour déterminer quand et quelle quantité manger. Elle met ainsi de côté les influences autres comme les pensées, les personnes ou l’environnement.

Les mangeurs intuitifs se laissent guider par la philosophie que s’alimenter devrait être une expérience agréable, sociale, sans restriction ni sentiment de honte ou de culpabilité. Comme le chef qui est l’expert de son orchestre, l’individu est l’expert de son propre corps.

Les signaux de faim et de satiété, dictés par l’estomac, le système digestif et le cerveau sont les parties principales de notre orchestre alimentaire. Ils nous indiquent lorsque nous avons faim et lorsque nous sommes rassasiés. Il est important d’apprendre à être à l’écoute de ces signaux pour réguler la quantité de nourriture que l’on mange à chaque repas.

Les émotions, telles que le stress, la joie et la tristesse, peuvent elles aussi dicter notre consommation d’aliments. Parfois prenants plus ou moins de place, il est crucial d’apprendre à prendre conscience de ses émotions et de reconnaître leur influence selon notre humeur du moment dans notre orchestre intérieur.




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Les envies, quant à elles, sont un autre facteur puissant influant les types d’aliments qu’on mange. Certains aliments sont réconfortants et nous font naturellement envie plus que d’autres. C’est tout à fait normal ! Bien qu’essentielles à notre bien-être, il faut savoir s’adapter à ces envies pour qu’elles ne dominent pas entièrement notre orchestre alimentaire.

Enfin, les habitudes de vie jouent un rôle non négligeable dans notre alimentation. Celles-ci devraient générer un cadre stable pour la journée avec des repas et des collations à des heures régulières, tout en demeurant flexibles aux autres facteurs pouvant influencer notre orchestre intérieur.

L’alimentation intuitive fonctionne donc comme une improvisation musicale : il ne s’agit pas de suivre des notes fixes d’une partition déjà écrite. Tout comme un chef d’orchestre qui apprend à lire et à interpréter une partition, l’individu répond à ses signaux au fur et à mesure qu’ils se présentent, en trouvant l’équilibre entre les besoins physiologiques, mentaux et émotionnels.

Toutefois, il est à noter que ce n’est pas tout le monde qui réussit à maîtriser l’art de diriger un orchestre seul. L’accompagnement d’un chef expert tel qu’un nutritionniste peut alors être indiqué pour nous montrer comment bien diriger notre symphonie !

Une harmonie dans l’ensemble des sphères de notre bien-être

Les régimes alimentaires sont rarement efficaces sur le long terme en plus de dérailler notre rapport avec notre corps et notre esprit. Au moins un tiers des personnes qui se mettent au régime reprennent plus de poids qu’elles n’en ont perdu. Une étude longitudinale a montré que jusqu’à 80 à 95 % des individus reprennent le poids perdu dans les trois à cinq années suivant un régime amaigrissant.

Comparativement à l’approche traditionnelle qui se focalise sur le poids et qui mène à un regain du poids perdu sur le long terme, l’approche adhérant aux principes de l’alimentation intuitive favoriserait un maintien du poids dans le temps. Prendre conscience de comment on se sent dans son corps après avoir consommé un aliment aurait donc des effets positifs tant au niveau physique que psychologique, et encore plus pour les personnes présentant effectivement un surplus de poids ou de l’obésité.

Au lieu de regarder des données comme le chiffre sur la balance, le nombre de calories dépensées, la quantité de protéines ingérées, pourquoi ne pas se recentrer sur soi ? L’alimentation intuitive devient une douce mélodie à nos oreilles qui a le potentiel de générer une harmonie dans l’ensemble des sphères de notre bien-être.

La Conversation Canada

Marie-Pierre Légaré-Baribeau ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d’une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n’a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.

ref. Quand écouter vos signaux corporels peut davantage améliorer votre bien-être que compter vos calories – https://theconversation.com/quand-ecouter-vos-signaux-corporels-peut-davantage-ameliorer-votre-bien-etre-que-compter-vos-calories-258952

Aristote, premier penseur de la démocratie

Source: The Conversation – in French – By Pierre Pellegrin, Professeur de philosophie, Centre national de la recherche scientifique (CNRS)

Statue du philosophe Aristote (384-322 av. n. è.), dans sa ville natale de Stagire, en Grèce. Panos Karas

Notre démocratie est en crise, comment la réinventer ? Que nous enseignent ceux qui, au cours des âges, furent ses concepteurs ? Second volet de notre série consacrée aux philosophes et à la démocratie avec le Grec Aristote. Sa politeia, ou gouvernement constitutionnel, assoit le pouvoir sur un grand nombre de citoyens et vise l’intérêt commun.


On dit souvent que les Grecs ont inventé la démocratie. Une affirmation qu’il faut accompagner de plusieurs attendus, dont le plus important apparaît dans le recensement qui, en 317 avant J.-C., donnait à Athènes 21 000 citoyens, 10 000 métèques et 400 000 esclaves. Or les métèques, les esclaves et les femmes libres, qui devaient en gros être aussi nombreuses que les citoyens, étaient exclus de la citoyenneté. Il serait donc plus exact de dire que les Grecs ont inventé la cité (polis), une forme de communauté dans laquelle les hommes qui étaient comptés comme citoyens jouissaient d’une égalité de statut quelles qu’aient été par ailleurs leurs différences sociales (de naissance, de fortune, etc.) et avaient donc part aux décisions politiques de leur cité (« politique » vient de polis). Là aussi, avec de multiples nuances.
Alors que la cité était présente à tous les niveaux de la vie quotidienne des Grecs et dans les textes qu’ils nous ont laissés, Aristote est le premier à définir ce qu’est la cité : la communauté parfaite dans laquelle les citoyens, en partageant le pouvoir, parvenaient à un épanouissement psychologique et affectif qu’Aristote, comme tous les Grecs, appelait le bonheur. La lecture de la philosophie politique d’Aristote qui a été dominante jusqu’aux dernières décennies du XXe siècle et qui faisait de lui un réaliste modéré qui opposait le « bon sens » aux thèses extrémistes du « communisme » de Platon est donc fausse. Aristote donne à la vie en cité, une destination éthique et ce qu’il recherche, c’est une forme excellente de communauté qui mène ses citoyens à cette excellence qu’est le bonheur. Il propose une forme remarquable de cette relation entre vertu et cité en déclarant que la cité est une communauté naturelle (alors qu’une alliance militaire, par exemple, est une association conventionnelle) et que, selon une formule célébrissime, « l’homme est un animal politique par nature ». Ce qui signifie que les hommes (il faut ici sous-entendre grecs et libres) ne développent complètement leur nature qu’en étant les citoyens d’une cité vertueuse. Cette situation est paradoxale du fait qu’Aristote vivait à une époque où la cité était en train de perdre son indépendance du fait de l’impérialisme des rois de Macédoine et notamment d’Alexandre le Grand, dont Aristote avait été le précepteur.

La politeia, ou gouvernement constitutionnel

Si l’on s’en tient aux mots tels qu’il les emploie, Aristote n’est pas démocrate, car il considère que la dêmokratia, dont Athènes était si fière, est une forme déviée de constitution, c’est-à-dire qu’elle régit la cité au profit, non pas de l’ensemble du corps civique, mais d’une classe sociale particulière, la masse des citoyens pauvres. Un régime démagogique, qui débouche, selon Aristote, sur une forme de tyrannie, car bien des tyrans ont été issus des classes populaires. Aristote a néanmoins été le soutien le plus solide, dans l’Antiquité et peut-être au-delà, d’un régime populaire que nous appellerions une démocratie et que lui nomme une politeia, terme qui, en grec, désigne tantôt toute forme de constitution, tantôt le fait même de vivre en cité (polis). Dans ma traduction des Politiques, j’ai rendu politeia par « gouvernement constitutionnel ». Il s’agit donc d’un régime qui assoit le pouvoir sur un nombre important de citoyens, appartenant à toutes les classes de la cité, et qui exerce ce pouvoir au profit de tous les citoyens en œuvrant à leur amélioration éthique.

La raison principale de ce penchant d’Aristote vers le gouvernement constitutionnel, c’est la relation réciproque qu’il a mise au jour entre un régime vertueux et les vertus de ses citoyens : un tel régime ne peut pas fonctionner si ses citoyens ne partagent pas des valeurs éthiques qui leur font mettre le bien de la cité au-dessus de leurs intérêts personnels, mais la vie en cité elle-même développe les vertus éthiques des citoyens : Aristote insiste sur le fait que les vertus nous relient à autrui (on n’est pas généreux envers soi) et que donc les vertus que l’on exercera au sein de cette communauté parfaite qu’est la cité seront des vertus parfaites. En tant donc qu’il exercera la fonction de citoyen, un homme sera plus courageux à la guerre, moins soumis à ses intérêts privés, etc. Ce qui est crucial, c’est que les citoyens qui ont le pouvoir, ou qui ont plus de pouvoir que les autres, soient suffisamment vertueux pour que le pouvoir qu’ils installent fasse diffuser la vertu dans le corps civique. Les régimes corrects, qui peuvent être des monarchies ou des aristocraties, tendent donc vers un régime populaire correct, la politeia. Il y a en effet trois régimes corrects : la royauté quand le roi est vertueux et éduque ses sujets à devenir des citoyens (c’est-à-dire à dépasser la royauté), l’aristocratie, quand seul un petit nombre de citoyens sont vertueux et la politeia, auxquels correspondent trois régimes déviés : la tyrannie, l’oligarchie et la démocratie au sens d’Aristote.

Éduquer les citoyens par les lois

Le moyen principal de cette éducation des citoyens à la vertu, ce sont les lois. Il y avait chez les Grecs, une révérence envers les lois de leur cité, qui a fait dire à Paul Veyne que le patriotisme revendiqué de Socrate, par exemple, ne l’attachait pas au territoire d’Athènes ou aux ancêtres, mais aux lois de la cité. Quand nous obéissons à de bonnes lois, il se forme en nous des habitudes vertueuses, et c’est pourquoi ce sont les enfants qu’il faut surtout habituer à accomplir des actions en conformité avec ces bonnes lois. Par la contrainte s’il le faut. Nous avons ici un enchaînement que les judéo-chrétiens que nous sommes ont du mal à comprendre : l’obéissance aux lois nous contraint à agir vertueusement (à être courageux, généreux, etc.), or ces vertus sont, sans que nous nous en apercevions immédiatement, une partie de notre nature. Car tôt ou tard nous passons de ce qu’Aristote appelle la « continence » à la vertu : nous disons la vérité parce que nous avons peur que notre mensonge soit découvert et puni, jusqu’au moment où dire la vérité nous fait plaisir. Le plaisir qu’elle procure est la preuve qu’une action est vertueuse.

La loi doit s’imposer à tous et la preuve la plus évidente qu’un régime est corrompu, c’est que la loi n’y est plus souveraine. Le tyran est au-dessus des lois et dans les régimes démagogiques, le peuple décide que sa volonté du moment l’emporte sur la loi. Aujourd’hui, les régimes dits par euphémisme « autoritaires » ont ce que l’on pourrait appeler une « légalité Potemkine » et, dans nos démocraties, des leaders populistes appellent à abandonner, au moins partiellement, l’état de droit pour suivre les désirs populaires. Mais pour Aristote la loi n’est pas immuable. Certes, les changements législatifs doivent être entrepris avec une extrême prudence, car il faut donner à la loi le temps de produire des effets éthiques. Aristote préconise de changer la loi lorsqu’elle n’est plus en adéquation avec le régime (la constitution). Ainsi le code d’honneur qui régit une société aristocratique n’a pas sa place dans un régime populaire. Ceci montre un profond bouleversement des rôles, notamment par rapport à Platon. Pour Aristote, en effet, le philosophe ne doit pas gouverner la cité, et cela pour une raison doctrinale forte : l’excellence théorique du philosophe est différente de l’excellence pratique de l’homme politique. Celui-ci doit pouvoir saisir les occasions favorables pour prendre les décisions et entreprendre les actions bénéfiques pour sa cité. La fonction du philosophe politique sera donc de donner une formation théorique, non seulement à l’homme politique, mais surtout à l’homme-clé de la vie politique grecque, le législateur, celui qui donne sa forme à la constitution d’une cité et qui tente ensuite de corriger cette forme au cours de l’histoire de cette cité. Quand le rapport des forces dans une cité aura changé, par exemple au profit du peuple, le bon législateur devra être assez sagace pour comprendre que le régime doit évoluer et que sa législation doit s’adapter à la situation nouvelle. Car ce sont les lois qui dépendent du régime et non l’inverse. Comme il le dit explicitement, Aristote entend incarner les réquisits éthiques qui rendent les citoyens vertueux et heureux dans des institutions effectivement réalisables.

Aristote et la lutte des classes

Aristote s’est radicalement distingué de tous les autres auteurs antiques sur des points cruciaux, que l’on peut résumer sous la forme de trois thèses. D’abord, Aristote ne rêve pas d’une cité homogène et immuable, mais il reconnaît que l’on appellera plus tard la « lutte des classes » est naturelle à la cité. Pour lui est naturel ce qui se produit « toujours ou la plupart du temps ». Ainsi il est naturel que les chattes fassent des chatons, bien que ce ne soit pas toujours le cas. Or Aristote voit bien autour de lui que le monde des cités est composé presque exclusivement de régimes populaires démagogiques et de régimes censitaires oligarchiques. Plusieurs travaux récents ont mis en lumière la conception absolument originale qu’il a de la stasis. Ce terme désigne la discorde à l’intérieur d’une cité menant quelquefois à la guerre civile. Pour les Grecs, il s’agit là du crime suprême, que Platon assimile au parricide et punit de mort. Aristote remarque, sans surprise, que la sédition vient du fait que le corps civique est composé de classes antagonistes aux intérêts divergents. Ainsi la stasis, loin d’être une exception désastreuse, est l’état normal des cités. Encore faut-il que le législateur propose des institutions qui empêchent qu’elle ne prenne une ampleur excessive et qui la font servir à l’amélioration du régime en place.

D’où la deuxième thèse : la lutte des classes est non seulement naturelle, mais elle est bénéfique à la cité dans la mesure où, à côté de sa face sombre (les démocrates veulent faire un usage immodéré de leur pouvoir pour spolier les riches ; les oligarques tentent d’accaparer le pouvoir et veulent s’enrichir sans limites), chaque parti est porteur de valeurs positives : le parti oligarchique milite pour que l’on prenne en compte la valeur et la richesse dans l’attribution du pouvoir, et cela est bon pour la cité, car les gens de valeur et les riches peuvent lui être utiles. Quant au parti démocratique, il a raison de rappeler le caractère de base de toute cité, à savoir que ses citoyens sont libres et politiquement égaux. Car si on les prive de leur liberté, les membres du corps civique ne sont plus des citoyens.

Les luttes des dominés apportent les progrès politiques et sociaux

La tendance de fond de toute constitution déviée à prendre une forme de plus en plus extrême conduit inévitablement à une tyrannie. Aristote réintroduit alors le rôle des classes dominées dans l’histoire des cités, reconnaissant ainsi, bien avant Marx, que la lutte des classes est le moteur de l’histoire, ce qui constitue une troisième thèse. Deux cas se présentent : soit les dominants, aveuglés par leur arrogante confiance en eux, cherchent à s’imposer et risquent de déclencher une révolution, soit ils sont assez intelligents pour lâcher du lest à temps et s’entendre avec les dominés. C’est une idée que nous partageons encore : ce sont les luttes des classes dominées qui apportent des progrès politiques et sociaux.

Le fait que toute cité soit composée de classes en lutte (dans la grande majorité des cas, un parti oligarchique et un parti démocratique), peut conduire à la catastrophe ou à l’excellence. Ainsi le tyran cumule les mauvais côtés des deux partis en accumulant une fortune en spoliant les riches. Mais si un législateur avisé combine les bons côtés de ces deux partis, goût de la liberté des démocrates et reconnaissance des talents par les oligarques, on obtient une politeia. La politeia, la meilleure des constitutions, est donc composée de traits de deux constitutions vicieuses. Ainsi toutes les classes sociales auront satisfaction sur un ou plusieurs points, ce qui est aussi l’un des objectifs des démocraties modernes.

Mais Aristote fait un pas de plus. L’idéal serait que tous les citoyens soient des hommes éthiquement parfaits, mais c’est trop demander. On peut donc se contenter, pour établir une politeia, de mélanger un petit nombre de citoyens vertueux à une masse d’autres qui le sont moins, sans toutefois être vraiment vicieux. Or, ajoute Aristote, l’exercice collectif des fonctions de citoyen permet de pallier les insuffisances de chacun. Pour Aristote, la délibération en commun nous hisse à un niveau d’excellence que nous ne pouvons pas atteindre seuls. Il y a dans ce pouvoir du collectif le socle d’une pensée réellement démocratique.


Pierre Pellegrin a traduit et édité les Politiques, d’Aristote (Flammarion, 2015). Il est l’auteur de l’Excellence menacée. Sur la philosophie politique d’Aristote (Classiques Garnier, 2017) et de Aristote (« Que sais-je ? », PUF, 2022).

The Conversation

Pierre Pellegrin ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d’une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n’a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.

ref. Aristote, premier penseur de la démocratie – https://theconversation.com/aristote-premier-penseur-de-la-democratie-261546

Le cyprès de l’Atlas, unique au Maroc, en danger critique d’extinction

Source: The Conversation – in French – By Thierry Gauquelin, Professeur émérite, Institut méditerranéen de biodiversité et d’écologie marine et continentale (IMBE), Aix-Marseille Université (AMU)

Majestueux mais en danger, le cyprès de l’Atlas marocain subit à la fois le réchauffement climatique et la pression locale des activités humaines. Thierry Gauquelin/Aix Marseille Université, Fourni par l’auteur

Alors qu’on ne le trouve que dans une unique vallée au Maroc, le cyprès de l’Atlas est aujourd’hui menacé par l’exploitation humaine et a été durement touché par le séisme qui a frappé le Maroc en septembre 2023. Pourtant, cette espèce, protégée et plantée dans d’autres régions, résiste particulièrement bien au réchauffement climatique.


Le bassin méditerranéen est l’un des 36 points chauds de biodiversité d’importance mondiale en raison de sa grande biodiversité, souvent propre à la région. Il est en effet riche de plus de 300 espèces d’arbres et d’arbustes contre seulement 135 pour l’Europe non méditerranéenne. Parmi ces espèces, un certain nombre sont endémiques, comme le genévrier thurifère, le chêne-liège, plusieurs espèces de sapins mais aussi le remarquable cyprès de l’Atlas.

Décrit dès les années 1920, ce cyprès cantonné dans une seule vallée du Haut Atlas, au Maroc, a intéressé nombre de botanistes, forestiers et écologues, qui ont étudié cette espèce très menacée, mais aussi potentielle réponse au changement climatique.

Un arbre singulier et endémique de sa vallée

Le premier à faire mention en 1921 de la présence de ce cyprès dans la vallée de l’oued N’Fiss, dans le Haut Atlas, est le capitaine Charles Watier, inspecteur des eaux et forêts du Sud marocain. Mais c’est en 1950 que Henri Gaussen, botaniste français, qualifie ce conifère de cyprès des Goundafa, l’élève au rang d’espèce et lui donne le nom scientifique de Cupressus atlantica Gaussen.

C’est à l’occasion de son voyage au Maroc en 1948 qu’il a constaté que cet arbre, dont la localisation est très éloignée de celles des autres cyprès méditerranéens, est bien une espèce distincte. En particulier, son feuillage arbore une teinte bleutée et ses cônes, que l’on appelle familièrement des pommes de pin, sont sphériques et petits (entre 18 et 22 mm) alors que ceux du cyprès commun (Cupressus sempervirens), introduit au Maroc, sont beaucoup plus gros (souvent 3,5 cm) et ovoïdes.

Le cyprès de l’Atlas se développe presque uniquement au niveau de la haute vallée du N’Fiss, région caractérisée par un climat lumineux et très contrasté.

Paysage de ma vallée du N’Fiss au Maroc, avec une population de Cyprès. Au premier plan, quelques arbres en forme de flèche
Une population de cyprès dans la vallée.
Thierry Gauquelin/Aix Marseille Université, Fourni par l’auteur

On a aujourd’hui une bonne estimation de la superficie couverte par cette espèce dans la vallée du N’Fiss, qui abrite donc la population la plus importante de cyprès de l’Atlas. : environ 2 180 hectares, dont environ 70 % couverts de bosquets à faible densité. Dans les années 1940 et 1950, elle était estimée entre 5 000 et 10 000 hectares. En moins de cent ans, on aurait ainsi perdu de 50 à 80 % de sa surface ! Malgré les imprécisions, ces chiffres sont significatifs d’une régression importante de la population.

Des cyprès aux formes très diverses

Dans ces espaces boisés, la densité des arbres est faible et l’on peut circuler aisément entre eux. Les couronnes des arbres ne se rejoignent jamais et, hormis sous celles-ci, le soleil frappe partout le sol nu.

L’originalité de cette formation est que cohabitent aujourd’hui dans cette vallée de magnifiques cyprès multiséculaires aux troncs tourmentés, des arbres plus jeunes, élancés et en flèche pouvant atteindre plus de 20 mètres de hauteur et des arbres morts dont ne subsistent que les troncs imputrescibles. Ce qui est frappant, et que signalait déjà le botaniste Louis Emberger en 1938 dans son fameux petit livre les Arbres du Maroc et comment les reconnaître, c’est que la majorité des arbres « acquièrent une forme de candélabre, suite à l’amputation de la flèche et à l’accroissement des branches latérales ».

Des cyprès en forme de candélabre. Ce sont les branches sur l’extérieur de l’arbre qui continuent à se développer.
Thierry Gauquelin/Aix Marseille Université, Fourni par l’auteur

Une pression humaine ancienne et toujours forte

L’allure particulière de ces arbres et la proportion importante d’arbres morts sont avant tout à imputer à l’être humain qui, depuis des siècles, utilise le bois de cyprès pour la construction des habitations et pour le chauffage. Il coupe aussi le feuillage pour nourrir les troupeaux de chèvres qui parcourent la forêt.

En plus de ces mutilations, les arbres rencontrent des difficultés pour se régénérer, en lien avec le surpâturage, toutes les jeunes régénérations des arbres étant systématiquement broutées. La pression anthropique est ainsi une composante fondamentale des paysages de forêt claire de cyprès de l’Atlas.

Un bosquet d’arbre dans la vallée, près d’un village, avec une chaîne de montagnes dans le fond
La présence humaine a façonné le paysage de la forêt claire de cyprès de l’Atlas marocain.
Thierry Gauquelin/Aix Marseille Université, Fourni par l’auteur

Cette dégradation des arbres et la régression de la population de cyprès ne sont sans doute pas récentes. La vallée du N’Fiss est le berceau des Almohades, l’une des plus importantes dynasties du Maroc, qui s’est étendue du Maghreb à l’Andalousie, du XIIe au XIIIe siècle. La mosquée de Tinmel, joyau de l’art des Almohades, s’imposait au fond de cette vallée, témoin de la fondation de cette grande dynastie. Et il est fort à parier que c’est du bois local, donc de cyprès, qui a été utilisé à l’origine pour la toiture de cette monumentale construction.

Pourquoi aller chercher bien loin du cèdre, comme certains historiens l’ont suggéré, alors qu’une ressource de qualité, solide et durable, existait localement ? L’étude anatomique de fragments de poutres retrouvées sur le site devrait permettre de confirmer cette hypothèse, les spécialistes différencient facilement le bois de cyprès de celui des autres essences de conifères. Dans tous les cas, il est certain que lors de cette période, le cyprès a subi une forte pression, du fait de l’importance de la cité qui entourait ce site religieux.

On notera enfin, confortant les relations intimes entre le cyprès et les populations locales, les utilisations en médecine traditionnelle : massages du dos avec des feuilles imbibées d’eau ou encore décoction des cônes employée comme antidiarrhéique et antihémorragique.

Le séisme du 8 septembre 2023

Le 8 septembre 2023, le Maroc connaît le séisme le plus intense jamais enregistré dans ce pays par les sismologues. Les peuplements de cyprès se situent autour de l’épicentre du séisme. Ce dernier affecte la vallée du N’Fiss et cause d’importants dégâts matériels, détruisant des habitations et des villages et causant surtout le décès de près de 3 000 personnes. Le séisme a également endommagé le patrimoine architectural, et notamment la mosquée de Tinmel, presque entièrement détruite, qui fait, depuis, l’objet de programme de restauration.

Malgré son intensité (6,8), le séisme ne semble pas avoir eu d’effets directs sur les cyprès par déchaussements ou par glissements de terrain, bien que cela soit difficile à apprécier. Ceux-ci ont néanmoins subi des dégâts collatéraux.

Lors du réaménagement de la route principale, des arbres ont été abattus, notamment un des vieux cyprès (plus de 600 ans) qui avait pu être daté par le Pr Mohamed Alifriqui, de l’Université Cadi Ayyad de Marrakech. De plus, des pistes et des dépôts de gravats ont été implantés au sein même des peuplements, à la suite d’une reconstruction rapide, et évidemment légitime, des villages. Cela a cependant maltraité, voire tué, de très vieux cyprès.

Une arbre coupé au sol
Très vieux cyprès abattu lors de la reconstruction d’une route.
Thierry Gauquelin/Aix Marseille Université, Fourni par l’auteur

Protéger une espèce en danger critique d’extinction

Malgré la distribution restreinte de l’espèce et l’importante dégradation qu’elle subit, une forte diversité génétique existe encore dans cette population. Cependant, il existe un risque important de consanguinité et de perte future de biodiversité au sein de cette vallée. Ainsi, C. atlantica est classé par l’Organisation des Nations unies pour l’alimentation et l’agriculture (FAO) parmi les 17 espèces forestières mondiales dont le patrimoine génétique s’appauvrit.

Une autre menace est celle du changement climatique qui affecte particulièrement le Maroc et ses essences forestières. Les six années de sécheresse intense que cette région du Maroc a subies n’ont sans doute pas amélioré la situation, même si l’impact sur les cyprès semble moins important que sur les chênes verts, sur les thuyas ou sur les genévriers qui montrent un dépérissement spectaculaire.

Pour toutes ces raisons, l’Union internationale pour la conservation de la nature (UICN) a classé le cyprès de l’Atlas comme étant en danger critique d’extinction. Il faut alors envisager des stratégies à grande échelle afin d’assurer la survie voire la régénération des forêts de cyprès. Cela passe à la fois par la fermeture de certains espaces, afin d’y supprimer le pâturage, et par l’interdiction des prélèvements de bois.

Tout ceci ne sera cependant possible qu’en prévoyant des mesures compensatoires pour les populations locales.

Replanter dans la vallée, mais aussi dans le reste de la région

Il est aussi nécessaire de replanter des cyprès, ce qui nécessite la production de plants de qualité, même si les tentatives menées par le Service forestier marocain ont pour le moment obtenu un faible taux de réussite.

Le cyprès de l’Atlas, adapté à des conditions de forte aridité, pourrait d’ailleurs constituer une essence d’avenir pour le Maroc et pour le Maghreb dans son ensemble face au changement climatique. Dans le bassin méditerranéen, le réchauffement provoque en effet une aridification croissante et notamment une augmentation de la période de sécheresse estivale. Henri Gaussen disait déjà en 1952 :

« Je crois que ce cyprès est appelé à rendre de grands services dans les reboisements de pays secs. »

Et pourquoi ne pas penser au cyprès de l’Atlas pour les forêts urbaines ? Un bon moyen de préserver, hors de son aire naturelle, cette espèce menacée.

Conservation, reboisements et utilisation raisonnée nécessitent ainsi des investissements financiers importants. Richard Branson, le célèbre entrepreneur britannique, s’est particulièrement investi dans le développement de la vallée du N’Fiss et est notamment venu au secours de ses habitants à la suite du séisme meurtrier d’il y a deux ans. Si son but est d’améliorer la vie et le futur des habitants de la vallée, espérons qu’il saura aussi s’intéresser à cet écosystème particulier, et que d’autres fonds viendront soutenir les efforts de conservation.

The Conversation

Thierry Gauquelin ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d’une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n’a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.

ref. Le cyprès de l’Atlas, unique au Maroc, en danger critique d’extinction – https://theconversation.com/le-cypres-de-latlas-unique-au-maroc-en-danger-critique-dextinction-257688