Las chicas perciben menos que los chicos los sesgos de género de la IA

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Lourdes López Pérez, Jefa de Sección de Divulgación Científica. Área de especialización: educación y comunicación social de la ciencia, Parque de las Ciencias

larisa Stefanjuk/Shutterstock

La emergencia de la inteligencia artificial generativa y su capacidad para replicar algunas de las funciones cognitivas superiores exclusivas del ser humano nos hace olvidar que es una tecnología construida socialmente y que, lejos de ser objetiva o neutral, refleja los sesgos y prejuicios de sus creadores. Así, perpetúa e, incluso, amplía desigualdades en grupos históricamente discriminados.

En una sociedad caracterizada por la polarización, que parece sustentarse en certezas incuestionables, ¿es la juventud consciente de esas desviaciones? En un estudio reciente realizado por el Parque de las Ciencias de Andalucía y la Universidad de Granada, hemos analizado la influencia del género, la edad y el nivel educativo en la percepción del alumnado de educación secundaria sobre las posibles desigualdades generadas por la IA.

Las chicas perciben menos sesgos

De modo general, la investigación concluye que los estudiantes tienen una percepción media-alta de los sesgos implícitos en la inteligencia artificial. Sin embargo, esta percepción es menor en las chicas que en los chicos cuando nos centramos en prejuicios de género y etnia.

El nivel educativo es otro factor relevante: el alumnado de bachillerato tiene menor conciencia de los sesgos de género, de procedencia, generacionales, económicos y por diversidad funcional que sus compañeros de educación secundaria y formación profesional.

Es necesaria mayor concienciación

Estos resultados, obtenidos a través de cuestionarios a 440 estudiantes de educación secundaria, bachillerato y formación profesional, evidencian la importancia de abordar la evaluación crítica y ética de la IA como una de las principales competencias de la alfabetización en esta tecnología emergente.

El impacto transformador de esta tecnología en la sociedad y en la propia educación suscita un replanteamiento de los métodos de enseñanza y aprendizaje actuales, ya que la formación en inteligencia artificial no es actualmente una materia obligatoria en el sistema educativo formal.

¿Se ignora la dimensión ética de la IA?

Investigaciones recientes apuntan que la información que la juventud tiene sobre la inteligencia artificial procede, en muchos casos, de los medios de comunicación y las series de ficción. El predominio de esta fuente de información genera concepciones poco realistas. Todo ello favorece la ignorancia de la dimensión ética de la IA.

Otros estudios demuestran que la concienciación social y ética de los jóvenes sobre la aplicación de la inteligencia artificial es limitada. La pérdida de empleo es el aspecto que más les preocupa, mucho más que los posibles sesgos discriminatorios y de control que podría conllevar la tecnología.

Asimismo, personas expertas en investigación educativa inciden en el desinterés del alumnado preuniversitario sobre las consideraciones éticas de la IA y muestran, a través de estudios empíricos, la percepción positiva de la juventud sobre la inteligencia artificial, un desarrollo tecnológico al que definen como imparcial y justo.

Formación temprana, la mejor medicina

Frente a estas actitudes, existe una corriente académica amplia focalizada en la implementación eficaz, ética y segura de la IA en la educación. Entre los retos de futuro identificados por la investigación educativa, están la falta de comprensión y conciencia del alumnado sobre las cuestiones éticas asociadas a la IA y el desconocimiento del profesorado sobre los sesgos y el funcionamiento de los algoritmos.

A esto se suma que los docentes, aunque están preocupados por el impacto pernicioso de la IA en la juventud, carecen de formación para educar sobre sus aspectos éticos.

El potencial de la IA para mejorar la educación

La IA se utiliza ampliamente en diferentes ámbitos sociales. La educación no es una excepción. Un informe realizado por la UNESCO aporta pruebas sobre su potencial para mejorar la educación mediante la automatización de tareas como la evaluación, la personalización del aprendizaje o la aplicación de la realidad aumentada, la realidad virtual, los chatbots o la gamificación.

Los futuros distópicos y las visiones pesimistas se disuelven con un presente protagonizado por la formación en la dimensión técnica, humana y ética de la inteligencia artificial desde la infancia.

Todo tiene una sombra de vaguedad y error, como aseguraba Bertrand Russell, y la IA no va a estar exenta de ello. La clave está en seguir investigando sobre sus potencialidades y limitaciones y, sobre todo, en educar de forma inclusiva y equitativa a la juventud para que afronte con espíritu crítico los desafíos que nos depara el futuro.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Las chicas perciben menos que los chicos los sesgos de género de la IA – https://theconversation.com/las-chicas-perciben-menos-que-los-chicos-los-sesgos-de-genero-de-la-ia-254936

Metal-organic frameworks: Nobel-winning tiny ‘sponge crystals’ with an astonishing amount of inner space

Source: The Conversation – USA – By Stavroula Alina Kampouri, Assistant Professor of Chemical and Biomolecular Engineering and Chemistry, Rice University

Three chemists will share the Nobel Prize for their work on metal-organic frameworks. Jonathan Nackstrand/AFP via Getty Images

The 2025 Nobel Prize in chemistry was awarded to Richard Robson, Susumu Kitagawa and Omar Yaghi on Oct. 8, 2025, for the development of metal-organic frameworks, or MOFs, which are tunable crystal structures with extremely high porosity. These are a class of materials that have truly changed the way scientists design and think about matter, inspiring progress in various applications.

I’m a MOF scientist and for many of us in the field, this recognition feels both historic and deeply personal. MOFs are not just elegant crystals you’d admire under a microscope; they’re an entire universe of structures, each like a miniature city of tunnels and rooms waiting to be filled. They’ve been my scientific home since I first stepped into research, and they still feel a little bit like magic to me.

So, what exactly are MOFs?

Metal-organic frameworks are like crystalline scaffolds built from two ingredients: metals that act like connective joints and organic – that is, carbon-based – molecules that behave as bridges to link those joints in a repeating pattern. The result is a highly ordered, porous framework – a kind of molecular architecture that’s both sturdy and full of empty space.

A model constructed out of metal bars and spheres, showing a cubic structure with smaller molecule models in the center.
Metal-organic frameworks, shown in this model, can trap smaller molecules inside their larger frame.
Jonathan Nackstrand/AFP via Getty Images

These frameworks are so porous, like sponges with tiny voids, that it’s almost impossible to picture them. One gram of a MOF has so many pores that it can expose as much internal surface area as a soccer field. It’s astonishing that a handful of powder could hide an entire landscape of surface within it.

That enormous surface area is one of the unique things that make MOFs so powerful, and it comes from the nanoscale pores – tiny molecular rooms that can trap, separate, transform or transport gases, ions and other molecules. In a way, MOFs are like molecular hotels with countless doors, each programmed to admit only certain guests.

Why scientists love them

What fascinates me most about metal-organic frameworks is their limitless design space. Just by glancing at the periodic table, every metal could, in principle, serve as a cornerstone, and countless organic molecules can act as bridges connecting them. Even using the same combination can produce entirely different architectures.

Chemist Omar Farha compares metal-organic frameworks to Lego sets that you can build and customize.

So far, scientists have synthesized over 90,000 MOFs, and computational chemists have predicted hundreds of thousands more. Few material families offer this much versatility.

I like to think of MOFs as puzzles or Lego sets, but on the atomic scale. You can replace a single piece, or change its color or shape, and end up with a material that behaves completely differently.

Add a new “decoration” – what chemists call a functional group – and the framework suddenly recognizes a new molecule. Stretch the organic bridges, and the same architecture inflates like a balloon, giving what we call isoreticular MOFs. These have the same structure, but bigger pores. In short, MOFs can come in almost every imaginable shape, size and texture.

Pushing the boundaries of these materials

Beyond their scientific elegance, MOFs are incredibly promising for real-world technologies. Different structures and functionalities lead to different properties and, therefore, different uses.

Some MOFs act as molecular sieves, selectively capturing carbon dioxide from industrial exhaust or even directly from air. Others clean polluted water by removing heavy metals, dyes or “forever chemicals.”

Certain MOFs can also carry drugs or imaging agents inside the body for medical applications. In the energy world, they function as electrodes or electrolytes that make batteries safer and more efficient. And many serve as catalysts, accelerating chemical reactions that transform one molecule into another.

When I began my Ph.D., my senior colleagues warned me that MOFs might be too delicate – beautiful crystals that would crumble at the first hint of air or moisture. And indeed, some of the early frameworks were fragile curiosities, admired more for their elegance than their endurance. But that perception has changed dramatically.

A diagram of molecules arranged in a cube structure, with empty space in each cube.
Metal-organic frameworks, like MOF-5 shown here, have metal components, organic ‘linkers’ and a cavity which can allow in gases.
Tony Boehle/Wikimedia Commons, CC BY-SA

Many MOFs are now remarkably robust. The material I first worked on was a titanium-based metal-organic framework named MIL-125. It was first reported by Gérard Férey, one of the foundational figures in the MOF and porous framework community who sadly died in 2017. MIL-125 was not only stable, it was practically indestructible in my lab. After synthesizing two grams of it, I stored it on my bench in an open vial and used that same batch for every catalytic experiment throughout my Ph.D. No glovebox, no desiccator – just a jar of yellow powder sitting happily on my bench.

That experience taught me something important: While stability can be a legitimate concern, MOFs have grown up. Thanks to smart chemistry, we have materials that can withstand water, heat and repeated use. Since their foundation, researchers around the world have introduced new properties to these materials – from electrical conductivity to light responsiveness – and, crucially, made major progress in scaling up MOF synthesis for industrial applications.

Scaling is the key step in bridging the gap between fundamental discovery and large-scale deployment. Researchers are no longer content with studying MOFs in milligrams – we’re often planning for grams, kilograms and beyond.

Some startups are turning these advances into real technologies – from storing gases more safely, to pulling clean water straight from desert air, to building more energy-efficient air conditioners. What once felt like science fiction – powders that breathe, trap and transform molecules – is now science fact.

Despite these advances, researchers will need to continue improving the stability and scalability of MOFs to fully realize these materials’ potential in the real world.

A Nobel moment that honors creativity

The 2025 Nobel Prize in chemistry goes beyond honoring three remarkable scientists – it celebrates an entire community: a generation of chemists and engineers who transformed a single idea into a thriving field. The pioneering visions of Richard Robson, Susumu Kitagawa and Omar Yaghi laid the foundations for a vibrant discipline that has grown to encompass everything from gas storage and catalysis to energy and environmental technologies.

When I attended my first MOF conference as a second-year Ph.D. student, I listened in awe to many of the pioneers of this field, some of whom are now Nobel laureates. Back then, MOFs felt like magical sponges, and that sense of wonder never left me. It led me to continue my research on conductive MOFs: materials that can carry electricity. Now, in my own research group, we study how these frameworks can make batteries safer and more efficient, and how they can capture waste gases and turn them into useful chemicals using sunlight.

For me, this Nobel Prize celebrates more than a discovery, it celebrates a philosophy: Chemistry is creative, we can design and engineer matter with imagination, and sometimes emptiness can be the very essence of a material.

The Conversation

Stavroula (Alina) Kampouri receives research funding from the American Chemical Society Petroleum Research Fund (ACS PRF) and other public research agencies.

ref. Metal-organic frameworks: Nobel-winning tiny ‘sponge crystals’ with an astonishing amount of inner space – https://theconversation.com/metal-organic-frameworks-nobel-winning-tiny-sponge-crystals-with-an-astonishing-amount-of-inner-space-267089

Toronto Blue Jays: Amid Canada-U.S. tensions, ‘Canada’s team’ is excelling at America’s pastime

Source: The Conversation – Canada – By Noah Eliot Vanderhoeven, PhD Candidate, Political Science, Western University

Amid threats from United States President Donald Trump to make Canada the 51st state, the Toronto Blue Jays’ season started with protocols aimed at avoiding booing during the American national anthem and the removal of someone wearing a “Canada is not for sale hat” at the ballpark.

Nonetheless, the Blue Jays are being heavily marketed as “Canada’s team” as they advance to the American League championship after beating the New York Yankees, America’s most storied baseball team.

Why do the Blue Jays frame themselves as not just Toronto’s team, but Canada’s? And is their current post-season run their biggest and most important opportunity in years to fully establish themselves as representing all of Canada?

Truly Canada’s team?

The Jays serving as Canada’s team may make sense since they’re the only Canadian team currently playing in Major League Baseball (MLB). But to some Canadians, positioning the Jays as the nation’s team may not sit well.

After all, for baseball fans in Québec, memories of the now-defunct Montreal Expos still loom large.

For fans closer to the Windsor-Detroit border, the Detroit Tigers are a more proximate and accessible team.

Finally, some British Columbia MLB enthusiasts — despite the trips Blue Jays fans make to take over T-Mobile Park when the Blue Jays play the Seattle Marinersstill opt to support the Mariners since the team is so much closer than the Blue Jays are in Toronto.

What all this means is that to some Canadian baseball fans, the Blue Jays aren’t really Canada’s team — they’re just Toronto’s.

Huge market

It’s unsurprising that the Toronto Blue Jays organization, owned by Rogers Communications — “proud owner of Canada’s team” — is intent on framing the squad this way because it provides a substantial financial boon. The Jays benefit greatly from being Canada’s team by compelling baseball fans from across the country to attend their games, and most importantly, to watch them on television.

Despite playing north of the border and earning revenues in the weaker Canadian dollar, the Jays operate in one of MLB’s largest markets — Toronto — and can also market to fans across the country. That gives them the largest geographical market in professional baseball — an entire nation.

This massive audience contributes to equally massive television ratings, even at a time when most MLB teams are struggling for regional television revenues. Being “Canada’s team” has also allowed the Blue Jays to spend competitively over the past 10 years and operate a Top 5 payroll, as they have in 2025, alongside other teams in huge markets like Los Angeles and New York.

Cross-border trash-talking

In the midst of the series against the Yankees, Prime Minister Mark Carney met with Trump to discuss trade, tariffs and security. Intitial reports suggested the meeting, held just days after Trump made yet another veiled annexation threat, went well.

But the ongoing backdrop of tense relations between the U.S. and Canada is perhaps echoed by some of the commentary about both teams.

Early in the season, the Yankees’ play-by-play man, Michael Kay, called Toronto “not a first-place team” despite the Blue Jays having just passed the Yankees for first place in the American League East.

In September, Jays colour-commentator and former catcher, Buck Martinez, said that the Yankees were “not a good team.”

Also in September, a Baltimore Orioles television analyst, Brian Roberts, questioned how well Canadians understood baseball, leading to the Blue Jays themselves defending the baseball intelligence of their fans.

There was even a popular hoax online about Trump not inviting the Blue Jays to the White House should they win the World Series — an invite he’s extended to many championship teams in American sports leagues.

Stoking Canadian nationalism

Ultimately, the Blue Jays bested the Yankees and are advancing to the American League championship series. Blue Jays players and their manager, John Schneider, have spoken of the intense atmosphere Blue Jays fans create for their opponents and how the team draws on the support of the entire nation of Canada.

The Jays’ success so far in the post-season in this current political moment — as Trump is once again making veiled threats about making Canada the 51st state during tense trade negotiations — presents the Blue Jays with perhaps their best opportunity to fulfil their role as Canada’s team.

In a season defined by rivalry, politics and national pride, the Blue Jays are proving that even America’s pastime can become a canvas for Canadian nationalism.

The Conversation

Noah Eliot Vanderhoeven does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

ref. Toronto Blue Jays: Amid Canada-U.S. tensions, ‘Canada’s team’ is excelling at America’s pastime – https://theconversation.com/toronto-blue-jays-amid-canada-u-s-tensions-canadas-team-is-excelling-at-americas-pastime-266882

Vox y la maquinaria del populismo: Torre Pacheco, Jumilla y otros odios fabricados

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Marta Pérez-Escolar, Profesora e investigadora en la Facultad de Comunicación y Documentación, Universidad de Murcia

Roman Samborskyi/Shutterstock

El mordaz periodista Henry Louis Mencken desconfiaba de los líderes políticos. En su Chrestomathy, una selección de sus mejores escritos sobre una variedad de temas (incluidos la política, la música, la religión y la lengua y cultura estadounidenses), Mencken retrató a los populistas como oradores indiscretos y audaces que, motivados por sus propias aspiraciones, disfrazan sus discursos con un espectáculo contaminado, en ocasiones, por el resentimiento: simplifican sus mensajes, alimentan prejuicios y popularizan estereotipos para conseguir halagos fáciles.

En este terreno de confianza ciega es donde las narrativas de odio proliferan. De forma más provocativa, el filósofo Harry Frankfurt denominó bullshit a esos discursos manipuladores que ni siquiera se preocupan por la verdad.

Mientras que los mentirosos, al menos, reconocen que hay una verdad que ocultan o distorsionan, los prestidigitadores de patrañas (bullshit) fabrican diatribas oportunistas: mercantilizan el odio para ganar poder, convencer a la opinión pública y seducir a la audiencia. Los charlatanes son indiferentes a lo que es falso o verdadero. Lo único que les interesa es que su invectiva sea efectiva.

En estos términos, los líderes políticos actúan como auténticos charlatanes cuando utilizan el poder de la tribuna pública y mediática para inocular odio y resentimiento. Bajo el disfraz de “ciudadanos preocupados”, como los calificó Carolin Emcke en Contra el odio, los líderes populistas fingen hablar desde el sentido común y del interés general de los ciudadanos para escapar de la responsabilidad ética de sus palabras.

Esta estrategia discursiva, propia del populismo y de la demagogia moderna, articulan las narrativas de odio en la actualidad, especialmente, aquellas dirigidas contra la inmigración.

La ola de odio en Torre Pacheco (Murcia) así lo ilustra: los mensajes racistas y los bulos xenófobos alimentaron el clima de violencia en esta localidad murciana, según documentó el estudio de VerificaRTVE y EFE Verifica.

Otros sucesos confirman este patrón, como la prohibición de celebrar actos islámicos en espacios públicos en Jumilla (Murcia), la agresión a menores en el centro de acogida de Hortaleza (Madrid) o la publicación de Santiago Abascal en X donde instaba a hundir el barco “de negreros” de Open Arms.

Estos hechos son remanentes de la narrativa xenófoba cultivada, poco a poco, desde la retórica electoral, tal y como evidencia el estudio Populist Rhetoric and Hate Speech: Analyzing Xenophobic Narratives in Vox’s 2023 Election Campaign, que analizó la campaña de Vox en las elecciones de 2023.

Para comprender las ambiciones de un partido o candidato político basta con observar sus discursos en época de campaña electoral, cuando cada mensaje busca atraer la atención de la opinión pública.

Hoy en día, esta observación debe efectuarse también en redes sociales, donde lo que emerge no siempre es un debate democrático, sino que, con frecuencia, brotan retóricas incendiarias de odio que convierten a colectivos vulnerables, como los inmigrantes, en adversarios políticos y enemigos.

Mensajes de odio de Vox en X

El análisis del discurso político de los candidatos regionales de Vox en X durante la campaña electoral de 2023 demostró que el odio es un recurso sistemático de la comunicación digital del partido.

De entre más de 4 300 publicaciones en X, cerca del 17 % contenían mensajes de odio y una cuarta parte de ellos eran explícitamente xenófobos y dirigidos, sobre todo, a dos colectivos: los menores extranjeros no acompañados y la comunidad árabe-musulmana (especialmente, la marroquí).

La estrategia de odio de Vox fue muy selectiva: en Madrid, por ejemplo, los ataques se centraron en los menores migrantes, mientras que, en las zonas costeras, el blanco principal fue la población marroquí.

Estos mensajes se apoyaban, además, en tres grandes marcos retóricos. El más frecuente fue el victimista, que presentaba a los españoles como mártires de la inmigración y defendía una identidad nacional amenazada.

En segundo lugar, aparecía el discurso alarmista, que vinculaba a los migrantes con la inseguridad, la delincuencia y el terrorismo.

Finalmente, en menor proporción, se detectaron mensajes deshumanizantes, que comparaban a los inmigrantes con plagas o animales, con la intención de denigrar su condición humana.

Estos tres registros retóricos –victimista, alarmista y deshumanizante– reforzaban un relato binario de “nosotros contra ellos” y han dejado un legado de enfrentamiento social constante.

El contagio digital de la retórica xenófoba

El mismo estudio sobre Vox también demostró que el partido desplegó narrativas de odio de manera calculada para maximizar el impacto de su retórica en X.

La cuenta nacional del partido fue, con diferencia, la más activa, ya que difundió la mitad de los mensajes xenófobos. Con todo, figuras regionales como Rocío Monasterio, en Madrid, o Carlos Flores, en la Comunidad Valenciana, también desempeñaron un papel destacado como instigadores de odio contra los inmigrantes.

La estrategia populista de Vox incluía, además, picos de actividad en momentos clave del calendario electoral y de la agenda mediática como, por ejemplo, tras el caso Vinicius, que sirvió de excusa para intensificar ataques contra el mundo árabe y el racismo en el fútbol.

Asimismo, Vox vulneró el artículo 53 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (LOREG) al difundir mensajes de odio racistas durante la jornada de reflexión del 27 de mayo de 2023, cuando estaba prohibido hacer actos de campaña o de propaganda política. Esta práctica confirmó la apuesta del partido por llevar la confrontación hasta el límite legal con tal de mantener la atención mediática.

El alcance de las publicaciones de odio en X generaron un notable nivel de interacción: miles de “me gusta”, comentarios y posts compartidos confirmaron que las narrativas racistas de Vox logran captar la atención de los usuarios y movilizar a la opinión pública.

Aprender, recordar y desenmascarar

En definitiva, los resultados del estudio confirman que Vox utiliza el discurso de odio no como un accidente retórico, sino como un instrumento populista de movilización política.

La selección de sus dianas, la combinación de los marcos victimistas, alarmistas y deshumanizadores, y la explotación de coyunturas mediáticas reflejan una estrategia política clara: amplificar el resentimiento y la división social para ganar visibilidad y apoyo electoral, a costa de erosionar la convivencia democrática.

Ante ello, resulta trascendental que la ciudadanía aprendan a reconocer y detectar los patrones de odio que, bajo distintos disfraces, repiten los populistas. Solo así será posible entrenar el pensamiento crítico y resistir a la seducción de los mensajes simplistas.

En este camino, la inteligencia artificial y el deep learning pueden contribuir, como complemento, a identificar el bullshit que alienta la polarización, pero la tarea más esencial sigue siendo humana: aceptar que la realidad no se reduce a un relato binario de “nosotros contra ellos”.

No todo es blanco o negro. El complejo ecosistema actual está hilvanado con matices y con infinitas gamas de grises que contextualizan los dilemas sociales en su justa dimensión. Porque, al final, como recordaba el protagonista de Macbeth, la vida es “una historia cantada por un idiota llena de ruido y furia, que nada significa”.

The Conversation

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Vox y la maquinaria del populismo: Torre Pacheco, Jumilla y otros odios fabricados – https://theconversation.com/vox-y-la-maquinaria-del-populismo-torre-pacheco-jumilla-y-otros-odios-fabricados-264717

Liderazgo de servicio: cuando las personas del equipo están por encima del lucimiento personal del líder

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Benito Yáñez Araque, Profesor Administración de Empresas en Escuela de Ingeniería Industrial y Aeroespacial, Universidad de Castilla-La Mancha

El liderazgo de servicio prioriza a las personas y a la comunidad alphaspirit.it/Shutterstock

Sean gestores de lo público o de lo privado, los líderes que ponen primero a las personas –los líderes servidores– mitigan la depresión, reducen la resistencia al cambio y elevan la capacidad adaptativa en las organizaciones. Y, además, se puede enseñar a ser un líder de este tipo.

Los diferentes estilos de liderazgo –como el autocrático, el transaccional, el transformacional o el carismático– tienen impactos distintos en el clima laboral y social, y en el desempeño y bienestar de los trabajadores y ciudadanos. Entre estos estilos, el de líder servidor (servant leader) ocupa un lugar singular: por encima de su lucimiento personal, está orientado hacia el otro, prioriza su crecimiento y la administración responsable de los recursos que están bajo su gestión.

A diferencia del liderazgo transformacional, que se centra en mover al grupo hacia metas organizativas, el liderazgo servidor reorienta la ambición del líder hacia el desarrollo y empoderamiento del seguidor y la comunidad. Esa diferencia, que puede parecer sutil, marca la diferencia en los resultados: menor resistencia al cambio, mayor capital social y bienestar.




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¿El líder servidor nace o se hace?

La polémica viene de antiguo, pero los datos actuales ofrecen una respuesta concluyente. La evidencia acumulada indica que, si bien hay rasgos de personalidad que predisponen al liderazgo, particularmente el de servicio se aprende, se institucionaliza y se refuerza. Datos procedentes de investigaciones realizadas en España en sectores como la hostelería, la sanidad o las finanzas apuntan a una idea simple: el liderazgo servidor no es una cualidad innata sino un conjunto de comportamientos aprendidos que generan resultados medibles.

Por ejemplo, en contextos laborales tensos, el liderazgo servidor se combina con un mayor compromiso de los trabajadores y reduce síntomas depresivos en la plantilla al activar redes de apoyo y mejorar el capital social. También se ha observado que, cuando el liderazgo servidor potencia la inteligencia emocional de los equipos, disminuye la resistencia al cambio.

Además, a escala de empresa, la capacidad de adaptación mejora cuando los directivos, a través de este estilo de liderazgo, fomentan vínculos de confianza dentro y fuera de la organización, con efectos especialmente pronunciados en las empresas familiares.

En este mismo ámbito, sabemos que, en posiciones directivas, emerge un patrón de liderazgo sostenible en el que, en promedio, las mujeres destacan por encima de los hombres.

En definitiva, los datos confirman que se ejerce un liderazgo servidor al diseñar y promover entornos que refuercen el servicio a las personas y a todos los grupos de interés.




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La ética como “sistema operativo”, no como postureo

El liderazgo servidor no va de gestos amables sino de arquitectura institucional, de diseñar reglas, rutinas y métricas de largo plazo. Empieza desde el primer momento, con cómo se selecciona y promociona al personal. Se añaden rutinas de aprendizaje que plantean: “¿A quién servimos y cómo? ¿El líder se sirve a sí mismo o sirve a los empleados, a los clientes, a los ciudadanos…?”.

Sigue con qué medimos. Más allá de los indicadores financieros, como las pérdidas y ganancias, hay que incorporar indicadores de calidad en las relaciones, apoyo percibido, equidad y aprendizaje. Y cerramos con transparencia operativa: debe haber trazabilidad en las decisiones, y la gestión de conflictos de interés, y, por defecto, una verificación documental de méritos, no por excepción.

Todo eso es ética aplicada: más servicio, más integridad y más gestión responsable de los recursos.

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Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

ref. Liderazgo de servicio: cuando las personas del equipo están por encima del lucimiento personal del líder – https://theconversation.com/liderazgo-de-servicio-cuando-las-personas-del-equipo-estan-por-encima-del-lucimiento-personal-del-lider-264930

La chistorra: historia y cualidades de un icono gastronómico

Source: The Conversation – (in Spanish) – By José Miguel Soriano del Castillo, Catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universitat de València

JG Fotografia/Shutterstock

En las últimas semanas, la chistorra se ha puesto de moda en España por motivos ajenos a la gastronomía. Según el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) sobre el caso Koldo-Ábalos, la palabra se usó como clave para referirse a billetes de 500 euros en conversaciones cifradas.

Pero antes de este golpe de fama inesperada, la chistorra ya era uno de los embutidos más emblemáticos del norte de España, especialmente de Navarra y del País Vasco. Reconocida por su sabor intenso, su color rojizo y su textura jugosa, pasó de ser un producto doméstico rural a convertirse en un símbolo gastronómico nacional con reconocimiento europeo.

Un embutido con solera

En sus orígenes y en el contexto de las economías rurales del norte español, la conservación de la carne de cerdo ha sido un factor esencial. Tras la tradicional matanza, las familias elaboraban distintos embutidos destinados a su consumo durante el invierno. Entre ellos surgió la chistorra: un alimento curado de forma breve, condimentado con ajo, pimentón y sal, y embutido en tripas naturales.

El término “chistorra” deriva del euskera txistor, que significa “salchicha” o “embutido”. Ya en el siglo XIX se describía como un producto típico de Navarra y el País Vasco. Con el tiempo, su consumo se extendió a todo el país, especialmente durante fiestas populares como las de San Fermín en Pamplona, donde se sirve tradicionalmente en bocadillos o frita en pequeñas raciones.

Durante el siglo XX, la chistorra se consolidó como un producto de consumo habitual. Aunque su elaboración artesanal sigue siendo una práctica muy valorada, la industrialización permitió que se expandiera comercialmente. En la actualidad, la Txistorra de Navarra cuenta con Indicación Geográfica Protegida (IGP), que garantiza la autenticidad de su origen y su elaboración conforme a métodos tradicionales.

A qué llamamos chistorra

Desde el punto de vista técnico, la chistorra se encuadra dentro de los derivados cárnicos curado-madurados o semicurados. Su clasificación se aborda según tres criterios:

  • Composición. Elaborada principalmente con carne y grasa de cerdo –en ocasiones con una pequeña fracción de vacuno–, el contenido graso de la chistorra debe suponer entre el 25 % y el 35 % sobre peso total. No obstante, estudios de composición expresada en materia seca, como el del grupo de María José Beriain, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad Pública de Navarra, indican valores próximos al 67 % en las muestras mejor valoradas sensorialmente. En lo que se refiere al adobo, este contiene pimentón dulce o picante, ajo y sal, junto con otras especias opcionales.

  • Proceso tecnológico. Como hemos apuntado, se trata de un embutido de curación corta, con un secado de entre 24 y 72 horas, lo que le confiere una textura tierna y un sabor fresco y especiado. Puede consumirse frita o asada, y algunas versiones se comercializan frescas, sin secado previo.

  • Presentación. Se caracteriza por su forma alargada y delgada, con un diámetro de 22–25 mm, embutida en tripas naturales de cerdo o cordero.

Lo que dice la ley

El Código Alimentario Español (CAE), aprobado en 1967, estableció las normas básicas sobre carnes y derivados cárnicos, aunque hoy se considera una referencia histórica y no una norma vigente. Su contenido fue progresivamente sustituido por legislación europea y por disposiciones nacionales actualizadas, como el Real Decreto 474/2014, que aprueba la Norma de Calidad de los Derivados Cárnicos.

Según este Real Decreto, la chistorra se define como:

“Una mezcla de carnes picadas o troceadas de cerdo o de cerdo y vacuno y tocino o grasa de cerdo, adicionada de sal pimentón, amasada y embutida en tripas naturales o envolturas artificiales que han sufrido un corto proceso de maduración-desecación con o sin ahumado, de calibre máximo de 25 mm en producto acabado, que se caracteriza por su coloración roja y por su olor y sabor característicos”.

Por su parte, la IGP Chistorra de Navarra especifica que es un derivado cárnico elaborado con carne y grasa de cerdo, finamente picadas y adobadas con sal, pimentón y ajo. Tras el amasado, se embute en tripa natural y se somete a una breve maduración o desecación. El producto final presenta un calibre de 17 a 25 mm, color rojizo uniforme debido al pimentón y una textura firme, con diferenciación visible entre carne magra y grasa.

En cuanto a sus parámetros físico-químicos, debe cumplir un pH superior a 5,0; actividad de agua (aw) igual o inferior a 0,94; un contenido en grasa igual o inferior a 80 %; proteína igual o superior al 14 %; hidroxiprolina (un aminoácido) igual o inferior al 0,7 %, y un porcentaje de hidratos de carbono igual o inferior al 9 % sobre extracto seco.

Su producción se limita a la Comunidad Foral de Navarra, donde se elabora sin aditivos y con tripa natural de cordero o cerdo, garantizando autenticidad y origen geográfico.

Propiedades nutricionales y sensoriales

Desde el punto de vista nutricional, la chistorra es un alimento de alto valor energético y fuente destacada de proteínas y grasas. Según la Fundación Española de la Nutrición, cada 100 gramos de producto comestible aporta 514 kilocalorías, 17,4 gramos de proteínas y 49 g de grasa total (20 g correspondientes a grasas saturadas) y alrededor de 900 mg de sodio, lo que equivale a unos 2,3 g de sal.

Adicionalmente, contiene pequeñas cantidades de hidratos de carbono (1 g) y es fuente de vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina, niacina, B6 y B12), esenciales para el metabolismo energético y la función neuromuscular. Entre los minerales destacan el hierro, zinc, fósforo y magnesio.

Debido a su alto contenido en grasas y sodio, se recomienda un consumo moderado dentro de una dieta equilibrada.

Por otro lado, la chistorra presenta un perfil sensorial muy característico. De color naranja-rojizo intenso por efecto del pimentón, tiene una alta fuerza de corte que otorga resistencia inicial al mordisco, si bien ofrece una jugosidad y ternura equilibradas, con un aroma y sabor cárnico especiado. Además, presenta una grasa bien integrada, lo que aporta una sensación untuosa sin dominar el conjunto.

Estos atributos, combinados con su fuerte presencia cultural, como es el caso de su asociación a tapas, parrilladas y festividades populares, convierten a este embutido en un producto con alto valor gastronómico y emocional.

Entre lo gastronómico y lo simbólico

La chistorra es un ejemplo paradigmático de cómo la tradición alimentaria y la ciencia moderna pueden converger: combina una identidad cultural profunda con parámetros medibles de calidad sensorial y nutricional. Tal y como demuestra María José Beriain, su complejidad composicional justifican la protección bajo la IGP Chistorra de Navarra.

Sin embargo, el giro semántico que le ha conferido la actualidad la convierte en metáfora de lo oculto: lo que antaño se compartía en celebraciones colectivas reaparece como símbolo de poder y transacción clandestina.

La chistorra representa la calidez de la mesa popular, pero también nos recuerda cómo los lenguajes culinarios pueden transformarse en códigos de sigilo. En ambos casos, sigue siendo un signo inequívoco del carácter español: intenso, sabroso y lleno de significado.

The Conversation

José Miguel Soriano del Castillo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. La chistorra: historia y cualidades de un icono gastronómico – https://theconversation.com/la-chistorra-historia-y-cualidades-de-un-icono-gastronomico-267031

La importancia de tener en cuenta la cultura local para elaborar planes climáticos de éxito

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Alexandra Delgado Jiménez, Profesora de Urbanismo, Universidad Nebrija

Agricultor recogiendo aceitunas en Jaén. Digicomphoto/Shutterstock

El cambio climático no es una amenaza abstracta del futuro; es un problema presente, y su magnitud crecerá exponencialmente si no actuamos poniendo en marcha planes de adaptación y mitigación. Nos enfrentamos como humanidad a graves retos climáticos, pero algunas zonas son intrínsecamente más vulnerables que otras. Esta vulnerabilidad no solo depende de factores geográficos y ecológicos, sino también de la capacidad de adaptación de sus habitantes.

Así, las comunidades locales emergen como un pilar fundamental para la creación de planes de mitigación que sean no solo efectivos, sino también socialmente justos y culturalmente sostenibles. Su inclusión no es una opción, sino una necesidad imperiosa para lograr una transición ecológica exitosa.

La región mediterránea

En Europa, la región mediterránea es una de las que corren mayor riesgo frente a los efectos del calentamiento global. Con una combinación de ecosistemas frágiles, costas densamente pobladas y economías dependientes del turismo y la agricultura, la zona enfrenta un alto riesgo de vulnerabilidad climática.

En un estudio reciente, centrado en esta área, hemos analizando cómo las políticas de transición energética pueden preservar y mejorar la salud y el bienestar de la sociedad. Los resultados para países como España, Grecia y Montenegro revelaron que estos territorios han desarrollado diversas formas y mecanismos para alcanzar sus objetivos climáticos a múltiples niveles: desde políticas nacionales hasta planes y acciones locales.

Sin embargo, el mismo análisis subraya una realidad crucial: los objetivos medioambientales deben ajustarse a las necesidades de desarrollo local. De lo contrario, se corre el riesgo de que las políticas, diseñadas a gran escala, ignoren las particularidades que hacen a cada comunidad única.

Deficiencias de la planificación a gran escala

Existen deficiencias notables en la aplicación de las políticas climáticas debido, en gran medida, a la falta de atención a las características locales. Este descuido no solo compromete la eficacia de las medidas de mitigación, sino que también amenaza la identidad cultural y pone en peligro los recursos naturales de estas zonas.

Un ejemplo claro se encuentra en las prácticas agrícolas tradicionales. Una política que promueva la agricultura intensiva y tecnificada podría contribuir a garantizar la seguridad alimentaria de los territorios y la autosuficiencia. Sin embargo, los métodos de cultivo milenarios, aunque menos productivos en el corto plazo, son más sostenibles, utilizan el agua de manera más eficiente y conservan la biodiversidad local. Al no considerar este conocimiento ancestral, se pierde una valiosa oportunidad para integrar saberes locales en las soluciones climáticas.

De la misma manera, las intervenciones urbanas que no involucran a los residentes pueden generar resistencia y fracasar. La instalación de sistemas de transporte público o la promoción de energías renovables solo tendrán éxito si se alinean con los patrones de vida y las necesidades cotidianas de los ciudadanos. Cuando se impone una política sin el respaldo y la comprensión de la comunidad, esta se convierte en una imposición externa que puede ser rechazada o ignorada.




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Estrategias para involucrar a las comunidades locales

Los planes regionales y locales requieren mucho más que la participación del gobierno. Los ciudadanos también deben participar activamente en el proceso, pasando de ser meros receptores de políticas a agentes de cambio. Las diferentes regiones que hemos analizado en nuestro estudio aplican diversas estrategias para incluir a la población y abordar el cambio climático.

En la actualidad, los mecanismos más exitosos se centran en la creación conjunta de soluciones. Esto implica ir más allá de las consultas públicas superficiales y establecer mecanismos de participación genuinos, como talleres colaborativos, presupuestos participativos y la formación de consejos ciudadanos para el clima. En estos foros, los habitantes pueden aportar su conocimiento empírico sobre el territorio, sus recursos y sus vulnerabilidades, permitiendo que las políticas se adapten de forma inteligente y flexible.

La educación ambiental a nivel local es también una herramienta poderosa para empoderar a las comunidades, dándoles la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre su consumo energético, la gestión de sus residuos y la promoción de la movilidad sostenible.

En la escala municipal, los nuevos planes climáticos hacen hincapié en las intervenciones urbanas. Promueven medidas de ahorro energético en edificios, la reducción del uso de combustibles fósiles y el fomento de energías renovables como la solar fotovoltaica. Asimismo, impulsan el transporte eficiente a través de la expansión de carriles bici y la mejora de los servicios de transporte público. Además, invierten en sistemas de datos inteligentes para optimizar el uso de los recursos.

Todas estas acciones, aunque a pequeña escala, tienen un impacto acumulativo masivo cuando se coordinan de manera efectiva.




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El camino hacia un futuro resiliente

La lucha contra el cambio climático es un desafío global, pero sus soluciones más efectivas y sostenibles son inherentemente locales. Las comunidades, con su conocimiento profundo de su entorno y su cultura, representan un recurso único que debe ser activamente integrado en los planes de mitigación. La transición ecológica no puede ser un proceso puramente tecnológico, científico, político o económico; es también un proceso social y cultural.

Ignorar las particularidades locales y la participación ciudadana no solo limita la eficacia de las políticas, sino que además crea una brecha entre los gobiernos y la sociedad. Un enfoque que respeta la identidad cultural y empodera a las comunidades a través de la creación conjunta de soluciones es el único camino viable hacia un futuro resiliente y sostenible.

Solo cuando las personas sienten que son parte de la solución, y no solo del problema, puede lograrse la acción colectiva necesaria para enfrentar los desafíos climáticos que tenemos por delante. El éxito global dependerá de nuestra capacidad para actuar de manera inteligente y empática a nivel local.

The Conversation

Alexandra Delgado Jiménez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

ref. La importancia de tener en cuenta la cultura local para elaborar planes climáticos de éxito – https://theconversation.com/la-importancia-de-tener-en-cuenta-la-cultura-local-para-elaborar-planes-climaticos-de-exito-263134

¿Por qué no deberíamos pedir a la IA que nos resuma un libro para la escuela?

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Esther Nieto Moreno de Diezmas, Catedrática y Directora del Departamento de Filología Moderna, Universidad de Castilla-La Mancha

Pese a que la mayoría no entendemos cómo lo consigue, lo cierto es que la capacidad de la inteligencia artificial para resumir un texto más o menos largo (novela, ensayo, informe o paper académico) resulta asombrosa. Cuando el tiempo apremia, las exigencias son muchas y variadas y, como es tan fácil recurrir a ello, ¿cómo no pedir un poco de ayuda a una tecnología tan rápida, fácil y gratuita?

Un resumen de un texto hecho por la inteligencia artificial puede ser muy útil para obtener una orientación rápida sobre su contenido. Pero conviene pararse a analizar en qué estamos ahorrando exactamente y cuáles son las contrapartidas. No es lo mismo que, en un contexto profesional o de investigación, se aprovechen estos resúmenes para elegir bibliografía relevante o seleccionar materiales docentes, que utilizar ChatGPT para evitar una lectura obligada en la escuela.

Cuándo sí es útil la IA

Hay contextos escolares en los que puede tener mucho sentido apoyarnos en la IA. Por ejemplo, si nos piden que escojamos un libro para leerlo, podemos obtener resúmenes o recomendaciones que nos den criterios para la elección. O nos puede servir para obtener informaciones puntuales para un trabajo, como guía para luego profundizar.

Pero si la tarea consiste, precisamente, en leer un libro y resumirlo con el fin de trabajar la competencia lectora (algo imprescindible en primaria, pero también necesario practicar y seguir desarrollando en secundaria y la universidad), acudir a la IA nos ahorrará tiempo, pero nos hará perder algo que es incluso más preciado: el desarrollo del pensamiento crítico y de capacidades cognitivas y socioemocionales fundamentales para el aprendizaje.

Problemas de fiabilidad

Para empezar, los resúmenes de la IA no son siempre totalmente fiables. Existen las llamadas “alucinaciones”, es decir, información inventada, pero verosímil, que no aparece en ningún momento en el texto original. La IA puede generar inexactitudes como confusión de personajes, fechas, datos, etc.

A un nivel más profundo, puede incluir sesgos, al darle más peso a interpretaciones más probables estadísticamente o que se hayan expuesto en primer lugar en el texto. Además, la IA tiende a simplificar la riqueza interpretativa, quedándose en lo literal y ofreciendo una visión incompleta o distorsionada.

Una tarea que permite crecer al cerebro

Pero aún más importante es el papel que tiene la lectura profunda de libros completos y la elaboración de resúmenes como parte del proceso de aprendizaje, especialmente cuando se trata de estudiantes que todavía están adquiriendo sus habilidades lectoras.

En estos casos, si confiamos en la IA para elaborar resúmenes y dejamos de leer los libros completos, podemos estar limitando nuestro desarrollo cognitivo y afectivo y nuestra capacidad de aprender.

Leer un libro en su totalidad implica mucho más que extraer información: es una actividad compleja que activa la atención, la memoria, el razonamiento y la imaginación. El proceso de lectura profunda nos permite percibir matices, estructuras y capas de significado que se pierden inevitablemente en un resumen.

Al privilegiar los atajos y la lectura superficial, debilitamos las conexiones cognitivas que sostienen la concentración prolongada y la comprensión de alto nivel.

El papel del pensamiento crítico

Más allá de la comprensión, la lectura íntegra fomenta el pensamiento crítico, ya que enfrentarse a los argumentos en toda su complejidad invita a evaluar, cuestionar y elaborar juicios propios, en lugar de absorber pasivamente contenidos ya digeridos.

El contacto directo con un texto estimula la creatividad y la interpretación personal. Cada lector construye significado a partir de un diálogo activo con la obra, un proceso que es central en la experiencia literaria.

Cuando leemos el libro completo y lo resumimos sin ayuda tecnológica, estaremos fortaleciendo habilidades metacognitivas, que son las que nos ayudan a decidir qué incluir, qué omitir y cómo articular las ideas de forma coherente. Estas capacidades favorecen la retención y el aprendizaje profundo. Resumir no es solo acortar un texto, es aprender a pensar, y esta capacidad no se puede delegar en la IA.




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La dimensión afectiva de leer

Además, la dimensión estética y emocional de la lectura y el placer que reporta el ritmo de la prosa, la tensión narrativa o la identificación con los personajes no puede ser replicada en un resumen. Este componente afectivo constituye un elemento clave para despertar y mantener la motivación intrínseca por leer.

Diversos estudios apuntan a que la lectura nos hace más felices y contribuye al desarrollo de la empatía y el bienestar emocional, tanto en la adolescencia como a lo largo de la vida. Leer por placer desde edades tempranas se asocia con un mejor desempeño cognitivo, mejor salud mental, disminución del estrés, menos problemas de conducta y mayor atención.

La lectura, la comprensión, la capacidad de síntesis y el pensamiento crítico se desarrollan de forma gradual a lo largo de la escolaridad. El uso de herramientas como la IA desde edades tempranas puede interferir en ese proceso. Además de impedir o ralentizar la consolidación de competencias esenciales, recurrir a ella como solución rápida contribuye a la tecnodependencia y a la consecuente pérdida de autonomía.




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Un uso moderado y responsable

La inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa para apoyar la comprensión, orientar la lectura o facilitar el acceso a ciertos contenidos. Pero no conviene usarla como sustituto del acto de leer y menos aún en edad escolar. Este es un periodo crucial para la adquisición de competencias lectoras, críticas y analíticas y para promover el hábito lector.

La lectura es una experiencia profunda, personal y formativa que no se reduce a datos ni a resúmenes; implica reflexión, interpretación y conexión emocional. Usar la IA con criterio puede enriquecer el proceso, pero nunca reemplazar el valor insustituible de enfrentarse directamente con el texto.


La versión original de este artículo ha sido publicada en la Revista Telos, de Fundación Telefónica.

The Conversation

Esther Nieto Moreno de Diezmas recibe fondos de la Universidad de Castilla-La Mancha.

ref. ¿Por qué no deberíamos pedir a la IA que nos resuma un libro para la escuela? – https://theconversation.com/por-que-no-deberiamos-pedir-a-la-ia-que-nos-resuma-un-libro-para-la-escuela-265302

Las últimas noticias sobre el cometa extrasolar 3I/ATLAS llegan desde Marte

Source: The Conversation – (in Spanish) – By Josep M. Trigo Rodríguez, Investigador Principal del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias, Instituto de Ciencias del Espacio (ICE – CSIC)

El cometa interestelar 3I/ATLAS capturado por el espectrógrafo multiobjeto Gemini (GMOS) en Gemini Sur, Cerro Pachón, Chile, el 27 de agosto de 2025. International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURA/Shadow the Scientist Image Processing: J. Miller & M. Rodriguez (International Gemini Observatory/NSF NOIRLab), T.A. Rector (University of Alaska Anchorage/NSF NOIRLab), M. Zamani (NSF NOIRLab)

Entre los esfuerzos realizados a nivel internacional por estudiar la naturaleza y la composición del cometa interestelar 3I/ATLAS, la Agencia Europea del Espacio (ESA) desveló ayer los primeros resultados obtenidos por varios ingenios espaciales que orbitan Marte.

Las imágenes de ExoMars desmontan rumores infundados

Eran muy esperadas estas imágenes. Sobre todo, por las especulaciones sobre la presunta naturaleza artificial del objeto, a pesar de que todas las observaciones obtenidas desde su descubrimiento indican que se trata de un cometa.

ExoMars capturó con su Sistema de Imagen de Superficie en Color y Estéreo (CaSSIS) una serie de imágenes que permitieron construir esta secuencia donde la apariencia difusa y cometaria del 3I/ATLAS es perfectamente visible, entre las estrellas de fondo.
Sistema de imagen de superficie en color y estéreo (CaSSIS), ExoMars

De hecho, en una escalada potenciada por los amantes de las pseudociencias y ciertos medios de comunicación, una imagen tomada por el rover Perseverance desde la superficie de Marte alentó teorías surrealistas por su forma oblonga.

Los profesionales que nos dedicamos a seguir estos cuerpos nos hacíamos cruces, pues dicha forma es consecuencia del movimiento aparente de un objeto luminoso durante una exposición prolongada. De hecho, cualquier persona puede hacer fotos similares de estrellas o planetas si no conecta los motores de su telescopio para contrarrestar el movimiento de rotación terrestre. Debemos tener en cuenta que las cámaras de Perseverance no están diseñadas para corregir el efecto de rotación del planeta rojo ni mucho menos seguir el movimiento propio de los objetos en el cielo.




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Desgraciadamente –quizás por la falta de medios y personal a consecuencia de los recortes gubernamentales–, hasta la propia NASA cometió por unas horas el error de no desmentir que esa imagen deformada correspondía al cometa 3I/ATLAS, muchísimo más débil y difuso. Posteriormente, el experto Simeon Schmauß confirmó que se trataba del satélite Fobos.

Imagen del cometa 3I/ATLAS obtenida por el orbitador ExoMars-TGO.
ExoMars-Trace Gas Orbiter (ESA)

Avances en la comprensión sobre la naturaleza del cometa 3I/ATLAS

Además, recientemente se descubrió que la coma del 3I/ATLAS posee una alta tasa de producción de átomos de níquel ionizado. También presenta un cociente de níquel y hierro no vista anteriormente ni en cometas del sistema solar ni en el también interestelar 2I/Borisov, caracterizado por una actividad cometaria restringida. No se puede descartar que la naturaleza de ese cuerpo kilométrico que es 3I/ATLAS fuese rocosa, con significante presencia de granos de hierro y níquel. En nuestro sistema solar, algunos meteoritos primigenios denominados condritas son más ricos en esos granos metálicos que otros.

Las primeras observaciones polarimétricas del 3I/ATLAS, lideradas por el finlandés Zury Gray, también arrojan datos interesantes. Según las conclusiones de este estudio, el objeto posee una polarización negativa sin precedentes claros entre asteroides y cometas, incluido 2I/Borisov. Su comportamiento podría indicar que porta hielo de agua y que se asemeja en cierto modo a objetos helados –en la categoría de los objetos transneptunianos pequeños– y a un centauro (un tipo de cometas que cruzan las órbitas de los planetas gigantes) llamado (5145) Pholus.

La presencia de hielo de agua en la coma del 3I/ATLAS ha sido confirmada por otro trabajo basado en datos obtenidos por el telescopio Gemini Norte desde Hawái.

Veremos lo que deparan las observaciones futuras, pero algunas de esas propiedades anómalas quizás sean indicadoras de la prolongada estancia del cometa en el frío espacio interestelar. Durante ese tiempo podría haber acumulado sobre su superficie motas de polvo y hielos que se haya ido encontrando tras vagar cientos, o quizás miles, de millones de años.

Para comprender mejor la composición química del visitante, los científicos de la ESA también han intentado captar su espectro de luz mediante los espectrómetros OMEGA y SPICAM, ambos de la sonda Mars Express (ESA), y NOMAD, del ExoMars-Trace Gas Orbiter. En este punto, no está claro si la coma y la cola eran lo suficientemente brillantes como para obtener una caracterización espectral.

En noviembre, nuevas observaciones de la sonda Juice

Justo a finales de octubre, 3I/ATLAS alcanzará su mínima distancia al Sol; se espera que entonces la sublimación de la componente de hielos sea máxima. Justo pocos días después, la sonda espacial Jupiter Icy Moons Explorer (Juice) comenzará sus observaciones detalladas del objeto.

Lo cierto es que todos esperamos que el cometa 3I/ATLAS vuelva a colocarse en una geometría adecuada para poder ser seguido con nuestros telescopios. La segunda semana de noviembre, su distancia angular al Sol será ya suficiente para “recuperarlo”, probablemente como un objeto difuso de magnitud estelar +12, es decir, un billón de veces más débil que las estrellas más luminosas y sólo al alcance de telescopios de tamaño mediano. Hará falta buscar un cielo oscuro y emplear cartas celestes detalladas indicando su posición exacta, como las que facilita Sky Live.

El 19 de diciembre se encontrará a 268 millones de kilómetros de la Tierra, su mayor proximidad a nuestro planeta. Tras ese fugaz y lejano encuentro podremos seguir observando cómo pierde brillo y regresa finalmente al frío espacio interestelar. Un estudio reciente apunta a que 3I/ATLAS podría llevar vagando por la Vía Láctea cientos de millones de años, ya que no ha sufrido encuentros significativos con estrellas de la galaxia en los últimos diez millones de años.

La misión Comet Interceptor, a la espera del próximo visitante interestelar

Mientras ocurre todo esto, la ESA está desarrollando una nueva misión espacial dedicada al futuro encuentro de este tipo de cuerpos espaciales, llamada Comet Interceptor. Está previsto que la nueva sonda despegue en 2029 para mantenerse en el espacio hasta que surja la oportunidad de ser lanzada con destino a otro cometa interestelar.

El interés por aprender de 3I/ATLAS es enorme. De hecho, a finales de octubre presentaré el seguimiento realizado del objeto en una reunión de la misión Comet Interceptor en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (ESTEC), la sede de la ESA en Holanda.

Gracias a los actuales programas de seguimiento podríamos llegar a descubrir un cometa interestelar cada pocos años y se espera que, teniendo una sonda preparada en el espacio, alguno alcanzase el sistema solar con una geometría y velocidad adecuada para ser visitado por Comet Interceptor. Una aventura que podría estar a la altura de lo que cuenta la novela Cita con Rama, de Arthur C. Clarke.

The Conversation

Josep M. Trigo Rodríguez recibe fondos del proyecto del Plan Nacional de Astronomía y Astrofísica PID2021-128062NB-I00 financiado por el MICINN y la Agencia Estatal de Investigación.

ref. Las últimas noticias sobre el cometa extrasolar 3I/ATLAS llegan desde Marte – https://theconversation.com/las-ultimas-noticias-sobre-el-cometa-extrasolar-3i-atlas-llegan-desde-marte-266798

Nobel Prize in physics awarded for ultracold electronics research that launched a quantum technology

Source: The Conversation – USA – By Eli Levenson-Falk, Associate Professor of Physics and Astronomy and Electrical and Computer Engineering, USC Dornsife College of Letters, Arts and Sciences

The quantum behavior of superconducting circuits like the small white square above was a major discovery. K. Cicak and R. Simmonds/NIST

Quantum mechanics describes the weird behavior of microscopic particles. Using quantum systems to perform computation promises to allow researchers to solve problems in areas from chemistry to cryptography that have so many possible solutions that they are beyond the capabilities of even the most powerful nonquantum computers possible.

Quantum computing depends on researchers developing practical quantum technologies. Superconducting electrical circuits are a promising technology, but not so long ago it was unclear whether they even showed quantum behavior. The 2025 Nobel Prize in physics was awarded to three scientists for their work demonstrating that quantum effects persist even in large electrical circuits, which has enabled the development of practical quantum technologies.

I’m a physicist who studies superconducting circuits for quantum computing and other uses. The work in my field stems from the groundbreaking research the Nobel laureates conducted.

Big, cold, quantum

In their 1984 and 1985 work, then-Ph.D. student John Martinis, then-postdoctoral researcher Michel Devoret and UC Berkeley professor John Clarke showed that even large electrical circuits could exhibit quantum behavior. They used a circuit made from niobium and lead. When cooled to a few degrees above absolute zero, these metals become superconductors. A superconductor is a material that carries a current without generating any heat.

Martinis, Devoret and Clarke showed that in a superconductor, the voltages and currents are governed by quantum mechanics. The circuit has quantized – meaning discrete and indivisible – levels of energy, and it can be in superpositions of multiple states.

Any physical system can be described by a state, which tells you everything there is to know about that system. Quantum mechanics shows that a state can have certain quantized values of things that can be measured. An example is energy: A particular system could have energy 1 or energy 2, but nothing in between. At the same time, a quantum system can be in a superposition of more than one state, much like you can add different amounts of red/green/blue to get any color in a pixel of an image.

Importantly, the laureates showed that researchers can describe one of these superconducting circuits as if it’s a single quantum particle. This simple behavior is what makes superconducting circuits so useful as a technology.

four parallel brass-colored rings connected by vertical tubes
Dilution refrigerators like this chill their contents to near-absolute zero.
U.S. Air Force Research Laboratory

Today, superconducting circuits are used to study fundamental quantum physics, to simulate other physical systems and to test protocols for ultraprecise sensing. For instance, the Devoret group recently demonstrated a near-ideal microwave amplifier based on a superconducting circuit. Microwave amplifiers are widely used in communications, radar and scientific instruments.

The Martinis group has used superconducting circuits to emulate a group of electron-like particles. This type of simulation is a key technique in studying fundamental physics.

In my own group, we recently used a superconducting circuit to demonstrate a protocol for measuring a magnetic field more sensitively than standard techniques. Quantum sensors measure physical quantities with extreme precision, from biological activity to gravity anomalies.

But by far the biggest application of superconducting circuits is as a platform for quantum computing.

Superconducting quantum computers

Multiple quantum systems can interact with each other and become entangled, so that they act like a single system. This combination of quantization, superposition and entanglement is what gives quantum computers their power.

In quantum computing technology, researchers use a quantum system – a quantum bit or qubit – that can be in only two states. Qubits need to be coherent. This means that if we put it in a particular state, we want it to stay there and not get randomly scrambled to another state. Qubits need to be controllable. This means that researchers should be able to get a qubit to change state as needed and get it to interact with other qubits. And qubits need to be scalable, meaning that we need to make a lot of them.

Many technologies show promise, such as arrays of atoms in a vacuum, trapped ions, trapped electrons in seminconductors, and photons controlled by optical circuits. But all technologies make trade-offs, sacrificing coherence, controllability or scalability to improve something else.

The simplicity and flexibility of superconducting circuits mean that by changing the design of the circuit, researchers can get almost any qubit behavior we want, and that behavior is easy to predict. This hits the technological sweet spot for quantum computing. More obviously quantum technologies, such as trapped atoms, are so small that they can be hard to control and interact with. Superconducting qubits are big enough to be easy to control, simple enough to be reliable and quantum enough to make the whole thing work.

Today, academic research groups like mine develop new types of superconducting qubits, look for ways to make them more coherent, try to improve our control of them, and develop techniques to make them easier to scale up. Companies and government labs take these academic results along with their own basic research and apply them, doing the difficult engineering to create large-scale quantum processors for practical use.

Superconductor pioneers

Unsurprisingly, the Nobel laureates made and continue to make huge contributions beyond their work in the 1980s. In addition to their academic work, Martinis formerly headed the Google quantum processor effort and now has his own company, while Devoret now assists with the Google effort. Clarke, now retired, also did much of his late-career work on quantum circuits. And they have had major impacts on my career and on so many others.

I had the privilege to do a panel discussion with Devoret on May 22, 2025. He made a memorable claim: Picking an academic adviser can be even more of a big deal than picking a spouse, because “you can’t divorce your adviser.”

It’s often joked that half the researchers in the field of quantum superconductors can trace an academic lineage to Clarke. I can do it twice: My Ph.D. adviser, Irfan Siddiqi, was advised by Devoret, and Clarke was my secondary adviser. And one of my proudest accomplishments as a grad student was not panicking when Martinis snagged me after I gave a talk to grill me on the details.

Today they are honored for their work, and tomorrow I and the other researchers they trained will do our best to continue it.

The Conversation

Eli Levenson-Falk does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organization that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

ref. Nobel Prize in physics awarded for ultracold electronics research that launched a quantum technology – https://theconversation.com/nobel-prize-in-physics-awarded-for-ultracold-electronics-research-that-launched-a-quantum-technology-266979